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Más de 200 de entidades deportivas sin protocolos contra el acoso sexual

Defensoría detecta debilidades en implementación de Ley contra el Acoso Sexual en el Deporte

Defensoría llama a deportistas víctimas de violencia denunciar ante la entidad deportiva correspondiente e informar al ICODER. Se registra, a marzo del 2024, un total de 21 denuncias en el ente rector del deporte.

De tratarse de otros casos graves como abusos sexuales de personas menores de edad dirigir la denuncia ante el Ministerio Público.

A casi tres años de la entrada en vigor de la Ley N° 9967, Ley contra el Hostigamiento y Acoso Sexual en el Deporte, la mayoría de las entidades deportivas beneficiarias de fondos públicos del Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (ICODER) no ha cumplido con su obligación de presentar los protocolos para prevenir y atender denuncias de acoso sexual. De las 233 entidades registradas, solo el 7% ha presentado su reglamento (es decir, 16).

Para las autoridades deportivas evidencia una falta de compromiso y poco conocimiento e interés por parte de dichas entidades por cumplir con lo que dicta la Ley 9967.

De acuerdo con un informe emitido por la Defensoría de los Habitantes, se determinó que, hay dificultades en la implementación de la normativa. Estas incluyen la falta de recursos humanos y financieros, vacíos legales en la ley y esa baja respuesta de las entidades deportivas ante la obligación de implementar protocolos contra el acoso sexual. Adicionalmente, hay una necesidad de reformar aspectos importantes de esta ley como la falta de sanciones para las entidades que incumplen y la protección adecuada para personas menores de edad involucrados en estos casos.

Datos de la Comisión Institucional contra el Hostigamiento Sexual (CIHS) del ICODER, entre enero del 2023 y marzo del 2024, indicaron haber recibido 21 denuncias asociadas con acoso y hostigamiento Sexual en el ámbito deportivo, las cuales se encuentran en seguimiento y requieren de la actualización de los respectivos expedientes.

Para esta Defensoría, es importante que las organizaciones deportivas asuman su responsabilidad en la prevención y erradicación del acoso sexual, garantizando entornos deportivos seguros, sin discriminación, sin acoso, sin abusos y respetuosos para todas las personas participantes. Incluso, a solicitud de la CIHS del ICODER, funcionarias de la Defensoría de la Mujer de la Defensoría de los Habitantes, acompañaron al proceso de capacitación sobre esta temática, así como la entrega de material visual a personal de las organizaciones deportivas y del ICODER, en mayo del año anterior.

Ante este panorama la Defensoría en su informe recomendó al Consejo Nacional del Deporte y la Recreación, definir con claridad la asignación presupuestaria y de recursos humanos para la CIHS. Además, que la CIHS reciba capacitación por parte de la Defensoría de la Mujer de esta Defensoría en el tema de Hostigamiento Sexual, en aras de garantizar la protección de derechos que les asisten a las personas inmersas en el ámbito deportivo y el mejor ejercicio de sus funciones.

También se le recomendó revisar las recomendaciones realizadas por la CIHS orientadas a implementar en forma adecuada el cuerpo normativo, conformar una comisión de trabajo para revisar las propuestas de reforma al Reglamento de la ley 9967 en relación con la función de la CIHS de informar a esta Defensoría sobre las denuncias que se presenten y las resoluciones finales y valorar la interposición de la propuesta de reforma legislativa a la Ley 9967, conforme a los principios de protección a las personas menores de edad y proponer otro tipo de sanción para cuando se trate de una persona menor de edad la que sea sancionada como hostigadora, así como para equiparar los plazos de prescripción para la interposición de las denuncias y el establecimiento de posibles sanciones en el caso de que las federaciones,

asociaciones o entidades deportivas incumplan con la aplicación de esta normativa.

