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Autor: María José Ferlini Cartín

Exposición documental «Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica»

La Benemérita Biblioteca Nacional se complace en invitarle a la exposición documental Anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, en conmemoración de su Bicentenario.

La exposición estará abierta al público del 2 al 29 de julio , de lunes a viernes de 8 a.m. a 6:00 p.m. en la Benemérita Biblioteca Nacional.

Conferencia La sociedad estadounidense en el siglo XIX: Destino manifiesto y filibusterismo

La Academia Morista Costarricense y la Benemérita Biblioteca Nacional, se complacen en invitarle a la conferencia La sociedad estadounidense en el siglo XIX: Destino manifiesto y filibusterismo por el Dr. Manuel Araya Incera.

La conferencia será virtual el jueves 4 de julio a las 4:00 p.m. y se transmitirá por los facebook Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/ y Facebook Academia Morista Costarricense https://academiarorista.org/

La violencia en la historia humana

Alberto Salom Echeverría

Introducción

Hoy hay tanta violencia en las sociedades humanas, que nos mueve a preguntarnos si es este el destino del mundo, si las guerras y la destrucción constituyen impulsos connaturales a la esencia misma del ser humano. La perversidad de los malos -argüía Hobbes- pone incluso a los buenos en la obligación de recurrir si quieren protegerse, a las virtudes bélicas, la violencia y la astucia, o mejor dicho a la rapacidad bestial. Hay en el filósofo, en primer término, un reconocimiento implícito de la violencia como algo, innato al ser humano. Después Hobbes lo reconoce explícitamente al afirmar que la maldad del “hombre” le es innata. Pero aquí hay algo más, el filósofo razona que el uso de la violencia es incluso una “virtud bélica”, cuando el ser humano la emplea con el objeto de protegerse. Este es ya un juicio de carácter ético, que tiene por lo tanto que ver con el bien y el mal. Ya sabemos cuál es la teoría que se desprende de ese razonamiento: las sociedades requieren de gobiernos fuertes, de un poder absoluto sin descartar el autoritarismo para poder ejercer el mandato y controlar el impulso agresivo que deviene de “la motivación egoísta” que anida en todos los seres humanos. De ahí que los gobiernos “blandos” no son concebidos en la filosofía política de Thomas Hobbes.

Rousseau, opuestamente a Hobbes le atribuyó al ser humano una bondad connatural, es la sociedad la que lo incita a la maldad, consecuentemente es ella la que lo corrompe. Sin embargo, paradójicamente, en punto a la cuestión ética, expresa un pensamiento que es simétrico al de Hobbes, aunque solo cuando un hombre o un país es agredido por otro; en esta circunstancia, el pensador nacido en Ginebra, antigua confederación suiza, consideró que el “hombre” tiene derecho a ejercer la fuerza y contestar con la misma violencia que -eso sí- solo en tal caso, es legal y legítima. El hecho de que Rousseau conceptualizara el “derecho a ejercer la violencia para cualquier ser humano o país”, como una excepcionalidad, no invalida que, dentro de su juicio ético, haya quedado un espacio, un momento en el que la violencia puede ser considerada como un bien deseable. (Cfr. “La filosofía de la violencia en la modernidad.” http://www.bib.uia.mx> tesis. Pdf. Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, México)

Dos corrientes filosófico-políticas, que se han ramificado hasta el presente, opuestas en la concepción de la naturaleza humana, presentan una convergencia relativa -como ha quedado expresado- desde el punto de vista ético, en cuanto a la permisividad en Rousseau, obligación en Hobbes, de que debe gozar el ser humano para echar mano de la violencia y, ejercer la fuerza para contestar con violencia la agresión de otro.

Estas dos corrientes, determinantes como han sido hasta el presente en el pensamiento filosófico y en el quehacer político de occidente, no son, sin embargo, las únicas. Existe entre ellas una gama de pensares y prácticas políticas que, más recientemente han comenzado a contar sin haberse convertido en dominantes todavía, pero que han adquirido relativa importancia. Digamos únicamente por ahora que, muchas de las más novedosas, ya no se debaten entre la naturaleza buena o mala de los seres humanos, sino que, consideran que estos, nacen sin valores y la orientación filosófico-política la obtienen en su relación con el entorno familiar, o con la sociedad en condiciones históricas particulares y, alguna de ellas, probablemente la que ha adquirido mayor influencia, considera que son las relaciones materiales de existencia, las relaciones de producción económico materiales, las que resultan determinantes en la conformación de la conciencia y en los valores de las clases y grupos sociales, sin que haya necesariamente unos valores innatos preponderantes. Claro que, sin descartar que la ciencia y su progreso entran a jugar un papel significativo para modificar la manera de pensar y hasta la conducta sociopolítica de aquellos individuos, hombres y mujeres, que logran sobresalir como académicos o intelectuales, especialmente cuando establecen una relación con las clases menesterosas y explotadas, o con los movimientos sociales que las representan. No profundizaré en esto, porque, por ahora, mi objeto de análisis pretende dilucidar otras cuestiones, ya habrá ocasión para profundizar en la inmensa complejidad de lo recientemente expresado.

Recuento de las guerras más sangrientas en la Historia humana.

