Durante la época colonial, Limón era considerado un lugar inhóspito habitado por indígenas y negros salvajes, una percepción que perduró hasta mediados del siglo XX.
En la Segunda República, el principal desafío para los gobernantes fue controlar la provincia y la ciudad de Limón. Se establecieron divisiones territoriales para los diferentes grupos étnicos: a los indígenas se les asignaron tierras mediante tratados internacionales convertidos en ley, mientras que la población no indígena recibió territorios de acuerdo con el derecho consuetudinario. Esto condujo a la creación de áreas como las «tierras de los negros» desde Barra del Colorado hasta Gandoca y Sixaola, donde vendieron parcelas de sus tierras a amigos inmigrantes para compartir su paraíso y poder subsistir.
Sin embargo, el rápido ascenso de los negros desde la pobreza extrema hasta adquirir propiedades en zonas exclusivas de la capital, como Plaza Víquez y Paso Ancho en la década de 1950, sin ayuda gubernamental, alertó a los gobernantes sobre el fracaso de su estrategia.
En las últimas tres décadas del siglo pasado, se observó una notable inmigración de europeos a Limón, especialmente al Distrito de Cahuita. Estos nuevos residentes se integraron rápidamente a la cultura local en lugar de imponer la suya, lo que desconcertó a los líderes del país.
Desde el cambio de siglo, se ha observado una política gubernamental que intenta revertir las leyes y derechos consuetudinarios que anteriormente llevaron al éxito a los habitantes del Caribe. Además, se ha evidenciado complicidad con bandas organizadas que invaden fincas para luego venderlas a quienes financiaron la invasión, poniendo fin al desarrollo económico autónomo del Caribe Costarricense.
Un buen amigo me narra en detalles su rutinaria vida en la ciudad de San Pedro Sula. Para ir caminando a la cafetería más cercana sale de su residencial y camina 5 minutos sobre la acera que va al filo de una avenida de cuatro carriles, construida por el anterior alcalde, donde pasan, sin límite de velocidad, ni retenes en el suelo o rótulos que sugieran reducir velocidad, un promedio de 60 vehículos por minuto (uno por segundo). Un desliz y usted se convierte en noticia en páginas amarillas. No obstante, dos casas vecinas que están al frente de esa avenida, estacionan en esas aceras sus autos, aunque tienen cocheras con portones suficientemente anchos para ingresar sus vehículos. Cada peatón que pasa se arriesga a ser arrollado por un auto. En una ocasión, mi amigo le pidió a la joven que deja su auto afuera, sobre la acera. que por favor lo introduzca a su garaje, pero la reacción de la joven, fue decir que “la dueña de la casa le renta con el derecho de usar la acera para estacionamiento” desde luego, eso es una aberración completa. Las aceras son públicas y exclusivas para peatones.
Es bien conocido que, en las grandes ciudades de Centroamérica, la urbanización no ha sido producto de planificación con anticipación de sus municipalidades. Correcto es pensar que hay autoridades municipales que se han esmerado por el orden de sus ciudades. Desde que un terremoto destruyó la ciudad de Managua en Nicaragua en 1972, en toda el área centroamericana, se inició a poner orden con el crecimiento de las ciudades, aunque todavía se encuentran viviendas construidas de bajareque (varillas y barro), es raro ver una nueva construcción de bajareque, aunque si encontramos construcciones nuevas de adobe mezclado con un poco de cemento, con alto riesgo de ser destruidas por las inclemencias del clima.
La capital de Honduras: Tegucigalpa más su ciudad gemela: Comayagüela, con 1.3 millones de habitantes, a una altura media sobre el nivel del mar de 1,280 metros, es una de las ciudades más complejas de administrar, por su topografía tan irregular (oscila entre 787 y 2,304 MSNM). Está sobre una montaña donde se extraían minerales en tiempo de la colonia y post colonia.
La tercera ciudad es San Pedro Sula, ubicada en la zona norte del país, sobre el Valle de Sula, 7,251.1 Km2, a media hora del mar Atlántico, es la cabecera del departamento de Cortés, con 1.3 millones de habitantes, considerada la capital industrial del país.
Se considera la ciudad con la mejor nomenclatura del país. Es popularmente conocida la división que tiene entre el área más comercial y moderna con la más popular y menos comercial e industrial, a “partir de la antigua línea del ferrocarril” hacia arriba, es la parte más moderna y, hacia abajo, la parte más deprimida y pobre.
Con la llegada de la industria maquiladora, se llega a romper un poco ese mito, porque se ubican tanto arriba como debajo de la línea del ferrocarril, abriendo nuevas ciudadelas de obreros en el entorno de las fábricas maquiladoras.
Fueron estas fábricas las que, después de las fincas bananeras, a inicios del siglo 20, constituyeron un atractivo nacional de fuerza laboral un siglo después.
Las nuevas generaciones de obreros vienen a ser los hijos de los “campeños” de las fincas bananeras, aun cuando la zona norte en el Valle de Sula recibió bastante población campesina de las zonas interiores (de tierra adentro) de Honduras.
Aun cuando sigue habitando bastantes comerciantes que dominan los grandes negocios, con una ascendencia predominantemente palestina, puesto que los árabes y sefarditas que inmigraron a Honduras (1492-1497), se instalaron en el Valle de Sula y algunos en Santa Bárbara.
Fue así como el proceso de urbanización se establece inicialmente con trabajadores de las fincas bananeras, el centro de consumo y mercado principal de la zona se estableció entre la Lima, ciudad promovida con población empleada profesional y ejecutiva de las fincas bananeras, y San Pedro Sula, ciudad cercana a la Lima, con mayor auge comercial del país.
La élite política estaba en Tegucigalpa, a varias horas de viaje terrestre hasta la ciudad de San Pedro Sula y la masa trabajadora asalariada donde. se acumulaba mayor capital era el Valle de Sula con 18 municipios, en 7,251 km2.
Es así como en el Valle de Sula se instala la generalidad de instituciones o subsedes de los hospitales, universidades, y demás instituciones públicas como privadas, incluyendo un aeropuerto, el cual hasta recientemente dejó de ser internacional.
El estilo de vida que tiene la población de San Pedro Sula (o sampedrana) es una mezcla entre lo urbano y lo rural. Sus autoridades y los conductores de vehículos se sienten orgullosos por tener casi 10 kms de autopista en Avenida Mackey, sin límite de velocidad (como un freeway gringo), aunque tanto camiones como turismos, pasan por medio de poblados urbanos sobre esta avenida, que además es usada para cortar distancia por los viajeros que van desde Villanueva, el centro de San Pedro Sula hasta puerto Cortés.
Lo importante es “sentirse moderno”, más urbanizado, no importan los peatones, mascotas u otro animal silvestre que trate de cruzar esos cuatro carriles de la muerte.
