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Etiqueta: arte

Curso de edición de video para principiantes

Está abierta la inscripción para el Taller de Edición Audiovisual para Principiantes que facilita el cineasta Alejandro Ferlini Cartín. Se realizará mediante la plataforma Zoom.

El taller inicia este 19 de setiembre y está compuesto por 4 sesiones, una por semana los sábados a las 2 pm. El costo es 20 mil colones o 35 $USD.

El taller busca dar herramientas básicas de edición mediante el software profesional Adobe Premiere. Las personas que participen obtendrán conocimientos y técnicas que permiten manejar este programa y así editar videos de su trabajo, estudio o para la vida cotidiana y exploración personal. Además, se brinda una sección teórica durante las diferentes sesiones que ayudan a tener una base creativa y conceptual sobre el arte de la edición y el montaje cinematográfico.

Alejandro Ferlini estudió cine en Buenos Aires, Argentina, entre 2016 y 2018 y se graduó como realizador integral de cine y TV. Ha participado con diferentes cortometrajes en festivales de cine en Latinoamérica y Europa incluido el Costa Rica Festival Internacional de Cine en diversas ocasiones. Es productor y director audiovisual independiente y ha participado como editor para programas de la UNED, Canal UCR, TeleSur y programas independientes transmitidos por Canal 13.

Las inscripciones se mantendrán abiertas hasta el 19 de setiembre a la 1 pm.

Para más información:
majandrofcs@gmail.com
Whatsapp: 83712985

UCR: Artistas nacionales e internacionales unieron esfuerzos para realizar el FestArt 2020

Proyecto es impulsado por el Recinto de Grecia de la UCR

La obra «De pueblo» de Xibalbalog Producciones será transmitida el lunes 7 de setiembre a las 8:00 p.m.

Del 4 al 13 de setiembre se realizará la séptima edición de Festival Artístico Internacional (FestArt), un proyecto que reúne una serie de artistas que llevan el arte a las comunidades.

En esta oportunidad, se presentarán 15 espectáculos que serán puestos a disposición de la población por medios virtuales, esto debido a la situación mundial que se atraviesa con la pandemia.

De esta forma, el festival contará con presentaciones de ocho agrupaciones nacionales y de representaciones de Honduras, El Salvador, Guatemala, México y por primera vez una agrupación de España. Además, el espectáculo de clausura que será transmitido en vivo, es una puesta en escena de la productora Fin de Impro y tendrá un elenco compuesto por artistas de Perú, Argentina, Uruguay, España, México y Costa Rica.

Según la Licda. Laura Santamaría, productora del FestArt, las propuestas artísticas que se presentarán están enfocadas a diferentes públicos, hay dos espectáculos infantiles, dos conciertos para todo público y otros que abarcarán temas de género, luchas sociales e improvisación.

Santamaría destacó que este año fue todo un reto lograr montar el FestArt, ya que después de varias propuestas se logró “negociar con diferentes grupos nacionales e internacionales para obtener espectáculos pre grabados y trasmitirlos en diferentes horarios durante 10 días. Así, con el apoyo desinteresado de artistas y equipo, logramos la nutrida programación que tenemos” aseguró.

Explicó que todo el proceso ha sido un aprendizaje constante, ya que el equipo de producción tuvo que capacitarse en redes sociales, manejo de plataformas digitales, manejo de audio y video y programas de edición, entre otros. “Todo el equipo de producción se volcó a la virtualidad, a reunirnos por diferentes medios y a potenciar las habilidades y destrezas de cada uno. También, contamos con el apoyo del productor Luis Carlos Silva, quien nos brindó asesoría y ha trabajado con nosotros en cada una de las áreas”.

Según Santamaría, el FestArt virtual es un intento para no dejar caer el festival y mantener su constancia y presencia en las comunidades de Occidente, pero en el proceso de grabación se extrañó mucho la presencialidad “tener a los artistas y al público en esa magia y sinergia que se crea cuando compartimos un solo espacio” aseguro.