El sociólogo estadounidense de origen ruso ya fallecido, Pitirim Sorokin hace un recuento de la cantidad de hombres que perdieron los romanos en los campos de batalla entre los años que transcurrieron entre el 400 antes de nuestra era (a.d.n.e) y el 500 d.n.e. y lo establece en 885.000 seres humanos. En tanto que en la polis griega, entre el año 500 a.d.n.e y el 146 a.d.n.e. afirma que la cantidad de muertes provocadas por las guerras fue de 305. 000 combatientes. En las Guerras Púnicas, que se extendieron entre los años 264 y el 146 a.d.n.e., solo en la primera de éstas, las bajas fueron de 400.000 muertos, 300.000 en la segunda de las Guerras Púnicas y 500.000 en la tercera.

Las Guerras Púnicas fueron en resumen tres conflictos que se produjeron a lo largo de 118 años, que enfrentaron a Roma (capital del Imperio Romano), frente a Cartago en el África, las cuales eran consideradas entonces las principales potencias del Mediterráneo. Sumado a lo anterior, hay que recordar que los sobrevivientes de una guerra perdida tenían como destino ineludible la esclavitud. Estas muertes durante el período de la esclavitud humana, acaecidas no solo en occidente, sino también en el oriente lejano y en el oriente medio, Sorokin contabiliza no solo los combatientes caídos, sino también las muertes que se produjeron en el seno de la sociedad civil, ya fuera en forma violenta por las mismas guerras, o producto de las enfermedades que brotaron a causa de ellas.

Extrayendo del estudio de Sorokin un estimado del número de muertes, civiles y militares solo en las guerras más sangrientas de toda la historia humana, tomando en cuenta las de la antigüedad, las de la edad media y las que hubo en la época moderna, hasta la segunda guerra mundial, el sociólogo contabiliza la suma de 341 millones de muertes. Estas guerras, se extendieron por los continentes más habitados del mundo, que son cinco excluyendo la Antártida, a saber: África, América, Asia, Europa y Oceanía.

A partir de lo expresado, es fácil deducir que el influjo de la violencia sobre la conducta humana ha sido prolongado, dejando una herencia profunda y por tanto difícil de erradicar de la memoria colectiva. Me refiero tanto a la crueldad practicada en las guerras, como la destrucción de ciudades enteras, la violación de la vida y devastación del ambiente. Durante todo el período que llamamos Historia humana y, quizás desde antes, la especie humana practica la violencia, empleando para ello armas cada vez más sofisticadas y destructivas. No parece importar cuánto dolor y desgracias se hayan ocasionado en todas partes ejerciendo la violencia; el ser humano no solo persiste en tratar los conflictos sociales e individuales por ese medio salvaje, sino que se ha ido perfeccionando en el ejercicio de la conducta violenta en contra de sus semejantes, sin parar mientes siquiera en respetar decisiones de los organismos internacionales modernos, como la ONU y los que se han creado para defender los derechos humanos, o proteger de la violencia a las mujeres, niños, personas con discapacidad o los ancianos.

La violencia humana se ha equiparado frecuentemente con una actitud depredadora, salvaje contra la naturaleza, el medio ambiente y conculcadora de los derechos de los demás, llegando inclusive en su desmedida ambición económica a poner en riesgo la vida misma de todas las especies. ¿Con qué vara vamos a medir hoy entonces a las sociedades contemporáneas supuestamente más desarrolladas y poseedoras de culturas ancestrales, pero que han intervenido en las guerras más recientes, como las acaecidas en Afganistán, Irak, Gaza, Ucrania-Rusia y las que tienen lugar en el África, con los armamentos más sofisticados y destructivos, y con frecuencia en clara violación de los más elementales derechos humanos e irrespetando a los organismos internacionales creados para garantizar la solución pacífica de los conflictos? Ni hablar de las guerras que se han escenificado en la supuestamente “culta y desarrollada” Europa, tanto en pleno siglo XX, como en el actual siglo XXI. Las guerras napoleónicas de los siglos XVIII y XIX, hasta llegar a las dos guerras mundiales han tenido como escenario principal, el viejo continente y, han sido, sobre todo las dos guerras mundiales, las más sangrientas y devastadoras de toda la Historia.

Una cultura de violencia campea por todo el orbe.

Ningún sistema social contemporáneo, por más que haya sobresalido en el ámbito de la edificación de instituciones democráticas o haya desarrollado, lo que es loable, la educación, la salud y la cultura en general, ninguno -insisto- escapa de haber ejercido la violencia a su interior en diferentes momentos y formas. Unos porque han permitido que en ellos se perpetre una constante conculcación de las más elementales libertades individuales; otros porque desde el ejercicio del poder han promovido con arbitrariedad flagrantes violaciones de derechos individuales y sociales garantizados en la Constitución. Los sistemas de gobierno más despóticos han promovido desapariciones, encarcelamientos sin juicio previo a personas, expatriaciones individuales y ahora hasta se ponen de moda expatriaciones colectivas sin sostén jurídico alguno. En otros casos, los poderes públicos han aprobado la abolición de derechos sociales que estaban consagrados en la Constitución, como es el caso de la abolición del derecho de huelga para la clase trabajadora, o, cuando menos han promovido una seria limitación al mismo. En otros contextos, se ha limitado palpablemente el derecho de organización de los trabajadores y las libertades de expresión y manifestación contra diferentes grupos sociales. Todo lo dicho forma parte de lo que podemos llamar “violencia institucionalizada” de gobernantes autoritarios y despóticos en contra de mayorías y aún de minorías populares.

