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Etiqueta: educación

La democracia del crustáceo y el síndrome Shakira

Manuel Hernández

El Estado Social y Democrático, más allá del Estado Liberal de Derecho, no solo consagra las libertades civiles, sino que, además, reconoce las libertades democráticas y garantiza la realización de los Derechos Fundamentales, particularmente los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Aquel modelo de Estado asegura el ejercicio de esos derechos, interviniendo el tejido social y económico, mediante la ejecución de políticas y acciones públicas, con la finalidad de alcanzar la libertad y la igualdad real de las personas, y resolver los conflictos sociales, desde la perspectiva de la solidaridad y la justicia social.

La legitimidad del Estado Democrático se radica en el cumplimiento de esos intereses y valores superiores.

Un Estado que no cumple esas expectativas pierde legitimidad democrática.

La educación, sin duda, constituye un derecho fundamental de cualquier ordenamiento democrático.

Nuestra Constitución Política no se limitó a declarar la gratuidad y obligatoriedad de la educación, costeada por el Estado.

Con el propósito que ese cometido no se convirtiera en una mera declaración poética, la misma Constitución instrumentó un dispositivo tendiente a darle sostenibilidad presupuestaria a la educación pública, a merced de las sucesivas reformas de su artículo 78.

En un primer momento, a finales del siglo pasado (1997), se enmendó esa norma constitucional, asignándose a la educación pública un presupuesto mínimo del 6% del Producto Interno Bruto (PIB).

El legislador constituyente no se conformó con ese porcentaje, y varios años después, en 2011, con el objetivo de fortalecer la educación, volvió a reformar la norma constitucional, incrementando en dos puntos porcentuales la asignación presupuestaria, llevándola a un mínimo del 8% del PIB.

Desafortunadamente, la trascendental reforma ha sido impunemente violentada, año tras año, en virtud de que el legislador presupuestario nunca le ha fijado a la educación ni siquiera el porcentaje mínimo que ordena el precepto constitucional.

Por contrario, principalmente, en los últimos cuatro años, la asignación presupuestaria decrece cada vez más, llegándose a fijar una partida muy por debajo, ya no de la última reforma constitucional, sino del 6% de PIB.

Para el próximo período 2025, se estima que la asignación será todavía más deficitaria, marcando ya un punto de inflexión inasumible.

Este insufrible retroceso de los recursos destinados a la educación pública tiene gravísimas consecuencias en el desarrollo económico, social y humano del país, afectando intensamente la condición de los sectores más vulnerables.

Por desventura, ese retroceso no solo erosiona dicho derecho fundamental, sino que también han corrido la misma suerte, otros derechos fundamentales y libertades democráticas, entre ellos la huelga y la negociación colectiva.

El Estado Social y Democrático se viene trasmutando en la democracia del cangrejo, cuyo proceso regresivo aceleró obscenamente la Regla Fiscal, manifiestamente contraria a la Constitución.

Pero, la democracia del crustáceo ha tenido de compañera de viaje, de la mano, sin la cual no hubiera sido posible que involucionara hasta ese punto de retroceso, la pasividad y hasta la indiferencia de la ciudadanía, como si la bronca no fuera con nosotros, contra nosotros, cuya ciudadanía está siendo disciplinada por un bellaco, “outsider” y esmirriado jaguar.

Una ciudadanía, desde el punto de vista político, que sufre el síndrome Shakira: ciega, sorda y muda.

Antón Chéjov respondiendo un cuestionamiento acerca de la “sociedad fallida”, manifestó que la democracia no se adecua a una sociedad de ignorantes, en la que la mayoría ignorante decide su porvenir.

¿Será qué nos convertimos en una “sociedad fallida?”

La pregunta que me formulo, y quiero compartir con ustedes, es la siguiente: ¿Estaremos aun a tiempo de recuperar la democracia?

Y hasta aquí llego, porque como se lamenta la canción de Shakira: “Se me acaba el argumento y la metodología.”

Yamileth González ex-rectora de la UCR llama a fortalecer el Pacto Nacional por la Educación Pública

SURCOS comparte el llamamiento de la ex-rectora de la UCR:
Compañeras y compañeros, creo que la crisis que vive el país, provocada, en parte, por el gobierno requiere de nuestra participación. El 7 de agosto, en la mesa del PACTO NACIONAL por la Educación, en un acto de unidad, más de 130 representantes de casi 40 organizaciones, después de un análisis de la crisis educativa por la que atraviesa el país y frente a la ausencia de respuestas del gobierno actual, llegó al consenso de que ya es hora de actuar y salir en defensa de la educación pública, que es el momento de frenar las múltiples agresiones que vive la institucionalidad pública nacional.

