No es casualidad que la raíz de la palabra patrimonio sea la misma que la de patriarcado.
Ya lo decía Walter Benjamin, en la introducción a La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (2012) nociones heredadas (y añado rancias) de las artes como “genio” “legado” y “valor de eternidad” son comúnmente instrumentalizadas por el fascismo y las ideologías dominantes.
Esto lo demuestran la mayoría de monumentos conmemorativos y la arquitectura patrimonial, que, aunque se supone cumplen la función de guardar “la memoria nacional” o hacer presente relatos o valores que como sociedad requerimos para constantemente repensarnos, en cambio se levantan incuestionables e irreflexivos, siendo las más de las veces producto de decisiones políticas unilaterales, con nula participación ciudadana y escaso criterio profesional o técnico.
Todos esos dispositivos situados arbitrariamente en el espacio público y sacralizados, en realidad tienen una función muy distinta: legitiman un poder, un relato histórico o una cultura de clase. Más cuando vemos como el poder político o económico los utiliza como arma arrojadiza para desviar y deslegitimar los reclamos necesarios y justos de las manifestaciones del 8 de marzo. Bajo el pretexto de la defensa del patrimonio en realidad se defiende una hegemonía patriarcal, se exculpa una deuda histórica del estado por la equidad y de la responsabilidad institucional por violencia y asesinatos que tienen una causa estructural.
Es claro que la mayoría de esos “indignados” que replica esa instrumentalización patriarcal (desde los que se sitúan en la sombrita del poder, hasta los robots de redes sociales) no les interesa la memoria, el carácter intangible de lo patrimonial, por eso lo instrumentalizan dañándolo aún más que un grafiti que se borra en una mañana.
Pero, además, nadie se indigna por la mala gestión del mismo ni por los anuales recortes al sector cultura ni la precarización de los y las artistas, menos porque se roben las placas de monumentos o los orinemos “los maes”.
Mucho menos les interesa preguntarse por la naturaleza del patrimonio y llegar a la raíz del asunto: ¿Quién lo puso ahí? ¿qué representa? ¿qué valores transmite? ¿por qué debemos mantenerlo? En países con pasados dictatoriales estas preguntas han sido urgentes y han desembocado en una consecuente remoción de muchos “legados”, en realidad símbolos de opresión. También lo hemos visto de forma reciente en las reivindicaciones raciales en toda América. Esos monumentos, las más de las veces se constituyen en símbolos déspotas de una violencia sistemática reacia a exprimirse: ha sido necesario el enojo para señalar su presencia.
Aquí, en el nuestro país, no ajenos a pasajes oscuros en nuestra historia, esas preguntas no se hacen y hemos presenciado sin alterarnos, al contrario, como se sepulta la acción valiente de los y las estudiantes que se levantaron en contra de la dictadura de Tinoco con un ocurrente y especulativo Barrio Chino. Vemos como Diputados de la República legitiman el fascismo de León Cortés filmándose orgullosos a sus pies o la inoperancia de un Ministerio de Cultura que no le preocupa que un monumento a Vázquez de Coronado se levante a escasos metros de sus instalaciones…. incluso la ministra le dejó flores a Isabel la Católica el 12 de octubre de espalda a nuestras culturas prehispánicas.
Lo cual me hace pensar que en realidad no molesta el daño al patrimonio, les molesta el mensaje subrayado en su justo emplazamiento: en la apropiación de estos dispositivos simbólicos que hace de ese necesario e inevitable reclamo una evidencia contundente de las raíces patriarcales de nuestra sociedad y las deudas históricas del estado.
La defensa de la patria y la búsqueda por silenciar las reivindicaciones coinciden bajo interés muy claro de perpetuar un dominio, un colonialismo interno que encuentra un justo desafío en la deconstrucción de sus símbolos.
Dr. Pablo Bonilla Elizondo. Doctor Cum Laude en Arte: Producción e Investigación de la Universidad Politécnica de Valencia. Profesor e investigador de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica en las áreas de arte público, semiótica y teoría del arte.
Referencias.
Benjamin, W. (2012). La obra de arte en la época de su reproducción técnica. En Obras Libro /vol 2. Madrid: Abada Editores.
La Alianza de Comunidades por la Defensa del Agua publicó un desplegable en el cual describe su actividad durante 2018. En una sección describe la historia de esta agrupación, se suma un mapa en el cual aparecen destacadas las comunidades que forman parte de la Alianza. Asimismo, en otro aparte del material didáctico expone todas las reuniones llevadas a cabo a lo largo de este año para tratar y accionar sobre los diferentes problemas referentes al agua que aquejan a las comunidades interesadas.
En el siguiente enlace podrá acceder a la memoria.