La más significativa violencia institucionalizada, es la que en un vasto número de países especialmente en occidente han ejercido gobiernos neoliberales que, han accedido al poder, en un gran número de casos mediante “elecciones libres”. Estos gobiernos llevan adelante un conjunto de políticas públicas, con el apoyo de organismos financieros multilaterales, las cuales se han encaminado a desregular la economía, a empequeñecer o disminuir los regímenes de bienestar social (el Estado social de derecho), provocando, por un lado, una gran concentración de la riqueza, mientras por el otro, han desatado una enorme desigualdad social y en ocasiones un crecimiento de la pobreza y de la pobreza extrema. No hay peor caldo de cultivo para estimular la incubación de la violencia en las sociedades que desatar la polarización social y política desde gobiernos de corte autoritario o populistas. Someter a los pueblos a políticas hambreadoras, discriminatorias, de recortes de la educación y la salud públicas, o que los marginan de los beneficios de la cultura, generando desempleo y produciendo desesperanza, no hace más que inducir a la disconformidad social y a soliviantar el ánimo en los sectores populares afectados, en contra de gobernantes y los poderes públicos.

Hoy, la violencia está presente en la sociedad humana, ya que como nunca mueren mujeres por la conducta patriarcal y la arbitrariedad, mueren niños no solo en guerras, sino en la vida cotidiana a consecuencia del maltrato, ejercido en ocasiones por los propios padres o adultos encargados de su cuido y educación hasta el punto de ocasionarles la muerte. También está muy arraigada en la cotidianidad el trato cruel contra ancianos y personas con discapacidad. Aunque, paradójicamente, tampoco nunca ha habido tantos organismos en el ámbito internacional o nacional creados para defender el derecho a la vida, preservar la naturaleza y proteger los ecosistemas. Aún así, prolifera la violencia.

No he escrito para crear pesimismo ni sentimientos de culpa; lo hago con el afán de contribuir sé que, en una pequeña medida, a cimentar una consciencia sólida de humanismo, amor por la naturaleza y contra las guerras, la creación de armamento bélico, en especial el sofisticado armamento nuclear actual que, lejos de ayudar a la solución de los problemas, constituyen un aguijón para espolear la violencia. Escribo convencido que la acción política, hoy en ebullición, en Estados Unidos, en Europa y en países de América Latina de la extrema derecha es un suelo fértil a la violencia, pues como ha dicho el Papa Francisco en una entrevista reciente, sin citarlo textualmente, le preocupa el avance de la ultraderecha en el mundo, que tiene una gran capacidad para recomponerse y agregó que el antídoto contra ese tipo de movimientos políticos es la Justicia Social, en su caso su pensamiento está cimentado en Mateo 25 (ahora sí lo cito textual:)“…tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y mediste de beber, tuve hambre y me saciaste. Estaba desnudo y me vestiste, estaba preso y me viniste a visitar. Esa es la regla de conducta.”

Pronunciamiento sobre el Proyecto de Ley 23.414, “Armonización del Sector Eléctrico”

Movimiento Ríos Vivos – FECON. El Movimiento Ríos Vivos, somos un movimiento integrado por personas habitantes de diversas comunidades rurales y campesinas de la zona sur del país, quienes por más de diez años hemos defendido los ríos y el agua como bienes comunes e imprescindibles para el desarrollo de la vida. Así también, la Federación Costarricense para la Conservación del Ambiente (FECON), somos una federación de organizaciones ecologistas de todo el país, con más de 35 años trabajando por la defensa ambiental y la justicia social. Hoy nos pronunciamos con profunda indignación y total rechazo ante el Proyecto de Ley 23.414 “Armonización del Sector Eléctrico”, por las siguientes razones:

