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Etiqueta: patriarcado

Crónica: narrativas del encierro

El puente mi cama.
 Mi cara la fotografía.
El paredón pared que colapsa.
Suena en las manos la paliza larda.
 Todo se puede decir para no decir este método síncope del miedo.
Silvia Piranesi

Mónica González Suárez

Confinamiento sinónimo de desigualdades. Este momento no ha acrecentado las desigualdades, tampoco ha posibilitado que sean más visibles o tal vez sí, para quienes no tenían tiempo de reparar en ellas, darse cuenta que existen. El encierro producto de las políticas estatales que enfrentamos hoy, ha sido un impacto sobre la cotidianidad, pero no necesariamente por el aislamiento, sino, por el control. Las vivencias de los últimos días podrían llevarnos a re-pensar y re-sentir las dinámicas de encierro que socialmente hemos divulgado, afirmado, legitimado y promovido para lograr “mantener” o “reestablecer” el orden.

“Yo siempre he estado en cuarentena”, es la respuesta de una mujer de 51 años, trabajadora doméstica, residente de una zona rural. A quiénes afecta realmente la cuarentena, o más bien, para quiénes es posible llamarle así. Los controles que se ejercen desde modelos heteropatriarcales, coloniales, xenófobos y racistas no son nuevos para quienes hemos vivido ya el confinamiento, por ser mujeres, negras, trans, bisexuales, lesbianas, locxs, etc. Confinarse pareciera ser una práctica que nos ha sido impuesta a cuerpxs subalternxs, así como ha sido una elección de disfrute y privilegio para otros.

Entonces, el momento presente amplía el encierro a otras poblaciones, ahí es donde empieza la crisis, cuando se extiende a sectores que sí importan lo suficiente para exteriorizar la alerta. Ahora bien, las políticas a las que nos afrontamos no son novedad, por el contrario, refuerzan y actualizan los métodos de control sobre nuestrxs cuerpxs (registro histórico). COVID-19 es un afianzar las medidas que desde hace años vienen construyéndose y reforzándose, no solo por los estados, sino, por una interiorización tecno-política recubierta de violencias y feminicidios.

Asumir el asilamiento ha sido para mí vivir en continuo las opresiones, así como profundizar en muchas otras que habían estado presentes de forma tal que podía manejarlas en lo espontáneo y observarlas como episódicas. Ahora, la diferencia es que se han vuelto en lo temido: c o t i d i a n i d a d. Entonces existir hoy para mí, supone hacer visibles las heridas de la desigualdad y no, por haberlas inscrito como parte de una rutina, normalizarlas. Es momento de continuar denunciado la repartición inequitativa de la vida y señalar la mecanización de las violencias, que hace años, y no desde la pandemia, nos matan.

Llamamiento de los pueblos originarios, afrodescendientes y las organizaciones populares de América Latina

La crisis que globalmente ha provocado el COVID-19 nos presenta una encrucijada a los pueblos de Abya Yala – América Latina. Las organizaciones populares somos la primera línea de resistencia frente a las peores expresiones del sistema en descomposición:

Estamos atravesando una crisis integral que amenaza la vida en todas sus formas. El COVID-19 se transformó en pandemia en un momento de agudización de la crisis capitalista y de reiterados intentos desde el poder económico de que la clase trabajadora cargue a sus espaldas con la recomposición de la tasa decreciente de ganancia empresarial; que confluye con el debilitamiento de los sistemas de salud, el deterioro de las condiciones de vida y el despojo de lo público como resultado del giro neoliberal. La asfixia a la que nos someten la deuda externa, los organismos internacionales y el agobio permanente del imperialismo contra nuestra soberanía le dan forma a un escenario que anticipa las graves consecuencias.

En una América donde nos negamos a aceptar los ajustes estructurales y el desembarco de nuevas políticas imperialistas, y donde nuestros pueblos han encarnado importantes levantamientos populares en los últimos meses, la pandemia se ha convertido en una excusa para legitimar la presencia de las fuerzas armadas en nuestros territorios e implementar medidas de ajuste y el deterioro de las condiciones de existencia de la clase trabajadora. Asimismo, esta crisis puso de manifiesto nuevamente la brutalidad de la violencia patriarcal sobre las mujeres y disidencias sexuales, así como la exclusión histórica de los pueblos indígenas y afrodescendientes expuestos a enfrentar la pandemia en condiciones de vulnerabilidad extremas.

Como es la mejor tradición de nuestra gente, somos las organizaciones del pueblo, obreras, campesinas, de pueblos originarios, feministas, afrodescendientes, piqueteras, de pobladoras/es, de los barrios, las que estamos poniendo el cuerpo, la cabeza y el corazón en desarrollar respuestas inmediatas, pero también para proyectar una salida a esta crisis que no sea una vuelta atrás a la salvaje normalidad capitalista, sino un camino hacia una sociedad distinta. Ello será posible si tomamos lo mejor de nosotros como pueblos, los lazos comunitarios y de unidad popular, territorial y regional, que alimentemos durante esta batalla, serán parte del tejido que construya los horizontes de transformación en Abya Yala.

Ante la falta de vivienda ocupamos territorios y construimos casas; ante la falta de trabajo organizamos cooperativas, recuperamos fábricas y enfrentamos cierres, despidos y suspensiones; ante el ataque patronal peleamos por mejores condiciones de trabajo a través de huelgas; ante la falta de educación generamos escuelas; ante la opresión hacia las mujeres y disidencias construimos feminismos populares; ante la explotación construimos organización sindical de base y luchamos contra la precarización y por salarios dignos hasta las últimas consecuencias; contra el hambre construimos comedores y merenderos populares; ante la crisis climática desarrollamos la agroecología; frente el monocultivo y el monopolio de los alimentos, construimos territorios campesinos agroalimentarios para garantizar la soberanía y autonomía alimentaria; ante la militarización, el paramilitarismo y el narcotráfico hacemos sustitución de cultivos y luchamos contra la violencia estatal. Nuestra alternativa es de vida contra los que nos proponen muerte.