10:00 a.m: Asimetrías en la comunicación en el contexto del TLC
Participantes:
Álvaro Murillo
Marvin Amador
5:00 p.m: TLC y movimientos sociales: viejas y nuevas dinámicas resistencias
Participantes:
Alejandro Alvarado
Adrián Jaén
Lugar: Sala multimedia de la Facultad de Ciencias Sociales, UCR.
Organiza: FLACSO CR.
Martes 3 de octubre
9:00 a.m: “El Proyecto Histórico Neoliberal en Costa Rica a 10 años del referendo del TLC: ubicación histórica y tendencias de desarrollo” – Luis Paulino Vargas Solís. (hay refrigerio)
10:30 a.m:Presentación y foro de discusión video “Mujeres que luchan: comités patrióticos” – Roxana Morales Bonilla
1:15 p.m:
Mesa 1: Los cambios en el ámbito institucional, social y político.
“La crisis de los sistemas de seguridad social y de pensiones” – Andrey Badilla Solano: “Ampliación del control social: seguridad ciudadana y políticas frente a la violencia social” – Julio Solís Moreira.
“El ascendente papel político de la religión”- Andrey Pineda Sancho (hay refrigerio)
3:15 p.m:
Mesa 2: Las luchas y movimientos sociales
“Agricultura, soberanía alimentaria y luchas campesinas” – Tanya García Fonseca y Eva Carazo Vargas.
“La autonomía y el derecho a la tierra de los pueblos indígenas” – César Moya Aburto y Juan Antonio Gutiérrez Slon.
“Convivencia urbana, segregación y derecho a la ciudad” – Paulo Coto Murillo.
Lugar: Todas las actividades se realizarán en el Aula 4 Paraninfo UNED, Mercedes de Montes de Oca.
Organiza: CICDE-UNED.
Miércoles 4 de octubre
2:00 p.m: Mesa redonda: A 10 años del TLC: Debates y Percepciones
Palabras de Apertura Dr. Gerardo Jiménez Porras. Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, UNA.
Panelistas:
– M. A. Duayner Chaverri. Administrador de Aduanas. Coordinador de la carrera de Administración Aduanera y Comercio Exterior de la UCR. Presentación: “Perspectivas y dinámicas comerciales en Costa Rica después del CAFTA”.
– MEL. Laura Solís Bastos. Socióloga. Investigadora del Instituto de Estudios Sociales en Población, UNA. Presentación: “Impacto del TLC en la migración costarricense”.
– Msc. Sindy Mora Solano. Socióloga. Investigadora del Instituto de Estudios Sociales en Población, UNA. Presentación: “Percepciones y balances de la población costarricense a 10 años del TLC”.
– Msc. José Andrés Díaz González. Politólogo. Investigador del Instituto de Estudios Sociales en Población, UNA. Presentación: “Percepciones y balances de la población costarricense a 10 años del TLC”.
Modera:
Msc. Nelly López Alfaro. Directora del Instituto de Estudios Sociales en Población, UNA.
Lugar: Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional, Heredia.
Organiza: IDESPO-UNA
2:00 p.m: Mesa redonda: “A 10 años del Movimiento Patriótico NO-TLC: la lucha popular y ciudadana en contexto”.
Panelistas:
– Hannia Franceschi Barraza.
– Manuel Ledesma Cordero.
– Mario Cabrera Burgos.
Modera:
Luis Muñoz Varela.
Lugar: Museo Regional de Occidente en San Ramón.
Organiza: INIE-UCR.
4:00 p.m: Video Foro ̈El Santo fraude ̈ y las experiencias de capacitación Fiscales del NO y Kioscos-socioambientales.
SAN JOSÉ LAS FLORES, El Salvador, 16 ago 2017 (IPS) – Sorteando riachuelos y recorriendo escabrosos caminos va Felipe Tobar, al frente de un grupo de personas cuyo destino es la ribera de un río tristemente famoso, porque allí hace 37 años fueron asesinadas alrededor de 600 personas en El Salvador.
“Cuando yo me tiré al río era increíble ver aquel montón de gente que era arrastrada por el agua, se ahogaban, vi cuando el ejército ya estaba en el borde, disparando a la gente fuera y dentro del río”, cuenta Tobar, mientras hace una parada para descansar, sentado en una roca a la orilla de una vereda.
Tobar, ahora con 60 años, es sobreviviente de una de las peores atrocidades cometidas durante la guerra civil salvadoreña, la llamada Masacre del Sumpul, ejecutada por efectivos militares en mayo de 1980, en la ribera del río del mismo nombre, en el caserío Las Aradas, del municipio de Ojos de Agua, en el norteño departamento de Chalatenango.
Ahora, el municipio del que él es alcalde, San José Las Flores, es parte un proyecto de memoria histórica que, además de rendir tributo a todos aquellos que perdieron la vida en esa y otras masacres ocurridas en Chalatenango, incluye iniciativas productivas sostenibles.
