Fotocopia de la cédula

Raúl Alvarado Sibaja

 

Allá por el año de 1970, existía en el centro de San José, en la esquina de avenida primera y calle primera, un local que ofrecía un servicio novedoso, o al menos así lo era para mí.

Era un sitio en donde usted podía llevar un documento y en unos pocos momentos usted podía tener una copia del mismo, a eso se le llamaba una fotocopia. No era barato, pero en algunas situaciones el tener esa copia podía ser de gran utilidad.

Menciono ese hecho, porque alguna gente joven, tal vez no se imagina como era la vida sin fotocopias. El tema puede ser muy extenso y me interesa aquí restringirme al caso de los servicios del estado.

Si usted, por ejemplo necesitaba hacer un trámite digamos ante una municipalidad, y era necesario identificarse, entonces simplemente el funcionario le pedía la cedula, verificaba que usted hubiera escrito correctamente los datos (su nombre y número de cedula), a veces anotaba en el documento “presentó cédula” y se la devolvía.

Esto ocurría más o menos de la misma manera en cualquier ministerio, institución autónoma, municipalidad, etc., tal y como todavía se hace en los bancos cuando usted necesita hacer una transacción.

Pero en algún momento, en alguna oficina, a algún genio se le ocurrió la genial idea (valga la redundancia), de que: para asegurarse de que los datos estuvieran correctos, (yo le llamo: el síndrome de la falsa sensación de seguridad del burócrata) era mejor exigir que junto a la solicitud se entregara fotocopia de la cédula.

A partir de ahí esta práctica se extendió como fuego en un pastizal seco. Recuerdo por ejemplo, en los años 80, las muchas discusiones que tuve con una secretaria (subalterna mía) para que NO exigiera la fotocopia de la cédula, requisito que ella había inventado para hacer los trámites de graduación. Al final siempre hacía lo que le daba la gana y no había manera de sancionarla.

El colmo fue a inicios de los 90, estaba haciendo yo un trámite ante la CCSS, y por variar me pidieron una fotocopia de la cédula; cuando la presenté, junto con los otros papeles, me la devolvieron: pues la fotocopia debía ser autenticada por un abogado.

Podría contar al menos otra anécdota, de cuando estaba haciendo los trámites de la pensión en el Banco Popular, pero estoy seguro que las amables personas que están leyendo esto, podrían agregar miles de anécdotas similares, todas ellas como para sentarse a llorar.

¿Se han puesto ustedes a pensar que posiblemente cada año, solo en CR, son millones de hojas de papel que se gastan haciendo fotocopias de cédulas, para trámites municipales, permisos de construcción, solicitudes de paja de agua, medidores eléctricos, patentes, en los ministerios, para solicitar bonos de vivienda, préstamos para compra de casas, carros, becas para los estudiantes de primaria, secundaria y universidades, etc., etc. Además, hay que comprar más y más archivadores para guardar esas montañas de papeles.

¿Y decimos que Costa Rica va a ser Carbono Neutral para el año 2020? ¡Qué buen chiste!

La fotocopia de la cédula en la enorme mayoría de los casos es innecesaria y debe erradicarse esta mala costumbre. Esto no se va a lograr de la noche a la mañana; pero con la colaboración de muchas personas lo lograremos.

¿Nos sentamos a llorar?, o ¿hacemos algo?

  1. En primer lugar, le insto a que reflexione un poco sobre el tema y tome conciencia de este absurdo. En todo caso, si realmente se ocupa tener copia de la cédula, el empleado(a) puede tomarle una foto, y guarda el archivo de la siguiente manera: Por ejemplo, mi cédula es 1 0367 0801, entonces puede guardar el archivo como 103670801a.jpg y 103670801r.jpg (anverso y reverso) en una carpeta llamada CEDULAS.
  2. Comparta esta iniciativa con otras personas, para que se vaya creando conciencia del despilfarro de papel. Cuando acuda a realizar un trámite y le pidan fotocopia de la cédula, por favor “cómprese el pleito” y pida hablar con el jefe para hacerle ver que ese es un requisito innecesario.
  3. Si conoce usted a alguna persona que ocupe el puesto de dirección de alguna oficina estatal que reciban solicitudes de servicios por parte de la población, por favor hágale llegar esta propuesta.
  4. Si usted es una persona que ocupa uno de esos puestos de dirección, por favor, analice si para los trámites que realiza el público se puede suprimir la fotocopia de la cédula y que simplemente el funcionario en ventanilla, pida la cédula, revise y anote en la solicitud “presentó cédula”. Tome usted mismo la decisión de eliminar la fotocopia
  5. Si usted, o alguien que usted conoce, tiene contacto con algún ministro(a), o funcionario de casa presidencial, por favor hágale llegar la siguiente excitativa: Para que la Presidencia de la República emita el siguiente decreto del Poder Ejecutivo:

La presidencia de la República de Costa Rica, tomando en cuenta el espíritu de la Ley8220 (Protección al Ciudadano del Exceso de Requisitos y Trámites Administrativos), y la meta de que Costa Rica llegue a ser un país carbono neutral, decreta:

“A partir del 1 de agosto de 2016, queda prohibido en todos los ministerios y otras dependencias del Poder Ejecutivo, pedir a los(as) ciudadanos(as), la entrega de fotocopia de la cédula, como requisito para realizar sus trámites.

Para poder apartarse de esta norma, la oficina que así lo considere, deberá justificar ante el Ministerio de la Presidencia, la razón por la cual en esa oficina Si es estrictamente necesaria la entrega de la fotocopia de la cédula.”

Soñamos con un mundo mejor, pero ese mundo mejor se construye “a pedacitos”, poco a poco, y solo con la participación suya y de mucha otra gente se puede lograr. Tal vez no se logre en unos pocos meses, pero lo importante es que la gente vaya tomando conciencia.

 

*Imagen con fines ilustrativos tomada de Internet.

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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