Durante su intervención en el Congreso Mundial Antifascista, Delcy Rodríguez señaló que recientemente en América han aparecido 17 y en Europa 21 movimientos fascistas o protofascistas. Nada extraño: el fascismo surge de las crisis capitalistas, y las agrava.
Con Franz von Neumann, pensamos que el fascismo es el capital actuando en la más absoluta complicidad con el Estado. Recordemos la denuncia de Foxham según la cual sólo un 1% de la población posee casi el 50% de la propiedad global, y sólo un 10% acapara más del 80% de toda la propiedad del planeta. Las crisis económicas de 2008 y de 2019, esta última camouflada por las extremas medidas contra la pandemia, aceleraron exponencialmente esta hiperconcentración.
El fascismo no es más que uno de los disfraces del capital ante las situaciones socioeconómicas difíciles que podrían posibilitan la Revolución. Mientras ésta no triunfe, seguirá el capital reconcentrándose, hasta que una docena de megaempresas acaparen la casi totalidad de la propiedad mundial.
Hoy en día vemos una cuasi acumulación titánica del poder económico privado tanto entre los bloques del mundo unipolar como en los del multipolar: el Mercosur, el BRICS, el ASEAN, los No Alineados. En la medida en que el capitalismo avance en la tarea de eliminar a sus adversarios, bajo las más diversas máscaras y disfraces tendremos un cada vez más unitario bloque fascista de hiperconcentración política y económica golpeando con todas las tácticas y estrategias imaginables a la humanidad.
El fascismo es o intenta ser imperialista. Desde los comienzos de la Época Moderna este monstruo ha sobrevivido mediante el control planetario de los recursos naturales y humanos que posibilitan el modo de producción industrial. Pero el informe sobre los Límites del Desarrollo del Club de Roma ya en 1972 advirtió que los recursos naturales son limitados, y que no es posible una expansión industrial y demográfica infinitas en un planeta con recursos finitos.
En el último siglo la rebatiña se concentra sobre la energía fósil. Según la Agencia Internacional de Energía, British Petroleum, la OPEP y otros organismos competentes en la materia, las reservas de hidrocarburos al ritmo de consumo actual podrían durar sólo cuatro o cinco décadas más. El combustible fósil suple más del 80% del consumo energético global: su control es la clave del dominio planetario durante el venidero medio siglo.
Históricamente, los movimientos fascistas o protofascistas han adoptado una ideología elitista, racista y xenófoba: la propia clase, “raza”, nación, religión o cultura han sido elegidas por Dios, la selección natural o la competencia económica para dominar, explotar y exterminar a las restantes. La misma ciencia que permitió el desarrollo industrial avanzado proporciona ahora los medios para fabricar elites objetivamente superiores.
Así, las técnicas de edición de genes facultan a quienes puedan costearlas para predeterminar el grado de salud, longevidad, inmunidad contra infecciones y quizá hasta la inteligencia potencial de sus descendencias. A la oligarquía del capital o de la formación académica se podría superponer una oligarquía eugenésica que, como las anteriores, utilizaría sus capacidades para explotar y exterminar a quienes no formen parte de ella.
Pues al igual que el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo, el fascismo se alimenta del saqueo de la naturaleza y de la fuerza de trabajo. O quizá los sobrepasa. Esclavo es quien no obtiene excedente económico, porque su remuneración se limita al mínimo que garantiza la subsistencia. La negación del excedente lleva consigo todas los demás.
El capitalismo y el fascismo avanzan un paso más, al empujar a la fuerza de trabajo por debajo del límite de la subsistencia. Ejemplo de ello, los campos de trabajo forzado en los cuales Albert Speer internó a tres millones de trabajadores para prolongar el esfuerzo armamentista del Tercer Reich, los regidos por otros imperialistas en su fase colonialista.
Quizá es esclava la inmensa mayoría de la humanidad cuyos salarios no igualan o apenas cubren el costo de la canasta básica. Con mayor razón, la condenada a tal situación por deudas contraídas, no por ellos ni sus padres, sino por sus Estados, deudas que en conjunto suman actualmente el 333% del Producto Interno Global Anual.
Por debajo de la subsistencia o del hambre no hay derechos culturales, sociales ni políticos. Ni los deseos ni la opinión ni el voto del pobre son considerados legítimos por los poseedores, quienes sólo tienen para los explotados un destino: el exterminio.
Pues se estima que la Inteligencia Artificial está por desplazar más del 40% de los puestos de trabajo humanos. Ello convierte a una considerable masa, asimismo privada de propiedad, en inútil para la acumulación de dividendos, objetivo final del capitalismo y del fascismo.
Bajo la lógica contable, unos 4.000.000.000 de personas resultarían sobrantes en el reparto de la energía, los alimentos y los recursos naturales bajo la dictadura del interés capitalista. Situación para la cual siempre Capitalismo y Fascismo tienen pronta una Solución Final.
Imposible parecería que se perpetrara semejante cúmulo de horrores. Sin embargo, tanto el capitalismo como su etapa superior, el fascismo, llevan tiempo ejecutándolos, bajo los más diversos disfraces: colonialismo “civilizador”, inversiones “modernizadoras”, privatizaciones “productivas”, entrega de recursos naturales a transnacionales “desarrollistas”, sistemas fiscales que exoneran de impuestos al capital y los gravan sobre el trabajador, abolición de todas las conquistas laborales, sociales y sindicales por regímenes “especiales”.
Todo se ha hecho, se hace y se hará en nombre de los más nobles y atractivos pretextos: libertad, progreso, democracia. El sistema comunicacional capitalista y fascista presenta sistemáticamente cada cosa como su contrario: monopolio como prosperidad, egoísmo como solidaridad, desprotección como oportunidad, miseria como abundancia, saqueo como progreso. Mecanismos de espionaje cibernético detectan, incrementan y anulan la disidencia. La falsificación mediática de la realidad presentaría como redención el exterminio.
El fascismo que describo podría venir, pero sólo si lo consentimos. No más de una décima parte de la humanidad mueve su espantable maquinaria. Los párrafos anteriores no describen una pesadilla, sino un alerta. Arrancar la máscara al fascismo es arrebatarle su fuerza.
A lo largo de muchas décadas, Costa Rica ha sido reconocida como un país que prioriza la educación, con una de las tasas de alfabetización más altas de América Latina (98.04%), así lo respaldan organismos internacionales como las Naciones Unidas (ONU) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), entre otros, que señalan a Costa Rica como un ejemplo a seguir; sin embargo, en los últimos años ha surgido una preocupación no menor, y es que, cada vez hay una mayor incertidumbre que amenaza la educación.