Entre esas está el fomento de un turismo rural enfocado en esos hechos ocurridos durante los 12 años de conflicto (1980-1992), en el que perdieron la vida 75.000 personas, mientras se calculan en 8.000 los desaparecidos y 30.000 los refugiados tan solo en la vecina Honduras.
“Esto vendría a potenciar la llega de visitantes al municipio… mucha gente quiere conocer la historia, los lugares donde se dieron este tipo de hechos”, sostuvo el alcalde, quien además es presidente de la Asociación de Sobrevivientes de Masacres en Chalatenango, conformada el 11 de agosto.
Chalatenango fue uno de los departamentos de este país centroamericano de 6,3 millones de habitantes donde más recrudeció la guerra debido a la fuerte presencia guerrillera en la zona y a los constantes bombardeos y operativos desarrollados por el ejército.
El guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional se convirtió en partido político tras los Acuerdos de Paz de 1992 y gobierna el país desde 2009, tras ganar los comicios presidenciales ese año y en 2014.
La ruta turística, que se llamará Voces de Historias Vivas, es impulsada además por otros pueblos del departamento donde también hubo masacres, como San Antonio Los Ranchos, Nueva Trinidad y Arcatao.
“Tenemos la ventaja de que aún hay sobrevivientes, los turistas pueden conocerlos y oír lo que en realidad pasó, de viva voz”, dijo a IPS por teléfono desde su despacho el alcalde de Arcatao, José Alberto Avelar.
Se pretende además, entre otras actividades, desarrollar una agricultura amigable con el ambiente, de modo que los turistas puedan visitar parcelas de cultivos y participar ellos mismos del proceso, acotó.
Durante la caminata, machete en mano, Tobar va contando detalles de lo ocurrido durante la matanza, a un grupo de personas llegadas no solo de San Salvador, la capital, sino de Canadá y Bélgica, algunos de ellos involucrados directamente en el esfuerzo de memoria histórica en la zona.
De su municipio y de otros vecinos a Ojos de Agua, donde se produjo la masacre, también murieron familias enteras que buscaban refugio del operativo militar en la zona, atravesando parajes intrincados.
“El proyecto se inició como interés de Salvaide de apoyar los procesos de memoria histórica y conmemoración en comunidades de Chalatenango, a partir de 2014”, señaló Pedro Cabezas, representante de esa organización canadiense en El Salvador.
Salvaide es una ONG con sede en la ciudad canadiense de Ontario, creada en 1985 para fortalecer a las comunidades de El Salvador en la construcción de justicia, democracia y desarrollo sostenible.
Esa organización donó parte de los 21.000 que costó el terreno de 2,7 hectáreas localizado en una planicie adyacente a la ribera del río Sumpul, el lugar exacto donde muchas víctimas fueron asesinadas a sangre fría en aquel mayo de 1980.
En ese sitio, cada año se celebra la conmemoración de la masacre, con actos religiosos y culturales, y es allí donde ahora el alcalde de San José Las Flores y la comunidad pretenden edificar un monumento conmemorativo y otras obras, como senderos y jardines, con el apoyo de algunas de las organizaciones y personas que han acompañado el esfuerzo desde el inicio.
Algunas de esas personas han caminado con él, por tres horas, entre valles y montañas, bajo un sol inclemente, para llegar desde San José Las Flores al lugar de la masacre, a algo más de 100 kilómetros al norte de San Salvador.
“La idea es ayudarla en dibujar planes estratégicos, paso a paso… ellos tienen una visión de lo que quieren hacer”, señaló a IPS la profesora de la Universidad Western Ontario, Amanda Grzyb.
Ella se involucró en el proyecto, junto a su pareja Reynaldo Hernández, luego de llevar a cabo una iniciativa paralela relacionada con la historia de El Salvador: el montaje de una exhibición en este país con fotografías poco conocidas de refugiados salvadoreños, en campos establecidos en Honduras durante el conflicto.
Las fotografías estaban en poder del director fundador de Oxfam Canadá, Meyer Brownstone, quien se las entregó a Hernández para que él hiciera algo con ellas.
“Tenía el sueño de hacer un archivo ‘online (en línea)’ con esas imágenes, y encontré a un diseñador de páginas web con ese fin, pero el costo económico era demasiado alto”, narró Hernández a IPS.
Residente en Ontario hace años, Hernández fue uno de los salvadoreños que vivió en su infancia en uno de esos campos de refugiados en Honduras, luego de que su familia saliera del país huyendo de la violencia.
Al equipo de trabajo se ha unido una pareja de arquitectos, Harold Fallon y Evelia Macal, quienes han viajado desde la capital de Bélgica para conocer de cerca el proceso de edificación del monumento en la ribera del río y ver cómo pueden colaborar en el proyecto.
