Inflación no refleja situaciones particulares de hogares ticos

Roxana Morales Ramos*

 

La inflación refleja lo que sucede con los precios promedio en el país, no las situaciones particulares de cada hogar o persona.

La inflación en un país se mide a través de la variación en los precios de una cesta de bienes y servicios representativos del consumo de los hogares, en un periodo determinado. En Costa Rica se determina a partir del Índice de Precios al Consumidor (IPC), el cual es un indicador estadístico calculado mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Vale la pena señalar que el INEC es una institución que goza de autonomía funcional y administrativa, por lo que ningún gobierno de turno tiene injerencia sobre los resultados de los indicadores que ésta tiene a su cargo.

El IPC ha sido un buen indicador de lo que sucede con los precios y ha sido utilizado por muchos años como referente en los ajustes salariales, cálculo de tarifas, reajustes en alquileres, para estimar el poder adquisitivo de los salarios, entre otros usos.

La cesta del IPC se actualiza regularmente con el objetivo de que se incorporen los cambios en la estructura de gasto y de consumo de los hogares a través del tiempo. Debido a lo anterior, en cada actualización, algunos bienes y servicios salen de la canasta y otros ingresan; adicionalmente, se incorporan cambios metodológicos que son importantes para mejorar la calidad y la precisión del indicador. Las últimas actualizaciones se realizaron en el 2006 y en el 2015.

Actualmente, el IPC está compuesto por 315 bienes y servicios, cada uno con un peso o una poderación acorde a su importancia relativa dentro del consumo familiar; es decir, no todos los artículos tienen la misma importancia, unos tienen mayor peso que otros y, por tanto, su efecto sobre la inflación depende de dicho peso. Al sumar las ponderaciones de los 315 artículos, el resultado corresponde al 100%.

Dentro del IPC, los doce artículos de mayor peso, en orden descendente, son: compra de automóvil (representando el 5.17% del gasto de consumo de los hogares), alquiler de la vivienda (4.9%), gasolina (2.91%), servicio doméstico (2.61%), educación universitaria (2.60%), servicio de electricidad (2.5%), casado (2%), televisión por suscripción (1.57%), autobús urbano (1.48%), servicio de agua (1.41%), celular pospago (1.40%) y educación primaria (1.39%). De estos doce, entre enero y junio de 2016, la gasolina es la que más ha bajado de precio (-7.4%), mientras que los mayores aumentos se han presentado en educación primaria (+5.5%) y educación universitaria (+4.7%).

Adicionalmente, al analizar la evolución de los precios, en el mismo periodo, por artículo, se observa que el 51.7% ha aumentado de precio, el 4.8% ha mantenido su precio y el 43.5% ha bajado. Los diez que más han subido de precio son: limón ácido, cebolla, apio, naranja, vainica, aguacate, medicamentos contra la hipertensión, servicio telefónico celular prepago, repostería, medicamentos contra el dolor. Y los diez que más han bajado: huevos, chile dulce, plátano, papa, frijoles, diesel, culantro, papaya, pañal desechable, gasolina.

Si se analiza la inflación por grupos, los que han presentado una mayor disminución en los precios son: Alimentos y bebidas no alcohólicas (-1.96%), Prendas de vestir y calzado (-1.67%) y, Transporte (-1.64%). Por su parte, los de mayor aumento son: Educación (+4.29%), Salud (+2.11%) y Alquiler y servicios de la vivienda (+1.65%).

Es necesario mencionar estos aspectos para comprender por qué muchas personas sienten que a pesar de haber una casi nula inflación en lo que va del año (0.01% acumulada a junio), no sienten un alivio en sus bolsillos y más bien siguen percibiendo que la mayoría de precios continúan en aumento y que sus ingresos cada vez les alcanza menos. Y es que cada familia tiene su propia realidad, su propia canasta de consumo y su respectiva fuente de ingresos; la inflación refleja la situación general de los precios en la economía y no las situaciones particulares de cada hogar/persona:

  • No todos los hogares consumen cada mes los 315 bienes y servicios del IPC, ni asignan la misma proporción de sus ingresos para su compra.
  • No todos los hogares/personas cuentan con estabilidad en sus ingresos ni en el empleo.
  • Una baja infación implica un bajo ajuste en los salarios.
  • No todos los trabajadores reciben ajustes semestrales en sus salarios/ingresos.
  • Muchos hogares suman mensualmente algunos bienes y/o servicios a su cesta de consumo.
  • Muchos hogares se endeudan lo que limita su capacidad de consumo.
  • Pocos son los hogares que elaboran sus presupuestos y llevan control de sus ingresos y gastos.

 

Para mayores detalles con la economista Roxana Morales 8329-1556 o en la Oficina de Comunicación 2277-3067.

 

*Observatorio de la Coyuntura Económica y Social Escuela de Economía UNA.

 

Enviado a SURCOS Digital por Oficina de Comunicación UNA.

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