Ir al contenido principal

Inauguración de memoria digital: Carmen Lyra

En este momento electoral que tanto se quiere mancillar lo hecho por grandes figuras del pasado costarricense, momento en que existe un miedo de contagiarse de las buenas obras de los mejores hombres y mujeres que nacieron en esta Patria,  quienes con su sacrificio y esfuerzo dieron a luz el Estado Social de Derecho del que disfrutan los que reniegan de estos logros.

Es bueno difundir actividades de este tipo, que destacan la labor de personalidades que son pilares fundamentales de la Costa Rica que heredamos hace muchos atrás.

 

Inauguración de memoria digital Carmen Lyra

Circulado a SURCOS por Carlos Manuel Vega Bolaños.

 

 

Cursos Participativos: Aprenda en verano

Más de 4.500 personas se esperan este año en la XXX edición de Cursos Participativos, organizados por la Universidad Nacional (UNA) en las dos últimas semanas del mes de enero, con el fin de promover el vínculo y el diálogo de la Universidad con la comunidad nacional. Este año, al igual que el anterior, los Cursos Participativos cuentan con el apoyo de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH) y la Municipalidad de Heredia.

La UNA ofrecerá un total de 248 cursos, de los cuales 20 son  específicamente dirigidos a adultos mayores que no pagan matrícula, 190 para todas las edades y 48 para niños, niñas y adolescentes.

Los cursos se llevarán a cabo del 20 de enero al 1 de febrero las personas interesadas pueden realizar la matrícula en forma virtual o en forma presencial del lunes 13 al viernes 17 de enero.

La matrícula presencial se realizará en la FUNDAUNA, ubicada en Plaza Heredia (frente a Spoon), de las 8 de la mañana a las 4 de la tarde. Los que desean realizar la matrícula por internet, deben ingresar al sitio www.fundauna.una.ac.cr/cursos.

La duración de los cursos es de 8 horas presenciales, distribuidos en las dos semanas y la inversión inicial es de 10 mil colones,

Abanico

Los más pequeños podrán incursionar en la elaboración de máscaras, danza aeróbica, teatro infantil, diseño de caricaturas,  e incursionar en el reciclaje mediante las patrullas ecológicas.

Para los jóvenes, el abanico se despliega desde la introducción a la capoeira angola, expresión oral, tutorías para química, ciencias y matemática, entre otros.

Los adultos, también encontrarán una amplia variedad de cursos, entre estos, inglés básico para administradores, mercadeo, manejo de las personas en condición de dependencia, manualidades, Excel básico, uso adecuado de internet y redes sociales, técnicas para hablar en público, elaboración de cupcakes, técnicas para la búsqueda de empleo, tarjetería, e introducción al francés, entre otros.

Los poseedores de canas de oro, podrán escoger entre manualidades en quilting, uso de Word, Excel o Power Point, uso de internet, computación básica, cómo enfrentar el duelo, identidad de las personas adultas mayores, conciencia y expresión corporal, fachada en teja, yoga, y pintura de artesanías enpiezas de resina, entre otras.

Saberes y diálogo

Desde 1984, los Cursos Participativos se han convertido en una opción atractiva para niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, que aprovechan parte del periodo de vacaciones o de su tiempo libre para iniciar un corto viaje de dos semanas por una variada gama de conocimientos, saberes y diálogo.

Carmen Monge, coordinadora de la XXX edición de los Cursos Participativos-2014, comentó que en este último quinquenio, los Cursos Participativos han ido en aumento, gracias al trabajo voluntario de docentes activos y jubilados, de estudiantes, de egresados y de miembros de la sociedad civil, que entregan de manera desinteresada y comprometida su conocimiento.

Circulado a SURCOS por UNA Comunicación.

Bailarines centroamericanos darán una única función en Costa Rica

Centroamericana y el Caribe ofrecerá función en Costa Rica

Bailarines centroamericanos darán una única función en Costa Rica

Catorce bailarines de Centroamérica y República Dominicana se presentarán en Costa Rica, el domingo 19 de enero en el Teatro de la Danza, a las 6 p.m.

Durante diez semanas, 14 bailarines de Centroamérica y República Dominicana se reúnen para formar la primera Compañía de Danza Centroamericana y el Caribe (CODACA), cuyo objetivo es promover el intercambio cultural, la integración social regional y el fortalecimiento de la danza contemporánea.

CODACA se presentará en Costa Rica el domingo 19 de enero en el Teatro de la Danza del Ministerio de Cultura y Juventud, a partir de las 6 p.m.

Los asistentes podrán disfrutar del estreno en el país, de las obras “Intuitivos” pieza de la costarricense Karol Marenco directora de la Compañía Nacional de Danza de El Salvador e interpretada por el elenco de esa agrupación, y “Otros Mares” del escocés Mark Sieczkarek radicado en Alemania; que será interpretada por el elenco de CODACA.

Las entradas tienen un valor de 3.000 colones general y 2.000 colones estudiantes y ciudadanos de oro con carné y se pueden adquirir en la boletería del teatro el mismo día de la función.

Ana Sofía Villar Alvarado y Josué Eli Barrios Romero (Guatemala), Adriana Isabel Amaya Rosales y Guillermo Rolando Meléndez Cruz (El Salvador), Diana Beatriz Valladares Vasquez y Andrea Alvergue (Honduras), Freddy Antonio Ríos Meza y Victor Omar Cruz Talavera (Nicaragua), junto a Moisés García Bethancourth y Héctor Manuel Carrasco Larios (Panamá), Doraysa De Peña García y Rayser Rafelina Campusano Rosario (República Dominicana), Sofía Solís Miranda y Edward Ivan Guerra Rodríguez (Costa Rica) integran este proyecto cultural que busca promover la integración regional, la cultura de paz y la creatividad artística.

CODACA es un proyecto del Instituto Goethe apoyado por el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), así como por las Embajadas y Centros Culturales Alemanes en coordinación con las autoridades locales como el Ministerio de Cultura y Juventud, Danza Universitaria de la Universidad de Costa Rica y la Escuela de Danza de la Universidad Nacional.

CODACA reunirá una vez al año, a dos bailarines representantes de los siete países participantes, para que participen en clases magistrales y talleres impartidos por coreógrafos y bailarines de gran trayectoria de Alemania y seguidamente participen en una coreografía regional.

  • Única función en Costa Rica

Cuándo: domingo 19 de enero 2014, 6 pm

Lugar: Teatro de la Danza, CENAC

Entradas: 3.000 colones general y 2.000 colones estudiantes y ciudadanos de oro con carné.

Disponibles en la boletería del teatro, una hora antes de la función.

Informes: produccion.danzauna@gmail.com

Para mayor información comuníquese con Pamela Jiménez productora de la Escuela de Danza de la Universidad Nacional (2277-3394) o con Sofia Herrera Cubillo de la Embajada de la República Federal de Alemania ( 2290 9091 ext 102).

 

Circulado a SURCOS por UNA Comunicación.

 

El origen verdadero de Fundación AVINA

La maldición del amianto

Un grupo de víctimas lanza una ofensiva internacional para retirarle los títulos y premios del millonario Stephan Schmidheiny, expropietario de la empresa Eternit.

En Brasil, su objetivo es la Ordem do Cruzeiro do Sul, concedida por el presidente Fernando Henrique Cardoso.