  1. Este proyecto propone un peligroso traspaso de funciones entre entidades, así como una gran concentración del poder, al querer trasladar la rectoría del sector eléctrico, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), al Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE). El MINAE no cuenta con la experiencia ni las capacidades para desempeñar un papel de supervisión, planificación y administración del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), con la eficiencia y efectividad que el ICE tiene actualmente y tendría mucha dificultad para adquirirlas, en un contexto de aplicación de la regla fiscal y en donde se han venido haciendo recortes a los diferentes ministerios y proyectos sociales, en los presupuestos nacionales de los últimos años. Además, este traslado podría exponer la gestión del sistema eléctrico a decisiones basadas en consideraciones políticas, en lugar de criterios técnicos o científicos. Asimismo, podría crear conflictos de interés entre los objetivos ambientales y energéticos del país.
  2. Este proyecto busca favorecer la participación del sector privado en el Sistema Eléctrico Nacional, al eliminar los topes máximos de capacidad de generación de los proyectos eléctricos privados, al permitir la generación y venta de electricidad en el Mercado Eléctrico Nacional (MEN) y al permitir la exportación y venta de electricidad en el Mercado Eléctrico Regional (MER), sin restricciones, por parte de empresas privadas y cooperativas. Así también, promueve la participación de empresas de capital extranjero, en el Sistema Eléctrico Nacional.
  3. El enfoque de este proyecto está basado en una lógica mercantilista, desde la cual nuestros ríos se visualizan como fuentes de energía para la hidroelectricidad.  Sin embargo, tal y como lo hemos demostrado años atrás, los proyectos hidroeléctricos provocan crueles afectaciones ecosociales, como la destrucción de hábitats naturales, el desabastecimiento de agua para la población, la disminución del agua para usos agrícolas, el acaparamiento de los servicios ecosistémicos que generan los ríos por parte de grupos económicamente poderosos, entre otros. Así también, generan heridas a nuestra cultura y formas de recreación, como también disputas sociales y divisiones familiares. Este proyecto, lejos de “armonizar”, aumentaría la conflictividad social y ambiental a lo interno de nuestras comunidades y promovería la apropiación de recursos demaniales por parte de algunos sectores económicos, erosionando recursos patrimoniales que les pertenecen a todas y todos los costarricenses.
  4. Tomando como ejemplo el caso del Proyecto Hidroeléctrico San Rafael, en Pérez Zeledón, en ese caso fue posible observar como la megaempresa constructora H. Solís (conocida por el caso de corrupción La Cochinilla), obtuvo los permisos y concesiones de la Municipalidad de Pérez Zeledón, la Dirección de Aguas, la ARESEP, la Setena, así como la firma de contrato con el ICE, necesarios para construir ese proyecto, de una forma totalmente irregular. Esto además fue señalado múltiples veces por nuestras organizaciones y las comunidades que iban a ser afectadas directamente por ese proyecto, pero las instituciones ignoraron por completo esos señalamientos, así como la voz y las necesidades de esas comunidades que serían gravemente afectadas por la hidroeléctrica en cuestión. Afortunadamente, el proyecto no obtuvo la Declaratoria de Conveniencia Nacional por parte del ministro de Ambiente, pero resulta evidente lo peligroso de que se priorice el lucro de las empresas privadas, por sobre el bienestar de las comunidades y que se plantee un proyecto como el 23.414, que de aprobarse, vendría a promover eso.
  5. Este proyecto busca desmantelar al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), al buscar trasladar “…los activos, sistemas, bienes muebles e inmuebles y demás recursos con los que se opera el sistema y mercado del Instituto Costarricense de Electricidad…” a una nueva figura que nombran el Ente Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional (ECOSEN). Así también, pretenden trasladar las funciones de supervisión, operación, planificación y administración del Sistema Eléctrico Nacional y del Mercado Eléctrico Nacional, que actualmente cumple el ICE, al ECOSEN. Debilitar al ICE sería un error, ya que esta institución ha sido un pilar vital para el desarrollo social y democrático de nuestro país, pues el acceso a energía eléctrica de forma continua y a precios solidarios, promueve la garantía de otros derechos humanos como la educación, la salud, el trabajo y la paz social, entre otros.
  6. No es cierto que una mayor participación privada en el sector eléctrico vendría a “garantizar el menor costo posible para los consumidores”, pues en Costa Rica ya gozamos del privilegio de contar con la electricidad más barata de la región. El informe de Global Petrol Prices de septiembre del 2022, coloca a Costa Rica como el país con el costo de producción eléctrica más bajo de Centroamérica (1). Esto se debe en gran parte a la eficiencia del ICE, quien genera el 65,5% dela electricidad nacional (2).

Con fundamento en lo anterior, reafirmamos nuestro rechazo total al Proyecto de Ley 23.414 e instamos a las comunidades, organizaciones socioambientales, integrantes de sindicatos y las personas costarricenses en general, a que tal y como lo hicimos en el 2000, defendamos al ICE y a un modelo de energía eléctrica donde, por encima de los intereses lucrativos y particulares, gane el respeto por la dignidad humana, la solidaridad, la accesibilidad y el bienestar común de todas las personas y de los ecosistemas.

#RíosParaLaVida #ElICEnosevende #ElICEsedefiende

Contactos:

-Maleza Barrantes 8583-0253

-Osvaldo Durán 8380-0955

Referencias:

  1. Dato tomado de la revista empresarial centroamericana Estrategia y Negocios:  https://www.revistaeyn.com/centroamericaymundo/que-paises-pagan-la-factura-de-energia-mas-alta-de-latinoamerica-FH13145000
  2. E. Rojas, Estadísticas del subsector eléctrico de los países del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), 2021, Ciudad de México, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2022. (https://www.cepal.org/es/publicaciones/48602-estadisticas-subsector-electrico-paises-sistema-la-integracion-centroamericana)

Mercado laboral costarricense se ha vuelto más “selectivo”

Greivin Salazar Álvarez

Greivin Salazar Álvarez, Observatorio Económico y Social,
Escuela de Economía, UNA

La emergencia sanitaria generada por el COVID, así como su respectivo proceso de recuperación y vuelta a una “nueva normalidad”, ha generado una serie de cambios en el mercado laboral costarricense, los que han implicado una serie de retos a nivel país.

Uno de esos cambios apunta hacia una mayor “selectividad del mercado laboral”, en términos de que en la actualidad son más los empleos generados para personas con un nivel educativo relativamente alto que bajo.

A lo largo del 2019 (un año antes del inicio de la pandemia), en promedio, 34 de cada 100 empleos correspondían a personas con un mínimo de educación primaria (incompleta o completa), mientras que para personas con educación universitaria (sin con título), la cifra fue de 26 de cada 100, lo que significó una diferencia a favor del primer grupo de 8 puntos.

