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Etiqueta: arte

Trabajadores del cine exigimos se nos escuche

Llamado a manifestarnos como gremio cinematográfico. Dejemos la pasividad.

Ante el despido del viceministro Ernesto Calvo y las amenazas de despido por parte de la ministra Guadamuz hacia el señor director del Centro de Cine, Raciel del Toro, es necesario realizar una convocatoria masiva y urgente a manifestarnos en las calles frente al Ministerio de Cultura en defensa de nuestros derechos como trabajadores del cine.

Contexto

El Centro Costarricense de Producción Cinematográfica en los últimos años se ha convertido en el principal aliado para todas las personas que hacemos del cine y del audiovisual una forma de vida, sobrevivencia, exploración personal, manifestación ideológica y trabajo. Un trabajo que le da de comer a cientos de familias en nuestro país y que además tiene el gran valor de fungir como un gran encadenamiento productivo al mover la economía en otras aristas como, por ejemplo, el transporte o la producción de alimentos.

Por otro lado, es una actividad primordial en el crecimiento cultural del país que aporta una cantidad incalculable de elementos positivos para el desarrollo integral de nuestra sociedad. Desde que Raciel del Toro tomó la dirección del CCPC, se ha sentido cómo la actividad cinematográfica en nuestro país ha tomado un nuevo aire, se ha logrado sostener, a pesar de escollos tan negativos como la pandemia y el continuo avance de políticas contra el desarrollo de la cultura y el arte. Raciel, ha sabido llevar y administrar de forma adecuada al Centro de Cine y como buen trabajador del cine, ha DIRIGIDO bien a su equipo, así como las políticas y estímulos por el bien de la industria. Hemos visto cómo, en los últimos años, muchas películas, cortometrajes, series, productos animados, etc, apoyados por el CCPC han tenido éxito a nivel nacional e internacional, claro ejemplo, los últimos tres largometrajes presentes en el Festival de Cannes, hechos inéditos en nuestra historia cinematográfica poco robusta.

Dicho esto, considero necesario defender la gestión de Raciel y la de su equipo de trabajo, así como también, repudiar el despido del viceministro Calvo, que en su corta gestión mostró interés y actitud positiva para continuar desarrollando de forma positiva a la industria. Del Toro, ha defendido una plaza de una profesional dentro del CCPC, la cual ha sido removida y tras este hecho, se ha visto amenazado su puesto como director del Centro de Cine, decisión que el señor Calvo se ha opuesto ante la ministra y por ello fue cesado.

La defensa se puede hacer desde distintos frentes: simplemente seguir trabajando y abogando por nuestros derechos como trabajadores del cine, realizar videos, enviar cartas y buscar llenar la oficina de la ministra con solicitudes de reunión para pedir se nos tome en cuenta como gremio, así como seguir en la defensa de una digna ley de cine y otras políticas necesarias para salvaguardar nuestra actividad y por último, no olvidarnos de la calle, levantar nuestras cámaras y micrófonos y exigir como cineastas que nuestra voz será escuchada y no permitiremos ver ante nuestros lentes, cómo el gobierno toma decisiones arbitrarias y autoritarias que vienen en detrimento de una labor que sólo venía fortaleciendo al sector. Desde mi óptica como director, autor y trabajador del cine, es necesario manifestarnos. Debemos ir a la calle y exigir que la ministra nos escuche.

Alejandro Ferlini
Realizador Integral de Cine y TV

Del Arte Cinético al Arte Judicial. Sobre la controversia de la obra mural: Tejiendo Sonidos

Dr. Pablo Bonilla Elizondo
Escuela de Artes Plásticas
pablo.bonillaelizondo@ucr.ac.cr

Estudiantes del TCU: Arte Público trabajando en un mural en la Escuela de la Sabana, Térraba.

El fallo judicial que atribuye una afectación de los derechos morales de Miguel Casafont por responsabilidad de la Universidad de Costa Rica al tapar su obra Tejiendo Sonidos ha abierto una discusión de múltiples aristas que genera desencuentros, preguntas, incertidumbres y temores entre las personas interesadas en el arte, el espacio público y el patrimonio. La afirmación apresurada de que con tal veredicto “gana el arte o el sector artístico” me parece imprudente y algo clasista, por apegarse a ideas hegemónicas sobre el arte y no valorar las consecuencias reales que podría tener en las prácticas profesionales de las personas artistas (sobre todo las jóvenes).

En este escrito trataré de abordar los aspectos relativos a la reflexión sobre el arte detrás del fallo y las contradicciones con las discusiones actuales sobre el valor o función de arte y el patrimonio que se sitúa en espacios públicos. También, por último, valoraré algunos probables impactos que esto podría tener en el ejercicio profesional de los artistas interesados en la práctica del muralismo y el arte público. Dados los límites de mi formación, excluiré de este artículo cualquier valoración sobre derechos de autor, la justicia detrás del fallo, la jurisprudencia o la defensa presentada por parte de la UCR.

