Guanacaste, ¡el gran asalto! “dinero o agua”

Guanacaste, el gran asalto dinero o agua

James Siu Arriola,

Instituto de Oceanología de Costa Rica

 

A propósito de la publicación del 21 de agosto en la Nación bajo el lema subversivo: “Hoteles hacen presión por falta de agua en Tamarindo”, y las declaraciones del señor Juan Luis Marín, legislador de la República de Costa Rica para el periodo 2014-2018 quien dijo: “El AyA debe resolverlo con urgencia. No podemos generar la mínima duda a los hoteleros, que están invirtiendo aquí demasiada plata. Esto es algo que la entidad podría resolver en 15 días”. Diputado Marín (1). Marín agregó: “Los Diputados tienen ese carácter por la Nación…” Constitución Política (2).

Marín confunde el mandato constitucional de la Nación que se relaciona con la soberanía de un pueblo, con el mandato de La Nación como el periódico de Costa Rica. ¿Para quién reina? Para la Nación como Soberano de una República, o para La Nación de un reino informativo. Las declaraciones son cercanas a los sectores depredadores del agua de Guanacaste.

Los “desarrolladores y hoteleros” han encontrado el caballo de Troya en Guanacaste: La gran sequía. Ellos gritan “que pagan mucho”, “invierten mucho”, “que hay racionamientos”, “que van a cerrar”, “que van a quebrar” y “que van a llorar”. Y las autoridades oficiales les abren las puertas a sus lamentos y les dicen que les van a “dar agua” debido a los lamentos – esperemos que no los indemnicen. Pero, no los obligan a realizar un “plan de gestión integral del agua”. Las autoridades consideran “grave la falta de información con respecto a los acueductos rurales (3).” Pero no se considera grave, la falta de investigación sobre el uso del agua que se hace en los grandes hoteles y los grandes condominios. El mal está en lo autóctono y no en lo impuesto. Por esto, no hemos logrado salir del dilema principal de la novela de Carlos Luis Fallas: Mamita Yunai, la dependencia y la imposición – ¡comunistas, rojos, extremistas! Los ciudadanos lo descubrimos, pero las autoridades se ofrecen al servilismo complaciente, con alfombra y pétalos de rosa – leer sesión ordinaria 2004-019 de Junta Directiva del AYA, comenzando la página 29. Así lo observa el comentario de Rojas Valladares (4):

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“Hace meses los agricultores, ganaderos y familias piden al gobierno que intervengan y no lo hacen con la rapidez debida, ahora vienen los extranjeros a exigir y el gobierno se mueve de prisa, hasta los diputados están exigiendo para se solucione en 22 días… es una sinvergüenzada que se preocupen mas por el que tiene más plata, para el pueblo buscan el camino más largo, para los ricos la vía más corta…”

En Guanacaste se insiste para encontrar soluciones: ¿para qué problemas?, y ¿Quiénes son los propietarios de esos problemas? En el caso del agua, una familia común, puede consumir 100 mts3 de agua al mes. Aquí sí, el agua es abundante y no hay problema. Pero un mega-proyecto de turismo, en el cuál uno de sus pozos lanza 40 litros por segundo y que el pozo se le comienza a secar. Ese sí, tiene problemas pues va perder el consumo de 144 metros3 de consumo en una hora – 1.5 el volumen de una familia en un mes. Esta es, una clara inequidad en el uso del agua. Ni hablar del cultivo de la caña en el Tempisque, los mega-cañeros están solicitando una ampliación de explotación de 1500 litros por segundo de aguas superficiales 5400 metros3 por hora, el equivalente de consumo de 54 familias – consumidas en 60 minutos. Otra burla para pobladores y pequeños agricultores. Y el señor Marín, habla y grita, que están “perdiendo dinero”. Y los ecosistemas guanacastecos, ¿Qué están perdiendo?. Seguramente los que cuestionamos su discurso y su metalenguaje, nos va decir que somos unos extremistas. Y va realizar la misma plegaria de la ex presidenta, “hay que combatir a los ambientalistas”. Los problemas en Guanacaste, son causados por un modelo de explotación de los recursos, impuesto desde épocas coloniales, y seguido en la década de los años de 1980, donde comenzó a gestar el gran deseo por el dólar fácil y se irrigo el discurso del agua, como recurso inagotable. Se dijo, que se pueden hacer todos los desarrollos inmobiliarios y hoteleros, se pueden mejorar los jardines de babilonia en este bosque seco. ¡El Nilo no lo tenemos, pero lo podemos inventar! Si el Tempisque se nos seca, para eso está el río Piedras, si el Piedras se seca, seguimos con el Tenorio; “de todas maneras el agua se desperdicia, porque va al mar”. Este negocio, se lo comienzan a montar, simplemente tratan de validar un discurso comercial para aplicar sin duda, algún animal de patas grandes en Guanacaste.

En fin para terminar, un llamado a las autoridades vinculadas con el agua de Guanacaste y de la República independiente de Costa Rica, no coman cuento y procuren no jalar dinero a sus bolsillos, en algún momento la bolsa después de cargar tanto, se rompe y se contamina. «Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe» y “A quien anda entre la miel, moscas se le pegan”.

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Notas:

Diputado Marin en: http://www.nacion.com/nacional/servicios-publicos/Hoteles-hacen-presion-falta-Tamarindo_0_1434256586.html

Constitución Política de Costa Rica. Artículo 106

La Nación. 24 julio 2014. Pagina. 5A

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