Las organizaciones firmantes del acuerdo (sindicatos del magisterio, de la CCSS, del ICE, del sector agrícola, federaciones estudiantiles, rectores de las universidades públicas, estudiantes de secundaria …) están convocando a todas las personas que habitan el territorio nacional, a salir a las calles y participar en una serie de movilizaciones programadas para los días 28 y 29 de agosto. El día 28 se llevará a cabo una movilización nacional en San José y el 29 será regional.

La situación que vive Costa Rica, actualmente, requiere de la participación de todas las personas; hay que sumar fuerzas en defensa de nuestra educación y de toda la institucionalidad pública. Tenemos que hacer de esta movilización, una de las mayores manifestaciones de nuestra historia reciente, que le demuestre al gobierno que, en este país, estamos listos para defender el Estado Social de Derecho, que mucho pensamiento, luchas y sangre costó a quienes nos antecedieron.

Gobierno paga en intereses de deuda casi lo mismo que en educación

De cumplirse expectativa, hacia el cierre de año, país destinaría un 5% del PIB al pago de intereses de deuda, que representan 2,45 billones de colones.

UNA Comunica. 1º de agosto de 2024. Si las perspectivas se cumplen, a final de año, el país estará pagando solo en intereses de su deuda pública 2.451.952 millones de colones (2,45 billones de colones).

Este dato se acerca a lo que el propio gobierno prevé destinar para financiar la educación pública el próximo año, cuyo monto es de 2.521.023 millones de colones (2,5 billones de colones), según lo indicó el viceministro de Planificación del Ministerio de Educación Pública, Leonardo Sánchez, al periódico La Nación, luego de una audiencia del jerarca sobre este tema en la Comisión de Asuntos Hacendarios en la Asamblea Legislativa, el 16 de junio.

Esta situación casi que equipara lo que el país destina al pago de intereses de deuda y el financiamiento a la educación, manifestó el economista Fernando Rodríguez, coordinador del Observatorio Económico y Social de la Universidad Nacional (UNA).

“Desde un punto de vista de política fiscal, que estemos generando casi la misma cantidad de gastos financieros en el manejo de nuestra deuda que lo que otorgamos al financiamiento de la educación nos debe encender una alerta importante. Nosotros ya lo hemos advertido y lamentablemente no hemos encontrado eco en la parte política”, indicó Rodríguez.

El problema, agregó, es que al alto costo financiero que tiene el pago de intereses hace que el país deba destinar el uso de millonarios recursos para este fin, que de otra manera pudiese destinar a inversión social en áreas como educación, salud, infraestructura o seguridad.

Para el experto, una de las razones por la cuales el país se encamina hacia esa coyuntura es la falta de una política pública que contribuya a reducir, de manera progresiva, el peso que tiene el pago del financiamiento de la deuda pública dentro del Presupuesto Nacional. Y esa responsabilidad, debe asumirla el Gobierno.

Esta misma indicación se incluyó en el más reciente informe Análisis de la Coyuntura Fiscal del Observatorio Económico y Social de la UNA, dado a conocer este mes, en el que se hace un balance general sobre ingresos y gastos del Gobierno, al primer cuatrimestre de este año. Ahí se destaca, por ejemplo, que el pago de intereses de deuda interna y externa representa un 1,75% del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer cuatrimestre.

La preocupación con ese porcentaje es la manera como mes a mes va creciendo. “En general, el gasto en intereses de la deuda pública crece un 9,69% interanual a abril, lo que significa un crecimiento mayor al del año pasado, que fue de un 7,88%.

De persistir ese comportamiento, entonces, el porcentaje de intereses de deuda con respecto al PIB llegaría al 5%, que justamente significarían los 2,45 billones de colones.

“Hablamos de ingresos y de gastos, pero no nos hemos sentado a analizar por el fondo el costo de la deuda, que resulta carísima para nosotros”, analizó Rodríguez, al tiempo que advirtió que la situación pudiese ser aún peor si el tipo de cambio hubiese estado alto. “O sea, que todas las deudas en dólares que estamos pagando representan menos cantidad de colones, porque el dólar está más barato, pero a pesar de eso, los intereses siguen siendo muy altos”.