En primer lugar, es importante reconocer que en el país existe una constante violencia hacia el patrimonio y las obras de arte en el espacio público. En este caso, se afectó la visibilidad y legibilidad de la obra de Casafont y esto generó una perturbación anímica en su persona; no hay porqué dudar de ello, dado que fue acreditado por el juzgado.  Una primera consecuencia de este fallo es que se señala a la Universidad de Costa Rica como actor material de esa violencia, lo que tiende a crear en la opinión pública la idea de que la UCR no respeta el patrimonio ni el arte que se desarrolla en el campus, lo que es falso. En defensa de la Universidad de Costa Rica habría que decir que dicha institución ha sido promotora del arte público, que siempre ha reconocido la importancia del arte en la vida universitaria y que además de financiar y adquirir obras, recientemente ha apoyado proyectos de catalogación de su inventario y de restauración de obras como el mural de Eduardo Torijano El teatro costarricense: 1890-1930, ubicado en el edificio de Letras. Sin embargo, es importante decir, que estas acciones no derivan de una política institucional uniforme ni clara, sino que dependen de las diferentes voluntades políticas de decanos, directores, otras autoridades, docentes, personal administrativo y de los mismos artistas que se implican en esos procesos. Por tanto, no es de extrañar, que también se den casos en los cuales no se respeta a los artistas o sus obras. Un ejemplo de ello, más grave y penoso que el que afectó a Casafont, es el borrado total del mural del artista Dennis Palacios Solano en las residencias estudiantiles, un mural elaborado a partir de un proceso de investigación serio e impulsado por la Vicerrectoría de Vida Estudiantil para mejorar la habitabilidad de dichos espacios en tiempos en los cuales se habían presentado varios suicidios. Un cambio de administración y el mural fue borrado, hoy es una pared blanca con dos pizarras de caucho.

Eduardo Torijano, El Teatro en Costa Rica, 1890-1930. Antes y después del proceso de restauración del 2020 realizado por César Ulate Calderón.

Ahora bien, tenemos que dar un paso fuera del presente caso y de la UCR para matizar esta idea de la violencia patrimonial y examinar la congruencia con las definiciones contemporáneas del arte y el espacio público, sobre todo porque muchas veces se habla de violencia patrimonial desde una definición hegemonizante y aurática de la obra de arte, olvidando que si bien es cierto existe violencia hacia el patrimonio y el arte público, el arte público y el patrimonio puede ejercer violencia hacia las personas (sobre todo a las minorías) en su imaginario simbólico y su vida cotidiana[1]. Más aún, cuando las definiciones que se perpetúan en el país sobre el patrimonio son conservadoras, coloniales y patriarcales. Ejemplos claros de ello es el bronce de Vázquez de Coronado en el Parque España, el Monumento a León Cortes en La Sabana o el Arco Chino en la reconversión del Paseo de los Estudiantes a Barrio Chino: una decisión especulativa con afectación a la historia y la identidad de San José y el país. Precisamente esas definiciones hegemónicas de la obra de arte funcionan como el gozne de esas dos violencias: la primera que impide la remoción del espacio público de monumentos y esculturas carentes de valor, inoperantes, violentas algunas o incluso riesgosas materialmente, productos de políticos de turno que desde una autoridad pasajera se dieron las competencias para imponer en la vida urbana mobiliario inútil, obras pastiches (como el Cerati blanco) u ocurrencias sesgadas ideológicamente. Y la segunda, la que niega la posibilidad de articular una política de protección basada en criterios fundamentados y actuales sobre la función del arte en el espacio público, no como una ontología del bronce o el mármol, sino como pensamiento activo que construye espacio de discusión participativo, inclusivo y abierto para consolidar y construir lo común. Al contrario, es usual ver cómo se utiliza el patrimonio (normalmente olvidado) como piedra arrojadiza de una indignación hipócrita, dirigida a las expresiones y reivindicaciones de los movimientos sociales para reducirlos a actos vandálicos. [2]

En el caso de Tejiendo sonidos, me parece que eso último es lo que ha faltado, una discusión profunda sobre el valor de la obra que integre el pensamiento que ha construido y la repercusión que ha tenido a nivel académico, social y cotidiano en la vida estudiantil. Porque hasta ahora, los criterios expertos publicados en el artículo de Amelia Rueda se limitan a valorar la obra por su estar ahí como obra plástica o por ser bella… y claro, para gustos, los colores. Los argumentos con algo más de valor y complejidad los da el mismo autor, quien afirma la importancia de la cualidad cinética y la inspiración colorista oriental.