Eliane Brum – EL PAIS – MADRID – ESPAÑA – 6 DE ENERO 2014

Si dependiese de las víctimas del amianto, 2014 sería el peor año de la vida del millonario suizo Stephan Schmidheiny. Estas se preparan para abrir otro frente en la lucha por la prohibición de la fibra cancerígena. Esta vez, su objetivo es algo tal vez más valioso del que la fortuna del empresario cuya familia fundó la suiza Eternit. Durante el siglo XX, el grupo industrial plantó fábricas por el mundo y sembró con ellas enfermedades fatales como la asbestosis (conocida como pulmón de piedra) y mesotelioma (el llamado cáncer del amianto). Ahora, el blanco de enfermos y familiares es el patrimonio inmaterial al que el suizo dedicó mucho dinero, batallones de asesores y los mejores esfuerzos: su biografía.

En Brasil, los abogados de la Asociación Brasileña de Expuestos al Amianto (ABREA) pretenden retirarle la prestigiosa Ordem do Cruzeiro do Sul, concedida al suizo en 1996 por el entonces presidente, Fernando Henrique Cardoso. La ofensiva forma parte de una estrategia internacional de las víctimas, liderada por Italia. Desde el año pasado, la organización italiana AFEVA (Asociación de Familiares y Víctimas del Amianto) presiona a la Universidad de Yale, en Estados Unidos, para revocar el título de doctor honoris causa en Letras, concedido la Schmidheiny también en 1996. En Venezuela y en Costa Rica empiezan a articularse iniciativas semejantes para presionar a instituciones que lo premiaron. La meta es borrar uno a uno los títulos y premios exhibidos por el millonario en su biografía oficial. Para cada uno de los honores hay un grupo de víctimas organizándose para presionar por su anulación. “Nosotros no estamos interesados en la destrucción de un ser humano, sino en la búsqueda de la verdad. Y la verdad es que no hay honra en la conducta del señor Schmidheiny”, escribió Bruno Pesce, coordinador de la AFEVA, a la dirección de la Universidad de Yale.

Stephan Schmidheiny es un personaje trágico del mundo contemporáneo. Para parte de la humanidad es un villano, para otra es un héroe. Durante la década de los noventa fue extremadamente cuidadoso al construir una biografía que pudiera borrar – o por lo menos ofuscar – su papel de protagonista en la conocida como “la mayor catástrofe sanitaria del siglo XX”: las decenas de miles de muertes en el mundo entero por contaminación de amianto (asbesto), una parte significativa de ellas ocurrida dentro de las fábricas de Eternit, de su familia, o en el radio de algunos kilómetros.

Stephan Schmidheiny es un personaje trágico del mundo contemporáneo. Para parte de la humanidad es un villano, para otra es un héroe

Casi lo consiguió.

La familia Schmidheiny, una de las más ricas de Suiza, hizo fortuna explotando el amianto a partir del inicio del siglo XX. En 1969, a los 22 años, Stephan llegó la hacer prácticas en la fábrica de Eternit en Osasco (Grande São Paulo), periodo en el que conoció algunos de los obreros que acabarían muriendo por enfermedades causadas por la fibra. En 1976, a los 29 años, asumió la dirección de los negocios de Eternit y, según su versión, decidió acabar con la producción y vender la empresa al descubrir que el amianto causaba enfermedades graves, algunas de ellas fatales. Pero Eternit no dejó las manos de la familia hasta 1990. No fue cerrada, sino vendida, dejando para los nuevos dueños la lucrativa producción, así como el pasivo humano y ambiental. Su web lo describe en los siguientes términos: “1988 – inicio de la venta de todas las participaciones del grupo suizo Eternit, que concluyó a finales de la década de los ochenta. Las participaciones fueron vendidas a los sucesores legales con todos los derechos y deberes”. Las negritas son mías.

Es preciso comprender el contexto en el que el clan Schmidheiny se retira del negocio responsable por gran parte de su fortuna durante casi un siglo. En aquel momento Europa ya enfrentaba el escándalo del amianto, con miles de víctimas. Se estima que hasta 2025, solo en Francia, morirán 100.000 personas por enfermedades relacionadas con el asbesto. Los primeros países europeos en vetar la materia prima fueron Islandia, en 1983, y Noruega, en 1984. De manera progresiva, el amianto fue eliminado en diversos países, hasta su prohibición total por la Unión Europea en 2005. Hoy, el amianto está proscrito en 66 países, una lista de honor de la cual Brasil no forma parte.

Hoy, el amianto está proscrito de 66 países, una lista honrosa de la cual el Brasil no forma parte”

Existen documentos que prueban que la industria tenía informaciones sobre la relación entre amianto y enfermedades mortales desde el inicio del siglo XX. En los años treinta ya había estudios importantes probando el potencial mortífero del asbesto al ser inhalado, causando enfermedades que tardaban años y hasta décadas en manifestarse. Una de ellas, la asbestosis, mata a la víctima lentamente por asfixia: endurece el pulmón a punto de impedir la acción de inspiración/expiración. Miles de trabajadores en el mundo entero murieron asfixiados tras dedicar su vida a Eternit y otras empresas de amianto. La mayoría de ellos aún luchaban en la Justicia por indemnizaciones y asistencia. En Brasil, empresas como Eternit normalizaron un procedimiento. Cuando los obreros estaban cerca de la muerte, casi sin conseguir hablar, sus representantes aparecían en el hospital ofreciendo cuantías irrisorias y un documento listo para firmar, en el que eliminaban la posibilidad de cualquier futura reivindicación judicial por los familiares. Desesperados, con dolor, sin aire, muchas víctimas firmaron los papeles de la vergüenza.

En un primer momento, la industria del amianto negó el carácter tóxico de la fibra. Después, cuando se hizo imposible tapar el creciente número de enfermedades y de muertes de obreros (muchos de ellos por mesotelioma y otros tipos de cáncer relacionados con la contaminación por asbesto), así como pesquisas con resultados cada vez más contundentes, cambió el discurso y pasó a difundir la idea del “uso controlado del amianto”. Intentaba convencer que, con precauciones y protección, era posible continuar produciendo sin arriesgar la vida de los trabajadores. Gastó – y sigue gastando – millones de dólares para pagar a asesores, lobbies y científicos con la misión de hacer circular -y prevalecer- esa idea –. Brasil, país en que el amianto está prohibido solo en seis estados (Rio Grande do Sul, São Paulo, Pernambuco, Río de Janeiro, Mato Grosso y Minas Gerais), es un ejemplo de cómo la estrategia ha funcionado a costa de vidas humanas, de contaminación ambiental y, en breve, de una sangría considerable en las arcas públicas de Sanidad.

Al promover su salida estratégica de los negocios del amianto, Stephan Schmidheiny pasó a ejecutar una especie de lavado de biografía. El millonario suizo acuñó el concepto de “ecoeficiencia”, convirtiéndose en uno de los exponentes de Rio 1992, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medioambiente y Desarrollo, y creó las fundaciones Fundes y Avina . Esta última, bastante conocida también en Brasil, financia proyectos de reducción de la pobreza en diversos países. Colecionador y conocedor de arte, pasó con desenvoltura por la cúpula de museos como el prestigioso Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York. Como “emprendedor moderno y filántropo” dio conferencias en universidades de la Ivy League americana, como Yale. En 2003 creó una entidad llamada Viva Trust, que donó mil millones de dólares para financiar los proyectos sociales y ambientales de Avina. En este acto anunció su retirada del mundo de los negocios, distribuyendo una tarjeta en la cual, debajo de su nombre, estaba escrito: “piloto de helicóptero y buceador”.