Todos los espectáculos del FestArt estarán disponibles en el canal de YouTube FestArt UCR, las personas interesadas deben ingresar al link el día y la hora del espectáculo de su interés. En el caso del espectáculo de cierre, programado para el domingo 13 de setiembre a las 7:00 p. m. quienes deseen verlo deberán enviar un mensaje al whastapp +506 70193282 o un correo a festart.ucr@gmail.com para solicitar el acceso a la plataforma zoom y disfrutarlo en vivo.

El FestArt 2020 es un ejemplo de que la Acción Social de la Universidad de Costa Rica continúa trabajando y busca opciones para estar en contacto con las poblaciones que atiende.

El programa de espectáculos lo puede consultar aquí.

 

Grettel Rojas Vásquez
Periodista, Sede de Occidente

Cursos de Arte y Derecho se unen para plasmar y educar sobre el control social

Los productos finales serán divulgados en redes sociales con el fin de efectuar una educación jurídica popular

El proyecto se trabajó de manera remota a causa de la pandemia. Foto: Karla Richmond.

Estudiantes de los cursos Derecho Penal I, impartido por la profesora Rosaura Chinchilla Calderón y Taller Gráfico I de la profesora Eugenia Picado MayKall, realizaron un proyecto conjunto a distancia durante el primer semestre del 2020.

El trabajo consistió en que a partir de obras literarias y audiovisuales los estudiantes de Derecho reflexionaron sobre el “control social” y con el apoyo de los de Diseño se elaboraron infográficos que se pudieran divulgar en redes sociales.

Según explica Chinchilla, el control social se ejerce en los grupos humanos para mantener el status quo, es decir, para preservar un orden conveniente a quienes tienen el poder. Puede efectuarse a través de mecanismos institucionalizados como fuerzas policiales, la escuela o la ley o por medio de prácticas reforzadas por la familia, los medios de comunicación o las religiones.

La propuesta la realizó la profesora Picado y posteriormente se tomó la decisión de enfocarse en el control social, esto debido a que es uno de los temas que se desarrollan en el curso de Derecho Penal I.

“En el curso enfatizamos sobre todas las consecuencias que trae el control social y el autoritarismo en la sociedades, entonces decidimos que sobre este tópico en particular se iba a realizar el trabajo conjunto”, comentó la profesora Chinchilla.

No es la primera vez que la profesora Picado realiza proyectos de este tipo pues anteriormente ha colaborado con carreras como Ciencias de la Comunicación Colectiva, Microbiología, Trabajo Social y distintos centros de investigación a lo interno de la Universidad.

“Me parece muy importante darles a los estudiantes una experiencia lo más próxima a su ejercicio profesional y esto lo hago mediante esta idea de traer clientes reales y además la colaboración de nosotros como docentes y unidades académicas a lo interno de la U” agregó la docente de Diseño Gráfico.

Para Joselyn Morales Castillo, estudiante de Derecho, fue una experiencia importante pues les permite explorar áreas distintas a las que se desenvuelven, “en todas las áreas es importante la interdisciplinariedad, construir en conjunto da muchos mejores resultados que si se trabaja por separado en cada área”.

“Esto para mi fue muy enriquecedor, algo que me permitió ir más allá. Es algo que en la universidad me gustaría que pasara mucho más” dijo el también estudiante de derecho José Miguel Espinoza Carrillo.

Por su parte, Mariana Carrillo Viales de Diseño Gráfico dijo que “los proyectos interdisciplinarios son indispensables porque cuando se está estudiando uno se centra demasiado en su propia carrera y no ve las posibilidades que ofrece trabajar con alguien más”.

Para este proyecto se utilizaron obras como La peste (Camus), 1984 (Orwell), El extranjero (Camus), El cuento de la criada (Atwood), El control del SIDA y el problema de la estigmatización (Granados), Ciudad de Dios (Lund y Meirelles) y Joker (Phillips), entre otros.

 

David Esteban Chacón León,
Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información

Voz experta UCR: El COVID-19 y el sector cultura: aplaudir no alcanza

Por Priscilla Carballo Villagra, profesora de la Maestría en Artes, UCR

La crisis económica actual ha afectado radicalmente al sector cultura. No obstante, este es uno de los grupos más solidarios en la crisis: pusieron a disposición sus películas, dan conciertos fines de semana, leen cuentos en línea, comparten sus montajes y espectáculos, escriben canciones sobre la crisis y, con su trabajo, nos hacen sonreír

Priscilla Carballo Villagra, profesora de la Maestría en Artes, UCR.