Al respecto del Arte Cinético, para aquellos que no saben, es una subvariante del Minimalismo que, a través de la organización secuencial de la forma y el color, produce efectos visuales según los desplazamientos del espectador. Este movimiento se desarrolló en Estados Unidos, algo menos en Europa y con mayor peso en Argentina, donde se llamó Cinetismo. Sin embargo, su repercusión actual es cuestionada como lo es la mayoría de tendencias formalistas de la segunda mitad del siglo XX y, al contrario, del favorecimiento a las manifestaciones conceptuales más politizadas. Tanto es así que, en los documentos indispensables para estudiar la segunda mitad del arte siglo XX, After Modern Art 1945-2017 (Hopkins, 2018) de la serie Oxford History of Art y Arte desde 1900 (Bois et Al, 2006) de los autores de October, aparece de forma escueta y marginal. En Costa Rica, aunque con un legado muy amplio de arte abstracto de naturaleza formal, el movimiento no tuvo desarrollo, siendo la obra de Casafont, en efecto, uno de los pocos ejemplos. La pregunta es si esto le determina un valor per se; a mí parecer no. La exclusividad no es un valor a priori, sino que, al contrario, eleva cuestionamientos sobre su repercusión o impacto en el pensamiento artístico costarricense. Por otra parte, la afirmación de un valor pionero al ser la primera obra de este tipo en el país tiende a evidenciar cierto sesgo colonial tendiente a suponer que el arte costarricense se debe producir en conformidad a lo que sucede en Estados Unidos y Europa, aunque sea treinta años después. Ante estas dos ideas, yo plantearía que se hiciera un examen de la repercusión de la obra dentro de la lógica interna del arte costarricense, preguntándonos por la producción académica que ha derivado de ella, los escritos en los que aparece, la influencia que ha producido en otras personas artistas y el efecto que ha tenido en los y las usuarias del edificio y del campus universitario a nivel de identidad y reafirmación colectiva de pertenencia. Una investigación que aborde esos ejes está claramente pendiente.

Si la obra es cinética o no (más allá de las etiquetas históricas y académicas), me parece cuestión secundaria. En esencia, desde las teorías y metodologías que abordan el diseño del arte público, toda obra mural se reconoce interactiva en relación con los tránsitos de los usuarios y las diferentes miradas que en ella se pueden realizar en un marco espacio-temporal. Para el diseño de un mural, se recurre a estudios de transitabilidad y de angularidad que tienen como propósito organizar el diseño en función de los recorridos peatonales y el uso común del espacio circundante (Torijano, 2008). En ese sentido, el mural de Conmemoración de los 30 años de Trabajo Comunal en la Facultad de Derecho, se afecta de la misma forma por el nuevo paso elevado en San Pedro sin la necesidad de una etiqueta que lo valore como cinético.

Al respecto del color, los especialistas coincidirán en su valor, algo que respalda el reconocimiento que goza Miguel Casafont en la Escuela de Artes Plásticas (EAPL) como colorista de gran talento. Yo me uno a ellos en tanto mi predilección por el color en el espacio público. En contra del acostumbrado gris de las ciudades, el color es un factor de relevancia para promover la imaginación y mejorar el ambiente urbano. Pero, es importante reconocer que desde hace quince años, desde que yo era estudiante, ya la obra no gozaba del color con que fue diseñada y había dejado de cumplir tal posible objetivo. En ese sentido, la obra ya sufría una afectación por la naturaleza de los materiales que habían sido seleccionados para su confección y por la ausencia de mantenimiento que requería.

Estado Actual del Mural Tejiendo Sonidos de Miguel Casafont. (Fotografía: Pablo Bonilla, 2022)

Normalmente, cuando se da una afectación de este tipo (desconozco si es este el caso) es responsabilidad de las dos partes: del artista que por lo general no entrega una carta técnica con los materiales utilizados, los plazos de resistencia de los materiales y los procesos ideales para su restauración y la administración del inmueble que se desentiende de velar, financiar y gestionar esos procesos en tiempos adecuados, pensando que la obra entregada es eterna. No tengo información precisa sobre porqué la obra de Casafont no ha sido restaurada, los chismes me indican que el artista sí demostró un interés por promoverla. Pero en todo caso, la consecuencia de ese deterioro fue la invisibilización y la perdida de afecto de la comunidad universitaria por ella, algo que se evidenció por los comentarios en redes sociales de, mayoritariamente, estudiantes de música, muchos de los cuales ni sabían que era bella ni que había estado ahí desde siempre. En ese sentido, el valor y el aporte del color no puede reconocerse desde una noción ontológica y formal, sino reconociendo el impacto o efecto que puede tener en las personas que gozan de él en lo cotidiano, es una cuestión pragmática consustancial al arte público… por eso mismo se llama arte público, se supone que es de la gente que lo recibe y que lo vive.

Y eso último, me parece de vital importancia, porque tiene que ver con la razón del arte público, que no debería privilegiar los derechos del artista por encima de los de las personas que transitan los espacios circundantes. Un antecedente valioso para entender esto fue el caso de la obra Tilted Arc (1981) de Richard Serra emplazada en Federal Plaza, New York. Después de un largo proceso judicial esta obra fue removida porque generaba conflictos en el uso operativo de la plaza, tanto en tránsito como a nivel de seguridad, algo que me parece razonable. Desde esa lógica, coincido con las autoridades universitarias al privilegiar la conveniencia y bienestar de la comunidad estudiantil de la Escuela de Artes Musicales. Suponer constantes traslados de equipos e instrumentos a la Ciudad de la Investigación o al fondo de las Instalaciones Deportivas hubiera generado costos e inconvenientes para la administración, docentes y estudiantes, muchos de ellos menores de edad de etapa básica, que tendrían que estarse desplazando de un campus a otro. Algo me hace sospechar que la no apelación al fallo de Oficina Jurídica (criticada por muchos) se debe, en parte, al cálculo por el costo de todos esos desplazamientos en un mediano plazo.

