La Librería Internacional organizará un espacio gratuito para la lectura de poesía con renombradas invitadas, entre ellas: Shirley Campbell, Arabella Salaverry, Paola Valverde, Carolina Campos y Dennis Ávila.
Además, se contará con un “micrófono abierto” para nuevos poetas.
Este evento se llevará a cabo en la Librería Internacional del Mall San Pedro, este martes 21 de marzo a las 6:00 p.m.
Puede reservar su espacio a través de Instagram.
La actividad será transmitida en Instagram @libreriainternacionalcr
Los días 23 y 24 de marzo se presentarán danzas originarias de diversos pueblos indígenas costarricenses en diferentes espacios de las fincas 1 y 2 de la Sede Rodrigo Facio. Foto: Denis Castro Incera.
El festival se realizará del 22 al 24 de marzo en la Sede Rodrigo Facio. Todas las actividades son gratuitas.
El festival Paréntesis Espacio de Danza se ha convertido en una actividad que se abre a la comunidad nacional para la difusión de la danza contemporánea institucional e independiente, gracias al esfuerzo que realiza Danza Universitaria para su organización.
La VII edición está dedicada a las danzas de los pueblos y territorios indígenas costarricenses, que mantienen viva su tradición a partir de la herencia oral y de las prácticas dancísticas como parte de sus rituales y costumbres de celebración.
De igual manera, se rinde homenaje a nuestros pueblos originarios, al aporte de su cosmogonía en la construcción de la multiculturalidad del país; al reconocimiento de sus luchas por la recuperación de sus territorios y a la dignificación de su cultura y de sus condiciones de vida. Así mismo, se reconoce la importancia y visión de mundo que estas culturas aportan en relación con la convivencia en armonía con la Madre Tierra.
Del 22 al 24 de marzo, de 5:00 p. m. a 8:00 p. m., el público podrá disfrutar de obras de danza contemporánea y de videodanzas que se presentarán durante cada noche en el escenario del Aula Magna, en la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica. Cada función iniciará con la participación de grupos estudiantiles y comunales y a partir de las 6:00 p.m. con grupos profesionales nacionales e internacionales, así como con las video creaciones seleccionadas.
Dentro de la programación, los días 23 y 24 de marzo se presentarán danzas originarias de diversos pueblos indígenas costarricenses en las fincas 1 y 2 de la Sede Rodrigo Facio.
El Grupo Cultural Kigaribú Ngäbe con Danza de la Madre Tierra: una sola huella, Serpiente de tierra y Serpiente de mar; el grupo Bribri Okom con Dule y bul; danzas Cabécares con Tsalabuluklä (El toro)- Tkäbëklä buluklä (La reina serpiente) del grupo Siwá Pakö; teatro de sombras Maleku con la obra Chufiten Torojami, del grupo Ucuriqui Láoc; y el grupo Boruca Caish Can, con la danza Cabrú rojc : El juego de los diablitos.
También habrá un taller de pintura de máscaras Boruca en la Sala Girasol en la Escuela de Estudios Generales frente al Pretil, así como una exposición y venta de artesanías de dichos pueblos en toldos en la Plaza de la Autonomía en la Ciudad de la Investigación.
Grupos estudiantiles y comunales
Entre los grupos estudiantiles y comunales estarán UNA Danza Joven, de la Escuela de Danza de la Universidad Nacional; Plan B grupo comunal de Hatillo; Danzú de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil de la UCR; DanzAmón y Danza TEC del Instituto Tecnológico de Costa Rica; Danza Abierta de Danza Universitaria de la UCR; el colegio artístico Felipe Pérez Pérez de Liberia; Dancerías de la Sede de Occidente de la UCR; y Colectivo, grupo comunal de Limón.
Grupos institucionales
Como invitados institucionales participarán RVR danza-Liberia, Danza Universitaria, la Compañía Nacional de Danza, la Compañía de Cámara Danza UNA y la Texas A&M University Corpus Christi de Texas.