Esta situación ha venido cambiando, especialmente desde el 2023, siendo que en la actualidad los datos son completamente opuestos. Es de esta manera, que para el I trimestre del 2024 (último dato disponible) 29 de cada 100 empleos son para personas con un mínimo de educación primaria y 32 de cada 100 para personas con educación universitaria, la diferencia es de 3 puntos, pero ahora a favor del segundo grupo.

Estos resultados se podrían considerar positivos en un escenario de cierta normalidad económica, lo cual no es el caso, por cuanto es preciso recordar que la pandemia generó una importante salida de personas del mercado laboral, especialmente en ocupaciones de baja calificación. De hecho, en términos generales a la fecha existen alrededor de 22 000 puestos de trabajo menos con respecto a inicios del 2020 (considerando únicamente los rangos de edad de 15 a 59 años, para así aislar el efecto jubilación anticipado observado al cierre del 2023).

¿A qué se debe esta situación? Uno de los factores determinantes ha sido el acrecentamiento de la histórica dualidad productiva y su mayor visibilidad en el mercado laboral.

De acuerdo con el índice mensual de actividad económica (IMAE) que publica el Banco Central de Costa Rica (BCCR), entre febrero 2020 y abril 2024, la producción nacional ha tenido un crecimiento acumulado del 13%, para el caso de las empresas del régimen definitivo (más de base local) del 7%, mientras que para aquellas pertenecientes al régimen especial (asociada con la inversión extranjera directa) del 61%.

Sin embargo, la preparación y habilidades que normalmente demandan estas últimas firmas (más orientadas a las ingenierías, manejo de un segundo idioma, capacidad de trabajo en equipo, liderazgo, creatividad y resolución de problemas, entre otras) difieren de las requeridas por las primeras y no todas las personas disponen de las mismas (“núcleo duro” asociado a la llamada economía tradicional).

Lo anterior, se ha visto reflejado en el mercado laboral, por cuanto entre el 2019 y los primeros tres meses del 2024, el empleo formal (asociado a actividades que requieren normalmente más preparación) ha crecido un 14%, mientras que el informal se ha contraído en un 18%.

Ante este panorama, surgen una serie de retos a manera de tareas constantes, a saber:

Fortalecer los encadenamientos productivos entre las empresas nacionales y la inversión extranjera directa, para superar la dualidad productiva; así mismo, desconcentrar el esfuerzo productivo nacional más allá del área central del país (según datos del BCCR, para el 2020 solo los cantones de San José y Alajuela generaron el 35% de la producción nacional, en contraste, 66 cantones aportan a penas el 31%).

En este sentido se requiere extender el esfuerzo productivo y de atracción de la inversión extranjera directa a las llamadas zonas periféricas del país, para lo cual es indispensable mejorar su infraestructura, servicios y calificación del talento humano, identificando desde un inicio las posibles articulaciones con el aparato productivo regional (no al contrario, que primero se atrae la IED y luego se busca como concretar dicha articulación). Para tales efectos, es recomendable valorar las potencialidades que ofrecen las “ciudades intermedias” como articuladoras de la dinámica del centro del país con el resto de las regiones.

Fortalecer las habilidades del núcleo duro, para que las personas que decidan reinsertarse al mercado laboral puedan hacer frente a su creciente “selectividad”, o bien, para aquellas otras que están dentro de este (desempleada u ocupada) puedan en el mediano plazo trasladarse a ocupaciones de mayor productividad y retribución.

Por tanto, se debe fortalecer los vínculos entre las instituciones formadoras del talento humano y el sector productivo, siendo este último un actor interesado, especialmente al considerar la escasez de personal que se ha venido observando (según la firma Man Power, el 70% de los empleadores encuestados en el país expresaron tener dificultades para encontrar el talento que requieren, cifra históricamente alta).

Para el caso de la reinserción laboral femenina, es indispensable implementar el fortalecimiento de las redes de cuido (niños y personas adultas mayores), bajo un enfoque tripartito: sector público, empresa privada y comunidades, dado que la principal razón entre las mujeres para encontrarse fuera del mercado laboral ha sido la atención de obligaciones familiares (un 42% según la última encuesta continua de empleo – I trimestre 2024 – elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos).

En conclusión, esta es apenas una breve propuesta sobre medidas que se deben tomar con el objetivo de que la dinámica del mercado laboral observada en los últimos años no se convierta en factor para una mayor desigualdad socioeconómica en el país.


1.Son aquellas ciudades que tienen una cantidad relativamente importante de relaciones económicas con la médula (centro del país) y con los cantones más alejados, tal es el caso de Pococí, San Carlos, Pérez Zeledón y Liberia (Para más información consultar Informe del Estado de la Nación 2021, pág. 157-174.

Costa Rica reúne a 170 especialistas en sismología de la región 

Costa Rica posee la red sismográfica más grande de América Latina, con la mejor tecnología y la mayor cobertura. Esta semana, 170 especialistas en sismología y estudiantes se reúnen en la V Asamblea de la Comisión Sismológica Latinoamericana y del Caribe.