“Lo primero es definir un programa de trabajo, hecho consultivamente con todos los participantes, son ellos los que van a darle vida, no es de venir a imponer”, señaló Macal, una salvadoreña residenciada en Bruselas.
Fallon, profesor de la belga Universidad Católica de Lovaina, dijo que está claro que para la comunidad es importante mejorar las vías de acceso al sitio, sobre todo para las personas adultas mayores que quieren visitar el lugar y les resulta difícil avanzar en caminos tan escabrosos.
Pero además debe considerarse el hecho de dejar las veredas y caminos originales, pues también tienen un significado histórico, acotó.
“Hay que ver cómo se logra un equilibrio entre la accesibilidad del lugar pero al mismo tiempo manteniendo los caminos que existen, porque son parte de la historia también”, refirió, sentado con Macal en la orilla del río, cuyas aguas fueron testigo de tanta muerte y dolor.
Organizaciones de derechos humanos identificaron a varios oficiales del ejército de entonces como los victimarios de aquella matanza, entre ellos quien era ministro de la Defensa, José Guillermo García, el Jefe del Estado Mayor Conjunto, Rafael Flores, y el comandante del Destacamento Militar Número, de Chalatenango, Augusto Peña.
Abogados de la organización Tutela Legal María Julia Hernández, que llevan el caso en nombre de los familiares de las víctimas, lograron recientemente que el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango permita una inspección en Las Aradas, pero aún no se define la fecha.
Felipe Tobar, alcalde de San José Las Flores, con parte del grupo al que guía hacia el lugar exacto donde en mayo de 1980 se produjo la masacre de Sumpul, en las orillas del río del mismo nombre, donde unas 600 personas civiles fueron asesinados por el ejército al comienzo de la guerra de 12 años en El Salvador. Crédito: Edgardo Ayala /IPS.
Invitamos a la comunidad universitaria y público en general a participar en el acto en memoria de los estudiantes fallecidos el pasado 19 de enero en Liberia, que se realizará en la Sede de Guanacaste, el próximo miércoles 25 de enero a las 9:00 a. m., Luego del acto se realizará una marcha de manifestación contra la violencia, saliendo de las cercanías del cruce de la carretera interamericana con la avenida 0 a las 10:00 a.m. hasta el parque de Liberia. Le invitamos a que asista con camisetas blancas.
Ese día habrá servicio de transporte desde la Sede Rodrigo Facio, la salida será a las 4:30 a. m. frente a la Biblioteca Carlos Monge. Las personas interesadas deberán llamar al 2511-1213 antes de las 5:00 p. m. del lunes 23 de enero para anotarse. El regreso está programado para salir de Liberia a las 2:00 p. m. aproximadamente. Si requiere ingresar en vehículo a la Sede Rodrigo Facio para tomar este transporte institucional, tenga en cuenta que el acceso vehicular al campus únicamente estará habilitado por las cercanías de la Facultad de Ingeniería.
Este jueves 3 de noviembre se realizó en el Museo Regional de San Ramón la Conferencia-recital “Memoria de la Canción Costarricense”, a cargo de Dioniso Cabal, Guadalupe Urbina, Manuel Monestel, Alejandra Varela y Olman Briceño.
Este recital fue organizado por la Universidad de Costa Rica.
Compartido en redes sociales por Alejandra Varela.
Foto extraída de artículo de prensa sobre la inauguración de la Asamblea General de la OEA en República Dominicana en junio del 2016.
Durante la sesión de inauguración de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos realizada el pasado Lunes 13 de junio del 2016, en Santo Domingo, el Presidente Danilo Medina de República Dominicana sorprendió a algunos en su discurso de bienvenida (ver texto del discurso en boletín de la Presidencia de República Dominicana). Leemos en efecto que el Presidente señaló, entro otras cosas, que: «En nombre del pueblo dominicano y en el mío propio, les propongo a todos ustedes que durante este período ordinario de sesiones, se apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el rol desempeñado por la OEA durante la Revolución de Abril de 1965” /…/ “Tengo el convencimiento de que este es el mejor momento y el más apropiado lugar para llevar a cabo este acto de justicia, verdad y reconciliación”.