Videodanzas
Por medio de una convocatoria abierta y a través de un comité curador se realizó una selección de videodanzas y obras coreográficas del sector independiente nacional e internacional participante.
Se eligieron las videodanzas Abstracto Urbano de David Garita; Tríptico Nación de Yannai Kadamani (Colombia); La A_temporalidad del Tiempo de Laura Murillo; Distantes EP2: Inseguridad de Laura Ángel y Sin filtro de Mainor Gutiérrez.
Grupos independientes
La selección de obras de grupos independientes consta de HYSTERIA, de Valery Aguilar Valverde; Madre, de Michelle Sánchez Sancho; Pizote solo, de Alberto Josué Fonseca Garita; Duelo y Dos, de Allyson Maykall; Un pajarito me contó que estamos hechos de historias, de Bryan Chavarría y Camilo Regueira; y Dummie, de César Alvarado.
Talleres para todo público
A partir del lunes 20 de marzo se estarán impartirán en Promenade y en el Edificio Saprissa, talleres abiertos y gratuitos a todo público de diferentes estilos de danza.
Habrá talleres de tango con Max Boza e Irene Serrano; Hip-hop con Miguel Bolaños; Vogue Femme con Dustin Álvarez; Afroguineano con Mónica Luna y ensamble de percusión en vivo; Dancehall con Pamela Loáciga; Danza contemporánea con Álvaro Murillo y un taller de Luces para la acción escénica con Wilberth Arroyo.
En esta edición se contará con la visita de la maestra de ballet, Jillisa Cotten y con la maestra de Jazz and Heels, Sarah González de Texas A&M University, quienes también impartirán talleres durante el Festival. Esta visita es posible gracias a la cooperación sostenida entre Danza Universitaria y dicha universidad desde el año 2016.
Para más información sobre el Festival Paréntesis y conocer la programación completa pueden visitar los perfiles de Instagram y Facebook de Danza Universitaria.
Esta es la programación de las presentaciones que se llevarán a cabo en el Aula Magna de la Ciudad de la Investigación de la UCR.
Andrea Marín Castro Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
(A 8.500 kilómetros de distancia una de otra, La Alhambra y la carreta típica costarricense guardan una relación inusitada.)
“No puede ver el mar la solitaria y melancólica Castilla”, dice Azorín. No llega más allá de esa constatación que casi podríamos llamar geográfica, aunque palpa sí, la soledad y la melancolía. Pero ellas están más en las cosas, que en el alma castellana. “Está muy lejos el mar de estas campiñas llanas, rasas, yermas, polvorientas”.
Más profundo es Federico García Lorca cuando se refiere a esa ausencia de mar no ya de Castilla, sino de su Granada natal.
El río Guadalquivir tiene las barbas granates. Los dos ríos de Granada uno llanto y otro sangre.
¡Ay, amor, que se fue por el aire!
Para los barcos de vela, Sevilla tiene un camino; por el agua de Granada sólo reman los suspiros.
¡Ay, amor, que se fue y no vino!
Guadalquivir, alta torre y viento en los naranjales. Dauro y Genil, torrecillas muertas sobre los estanques.
¡Ay, amor, que se fue por el aire!
Y es verdad que el Guadalquivir hizo de Sevilla una ciudad internacional aunque estuviera lejos del mar. Desde ella salían hacia América los barcos llenos de forajidos y al que volvían esos mismos barcos cargados de oro. Por eso es así. En ella uno se siente a mar abierto, como en La Habana. Y por eso quizá guarda con esta la cercanía de almas abiertas y alegres. Es la psicología de los puertos.
Esa misma diferencia no se entabla solo con Sevilla, porque hay más, hay ciudades de costa, mundos autónomos encallados en Cádiz y Málaga. La primera tiene un encantador sabor de mar que recuerda el Viejo San Juan. Muchos pequeños parques y callecitas se le parecen, aunque muchos dicen que se construyó guardando un aire habanero.