A la CIHS del ICODER, esta Defensoría le recomendó promover programas de prevención y capacitación en la materia de hostigamiento sexual tal cual se encuentra establecido en la Ley 9967 y su reglamento, a las Federaciones, Asociaciones y demás entidades deportivas que de alguna manera están vinculadas con el ICODER, para ello pueden valorar la coordinación necesaria con la Defensoría, también realizar campañas enfocadas a que conductas de hostigamiento sexual en el ámbito del deporte no van a ser permitidas, ni toleradas y toda situación que se conozca al respecto, debe ser debidamente denunciada y puesta al conocimiento de la Comisión y revisar el formulario establecido para la recepción de denuncias, para que este contenga los requisitos estrictamente necesarios establecidos en la ley y elaborar una base de datos con el registro de sanciones en firme, que sea de acceso al público, que pueda ser consultada por cualquier persona interesada, garantizando el resguardo de la identidad, datos personales y cualquier otra información sensible de las víctimas.

Si no hay una respuesta de la entidad deportiva y tampoco del ICODER ante una denuncia, la persona víctima puede presentar el caso ante la Defensoría de los Habitantes para exigirle cuentas a la entidad rectora pública. Defensoría dará seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones emitidas en su informe.

Comunicación institucional
Defensoría de los Habitantes

Robert Barclay Allardice: el escocés que caminó 1.000 millas

Gabe Abrahams

El caminador Robert Barclay Allardice nació el 25 de agosto de 1779 en Stonehaven, Kincardineshire, en el seno de una familia escocesa (el Clan Barclay) radicada en la Casa de Ury. Su padre, Robert Barclay, pertenecía a una importante familia cuáquera. Y su madre, Sarah Ann Allardice, de la que él tomó el apellido Allardice, era de origen noble.

Así, el tatarabuelo del caminador Robert Barclay Allardice, llamado Robert Barclay, fue un miembro relevante de la Sociedad Religiosa de los Amigos o cuáqueros, un grupo disidente de la Iglesia de Inglaterra (Iglesia Anglicana) que había sido fundado por George Fox a mediados del siglo XVII. Se unió a ellos y escribió obras muy valoradas entre los cuáqueros como Verdad sin Calumnias (1670), Catecismo y Confesión de Fe (1673) y Una apología a la verdadera divinidad cristiana (1676), entre otras.

La Sociedad Religiosa de los Amigos a la que pertenecían los Barclay sufrió graves persecuciones por parte de la Iglesia Anglicana. El rechazo de las estructuras eclesiásticas de los cuáqueros y su creencia de que todo ser humano puede experimentar por sí mismo la luz y la presencia divina, provocaron que su fundador George Fox fuese encarcelado en repetidas ocasiones o que, en Boston, se encarcelase, desterrase y ejecutase en la horca a varias misioneras cuáqueras, conocidas como las mártires de Boston.

Otro punto que desató la persecución de los cuáqueros por parte de la Iglesia Anglicana fue su posición a favor de la igualdad de todos los seres humanos y contra la esclavitud. Durante siglos, el anglicanismo defendió la “inferioridad” de las mujeres y la esclavitud de los negros y persiguió a quienes se oponían a ello como era el caso de los cuáqueros.

Los descendientes de Robert Barclay hasta el caminador Robert Barclay Allardice mantuvieron su condición de cuáqueros, posicionándose siempre a favor de la igualdad y de la abolición de la esclavitud.

El padre del caminador Robert Barclay Allardice mantuvo su condición de cuáquero, aunque dedicándose a la política y a realizar puntualmente grandes caminatas. Su hazaña más notable fue recorrer 510 millas de Ury a Londres en 10 días.

El caminador Robert Barclay Allardice, por su parte, estudió en una escuela de la zona de Londres hasta que, en 1798, fue admitido en el Trinity College de Cambridge. Pero, al cabo de no demasiado tiempo, abandonó sus estudios y se centró en las caminatas Multiday que tanto habían atraído a su padre. La tradición cuáquera familiar la dejó un tanto al margen en su caso y se centró por completo en su afición a devorar millas.

En 1805, tras varios retos de caminar con buenos registros, Robert Barclay Allardice se unió al ejército de Gran Bretaña, ejerciendo de capitán, y empezó a compaginar su nueva actividad militar con su afición a caminar.

En 1809, envuelto en ambas actividades, Robert Barclay Allardice logró la mayor gesta de su carrera deportiva. Caminó 1.000 millas en 1.000 horas.