La OEA y las intervenciones en Estados Miembros
Como se recordará, la OEA ha jugado un papel bastante cuestionable en el pasado ante intervenciones en uno de sus Estados Miembros. En este análisis de la profesora Sonia Alda Mejías (IUGM), se lee que «la organización no se manifestó ante la intervención norteamericana en Guatemala, en 1954, ni respecto a la invasión de Playa Girón en 1961 y sin embargo respaldó el bloqueo económico y las sanciones diplomáticas a Cuba (de acuerdo al art. 6 del TIAR) y aprobó en 1965 la constitución de las Fuerzas Interamericanas de Paz en República Dominicana de acuerdo a las directrices norteamericanas». Sobre estas últimas, y el envío de 42.000 efectivos militares norteamericanos a República Dominicana, referimos al lector a este estudio en inglés (en particular páginas 41 y subsiguientes) realizado por dos oficiales norteamericanos, Major Jack K. Ringler (USMC) y Henry I. Shaw (Jr): en las conclusiones, ambos autores indican, entre varias lecciones futuras operaciones militares norteamericanas (página 54) que:
«The second lesson is the fact that this was not primarily a military combat action in the traditional sense, but a political-military operation, with certain restrictions being placed upon the military commanders, putting them at a tactical disadvantage. U.S forces had the clearly identifiable mission during the initial days of the crisis of protecting and evacuating U S and foreign nationals. This was to change later as political considerations created by U.S. and OAS policies clouded their mission. Military commanders, both on the scene and those in high positions in Washington, had to be prepared to exercise judgment in both military and political fields. It became apparent that military commanders, in addition to being competent in their own military fields, have to be prepared to take on the trappings of a diplomat».
En el mes de abril del 2015, con ocasión de la puesta a disposición al público por parte del National Security Archive (NSA) de conversaciones telefónicas del Presidente de Estados Unidos de aquella época, se leyó que: “President Lyndon Johnson regretted sending U.S. troops into the Dominican Republic in 1965, telling aides less than a month later, «I don’t want to be an intervenor,» according to new transcripts of White House tapes published today (along with the tapes themselves) for the first time by the National Security Archive at George Washington University” (ver nota de NSA del 28/04/2015 con diversas grabaciones de gran interés para historiadores y para las actuales autoridades de República Dominicana).
Una inédita solicitud
Es probablemente la primera vez en la historia que un Jefe de Estado exigió públicamente a la OEA en un discurso de bienvenida reconocer sus errores por avalar intervenciones pasadas en abierta violación al principio de no intervención en asuntos internos proclamado por… la misma Carta de la OEA de 1948. Tratándose, en este caso, del Estado que hospedó a la reunión anual de tres días de los demás Estados Miembros de la OEA, la solicitud difícilmente pudo ser eludida por estos últimos. Cabe recordar que en agosto del 2015, el actual Secretario General de la OEA, se había manifestado en ese sentido (ver nota de prensa). En esta otra nota de prensa se lee que para el máximo representante de la OEA:
«Es imprescindible que la OEA cumpla con los postulados fundamentales y asumir posiciones históricas y postular para que hechos del pasado no ocurran nunca más y asumir la verdad, no para reparar el pasado sino como legado de las generaciones venideras. Es por eso que como secretario general deploro los actos de la organización que validaron en 1965 la invasión en la República Dominicana y la intervención en este país».
La solicitud del Presidente Danilo Medina esta vez se dirigía a los 34 delegados de los Estados Miembros de la OEA, entre los cuales se contabilizaban 27 Ministros (ver listado detallado de los jefes de delegaciones presentes en Santo Domingo esta semana).
La propuesta oficial de República Dominicana a la Asamblea General de la OEA
El 14 de junio, una propuesta de resolución fue circulada por la delegación de la Republica Dominicana a los demás delegados presentes en la cita anual de la OEA. Se trataba de un texto muy breve y bastante preciso en cuanto a su objeto, que se leía como sigue:
«RECONOCIENDO que en el proceso histórico de la segunda mitad del siglo XX la República Dominicana fue objeto de acciones llevadas a cabo durante la Revolución de Abril de 1965, y específicamente aquellas que en ese marco ejecutó la Organización de Estados Americanos (OEA), que produjeron perturbación y luto y una indignación todavía presente en la población;
ADMITIENDO la responsabilidad histórica de haber dado su respaldo a procedimientos y acciones bélicas en pugna con los principios de No Intervención y de Respeto a la Soberanía establecidos estutariamente en la Carta de la OEA;
RESUELVE
Expresar al pueblo dominicano su pesar por haber respaldado, en 1965, la invasión de su territorio y el atropello de su soberanía, solicitar su comprensión, pedir disculpas por el error histórico cometido y a la vez condolerse por las víctimas ocasionadas, asumiendo el compromiso de trabajar en procura de que acciones semejantes no se repitan en el futuro».
La versión en inglés de la misma propuesta dominicana de resolución se leía de la siguiente manera:
RECOGNIZING that in the historical process of the second half of the 20th century, the Dominican Republic was the object of actions carried out during the Revolution of April 1965, and specifically of those carried out by the Organization of American States (OAS) in that context, which produced disruptions and mourning and an indignation that is still felt among the population;
ADMITTING its historical responsibility in backing belligerent procedures and actions in contravention of the statutory principles of nonintervention and respect for sovereignty enshrined in the Charter of the OAS,
RESOLVES:
To express to the people of the Dominican Republic its regret at having backed, in 1965, the invasion of its territory and the violation of its sovereignty; to request their understanding; to apologize for the historical error committed; and, at the same time, to express its condolences toward the victims and to assume the commitment of working to ensure that similar actions are not repeated in the future».
