Muerte a la corrupción

Luis Alberto Salas Sarkís

 

Solo así se puede derrotar este flagelo. No hay otra forma. No se puede acudir al Poder Judicial a denunciarla, porque casi toda la fiscalía no es menos honesta que el peor de los corruptos, los Magistrados de la Corte Plena están contaminados por esta pudrición casi en su totalidad y muchos de ellos le pertenecen en cuerpo y alma a los poderes Ejecutivo y Legislativo. La Defensoría de los Habitantes desestima lo que afecte a los partidos políticos, especialmente los que ostentan el poder, porque también son parte de todo ese aparato corrupto que está destruyendo nuestra Patria. La Contraloría, Procuraduría y demás órganos de fiscalización del Estado, también son parte de este desastre por su silencio inmoral ante la corrupción. Todos son responsables, cómplices, encubridores y le dan un nuevo significado a la palabra hipocresía. ¿Con qué cara el Tribunal Supremo de Elecciones llama a votar en febrero del 2014 después de los fraudes electorales que han permitido descaradamente, empezando por el referéndum del TLC? Los políticos, diputados, alcaldes, ministros, presidentes ejecutivos y demás jerarquías del estado cometen actos de corrupción o callan sobre los que cometen sus compañeros de partido o clase política y quién denuncia o hace algo contra ellos?

Los que se atreven a denunciar la corrupción son perseguidos, sancionados y acabados visiblemente por el Sistema político corrupto montado desde hace décadas. Este sistema tiene secuestrado a los medios de comunicación y a los pocos funcionarios honestos de los poderes del Estado, quienes ante el temor de perder sus trabajos, prefieren cerrar sus ojos y ser parte de esta descomposición social.

¿Cómo no estar harto de tanta malversación y robo, si lo que se llevan se tiene que contar en miles de millones de colones? ¿Cómo no pensar en desaparecer de raíz la corrupción radicalmente si no tenemos a dónde acudir legalmente para acabar con ella? ¿Quiénes se creen esos corruptos robándose nuestro dinero amparados en la impunidad que les da el Poder Judicial?

Niños y ancianos se mueren de hambre mientras los corruptos se llevan el dinero que les pudo haber dado un pedazo de pan. Niños inocentes están muriendo en los pasillos de los hospitales porque los corruptos se roban el dinero de la Seguridad Social. Y Todavía quieren que cerremos los ojos y no hagamos nada contra tanta depravación. Los corruptos llaman “cínicos” a los que los denuncian y el poder judicial hace listas de los denunciantes para que los persigan y utilizan la justicia para callarlos y borrarlos del sistema. La Patria se cae a pedazos mientras los políticos corruptos la saquean sin escrúpulos y ni la más mínima decencia.

Entones ¿cómo no decir “muerte a la corrupción” si esta perversión está asesinando a nuestros niños inocentes? Los está matando de hambre y sin atención médica. ¿Cómo dejar que esto siga sucediendo sin cumplir con nuestro deber de luchar contra la injusticia?

¡MUERTE A LA CORRUPCIÓN!

 

Enviado a SURCOS por el autor.