Ahora bien, entendido el arte público no como un presencia o valor estético cuasi-mágico, sino por su función o aporte al conocimiento, nada evitaba que tapar la obra no fuera compensado con gestos o acciones que pudieron dignificarlo en ese sentido. Acciones para la documentación, divulgación y revalorización académica de la obra, incluso en su ausencia, pudieron reivindicarla como productora de conocimiento: reconociendo su valor conceptual y no reduciéndola a una obra que hay que preservar porque es bella para algunos, siempre ha estado allí o fue objeto de controversia. Sobra decir que, bajo esa lógica reduccionista, el futuro que le espera -ya judicializada y conflictuada- será el de seguir deteriorándose no solo en su registro material, sino a nivel simbólico, ya que una obra de arte no se clausura en la afirmación o proclama de su autor, ni en su materialidad, ni en los criterios especializados, sino que constantemente se redimensiona en las vivencias que se acumulan en ella, sean positivas o negativas; más aún en el arte público, expuesto de forma radical a la vida social y política en todo su espesor. Así, la obra de Casafont dejará de ser cinética para devenir en la huella borrada de un fallo judicial.

Por último, quisiera retomar las repercusiones que podría tener este fallo a la comunidad artística que produce arte público y murales. Al principio afirmé con contundencia que decir que “ganó el arte” tenía su sesgo clasista. Más allá de sospechar que usualmente solo ganan los juicios los que pueden asumir el riesgo de costear abogados, como he tratado de demostrar en este escrito, esa afirmación se sustenta en ideas hegemónicas sobre el arte y su valor intrínseco, que desconocen el marco epistemológico del arte público, pero que, también, desconocen las dificultades y la precarización que sufren las personas artistas jóvenes en este ámbito. No es difícil imaginar que una consecuencia de este fallo será limitar el interés institucional y privado en la financiación de obras murales, por temor de adquirir compromisos de restauración onerosos y la posibilidad remota de ser demandados décadas después por cualquier devenir azaroso. En la UCR ya está pasando, actualmente obras murales programadas y presupuestadas están en pausa y en alitas de cucaracha. De perpetuar tal dirección de miedo e incertidumbre, sin lugar a dudas afectará a los artistas-docentes de la institución, a las personas artistas contratadas para la ejecución, a los TCUs que hacen arte público en comunidades e, incluso, proyectos de graduación de estudiantes de Artes Plásticas. Un camino que no se puede seguir, ya que además de contradecir el Artículo 1 de su Estatuto Orgánico, afectará la formación de los y las futuras artistas y, con ello, las herramientas para defender el campo profesional fuera de la Universidad.

Contemplando lo positivo, no se puede negar la oportunidad que se abre, ya que el fallo aclara un panorama que debe obligar a investigadores y artistas interesados en el arte público y a la administración de la Universidad de Costa Rica a formalizar criterios de contratación que sean ejemplares para el resto de la sociedad, a aclarar las dudas al respecto de los derechos de autor (sobre todo en obras de orden participativo o comunitario), a generar espacio de discusión y establecer normas, procedimientos, instancias y responsables para restauración de las obras de arte público, todo con el fin de reivindicar la importancia del arte, no en sí mismo, sino por sus aportes a la configuración de lo común en el espacio social. Esa oportunidad ha sido tomada y la presente administración y el Consejo Universitario han actuado con prontitud. Desde la misma Rectoría se ha conformado un equipo de trabajo interdisciplinar, que incluye personal de la ODI, Oficina Jurídica, la RED+Museos, PROINNOVA, IIARTE, OEPI y las Escuelas de Ingeniería, Arquitectura y Artes Plásticas con el propósito, no solo, de dar respuesta a los acuerdos tomados por el Consejo Universitario en la sesión No 6615, articulo 5, celebrada el 14 de julio de 2022, sino también te implementar medidas para mejorar la gestión y mediación del Arte Público en vías de promover su aprovechamiento, considerando su aporte en la configuración de un Campus Universitario entendido como un espacio para el intercambio de saberes, conocimientos y afectos, que trasciende la idea de un reducto conformado por edificios y salones de clase.

Referencias:

Bois, Y.; Buchloh, B.; Foster, H. & Krauss, R. (2006). Arte desde 1900. Akal.

Hopkins, D. (2018). After Modern Art 1945-2017. Oxford University Press.

Torijano, E. (2008). El mural paso a paso. Sección de Impresión del SIEDIN.