Frente a la política de fronteras cerradas y de fragmentación, y frente a la xenofobia y el neofascismo que proponen desde arriba, retomamos el horizonte de la solidaridad continental y la unidad de los pueblos.

Frente a las políticas de los y las capitalistas, para usar la crisis como revestimiento del ajuste, profundicemos y replanteemos nuestras luchas históricas por la defensa de los territorios, la vida y la socialización de las riquezas, construyamos poder popular y comunitario.

Por eso, exigimos a los gobiernos y llamamos a los pueblos:

1. Priorizar la vida sobre la deuda. No al pago de la deuda externa, investigación exhaustiva y condonación de la misma. Es criminal que se escatimen fondos a la salud y los derechos, por pagar las obligaciones con el FMI y otros acreedores. Los sistemas de salud y de protección social para enfrentar la pandemia son la prioridad. Necesitamos recuperar nuestra riqueza estratégica y el manejo de bancos y comercio exterior, fuente permanente de la sangría económica de los países latinoamericanos. Solo una política de soberanía económica, desde el avance del poder popular, puede aliviar la crisis económica y la mundial que estamos empezando a vivir.

2. Combatir las desigualdades. Impuesto extraordinario a los ricos, a la ganancia de los bancos y las grandes empresas, a los que fugaron capitales. Que los gobiernos asuman el papel de eliminar las desigualdades promovidas por el mercado, que las inversiones necesarias en políticas de emergencia se financien enfrentando la concentración de la riqueza, no con rebajas salariales a los trabajadores. Reorientar las líneas de producción de las grandes empresas para la generación de insumos destinados a combatir el coronavirus, así como las enfermedades que soportamos sin atención del Estado como la desnutrición, el dengue, el chagas y la tuberculosis.

3. Fortalecimiento urgente de los sistemas de salud pública. Inversión urgente y prioritaria en el sistema público de salud, estatización de la salud privada y fortalecimiento de las medidas de contención pandémica por parte de los estados. La pandemia reafirma la necesidad de que todos y todas reciban asistencia de salud universal, fortaleciendo la promoción pública de estos servicios. Que los Estados tomen control de la producción y administración de todos los insumos necesarios para enfrentar la crisis con participación y control de los y las trabajadoras. Eliminación del sistema de patentes sobre los medicamentos para desarrollar con plenitud la investigación y aplicación científica para resolver los problemas humanos, y reconocimiento a la medicina originaria y ancestral.

4. Por trabajo con todos los derechos. Ingreso universal garantizado para todas y todos, prohibición de despidos y suspensiones. Es esencial reconocer los derechos de las y los trabajadores para vivir una cuarentena digna. Que esta emergencia no sea la excusa para seguir avanzando en la precarización del trabajo. No al cierre de empresas, apoyo estatal a su ocupación y recuperación por parte de los y las trabajadoras.

5. La vivienda y el hábitat digno como derecho social. La cuarentena solo puede realizarse bajo un techo, con servicios básicos garantizados y en un barrio saludable. Es necesario suspender desalojos, pagos de alquiler y de servicios; las políticas de hábitat deben direccionarse hacia una reforma urbana integral que garantice el acceso a la vivienda en barrios dignos para todas las familias trabajadoras. Acceso universal al agua, luz y gas y urbanización de los barrios populares: no hay lucha contra la pandemia sin que todas las personas puedan tener agua potable, gas y acceso a la electricidad en el hogar, barrio o comunidad. Ni casas sin personas, ni personas sin casas. Requisición de propiedades vacías para la población en situación de calle y albergues populares.

6. Enfrentar el hambre y garantizar la alimentación universal. Priorizar el financiamiento y el rol de la agricultura familiar cooperativa, comunitaria y agroecológica en el abastecimiento de alimentos para el pueblo, comedores, merenderos y cocinas comunitarias: es necesario avanzar en la promoción del acceso a los alimentos, como una forma de impulsar la economía y no causar una crisis de suministro. Garantizar una canasta básica con precios regulados y exentas de impuestos. Exigir sanciones a la especulación con los precios el acaparamiento de supermercados e intermediarios. Condonación de las deudas de los campesinos y campesinas, la redistribución de la tierra productiva e implementación de sistemas de protección y colonias agroecológicas con financiamiento del Estado.

7. Contra la mercantilización de la naturaleza. Necesitamos recuperar la soberanía sobre nuestros bienes comunes como el agua, el gas, el petróleo, la tierra, riqueza estratégica que es usurpada por pulpos económicos con la complicidad de gobiernos y la burguesía local. Pleno respeto a los territorios de los pueblos y replanteo del modelo económico y extractivo. La explotación de recursos naturales debe respetar a la madre tierra como así a los pueblos que la habitan.

8. Fortalecimiento del cerco sanitario y asistencia humanitaria con garantía de soberanía de los territorios a pueblos originarios, nacionalidades indígenas y afros. Especialmente a todo aquellos cuyo hábitat se encuentra en ecosistemas vitales como la Amazonía, para quienes la amenaza epidemiológica puede significar un etnocidio. Fortalecimiento del gobierno propio y sus sistemas para la pervivencia territorial y cultural de la vida de los pueblos indígenas y afros. Prohibición de desalojos y acciones que violen la soberanía de los pueblos indígenas.

9. Políticas reales para enfrentar la violencia machista. Con las medidas de aislamiento social, existe la posibilidad de aumentar la violencia doméstica y otras formas de violencia contra las mujeres. Que para las mujeres, cis y trans, la expansión de las plataformas tecnológicas para garantizar su uso cuando la violencia contra las mujeres es un hecho no es suficiente para prevenirla y erradicarla. Presupuesto para prevenir femicidios y transfemicidas. Refugios para personas en situación de violencia, entrega de subsidio económico especial a sobrevivientes. Planes de empleo y educación orientados hacia mujeres y disidencias.