Miles de trabajadores en el mundo entero murieron asfixiados tras dedicar su vida a la Eternit suiza y otras empresas de amianto»

La conversión de la biografía, de príncipe del amianto a filántropo socioambiental, parecía haber concluido con enorme éxito. Reportajes laudatorios en revistas internacionales -y también brasileñas– lo sacaban en portada o primeras páginas. Todo parecía ir muy bien para Stephan Schmidheiny, como había ocurrido para muchos antes de él en las áreas más diversas. Hasta el 13 de febrero de 2012. En esta fecha fue condenado por el Tribunal de Turín a 16 años de prisión y al pago de 100 millones de euros por la muerte de miles de personas por enfermedades relacionadas al amianto, contaminadas en plantas de Eternit en Italia. El crimen fue descrito como “desastre ambiental doloso permanente y omisión dolosa de medidas de seguridad para los obreros”. El 3 de junio de 2013, la sentencia no solo fue confirmada, sino que aumentó de 16 a 18 años de prisión. La sentencia final está prevista para 2014 en Roma. El otro reo, el barón belga Jean-Louis Marie Ghislain de Cartier de Marchienne, murió el año pasado. Durante el juicio, al cual Schmidheiny no compareció, el hombre que fue descrito en la revista americana Forbes como «el Bill Gates suizo” vio su nombre coronado por la palabra “asesino”.

El comportamiento de Eternit fue descrito en el tribunal, hora tras hora, por hombres y mujeres que, o perdieron a padres, madres, maridos, esposas e hijos por enfermedades causadas por el amianto, o estaban en a punto de perder ellos mismos la vida en cánceres dolorosos antes de acabar el juicio. Personas como la italiana Romana Blasotti Pavesi, que perdió a su marido, su hermana, un primo, un sobrino y, finalmente a su hija de mesotelioma causado por amianto. Solo el marido había trabajado en la fábrica. Ciudadanos de Casale Monferrato, la ciudad dominada por una planta de Eternit durante casi todo el siglo XX, relataron el momento en que descubrieron que no solo los obreros y sus familiares morían, pero también personas de otras profesiones (periodistas, médicos, profesores, etcétera) que nunca habían manipulado directamente la fibra, pero habían sido afectados por la contaminación ambiental.

Quando los obreros estaban cerca de la muerte, representantes de las empresas aparecían en el

hospital ofreciendo cuantías irrisórias y un documento listo para firmar»

La sentencia afirma que, en 1976, ante las crecientes noticias sobre la relación entre asbesto y enfermedades crónicas y fatales, la industria promovió una conferencia en Alemania con el objetivo de discutir estrategias para enfrentar el problema sin dejar de trabajar con amianto. Stephan Schmidheiny estaba presente en aquel encuentro. También se enfatiza que él participó de acciones con el fin de confundir a la opinión pública al descalificar o lanzar dudas sobre las pesquisas científicas que probaban el efecto nefasto de la fibra mineral para la salud. Por fin, la corte concluyó: “Stephan Schmidheiny era completamente consciente en 1976 de los estudios epidemiológicos sobre la relación causal entre aspirar las fibras de amianto y las enfermedades”. Después de la sentencia, la misma prensa que por años alabó el impulso emprendedor, la caridad, la visión y el desprendimiento del millonario fue obligada a recular.

Al mirar la biografía de Stephan Schmidheiny las víctimas del amianto están disputando la escritura de la historia. Pero en un momento muy particular. Mientras la mayor parte del mundo desarrollado ya ha proscrito la materia prima y lidia con el pasivo humano y ambiental, parte de las potencias emergentes, como el propio Brasil, aún es bastante permeable al lobby de la industria, cuando no connivente con el padecimiento y la muerte de personas. Brasil es hoy el tercer productor mundial, el tercer exportador y el tercer usuario de amianto. Es interesante destacar que, en Brasil, mientras el amianto es raro en las regiones más nobles de las grandes ciudades, continúa siendo muy usado en favelas y periferias, aldeas y comunidades indígenas y en las casas de pequeños agricultores, incluso – y tal vez de forma especial – en la Amazonia.

En este contexto, la disputa narrativa sobre la biografía de Stephan Schmidheiny se vuelve estratégica para la lucha por la prohibición del amianto. Y puede definir tanto la aceleración de algunos desenlaces como la inclusión de nuevos capítulos en una historia en construcción. No hay duda de que el amianto es un thriller real que podría resultar en una película tan reveladora sobre los métodos de su industria como lo fue The Insider para el ramo del tabaco. O incluso una película como Thank you for smoking, sobre “los lobistas del mal”. Hay pocas dudas de que pasará a la historia como uno de los mayores escándalos laborales y sanitarios de los siglos XX y XXI. Pero la imagen y la postura de personajes centrales como Schmidheiny aún están en disputa.

O Brasil es un ejemplo de como la estrategia del uso controlado del amianto ha funcionado a la cuesta de vidas humanas y de contaminación ambiental»

Al emprender batallas organizadas para retirarle sus títulos, premios y honores, las víctimas del amianto desean impedir que triunfe la narrativa de Schmidheiny, mejor expuesta en una versión antigua de su biografía, contada en primera persona, pero ya cambiada en su web oficial: “La familia Schmidheiny siempre ha vivido discretamente, alejada de la mirada pública. De repente me vi en las primeras páginas de los periódicos, vinculado a los efectos nocivos del amianto, los mismos efectos contra los que yo intentaba proteger a mis empleados y al grupo. Eso fue muy difícil, no solo para mí, sino también para mi familia y mis amigos. En aquel momento concluí que era incapaz de calcular por mí mismo el verdadero grado de los riesgos de la fabricación de productos de cemento-amianto. Nuestros asesores creían que los estudios científicos destinados a probar los efectos nocivos de ese material estaban llenos de contradicciones. Yo percibía que la falta de un consenso científico y técnico transparente en relación al amianto y la imprevisibilidad de sus efectos imposibilitaban cualquier planificación o gestión de riesgo confiable. Concluí entonces que esa no era una perspectiva muy prometedora para estar envuelto. Al mismo tiempo, tomé una decisión radical. Sin tener la más mínima idea de cómo iríamos a implantar el cambio, anuncié públicamente que el grupo interrumpiría la fabricación de productos con amianto. Me acuerde muy bien de las palabras de uno de los gerentes técnicos tras mi anuncio: ‘¡El joven Schmidheiny está loco! Quiere fabricar productos Eternit sin amianto. Es como querer encontrar agua seca…’ Tomé la decisión de no utilizar más amianto basándome en los problemas de salud y ambientales asociados a ese mineral. Pero también tuve la impresión de que, en una época de creciente transparencia – así como de preocupación por los riesgos para la salud – sería imposible desarrollar y mantener un negocio de éxito basado en el amianto. Esa intuición hizo que comenzara a considerar seriamente la relación entre los negocios y la sociedad. Fue un periodo doloroso, pero también una preparación de valor inestimable para mi posterior dedicación a una posición de liderazgo en asuntos relacionados con los negocios y la sociedad.”