Así, del 1 de junio al 12 de julio de 1809, en Newmarket, Barclay recorrió una milla cada hora hasta completar 1.000 horas de caminata y, por tanto, la distancia de 1.000 millas. Una hazaña histórica que causó un gran impacto en los aficionados a este tipo de retos de la época. La primera mujer que lo logró fue la inglesa Emma Sharp, a la cual le dediqué un artículo en 2024. Corría el año 1864.

Una curiosidad sobre el caminador Robert Barclay Allardice es que siempre evitó en sus caminatas Multiday cualquier tipo de vestimenta deportiva, utilizando habitualmente un sombrero de copa, corbata, traje y zapatos de suela gruesa.

Además de dedicarse a las grandes caminatas, Barclay llevó a cabo a lo largo de su vida otras actividades deportivas destacadas que merecen el recuerdo. Por ejemplo, entrenó al boxeador Tom Cribb, quien se proclamó campeón inglés bajo su supervisión. Barclay aportó su experiencia deportiva y una metodología avanzada a los sistemas de entrenamiento de su época, siendo un innovador y el mayor experto de Gran Bretaña en la preparación de atletas. Convirtió su antigua mansión de Ury en algo así como el primer campo de entrenamiento deportivo de las islas, ante la sorpresa de la gente de Stonehaven.

Cumplidos los cincuenta años, Barclay inició también una aventura empresarial: la diligencia Defiance que circulaba entre Aberdeen y Glasgow. La empresa resultó uno de los servicios de diligencias más eficientes que tuvo Escocia en aquel tiempo.

El gran caminador Robert Barclay Allardice, quien consiguió la gesta de caminar 1.000 millas en 1.000 horas en 1809, falleció finalmente el 1 de mayo de 1854, a causa de las heridas que le produjo la patada de un caballo. Su muerte un tanto repentina sorprendió a sus seguidores. Un triste final para el hombre que consiguió caminar 1.000 millas en 1.000 horas en una época en la que el deporte era anecdótico. Al caminador, le sobrevivió su única hija Margaret Barclay Allardice.

El clan Barclay surgido de las tierras de Escocia tuvo una importancia muy notable en la historia de la Sociedad Religiosa de los Amigos o cuáqueros y, de paso, en la lucha por la igualdad y la abolición de la esclavitud. El mismo clan escocés resultó clave en la historia de las caminatas Multiday. Robert Barclay Allardice fue determinante en esa historia, por lograr recorrer 1.000 millas a ritmo de una milla por hora en el lejano año de 1809. Su figura abrió un camino por el que después transitaron muchos. Hay quien hace retroceder la marcha atlética hasta él. No anda equivocado.

Robert Barclay Allardice ha trascendido en el tiempo. Transcurridos más de dos siglos de su gesta de las 1.000 millas, sigue recibiendo reconocimientos. En 2002, fue admitido en el Hall of Fame del deporte escocés.

Este artículo es otro reconocimiento más. Que sirva para que Barclay no sea olvidado y para que su memoria permanezca. Justicia histórica.

El impacto de la prensa deportiva en el fútbol: de la pasión a la violencia

Juan Arguedas Chaverri

Juan Arguedas Chaverri

La prensa deportiva en Costa Rica ha jugado un papel fundamental en el crecimiento y la popularización del fútbol, siendo un vehículo de información clave para miles de aficionados. Sin embargo, en lugar de contribuir a una cultura de respeto y competencia sana, muchos de los programas deportivos han promovido una narrativa que alimenta las rivalidades extremas, el fanatismo y, en ocasiones, la violencia en los estadios.

Recientemente, hemos sido testigos de varios incidentes violentos en estadios como el Ricardo Saprissa y el Alejandro Morera Soto, donde la pasión desbordada de algunos aficionados ha dado paso a enfrentamientos físicos y agresiones. Estos hechos no son un reflejo aislado de una afición «descontrolada», sino que son la consecuencia de una atmósfera tóxica creada en parte por la prensa deportiva.

Al enfocarse en el sensacionalismo, en lugar de en el análisis serio y profesional del deporte, la prensa deportiva ha alimentado durante años una cultura de polarización y confrontación. Los programas, más interesados en generar espectáculo que en fomentar el respeto, han incentivado una rivalidad destructiva, donde los aficionados se sienten llamados a apoyar a su equipo no solo con pasión, sino con hostilidad hacia el rival.