En paralelo, resalta el hecho de que, en el primer año de la actual administración, los diputados aprobaron la ley 10.332 Autorización para emitir títulos valores en el mercado internacional, mejor conocida como la ley de eurobonos, la cual facultó al Ministerio de Hacienda a colocar hasta $5.000 millones para acceder a préstamos externos en mejores condiciones de los que ofrece el mercado interno.

En su momento, uno de los argumentos del ministro de Hacienda, Nogui Acosta, para sumar los apoyos para la aprobación del proyecto, era que para el país resultaría más barato acceder a estas emisiones, y que esto tendría un efecto positivo en el peso del pago de intereses de la deuda.

Sin embargo, para Fernando Rodríguez, nada de esto ha ocurrido con los eurobonos. Ese mismo sentimiento fue compartido por los diputados que recibieron al jerarca de Hacienda, el 11 de julio, para que se refiriera al cumplimiento de los objetivos de la ley de eurobonos y donde la percepción fue que el instrumento no ha derivado en una disminución del endeudamiento nacional.

Panorama complejo

Atender el tema de la alta factura por pago de intereses de deuda pública no parece destacar en el horizonte político y de las prioridades del poderes Ejecutivo y Legislativo, para los próximos meses.

Por un lado, el gobierno ha centrado su atención en el proyecto de la ley Jaguar y su intención de someter a referéndum su contenido. Por otra parte, los legisladores en el actual periodo de sesiones extraordinarias han privilegiado la discusión de la agenda de seguridad. A las puertas del inicio de las sesiones ordinarias (de agosto a octubre) no está clara aún las prioridades del Ejecutivo.

Desde el Observatorio Económico y Social de la UNA se hace un llamado a evitar un debilitamiento del sistema tributario que pueda agravar el panorama fiscal. Ante ello, esta instancia propugna que no se apliquen nuevas exoneraciones de impuestos que vayan a contrapelo del objetivo de la estabilización de las finanzas públicas.

“Aunque el Gobierno llegara a la Asamblea Legislativa con una propuesta, no veo al Congreso en condiciones de aprobársela ya. Además, comienza a acercarse el periodo preelectoral también y todo eso influye”, agregó Rodríguez.

Mientras que el balance entre lo que el país gasta en el pago de intereses y lo que invierte en educación tiende a un equilibrio, el porcentaje del PIB que se prevé para el 2025 en materia educativa sería de apenas un 5,25%, muy alejado de lo que la Constitución Política establece y cuyo mínimo debería ser un 8% de la producción.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Costa Rica: Un gobierno que se olvidó de lo social, la educación, la salud y la seguridad

Gabriela Bolaños

Gabriela Bolaños

En los últimos años, Costa Rica ha sido un faro de estabilidad y bienestar en América Central, conocido por su compromiso con la educación, la salud y la seguridad social. Sin embargo, en la actualidad, muchos ciudadanos sienten que su país se está desmoronando bajo el peso de un gobierno que parece haber olvidado sus responsabilidades fundamentales. La crisis en los sectores sociales, educativos, de salud y de seguridad es evidente y alarmante, y plantea serias preguntas sobre el futuro del país.

La educación: un pilar en peligro

Históricamente, Costa Rica ha sido un ejemplo a seguir en términos de educación. Con una inversión significativa en este sector, el país logró tasas de alfabetización superiores al 97% y una educación pública accesible para todos. Sin embargo, en los últimos años, los recortes presupuestarios y la falta de inversión han comenzado a socavar este pilar fundamental.

Las escuelas públicas enfrentan una escasez de recursos, lo que se traduce en infraestructuras deterioradas, falta de materiales didácticos y una creciente carga de trabajo para los docentes. Muchos educadores se sienten desmotivados y subpagados, lo que afecta directamente la calidad de la enseñanza. La brecha entre la educación pública y privada se amplía, dejando a los estudiantes más vulnerables en una situación de desventaja.

La salud: un sistema en crisis

El sistema de salud costarricense ha sido durante mucho tiempo un modelo en la región, pero actualmente se enfrenta a desafíos sin precedentes. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), responsable de la atención médica pública, se encuentra al borde del colapso. La falta de personal médico, el aumento de las listas de espera y la escasez de medicamentos son solo algunas de las preocupaciones que han surgido en los últimos años.

Los recortes en el presupuesto de salud y la falta de atención a las necesidades de los trabajadores de la salud han llevado a un agotamiento generalizado en el sector. Los médicos y enfermeras, que antes eran considerados héroes, ahora enfrentan condiciones laborales precarias y salarios que no reflejan su arduo trabajo. La pandemia de COVID-19 expuso aún más las debilidades del sistema, y muchas personas ahora se sienten desamparadas al buscar atención médica.