En la web actual, este momento está resumido en su biografía, ahora contada en tercera persona: “El joven abogado ingresó en Eternit Suiza cuando tenía solo 29 años de edad, asumió su liderazgo tras poco tiempo y de manera inmediata comenzó a impulsar la salida del procesamiento de amianto, que fue considerado un logro pionero a nivel mundial”.

Esta versión es considerada por las víctimas y por sus abogados un producto del competente proceso de lavado de su biografía. “No voy a entrar en el mérito de su vida posterior o de su dinamismo como emprendedor. Pero no hay sentido purificador en esta venta. Schmidheiny hizo uso económico de Eternit, con frutos económicos. No fue una donación. La vendió, haciendo que los productos de amianto continuasen siendo producidos por el nuevo comprador”, afirma Mauro Menezes, abogado de ABREA. “A nuestro país no le conviene mantener la concesión de una medalla a alguien posteriormente condenado por omisión dolosa de protección a la salud de miles de personas.” Roberto Caldas, también abogado de ABREA – y hoy juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos – afirma: “Un premio honorífico le dice a la sociedad que el agraciado realizó un gran servicio al país. A partir del momento en que se percibe que el individuo se ha apartado de aquello que creía, nada más natural que retirárselo. Un criminal no puede seguir ostentando un honor como ese y comprometiendo la imagen del país”.

En Brasil, la principal protagonista de la lucha por la prohibición del amianto es la ingeniera Fernanda Giannasi. Auditora fiscal del Ministerio de Trabajo por 30 años, se jubiló en agosto para dedicarse por completo a la causa, que ya le ha traído amenazas de muerte. “Luchar para retirar la Ordem do Cruzeiro do Sul concedida a Schmidheiny es otro frente para pasar a limpio la historia de ese crimen social casi perfecto”, afirma. “Esa lucha significa la desglamourización de un personaje que fue entronizado por el movimiento ambientalista en el inicio de la década de los noventa como un gurú, pero que forma parte del gran quebradero de cabeza que es la extraordinaria historia de ese crimen corporativo industrial multinacional, que pasó todo el siglo pasado casi impune.”

La disputa por la biografía del millonario suizo no será fácil. El aura de Schmidheiny se mantiene en algunas altas esferas, incluso después de la condena del Tribunal de Turín. El intercambio de cartas entre la oficina de abogacía que representa las víctimas italianas y la Universidad de Yale es una prueba. Esta fue la respuesta de la dirección de Yale al pleito: “Yale concedió el honor al señor Schmidheiny por su defensa en favor de un desarrollo y crecimiento económico sostenibles. La decisión de premiarlo fue tomada por un comité que tomó en cuenta toda su historia: la de un filántropo que usó su riqueza para destinar fondos al crecimiento sostenible en Latinoamérica y en todo el resto, un pionero defensor internacional en el cambio de la forma en la que las empresas encaran la sostenibilidad ambiental y un empresario que heredó y desmanteló un procesamiento de amianto de décadas. No hay registros de que Yale haya revocado alguna vez un título honorífico y no estamos considerando este paso en el caso del señor Schmidheiny”.

Al promover su salida estratégica de los negocios del amianto, Stephan Schmidheiny pasó a ejecutar

una especie de lavado de biografía»

Christopher Meisenkothen, abogado que representa a las víctimas italianas, respondió: “Se da una disminución real del valor de los honores concedidos por una institución cuando […] se ve afectado por la inclusión de personajes controvertidos. Querría pensar que una institución como la Universidad de Yale pretende mantener y proteger la integridad de sus títulos honoríficos, así como promover los altos patrones éticos con los que reconoce a los candidatos”.

El bilionario suizo fue condenado, por el Tribunal de Turín, a 18 años de prisión por la muerte de miles de personas por enfermedades relacionadas al amianto en la Italia»

El abogado de las víctimas pidió la relación de donaciones hechas por Schmidheiny a la universidad. En una primera carta, Yale negó cualquier aporte de recursos. Meisenkothen, entonces, envió copias de materiales de divulgación de la propia universidad, en los cuales consta una donación hecha por la Fundación Avina a Yale, poco después de la concesión del título al millonario. La dirección de Yale se disculpó, explicando que había investigado solo en las “bases digitales” y no en los “archivos de papel”, razón por la cual acabó por suministrar una “información incorrecta”. Pero, aun así, reiteró su decisión de no revocar el título. Los familiares de las víctimas prometen continuar presionando a la universidad y a la opinión pública americana e internacional por la revocación de los honores.

Yale es una institución privada. El caso brasileño es diferente. La Ordem do Cruzeiro do Sul es una condecoración concedida por el Estado, un reconocimiento de los servicios prestados por un extranjero al país, envolviendo, por lo tanto, el conjunto de la población brasileña. Entre las estrategias planeadas por las víctimas brasileñas del amianto, además de una intensa campaña en las redes sociales, está que un parlamentario asuma la causa y la medalla sea retirada por el legislativo. Hay por lo menos un precedente en trámite en el parlamento: la solicitud de retirada de la Orden do Cruzeiro do Sul concedida a Alberto Fujimori, expresidente de Perú, hoy condenado por graves violaciones a los derechos humanos.

El lavado de biografía no es una novedad en la historia. Podría ser más explorada por historiadores. En general hay un camino tortuoso y una serie de lagunas entre la persona de carne y hueso, pasiones y villanías y el personaje limpio que se vuelve estatua en las plazas de cada ciudad. La diferencia del pasado y el presente, y en especial del presente con Internet, es que esa transición puede que no se complete con el éxito habitual.

A disputa sobre la biografía de Stephan Schmidheiny podrá definir tanto la aceleración de algunos desfechos como la inclusión de nuevos capítulos en una historia en construcción»

Si antes bastaba poder económico y político para crear una nueva imagen, hoy los obstáculos son muchos. Para empezar por el hecho de que hay actores, hasta ahora sin voz, que han pasado a gritar en las redes sociales y a organizar campañas ruidosas con informaciones que el dueño de la biografía hasta entonces heroica preferiría borrar. No gritos vacíos, sino apoyados por documentación: las víctimas italianas entregaron a la Universidad de Yale una carta de apoyo a su causa con el nombre de más de 70 renombrados científicos del mundo entero, así como las principales conclusiones de la Corte de Turín, sacadas de una sentencia de más de 800 páginas. Conectadas por la tecnología y articuladas en las redes sociales, las víctimas del amianto prometen enfrentar a los asesores de imagen y gestores de crisis del millonario suizo y, con poco dinero, pero muchos apoyos por el mundo, construir una narrativa más compleja para la vida de Stephan Schmidheiny. Disputan la escritura de la historia no en el futuro, sino ahora, en el presente.

Stephan Schmidheiny no es el único magnate que, tras una vida turbulenta en el mundo de los negocios, decidió convertirse en filántropo. Sea para expiar los pecados anteriores, sea por estrategia de marketing, sea para escapar de futuras condenas, sea por un –improbable, pero no imposible – arrepentimiento real. Por todo eso y alguna otra cosa. El mundo actual lo mueven algunos de estos hombres que invirtieron o donaron fortunas obtenidas de forma cuestionable, como mínimo, en fundaciones que financian causas correctas. Como la propia Fundación Avina, de Schmidheiny, que está lejos de ser la única.