En la actualidad, las Universidades Públicas están a la espera de una decisión que se está definiendo en la Asamblea Legislativa, debido a que el Poder Ejecutivo no logró llegar a un acuerdo viable con las U Públicas, a fin de fortalecer la educación. Este es un hecho histórico nunca antes vivido en el país, desde que se creó el Artículo 85 en la Constitución Política de la República, el cual brinda patrimonio propio a las instituciones de educación superior estatales del país, pues es la primera vez que las negociaciones acerca del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) pasa a resolverse a la Asamblea Legislativa.
Históricamente, las Universidades Públicas de Costa Rica han sido y son vehículos de transformación y movilidad social, a lo largo de las décadas han brindado oportunidades reales a poblaciones de diversos estratos socioeconómicos, permitiendo que muchas personas puedan tener acceso a una educación de calidad. Esto, ha ayudado a reducir las brechas de desigualdad social, más sin embrago, hoy la educación se ve envuelta en una encrucijada ante la poca voluntad de los tomadores de decisiones.
Ante este escenario, surgen varias interrogantes: ¿Cuál es el futuro que le espera a Costa Rica ante los hechos más recientes?, ¿La posición del Gobierno fue la correcta?, Ante la falta de presupuesto ¿Cuál es el destino de las U Públicas?, ¿Costa Rica seguirá siendo un referente mundial de la educación? Y finalmente, respecto a la alta tasa de alfabetización que nos destaca en el ámbito mundial, ¿Podrá Costa Rica seguir acortando más esa brecha o tendrá un retroceso debido a la falta de voluntades políticas que afectan el presupuesto de la educación?, esta última pregunta es importante plantearla porque muchas de las personas profesionales que educan a nuestros hijos e hijas se han graduado en Universidades Públicas y han hecho grandes aportes en la educación del país.
Si el Fondo Especial para la Educación Superior se ve afectado, esto tendrá repercusiones importantes en temas de educación de calidad, en procesos de investigación, desarrollo e infraestructura e incluso, en becas para estudiantes, quienes dependen de ellas para continuar con su formación profesional. Sin recursos suficientes, las Universidades Públicas ven comprometida su capacidad de responder a las necesidades del país.
Es por ello que, la educación superior pública debe ser vista como una inversión a largo plazo y no como un gasto, ya que cada colón invertido genera réditos para Costa Rica, con profesionales altamente capacitados, con instalaciones educativas óptimas para desarrollar investigación y generar innovación, con espacios para promover el arte, el deporte, la recreación y la cultura, así como la movilidad educativa de la población estudiantil, sin olvidar las acciones de extensión universitaria que buscan promover el desarrollo del país, acompañándoles en cada propuesta, proyectos locales, emprendimientos y muchas otras alternativas educativas, a fin de seguir protegiendo el tesoro más valioso de Costa Rica, “La educación”.
Una voz ronca y masculina preguntó a los estudiantes en huelga, ¿quién se anima a subir hasta allá arriba, en lo alto del edificio de la rectoría de la Universidad Autónoma de México (UNAM), para colocar esta bandera contra los recortes presupuestarios y la privatización de la educación universitaria en México? Silencio sepulcral; hasta que una muchacha delgadita, modales delicados, vocecilla sonatina y 24 años cumplidos, asombró a todos sus colegas, cuando les dijo: “yo subo, nuestra causa es justa “y empezó a escalar, a escalar, y desde entonces, ni genuflexos ni bocas chanclas del régimen, pudieron detenerla.
Se trata de Claudia Sheinbaum Pardo, quizá hoy la mujer más empoderada del mundo, porque asumirá este 1 de octubre, el destino de más de 126 millones de mexicanos, la mayoría de ellos humillados y sin otra opción que no fueran cuatro décadas de inhumanos gobiernos que, hasta 2018, regalaron el país norteamericano a base de préstamos multimillonarios y prebendas de toda clase. Seguramente será la mujer más poderosa durante el próximo sexenio, porque su presidencia no es fruto de lobbies entre fabricantes de armas o de la industria farmacéutica, sino es por “decisión de mi pueblo”, aclaró recientemente a un grupo de periodistas.
Por cierto, corría 1987, y el presidente, Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), junto a su partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Acción Nacional (PAN), inician la mayor estafa a los mexicanos, vendiéndoles las empresas estatales, dando en concesión a mineras la mitad del territorio de México, entregaron los bloques petroleros a conocidas transaccionales, mientras otros conglomerados hacían suyos la electricidad, el negocio de las telecomunicaciones, los seguros, la venta y distribución de medicinas, convertían en cascarones vacíos el seguro social, las soluciones habitacionales son ahora negocios florecientes, la protección de los menores letra muerta, se echaban en el bolsillos el dinero de las pensiones de los viejitos, etc.
“En esa época (37 años atrás) era muy aventada”, recordaba Claudia Sheinbaum Pardo, cuando un domingo de estos, durante una gira por los pueblos del sur de su país, con su máximo mentor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), un periodista trajo a la mente de la primer mujer presidenta de México aquel osado acto de subir la hasta el edificio de la rectoría de la UNAM para colocar la bandera de los huelguistas.
No eran jóvenes revoltosos, opuestos a los cambios, como consignaban todos los principales medios de comunicación, controlados por siempre por una élite mexicana racista, autoritarista y mentirosa, según la cual, el pueblo era “tonto” y, por eso, precisamente, requería de gente “ilustrada” y “preparada” para que lo gobernaran, pobre además, por su “vagancia” y “amistad” empedernida con el tequila.
¡No! Comenzaba de desmoronarse un régimen oprobioso, donde las “puertas giratorias” daban honorabilidad, el despotismo estaba institucionalizado y el saqueo de los recursos financieros, entregados por la gente más humilde a los distintos gobiernos, hicieron multimillonarias a las familias dedicadas a la politiquería. Ello, hasta 2018, cuando por escasos votos, llega a la presidencia AMLO; no sin antes sufrir un intento de desafuero para tratar de sacarlo de la política, así como las burlas ampliamente promovidas por el PRI y el PAN por pretender ser gobernante de la república, repartiendo hojas sueltas en el Metro de la capital mexicana, las terminales autobuseras y visitar casa por casa a lo largo y ancho de todo su país.
La electa presidenta Claudia Sheinbaum Pardo: “Todo con el pueblo, nada sin el pueblo” (F. Tomada de Facebook).
b-. Fin del gobierno de togas y birretes. Sheinbaum Pardo, electa por la coalición de partidos de izquierda y el “verde”, el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), llega a la presidencia de la república con un capital electoral de 36 millones de sufragantes a su favor, desafió de entrada a quienes defendieron la educación como privilegio, anunció la traída del extranjero, sí es el caso, de especialistas y médicos para instituir la atención médica familiar, abogó para que no haya un solo joven sin su beca de estudio, dijo que todos los abuelitos y abuelitas tendrán su pensión digna, prometió que su administración aprobará la jornada laboral de 40 horas, casa de habitación para los menos favorecidos, considerando el alquiler como abono a la compra de morada, entre otros.
