Semanario Universidad: Trabajadores detienen por ahora despido en Chiquita pero esperan más recortes

  • Cambios en actividad portuaria de zona Atlántica
  • Ministro de Trabajo rechaza señalamientos de falta de acción del Gobierno para crear empleos en provincia de Limón

Por Jorge Araya

Semanario Universidad Trabajadores detienen por ahora despido en Chiquita pero esperan mas recortes

Trabajadores de Chiquita en una reunión para discutir el despido decidido por la empresa.

Empresa APM Terminals dice que su principal compromiso es finalizar la construcción de la terminal de contenedores para iniciar operaciones en febrero del 2019.

Un recurso legal interpuesto por el sindicato en el juzgado laboral de Limón frenó de momento el despido de 110 trabajadores de la transnacional frutera Chiquita Brands, que se iba a ejecutar el pasado 22 de diciembre.

Los representantes obreros entienden, sin embargo, que este sería el primero de una cadena de despidos motivados por la próxima entrada en funcionamiento de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), que construye la transnacional danesa APM Terminals y que espera poner en operación en febrero del 2018.

Esto porque esa terminal, exclusiva para barcos de contenedores, captará buena parte de los servicios portuarios complementarios que hoy prestan empresas de estiba (carga y descarga de barcos), patios (acondicionamiento y reparación de contenedores), entre otros, para los puertos de Moín y la ciudad de Limón, manejados por la estatal Junta de Administración Portuaria y Desarrollo de la Vertiente Atlántica (Japdeva).

Chiquita decidió liquidar a 110 de los 260 trabajadores del patio que tiene en Limón, mientras que los empleados de Dolle, otra de las transnacionales fruteras, también fueron prevenidos de recortes que se darán este año, por lo cual tendrán que prepararse.

Tras infructuosas reuniones de conciliación realizadas en diciembre en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), el sindicato presentó ante el juzgado laboral de Limón un conflicto colectivo económico social para detener el proceso de despido en Chiquita.

El juez acogió la demanda de conflicto e indicó a la empresa que no podía ejecutar los despidos. Actualmente se está en la conformación del órgano conciliador, pero el tema de los despidos está planteado, y “calculamos que cuando inicie operaciones la TCM van a cesar otros 100 trabajadores del predio de Chiquita”, consideró Maikol Hernández, secretario general del Sindicato Industrial del Trabajadores Costarricense del Banano y la Piña (Sintracobal).

De 37 predios que hay en Limón pertenecientes a diferentes empresas, con unos 2.500 trabajadores en total, solo en tres los empleados están organizados en sindicato.

La cesantía amenaza además a los trabajadores de las estibas (que emplean a unos 2.500) y de transporte de carga que movilizan los puertos de Japdeva, calculó el dirigente.

Hernández reprochó que el MTSS sea débil ante las empresas para hacer cumplir convenios que impiden hacer despidos masivos de trabajadores. También por la falta de respuestas del Gobierno a los pedidos que se le han hecho desde tiempo atrás para actuar en prevención de la desocupación que causaría la apertura de la TCM.

El asesor legal del sindicado, Frank Ulloa, apostilló que en el Gobierno han tratado el asunto como si fuera solo un problema de Japdeva y no previeron que las mayores consecuencias serán en el sector privado.

Esa situación supone, a corto plazo, el despido de trabajadores en patios de contenedores, donde se ocupa mano de obra especializada en refrigeración, soldadura en aluminio y otras labores relacionadas con la exportación de productos perecederos que es muy delicada, y para trabajadores que han estado 20 o 25 años en eso no se les puede mandar a trabajar en construcción en cualquier parte, como ha planteado el MTSS, aseguró.

El ministro de Trabajo, Alfredo Hasbun, rechazó que hayan faltado respuestas de la administración, y mencionó una serie de acciones emprendidas.

PUERTOS PÚBLICOS

Según Liroy Pérez, secretario de prensa de Sintrajap, el Sindicato de Japdeva, no hay duda de que la TCM se va a quedar con buena parte de la carga que Japdeva moviliza en la actualidad, pero consideró que no necesariamente eso se traduciría en recortes de empleos en la entidad estatal, por lo que considera aventurado el cálculo de la administración que habla del posible cierre de 900 puestos en la institución, cuya planilla consta de 1.300 empleados.

Pérez calculó que de los 700.000 contenedores que Japdeva moviliza anualmente, APM podría quitarles 400.000, pero eso más bien les dejaría campo para cambiar la modalidad de trabajo y mercadear los puertos estatales para atraer otros clientes y generar recursos y empleos tanto en la empresa estatal como para los privados que dan servicios.

Añadió que, junto al Gobierno local, cámara de comercio y la Federación de Trabajadores Limonenses y otras fuerzas locales, están impulsando varios proyectos, no solo para fortalecer Japdeva, sino el desarrollo de la provincia.