10. Más prevención, no a la represión. Muchos gobiernos han utilizado el contexto del coronavirus para intensificar la lógica represiva y de vigilancia, y para aumentar el encarcelamiento de los más pobres, de líderes comunitarios, defensores y defensoras de derechos humanos. Es hora de reducir la población carcelaria como un problema de salud pública. También es necesario revalorizar las autoridades propias y las guardias comunitarias, indígenas y populares que cuidan los territorios ancestrales y están siendo un efectivo organismo comunitario para cuidar la vida en el campo y en la ciudad.

11. No a la intervención política, económica y militar imperialista. Rechazamos de manera categórica el uso de la crisis como excusa para una intromisión militar en Venezuela por parte del imperialismo yankee y sus socios, el asesinato permanente de líderes indígenas, afrodescendientes y populares en Colombia, la feroz represión de los regímenes golpistas en Bolivia y Honduras, del gobierno antipopular de Piñera en Chile, así como la expansión de proyectos extractivos en territorios indígenas, afrodescendientes y campesinos. Exigimos que se levanten los bloqueos hacia Cuba y Venezuela.

12. Ayuda Humanitaria Internacionalista. Exigimos a los gobiernos que soliciten ayuda humanitaria a Cuba y a otros países que han desarrollado experiencia técnica para enfrentar la pandemia y que pueden ayudar a contener el brote de Covid-19 en las ciudades donde la pandemia se ha expandido con más crudeza, cómo Guayaquil y San Pablo.

Contra la riqueza de pocos, por la lucha de los pueblos
¡Por la vida, no el FMI!
Como luchan los pueblos latinoamericanos: Diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, ¡carajo!
¡Solidaridad internacionalista, YA!

Adhesiones:

fru@resistencia-urbana.org
comunicacion@conaie.org
CONAIE Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-Ecuador
Congreso de los Pueblos-Colombia
MTST Movimiento de Trabajadores Sin Techo-Brasil
CONFENIAE Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana Ecuador
FPDS Frente Popular Darío Santillán-Argentina
ONIC Organización Nacional Indígena de Colombia-Colombia
FOL Frente de Organizaciones en Lucha- Argentina
Ukamau-Chile
CRBZ Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora-Venezuela
CNTE-SNTE Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación-México
AUTE Sindicato Electricista-Uruguay
Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’Kej- Guatemala
CNA Coordinador Nacional Agrario-Colombia
Movimiento de los Pueblos/por un socialismo feminista desde abajo.(Frente Popular Darío
Santillán Corriente Nacional-Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social –
Izquierda Latinoamericana Socialista-Movimiento 8 de Abril)-Argentina
CLOC (ANAMURI, Ranquil, Conaproch, Red Apícola Nacional, ANMI)-Chile
FENASIBANCOL Federación Nacional de Sindicatos Bancarios Colombianos-Colombia
MPA Movimiento de Pequeños Agricultores -Brasil
CRIC Consejo Regional Indígena del Cauca-Colombia
UTT Unión de Trabajadores de la Tierra-Argentina
PCN Proceso de Comunidades Negras-Colombia
CONAMURI Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas – Paraguay
União Nacional de Trabaladoras(es) Camelôs, Feirantes e Ambulantes do Brasil-Brasil
MICC Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi – Ecuador
PAPDA Plate-forme haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif-Haiti
Comisión Intereclesial de Justicia y Paz-Colombia
Feminismo Comunitario Antipatriarcal – Bolivia
Movimiento Insurgente – Bolivia.
MNCI Movimiento Nacional Campesino Indígena “Somos Tierra”- Argentina
CENPAZ Coordinación Nacional de Paz-Colombia
MBL Movimiento de Barrios en Lucha-Ecuador
Brigadas Populares-Brasil
Zona humanitaria de San pedro del Ingara Chocó Territorio de paz-Colombia
UNORCAC – Unión de Organizaciones Campesinas de Cotacachi – Ecuador
MTD Aníbal Verón-Argentina
FOB Autónoma-Argentina
FOB La Libertaria-Argentina
MTR por la democracia directa-Argentina
FAR Frente Arde Rojo/COPA-Argentina
Frente Popular – Ecuador
Coordinadora Simón Bolívar-Venezuela
Radio al Son del 23-Venezuela
Plataforma de Lucha Campesina- Venezuela
Colectivo Caminos Verdes-Venezuela
FNL Frente Nacional de Lutas -Brasil
Movimiento de Mujeres por la Vida de Cajibio y Popayán-Colombia
Comité por la Abolición de las deuda ilegítimas CADTM Abya Yala Nuestra América
(Colombia, Haití, Uruguay, Argentina, Venezuela, Brasil y Puerto Rico)
Red Emancipa de Educación Popular-Brasil
Feministas del Abya Yala
MPLT Movimiento Pueblo Lucha y Trabajo-Argentina
Pañuelos en Rebeldía-Argentina
Red de la Diversidad-Bolivia
Escuela Popular Permanente-Chile
Juntos! – Juventud en Lucha-Brasil
FECAOL Movimiento Nacional Campesino – Ecuador
Asociación de Trabajadores y Trabajadoras del Transporte (ASOTRASET) – Ecuador
Corriente Sindical Carlos Chile-Argentina
Colectivo Whipala-Bolivia
Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda de Colombia
OLP Resistir y Luchar-Argentina
Colectivo Alexis Vive-Venezuela
Colectivo Editorial Marcha
Venceremos Partido de Trabajadores-Argentina
Corriente Social y Política Marabunta-Argentina
Convergencia 2 de Abril-Chile
Democracia Socialista-Argentina
ASL Acción Socialista Libertaria-Argentina
La Junta-Perú.
Venceremos Abriendo Caminos-Argentina
ORG Organización Revolucionaria Guevaristas-Argentina
Organización Política Presentes por el Socialismo «PPS» – Colombia
CPI Corriente Política de Izquierda -Argentina
Secretaria Migrantes y Refugiados UTEP-Argentina
Asamblea Pachamama-Uruguay
Comunidad Mapuche Los Toldos-Argentina
Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador-Ecuador
Movimiento Mujeres Por la Vida-Venezuela
Unión Comunera-Venezuela
Voces Urgentes-Venezuela
Espacio Pedagógico Cultural Fénix-Argentina
Movimiento de Jóvenes por la Patria (JPP-PPT)-Venezuela
Amigos da Terra-Brasil
Centro de Derechos Económicos y Sociales CDES-Ecuador
Red Feminista Ecosocialista de Ecuador-Ecuador
Coordinadora de Pueblos y Organizaciones del Oriente del Estado de México en Defensa
de la Tierra, el Agua y su Cultura (CPOOEM)-México
Red de Medios Digitales de comunicación comunitaria y alternativa del Ecuador Infórmate
Pueblo-Ecuador
FURIA TRAVA colectiva de travestis feministas abolicionistas-Argentina
Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)-México
Nueva Central de Trabajadores (NCT)-México
ANUEE (Asamblea Nacional de Usuarios de Energía Eléctrica)-México
Confederación de Jubilados, Pensionados y Adultos Mayores-México
Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)-México
Organización Política del Pueblo y los Trabajadores (OPT)-México
Frente Socialista-México
Confederación Unitaria de Comerciantes Minoristas y Trabajadores Autónomos del Ecuador
CUCOMITAE-Ecuador
Fórum da Amazônia Oriental FAOR-Brasil
ICA Iglesia Cristiana Ágape-Honduras
Comité de Solidaridad Latinoamericana de Mendoza-Argentina
Asamblea Vecinal ( vecinos en lucha)-Argentina
Fuera la subestación Rigolleau ( contra la contaminación de los campos CEM)-Argentina
Red de barrios irradiados de la R. A.-Argentina
FUNDACIÓN AUDIOVISUAL INDÍGENA WAYAAKUA-Venezuela
MUESTRA INTERNACIONAL DE CINE INDÍGENA DE VENEZUELA MICIV-Venezuela
FUNDACIÓN PUEBLO INDIO DEL ECUADOR-Ecuador
Amigos da Terra America Latina e Caribe-ATALC
Conselho indigenista Milionário-CIMI-Brasil
UNIDAD POPULAR DE ECUADOR-Ecuador
Grupo Carta de Belém-Brasil
Jubileo Sur/Américas
Jubileu Sul Brasil
Asociación Colombiana de Educación al Consumidor-Colombia
Tatagua Colectiva Feminista Conurbano sur Bs.As- Argentina
Comité Oscar Romero de Cádiz-España
Espacio cultural, político y social La Casita en Marabunta-Argentina
Comité Oscar Romero-SICSAL-Chile.
Fundación Helmut Frenz de Educación en Derechos Humanos-Chile.
Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas-Chile.
Colectivo de Geografía Crítica del Ecuador-Ecuador
TALLER DE «J»ORMACIÓN ESTUDIANTIL RAÍCES – TJER-Colombia
Coordinadora indígena Popular Autónoma (CINPA) Oaxaca -México
Colectivo de mujeres en Resistencia «Sinchi Warmi» – Ecuador
SOA Watch – Observatorio de la Escuela de las Américas
Propuesta TATU
VÓRTICE ESTUDIANTIL ALTERNATIVO
Red Intercontinental de Promoción de la Economía Social Solidaria para Latinoamérica
(RIPESS LAC)
Instituto de Desarrollo de la Economía Asociativa (IDEAC)-Republica Dominicana
La Red Nacional de Organizaciones de Economía Solidaria (REDESOL)-Republica Dominicana.
Movimiento Rebelión o Extinción-Argentina
Observatorio Minero Ambiental y Social del Norte del Ecuador OMASNE-Ecuador
Fuerza de Bases-Chile
MPL (Movimiento Popular Liberación)-Argentina
CCRS (Corriente Clasista René Salamanca)-Argentina