A diferencia del Guadalquivir, el Dauro (hoy Darro) y el Genil, ríos de Granada, no llevan a ningún mar, no conectan las tierras granadinas con ninguna otra tierra como no sean su vega, es decir, sus cultivos.
Pero en Federico la ausencia de mar va muchos más lejos que en Azorín. Ella es menos literal y más del espíritu.
No, Granada no ve el mar, y esa soledad y melancolía, para usar las palabras de Azorín, empujan al granadino hacia sus colinas, hacia torres y sus jardines. (La casa árabe más típica se llama “carmen”, que es una pequeña propiedad rodeadas de muros blancos con una casa y un jardín dentro. Decían que era para cumplir con el mandato del Corán de no alimentar la envidia de los vecinos, aunque más bien pareciera que eran así para esconder ese espíritu de encierro de los granadinos).
No tienen los habitantes de Granada ni esa visión de inmensidad que da el mar ni ese espíritu de aventura que el mar alienta. Por eso en ellos todo tiene ese dulce aire doméstico.
“Granada, solitaria y pura, se achica, ciñe su alma extraordinaria y no tiene más salida que su alto puesto natural de estrellas”, dice Federico.
Es por ello que la estética granadina es la del diminutivo, “la estética de las cosas diminutas”. Y menciona el poeta a su conciudadano Fray Luis de Granada que hace todo un panegírico de las cosas pequeñas, del papel, por ejemplo, de la diminuta hormiga en la enseñanza infinita de dios. “No queremos que el mundo sea tan grande ni el mar tan hondo. Hay necesidad de limitar, de domesticar los términos inmensos” (García Lorca).
De allí proviene la tradición del arabesco de la Alhambra, “complicado y de pequeño ámbito”, cargado de preciosismo, que “ha sido siempre el eje estético de la ciudad”. La Alhambra no asombra por ningún gigantismo ni fuerza militar, asombra por esa pequeña filigrana que envuelven sus pequeños cuartos y corredores y que como encaje de yeso, cerámica o piedra, que llenan cada centímetro de pared o cielorraso, con sus falsas columnas y arcos que no sostienen nada como no sea el resultado del arte de las manos estilizadísimas de sus artesanos, además de la belleza de la caligrafía que por doquier repleta de poesía la arquitectura.
Los que la visitamos hoy quedamos encantados con esos decorados de color marfil. Lo asombroso es que originalmente eran policromados. No logro hacerme idea de cómo eran esas paredes y esas estancias colmadas de colores. No puedo imaginármelo.
¿Por qué tiene importancia Granada para nosotros? Porque tampoco ven el mar nuestras ciudades y pueblos del Valle Central. Recluidos en el interior de nuestros valles y resguardados por nuestras montañas, que cumplen el doble propósito de resguardarnos y detenernos, encarcelarnos, nos volcamos hacia nosotros, huraños, metidos en nuestras pequeñas casas de barro y nuestros jardines diminutos.
Pero también en nuestros arabescos, en ese preciosismo que destilamos por todas partes. Esas carretas pintadas no son ni de yeso ni de piedra. Ellas se han desprendido de su soporte natural, y como color puro, giro pícaro, recoveco gentil, tímido y atrevido al mismo tiempo, parecen volar por los aires al ritmo del tambor de madera de las ruedas que cantan en el contacto con los caminos.
Gente tímida, como los granadinos, tan ajenos al mar, sumidos en su propia alma melancólica, con una fuerte dosis de individualismo o timidez.
Me imagino que hace algunos años (hoy solo se escuchan los altavoces) oíamos la guitarra sentimental y la cancioncilla romántica de que habla García Lorca en sus descripciones (ojo que tampoco se escuchan ahora en esa Granada que hierve de turistas).