La seguridad: un reto creciente

La seguridad ha sido otra área donde el gobierno ha fallado en brindar la protección que los ciudadanos merecen. A medida que la delincuencia y la violencia han aumentado, muchos costarricenses sienten que su seguridad está en peligro. Las estadísticas de criminalidad han mostrado un incremento alarmante en delitos como el robo, el narcotráfico y la violencia doméstica.

La falta de recursos para las fuerzas policiales y la ineficacia de las políticas de seguridad han dejado a la población vulnerable. Los ciudadanos se sienten cada vez más inseguros en sus comunidades, lo que ha llevado a un aumento en la percepción de que el gobierno ha perdido el control sobre la situación. La falta de confianza en las instituciones de seguridad ha generado un ciclo de miedo y desesperación.

Un gobierno desconectado

La desconexión entre el gobierno y la ciudadanía es palpable. Muchos costarricenses sienten que sus voces no son escuchadas y que sus necesidades no son atendidas. Las promesas de campaña sobre mejoras en la educación, la salud y la seguridad han quedado en el aire, y la frustración ha llevado a un creciente descontento social. Las protestas y manifestaciones han aumentado, reflejando un llamado a la acción por parte de un pueblo que ya no puede soportar la falta de atención a sus problemas más apremiantes.

El gobierno, en lugar de abordar estas preocupaciones, parece centrarse en intereses políticos y económicos que no benefician a la población en general. Las decisiones son tomadas sin consultar a los ciudadanos, y los recursos se distribuyen de manera desigual, favoreciendo a unos pocos en detrimento de la mayoría.

La esperanza de un cambio

A pesar de la situación actual, los costarricenses no han perdido la esperanza. La sociedad civil, organizaciones no gubernamentales y grupos comunitarios están trabajando arduamente para abordar estos problemas y buscar soluciones. La educación, la salud y la seguridad son derechos fundamentales que deben ser garantizados para todos, y la presión sobre el gobierno para que cumpla con sus responsabilidades es más fuerte que nunca.

La participación activa de los ciudadanos en la política y en la toma de decisiones es crucial para revertir esta tendencia. Es necesario que el pueblo exija rendición de cuentas y que los líderes políticos se comprometan a priorizar el bienestar social por encima de intereses personales o partidistas.

Conclusión

Costa Rica se encuentra en un punto crítico. Un gobierno que se ha olvidado de lo social, la educación, la salud y la seguridad está poniendo en riesgo el futuro del país. La crisis en estos sectores no solo afecta a las generaciones actuales, sino que también amenaza el legado de bienestar y paz que Costa Rica ha construido a lo largo de los años. Es hora de que el gobierno escuche a su pueblo y actúe con urgencia para restaurar la confianza y asegurar un futuro mejor para todos los costarricenses. La historia de Costa Rica no tiene por qué ser una de desesperanza; con un compromiso renovado hacia lo social, el país puede recuperar su rumbo y seguir siendo un ejemplo en la región.

ANEP felicita al SEC en su 55 aniversario – ¡Larga vida al SEC!

Albino Vargas Barrantes en su condición de secretario general del ANEP, extiende una gran felicitación al Sindicato de Educación Costarricense (SEC) que está cumpliendo 55 años desde su creación en pro del sector educativo costarricense.

Hace referencia a que estas organizaciones tienen coincidencias en cuanto a los desafíos que atraviesa la democracia costarricense, y por tanto se espera que juntos concreten en la acción esas coincidencias.

Por su parte, el secretario general adjunto del ANEP, Walter Quesada Fernández, envía un mensaje de motivación al SEC para que sigan trabajando en defensa de la clase trabajadora y la lucha social. 

¡Felicidades SEC!

Arnoldo Mora respalda palabras del rector Gustavo Gutiérrez Espeleta

Estimado y respetado señor Rector Gustavo Gutiérrez Espeleta: sus lúcidas y patrióticas palabras, se inspiran en el espíritu de Rodrigo Facio, y en las mejores ideas y principios de aquellos maestros, que han hecho grande a la Universidad de Costa Rica.

Puede estar seguro señor Rector, que usted no está solo; la gran mayoría del pueblo costarricense en cuyas venas corre la sangre de los héroes de 1856, se identifican con su actitud y sus palabras.