Por parte de la Presidencia de República Dominicana, se indicó en un comunicado de prensa sobre esta propuesta que: «La declaración propuesta por la delegación dominicana y de la que se aspira cuente con el firme apoyo de las delegaciones de los 34 países miembros del organismo multilateral, es cónsona con el pedido que hiciera el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, durante el acto inaugural de la reunión plenaria de la OEA en el Teatro Nacional, en presencia del secretario general del organismo, Luis Almagro».
La respuesta oficial de la Asamblea General de la OEA a República Dominicana
Pese a las aspiraciones presidenciales, el texto adoptado sufrió sustantivas modificaciones con relación al inicialmente propuesto por sus autores. El 15 de junio, es decir 24 horas después de circular su texto la diplomacia dominicana, la Asamblea General de la OEA aprobó una resolución (ver texto completo al final de esta misma nota en ambos idiomas) en la que hace referencias a los «acontecimientos» de 1965, sin mayor precisión. En su parte resolutiva se indica que la Asamblea General:
«DECLARA:
Lamentar la pérdida de vidas humanas y expresar al pueblo dominicano las condolencias de la Organización.
Desagraviar al pueblo dominicano por las acciones de abril de 1965 que interrumpieron el proceso de restablecimiento del orden constitucional en la República Dominicana.
Reafirmar los principios del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de la Carta de la OEA.»
Nótese la inversión realizada entre considerandos / parte resolutiva con respecto a la propuesta inicial de República Dominicana. De igual manera, es de señalar la ausencia de toda referencia a la «invasión» o a la «intervención», así como al aval dado a esta por la misma OEA en 1965. Como previsible, el texto adoptado por la OEA dista mucho de las palabras pronunciadas por parte del Presidente dominicano en su alocución inaugural (cuyos extractos a continuación reproducimos) y de la propuesta inicial de sus diplomáticos.
Conclusión
A diferencia de lo que dejaron entender algunos titulares recientemente leídos ( como por ejemplo, entre muchos otros, “La OEA emite declaración de desagravio por la invasión de abril de 1965” – ver nota de Diariolibre– o bien “OEA aprueba desagravio por invasión de EE.UU. en R. Dominicana” – ver nota de TelesurTV- ), el texto de la resolución adoptada por la Asamblea General de la OEA es bastante omiso. Una búsqueda rápida colocando « desagravio, OEA, República Dominicana, invasión » ilustra la cantidad de titulares de prensa que asociaron estas cinco palabras sin revisar en detalle el texto aprobado. Se lee en el matutino Le Monde de Francia (ver nota del 17/06/2016 ) por ejemplo, entre muchos otros rotativos poco o mal informados, que:
“Enfin, à la demande du pays hôte, l’assemblée générale a approuvé à l’unanimité une déclaration d’excuses au peuple dominicain pour l’appui apporté par l’OEA à l’intervention militaire des Etats-Unis en faveur des putschistes lors de la guerre civile de 1965 ».
El contenido de esta frase no encuentra mayor asidero si uno se toma el tiempo de leer la resolución (bastante corta) aprobada por la Asamblea General de la OEA.
Sobre este preciso punto, llama poderosamente la atención el hecho que analistas, editorialistas y medios de prensa, así como corresponsales de prensa, no se hayan interesado mayormente por comparar la resolución al texto inicial presentado por la diplomacia dominicana. A diferencia de los titulares de prensa que circularon a penas adoptada, la resolución no reconoce responsabilidad alguna de la OEA por avalar la “intervención” o “invasión” de 1965, términos convenientemente eliminados y sustituidos por “acontecimientos” pero retomados en todos los titulares de prensa.
Esta resolución de la OEA puede evidenciar la dificultad para República Dominicana de contar con apoyos certeros a su solicitud, que hubieran podido ser de gran ayuda para lograr un texto mucho más cercano a su iniciativa original. Es también posible que la presentación tardía de su propuesta de resolución haya influido en ello. Este ejercicio diplomático también pone en evidencia el extremo cuido con el que algunas delegaciones en la OEA pusieron a trabajar a sus diplomáticos en aras de lograr revisar una y otra vez el contenido original del texto de República Dominicana. Ello con el objetivo de omitir algunos términos, responder de forma muy diplomática a la solicitud dominicana sin reconocer responsabilidad alguna de la OEA, y garantizar una adopción por consenso entre las 34 delegaciones presentes durante la Asamblea General.