Entonces me acurruco más a las palabras del poeta, de ese mar océano, enclavado sin embargo en sus pequeñas montañas, en su huerta de San Vicente (su casa de la Vega, parte baja de Granada) o en sus cármenes de Albaicín (barrio árabe de la ciudad), ese inmenso Federico García Lorca.
Ernest Hemingway es uno de los autores más queridos en el mundo, sobre todo el mundo de habla hispana. En España por sus largas estadías en ese país, en particular en Pamplona, al disfrute de sus toros y sus encierros; en América Latina por esa predilección que mostró siempre por Cuba. De allá, de España, vino “Por quién doblan las campanas”; de aquí, de Cuba, “El viejo y el mar”.
Sí, lo queremos de verdad. Yo lo disfruto mucho. Pero hay una obra suya que me es particularmente entrañable y que ahora, en mis relecturas, ha vuelto a lograr estatura. Se trata “Nick Adams”, que no es una novela, pero sí es una novela. Es una novela a pesar de ella misma y a pesar de Hemingway.
“Nick Adams” es la colección de 24 cuentos que el autor fue publicando (algunos dejó inéditos) aquí y allá a partir de 1925, y que fueron reunidos en un libro con un orden particular y publicados como un solo corpus en 1972, once años después de la muerte de su autor.
Lo fantástico de esta obra es que cada cuento mantiene su carácter autónomo, y por tanto recoge en pocas palabras toda la emoción, el dramatismo y el trauma de su situación que parece única pero que en realidad se entrelaza con las demás situaciones emotivas, dramáticas y traumáticas de los demás cuentos. Cualquiera diría que fue escrito como en realidad no lo fue, como una novela, con un argumento y clímax únicos en desarrollo y no 24 historias que nacen y mueren a cada instante.
La segunda cosa fantástica es el minimalismo de su estilo, eso que Hemingway llamaba “teoría del iceberg”, que consiste en esconder cosas que son solo supuestas, y que están allí como esas sombras de la música en las sinfonías. Eso lo aprendió del periodismo: no contarlo todo, saber ocultar, que es lo que hace relevante el relato, según decía.
La tercera es esa relación hombre-naturaleza, entre el nombre y las cosas o con las cosas. Los bosques quemados, los aserraderos destartalados, la trucha que corre sinuosa como el alma del personaje destruido por una guerra que no se menciona, todos esos espejos en que se refleja el drama interior de los personajes.
El otro inmenso atractivo es el personaje Nick, ese niño nacido y criado en medio de los bosques, igual que el autor, hijo de un médico, igual que el autor, lanzado a la guerra, igual que el autor, y como él destruido por la trágica experiencia del mal y de la muerte.
El juego de relevos es una tarea imposible. Posiblemente cada quien encontrará sus preferencias. Uno de los cuentos que más se recuerda es “Campamento indio”, una historia autobiográfica donde la vida, la muerte y la impotencia se reúnen en un personaje indígena que termina cortándose el cuello para no escuchar más a su esposa parturienta gritar de dolores de parto. El médico es muy posiblemente el padre del escritor y la experiencia uno de los retos psicológicos de su vida.
Hay otros dos relatos que se publican seguidos (no nacieron así) y que relacionan a Nick con el río, con la pesca, con un pasado que olvidar y con un futuro que aún no se encuentra. En “El río de dos corazones” pareciera que no sucede nada. Luego del encuentro de Nick con el pueblo de Seney o lo que queda de él, no más que palos renegridos y piedras dañadas por un incendio presumiblemente forestal, el joven se dirige al río al encuentro de su soledad. En ese sitio desierto, ubicado posiblemente en la península norte de Michigan, en las cercanías del Lago Superior, Nick juega a la pesca de trucha. A solas en su carpa, en la cercanía del invierno, quizá juega no más que a olvidar, aunque esa soledad y la relación con la naturaleza no pueden sanar heridas similares a las de Seney, ese cúmulo de cenizas que es su vida.