Em general hay un camino tortuoso y una hilera de lagunas entre la persona de carne, hueso, pasiones y vilanias y lo personaje “limpinho” que vuelca estatua en las plazas de cada ciudad»

Esa realidad trae algunos dilemas éticos a personas -hasta que se pruebe lo contrario en contrario idóneas y bien intencionadas- que se benefician de este apoyo para poner en marcha acciones importantes de reducción de la pobreza, protección socioambiental o incluso de democratización de la información. Parece una ecuación simple, pero está lejos de serlo. Por un lado, el dinero obtenido de forma cuestionable, ilícita o incluso criminal, es empleado para proyectos de probada importancia. Por otro, aquellos que son financiados por este dinero ayudan a promover y a legitimar el lavado de la biografía del donante, al colaborar en pasar una goma de borrar sobre la historia. Movimientos como el de las víctimas del amianto, al apuntar a la imagen de filántropo de Stephan Shmidheiny, abren una discusión espinosa que pocos están interesados en llevar adelante. Pero tal vez es preciso tener el coraje de enfrentarla. En nombre de la transparencia, pero también porque ampliar la complejidad de los nuevos dilemas nos hace madurar como sociedad.

¿Villlano o héroe? Stephan Schmidheiny posiblemente no es ni lo uno ni lo otro, tal vez ambos en momentos yescenarios distintos. Entre sus errores tal vez esté creer que podría trascender como un héroe, algo que, de hecho, casi consiguió. Pero Eternit fabricó demasiados fantasmas, en una época conectada como ninguna otra antes, para que eso se hiciera posible. Estos fantasmas hablan ahora por la boca de sus familiares vivos. Y hablan en red, para millones.

Aquellos que son financiados por el dinero de las fundaciones pueden estar ayudando a legitimar el lavado de la biografía del donante»

Como ser humano, ni héroe ni villano, la tragedia de Stephan Schmidheiny es fascinante. Asumir los actos controvertidos de su familia durante casi un siglo sería lo mismo que promover la destrucción de la memoria familiar, lo que no es fácil para nadie, rico o pobre. Tiene sentido creer que la única elección ética posible habría sido revelar y admitir la parte sombría de la historia de Eternit, responsabilizarse por el pasivo humano y ambiental, indemnizando y apoyando los trabajadores, así como promoviendo la descontaminación de las ciudades donde existían fábricas. Y donar el resto del dinero para la investigación de tratamientos y curas para las enfermedades del amianto. No por miedo de ser detenido -aunque él ya ha dicho a la prensa que no quedará “preso en una cárcel italiana”- sino porque es lo moralmente correcto, aunque inmensamente duro.

Pero ese camino no es el de los héroes, solo el de los hombres. Estos necesitan convivir con sus errores y cobardías, cuando no con las manos manchadas de sangre, muchas veces en plaza pública. El camino de los hombres no da títulos en Yale ni medallas de Exteriores, ni lugar de honor en conferencias mundiales de medioambiente, ni protagonismo en museos famosos. Stephan Schmidheiny prefirió vender la empresa, transferir el pasivo a otras manos y concentrarse en invertir en la construcción de una imagen de benemérito. Él, que según el Tribunal de Turín fue connivente con tanto mal, tal vez quiso demasiado: un lugar en la historia como héroe. Y entonces sus víctimas aparecieron para recordarle que es un villano – y que los cadáveres permanecerán insepultos mientras no haya justicia-.

El 19 de diciembre de 2003, João Francisco Grabenweger, obrero de Eternit de Osasco que, por hablar alemán, fue una especie de intérprete y cicerone del joven Schmidheiny en sus prácticas en la fábrica brasileña, escribió una carta al millonario. A continuación, un extracto: “Permítame preguntarle, señor, ¿ya ha leído algún artículo sobre las víctimas de los campos de concentración nazis? Aquellas que sobrevivieron reciben una compensación económica sustanciosa, con todos los derechos posibles. Cuando nosotros, ex empleados de Eternit, fuimos mantenidos completamente ignorantes del hecho de que trabajábamos en un campo de concentración de amianto. Siendo buenos empleados, trabajamos con lo mejor que teníamos, con completo orgullo y dedicación, para crear el imperio de cemento de amianto de la familia Schmidheiny. Pero ¿qué recibimos de la Madre Eternit? Lo que adquirimos fue una bomba de relojería que había sido implantada en nuestros tórax. (…) Le pido que nos ayude a garantizar la justicia con la que hemos soñado para aquellos que dieron sus vidas por usted, señor, y por su familia y sus negocios.”

João Francisco Grabenweger murió de asbestosis, con una asfixia dolorosa, el 16 de enero de 2008. Nunca recibió respuesta. Eternit, en otras manos, le ofreció 27.000 dólares para abandonar el proceso judicial en busca de indemnización.

De algún modo su carta, años antes del juicio en el Tribunal de Turín, recordaba a Stephan Schmidheiny que ni aquellos que se creen dioses escapan del destino humano.

 

Eliane Brum es escritora, reportera y documentarista. Autora de los libros de no ficción A Vida Que Ninguém ve, O Olho da Rua y A Menina Quebrada y del romance Uma Dos. Email: elianebrum@uol.com.br Twitter: @brumelianebrum

 

Circulado a SURCOS por Gadi Amit.

Mons. Sanabria, ayer y hoy

Arnoldo Mora

Uno de los acontecimientos  más relevantes de nuestra historia fue lo acaecido a partir de 1942 entre las principales figuras políticas que forjaron la Costa Rica contemporánea.  Me refiero a  la alianza entre el. Dr. Calderón Guardia, Mons. Sanabria y D. Manuel Mora. A esa alianza patriótica debemos las mayores reformas sociales de nuestra historia, el fin del Estado liberal oligárquico y, gracias a la Constitución de 1949, inspirada en buena medida en las ideas de Rodrigo Facio, la consolidación de ese Estado reformista que intuyera D. Alfredo González Flores,  el General Volio y, si queremos ir aun mas lejos,  la semilla sembrada por Mons. Thiel y el Lic. Félix Arcadio Montero.

Calderón, Sanabria y Mora, tres ilustres patriotas, concibieron y ejercieron el poder político, no como un fin para enriquecerse, sino como un medio para consolidar las libertades democráticas, fundadas en una mayor y mejor justicia social; ellos no escribieron esta luminosa página de nuestra historia  improvisadamente. Cambiaron el país en una profundidad y trascendencia  histórica como solo Juanito Mora lo había hecho en el siglo que los antecedió, Ninguno sacrificó sus principios en aras del oportunismo y la venalidad. ¿Cómo se logró este maravilloso ejemplo de civismo que hoy recobra toda su vigencia ante la preocupante decadencia ética de los actuales y principales detentadores del poder político, económico y mediático del país?

Un ilustre teólogo e historiador de la Iglesia, el  Doctor Presbítero Miguel Picado ha realizado una admirable investigación en los Archivos de la Curia Metropolitana (Arzobispado de San José) y ha publicado el resultado de esa ardua y rigurosa labor en un libro que acaba de publicar la EUNED titulado SECRETOS DE UN ACUERDO. MONSEÑOR SANABRIA Y MANUEL MORA.  JUNIO DE 1943. La obra consta de dos partes: la primera es expositiva y confrontativa. Allí el autor  expone los hechos con detalle siempre basado en fuentes primarias y analiza las opiniones que diversos  autores, especialmente historiadores, han dado posteriormente.  La segunda parte es un largo anexo reproduciendo los documentos encontrados  en los mencionados archivos y que son en gran medida inéditos.