Enviado a SURCOS por Carlos Alberto Hernández Porras.

40 días en casa, 40 mil cosas más… Mujeres en cuarentena, narrando desigualdades…

M.Sc. Patricia Oliva Barboza
Licda. Backtori Golen Zuñiga
Investigadoras del CICDE-UNED.

La cuarentena como medida para evitar el contagio nos obliga a reflexionar sobre muchas otras situaciones, además del elemento salud, nos hace repensar sobre la realidad de las familias para contener en casa el total de sus integrantes, sin mencionar las dificultades económicas que desde ya se están enfrentando.

Si bien el COVID-19 es una crisis sanitaria inesperada, esta situación nos viene a visibilizar y recrudecer las desigualdades más profundas que teníamos como sociedad. La violencia estructural, las condiciones de pobreza, el desempleo, el patriarcado, el racismo, el nacionalismo y la xenofobia. Aunado a la acentuación de la crisis, pareciera que también se viene a naturalizar y normalizar estas estructuras de poder hegemónico, ejerciendo así formas de control mediáticas y de control Estatal que en muchas ocasiones colocan como única prioridad la crisis sanitaria, sin necesariamente dimensionar las implicaciones que estas medidas representan en nuestras vidas.

En las últimas semanas se han hecho esfuerzos por denunciar situaciones de violencia que están afectando particularmente a las mujeres, con este texto nos interesa hacer visible de qué manera se agudizan las desigualdades existentes en las relaciones de poder.

Judith Butler nos señala que:

El virus por sí solo no discrimina, pero los humanos seguramente lo hacemos, modelados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo y la llegada de empresarios ansiosos por capitalizar el sufrimiento global, todos testimonio de la rigidez con la que la desigualdad radical, que incluye la supremacía blanca, la violencia contra las mujeres, las personas queer y trans, y la explotación capitalista encuentran formas de reproducir y fortalecer su poderes dentro de las zonas pandémicas.(2020) (https://www.lavaca.org/notas/el-capitalismo-tiene-sus-limites-la-mirada-de-judith-butler-sobre-el-coronavirus)

Lo anterior nos invita a reflexionar sobre la interseccionalidad, rescatando que no solo es distinta la forma en que afecta la cuarentena a hombres y a mujeres, sobre lo que volveremos más adelante, sino que también es distinta la forma en que la estamos viviendo las mismas mujeres. No es lo mismo ser una mujer de un barrio, que una mujer de un residencial, no es lo mismo tener un trabajo como empleada doméstica o vendedora informal, que ser empleada pública o trabajar para una empresa privada. No es lo mismo vivir el aislamiento en la ruralidad, que en las zonas urbanas.