El otro, para mí más atrayente, es el siguiente, “El fin de algo”, así de vago como es la vida. Nick en este caso sale con su novia a un viaje de pesca por esos mismos bosques u otros similares, a un pueblo llamado Hortons Bay, hasta hace poco centro maderero y hoy complemente deshabitado (hay un sitio que se llama así en Michigan y que tiene por cierto un “drive” llamado Hemingway). Allí constata que ha perdido el interés por todo, incluso por el amor.
“Nick Adams” es una de las obras más entrañables de la literatura norteamericana y se las recomiendo.
Después de mi reseña sobre el libro de Benjamín Prado acerca de Rafael Alberti, un amigo me preguntó por “La arboleda perdida”. No, no es un libro de poemas, sino sus memorias, escritas a lo largo de varias décadas y publicadas de la misma forma en cuatro tomos en 1942, 1959 y 1987 (los dos últimos).
Su nombre le viene de un pequeño parquecito o bosquecillo situado cerca de su casa en el Puerto de Santa María de Cádiz que él siempre pasaba en sus correrías a la playa, en sus huidas desde los latines y la matemática hacia el azul imborrable de su mar.
Cuando él vuelve ya de joven a ese mundo que perdió cuando se trasladó a Madrid (“El mar. La mar. / El mar. ¡Solo la mar! / ¿Por qué me trajiste, padre, / a la ciudad?”) ya no encontró casi nada. (“Adiós calle de las Neverías, calle de los sorbetes de colores y los helados veraniegos; vergeles de las orillas del río… esteros y salinas! ¡Adiós infancia libre, pescadora, de patios y bodegas profundos! Serás ya siempre en mis recuerdos como una barca de claveles, con las velas de albahacas, cabeceante por una mar de jazmines perdidos”).
Hoy es un conjunto de árboles cercados sin más. Desde entonces el mar y la arboleda lo siguieron. Y creo que también los famosos sorbetes de Santa María, a los que fue siempre tan aficionado.
Como ha quedado patente en lo transcrito arriba, se trata sin duda alguna, una obra embrujadora, dotada de una prosa de gran altura, aunque él se quejaba del dejo del verso. (“Todo me sale demasiado rítmico. Batallo porque no sea así. Corrijo. Deformo una frase para que no se haga verso”).
Pero son versos, versos que se hacen prosa, historia, relato, asombro. Por allí desfilan esa infancia de escapadas, de expulsiones de colegios y escuelas, del exilio de la capital, de intentos con la pintura (que nunca deja en realidad) y búsqueda de la literatura. Desfilan las amistades y encuentros que le llenan a uno la boca de agua (Unamuno, Machado, Neruda, Aleixandre, Picasso, Dalí, Buñuel y, sobre todo, el inseparable Federico García Lorca, su gran amigo). Por allí desfila el pueblo, alzado contra la monarquía, armado contra el fascismo y en defensa de la República, exiliado y perseguido como él. Y quizá la más importante de todas sus amistades, María Teresa León, su esposa, uno de los pilares de la literatura española, muerta en un sanatorio, desligada de su marido, el mundo y las letras por la enfermedad de Alzheimer).
Cuando regresó del exilio, recién caída la dictadura, unos españoles lo aplaudían, otros lo abucheaban. Una vez en una de esas reuniones multitudinarias, una banda fascista entró a parar el acto. La alcaldesa, de origen franquista, quiso entonces dar por terminado el recital. Alberti se paró y le dijo: “Señora, a mí nunca me ha callado nadie, así que el acto continúa”. Y continuó, eso que más que un recital de poesía era un mitin antifascista.
Rafael Alberti era no solo antifranquista, sino además militante comunista. Por el primer motivo antes y por el segundo después, fue siempre excluido de la vitrina de la cultura oficial. El Premio Cervantes que recibió al final fue producto de una lucha de sus amigos y de la casualidad de que una candidatura fue mal inscrita y quedó un campo vacío, un hueco, por donde se coló el poeta.