Desde el punto de vista diplomático, la habilidad de la maniobra merece ser señalada; desde el punto de vista mediático, el detalle pasó desapercibido o casi, confirmando la habilidad antes referida.
¿Cuáles fueron las delegaciones más incomodadas por el texto inicial propuesto por República Dominicana, pero no menos influyentes a la hora de revisarlo con los demás 34 delegados? ¿Cuáles fueron las que segundaron sin mayor objeción la eliminación de ciertos términos, y las que la aceptaron con algún tipo de reserva? ¿Cuál habrá sido la posición de República Dominicana durante ese intenso ir y venir de versiones del texto? No se dejó registro alguno de estas negociaciones, nada se dejó entrever, y sería muy oportuno que la diplomacia dominicana los recuperara.
En efecto, es posible que asistamos a un ejercicio muy similar: esta vez con 33 delegaciones oficiales que se harán presentes en el marco de la próxima cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados de América Latina y del Caribe) a realizarse en el 2017 en República Dominicana.
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Documento 1
Extractos del discurso (ver texto completo) del Presidente de República Dominicana:
«Para que esta organización pueda jugar este papel tan vital en nuestro futuro, es necesario también que volvamos la vista con actitud reflexiva y autocrítica hacia el pasado de la propia OEA. Por eso, en nombre del pueblo dominicano y en el mío propio, les propongo a todos ustedes que durante este período ordinario de sesiones, se apruebe una resolución de desagravio a la República Dominicana por el rol desempeñado por la OEA durante la Revolución de Abril de 1965.
Como ustedes recordarán, mi país sufrió una invasión que en aquel momento fue legitimada por uno de los mecanismos de la OEA. Esta invasión abortó el proceso democrático que se había iniciado con la elección como Presidente de nuestro admirado lider, el profesor Juan Bosch, impidiendo así el retorno al orden constitucional, legítimamente establecido en el 1963.
Volver a caminar por esta senda constitucional nos costaría a los dominicanos mucho tiempo, mucho esfuerzo y muchos sufrimientos. Esta nefasta violación de la soberanía legítima de los dominicanos, producida en 1965 causó muerte, dolor e indignación en nuestro pueblo. Es una herida aún abierta para muchos y que solo podrá sanar mediante el reconocimiento de lo sucedido por parte de la OEA y la petición de perdón que merece nuestra ciudadanía.
Nuestra Patria y nuestra democracia merecen este acto de dignidad, respeto y es mi obligación, como Jefe de Estado, solicitar a esta asamblea saldar la deuda histórica con el pueblo dominicano
Conocemos bien el contexto histórico en el que se dio la invasión. Eran los años de enfrentamiento entre bloques. Eran los años en los que las relaciones entre EEUU y Cuba eran prácticamente de guerra. Eran los años en los que el conflicto interno de Colombia apenas comenzaba.
Esa es una triste página de la historia que hoy, todos juntos, estamos cerca de pasar porque con diálogo, con paciencia y con la verdad por delante estamos cerrando viejas heridas de nuestro continente.
Eso es, precisamente, lo que queremos los dominicanos. Curar, cerrar ciertas heridas, dar paz al doloroso recuerdo de nuestros mayores, abrir nuevos caminos de esperanza a las nuevas generaciones. Tengo el convencimiento de que este es el mejor momento, el más apropiado lugar para llevar a cabo este acto de justicia, verdad y reconciliación.
Estamos seguros que la Organización de Estados Americanos esta en las mejores condiciones para asumir esa responsabilidad».
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Documento 2
TEXTO DE DECLARACIÓN SOBRE REPÚBLICA DOMINICANA
(Acordado por la Comisión General el 15 de junio de 2016 y se eleva para la consideración de la Plenaria)
RECONOCIENDO que los acontecimientos de abril de 1965, que produjeron perturbación y luto, además de indignación, son todavía una fuente de desasosiego para el pueblo dominicano; y
REAFIRMANDO los principios de no intervención y del respeto a la soberanía consagrados en la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
DECLARA:
Lamentar la pérdida de vidas humanas y expresar al pueblo dominicano las condolencias de la Organización.
Desagraviar al pueblo dominicano por las acciones de abril de 1965 que interrumpieron el proceso de restablecimiento del orden constitucional en la República Dominicana.
Reafirmar los principios del derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de la Carta de la OEA.
Versión en inglés
TEXT OF DECLARATION ON THE DOMINICAN REPUBLIC
(Agreed by the General Committee on 15, 2016 and submitted to the Plenary)
THE GENERAL ASSEMBLY,
RECOGNIZING that the events of April 1965, which caused disruption and grief, as well as indignation, remain a source of consternation for the Dominican people;
REAFFIRMING the principles of non-intervention and respect for sovereignty enshrined in the Charter of the OAS,
DECLARES THAT IT:
Laments the loss of human lives and to express the Organization’s condolences to the Dominican people.