Sin embargo hay cosas que sí se asemejan en medio de este contexto y es justo el hecho de que las manifestaciones de violencia estructural, racial, patriarcal que cada quien enfrentaba y enfrenta desde el lugar que habita, se han incrementado y corren el riesgo de quedar aún más invisibilizadas.

En este texto sugerimos el ejercicio de imaginarnos situaciones que podrían estar viviendo las mujeres durante la cuarentena, reflexionar sobre la división sexual del trabajo, el trabajo remunerado y no remunerado, a partir de preguntas como: ¿Por qué las medidas de cuarentena nos afectan de manera tan distinta a hombres y a mujeres? ¿Por qué el espacio privado no representa lo mismo para las mujeres? ¿Qué significa para las mujeres estar en la casa con sus parejas, hijos, hijas, madre, padre etc.? ¿Qué implicaciones tiene estar ejerciendo el trabajo productivo y reproductivo en el espacio de lo privado? ¿Por qué “quedarse en casa” puede agravar “aún más” las múltiples jornadas de las mujeres?

Pensemos en una educadora, en este caso, una educadora del sector privado, con una jornada previa de por sí realmente abrumadora. Podemos imaginar que vive con sus hijos e hijas estudiantes o bien con su pareja y otras personas de su familia. Habitualmente sus fines de semana los dedicaba a preparar alimentos (para su consumo y el de las personas que comparten la vivienda) además de ordenar y realizar todas las labores de limpieza; la casa, la ropa, etc. y así poder dedicar los días entre semana a su trabajo remunerado, sin que esto signifique que se libere de las labores del hogar. Con la medida de cuarentena, no solo debe capacitarse en nuevas herramientas virtuales (lo que se suma a su ya múltiple jornada) sino que además debe duplicar su jornada, según las nuevas directrices de la institución (en la que labora como docente) ya que debe reforzar la atención a sus estudiantes.

En casa también su pareja, sus hijos o hijas estarán lidiando cada uno y cada una con sus nuevas labores virtuales, pero muy probablemente ella, es quien asuma las labores de la casa y además “en casa” debe organizarse todos los días con su trabajo remunerado. Muy probablemente él, su compañero “quizá piense en colaborar” (el entrecomillado es para destacar que para él se trata de una colaboración y no de una responsabilidad compartida) pero debe resolver su jornada laboral, que él considera como prioridad frente a la jornada remunerada y no remunerada que ella realiza.

Sus hijos e hijas conforme al mandato patriarcal creen que el trabajo no remunerado que ha realizado su madre (si es que lo han percibido) es obligación de ella. En muchos de los casos, cuando las mujeres se encuentran en su jornada laboral remunerada, quienes quedan en casa deben resolver situaciones, pero no porque consideren que es su función y su responsabilidad, sino porque ella no está en casa, si ella estuviera en casa, imaginemos: ¿Quién debe resolverlas?

Este es tan solo un ejemplo, podríamos sumar otra serie de factores como la atención y cuidado de chicos y chicas en edades escolares, que si bien es cierto algunos centros de cuido podrían estar funcionando, es comprensible que una familia prefiera evitar que su hijo o hija asista al centro educativo para evitar el contagio.

Podemos pensar también en todas las jefas de hogar que tienen trabajos en la informalidad, como, por ejemplo; en labores domésticas, ventas por catálogo, ventas ambulantes, costura o repostería entre otras. La medida de guardar cuarentena con acatamiento inmediato no puede ser fácilmente atendida por todas las personas, al respecto una vendedora ambulante señala: “Aunque no acate las recomendaciones de estar en aislamiento, la calle está durísima y no tanto por el coronavirus, sino porque no se hace ni un cinco y además la ven como una irresponsable por tratar de ganarse la vida. Desde cuando trabajar es un crimen”.

¿Qué está pasando en los territorios indígenas de Salitre y Térraba que actualmente están siendo invadidos y agredidos por finqueros? ¿Cómo están viviendo “la cuarentena o el aislamiento” las mujeres en estas comunidades? donde sus vidas han sido amenazadas por años y sus derechos violentados por un Estado que ahora más que nunca plasma su negligencia, promoviendo la impunidad de sus agresores.

Los retos económicos que enfrenta el país son muy distintos en la zonas urbanas, que en la zonas costeras y rurales. Existen muchas agrupaciones y asociaciones de mujeres que se dedican a las artesanías, a ofrecer servicios de comida, a vender productos agropecuarios y sus derivados, a brindar hospedajes y a realizar recorridos turísticos. ¿Cuáles serán las medidas para amortiguar el impacto de la ausencia absoluta de ingresos en estas zonas frente a la paralización del turismo en el país?

Muchas mujeres se enfrentan a una durísima realidad que se agudiza en estos momentos, cuando tienen sí o sí que compartir con el agresor y sus redes de apoyo se ven reducidas. Aunado a esto muchas familias están viviendo la cuarentena en condiciones de hacinamiento y desempleo, lo cual hace de la convivencia y de las estrategias habituales de sobrevivencia una verdadera amenaza.

Karina Batthyány sostiene que esta situación la hemos visto ya en casos de emergencias por desastres naturales. ¿Cómo abordará el Estado las consecuencias de la pérdida del empleo por la sobrecarga de cuidados? ¿Qué medidas de promoción de corresponsabilidad en las tareas domésticas y de cuidado se pueden gestionar entre el Estado, las empresas, trabajadores y trabajadoras en una situación de confinamiento? (2020)

Pensemos en todas las labores de cuido que asumimos las mujeres ¿Qué implicaciones tiene que sus chicos y chicas estén en casa? ¿Quienes asumen el cuidado de personas adultas mayores, la gestión de medicamentos, la compra de alimentos? La limpieza y la desinfección del hogar, vestimenta y ropa de cama, que ahora se triplica por la necesidad de evitar infecciones. ¿En quienes recaen estas funciones?