No tenemos necesidad de endeudarnos sí el gobierno sigue siendo austero, no permitimos más los lujos y seguimos devolviendo al pueblo lo robado, sentenció.
Además, con la promesa hecha este fin de semana, de incorporar a la democracia participativa a los pueblos originarios y campesinado del sur de su país para que se beneficien de las actividades que traerá el llamado Tren Maya, Sheinbaum Pardo pareciera decidida no solo a cuidar el patrimonio electoral dejado por AMLO, se va con un 70% de apoyo popular, sino convertir el tren interoceánico y el Maya, en las máximas obras de la ingeniería en los últimos 50 años.
Los primeros 473 kilómetros del llamado tren Maya quedaron inaugurados el pasado 15 de diciembre por AMLO, luego de vencer las tácticas politiqueras del PRI y el PAN, así como los bloqueos constitucionales y legalistas dentro de la conservadora Corte del poder judicial, fiel a los viejos partidos, hasta sus últimos estertores.
Este ferrocarril recorrerá 1500 kilómetros, entre pueblos olvidados durante más de 100 años, sorteando montañas y exhibiendo la cultura de las civilizaciones ancestrales de México; todo ha estado a cargo de obreros y profesionales del país, dijo en aquella ocasión. Agregó que habían presupuestado para toda esta obra 28.500 millones de dólares, gracias a que hemos combatido la corrupción.
Sin embargo, Sheinbaum Pardo, ahora convertida en doctora en Física y su emblemático pelo largo arremangado por una cola, está obligada primero, a resolver una rebelión en la cúpula judicial, porque sus privilegios están en entredicho en una reforma judicial que ya es ley; luego corresponderá a su administración conocer sobre la elección secreta, directa y popular de ministros, magistrados y jueces de poder judicial, entre todos los profesionales en derecho que quieran participar y tengan cinco años de desempeñarse en la profesión, entre otros requisitos.
Es menester recordar que AMLO, en febrero de este año, propuso una serie de reformas llamado “ Plan B”, en búsqueda de transformar los reumáticos institutos de la transparencia, terminar con la vieja práctica de archivar expedientes a personajes influyentes, hacer que los ministros de la Corte, los magistrados y los jueces estén obligados a rendir cuentas ante la ciudadanía por su efectividad en sus trabajos, hacer realidad el principio de justicia expedita para todos los mexicanos, entre otros.
El Plan B se trata, dijo el entonces diputado oficialista, Gerardo Fernández Noroña, de devolver a la gente la confianza en el poder judicial, acabar con privilegios en las altas esferas, pues no es posible que sí la Constitución ordena que ningún funcionario estatal ganará salarios arriba del que disfruta el presidente, haya magistrados violando la Carta Fundamental. Devengan dos y tres veces más que el ingreso del mandatario; queremos acabar con el nepotismo, con la sangre azul para ser magistrados y el linaje de juez en el poder judicial, añadió.
AMLO se despidió el pasado 15 de septiembre con el Zócalo a reventar y a gritos “no te vayas presidente” (F. Tomada de el periódico El Universal).
En ocasión de la discusión de este plan, trascendió que los altos jueces tenían un reconocimiento económico por usar la toga y el birrete, camionetas con choferes incluidos, combustible todo el que desearan, seguro social privado, casa de habitación con servicio doméstico y jardineros dentro del paquete, viajes al exterior, quince fideicomisos por casi mil millones de dólares, pensiones de lujo etc., todo pagado por el “soberano”.
Por datos revelados por el periódico El Economista, en su versión digital el miércoles 06 de Septiembre de 2023, se conoció que doce de estos fideicomisos controlaban 21 mil millones de pesos (19 pesos por divisa estadounidense), sin que formaran parte del presupuesto oficial asignado al poder judicial y seis de ellos destinados a “programas” que solo conocían las altas autoridades.
Como estos cambios constitucionales se rechazaron en las dos cámaras legislativas, donde los partidos tradicionales eran mayoría, AMLO presentó un llamado Plan C, para que los votantes en las elecciones del pasado 2 de junio y en ejercicio de la soberanía de todos los poderes en la democracia república, dijeran mediante el sufragio sí querían la limpieza en el poder judicial o se archivaban las reformas contempladas en el Plan B.
La respuesta fue aplastante. Alcanzó la mayoría en ambas cámaras, barrió con los viejos feudos del PRI y el PAN, ambos heridos profundamente quién sabe por cuántos meses más, quizá por años, ganó la mayoría de las gobernaciones en todo el país, Estados nunca imaginados fueron de MORENA. Hasta el Partido de la Revolución Democrática (PRD), fundado en 1989 por una serie de personalidades entre quienes estuvo AMLO, salió rascando. Alguna vez esta organización partidaria pasó entre los votantes como de” izquierda”, pero el soberano lo enterró. Cobraron a este instituto político que, durante 37 años, se hizo pasar como de “izquierda”, de los dientes hacia afuera; mientras desde adentro carecía de acción junto a los obreros, campesinado, amas de casa, estudiantes etc., facilitando su manera sui generis de ver su Revolución”, el camino inhumano de 42 años de neoliberalismo.
“No hay nada que negociar; con el pueblo todo, sin el pueblo nada”, dijo Sheinbaum Pardo a un arlequín enviado por la presidenta de la Corte, Norma Piña, tras aprobarse la madrugada del pasado jueves 12 de setiembre las reformas judiciales, con la misma vocecilla sonatina y tremenda alma demoledora. Sí, es aquella mujer que desafió a quienes titubearon para dar el paso adelante en plena huelga.
Por cierto, estos inerves, como fueron llamados estos huelguistas por algunos acomodados por el régimen, ganaron aquella batalla y siguen dando guerra.
El proceso de la conquista española provocó grandes cambios en la organización de las comunidades indígenas. Estas se vieron impactadas a nivel político, social y económico. Los españoles impusieron nuevas formas de organización administrativa, de distribución del poder y las relaciones de trabajo que provocó la desorganización de las sociedades prehispánicas.
Pese a estos cambios, en El Salvador y Guatemala sobrevivió un legado en cuanto a la manera en que se organizan las comunidades indígenas que se mantienen hasta el presente. Este es el caso de las alcaldías indígenas. En El Salvador funciona la Alcaldía de Los Izalcos en el departamento de Sonsonate y en Guatemala la de Santa Lucía de Utatlán en el departamento de Sololá.
La Alcaldía del Común de los Izalcos tiene su cabeza en el alcalde del común que es electo por el consejo de mayordomos de la comunidad indígena. El alcalde a su vez elije al segundo alcalde y a los regidores que lo van a acompañar durante el periodo que ha sido electo. En este caso el alcalde del común representa a la comunidad indígena y delibera con sus regidores las decisiones que puede llegar a tomar. Dentro de la organización de la alcaldía también se encuentra el segundo alcalde y el secretario.