Como en este mes de Enero la campaña electoral, que el 2 de Febrero culminará con las elección democrática de quienes han de regir los destinos de la Nación en el próximo cuatrienio y que el tema religioso se convierte en objeto de discusión y debate, por desgracia sesgado por intereses y cálculos electoreros o de índole  ideológica- pseudoteologías fundamentalistas –  sumergirse en la lectura y la reflexión en torno a los palpitantes temas  tratados en este libro, se convierte en una obligación para todos los costarricenses sinceramente interesados en el futuro del país. Demás está decir que el personaje central de la obra, además del Dr. Calderón y Manuel Mora, es el Arzobispo Víctor Manuel Sanabria. Y con sobrada razón; sus luchas y su inclaudicable voluntad de ser fiel a los más elevados valores patrios y cristianos, han hecho de él la figura cimera de la Iglesia costarricense.  Su legado y su testimonio son hoy, a inicios del siglo XXI, más vigentes que nunca.

 

Enviado a SURCOS por el autor.

Algo NO difundido del nuevo programa de Estudios Sociales

Últimamente, un grupo de docentes se ha manifestado en contra de la nueva propuesta de Programa de Estudios Sociales para secundaria….

En la página 43 de la propuesta dice el texto adjuntado en la parte inferior. ¿Ustedes creen que se pueda oponer tan radicalmente a un programa oficial que dice esto (algo histórico en un programa de estudio del MEP)?

No se han preguntado ¿Quiénes son las personas que lideran la oposición? ¿Por qué la lideran? ¿Qué intereses hay?

Y que no se mal entienda, hay docentes opuestos con buena voluntad, con dudas legítimas y argumentos para la mejora, pero no podemos obviar que hay cuatro manos invisibles que lideran una oposición radical que, en mi humilde opinión, resulta a veces incomprensible.

A manera de cierre: Estudios Sociales en el aula

Lo descrito en líneas anteriores encuentra su razón de ser en la realidad del aula: en las clases de los Estudios Sociales. Al momento de diseñar este programa aspiramos a construir unos Estudios Sociales Subversivos, es decir, una educación transformadora en todos los aspectos, por este motivo visualizamos la contextualización curricular como un espacio que permita una clase dinámica, donde él o la docente sea facilitador de procesos donde los(as) estudiantes participen activamente. Aunque no pretendemos una renuncia con lo magistral, si aspiramos a que sea lo menos del tiempo pedagógico, esto permitirá dedicar más tiempo a trabajos en grupo, investigaciones, talleres, experiencias lúdicas y otras alternativas que permitan un aprendizaje realmente significativo.

Lo anterior implica derrumbar las filas como única forma de organización, en tanto las lecciones de Estudios Sociales favorecerán la organización en subgrupos, el debate en semicírculos, incluso el dialogo de estudiantes y docentes sentados en el piso del aula y, por qué no, llevar la lección fuera de las aulas. Esto último implica poder construir los aprendizajes en las zonas verdes, en la biblioteca e incluso fuera de la institución (mediante giras, visitas a teatros, museos, lugares de la comunidad, instituciones del Estado y otras).

Este proceso exige superar las estrategias que favorecen un aprendizaje memorístico, como lo son los cuestionarios, pareos, identificaciones básicas y otras técnicas de medición. Reconocemos la importancia de la memorización dentro de los procesos aprendizaje pero los contenidos de Estudios Sociales no están orientados a la memorización por sí misma, cada contenido está entrelazado con habilidades y destrezas que determinan como objetivo supremo del aprendizaje el desarrollo de competencias para la vida y la convivencia.

Paralelamente, las clases de estudios sociales deben superar una visión autoritaria del aprendizaje para orientarse a la democratización de los espacios pedagógicos: favorecer la participación activa de los estudiantes en la definición de la investigación, sugerencias de trabajo extra clase y estrategias de aprendizaje así como la participación en la auto y co evaluación, son pilares de este proceso.

Cada actividad en el aula o fuera de ella debe ser vista como una oportunidad para el disfrute, para acercar a nuestros(as) jóvenes a los Estudios Sociales y viceversa, desde talleres lúdicos hasta la utilización de elementos cotidianos para nuestros jóvenes (como su música, redes sociales, espacios recreativos u otros) deben ser parte integral del planeamiento didáctico.

No menos importante, los y las docentes deben planificar sus clases partiendo de la siguiente premisa: el estudiantado no es la ciudadanía futura, es la ciudadanía presente. Por lo cual, todos los esfuerzos deben dirigirse a fortalecer su acción ciudadana, desde la reflexión, la argumentación y el posicionamiento crítico hasta la expresión de sentimientos en una convivencia democrática. La vivencia en el aula, y fuera de ella, debe ser dirigida para la construcción de competencias para la vida, a saber: deliberación, argumentación y trabajo en equipo; tres habilidades que aumentarán su éxito académico-profesional así como las posibilidades de ser actor proactivo y crítico de la política nacional, regional y mundial.

Les invitamos a leer, con tranquilidad, la propuesta pues el diálogo constructivo parte de conclusiones reales y no manipulaciones (sean a favor o en contra)

SORTILEGIOS EDUCATIVOS

«soñando y construyendo una nueva educación»

www.sortilegioseducativos.com

 

Enviado a SURCOS por Sortilegios Educativos.

Villalta o la bestia negra del populismo (Segunda Parte)

Rogelio Cedeño Castro

Sociólogo y catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica.

Calificar de populista o de populismo, dándole un sentido claramente negativo de adjetivo calificativo epíteto y no de sustantivo como debería ser, a todo aquel líder o política que no siga los dictados de la derecha totalitaria en este cambio de siglo, constituye una manera de falsear desde el inicio cualquier posibilidad de un debate serio sobre el tema.  Los dogmas neoliberales en este período histórico, al igual que los del estalinismo y el nazifascismo durante buena parte del siglo anterior, ni siquiera pueden ser puestos en duda y mucho menos rechazados por la inhumanidad subyacente en sus contenidos, pues ocurre también a diferencia de aquellas formas del totalitarismo bastante imperfectas, porque tuvieron que acudir a la violencia física y al terror masivo para imponerse, campos de exterminio incluidos, los del neoliberalismo se recubren de un disfraz presuntamente democrático, incluido un cierto culto a las formas jurídicas tal y como sucedió con el Código Penal en la Alemania Nazi (exterminio de gitanos, disidentes, socialistas, comunistas y judíos pero dentro de la ley, un cuerpo jurídico aparentemente neutro pero con un trasfondo de felonía y maldad impresionantes) o la Constitución Política de la Unión Soviética, dictada en 1936 por el padrecito Stalin y calificada como la más democrática del mundo, mientras empezaba una nueva oleada de terror y se llevaban a cabo los Procesos de Moscú, donde fue asesinada la mayor parte de la dirigencia bolchevique.