Las propuestas se las han estado presentando al Gobierno y a los candidatos presidenciales, dijo Pérez, quien advirtió que mucho depende de la voluntad política del Gobierno para hacer lo que hay que hacer, pues si no se hace nada, la apertura de APM sería catastrófica para el empleo de Limón.

En relación con los despidos que se anuncian en empresas de servicios portuarios, APM Terminals indicó que “las decisiones de otras empresas costarricenses obedecen a las condiciones particulares de cada una de ellas y APM Terminals es respetuosa de ello.”

Por ahora, el principal compromiso de la compañía es finalizar la construcción de la TCM para iniciar operaciones en febrero del 2019 y dotar al país de la más moderna y eficiente infraestructura portuaria, añadió la firma a través de su servicio de prensa.

Señaló que APM Terminals es un oferente más en el mercado nacional, que pondrá a disposición del sector empresarial servicios estipulados en el contrato de concesión de obra pública del Consejo Nacional de Concesiones (CNC), tales como carga y descarga de contenedores, transferencia muelle-patio y viceversa, manipulación, recepción y despacho de contenedores (entre otros).

Mediante tecnologías de última generación para la prestación de dichos servicios, la nueva Central impactará directamente en el comercio internacional del país, reducirá los costos de logística para las exportaciones costarricenses, disminuirá los tiempos de atraque, mejorará la eficiencia portuaria, creará nuevas fuentes de empleo directo e indirecto en Limón y atraerá una mayor inversión extranjera, destacó la empresa.

ACCIONES DEL GOBIERNO

 

El ministro de Trabajo, Alfredo Hasbun, discrepó de la afirmación de que el Gobierno no ha hecho nada para atender la generación de empleo en Limón, pues dijo que el Estado como un todo sí ha respondido.

Se trata de un tema complejo con el que tienen que ver una serie de instituciones públicas y privadas, no solo el MTSS, de modo que no puede verse como competencia exclusiva de ese Ministerio, señaló.

El jerarca destacó que el cambio de modelo portuario fue una decisión que se tomó en la Administración pasada y el Gobierno actual tomó la decisión superior de mantener el contrato de la TCM.

“Nosotros lo que podemos hacer es aminorar las consecuencias de esa decisión, pero la decisión ya está tomada. Si la entrada en vigencia (de la TCM) hace que algunas empresas cierren o se reduzca sus actividades, eso son consecuencias lamentables de una decisión superior que ya está tomada”, comentó.

Se prevé que podría haber una afectación para la gente que trabaja en predios, las estibas y transportistas a partir del 2019. Cualquier acción que tomen ahora las empresas son propias conforme a su actividad normal, y por lo menos en el Ministerio no las han relacionado con el cambio de actividad prevista para el 2019, aseguró Hasbun en referencia al asunto de los despidos anunciados.

En cuanto al número de empleos que se podrían perder con la apertura de la TCM –que empleará más tecnología y menos mano de obra – dijo que sería aventurado dar un dato, entre otras razones porque Japdeva no va a salir del todo de la actividad portuaria, y más bien de alguna manera se está fortaleciendo con las nuevas grúas que adquirió recientemente, y no está claro qué parte del personal quedaría cesante.

Igual pasa con las empresas que trabajan alrededor de Japdeva, la cual tendría que seguir trabajando con una parte de las estibadoras y de los transportistas.

El ministro dijo no conocer detalles de lo hecho anteriormente, pero desde que él asumió el puesto en el segundo semestre del 2016 se ha estado trabajando con mucha responsabilidad en el tema de Limón, sin olvidar que los empleos se crean fundamentalmente a través de la actividad privada.

Como parte de lo hecho, mencionó la creación de tres comisiones coordinadas desde la Casa Presidencial, con participación de representantes de la zona, incluidos sindicatos y cámaras del sector privado.

Una comisión se encarga de la creación de una zona económica especial, a fin de incentivar el desarrollo de la actividad empresarial. Una prioridad en esto es el combate contra la inseguridad, porque no llegarán inversiones si no hay seguridad, materia en la que se han logrado avances, al punto de que Limón dejó de ser la zona de mayor criminalidad del país, apuntó.

Otra comisión estudia cuántas personas quedarían cesantes en Japdeva, los perfiles de la gente que quedaría desocupada en la provincia, y una prospección de las opciones de empleo en la zona.

Una tercera comisión tiene que ver con problemas institucionales que hay que corregir, como la falta de planes reguladores en algunas municipalidades, cuya ausencia acarrea un problema de seguridad jurídica para las posibles inversiones en la zona.

*Créditos: Foto: Sintracobal

Tomado de https://semanariouniversidad.com