La función que tiene la alcaldía es la de auxiliar y representar a la comunidad indígena, velando por aspectos fundamentales como la protección de los derechos, la promoción de la cultura, el resguardo de tradiciones y prácticas culturales ancestrales. Además de impulsar la permanencia de la cultura y del idioma náhuat. En Izalco se cuenta con una biblioteca indígena administrada por la Alcaldía en la que se dan clases de náhuat y talleres de cultura a la población, en especial a los niños. También se organizan actividades como ceremonias y tienen presencia en manifestaciones culturales a nivel comunal. Otra labor que realizan es la de la recuperación de la memoria de los procesos históricos que les han enfrentado como el genocidio indígena cometido en 1932 bajo el gobierno de Maximiliano Hernández Martínez y el enfrentamiento armado en la década de los años de 1980.
La alcaldía del común trabaja estrechamente con la cofradía de Izalco. Acompaña a la cofradía sirviendo como su representante para gestionar diversos proyectos. También en algunos momentos ha desarrollado proyectos con el gobierno, la Asamblea Legislativa y diversas organizaciones no gubernamentales e internacionales. Esta cooperación se ha dado en aquellos proyectos en los que se respeta la comunidad indígena, sus tradiciones y cosmovisión.
De alguna forma la alcaldía del común es el último reducto organizativo de la comunidad indígena, desde ahí se vela por la protección de los derechos culturales y humanos de la comunidad. También vela por mantener diversos aspectos de la espiritualidad náhuat como ceremonias, la tradición oral y la espiritualidad.
Esta organización tiene como una de sus principales limitaciones el no contar con un asidero legal dentro de un marco constitucional por estar basada en la tradición. Esto provoca que sus decisiones no sean vinculantes para el Estado, los gobiernos de turno y los gobiernos locales. Pese a esto la Alcaldía trata de visibilizar los derechos y aportes de la comunidad indígena que representa, lucha contra el racismo y la poca atención del Estado para con los integrantes de la comunidad de ascendencia indígena.
En el caso de la alcaldía indígena de Santa Lucía de Utatlán ha presentado una continuidad desde tiempos prehispánicos y ha tenido una evolución en los nombres que se le han dado. Antes de la llegada de los españoles se le llamó Ajpop (Reyes K’iches), tiempo después se conoció como K’amol B’e Tinamit y en la época colonial se llamaron cabildo de indios, después de la firma de los acuerdos de paz en 1996 alcaldía indígena y más recientemente se le denomina municipalidad indígena siendo el nombre que tiene en la actualidad.
Esta organización se rige por un numero de 13 a 20 personas, que es un numero basado en el calendario maya.
Los cargos dentro de la municipalidad indígena son:
Primer alcalde “Nab´e k´amol b´e” (es el que coordina las actividades y es el que traslada toda la información a todos sus compañeros).
Segundo Alcalde. “Rukab´ k´amol b´e” asume la responsabilidad del primer alcalde en caso que esto no asistiera.
Secretario “ajtz´ib´” es el encargado de hacer las redacciones que se necesiten por ejemplo las actas de las sesiones.
Tesorero.” K´olol rajil” es el encargado de ser observador de los posibles fondos que se manejan y los cargadores que son: primer cargador, segundo Cargador, tercer Cargador. Son los que acompañan al primer alcalde a tomar decisiones en conjunto.
El municipio indígena se compone por comunidades y cada comunidad elije a una persona que la representa a través de asambleas comunitarias que son conformadas por: principales del pueblo que representan a los integrantes de la comunidad. También las diferentes organizaciones de la comunidad envían representantes; por ejemplo, una representación de las tejedoras, de las comadronas, los guías espirituales y de la sociedad civil. El tiempo de servicio de estos cargos varía de uno a cuatro años y hasta de forma vitalicia. En ningún puesto se recibe una remuneración económica así es llamado Chak patan (servicio comunitario).
La municipalidad indígena no tiene vínculos con las autoridades estatales. Sus principales funciones son la defensa de los derechos de las comunidades indígenas, la defensa del territorio, administrar la justicia y el diálogo bajo los principios de Chak patan (Servicio a la comunidad), tob´anik(ayuda mutuo), komon(compartir), utzkab´ano(hacer el bien), pixab´ (consejo), k´ix (vergüenza), k´yoq(ley de la compensación), nimanik (obediencia), q´uch (trueque), con el fin de garantizar el buen vivir.
Las funciones más importantes que tiene esta Alcaldía son: aplicación y administración de la justicia, prevención y erradicación de la violencia, fortalecimiento de la educación bilingüe e identidad cultural, implementación de la escuela de tejido, recuperación de la memoria histórica, promoción de las expresiones culturales, defensa del territorio, protección del ambiente, fortalecimiento de la participación de las mujeres, realizar asambleas comunitarias, empleo de la medicina maya ( plantas medicinales y comadronas) y el fortalecimiento de la identidad.
La organización indígena también enfrenta desafíos significativos que limitan su accionar y la proyección a la sociedad. Dentro de ellos podemos señalar los siguientes: desconocimiento de las funciones por parte de las nuevas generaciones, el poco reconocimiento legal por parte del Estado, lograr una efectiva articulación con los tres grandes pueblos originarios de Guatemala (Maya, Garifuna y Xincas), el machismo que limita la participación de las mujeres dentro de la organización y el que sus integrantes tengan poco conocimiento de los recursos tecnológicos para difundir información y socializar reflexiones sobre los problemas comunales.
En conclusión, las alcaldías indígenas tanto en Guatemala como en El Salvador cumplen funciones muy importantes para las comunidades que representan, tienen una continuidad histórica que ha permitido una cohesión social y política, requieren de mayor visibilización en sus respectivos países y hacen grandes esfuerzos por mejorar la calidad de vida de las poblaciones indígenas mediante la defensa de sus derechos culturales, territoriales y políticos.
*Docente de Estudios Sociales e investigador de asuntos indígenas. Trabaja actualmente como docente de secundaria y desarrolla actividades de acción social y educación cultural con territorios indígenas en Costa Rica. Ha investigado sobre temas indígenas en Centroamérica, como el caso de la práctica del telar en Panchimalco, El Salvador del cual se publicó un artículo en el Almanaque Escuela Para Todos 2023.
Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas,
Tomada de: http://www.encuentromunicipal.com/
Lic. Javier Francisco Cambronero Arguedas 13-IX-24 Fiesta de San Juan Crisóstomo
Con el paso del tiempo, los costarricenses hemos sido capaces de construir una sociedad cada vez más inclusiva que ofrece mayores oportunidades y mejor calidad de vida a: adultos mayores, niñez, población en condición de discapacidad y mujeres. Es decir, prácticamente la mitad de la población no poseía las mejores condiciones para desarrollarse plenamente.