Reciba nuestro apoyo solidario y fraterno.

Arnoldo Mora Rodríguez

SURCOS comparte el video en el cual el rector de la Universidad de Costa Rica expone los conceptos a los cuales se refiere el doctor Arnoldo Mora Rodríguez.

¡200 años de gloria, 200 años de historia, pero en 2 años de gobierno, nos tiran la demoledora!

¿Por qué marchamos el 25 de julio en Nicoya?

  • La conmemoración histórica de la Anexión hace 200 años, fue un acto de visión y valentía, nos preguntamos si la clase política actual posee la misma capacidad del pasado. 
  • Costa Rica ha olvidado una democracia que busca el bienestar de todas las personas, promoviendo la producción con una justa distribución de la riqueza y en armonía con el medio ambiente. 
  • La educación pública vive la peor crisis en los últimos 40 años, pero la Ministra de Educación censurada en el parlamento ha contribuido a la precarización de la educación primaria , secundaria y universitaria. 

Como ciudadanía activa, hoy 25 de julio, nuestra responsabilidad es escuchar las diversas voces de Guanacaste, comprender sus desafíos y aspiraciones, y comprometernos a resolver las deudas históricas que no pueden esperar otros 200 años. Si bien celebramos la reapertura del puente del Tempisque, debemos también construir puentes de respeto y diálogo con las comunidades fuera de San José. Es crucial reconocer que las soluciones no están solo en la capital, mientras problemas como el desabastecimiento de agua en Guanacaste y la falta de avance en compromisos históricos persisten sin resolverse adecuadamente.

Por ejemplo, en 2016, las comunidades de Playas Hermosa y Panamá enfrentaron una crisis de agua debido a la sobreexplotación y salinización del acuífero. En Playas del Coco, la comunidad ha alertado sobre la extracción de agua para un proyecto residencial de lujo, Azul Paraíso, que se vendió sin contar con agua potable. También se han construido pozos ilegales en Condominios del coco, y hay desabastecimiento en otras zonas de Sardinal de Carrillo. A esta problemática se suman el desempleo, la gentrificación, la violencia, la pobreza y la crisis climática, que afecta con sequías severas y constantes amenazas de incendios forestales. En 2021 se atendieron 24 incendios forestales, y en 2022, 89, con la pérdida de 3,742 hectáreas de bosque en la provincia.

Como país, no podemos ignorar los datos que desafían cualquier discurso político. Como dice el presidente Rodrigo Chaves, «dato mata relato». En 2023, los homicidios en Costa Rica aumentaron casi un 40% respecto al año anterior. Las listas de espera en la CCSS superan los 1.200 mil pacientes, y más de 900 centros educativos enfrentan cierres técnicos o sanitarios. La falta de apoyo al sector productivo nacional, la intención de modernización y venta de activos estatales como ICE, RECOPE y BCR, son preocupantes. 

Según el INEC, la pobreza general en 2023 afecta al 23.6% de la población, mientras que la pobreza extrema afecta al 6.5%. La brecha entre producción y empleo se amplía, con un índice del PIB del 13% en 2023, pero un -3% en empleo. La dependencia económica está concentrada en el crecimiento de las zonas francas.

Estos datos representan comunidades y familias a las que se les niega un futuro mejor. Por ello, diversas organizaciones de sectores sociales y productivos creemos que es hora de que los liderazgos políticos reconozcan la gravedad de la situación, abandonen el ego y actúen para resolver la crisis que se ha profundizado en el actual gobierno. 

Este gobierno ha deforestado Gandoca-Manzanillo, no ha construido hospitales, ha ignorado la demandas ciudadanas, atacado y censurado a quienes piensan diferente, recortado presupuestos esenciales para educación y debilitando el papel de los tres Poderes del Estado y la participación ciudadana. Según el último informe del Estado de la Nación (2023), Costa Rica está sumida en inmediatez y ha descuidado su rumbo, poniendo en riesgo los logros históricos como los 200 años de la anexión.

En los últimos dos años, el Poder Ejecutivo ha realizado recortes presupuestarios significativos al sector educativo, dejando a sus trabajadores luchando con recursos limitados para ofrecer una educación de calidad. La actual jerarca del Ministerio de Educación CENSURADA por Asamblea Legislativa, ha contribuido a la precarización de la educación primaria, secundaria universitaria, en lugar de esforzarse por reducir la brecha entre la educación pública y privada.