Hacer un culto de las formas jurídicas, cuando nos conviene (verdad que sí, don Alberto Trigueros, en el que caso de que ese sea su nombre), en un país en donde la constitución política y la ley constitutiva de la caja del seguro social son ignoradas todos los días, con indiferencia criminal y poniendo en peligro la vida de muchos miles de costarricenses, resulta ridículo pretender justificar por si misma la existencia de un curso lectivo de 200 días, basándose en un pequeño apartado del texto de un convenio centroamericano, del que el régimen imperante ha hecho interpretaciones capciosas e interesadas. Aún en el caso de que don José María Villalta y sus compañeros del Frente Amplio lo eliminaran, volviendo a los 175 días y empezando el curso lectivo el primer lunes de marzo, tal y como establece la Ley Fundamental de Educación, nunca derogada, ya sus detractores optaron por una visión negativa del populismo, ça sera toujours la bête noire, pero aun así ¿qué tiene que ver todo esto, adóptese la definición de populismo que se adopte, con la posición política del señor Villalta? El sí o el no al curso lectivo dentro de una modalidad u otra no autoriza para calificar de populista a un político o de populismo a una política. Las patológicas actitudes de la derecha fascistoide de nuestros días en la región centroamericana rayan en la obsesión paranoide, aunque sería bueno recordar que no estamos en la desdichada nación de Honduras cuya constitución, presuntamente democrática está plagada de normas pétreas, lo que viene a significar la imposibilidad cierta de ser modificada. El gran mérito de Villalta y sus compañeros, lo reiteramos una vez más, es que tuvo la decencia de poner en discusión en tema para que sea el soberano quien tome la decisión final sobre estas cosas. Si eso es populismo (en realidad democracia de verdad) pues populistas somos, le duela a quien le duela.

La discusión sobre el tema del  curso lectivo y otros muchos que hoy son objeto de satanización por parte de una derecha que por momentos para parece haber perdido el control, el que ahora intentará recuperar acudiendo a cualquier procedimiento. El socialismo y el populismo, esos fantasmas que tanto los asustan no dejarán de ser, sin embargo, más allá de nuestros deseos personales, más que una vuelta a un modelo social como el costarricense que fue exitoso, al recoger los anhelos de muchos glostoras y vanguardistas que se enfrentaron con las armas en la mano, en una cierta coyuntura, pero que terminaron por descubrir con el paso del tiempo histórico que sus más caros anhelos no los alejaban tanto como ellos creyeron en su juventud. De aquellas generaciones idealistas todavía hay mucho que aprender, sobre frente al triste panorama que nos ofrecen unas elites del poder que solo han llegado a servirse de la función pública saqueando sus recursos y olvidando sus deberes para con las grandes mayorías nacionales, pero sobre todo poniéndose al servicio de la banca internacional y otros tentáculos del totalitarismo neoliberal de este cambio de siglo.

Algunos están tan obsesionados con la figura del candidato del Frente Amplio y la importancia que ha cobrado en la encuestas (esto sin olvidar que han sido una fuente de manipulación de la opinión pública, tal y como ocurrió hace ocho años, dentro del juego para despojar a Otón Solís y al PAC de su triunfo electoral e imponernos así el  TLC con los Estados Unidos, con su vergonzosa entrega de la soberanía nacional y la traición que sigue representando a los más caros intereses del pueblo costarricense) que pierden el sentido de la realidad. No vamos a caer en la trampa de una discusión que no lo es de verdad, cuando algunos acuden a sus amados textos de los editoriales del diario La Nación no para someterlos a una hermeneutica o procedimiento riguroso para extraer los elementos estructurales subyacentes en ellos, evitando la trampa de asumirlos como dogmas de una pretendida verdad, sino evitando asumir que la eliminación de las funciones más importantes del Consejo Nacional de Producción, hoy convertido en un mero cascarón y la coogeneración eléctrica son la panacea a los males nacionales. Por cierto que en el caso de la última los dogmas del libre mercado no aplican (o aplican restricciones), dado el hecho de que sólo han podido beneficiarse algunos pocos amigotes, dentro de lo que no son otra cosa que prácticas monopólicas descaradas en beneficio de unos intereses privados bien particulares.

Más allá de lo puramente coyuntural, que no deja ver a muchos lo esencial dejando de lado lo momentáneo y lo accesorio, la presencia del Frente Amplio en esta campaña electoral rebasó con mucho las expectativas de sus actuales dirigentes. ¿Qué habría dicho mi recordado amigo don José Merino del Río (1949-2012), cuya dolorosa y prematura partida nos dejó mudos a muchos hace poco más de un año, ante todos estos hechos y este dinamismo del proceso social y político que está protagonizando un pueblo que está harto de tanta mentira e irresponsabilidad criminal de las elites del poder, el que llevó a cabo un gran esfuerzo por sacar a la izquierda del estancamiento en que la dejó aquel mundo falaz del blanco y negro de la mal llamada guerra fría y quizás por ello llegó a disfrutar del respeto  y la consideración de muchos costarricenses, más allá de la filiación política o ideológica de cada quien? Valgan estas líneas a su memoria, por parte de un ácrata que no le gusta quemarle chirraca a nadie, pero que también trata de ser justo y generoso con aquellos con quienes compartió innumerables luchas, tales como las que libramos juntos contra la aprobación del Combo  del ICE y  del TLC CAEU RD.

Enviado a SURCOS por el autor.

Villalta o la bestia negra del populismo

Rogelio Cedeño Castro

Sociólogo y catedrático de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA)

Los resultados arrojados por las más recientes encuestas acerca de las eventuales preferencias de los electores  costarricenses, con vistas a las elecciones generales de domingo 2 de febrero de 2014, en las que el candidato del Frente Amplio, José María Villalta aparece por encima del candidato liberacionista Johnny Araya o en estrecha competencia con el exalcalde de San José, no sólo han provocado un terremoto dentro de lo que queda en pie de ese ente que fuera alguna vez el Partido Liberación Nacional, sino que han resucitado dentro de las mentalidades de algunas gentes, cuyo pensamiento político se mueve al borde de la insignificancia más absoluta, algunos de los fantasmas de la guerra fría que libraron los Estados Unidos y la Unión Soviética entre 1945 y 1990. La vieja experiencia en la ejecución de campañas del terror, de corte totalitario, de cuyo uso ha sabido hacer con gran sabiduría la derecha criolla, vuelve a aparecer en el horizonte aunque con los componentes propios del cambio de siglo. Los antiguos fantasmas reaparecen, eso sí, con vestidos con los nuevos ropajes con que se representa la novísima comedia del juego político nacional y regional.

El diario, presuntamente independiente, La Nación que se edita en la capital costarricense ya comenzó la campaña de satanización dirigida hacia la figura del candidato del Frente Amplio, acudiendo al odio enfermizo que la dictadura mediática internacional ha logrado sembrar alrededor de la figura del recientemente fallecido presidente venezolano y líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez Frías, pero sobre todo en términos de la descalificación de la bestia negra del populismo, a la que consideran la síntesis de todos los males posibles en cualquier sociedad latinoamericana del nuevo siglo y Costa Rica, en modo alguno, constituye una excepción, según los editorialistas y redactores de ese medio, por lo que debe evitarse a toda costa el ascenso del populismo.

El viejo programa o modelo de sociedad puesto en ejecución por la centroizquierda, de filiación calderonista (la del doctor y no la del  oportunista Junior Calderón Fournier) y liberacionista de los años 1960, expresado en las políticas del estado benefactor, no ha podido resultar más subversivo después de treinta años de dictadura neoliberal, forjada a partir de los lineamientos del Consenso de Washington, a pesar del discurso anticomunista de guerra fría que manejaban los gobernantes y diputados de esa época.