[1] cf. https://artishockrevista.com/2020/07/05/monumentos-incomodos/

[2] Cf. https://surcosdigital.com/patrimonio-patriarcado/

VII Encuentro Binacional 2022

Comunicado de prensa

Del 11 al 13 de noviembre se realizará el VII Encuentro Binacional 2022, en modalidad presencial.

  • VII Encuentro Binacional tendrá más de 70 personas emprendedoras del sector turismo rural, arte y folklore.
  • Expositores expertos en temas de bioseguridad para turismo rural, producto turístico, hábitos empresariales, raíces del folklore panameño y otros.
  • Emprendimientos del cantón de Corredores e invitados de los cantones vecinos también recibirán capacitaciones gratuitas y otros beneficios.
  • Visitas de todas las redes, premios para los visitantes, base de datos para dar a conocer sus productos.
  • Promoción en las páginas de redes sociales.
  • Transmisión en cadenas nacionales de televisión y televisión local.
  • Canales de redes sociales como Instagram, Youtube y otras plataformas.

Con el fin de ayudar a las pequeñas y medianas empresas que han resultado afectadas económicamente durante este 2020,2021 y aún en el 2022 nuestros grupos de turismo rural de Corredores, Coto Brus por Costa Rica y Chiriquí por Panamá, realizará este Encuentro para socializar sus empresas y emprender con nuevas expectativas.

Por 3 días, cerca de 70 emprendedores y emprendedoras de diferentes sectores tendrán la posibilidad de exponer sus creaciones y promocionar sus productos de manera presencial y virtual. 

Los emprendimientos nacientes tendrán una mención especial, ya que nuestro objetivo es no excluir sus ideas. El Encuentro se realizará del 11 al 13 de noviembre, tiempo límite para la inscripción 17 agosto. Los interesados llenar el formulario: https://forms.gle/s2zvAaoDgkNnbkJL6

Se incluirá exposiciones de bisutería, joyería, turismo, zapatería, pinturas, hoteles, empresas en general moda y accesorios; servicios como talleres y clases.

Los empresarios participantes han sido invitados por medio de una convocatoria abierta en redes sociales, cada uno contará con logo de la empresa, imágenes, videos, conexión a sus redes sociales, catálogo de productos y formas de contacto. 

“Como asociación solidaria y comprometida con el desarrollo de nuestro cantón y región es también nuestro deber apoyar e impulsar el progreso y la competitividad de nuestros emprendedores y de las pymes, pues cuando les brindamos colaboración para reactivar la economía y la de la comunidad en general y con ello, contribuimos con nuestro granito de arena; por ese motivo este tipo de encuentros son tan importantes para nosotros”, Lic. Ericka Gómez Pérez, coordinadora general del Encuentro Binacional. 

Con la Colaboración de Colosal TV y Radio son aliados fundamentales y Tienda Online Moritas Atelier, Grupo de Mujeres Emprendedoras.

También habrá talleres de manualidades y otras actividades a disposición del público en general. Los expertos transmitirán en vivo y además, se quedarán sus charlas a disposición en nuestro canal de YouTube.

Nota: Extendemos la invitación a los empresarios aledaños y a nuestros Municipios de Barú, Renacimiento (Chiriquí Panamá), Coto Brus / Corredores (Costa Rica) que se hagan presentes y nos contacten.

Otras Entregas:

ASOGUITU y Arte y Cultura Binacional la revista digital y sitio web de emprendimientos; somos también organizadores de otros encuentros de artesanos y emprendimientos en general ya por 7 años consecutivos.

Por lo que la experiencia dicta que se debe seguir apoyando a las y los emprendedores, empresarios privados, así como las ideas innovadoras de este Cantón Binacional Corredores – Chiriquí .2022

Comunicado para la prensa 

asoguitcorredores@gmail.com

506-70165572 / 507-69267250

erickagomezperez@gmail.com                                  

info@arteyculturabinacional.com

Docentes y tías reciben talleres de cuentoterapia en Limón

Por: Mirella Espinoza Lama

“Cuentoterapia para jugar y sanar” es el nombre del proyecto del que fueron parte docentes de la Escuela de Manzanillo, Liceo Rural de Bajo Cohen y las tías de Aldeas Infantiles S.O.S en Limón, Costa Rica, como parte de la Beca PROARTES 2021 que recibieron Iris Letona Palencia y Mirella Espinoza.

El proyecto consistió en recopilar la información que Palencia y Espinoza han acumulado a lo largo de los años en su formación como narradoras orales o cuentacuentos, se trata de ejercicios que fomentan el diálogo, la creatividad, la creación de historias en colectivo, entre otros. Un pilar fundamente de su propuesta es el juego, sin miedo a fallar, solo por el placer de intentarlo.

Una vez creado el manual de cuentoterapia, se llevaron a cabo talleres en Limón, gracias a los fondos concursables del Teatro Popular Melico Salazar y el Ministerio de Cultura y Juventud. La selección de la provincia de Limón no es casual, Palencia y Espinoza plantearon dar respuesta a problemáticas sociales como discriminación, matonismo, violencia, problemas de género y tasa de suicidios, a través del arte.