En la Francia revolucionaria de fines del siglo XVIII surge la proclama de los derechos humanos universales, reivindicando la existencia del ciudadano, ante el poder del monarca. El pueblo pasa a ser el soberano, en vez de un rey o figura similar. Francia y Estados Unidos, luego Haití, avanzan en esa dirección, reconociendo la existencia de derechos inalienables para todas las personas, sustentados en la libertad y en un claro delineamiento de lo que serán las relaciones entre el individuo y el Estado. Un Estado que ya no es absolutista ni unipersonal, sino que será democrático y bajo el principio de delegación. Las personas decidirán cada cierto periodo quiénes serán sus gobernantes, y sobre ellos descansa velar por la consecución del Bien Común y el progreso de los pueblos a la luz de la doctrina democrática.
De manera que los derechos humanos en su conjunto, están asociados a los logros históricos de los pueblos de luchar por mejores condiciones de vida y que implica el reconocimiento del derecho a la vida y a la libertad en primera instancia, posteriormente al derecho a la libertad de pensamiento, a la libre expresión y la promulgación de deberes por parte del estado de proveer derechos como el acceso a la educación, a la salud, a un trabajo digno para la población, especialmente la más necesitada. A la luz de este nuevo contrato social que surge entre semejantes, también se adquiere conciencia para financiar un estado que brinde los servicios más elementales para que la sociedad en su conjunto, funcione y surja el respeto a la ley, a la libertad a poseer bienes propios.
Surge el pago de tributos como tal. En el caso de Costa Rica, inicialmente, tras la independencia, para financiar gastos militares, policiales, mantenimiento de aduanas y la burocracia encargada de ello. Posteriormente, a partir de 1850 en los gobiernos de Mora Porras y Castro Madriz, empieza a aparecer el financiamiento de la educación como uno delo rubores más importantes en los presupuestos del Estado, sea poder ejecutivo o incipientes municipios que surgen en comunidades más organizadas. Se requiere contratar maestros, pagarlos y darles un espacio físico donde impartir sus lecciones a niños y párvulos. Hasta antes de 1885, sólo primaria, una escuálida Universidad de Santo Tomás y el colegio San Luis Gonzaga. Luego, tras la reforma de don Mauro y ponerse en práctica las ideas de don Julian Volio Llorente, con mayor participación activa del estado en lo público, surgen otros liceos como Instituto de Alajuela, Liceo de Costa Rica, Liceo de Heredia, Liceo de Señoritas, y escuelas en los municipios cabeceras de provincia y otros. Hay una gran claridad entre los gobernantes de nuestra época, sobre la importancia de impulsar la educación, facilitar el acceso a ella de la mayor parte de la población y que a partir de ahí se garantice el disfrute de otros derechos para la población. Además una población más alfabetizada, aún en una sociedad agrícola como la nuestra, a fines del siglo XIX e inicios del Siglo XX, con una incipiente industria y actividad comercial, es mucho más productiva. En la década de los veinte, surge la secretaría de Salubridad Pública y algunas leyes en protección de los derechos de los trabajadores. Allí el magisterio nacional jugó un papel muy importante, pues descubrió que la calle es otro espacio de lucha para las propuestas y reformas, y pode avanzar de esa manera, en el desarrollo social del pueblo. Se descubre la fuerza de la unidad y poder arrancar al poder político ciertas conquistas, sea a través de la promulgación de leyes más justas o de la negociación franca y transparente. El pueblo avanza con mayor acceso a servicios de educación y de salud. En esos mismo años veinte -hace cien años- llega el turno por mejores condiciones laborales, consolidar una jornada ordinaria, un salarios mínimo y un régimen de protección social que garantice una mejor atención en la vejez, la maternidad y ante la enfermedad.
La búsqueda de mejores condiciones de vida para la mayoría de la población, nunca ha sido una concesión graciosa de clase dominante alguna, sino que obedece a la legitima aspiración de los pueblos de buscar el Bien Común y emprender todas aquellas acciones que se consideren válidas. Surgen como una lucha contra la tiranía, en lo civil y lo político y luego se van configurando en lo económico, lo social, lo cultural. Mucho de lo cual queda plasmado tras la fundación de la Segunda República, en 1948, hasta la mitad de la década de los ochenta. Durante ese lapso las aspiraciones del pueblo costarricense, se han visto en mucho concretadas a través de la apertura de colegios y escuelas por todo el territorio nacional, la creación de clínicas y hospitales a lo largo y ancho de la geografía nacional. Y en el último cuarto del siglo veinte, la creación de sedes universitarias públicas y privadas que contribuyen a atender la brecha educativa en ese nivel, entre zonas rurales y urbanas, y la aparición de muchos puestos de salud, gracias a la estrategia Hospital sin Paredes. Así como brindar servicios de agua potable, letrinización, electricidad y telecomunicaciones a todo el país. Donde el Estado, para el servicio del sector privado, la producción y de la población, ha sido capaz de desarrollar diversas redes de servicios en rutas terrestres, cabotaje, y otras.
Durante todo ese periodo hemos disfrutado de gobernantes conscientes de esa ruta de crecimiento, desarrollo y bienestar y profundización de la convivencia democrática y la paz social.
Todo ello depende y dependerá de que NO DEJEMOS de invertir en lo social: salud educación, vivienda, alcantarillado, seguridad social. Los logros históricos que poseemos como pueblo costarricense, están fuertemente inspirados en la Doctrina Social de la Iglesia, en el pensamiento de pontífices como León XIII y Pablo VI. Esta exitosa cosecha no ha caído del cielo. Son fruto del esfuerzo de muchas décadas de apoyar y decidir sobre lo mismo, lo bueno, lo sano, lo justo. No nos debemos de cansar de preocuparnos por los demás, por los más desfavorecidos, los pobres, enfermos, inválidos y adultos mayores. Para eso pagamos impuestos y permitimos que parte de la riqueza que generamos, vayan a la atención de esas necesidades sociales para combatir la desigualdad y permite cerrar brechas de todo tipo.
Es decir, el edificio social construido con tanto esfuerzo, generosamente por varias generaciones, con grandes acuerdos nacionales, donde tejer esos acuerdos significa renuncia de alguien o algunos a algo, ha prevalecido sensatamente el fin último a perseguir; que es vernos todos como hermanos y forjar una patria en la que quepamos todos, que no se parezca mi país a un latifundio de gamonal. Llegar hasta aquí ha costado, y es por mucho, fruto del ahorro nacional. Estas condiciones no son inmóviles ni un regalo de nadie, o sea hay que cuidarlas y mantener los estándares de desarrollo social que hemos alcanzado con el paso del tiempo.
Pero si no hay inversión social, si no seguimos construyendo escuelas, buenas carreteras y atender la salud y la vejez como corresponde, veremos un marcado deterioro social. Que a su vez tendrá un impacto en las condiciones de equidad, seguridad, generación de empleo y búsqueda de oportunidades.