Expresses regret to the Dominican people for the actions of April 1965, which disrupted the process of restoration of the constitutional order in the Dominican Republic.
Reaffirms the principles of international law, the Charter of the United Nations, and the OAS Charter.
(*) Profesor de Derecho Internacional Público, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica (UCR).
*Foto extraída de artículo de prensa sobre la inauguración de la Asamblea General de la OEA en República Dominicana en junio del 2016.
Las mujeres guatemaltecas han luchado para recuperar la memoria de lo sucedido durante el genocidio sistemático del gobierno de Efraín Ríos Montt (foto tomada Marcha indígena campesina y popular).
“Construir memorias colectivas es hacer identidad”, dijo el Dr. Ignacio Dobles Oropeza, docente e investigador, durante el foro Experiencias de recuperación de la memoria en América Latina, convocado por la Cátedra de Teoría Psicosocial de la Escuela de Psicología, en colaboración con el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI). El foro se realizó el jueves 22 de octubre en el anfiteatro de la Plazoleta Oeste de la Facultad de Ciencias Sociales, en la Ciudad de la Investigación.
Bajo un intenso sol, decenas de estudiantes e investigadores de varias disciplinas escucharon a los foristas invitados, entre ellos a defensoras de los derechos humanos de Guatemala y México. Además del Dr. Dobles Oropeza, participaron la magister Jimena Escalante Meza, también de la Escuela de Psicología; y la Licda. Nioe Víquez Moreno, docente en la Sede de Guanacaste.
Como invitada internacional asistió la Mag. Anellí Villa Avendaño, de la Universidad de los Pueblos del Sur (Unisur), una institución comunitaria no gubernamental que brinda opciones académicas a los pueblos originarios de Guerrero, México. También, participaron la Mag. Mariana López de la Vega y la Licda. Tania Paloma Hernández Ramírez, ambas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.
Locos y rebeldes
“Quien trabaja el dolor del pasado termina señalado como loco, como tildaron al inicio a las madres argentinas de la Plaza de mayo, que les decían las Locas de la Mayo”, dijo el Dr. Dobles.
Según él, debe trabajarse los olvidos y la violación de los derechos humanos para iniciar este proceso de recuperación, en Costa Rica tenemos las luchas contra ALCOA y los crímenes del Codo del Diablo, acotó el investigador. En este campo, en la memoria oficial confluyen la lógica del poder y el status quo.
Las foristas internacionales dijeron que en el caso del genocidio guatemalteco se inició un proceso de recuperación de la memoria desde la indignación. A 19 años de la firma del proceso de pacificación centroamericana las causas de fondo siguen vigentes.
Por su parte, la Licda. Tania Paloma habló con amplitud sobre las desapariciones forzadas en México. A propósito de los seis estudiantes asesinados y otros 43 desaparecidos el pasado 26 de setiembre de 2014, todos ellos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, en el pueblo de Ayotzinapa, Iguala. Ella denunció que este no es un hecho aislado, en México desaparece una persona cada dos horas, aseguró.
Contrario a lo que muchos pensarían, dijo Paloma, es la maquinaria de represión estatal, la responsable de estos crímenes. No existen respuestas para las familias, a las que las autoridades les contestan con frases “algo habrán hecho” o “usted debería saber que hacen sus hijos”. Para Paloma, esta máquina de terror institucionalizado tiene su origen en el régimen nazi, y éste victimiza no solo al desaparecido sino a toda la comunidad dónde creció y vivió.
Para la psicóloga Jimena Escalante Meza, es necesario el estudio de las implicaciones del pasado en el presente desde la memoria, para que, a partir de las subjetividades, llegar a lo colectivo; y preguntarnos quien debe sanar este dolor social.
Durante dos horas jóvenes universitarios escucharon la exposición sobre la situación de los pueblos originarios en Guatemala y México. El estado monoétnico y la represión ante la disidencia política son dos de las causas estructurales de la violación de los derechos humanos en esos países (foro Rafael León).
Estudiantes de Psicología fueron los protagonistas del Foro Recuperación de la Memoria en América Latina; ellos son parte de la Cátedra de Teoría Psicosocial. (Foto Rafael León).
El Dr. Ignacio Dobles, docente de la Escuela de Psicología, hizo un llamado a los jóvenes presentes en el foro para que estudien los hechos históricos que subyacen en los olvidos impuestos por las jerarquías del poder formal. (Foto Rafael León).
Los asistentes preguntaron a las foristas internacionales sobre las formas de protección y sobrevivencia ante el proceso de denuncias públicas que realizan como parte de su trabajo como activistas de los derechos humanos (Foto Rafael León).