La directora de la Escuela de Manzanillo expresó: “Me gustaría que hubiera más talleres como este en Limón, creo que las escuelas de acá se beneficiarían mucho, porque casi nunca llegan propuestas artísticas de este tipo”.

El proyecto está a punto de terminar su ciclo, por lo que se invita a la comunidad, personas lectoras e interesadas en procesos pedagógicos y culturales, a la socialización virtual del mismo, el viernes 15 de julio del 2022, a las 5 p.m. Para obtener el enlace de la reunión escribir al 84014560.

Redactado el 14 de julio del 2022.

Correo electrónico: mirellalee1205@gmail.com

Teléfono: 8401 4560

Identificación: 121800124618

Invitación a talleres: “Vacaciones Artísticas”

Línea Vieja Producciones inició sus labores en el año 2016 con la idea de brindar opciones para la capacitación y producción en las áreas artísticas y socioculturales en diferentes comunidades del Caribe Norte, esto a través del proyecto “Cultura y Arte Línea Vieja”. 

Han colaborado con la producción de festivales y otras actividades en diferentes comunidades del cantón de Pococí y a nivel nacional. Su misión es brindar servicios especializados y de calidad, en arte, psicología y producción de espacios artísticos y culturales para nuestros clientes. Su visión es ser una empresa consolidada y reconocida a nivel nacional en el área de producción de eventos artísticos y culturales, formación artística integral y promoción de la salud a través del desarrollo de espacios de arte y cultura, que promueva alianzas con otros sectores y entes afines a nuestros valores e intereses.

Para estas vacaciones de medio año, del 4 al 16 de julio, LV Producciones oferta una variedad de cursos:

Para mayor información puede comunicarse al teléfono: 8401 0641.

Correo electrónico: lineaviejaproducciones@gmail.com

ARTE PARA REPARARNOS EL CORAZON

Por Memo Acuña ( sociólogo y escritor costarricense)

Escuchar durante ya casi 100 jueves ininterrumpidos, las historias de quienes hicieron hacen del arte una trinchera, solo me confirma que a la verdad estética que recrea se le debe sumar su capacidad y potencia reparadora, sanadora dirían algunos. No es solo el mundo de las significancias, de la plasticidad en los colores, es para mi gusto una acción política y performativa por que vuelve vital cualquier sonido, superficie, textura, es decir, transforma.

He oído de bibliotecas mágicas, libros olvidados en un rincón de la casa, zapatillas de ballet que vinieron en un regalo, un violín rasgado, una libreta con sus páginas en blanco. Por allí, por un agujero del tiempo y del espacio, se cuela la posibilidad de que un niño, una niña, pueda expresarse a través del sonido, el color y las formas.

He sido privilegiado conociendo esos momentos primeros, ese «big bang» como les digo a mis entrevistadas y entrevistados cada vez que les invito a recrear el motivo por el que ahora son poetas, músicos, pintores, bailarines, fotógrafos.

Siempre hay un momento de luz, eso sí. Cada conversación que sostengo, recuerdo mi primer acercamiento con el arte. Leí «20 mil leguas de viaje submarino» cuando estaba en mis primeros años de escuela. Un libro maravilloso que mis padres pusieron en mis manos. Julio Verne me parecía entonces un señor mayor, con la magia de escribir cosas portentosas.

Allí empezó todo para mí en el mundo de la literatura. Hasta el día de hoy, que leo (releo, para ser franco) un texto de crónicas sobre la migración de niños y niñas centroamericanas hacia Estados Unidos, llamado irónicamente » Yo tuve un sueño» y cuyo autor, Juan Pablo Villalobos, explora en diez piezas los distintos momentos del proceso de movilidad vistos desde el prisma infantil.

La ironía, dicho sea de paso, estriba en hacer coincidir la frase de Martin Luther King pronunciada en su famoso e histórico discurso en 1963 en Washington, con la promesa de un sueño americano que cada vez se cumple menos para la población migrante centroamericana.

Vivimos tiempos complejos, donde la violencia se ha instalado sin medida en sociedades como la nuestra. Por ello sigo pensando en el arte como un vehículo poderoso para contrarrestar el impacto que la violencia produce. Lo hizo Medellín hace ya casi tres décadas, al apostar por la poesía como vehículo de transformación y mediación de la realidad vivida y experimentada.

Costa Rica atravesó hace pocos días dos circunstancias en las que personas jóvenes perdieron la vida a manos de otras personas jóvenes. El vínculo entonces es directo: a la ausencia de espacios y de posibilidades, se le disputa con estrategias para reivindicar al sujeto y darle su lugar en la sociedad. Y esto puede ser posible si transversalizamos en lo cotidiano el arte, todas sus posibilidades y le brindamos a esa persona joven el espacio para expresarse, no desde la carencia, sino desde la plenitud a la que tiene derecho.