Pensemos en compañeros que también deben acatar la medida de “quedarse en casa” para continuar teletrabajando según su jornada laboral, muy probablemente (sin generalizar) tendrán a su disposición los alimentos listos y ropa limpia ya que, como de costumbre ellas se encargaran de las “labores del hogar”, además del cuido de los y las chicas.

Karina Batthyány destaca que en América Latina las mujeres realizan cerca del 80% del trabajo del cuidado no remunerado y son amplísima mayoría entres quienes se ocupan del trabajo de cuidados remunerados, por tanto, gran parte de los cuidados totales los ejercen las mujeres. (2020)

Para algunas culturas la palabra “crisis” significa oportunidad para el cambio, es indispensable comenzar a debatir y cuestionarnos ahora y no después, los aspectos de la organización social del cuido. Que el hecho de volver “puertas adentro” no represente para nosotras las mujeres, volver a las prácticas patriarcales más arcaicas, que esta “crisis” sea una oportunidad para comenzar colectivamente, a proponernos formas de relacionarnos más horizontales y solidarias.

Si bien las condiciones de aislamiento o cuarentena limitan de alguna manera las acciones de solidaridad externas y nos hace repensar las formas en que hemos establecido nuestros vínculos y afectos, esta “crisis” también nos invita a reflexionar sobre la célebre frase de Simone de Beauvoir «lo personal es político». Es indispensable reflexionar desde lo personal, plantearnos ¿Cómo querernos?, ¿Cómo cuidarnos?, ¿Cómo convivimos?, ¿Cómo solidarizarnos y ser congruentes en los espacios más próximos? Sumado a lo anterior, es urgente colocar este debate en las esferas públicas, donde se crean las directrices, se toman las decisiones y se generan discursos.

Karina Batthyány expresa que la emergencia por el COVID-19 vuelve a poner en el centro la cuestión de la organización social del cuidado y es necesario apoyar todas aquellas medidas y acciones que pongan a la humanidad y no el mercado en el centro para paliar la pandemia, superando este último como eje organizador de la vida en común. (2020)

Al igual que las labores de reproducción de la vida y de los cuidados no deberían ser exclusivamente nuestra responsabilidad, el reto de aprender de esta nueva circunstancia, resignificar la vida cotidiana y reconfigurar la forma de relacionarnos desde otros lugares, debería ser una inquietud y una denuncia compartida.

Que esta circunstancia nos permita repensarnos como sociedad, evitar que el temor a la crisis sanitaria nos coloque en una condición de mayor vulnerabilidad y que todos los esfuerzos, las luchas y los aprendizajes de cada una, desde nuestra trinchera y nuestras posibilidades aporte en la construcción de un mundo más igualitario y que esto se convierta en insignia para atravesar este momento de la humanidad.

Bibliografía Consultada

Judith Butler (2020) Capitalism has its limits. Artículo de opinión escrito el 19 de marzo. Traducido por Anabel Pomar para lavaca.org (https://www.lavaca.org/notas/el-capitalismo-tiene-sus-limites-la-mirada-de-judith-butler-sobre-el-coronavirus)

-Karina Batthyány (2020) La pandemia evidencia y potencia la crisis de los cuidados. Secretaria Ejecutiva de CLACSO.https://www.clacso.org/la-pandemia-evidencia-y-potencia-la-crisis-de-los-cuidados/

Ilustración de cabecera:

http://cmdpdh.org/project/derechos-de-la-mujer-mecanismos-para-combatir-la-discriminacion/

Debate: Los estragos del patriarcado y la posibilidad de un encuentro: relaciones entre madres e hijas

El Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) está organizando para este próximo miércoles 22 de mayo, de 6:00 a 7:30 p.m. el debate “Los estragos del patriarcado y la posibilidad de un encuentro: relaciones entre madres e hijas”, en la Sala 1 audiovisuales, Biblioteca Carlos Monge Alfaro.

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La violencia sexual y medioambiental tienen la misma raíz: el patriarcado

Raquel Bolaños (*)

Violencia desde el puño y letra del ex mandatario cuando firmó la conveniencia nacional para el proyecto Crucitas y la derogación de la moratoria a la minería. El poder le permitió a Arias beneficiar los intereses de la empresa minera Infinito Gold, y recibir una donación de $250 000 para la Fundación Arias para la paz.

Y es que la paz vive en el silencio de las víctimas que callan los abusos sexuales en el propio seno familiar, y es que el 25% de nuestras niñas son depredadas, y solo un 20% de las víctimas se atreven a denunciar. La sociedad normaliza el abuso en los cuerpos de las mujeres, y de la misma forma es “natural” el “desarrollo” a costas de la ecología con leyes que permiten la destrucción de los ecosistemas. Las instituciones del estado son incapaces de resguardar las condiciones mínimas para la vida y el medio ambiente. Mientras tanto el país es promocionado como un destino verde y país del pura vida, con estadísticas de 40 femicidios al año.

La desfachatez del ex presidente al poner las manos sobre los senos de una periodista tiene un elemento en común con el abuso de poder para favorecer la minería a cielo abierto: en ninguno de los casos hay consentimiento! El patriarca se cree dueño de los cuerpos de las mujeres y piensa que el país es una finca de la que puede disponer.

Las comunidades que se enfrentan a luchas ambientales denuncian la ausencia de espacios de participación ciudadana y se enfrentan a un calvario burocrático, observando cómo las empresas consiguen uno a uno los permisos a pesar de la oposición comunitaria (como está sucediendo con la hidroeléctrica San Rafael)

Violencia con la vida, los negocios multimillonarios del premio nobel acaparan las aguas del río Tempisque, y pretenden obtener más con el proyecto Agua para Guanacaste, que nos costará 425 millones de dólares de deuda a beneficio del agro negocio. El gobierno actual, siguiendo la misma dinámica está impulsando reactivar la pesca de arrastre, eliminar la moratoria contra la minería, facilitar los trámites para proyectos (sin necesidad de viabilidad ambiental), permitir la entrada de residuos tóxicos, desregularizar la entrada de pesticidas, todas estas leyes regresivas y violentas.

