La crisis del acueducto municipal en Miramar

Agua potable y saneamiento

Imagen con fines ilustrativos.

Cuando en diciembre 2004 empezaron los movimientos en el Cerro Bellavista con los tractores, se tumbaron miles de árboles, los cuales fueron enterrados, en la zona hídrica de mayor importancia para el acueducto municipal.

Veintiuna nacientes de agua fueron eliminadas en ese entonces, dos de ellas con infraestructura de valor cercano a los 100 millones de colones, la Montezuma I y Montezuma II de pequeño caudal pero constantes, fueron desconectadas para agradar a la empresa minera, sin tomar en cuenta que esas nacientes habían surtido de agua racionada en crisis del año 1995 provocadas por el  Huracán Erin que produjo fuertes daños en otras nacientes del acueducto municipal.

En abril 2015 el acueducto municipal colapsó, pese a estar siendo administrado por el mismo alcalde desde el año 2003.  Miles de hogares se han quedado sin el flujo de agua en su cañería a partir del Sábado Santo, cuando la Municipalidad tuvo que desconectar una agua captada provisionalmente en la Quebrada El Padre contaminada con boñigas y orines, al ser descubierta por vecinos de Miramar y Tajo Alto.

Las familias oromontanas no pueden dignamente solventar las necesidades fisiológicas, ni la atención de personas sanas y enfermas, de niños, de mujeres ni de trabajadores. En los centros educativos se pide a los estudiantes llevar su botellita de agua.  Las sodas han cerrado, el mercado también. La falta de agua pone en riesgo la salud humana y el Gobierno Central, Acueductos y Alcantarillados, Ministerio de Salud aún no intervienen.

La población de Miramar y sus alrededores aumentó y no se hicieron los ajustes para incrementar la cantidad de agua captada. Los proyectos urbanísticos proliferaron por doquier y el alcalde no vaciló ni una sola vez en asumir compromisos para dotar de agua a más de 1500 parcelas agrícolas, las que gracias a Dios no se han empezado a desarrollar, pero tienen el agua prometida.

Varios son los proyectos con infraestructura ya construida. Entre ellos, se menciona el Proyecto COLINAS DE MIRAMAR del ex diputado socialcristiano Gerardo Rudín, el que cuenta con disponibilidad de agua que ahora falta en las partes altas, no tanto por problemas de topografía sino por mala planificación de la red de distribución y construcción indebida de los tanques de almacenamiento de agua.

El último proyecto con infraestructura ya construida es el mejor conocido como «Leo Flores», propiedad de Desarrolladora Internacional Altas Cumbres, que incluye 13 parcelas agrícolas y 40 lotes de 500 metros cuadrados en promedio, cuya infraestructura permitió pasar por allí el agua que reclamó la comunidad de La Isla, a la que si se le secó la naciente de su acueducto local.

Mientras a los grandes desarrolladores se les garantiza el agua, a un grupo de 70 familias se les impide continuar con su sueño de vivienda digna apoyados por la Fundación Costa Rica – Canadá, por no contar con la disponibilidad de agua emitida por la Municipalidad de Montes de Oro.

Atrás quedaron los días de bonanza minera y con ellos se sepultaron las aguas por las que hoy reclaman muchos de los que ayer defendieron la empresa minera.

Sonia Torres, Comité Ambiental de Miramar, Tel. 26397735

 

Compartido a SURCOS Digital por Úrsula Hockauf.

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