La incapacidad de llegar a acuerdos va a ser que aparezca el conflicto y la discordia. De ninguna manera debemos de permitir que ambos afloren en las relaciones entre las personas; con su insana y nada conveniente presencia, estamos a un paso que sea la violencia, el odio y la intolerancia quienes sustituyan las pacificas armas del diálogo y la paz social. Ello conduciría a una involución ante tanto progreso social que hemos logrado en la construcción de una sociedad más justa y solidaria; y el destructivo fantasma del retroceso estaría a la vuelta de la esquina.
Hoy preocupa imaginar, qué destino le espera a nuestra niñez y juventud, cuando en mi país, cada día 136 mujeres solicitan medidas cautelares ante la violencia intrafamiliar existente. Eso equivale vergonzosamente a más de 60 mil denuncias a año, dicho de otra manera, más de 5 por hora. ¡Qué horror! La degradación a la que nos estamos exponiendo en los últimos años, enciende las alarmas de que algo no lo estamos haciendo bien. Es penosa y descarnada expresión de una sociedad enferma, que pareciera irse quedando sin salidas.
No permitamos de ninguna manera, que nos inunde el sentimiento de derrota. Ese no es nuestro espíritu ni ese ha sido nuestro talante histórico. Eso sí, solo juntos podemos salir de allí y seguir construyendo.
Nuestra institucionalidad debe estar al servicio de la búsqueda del Bien Común, y como fin, debemos perseguirlo siempre y ahora. No claudiquemos, no tenemos ese derecho. Con el discernimiento espiritual que tenemos desde la fe, podremos retomar el camino. Debemos de ser capaces no sólo de ver las cosas, sino además de juzgar y actuar. Actuar con decisión y determinación desde cualquier espacio que ocupemos como ciudadanos.
Ante tan apremiante circunstancia, tal y como aconseja San Pablo, en la primera carta a los Corintios, ser indiferentes, no nos es lícito, no es una opción. Con sagacidad y humildad debemos retomar la ruta de la solidaridad que siempre nos ha hecho distintos.
A través del tiempo y por diversos medios de comunicación, tantos radiales, televisivos, escritos y ahora más, comúnmente, lo vemos a través de distintos dispositivos tecnológicos por las redes sociales; notamos un fenómeno que se da en nuestra Latinoamérica sobre la migración masiva de muchas personas de países específicos que buscan una mejor calidad de vida, paz, libertad, o, simplemente salir de un país que no les dio la oportunidad de desarrollarse, en búsqueda de lo que comúnmente se le ha llamado el “sueño americano”; o, ahora que se ha popularizado como el “sueño europeo”.
Para las personas que no se han familiarizado con estos términos, les menciono un poco de lo que dice el internet:
El sueño americano se le conoce como «la mayoría de la gente diría que tiene que ver con el éxito individual conectado con la riqueza y con el sueño del inmigrante; que cualquiera puede llegar a Estados Unidos y convertir su vida en un éxito»; según lo dijo la escritora Sara Chuchwell a BBC Mundo, en el marco del HAY Festival Cartagena
Por su parte, el “sueño europeo” se define, según el diario digital Prometeo, como la idea de trabajar para vivir y no vivir para trabajar.”
Como pudimos leer, estos “sueños” se resumen en dos aspectos: vivir mejor y tener mejor poder adquisitivo. Esto ha generado que cada vez más jóvenes de nuestra Latinoamérica sueñen en emigrar de sus respectivos países como Venezuela, México, Salvador, Nicaragua, República Dominicana, entre otros…
Hoy, hay una realidad en nuestro país, una realidad que no podemos minimizar y mucho menos ocultar sobre la Costa Rica, que antes era receptora de migrantes, a una Costa Rica donde la población joven, por las muy escasas posibilidades que existen, se ha vuelto en un país expulsor de migrantes.
Hoy, hay una realidad: en nuestro país existen muy pocas posibilidades de poder tener una vida digna, donde existen dos clases sociales muy bien marcadas; una de ellas es una clase con mucho poder adquisitivo; y, la otra, una clase más y más empobrecida que ha dejado de vivir a simplemente sobrevivir a los embates de la desigualdad social.
Para darles unos pequeños detalles de lo que hablo, actualmente en el sector público por la ley de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas y por la Ley Marco de Empleo Público, cada vez más son los puestos suprimidos o congelados del sector, con su único fin de ahorrar dinero para pagar la deuda pública del Estado; disminuyendo la posibilidad de poder contratar más personas que puedan asumir esos puestos vacantes y que, además, las personas que hoy trabajan en este sector, también han visto disminuido sus ingresos al existir un aumento desmedido del costo de la vida agravado por el congelamiento salarial total e inhumano que se le impuso al sector público desde el año 2020 y según el Ministro de Hacienda podría extenderse hasta el año 2028, es decir más de 8 años con los salarios congelados del sector público.
Y, por otra parte, en el sector privado donde cada vez más son los requisitos académicos para ser parte de este sector y donde cada vez más es la solicitud de experiencia y el mal llamado dicho de “ponerse la camiseta”, con la única intención y de una forma sutil de sacar más provecho de las personas trabajadoras, con salarios bajos a diferencia de las cosas que les solicitan día a día. Además, sin dejar de lado que ya la misma ONU pidió más medidas, ya que, en muchos sectores privados del país, se ha encontrado de forma alarmante un aumento de esclavitud laboral moderna.
Ya sea que seas joven y pudiste conseguir trabajo, independientemente del sector en el cual estés trabajando y del exceso de aumento del costo de la vida, no podemos dejar a un lado el exorbitante pago de impuestos en los salarios, IVA entre otros y la vulgaridad de los sobre precios de las casas de alquiler, que en muchos casos puede ser hasta más de un 50% del salario actual de muchas personas jóvenes.
Cada vez más es atractivo como personas jóvenes, salir de un país donde no se nos dan las oportunidades de poder tener una vida digna y decente y, por el contrario, tenemos a un gobierno que con más recortes a la educación, seguridad, cultura, deporte, salud entre otros sacrificando a la población con su único objetivo de tener una reputación a nivel internacional sobre el pago de la deuda, según el PIB.
Mainier Barboza Soto Movimiento Patriótico por Costa Rica
El gobierno del Presidente Chaves Robles, que preside desde el 8 de mayo del año 2022, se ha destacado por cumplir plenamente con el manual del político tradicional, vasallo de los intereses del gran capital y los grupos de poder foráneos; dicho manual contiene la “carta de intenciones” que dictan desde la urbe de Washington, los organismos financieros internacionales, el Foro de Davos y, las oligarquías nacionales, enfrentadas por ver quién se lleva la mayor parte de nuestras instituciones públicas productivas y del Estado.
