UNA y sociedad civil defienden calidad del agua potable

  • El acuífero Potrero-Caimital, ubicado en el cantón de Nicoya, es la principal fuente de agua para consumo humano para los poblados de Nicoya y Hojancha
  • Fuerzas vivas de Guanacaste unieron esfuerzos con la UNA para impulsar la creación de un modelo de gestión de calidad de las aguas de consumo humano en la microcuenca Potrero-Caimital

 

Una alerta emitida hace tres años por el Servicio Nacional de Aguas, Riego y Avenamiento (Senara), sobre el peligro de contaminación por agroquímicos en la microcuenca Potrero-Caimital, así como la actividad pecuaria en zonas de recarga del acuífero y la sequía que asotó Guanacaste motivó a que fuezas vivas de la región unieran esfuerzos con la Universidad Nacional (UNA), para impulsar la creación de un modelo de gestión de calidad de las aguas de consumo humano en la microcuenca Potrero-Caimital.

Ante este panorama, el Campus Nicoya, el Instituto Regional de Estudios en Sustancias Tóxicas (Iret), el Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe (Hidrocec) y el Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible (Cemede) de la UNA, en alianza estratégica con la Municipalidad de Nicoya, la Comsion de Ambiente del Comité Cantonal de Coordinación Interinstitucional (CCCI) y otros actores dieron pie al proyecto académico: Gestión participativa de la calidad del agua en la microcuenca Potrero Caimital (Gepa), coordinado por Rigoberto Rodríguez, investigador del Campus Nicoya de la UNA.

Rodríguez comentó que el acuífero Potrero-Caimital, ubicado en el cantón de Nicoya, es la principal fuente de agua para los poblados de Nicoya y parte de Hojancha, por lo que es primordial crear un modelo de gestión de calidad de las aguas para consumo humano en esa microcuenca.

“La estrategia de trabajo es el abordaje conjunto, mediante coordinación y participación de todos los actores, quienes analizarán resultados particulares (por ejempo de zonas más propensas a contaminación) y plantearán las acciones que deben ser incluidas en un plan de gestión de la micro cuenca”.

Asimismo, expresó que se identificaron varias actividades agropecuarias, las cuales representarían peligros potenciales al encontrarse muy cerca de los puntos de captación de agua.

Plan de monitoreo

Agregó que los principales resultados de este acompañamiento se materializarán en un plan de monitoreo de la calidad de las aguas, el cual se definirá de manera participativa entre los actores, que incluye la municipalidad, asadas, instituciones, investigadores-extensionistas.

Además, la participación estudiantil, el fortalecimiento de alianzas entre la academia con los diversos sectores de la sociedad y la sistematización de los resultados, así como en la publicación de artículos científicos.

El área de estudio está compuesta de dos microcuencas: el río Potrero, que corre hacia al noroeste, es afluente del río Grande de Nicoya el cual aguas abajo cambia su nombre por río Morote y drenan hacia el Golfo de Nicoya; y el río Caimital que corre hacia al suroeste, en dirección contraria al río Potrero, y aguas abajo cambia su nombre por río Gamalotal, afluente del río Quirimán que luego cambia su nombre por río Nosara, antes de desembocar en el océano Pacífico.

Trabajo en equipo

Rodríguez detalló que el Iret y el Cemede cuentan con experiencia investigativa en la microcuenca Potrero-Caimital, adquirida a través de la ejecución conjunta de los proyectos Presiones Ambientales y Calizas del Agua de la Cuenca del Río Morote (2002-2004) y Vigilancia del uso de plaguicidas en actividades agropecuarias, con énfasis en el herbicida 2,4-D, por peligro de contaminación de aguas subterráneas y superficiales en la Península de Nicoya durante el periodo (2010-2012)-.

En este último proyecto se contó también con la participación del Senara y del personal de las oficinas cantonales de AyA, el Sinac, el MAG, las Cámaras de arroceros, ganaderos y cañeros, así como las asadas.

Resaltó que en la microcuenca existen gran cantidad de quebradas tanto permanentes como intermitentes, estás son afluentes de los cuatro ríos principales de la microcuenca: el río Curime, que se une al río Potrero, y el río Caimital, que aguas abajo cambia de nombre por río Gamalotal.

“Los ríos presentes en el área de estudio están expuestos a la contaminación, no solo por las actividades relacionadas con la agricultura, sino también debido a las fuentes de origen humano y animal, haciéndolos vulnerables para el consumo humano”.

 

Johnny Núñez Zúñiga

Periodista-UNA

 

***Mayor Información con: Msc. Rigoberto Rodríguez (8321-9879) o con la Oficina de Comunicación de la UNA (2277-3464).

 

Imagen tomada de: http://www.hoyenelcampus.una.ac.cr

Enviado por UNA Comunicación.

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