La inauguración de esta actividad se llevó a cabo el pasado 25 de junio en el Hotel Radisson Costa Rica, con la intervención de Francisco González, rector de la UNA; Jorge Herrera, vicerrector de Investigación; Lilliam Quirós, decana de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar y Esteban Chaves, sismólogo del Ovsicori-UNA y coordinador del evento. 

Esta es una oportunidad, dijo Chaves, para hacer crecer nuestra región. “Tenemos que entender que la ciencia y el nuevo conocimiento que desarrollamos a través de nuestro trabajo no debe quedarse en el escritorio  ni en artículos científicos, sino que también debe trasladarse a la gente que más lo necesita, aquellos que son más vulnerables a la ocurrencia de terremotos, tsunamis, deslizamientos y erupciones volcánicas. Debemos tener presente que esta es y siempre debe ser nuestra labor dentro del área de la sismología”.

Para González, los investigadores no solo aportan conocimiento, sino pasión por el descubrimiento que inspira a nuestros estudiantes e impulsa esfuerzos de investigación innovadores. “Cada descubrimiento innovador que hacemos se traduce en publicaciones impactantes, y esto lo logramos gracias a la colaboración de las personas, investigadores con otras universidades e investigadores de otras latitudes. Nuestros científicos y científicas publican sus hallazgos en revistas de primer nivel dentro de sus respectivos campos, lo que claramente eleva nuestra reputación académica, pero sobre todo, contribuye significativamente a la construcción de una narrativa científica global en torno a las ciencias oceánicas y de manera particular, a las de la tierra sólida”

Como parte de la agenda se cubrirán diversos temas que incluyen: sismología, vulcanología, geofísica, geología, oceanografía, peligros geológicos, educación en geociencias, análisis de datos, nuevas tecnologías y mucho más. Además, antes de la asamblea se realizarán tres talleres sobre los siguientes temas: Tensor de momento regional, sensor acústico distribuido y métodos de aprendizaje automático y aprendizaje profundo aplicados a datos geofísicos.

“Tenemos que reconocer que el conocimiento adquiere valor cuando lo compartimos, cuando lo socializamos, cuando los datos que generamos pueden ser utilizados en otras latitudes o en trabajos conjuntos para generar nuevo conocimiento, cuando estamos claros que el conocimiento tiene un valor fundamental y que estamos llamados a contribuir al desarrollo de la diplomacia científica, entendiendo que el conocimiento tiene que ser la base para poder hacer una correcta toma de decisiones a nivel político; pero sobre todo, creo que tenemos que reconocer que la gran visión que tenemos las personas que hacemos ciencia y tecnología es poder ayudar a que el conocimiento que todos los días producimos genere una cultura científica, de forma tal que todas las personas puedan conocer y ser más sensibles y conscientes de los fenómenos físicos, naturales y químicos que estamos estudiando, y que ese conocimiento sirva para poder desarrollar capacidades en la construcción de una sociedad cada vez más resiliente”, subrayó Jorge Herrera, vicerrector de Investigación. 

Lilliam Quirós, destacó que el Ovsicori a través de su historia ha invertido gran cantidad de recursos en formar profesionales en universidades de gran prestigio de Europa, Estados Unidos y Asia. Además, “atrajo a jóvenes científicos de otras latitudes que hoy nos acompañan en la Universidad Nacional, y este aporte se traduce en proyectos, programas y actividades de investigación y extensión de gran calidad, acordes con su misión, con un enfoque interdisciplinario que permite mejorar y profundizar en su campo de conocimiento y que además genera y dibuja información oportuna y precisa, así como productos académicos de gran valor. Hoy día el Ovsicori cuenta con la base de datos más grande que tiene el país para realizar estudios de amenaza sísmica y amenaza volcánica, para el ordenamiento del territorio, y ejecuta novedosas investigaciones con el fin de mitigar el impacto futuro de los sismos y los volcanes en Costa Rica”.

Este encuentro, es organizado por el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (Ovsicori-UNA), la Red Sismológica Nacional de la Universidad de Costa Rica (RSN-UCR) y la Comisión Sismológica Latinoamericana y del Caribe (Lacsc).

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

León XIII Ruge con arte, esperanza y murales

El distrito León XIII de Tibás pronto tendrá 6 murales que embellecerán diferentes puntos del barrio. Las jornadas de pintura se llevarán a cabo los días 6, 13 y 20 de julio del 2024.

Por medio de la iniciativa El barrio ruge, proyecto seleccionado por el fondo Puntos de Cultura 2024 -un programa gestionado por la Dirección de Gestión Sociocultural del Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica-, vecinas y vecinos de León XIII han participado de un proceso multidisciplinario que combina el diálogo, la creación colectiva de microcuentos y la realización de murales.

El barrio ruge es llevado a cabo por Bocaracá Gestión Sociocultural, colectiva que se enfoca en procesos de capacitación, investigación y trabajo con comunidades desde la exploración creativa. El proyecto tiene como objetivo fortalecer el sentido de pertenencia y la cohesión de las personas vecinas de León XIII, por medio de una serie de intervenciones socio-artísticas colaborativas en el espacio público de la misma comunidad, por lo que se han desarrollado una serie de talleres durante abril y mayo, con el fin de reflexionar sobre la identidad de la comunidad y fomentar el trabajo colaborativo.