En los gobiernos vasallos, como el actual, juega un papel central el método propagandístico, como el utilizado la casa del Zapote, vociferar, distraer, atacar personalmente a la persona que lo alude en alguna acción o falla cometida por él; con el desmedido autoritarismo, actitudes patriarcales, vocabulario de muy bajo nivel. Agregamos a lo anterior el estilo para generar odio, dividir al pueblo; además de mentir y, como cierre del espectáculo, atacar sin piedad la institucionalidad del país, desde la Asamblea, Legislativa, la Contraloría General, al Poder Judicial…
En fin, todas las consignas del Consenso de Washington, completan el cuadro del Ejecutivo, ahora viene el show, los miércoles de cada semana, luego del consejo de Gobierno, el señor presidente, inicia un espectáculo propio del circo romano, ya hasta “un jaguar” aparece en la “arena” de las leyes. “Dispara” de forma atropellada, con burla, mala intención, criterios sin sentido ni coherencia, diatribas distractoras que tocan las conciencias de la población más humilde, necesitada, hambrienta, desocupada y la coloca en la acera contraria a la clase trabajadora y al sector público, para a renglón seguido señalarlo como el culpable de todos sus males.
Completa el circo un grupo de prensa afín a sus propósitos, que cada semana pone “la alfombra roja” del amarillismo más vergonzoso, en favor del circo presidencial de Zapote y algunos bufones que se prestan a todo.
Resulta que en el circo romano se acuña una expresión panem et circenses,(pan y espectáculos del circo), originada en la Sátira X del poeta Latino Juvenal, (circa 100.A.D), que en el fondo trata de recuperar el derecho a participación política del pueblo; sin embargo, este circo presidencial, no busca eso, es más, nos debe el pan, dado que, cada vez más reduce las posibilidades del pueblo para tener una vida digna, mediante la congelación de salarios, desocupación, incremento de precios de la canasta básica, desmantelamiento del Estado Social, de la instituciones públicas que protegen la seguridad social, reduce las posibilidades de la educación, de la seguridad ciudadana, en síntesis, el señor don Rodrigo Chaves, terminará su gobierno con su misión cumplida: dejar un pueblo sin pan, sin instituciones públicas productivas, sin Estado.
Es una tarea de toda la población costarricense, exigir el pan, la paz, la democracia, y luchar por la defensa del Estado Social de Derecho y de sus instituciones públicas.
Dr. Franz Chaves Sell, Médico, Neurólogo Academia Nacional de Medicina de CR
Migrañas:
En estos días se ha celebrado en muchos países el mes para la concienciación de las migrañas, condición que afecta a un porcentaje importante de la población mundial (ejemplo, 1 de cada 5 mujeres).
Las migrañas son dolores de cabeza que pueden causar sensaciones punzantes o pulsátiles generalmente en un lado de la cabeza, aunque también pueden ser bilaterales y acompañarse de náuseas, vómitos y extrema sensibilidad a la luz y al sonido.
Los ataques de migraña duran horas o días y el dolor en muchos casos interfiere con las actividades cotidianas. Los investigadores aún hoy no han identificado una causa definitiva para la migraña, pero todavía creen que la condición se debe a actividad cerebral «anormal» que afecta la conducción interneuronal, alteración en químicos como sustancias vaso activas y neurotransmisores (Serotonina, Calcitonina) y eventualmente inflamación aséptica de las paredes de los vasos sanguíneos cerebrales. También hay muchos factores desencadenantes de la migraña como las luces brillantes, calor severo, deshidratación, cambios en la presión barométrica, cambios hormonales en las mujeres, la ansiedad, sonidos fuertes, intensa actividad física, saltarse las comidas, alteración en los patrones de sueño, uso de ciertos medicamentos, etc. Las migrañas pueden progresar a través de cuatro etapas:
Pródromo: Uno o dos días antes del dolor de cabeza, la persona podría notar cambios sutiles como fatiga, ansiedad, euforia y constipación. También el deseo de consumir alimentos ricos en aminas vasoactivas.
Aura:Esto ocurre antes o durante la fase de dolor. Son síntomas reversibles del sistema nervioso y pueden ser visuales como destellos de luz, escotomas, distorsión de las figuras, pero también pueden incluir otros disturbios. Por lo general, cada síntoma comienza gradualmente, se acumula durante varios minutos y puede durar hasta una hora.
Ataque: En promedio los ataques de dolor duran de 4 a 72 horas y es posible encontrar dolor generalmente en un lado de la cabeza, pero a menudo en ambos lados, sensibilidad a la luz, al sonido y a veces, al olfato y al tacto. También es común la presencia de náuseas y vómitos.
Post dromo:Después de un ataque de migraña, es posible que la persona se sienta, eufórica, pero también agotada y confundida hasta por 24 horas.
Las migrañas a menudo no se diagnostican ni se tratan y debe entenderse que se trata de cefaleas crónicas recurrentes. Se recomienda asistir al médico incluso si existen antecedentes de dolores de cabeza, sobretodo si el patrón de los dolores de cabeza de repente cambia.
El tratamiento puede ayudar a que la migraña sea menos severa y este depende de la edad del paciente y con qué frecuencia tiene ataques de migraña, el tipo de migraña, otras comorbilidades, etc. Son muy importantes las recomendaciones relacionadas con estilos de vida y debe promoverse el ejercicio y las dietas saludables, así como algunos suplementos vitamínicos como el magnesio y la riboflavina.
Medicamentos: Los medicamentos se pueden usar para prevenir un ataque de migraña o para detener un ataque agudo.
Los medicamentos agudos se toman tan pronto se avecina un ataque de migraña e incluyen:
AINES: ejemplos como el ibuprofeno o la aspirina, generalmente se usan en casos leves a moderados.
Triptanos: sumatriptán, eletriptán y rizatriptán, suelen ser la primera línea de defensa para las personas que tienen ataques de migraña.
Antieméticos: metoclopramida, clorpromazina y proclorperazina.
Alcaloides ergotamínicos: no se recetan con tanta frecuencia y generalmente están reservados para personas que no responden a los triptanos o analgésicos.
Medicamentos preventivos: recetados a personas cuyos ataques de migraña pueden ser debilitantes o ocurren más de dos veces al mes:
Antihipertensivos: Los bloqueadores beta (Propranolol) son ejemplo de fármacos antihipertensivos utilizados para la prevención de la migraña.
Anticonvulsivos: Topiramato y Valproato
Antidepresivos: Los IRSS, pero más aún la amitriptilina y la venlafaxina, también previenen los ataques de migraña.
Botox: Las inyecciones se administran en los músculos de la cabeza y el cuello cada 3 meses.
Péptidos relacionados con el gen de la calcitonina, gepantes y ditanes: se administran en forma oral o a través de inyección para evitar que se desarrolle un ataque de migraña.