Las expresiones culturales son producto y reflejo de las dinámicas sociales, son espacios donde las personas de las artes se hacen preguntas sobre la condición humana. Temas como el amor, la muerte, las condiciones políticas y las guerras han estado presentes en las manifestaciones artísticas como preguntas inminentemente humanas.

Las artes en toda su diversidad están cada día en la vida de las personas. Por ejemplo, basta transitar una calle o tomar un bus, para estar expuestos a la música, a un texto, a una imagen y a otras expresiones del arte.

¿Pero qué pasa con el arte en periodos de crisis como los actuales? El contexto de crisis económica, que se ha generado con la pandemia del COVID-19, ha afectado radicalmente a este sector por la cancelación de actividades colectivas y por los problemas económicos de la población que limitan sus posibilidades de invertir en actividades culturales. Este es un sector que está siendo y va a ser profundamente golpeado por la crisis, y con tiempos venideros realmente inciertos.

La sobrevivencia económica de las personas que se dedican al arte siempre ha sido un reto. Attali, por ejemplo, nos recuerda el caso de Mozart, un personaje fundamental en la historia de la música, pero que en su vida no estuvo cerca de tener estabilidad financiera:

“Nadie vivió más que Mozart la inseguridad del músico empresario, víctima de la despiadada censura económica a todo lo largo de su vida, uno de los primeros prisioneros del dinero abstracto, anónimo, del dinero vestido de negro. Pocos meses antes de su muerte, escribía aún: ‘En vez de pagar mis deudas, ¡sigo pidiendo dinero! […] A causa de mi enfermedad, no he podido ganar dinero. Pero debo añadir que a pesar de mi estado lastimoso, he decidido dar conciertos por suscripción en mi casa para poder hacer frente al menos a mis gastos cotidianos, porque estaba absolutamente convencido de tu ayuda amistosa. Pero hasta eso ha fallado. El destino está tan puesto contra mí —de hecho, únicamente en Viena— que ni siquiera cuando pongo todo de mi parte consigo ganar dinero’” (Attali, 1977, p. 106).

Hasta el día de hoy el escenario no ha cambiado de manera significativa, mucho menos en economías pequeñas como las centroamericanas, donde pocas personas pueden gastar dinero en asistir a una obra, comprar un cuadro, ir a un concierto o comprar libros.

En el actual contexto de crisis económica se habla de sectores que están siendo afectados como el turismo, las pequeñas empresas o los restaurantes. Pero poco se habla de los grupos de teatro que estaban a punto de estrenar una obra, de músicas y músicos que tenían conciertos programados en restaurantes, festivales y hoteles, de las editoriales independientes que publicaron nuevos libros recientemente, de cineastas que iban a proyectar en el Festival de Cine, de los teatros y cines alternativos que tuvieron que cerrar o de la labor de docencia que realizan todos y todas estas artistas para complementar sus ingresos, la cual no puede ser realizada de manera virtual fácilmente. Estas personas trabajadoras independientes vieron paralizadas sus economías y no se vislumbran medidas claras para ellas.

Históricamente, en el país no han existido políticas de protección para las personas trabajadoras de la cultura, ni seguros de desempleo, ni subsidios, y en esto el Estado costarricense ha fallado. En esta crisis tenemos la oportunidad de vencer esta deuda histórica y tomar medidas para apoyar la materialidad de la existencia de estas personas. Del arte se vive y son obreros del arte, por tanto, sus condiciones deben ser atendidas como con cualquier otro sector laboral.