Analizando la acusación de de violencia sexual contra Arias cabe reconocer que la denunciante es hija de políticos, doctora, directora de una ONG y contaba con herramientas que le permitieron reaccionar al abuso. Me pregunto si todas tenemos acceso a estrategias para defendernos de la violencia sistemática contra nuestros cuerpos e integridad, y si todas las comunidades poseen herramientas y capacidades organizativas para defender los recursos naturales ante la expansión piñera, o la construcción de hidroeléctricas.

El sistema seguirá normalizando las conductas depredadoras, poniendo la responsabilidad en las víctimas, qué ropa vestían, a qué hora caminaban en la calle, y ¿por qué no se defendieron y tardaron tantos años en denunciar?

Y ¿por qué se oponen al progreso? – le preguntan a una comunidad en pie de lucha para defender un río-

(*) Raquel Bolaños es artista plástica e integrante del Movimiento Ríos Vivos Costa Rica

 

Enviado por FECON.

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Nosotras si te creemos…

«(…)

Hoy hemos sido testigas de pactos patriarcales de nivel político. Pactos de fraternidades masculinas hegemónicas que permiten a los hombres dejar de lado sus diferencias y salir a defender sus privilegios y que justifican la cultura de la violación. Hacen alianzas, porque están en juego sus privilegios de machos. Ellos tienen hermandades, cofradías, ellos se saben machos y se protegen para conservar su poder que les da casi total impunidad.

(…)»

Le invitamos a leer el comunicado completo de Feministas Periféricas de Mentes en la siguiente imagen:

 

Enviado por Fabiola Bernal.

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Congreso Internacional: Estudios de las Masculinidades y Derechos Humanos

El Congreso Internacional: Estudios de las Masculinidades y Derechos Humanos tendrá lugar este próximo 3, 4 y 5 de octubre en el Campus Omar Dengo, de la Universidad Nacional de Costa Rica.

Los temas que se tratarán serán los siguientes:

  • Patrones culturales y la construcción de las masculinidades patriarcales
  • Poder e identidades masculinas
  • Violencia generada por las masculinidades patriarcales
  • Reducción de la violencia masculina en los centros académicos
  • Derechos humanos y masculinidad

Las personas interesadas deberán ingresar al siguiente link:

http://bit.ly/CongresoMasculinidadesCR2018

Para consultas e información: capacitacion@fundacionjyg.org

 

Congreso Internacional Estudios de las Masculinidades y Derechos Humanos

 

*Imagen ilustrativa tomada de www.burbuja.info

Enviado por Luis Alberto Soto.

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“Las luchas de las mujeres de Playa Potrero Guanacaste, en favor del recurso hídrico: ataques inesperados, mujeres empoderadas”

Sergei Moreno Fajardo*

Las luchas de las mujeres de Playa Potrero Guanacaste, en favor del recurso hídrico

La historia latinoamericana o quizás los que contaron la historia se olvidaron de que  en cada proceso que esta parte del mundo ha enfrentado, ha tenido presencia de las mujeres. Sin embargo, esas voces y acciones de mujeres a lo largo de las tierras de América desde entonces y hasta la actualidad han sido opacadas, invisibilidades o hasta atribuidas  a otros hombres que ocupan  los grandes escritos de la historia.

Se podría pensar en el deseo perverso de los que escriben y de los que cuentan la historia, pero es importante tener en cuenta que esa invisibilzación a la que han sido condenadas las mujeres, es el resultado de procesos históricos implantados por una cultura patriarcal o machista proveniente de  España y puesta en marcha al pie de la letra por los conquistadores en nuestras tierras.

Aquellos hombres que venían a enfrentar e imponer el deseo de la corona española se encargaron de reproducir aquellas formas de convivencia y familia que rindiera culto al hombre, aquel que era heterosexual, occidental y cristiano céntrico . “El concepto de “tronco básico o fundamental” como grupos de familias vinculadas entre ellas por el matrimonio de sus hijos, da prestigio social y relevancia original al varón” (Escobar, 1984, p109).

Según Escobar, 1984, p.110, “todo este sistema se fue implantando de tal forma que consolido y dio garantía de continuidad a la exaltación suprema del varón conquistador”. Las mujeres han estado excluidas y en un desnivel ante los hombres, pues su condición de género y la constante permanencia del sistema patriarcal que ha tenido gran influencia en América latina, la violencia en todas sus formas de manifestarse, la discriminación y el creciente atropello a los derechos de las mujeres han estado presentes en nuestras sociedades y es necesario mencionar que Costa Rica no ha sido la excepción.

En nuestro país en el siglo XX, se llevaron a cabo  una de las movilizaciones sociales más importantes registradas, existe evidencia que las mujeres del Caribe costarricense tuvieron una participación activa en la organización del movimiento bananero, pese a  esto, sus aportes, acciones e ideas que fueron implementadas, quedaron dentro de las memorias olvidadas de la historia del proceso que vivió nuestro país, es decir, esa historia que vieron pero no quisieron contar.

Es evidente que el patriarcado posee el poder de dominar la historia y contarla en acciones y voces masculinas, haciendo oídos sordos y vista ciega a labor llevada a cabo por las mujeres en la historia. “El patriarcado modera los espacios y los domina…” (Olguín, 2014). Es evidente entonces que el espacio de las narrativas de los procesos  que ha atravesado nuestro país están dominados por los hombres.

Las luchas de las mujeres de Playa Potrero Guanacaste, en favor del recurso hídrico3

Frente a los aspectos descritos con anterioridad nos surge la necesidad  de pensar sobre las luchas que de forma continua realizan las comunidades guanacastecas en favor del recurso hídrico y la participación que poseen las mujeres. Aunque haremos referencia a estas luchas y las mujeres a groso modo respecto a la provincia de Guanacaste prestaremos particular atención al movimiento surgido en febrero del 2014 en la comunidad de playa potrero (PP) y la participación de las mujeres de la comunidad en esa lucha.