Lo más preocupante es que, tras estos episodios de violencia, la misma prensa que alimentó las tensiones se rasga las vestiduras condenando lo sucedido, sin hacer una autocrítica sobre su responsabilidad en la creación de este clima de odio y agresividad. La violencia nunca es justificable, pero es fundamental reconocer que, al igual que los aficionados tienen su parte de responsabilidad, los medios también deben asumir la suya.

¿Qué deben hacer los medios deportivos?

Es necesario un cambio de enfoque en la prensa deportiva. Si bien es innegable que el fútbol genera pasiones, los medios deben utilizar su influencia para promover una cultura de respeto, tanto entre los jugadores, juntas directivas, como entre los aficionados. A continuación, algunas recomendaciones clave para que los medios dejen de alimentar el fanatismo y contribuyan a una cultura deportiva más sana:

  1. Fomentar el profesionalismo y la objetividad

Los programas deportivos deben centrarse en el análisis serio del fútbol, dejando de lado los chismes y el sensacionalismo. Es importante ofrecer un periodismo que valore el rendimiento de los equipos, las estrategias y el talento de los jugadores, sin caer en la exageración de rivalidades.

  1. Promover el respeto y el juego limpio

El fútbol debe ser un espacio para la unidad, no para la división. Los medios deben centrarse en resaltar los valores del respeto, la deportividad y la convivencia entre equipos y aficiones. Las rivalidades son parte del espectáculo, pero nunca deben promoverse como un motivo de hostilidad y enfrentamiento.

  1. Educar sobre los peligros del fanatismo y la violencia

La prensa deportiva tiene la capacidad de educar a los aficionados sobre los efectos negativos del fanatismo y la violencia. En lugar de glorificar las tensiones entre hinchas, los medios deben utilizar su poder para promover el fútbol como una herramienta de convivencia y no como un campo de batalla.

  1. Involucrar a jugadores y expertos en la conversación

Los jugadores, entrenadores y expertos en fútbol son los principales referentes del deporte. Los medios deben darles un espacio para compartir su perspectiva sobre la importancia del comportamiento dentro y fuera del campo, transmitiendo un mensaje claro de respeto y juego limpio.

  1. Resaltar los aspectos positivos del fútbol

En lugar de centrarse solo en las rivalidades, los medios deben dedicar más tiempo a resaltar historias de unidad, cooperación y superación personal dentro del fútbol. Esto contribuirá a crear una visión más inclusiva del deporte y a alejarlo de la polarización.

  1. Evitar el sensacionalismo.

La búsqueda de audiencia no debe justificar la creación de un clima de confrontación. Los medios deben evitar caer en el sensacionalismo, que distorsiona la realidad y alimenta la agresividad. Un periodismo reflexivo y equilibrado puede tener un impacto mucho más positivo en los aficionados.

  1. Colaborar con autoridades y clubes para prevenir la violencia

La lucha contra la violencia en los estadios no puede ser solo tarea de las autoridades o los clubes. La prensa deportiva debe colaborar con ellos, difundiendo mensajes en contra de la violencia y promoviendo un comportamiento ejemplar entre los aficionados.

  1. Facilitar el debate respetuoso

Los programas deportivos deben ser un espacio donde los aficionados puedan discutir sobre fútbol de manera civilizada y constructiva. La crítica debe centrarse en el juego y la estrategia, evitando los ataques personales y la incitación a la violencia.

Conclusión: Es hora de un cambio en la prensa deportiva

El fútbol es, sin lugar a dudas, una de las mayores fuentes de emoción y pasión en Costa Rica. Sin embargo, esta pasión no debe traducirse en violencia ni en un ambiente hostil. Los medios deportivos tienen una responsabilidad enorme en la creación de la cultura futbolística en el país. Si bien es natural que existan rivalidades, estas deben mantenerse dentro de un marco de respeto y sana competencia.

Es hora de que la prensa deportiva asuma un papel más responsable, promoviendo el respeto, el juego limpio y la convivencia. Solo así el fútbol podrá recuperar su verdadero propósito: ser una fuente de unión y alegría para los costarricenses. Si los medios se comprometen a cambiar el enfoque y promover valores positivos, contribuirán a un fútbol nacional más saludable, donde la pasión por el deporte no se vea empañada por la violencia ni el fanatismo.