Sucede entonces que todo lo que huela a keynesianismo, rooseveltismo o figuerismo de don Pepe (el de La Pobreza de las Naciones y otros escritos) con sus políticas de pleno empleo, fortalecimiento del mercado interno, expansión del gasto público e inversión social, viene a ser la expresión de políticas fracasadas según la opinión de los editorialistas de La Nación o de los jóvenes empresarios que han creado en las redes sociales una compaña contra Villalta (La Nación 13 de diciembre, página 10A). A José María Villalta se le llega a acusar de anacronismo, por parte de algunos liberacionistas que renegaron, desde hace mucho tiempo, del ethos originario de su partido(Humberto Pacheco La República 17 de diciembre página 16) por lo que ahora ya no es sólo es digno de descalificación absoluta todo lo que huela a Vanguardia Popular o comunismo criollo(o a la tica), sino también lo que provenga de la socialdemocracia de  los viejos muchachos glostoras del Centro de Estudios para los Problemas Nacionales, a partir de cuya plataforma ideológica se generó posteriormente el Partido Liberación Nacional, de la que no quieren saber nada sus actuales dirigentes y candidatos a puestos de elección popular. No es casual entonces que Dagmar Facio hija de Rodrigo Facio, la principal figura de aquel Centro de Estudios de los Problemas, de los primeros años de la década de 1940, figure como candidata a la Vicepresidencia de la República por el Partido Frente Amplio.

De esta manera, este diario que también justificó de manera sibilina el golpe de estado contra el presidente hondureño Manuel Zelaya Rosales en junio de 2009 y la (des)información sobre los resultados de las recientes y fraudulentas elecciones en Honduras, comienza a ejecutar otra de sus hazañas habituales, vendiéndole gato por liebre a buena parte de sus desaprensivos lectores, al decirles que constituye un delirio regular los precios de las medicinas y los alimentos, así como devolverle sus funciones originales y herramientas para la acción al Consejo Nacional de Producción u oponerse a los dogmas con que se pretende fundamentar el curso lectivo de 200 días en la educación costarricense, tal y como pretende en su programa  el Frente Amplio.(La Nación, op.cit).

Sin embargo, si nos atenemos a las estrategias informativas y a la línea editorial del diario más importante de nuestro país, ellos se preparan ahora para dar la gran batalla contra esa nueva bestia negra, con mucho de vieja, que son las políticas económicas y sociales de inspiración keynesiana, un modelo de suyo exitoso que redujo la pobreza, el desempleo y dio oportunidades a muchos miles de costarricenses a partir de la década de los 1940. El fracaso y la miseria de treinta años de neoliberalismo, a la luz de las políticas del Consenso de Washington no parece aun decirles mucho a los ideólogos y voceros de la derecha oligárquica y totalitaria de nuestro país.

Enviado a SURCOS por el autor.

Semejanzas de la película “Los Juegos del Hambre” con la realidad nacional

Fui a ver la película Juegos del Hambre en Llamas. Me pareció muy significativo el hecho de que en este tiempo de campaña electoral, se esté pasando está película. Al terminar, en la misma sala de cine, manifesté en voz alta mi deseo de que ojalá todos los costarricenses pudieran ver esta película antes de las elecciones, pues en ella se muestra claramente lo que hace un poder corrupto y como le da al pueblo una serie de momentos para alejarlos de la realidad. Los juegos del Hambre es la atracción principal, como decir, los carnavales, los toros, el futbol, los festivales de la luz, los bailes de la polilla y cuanta cosa fantasiosa se les ocurra para simplemente mantener al pueblo absolutamente alejado de la realidad. Pero además, se presenta claramente el papel de algunos de los medios de comunicación. Totalmente ligados al poder político y económico y luego manipulando las informaciones y siendo parte del espectáculo. Siendo protagonistas de una información parcializada y con un propósito claro, mantener ese poder por medio de luces y distracciones y al pueblo en la ignorancia. El papel fundamental de los medios de comunicación es relevante en cómo conservar las situaciones y cuando estas se les salen de las manos simplemente apagan todo, es decir, dejan de «informar» y de transmitir para luego cambiar de escenario y seguir manipulando. Relevante también es como aparecen los «chupamedias» los esbirros, los cercanos al poder que se sienten complacidos con comida y bebida, los «útiles al poder» los vendidos por cualquier cosa. Se ve claramente como la manipulación del poder empieza precisamente con saciar el hambre aunque sea con miserias, con diarios, con latas de zinc, aprovechándose de la pobreza en que ellos mismos los han sumido. Y lógicamente se ven los que forman parte de esa camarilla de poder, los cercanos al «jefe» los que forman el círculo. Resultó impactante el cómo se ejerce y cómo hacen funcionar la «campaña del miedo» aniquilando a quien se subleva, cortando opciones al pueblo. Manteniendo al pueblo en la ignorancia y cada vez más pobres, incluso acabando con las opciones que el mismo pueblo ha inventado para poder subsistir ante la situación que vive. Pero la película al fin y al cabo tiene un tema de fondo…LA ESPERANZA…ese tema que es peligroso para los que detentan el poder…LA ESPERANZA…esa palabra que se torna incómoda para quienes pretenden mantener una situación de pobreza no solo material sino también espiritual. Hoy Costa Rica vive una situación cuya analogía con la película podría resultar para algunos, exagerada, sin embargo, no andamos muy lejos de situaciones como las que se plantean en esa película. Precisamente estamos en ese momento crucial que es que hoy en Costa Rica el tema de la ESPERANZA es lo que tiene temblando a los que detentan el poder. El tema de LA ESPERANZA tiene al pueblo levantando la mano y mostrándose. El tema de LA ESPERANZA hoy está haciendo VISIBLES  a los INVISIBLES POR AÑOS y está haciendo LA ESPERANZA que se escuchen los que estaban en silencio. Aún queda tiempo para que quienes no han tomado la decisión de hacerse VISIBLES Y DEJARSE ESCUCHAR lo hagan. Hay opciones claras que pueden propiciar el cambio que queremos  y que pueda acabar de una vez por todas este JUEGO DE HAMBRE en el que nos han metido y mantenido por más de TREINTA AÑOS.  Tome la decisión por Costa Rica y pensando en que así como vamos, nuestros hijos y nietos no tendrán las oportunidades que tuvimos nosotros y que si esto no cambia estarán propensos a ser los protagonistas de los juegos del hambre que vendrán en el futuro.

 

Enviado a SURCOS por José Luis Pacheco.

 

Producción audiovisual “Nuestro nombre es Costa Rica” llama a una profunda reflexión para votar en febrero del 2014

«Vamos a votar, pero no por ustedes» es uno de los lemas de la campaña Nuestro nombre es Costa Rica difundida a través de las redes sociales.

El proyecto, desarrollado por estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la UCR, pretende provocar la reflexión sobre el trabajo de los partidos que han gobernado en las tres últimas décadas e incentivar un voto informado, de cara a las elecciones presidenciales y legislativas.

Para observar el video:

http://www.youtube.com/watch?v=jG3EedsBZcs

Nuestro nombre es Costa Rica

 

Información de SURCOS.