Justamente, esta omisión del Estado sobre la condición de las personas trabajadoras del mundo del arte se debe a dos elementos: en primer lugar, a una limitación estatal y social para comprender el arte como trabajo remunerado y base de subsistencia de las personas que se dedican a él. Y, en segundo lugar, por acciones estatales que jerarquizan y priorizan unos empleos sobre otros, así como un modelo de productividad sobre otro. Desde estos parámetros solo algunos empleos merecen ser protegidos. Es decir, se remite a la urgencia de “rescatar” de la crisis a sectores productivos y laborales prioritarios, y el sector del arte nunca lo es. Se asumen sus productos como bienes de segundo orden, y se deja a la libre del mercado la existencia o no de estos emprendimientos. En esta priorización existen premisas violentas que generan precarización de dicha población laboral.

Irónicamente, a pesar de la dureza de las condiciones, este es uno de los sectores más solidarios en la crisis y que ha estado más presente en la cotidianidad de las clases medias que se han podido quedar en casa. Estos y estas artistas han puesto a disposición sus películas, han dado conciertos fines de semana, han leído cuentos en línea, han compartido sus montajes y espectáculos, han escrito canciones sobre la crisis y el encierro, y nos han sacado una sonrisa moviendo recuerdos y vivencias a partir de su trabajo.

Algunas grandes empresas quieren capitalizar los esfuerzos de las y los artistas para hacer crecer sus redes sociales empresariales. Les proponen hacer presentaciones virtuales desde las plataformas de sus empresas, sin ofrecer nada más; ofrecen visibilidad, como si esto diera de comer. Hacer estas propuestas es irrespetuoso, es seguir sin entender el arte, verlo como el show gratis o como mero espectáculo, sin aportar nada a la dura situación que el sector enfrenta.

Este grupo va a ser posiblemente uno de los que va a retomar labores con más dificultad, por la necesidad de colectividad en su trabajo, porque trabajan desde y con su cuerpo, y en este contexto el contacto corporal es visto como un peligro. Entonces, ¿cómo se hace danza o música sin tocarse entre sí? ¿Cómo se hacen los montajes manteniendo la distancia? ¿Y cómo se agrupa al público para un espectáculo? Si ya generar taquilla es un reto en estos países, ahora con un aforo de 50 % esto resulta imposible.

Aplaudir no basta, nunca ha bastado. Para ellos y ellas el arte es una forma de vida, no es algo recreativo que se hace en el tiempo libre, es parte de lo que son y de lo que hacen. Se necesita una institucionalidad que asuma y comprenda las particularidades del sector, que contemple acciones concretas e inmediatas en elementos básicos de su condición laboral. Es urgente una legislación específica para el sector, la cual contemple formas de cobertura específicas en temas como seguridad social, seguros, subsidios de desempleo, licencias de maternidad. Pero, además, en esta coyuntura es urgente elaborar estrategias para invertir y dinamizar el espacio de la cultura cuando podamos retomar los espacios públicos.

Como ciudadanos y ciudadanas que nos nutrimos de las expresiones culturales, debemos exigir estos apoyos para el sector y no dejarlo solo en este proceso, pues las expresiones culturales construyen ciudadanía y dinamizan el espacio social. La cultura no es gratis y es un deber del Estado invertir en ella, pues con estas acciones se está garantizando un derecho humano: el derecho a participar en la vida cultural y a gozar de las artes.

Fuente
Attali, J. (1977). Ruidos: Ensayo sobre la economía política de la música (1. ed. En español). Siglo Veintiuno Ed.

 

Mtr. Priscilla Carballo Villagra
Mtr. Priscilla Carballo Villagra, socióloga, profesora de la Maestría en Artes, UCR

Clases virtuales de teatro

Teatro La Cambusina comunica:

Clase introductoria gratuita este miércoles 3 de junio de 8pm a 9pm.

Inscripción al 859330384

Costo 10.000 colones, 4 sesiones al mes.

Este miércoles 3 de junio a las 8 pm se inicia con una primera clase gratuita. A las personas interesadas y que se comuniquen mediante el número 859330384 se le enviará el enlace para la clase virtual. Es un taller para personas adultas.

Luego de esa clase quienes tengan interés en el taller hacen el depósito por Sinpe al 859330384. 10 mil colones por persona.

El taller consiste en 4 sesiones de 2 horas. PARA PRINCIPIANTES. El objetivo es acercarles a la magia del teatro y explica nuestro proceso en la creación de un personaje.