Lo del Nobel (que nunca se le concedió), fue otra historia. Esta la cuenta Prado en el libro que mencioné (“A la sombra del ángel”). La Academia Sueca había decidido que premio de 1977 iba para España, y escogieron a dos poetas, Alberti y Aleixandre. Entonces le enviaron un emisario que le dijo que él tenía que renunciar a la candidatura a diputado por el Partido Comunista que llevaba entonces, de lo contrario debía olvidarse del Nobel. Alberti actuó como siempre: echó a la calle a ese emisario. El premio se le dio a Aleixandre en solitario. Alberti fue electo diputado en un acto que fue algo así como una protesta pues pocos meses después renunció a su curul. Los parlamentos y los versos no se llevan bien.
Pero bueno, es lástima que no podamos seguir. Les dejo la inquietud y el deseo de leer. Espero.
En la foto, Rafael Alberti joven y su esposa María Teresa León.
En la comunidad indígena de Cabagra de Buenos Aires, Zona Sur, se desarrolla un admirable emprendimiento indígena que combina las comodidades modernas con la cosmogonía ancestral del pueblo bribri: Se llama Diwöwak Adventures.
Diwöwak es una palabra compuesta de origen bribri que significa “dueños del Sol”, y hace alusión a esta iniciativa turística que se proyecta brillar con luz propia ante las diversidades que se presenten.
Diwöwak Adventures ofrece talleres y eventos para todos los gustos: tours de senderismo interpretativo a puntos mágicos, tales como el bosque ecológico-cultural Diwöwak, con vistas de 360°, tours al Cerro Chín el cual colinda con el Parque Internacional La Amistad y caminatas al Cerro Pelón y al Cerro Calvario (2860 msnm)
En su extenso menú de servicios, “los dueños del Sol” tienen para los visitantes, talleres culturales de elaboración de artesanías con mayores de la comunidad, exposiciones, charlas, relatos ancestrales, tours de avistamiento de aves, tours gastronómicos, donde se expone y se disfruta de la rica gastronomía Bribri.
Diwöwak Adventures tiene varios tours muy particulares, entre ellos el del chocolate (en temporada), tour de la caña, tours de pesca ancestral, visitando los ríos de Cabagra, tours de ordeño, entre muchos más. Sin faltar las visitas a las cataratas.
Este proyecto ofrece unas modernas instalaciones para hospedaje rural. Son cabañas rústicas con baño compartido, con capacidad para 10 personas.
Cuentan con ventiladores, ducha de agua caliente, Coffee maker, cobijas, paños, jabón y shampoo, y zona de relajamiento.
En las zonas comunes, tiene piscina para niños y adultos, área de parrillas, pérgola común para descanso, trapiche manual.
Posee un Rancho llamado Iriria, que es para el área de comidas con baño y cocina, y también funciona como área de eventos, con senderos internos y un pequeño bosque privado, en donde abundan las aves, huertas y árboles frutales de temporada.
Las instalaciones de Diwöwak Adventures también están disponibles para eventos, reuniones, actividades sociales, cumpleaños, matrimonios, salida a vacaciones, entre otros. Además, cuenta con área de camping y parqueo.
Este emprendimiento indígena, liderado por el bribri -cabécar Javier Delgado Zúñiga y su esposa, se ubica a los pies del Parque Internacional La Amistad, el cual es Patrimonio de la Humanidad y parte del Corredor Biológico Mesoamericano.
Su cercanía a dicha área protegida permite disfrutar de una gran diversidad florística y faunística en la zona, algo que sin duda se suma a las múltiples bellezas naturales que se puede contar cuando visites Diwöwak Adventures.
En algunas ocasiones, los visitantes podrán tener el honor de conocer algunas expresiones culturales propias de la cultura indígena bribri, entre ellos las ceremonias de gratitud, fertilidad, curación y de prevención a enfermedades entre otras.
Diwöwak Adventures es un emprendimiento que forma parte de RAICES, el primer programa de incubación en Costa Rica enfocado en la generación y consolidación de emprendimientos de turismo sostenible en territorios indígenas.