El proyecto nació de una motivación personal de María Zúñiga: “durante la pandemia, empecé a patinar en el skate park de Cuatro Reinas, donde conocí a chicos de León XIII. Patinábamos, pintábamos y compartíamos historias, y me conmovió ver su talento y creatividad, así como las dificultades que enfrentaban por los prejuicios asociados a vivir en su barrio. Uno de estos chicos, se refería a León XIII como «los 13 leones» y pensé que sería genial pintar leones protectores en diferentes partes del barrio, pero al ir desarrollando mejor la idea del proyecto, me di cuenta de que no debía imponer mi visión, sino reflejar lo que la comunidad quería mostrar. Así que con la Colectiva Bocaracá buscamos el respaldo de la comunidad para presentarlo a Puntos de Cultura. La gente acogió la idea con entusiasmo, y en la práctica hemos visto la importancia de un proyecto como este para identificar y honrar las fortalezas de León XIII, construyendo una narrativa diferente y alejada del prejuicio”.

Juanita, de 58 años, vecina del sector de Garabito y participante de El barrio ruge comenta que “este proyecto puede cambiar muchas mentes y vidas. Puede marcar la diferencia en la vida de un niño, un abuelo, o una persona que se siente sola. Trae esperanza y motivación para seguir adelante”. También opina que los talleres le han servido para reconocer su valor como un agente de cambio y para conocer mejor otras facetas de las personas con las que convive: “aprendí que sí se puede, que soy útil, que puedo aprender y hacer nuevos amigos. Este proyecto trae alegría y entusiasmo. Recordar que hay alguien escuchando y que somos útiles es muy valioso.”

Las jornadas de pintura de los 6 murales se caracterizan por ser el resultado de un proceso participativo: durante los talleres se propusieron temas e imágenes que fueron trabajados por seis mujeres muralistas: Diosa Gráfica, Eli Arguello, Jackie Moonstone, Kary Valkyria, Polka y Radha, quienes guiarán las jornadas de muralismo acompañadas por los vecinos y vecinas del barrio.

El encuentro se llevará a cabo los sábados 6, 13 y 20 de julio, de 8 a.m. a 12 m.d. en distintos puntos de León XIII. El proyecto finalizará en noviembre con una inauguración y paseo para recorrer los murales, leer los microcuentos y hablar sobre la experiencia de participar en El barrio ruge.

Si usted desea participar en las actividades o conocer más acerca del proyecto, le invitamos a revisar el perfil de El barrio ruge en Instagram o contactarse al 8754 3123.

Crónica – Resistir en las palabras

Por Memo Acuña. Sociólogo y escritor costarricense.

“Me tengo que ir, no sé exactamente si podré volver o si te podré tener conmigo de nuevo en algún momento, sé que no puedo explicarte de manera directa lo que está pasando y lo que vendrá a continuación, me gustaría poder quedarme o llevarte conmigo, no creo resistir, pero trataré de hacerlo para volver a verte, y de ahí nunca volver a separarnos nunca más”.

Al leer de nuevo este texto, creo firmemente en el poder transformador de la palabra. Habíamos empezado nuestro taller Pedagogía del yo migrante, con un poema del poeta chapaneco Balam Rodrigo, llamado oración del migrante. Con ojos cerrados y el oído atento, las personas participantes en ese dispositivo entraron por la piel, el sentido, a un tema que en Honduras tiene tremendas implicaciones subjetivas, familiares y sociales. El texto con que inicio esta crónica, de hecho, responde a una indicación directa como parte de una actividad incluida, sobre despedirse al tener que salir de forma forzada de un contexto de origen.

Mucha gente en Honduras lo hace, lo hacen cientos de personas todos los días.

El taller, que justamente empecé como ejercicio de escritura creativa en la ciudad de Comayagua en noviembre de 2018, dos semanas después que cientos de hondureños y hondureñas integraran los primeros colectivos que iniciaron una nueva etapa en las movilidades humanas centroamericanas, fue impartido en una nueva versión como posibilidad de vincular la poesía con los contextos sociales, nuestras realidades regionales.

A eso fui, fuimos a Honduras, a apalabrar y sacarlo todo afuera en el marco del Festival internacional de Literatura TeguSIcanta, realizado entre el 18 y el 22 de junio en Tegucigalpa. Como parte de este evento, me encuentro en el Instituto Técnico Luis Bogrand con la poeta dominicana Nathalie García, el cantautor guatemalteco Ramsés Girón y la pintora, dibujante y escritora hondureña Karen Romero. Cuando leo en estos contextos (escuelas y colegios) me gusta contar la historia de mi padre a través del libro “Al Fondo del Corazón” (Metáfora Editores, Guatemala, 2017).

Jugador de fútbol en Costa Rica durante los años 50 y 60, su momento histórico lo lleva invariablemente a relacionarse con el mítico guardameta soviético Lev Yashin quien junto con su selección pasó por San José rumbo al mundial de Chile de 1962. El 22 de mayo de 1962 mi padre, llamado en la jerga futbolística como “Tierra Acuña”, vio adelantado al guardameta y al defensa central y le colocó el balón a un costado. Mi padre cuenta que observó el balón entrar lentamente y luego lo que pasó después fue un salto al vacío. El viejo Estadio Nacional estalló en júbilo y su anotación quedó registrada en los libros contables de la memoria deportiva del país. De eso hice poesía, sigo haciendo poesía. Como esta:

XVII

Parte
un lienzo
blanco.