Es momento de repararnos el corazón.

Talleres de vacaciones de medio periodo

Del 04 de julio al 16 de julio del 2022, de 9:00 a.m. a 11:00 a.m. o de 1: 00 p.m. a 3:00 p.m, se impartirán una serie de talleres, dirigidos a niños y niñas a partir de los 4 años, estos se realizarán en Bazar Estacte, 200 metros este de la entrada principal del Colegio Técnico en Santa Rosa, de Santo Domingo de Heredia. Dichos talleres tienen un costo de 13 mil colones e incluye el material; solo debe traer sus herramientas de trabajo según el taller. 

  • Lunes 4 de julio: dibujo artístico
  • Martes 5 de julio: globo en castapesta
  • Miércoles 6 de julio: curso iniciación a la música
  • Jueves 6 de julio: teñido de telas
  • Viernes 7 de julio: proyecto navideño # 1
  • Sábado 8 de julio: proyecto artesanal padres e hijos
  • Jueves 14 de julio: alcancías
  • Viernes 15 de julio: pintura en botellas
  • Sábado 16 de julio: proyecto navideño # 2 

Reserve su espacio 

Abierta recepción de nominaciones – II Semestre 2022: Únase a AICA y revolucione la cultura

AICA Costa Rica abrió la segunda etapa de recepción de solicitudes de membresía tanto para la sección nacional como internacional, anunció la primera vicepresidente de AICA, Inés Trejos Araya.
«Esta es una invitación abierta a mujeres y hombres residentes en el país, que aportan decisivamente con su pensamiento y acción mediante la producción literaria sobre arte, la crítica, la historia, la curaduría y la gestión cultural y desean revolucionar el entorno artístico-cultural», enfatizó Trejos Araya.

Este proceso de recepción se realiza solo dos veces al año, de enero a marzo y luego de mayo a julio, para cumplir con los plazos de evaluación de los candidatos, labor que se realiza primero localmente y luego internacionalmente, explicó Trejos Araya.

La sección costarricense representa a la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) que reúne a más de 5.000 críticos de arte de 95 países organizados en 63 secciones nacionales y una sección abierta.

Mediante el VLOG AICA CR No 05-22 se presenta un resumen del alcance, los beneficios y los requisitos para ser miembro nacional e internacional de AICA con 1ra vicepresidenta, Inés Trejos Araya y la vocal de junta directiva, Orietta Oreamuno Gómez quien estuvo a cargo de la presente producción audiovisual.

En el enlace adjunto podrán conocer los requisitos y más información https://vimeo.com/71966427

EN CARNE PROPIA

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Ha concluido la novena Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales desarrollada en México por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).

Bajo el lema “Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe” se desarrollaron actividades académicas, editoriales y culturales de toda naturaleza, en un momento clave para reposicionar el rol de las ciencias sociales críticas y reflexivas en un mundo en transición.

En su Asamblea Ordinaria se reflexionó acerca de la necesidad de incentivar el diálogo inter y multidisciplinario en especial con otras disciplinas y saberes como el arte y la cultura. En otros momentos, en esta columna hemos defendido el potencial de las artes como vehículo movilizador y transformador social. El camino está trazado.

Un resultado no esperado de la Conferencia, que movilizó al menos reacciones y pronunciamientos diversos, fue la situación experimentada por varias académicas y académicos que quisieron participar y que no les fue posible, como resultado de políticas migratorias restrictivas implementadas por las autoridades mexicanas.

Destaca en particular la situación vivida por académicos, académicas y congresistas provenientes de Cuba, Colombia, Brasil, Bolivia y Centroamérica, quienes fueron objeto de malos tratos, violencia e intimidación no más arribando al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Incluso a muchos de ellos les fueron aplicados figuras como la detención y la deportación hacía sus países de origen.

Un pronunciamiento firmado por instancias como el Grupo de Trabajo CLACSO Fronteras: movilidades, identidades y comercios, Migraciones Sur-Sur, Seminario Universitario sobre Desplazamiento Interno, Migraciones, Exilio y Repatriación/UNAM señaló este hecho, denunciando la arbitrariedad de las autoridades migratorias mexicanas y recordando además que precisamente este contexto pospandémico ha develado la complejidad adquirida por las movilidades humanas a escala regional.

Ciertamente, contrario a la expectativa de una desaceleración de los procesos migratorios como consecuencia del cierre de fronteras a partir de la emergencia sanitaria, el pronunciamiento citado indica cómo se profundizaron las situaciones y se ampliaron los perfiles migratorios (migrantes deportados, migrantes varados, migrantes de tránsito, migrantes en espera, solicitantes de refugio, migrantes con intención de retorno y migrantes encarcelados) develando la complejidad, el riesgo y la vulneración de los derechos para las personas involucradas a todo nivel.

Al tiempo que la Conferencia se llevaba a cabo y se sucedían estas incidencias en carne propia para personas académicas y congresistas, dos hechos hacían constatar la necesidad de seguir profundizando el abordaje sobre estos temas a nivel global y regional.

