Manifiesto de la Comunidad Universitaria de las universidades públicas por el respeto a los Derechos Humanos y a una sociedad diversa y justa

22/03/18

 

Las suscritas – personas vinculadas a la comunidad universitaria costarricense -, alarmadas por el rumbo imprevisto que han tomado las elecciones nacionales, sentimos la obligación de comunicar las siguientes reflexiones.

Las potestades del Estado, y en concreto del Poder Ejecutivo, en la conducción de numerosos asuntos públicos es enorme. También lo es su impacto en la vida diaria de una sociedad cada día más compleja y plural, como la costarricense. Es por ello que el gobierno debe estar constituido por personas con las más elevadas credenciales democráticas, de respeto a los Derechos Humanos, al Estado de Derecho y a las más elementales normas de convivencia social.

Consideramos que la elección de personas y partidos políticos con visiones excluyentes de la vida pública, que alimentan o validan la discriminación de grupos humanos, o que también lesionan su dignidad, conduce a un aumento de la polarización social, generadora de situaciones de violencia que los discursos discriminantes legitiman. Esta creciente intolerancia y polarización alimentan la implementación de acciones lesivas para los derechos básicos de diversos sectores de la población costarricense.

Lo anterior alimenta un clima de enfrentamiento y conflicto que amenaza nuestra paz social, y nos desprestigiaría y aislaría en los foros internacionales, en los que nuestro país ha sido un baluarte en defensa de los Derechos Humanos y la Paz, y de los que depende buena parte de la defensa de un país que optó por no tener ejército, caso de los recientes éxitos del país en la Corte Penal Internacional.

La historia ha sido testigo de siglos de sangrientas luchas religiosas, y de lo que ocurre cada vez que un gobierno ha basado sus políticas en una visión fundamentalista de la religión. Una situación que, al día de hoy, sigue generando enorme sufrimiento en donde se encuentra implantada. La enseñanza de la historia es clara: elegir un gobierno que mezcle fundamentalismo religioso y política sería un enorme retroceso para nuestro país.

No podemos confundirnos. Esta no es una elección ordinaria. En las circunstancias actuales, debemos elegir un gobierno que garantice la plena libertad para la expresión de las diversas convicciones religiosas, filosóficas, políticas y personales, que coexisten en el seno de la ciudadanía costarricense.

Debemos elegir un gobierno que reconozca y respete la diversidad y pluralidad que caracteriza a la sociedad costarricense. Un gobierno comprometido con el estricto respeto a la integridad y dignidad de todas las personas, y a sus diversas visiones de mundo. Un gobierno que se oriente por el conocimiento social, económico y científico, y que aliente y respete a las comunidades humanas que se dedican a obtenerlo y difundirlo.

Por todo lo anterior, y por encima de nuestras diversas afiliaciones partidarias y posiciones políticas, las personas abajo firmantes valoramos el compromiso que ha adquirido Carlos Alvarado Quesada con el respeto a los Derechos Humanos, a la construcción de un Gobierno Nacional basado en acuerdos resultado del diálogo con diversos sectores de la sociedad costarricense, que incluye el fortalecimiento de la educación en todos sus niveles como un instrumento fundamental para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Por estas razones, por la magnitud de lo que se juega en esta elección, por Costa Rica, apoyaremos a Carlos Alvarado.

Acceda al siguiente enlace para ver los firmantes de la carta.

Manifiesto de la comunidad universitaria de las universidades públicas (1)

 

 

*Imagen tomada de Go Visit Costa Rica

Enviado por Juan Carlos Cruz Barrientos y María Elena López.

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