La centralización y los recortes presupuestarios también han afectado negativamente la diversidad de las expresiones artísticas y socioculturales en nuestro territorio. La gentrificación y el uso de la cultura como moneda de cambio para favores políticos han dañado directamente el tejido social y creativo que constituye nuestra identidad, reduciendo nuestras expresiones y talentos al servicio de la comercialización hotelera y del turismo. En este escenario de incumplimiento de las promesas del contrato social, es crucial que entendamos que el debilitamiento de las instituciones públicas y las reformas que afectan su propósito esencial no solo dañan nuestro sistema democrático, sino que también aumentan la desigualdad social, la inseguridad y la pobreza.

Hacemos un llamado URGENTE a la unidad nacional y a la acción en las calles. La protesta social es un derecho humano que nos permite ejercer control político y expresar nuestras inconformidades frente a un gobierno que cierra sus puertas a la participación y al diálogo social.Debemos defender activamente nuestras instituciones, activar los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas, y superar las diferencias sectoriales y partidarias para alzar la bandera de Costa Rica en favor de las mayorías.

¡QUE VIVA EL TEMPISQUE, QUE VIVAN LAS PERSONAS ESTUDIANTES, PERO QUE VIVA MAS GUANACASTE QUE RESISTE CONTRA GIGANTES!

UCR insta a trabajar de manera colectiva para solucionar los problemas nacionales en educación

La UCR reiteró su compromiso con el fortalecimiento del sistema educativo del país y el apoyo a todas las personas que han luchado, luchan y lucharán por una enseñanza de calidad y accesible para toda Costa Rica. Imagen con fines ilustrativos. (Foto: Laura Rodríguez, OCI)

Alejandra Amador Salazar, Periodista

Mediante un pronunciamiento aprobado la mañana de este martes, el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR) insta a las autoridades gubernamentales a trabajar de manera conjunta con todos los sectores involucrados en el ámbito educativo de forma que se puedan abordar los problemas nacionales, con una visión integral y participativa, gestada desde el dialogo horizontal y respetuoso entre las partes.

Como institución Benemérita de la Cultura y la Educación costarricense esta casa de estudios superiores está sumamente preocupada por la grave crisis que se presenta en los diversos ciclos del sistema educativo público de nuestro país, producto de rezagos históricos, los efectos del denominado “apagón educativo” y la pandemia, lo cual se manifiesta en las debilidades de gestión, disminución del financiamiento, el deterioro en la infraestructura, bajos niveles de conocimiento y los resultados educativos en diversas pruebas nacionales.

La UCR reconoce que la educación pública ha sido uno de los pilares fundamentales de nuestro Estado Social de Derecho y favorece tanto la movilización social de todos los sectores en especial los más vulnerables, así como el logro de las aspiraciones de desarrollo del país.

Sin embargo, en este momento se muestra inquieta por la ausencia de un documento técnico que marque la ruta para abordar la crisis educativa que afrontamos; y por los cuestionamientos a la gestión de la Ministra de Educación Pública, Anna Katharina Müller, entre ellos el voto de censura que aprobó la Asamblea Legislativa el pasado 17 de julio.

En ese sentido, el Consejo Universitario destacó la enorme responsabilidad que recae sobre los hombros de la persona a cargo del Ministerio de Educación Pública, quien debe velar por el cumplimiento de la Constitución Política de la República de Costa Rica y la Ley Fundamental de Educación, garantes del derecho a una enseñanza pública de calidad, inclusiva y accesible para todas las personas estudiantes.

Para el Órgano Colegiado, es vital promover el diálogo y que la Ministra escuche a las partes para alcanzar un acuerdo nacional sobre el desarrollo del sistema educativo, que logre superar los problemas históricos evidenciados.

Autonomía del Movimiento Estudiantil

De igual manera, el Consejo Universitario reafirmó la importancia de garantizar la autonomía del Movimiento Estudiantil como un principio inviolable que debe ser protegido, y respetar su derecho a la libertad de expresión mediante un diálogo abierto y constructivo.

Asimismo, reconoce que en la historia costarricense los diversos movimientos estudiantiles han sido agentes que contribuyen a la sensibilización frente a los problemas nacionales, promueven el cambio social, el fortalecimiento del sistema democrático y son un pilar fundamental en la defensa de la educación superior pública.

De esta manera, el Órgano Colegiado respeta la voz del movimiento estudiantil, la cual debe enmarcarse dentro de las reglas del respeto mutuo, la escucha atenta y la argumentación rigurosa propia del estudiantado universitario.