El primero de ellos, la formación de un nuevo corredor humanitario con más de 10.000 personas originado al sur de México, cuyo destino final sigue siendo Estados Unidos. El grupo fue disuelto días después, pero muestra la potencia de estas formas de lucha migrante, al decir de la colega mexicana Amarela Varela, y su rol político en medio de la despolitización de los movimientos sociales regionales.

El segundo hecho es una constatación empírica: el aumento de los desplazamientos forzados a nivel global, cuya cifra alcanza ya a más de 100 millones de personas. Esto fue indicado en un informe reciente publicado por la Oficina para las personas Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) que precisó el carácter expansivo de los desplazamientos forzados de personas en todo el mundo.

La tensión evidente entre control migratorio y protección de derechos aboga ahora más que nunca por nuevas formas de abordaje del tema. Personalmente hemos optado por el arte, específicamente la literatura, como un camino posible para procurar la sensibilización. Esperamos contribuir en esa dirección.

Carta pública al Sr. Presidente de la República

Esta manifestación de personas vinculadas al sector cultural costarricense va dirigida al Señor Presidente de la República, don Rodrigo Chaves Robles.

San José, 12 de mayo de 2022.

Señor

Rodrigo Chaves Robles

Presidente de la República

Presente 

Señor Presidente:

Los abajo firmantes, personas vinculadas al quehacer cultural de nuestro país, lo saludamos con respeto y le deseamos éxitos en el cumplimiento de las altas responsabilidades que recientemente ha asumido, teniendo presente que dependiendo de una buena gestión gubernamental la población del país se verá beneficiada o no.

Nos dirigimos a usted con sincera preocupación por el presente y el futuro del Ministerio de Cultura y, en general, por el declinante papel del Estado costarricense en el estímulo y difusión de la cultura y las artes.

Como sin duda es de su conocimiento, el presupuesto asignado por el Estado a este sector ha disminuido significativamente durante las últimas décadas. Entendemos que, en tiempos de restricciones fiscales, todos los sectores deben hacer sacrificios, pero invariablemente es el de la Cultura el más castigado.

Tanto como las restricciones presupuestarias, también nos preocupan la improvisación, la desorientación y la confusión que observamos en nuestro campo. Durante el siglo pasado, Costa Rica fue reconocida internacionalmente por sus altos niveles educativos y por su sistema de salud pública; más recientemente, por sus políticas ambientales. Menos conocido es que numerosas creaciones artísticas y manifestaciones culturales de nuestro pequeño país también han trascendido fronteras y merecido el reconocimiento de propios y extraños, y continúan haciéndolo hoy, lo cual significa un importante valor agregado a la consideración de nuestro país en el ámbito internacional, incluso como un destino económicamente atractivo.

El acceso a la cultura, de una parte, y la recreación transformadora de la propia cultura, de otra, son derechos humanos sancionados y reconocidos por numerosas convenciones y tratados internacionales suscritos por nuestro país.

Es importante destacar información económica que podrá serle de interés, recopilada en estudios generados por la “Cuenta Satélite de Cultura de Costa Rica (CSCCCR)”, componente de la Unidad de Cultura y Economía (UCE) del Ministerio de Cultura y Juventud, que visibiliza la contribución de la cultura a la economía costarricense.

Así, entre los principales indicadores generados se encuentra el PIB cultural o valor agregado de las actividades culturales. En 2019 el aporte de los 8 sectores culturales medidos fue de ¢772.630 millones de colones ($1.316 millones de dólares), lo cual representa el 2,1% del PIB nacional. Este porcentaje es igual al aporte del suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (2,1%) y es superior a la contribución de dos productos agrícolas tradicionales de la economía costarricense, cultivo de banano y cultivo y manufactura de café (1,5%).

Asimismo, la producción cultural de los 8 sectores ascendió a ¢1.330.441 millones de colones ($2.265 millones de dólares) y se identificó a 45.299 personas ocupadas en actividades culturales, cuya cifra equivale al 2,1% del total de personas ocupadas del país.

Teniendo en cuenta el peso económico del sector y conociendo sus propósitos de reforma del Estado, llamamos su atención sobre la necesidad y la importancia de tomar en cuenta el criterio de quienes hemos dedicado la vida a estas actividades, para lograr este objetivo. Confiamos en que de esa forma no se impondrán la improvisación ni tampoco fríos criterios tecnocráticos. No podemos retroceder.

Señor Presidente: la cultura es el alma de un pueblo. Por ello celebramos su decisión de invitar, por primera vez, a representantes de los pueblos indígenas de Costa Rica al acto de su juramentación.

En el alba de su gestión gubernamental, solicitamos un diálogo franco y respetuoso con las autoridades de gobierno antes de tomar decisiones que pueden tener graves consecuencias sobre el ya golpeado sector cultural.

Para firmar está carta, ingrese a https://form.jotform.com/221314987111047

 

Imagen: Semanario Universidad.