Orfebre,
Sabe dónde
poner la gubia
y su sudor.

Canta música de oído
y también goles.

Esa mañana en el Instituto leo ese y algunos textos. Al segundo o tercero me quiebro (me suele pasar cuando repaso ese libro) y de inmediato Nathalie, Karen (llamada cariñosamente Nicky) y Ramsés me sostienen, me abrazan, me acompañan. El valor de la poesía va más allá de nuestros libros (“los libros se venden, la poesía no”, dice nuestro querido Otoniel Guevara) e incluso las lecturas que nos colocan de cara a distintas audiencias. La poesía, que no es un acto deliberado sino todo lo contrario, es esto que ellos tres hicieron conmigo esa mañana: construir afectos que se vuelven pieles y abrazos permanentes, incluso a pesar del tiempo.

Llegar a Café Paradiso es devolverme 10 años en el tiempo. Esa noche hace diez años las queridas Venus y Karen, gestoras en aquel momento del proyecto editorial y cultural Ixchel, programaron una hermosa presentación de mi libro Amares y entre el público estaba el querido poeta Rigoberto Paredes y Anarela Vélez, Fabricio Estrada y tantos otros amigos y amigas en la poesía que en ese entonces resistían en una Honduras posterior al golpe de Estado del 2009. Ahora vuelvo “al Paradiso” con la fe intacta por mi palabra. Lee Arístides, lee Soledad, lee Armida, leo. Y me refugio en esa lectura en uno de los lugares más emblemáticos para la resistencia cultural de Centroamérica. Siempre les agradeceré a Venus y Karen su gesto de llevarme de la mano a conocer este lugar y quedar para siempre como parte de su historia.

Las palabras y lo que ellas dicen. Junto con Arístides Vega de Cuba, el poeta hondureño Edilberto Borjas y la querida Consuelo Tomás, de Panamá, llegamos a sentir el abrazo de los estudiantes del Centro Educativo República de Honduras. Bajo la organización amorosa de la querida Perla Rivera, poeta y educadora hondureña, esa tarde fuimos testigos de lo grande que es la palabra y lo que dice cuando uno o más niños y niñas se reúnen en su nombre. La verdad solo existe al interior de la poesía como territorio liberado. Vuelvo a leer el gol de mi padre y recuerdo cuánto arte puso Eduardo Galeano en el fútbol, tratando de disputárselo al valor comercial y de negocio adquirido en los últimos tiempos. Esta vez no me quiebro. Leo y me empodero como acto ritual y necesario de sacarlo todo afuera.

No puedo irme de esta crónica sin atestiguar la pulsión que produjo en mí los dos días de estancia en el Municipio de Cantarranas, ubicado a una hora de Tegucigalpa. Es que un Festival como al que asistimos no podría terminar en mejor lugar que este, donde todo es poesía: sus paredes, sus calles, su sentido.

Me quedo con la imagen que aún conservo: Marta (Argentina), Genoveva (República Dominicana) y yo fuimos comisionados para varias lecturas en la comunidad durante esos días. Aguardamos por los demás poetas para el cierre, al pie del Bulevar donde se levantan varias esculturas. De pronto divisamos a lo lejos un hermoso enjambre en caravana de niños y jóvenes en zancos, con colores, banderas de varios de nuestros países. Conforme se acercan empiezo a latir y darme cuenta de que el Festival va terminando. Luego la caminata, luego la música donde los poetas fuimos uno con el pueblo. Luego la sopa, luego la lluvia, el bosque, el silencio feliz.

La resistencia a través de la poesía es quizá uno de los principales actos políticos en una región como la nuestra. Se disputa al dolor, a la violencia, a la desigualdad, a la pobreza, a la fragmentación social, territorial y cultural. A todo ello se hace frente con “la palabra amor colgada del fusil” como dice el poeta venezolano Rafael Cadenas. Durante esos días de junte y abrazo, giró entre nosotros una broma sobre la poesía secreta, a propósito de un episodio migratorio vivido por la querida poeta colombiana Yirama Castaño. Lo paradójico de esto es que si hubo algo público, ancho y amplio durante aquellos días fue la palabra y su maravilloso don de crear, transformar y decir.

Regreso lentamente a una cotidianidad que me mira de otra forma. Otros colores, otras narrativas. Pero con nuevos abrazos, nueva música, nuevas pieles en mi vida. Luego de este festival seguramente varias cosas adquirirán significados distintos, para seguir creciendo en mi trabajo literario, que es el que en estos momentos me da el alimento para el alma que requiero.

Por eso, la necesaria resistencia viene de adentro y luego se convierte en lienzo para tejer con todos y todas una posibilidad de construirnos y recrearnos.

Hacia eso vamos.

Concierto «El Quijote entre cuerdas»

La Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica y la Benemérita Biblioteca Nacional se complacen en invitarle al concierto El Quijote entre cuerdas con la Orquesta Intermedia de la Universidad de Costa Rica, dirigida por el Maestro Diego Solano Ulate.

La actividad, se celebrará el martes 2 de julio a las 4:30 p.m.  en la Benemérita Biblioteca Nacional. También será transmitido por el Facebook de la Biblioteca Nacional https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/