En el presente trabajo haremos referencia al termino MUJERES Guanacastecas y no a “mujer guanacasteca”, “El termino MUJERES, nos permite ver con ojos de diversidad” (Monzón, 2014).Esta aclaración es de suma importancia pues cabe mencionar que en P.P, hay una gran diversidad de mujeres, Nicaragüenses, negras, blancas, francesas, lesbianas, cristianas, católicas, etc.

El tema de defensa del recurso hídrico en la provincia de Guanacaste  no es reciente, sin embargo “en los últimos años  el “desarrollo” acelerado de las inmobiliarias ha puesto en apuros a los vecinos de la zona” (ASADA de Playa Potrero, 2014,p.3), y las luchas por el agua han ido en incremento, las diferentes organizaciones comunales como las asociaciones  de desarrollo, las ASADAS y otras han tenido que emprender una lucha constante y fuerte por proteger el vital recurso.

El 7 de febrero del 2014 explotaría en la comunidad de P.P, una de las luchas  más importantes y alentadoras de la zona, aquella tarde decenas de mujeres, hombres, y niñas(os), llegaron frente a la parada de buses de la comunidad. Un árbol de cocobolo fue el principal testigo de los hechos, quizás ese árbol mejor que nadie registro lo sucedido con voces entre cortadas por la impotencia y la desesperación de ver como lo que nuestros abuelos y abuelas habían construido se iría de nuestras manos.

No abundaremos en detalles sobre lo que sucedió pero la lucha fue intensa y contaste y claro los Facebook y páginas se llenaban de imágenes de lo que sucedía, algunos medios de comunicación llegaron a la zona y los resultados comenzaron a parecer.

Las mujeres potrereñas, desde las más chicas hasta las más adultas salieron aquella tarde de sus casas y conforme pasaban los días y la situación se ponía cada vez más difícil iban saliendo más personas de sus casas para apoyar las luchas, sin embargo, ese rompimiento de lo privado y asignado por el patriarcado a las mujeres , es decir, la casa, los hijos, movió los pisos de muchos y la iglesia no guardo silencio y dio la receta: “La mujer que asista a las manifestaciones no podrá tener más participación en la iglesia, eso no es decente”(iglesia evangélica).

Las declaraciones por parte de la iglesia solo denotan la reproducción de un sistema patriarcal establecido en la institucionalidad religiosa de nuestro país y como estos discursos se encargan de mantener dominadas a las mujeres, porque si notamos la prohibición, no es para todos y todas es solo para ellas, las mujeres y las minimizan a mujer que emana condición de que todas son iguales obviando las diferencia que mencionamos anteriormente.

Ahora cuando revisamos las organizaciones comunales, resulta que están dominadas por los hombres, y estos ocupan los puestos más importantes de la organización y en casos particulares de mujeres que son parte de estos órganos comunales ellas narran; “Una esta ahí como una figura nada más, porque al fin y al cabo ellos son los que deciden…”(María).

Las ASADAS, dominadas por hombres , asociaciones de desarrollo donde las mayorías son hombres y en algunos casos las mujeres ocupan puestos que socialmente han sido asignados a lo femenino, tales como secretariados, vocales, es decir puestos en los que no son parte de las decisiones importantes.

Lo que hemos descritos parece ser una condena histórica para las mujeres, el patriarcado no las quiere en los espacios de poder, no las quiere tomando decisiones, sin embargo en la luchas por el agua en P.P, las mujeres han alzado sus voces, han salido de sus casas y se han enfrentado a la institucionalidad religiosa, con carteles en manos , silbidos, caminatas, cordones humanos se enfrentaron a la policía, al AYA y a todas aquellas imposiciones sociales y salieron a defender el recurso hídrico.

Las luchas de las mujeres de Playa Potrero Guanacaste, en favor del recurso hídrico2

Las mujeres comunitarias están organizándose cada vez más y están unidas en sus luchas, pese que aun en nuestros días las mujeres siguen siendo discriminadas por su condición de género, su raza, orientación sexual…etc., pareciera que hay un despertar por parte de las mujeres, así lo dice la señora María, “hay un despertar de las mujeres, estamos cansadas de que solo sirvamos para atender los hijos y el marido, queremos aportar a nuestras comunidades…bueno en realidad siempre lo hemos hecho” (P.P,2015).

Recientemente asistimos al encuentro de gestores y gestoras comunitarias del agua, que se realizó en la plaza de la cultura en San José y al llegar nos sorprendimos  porque la mayoría de las personas que asistieron eran mujeres, pero nos sorprendimos más cuando vino el periodo de presentación de las problemáticas de las comunidades, pues resulta que quienes hablaban fueron hombres en la mayoría de los casos, en resumen la labor de las mujeres sigue siendo invisibilizada y se les sigue negando el derecho a contar sus historias.

Los logros de las luchas en muchos casos son atribuidos a hombres, cuando fueron las mujeres que dieron las ideas y le hicieron plantones a las empresas, hoteles y a la misma AYA. Los medios de comunicación siempre buscan al “hombre defensor de la familia” para entrevistarlo, pues claro se asume que son ellos y no ellas las que tienen que salir a la calle para exigir su derecho al agua.

La violencia patriarcal contra las mujeres, sigue vigente  y es de importancia máxima que las organizaciones comunales tengan claridad de que la única forma de obtener resultados realmente importantes es si los obtenemos todos y todas. La diversidad deberá ser usada como mecanismo de lucha en la defensa del agua en las comunidades.

En conclusión, las mujeres son, han sido y serán parte de la defensa del medio ambiente y del agua en particular, pero su labor no se ha registrado. Por ello terminaremos este articulo  reconociendo el papel fundamental e importante que jugaron las mujeres de la comunidad de P.P en las luchas que se han realizado en defensa del agua como derecho de todas las personas, y es nuestro deber escuchar las voces que han sido silenciadas y olvidadas pero que cada vez gritan más fuerte y su labor se hace visible. Ante ataques inesperados, mujeres empoderadas, debe ser nuestro lema frente a estas luchas que inician pero posiblemente aumentaran con el paso del tiempo.

 

*Estudiante de Sociología-UNA: morenofajardos@gmail.com

 

Enviado a SURCOS Digital por el autor.

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