Para más detalles e información sobre este emprendimiento indígena, está a tu disposición el 83069017 y te invitamos visitar su sitio web:
Observatorio de Bienes Comunes – CIEP-Kioscos Socioambientales
A partir de la gira presidencial que realizó el presidente Rodrigo Chaves Robles en la zona sur del país, donde realizó declaraciones en torno ha retomar las acciones de impulso del megaproyecto del aeropuerto internacional del sur, como una de las acciones para promover la reactivación económica de Región Brunca. Esta iniciativa, pretende construir las instalaciones en las Fincas 8, 9, 10 y 11 de Palmar Sur de Osa, Puntarenas. Para los promotores de este proyecto, son fincas donde lo que existe apenas son bananos y maleza. A partir de este interés gubernamental de reactivar la economía de la región a través de este tipo de mega-infraestructura para generar un empuje al sector turístico con la llegada de vuelos internacionales, nos preguntamos ¿Qué sucede en estos territorios? ¿Es cierto que están abandonadas estas tierras? ¿Acaso no habían yacimientos arqueológicos? ¿Qué lugar tiene la historia y cultura viva de estos territorios? Para responder esto, valoramos las implicaciones de la reactivación de este megaproyecto a partir del proceso que inició en el 2013 y fue archivado en el 2015 con el número de expediente D1-11752-2013-SETENA. En este proceso, luego de varios gestiones de consultas y revisiones, se logró determinar que los promotores, habían obviado algunos elementos importantes: – Las Fincas están habitadas por decenas de familias campesinas que han desarrollado sus propias formas de producción, además cuentan con zonas de recreo y reunión, es decir hay comunidades establecidas. – La estrecha relación de esta región con los humedades de Térraba-Sierpe, lo cual hace que sea una zona clave para su conservación y protección. – La presencia de pueblos indígenas y yacimientos arqueológicos en esta región representa un valor cultural incalculable, como lo son las esferas de piedra Patrimonio de la Humanidad. Como parte del proceso de archivo de la iniciativa, a partir del oficio SG-SEA-1451-2015 de SETENA, dirigido al Consejo Técnico de Aviación Civil resaltamos que solicitó: -Declarar desierta la licitación del proyecto de estudio de factibilidad socioeconómico, técnico, legal e institucional, para el desarrollo del Aeropuerto Internacional de la Región Brunca -Solicitar a Organización de Aviación Civil Internacional la devolución de los dineros para el proyecto del Aeropuerto Internacional de la Región Brunca -Instruir al director general para que remita los estudios pertinentes para fortalecer y mejorar los aeródromos de la región ¿Qué podemos aprender? Como parte de los aportes que podemos reseñar, es que esta obra en particular reforzó los puntos débiles que representan las ambiciones detrás de estos megaproyectos, que consisten en el marginamiento, ninguneo y exclusión de las comunidades locales de cualquier toma de decisión y vinculación, así como el desplazamiento de estas poblaciones, en el caso particular del aeropuerto, podemos citar: – No se consideran los impactos ambientales de la operación del aeropuerto en ecosistemas tan vulnerables como los humedales. Así como las implicaciones que representa la promoción de un tipo de modelo turístico masivo (infraestructura invasiva y cambio del paisaje, impacto desmedido de actividades humanos, entre otros) que requiere flexibilización en la regulación, y más grave sobre una región que se ha caracterizado por formas de turismo de baja escala y comunitario. – Se desprecia las formas de vida campesina, y se marginan a las personas que habitan está región. – Prioriza un desarrollo ajeno a las comunidades, al promover beneficios centrados en un tipo de turismo a corto plazo, e ignora la sostenibilidad de la región al desconsiderar otras formas de gestión y promoción local. – Al desestimar los sitios arqueológicos y promover su extracción, refleja un desprecio patente al legado y la vida cultural de la región. Para reforzar lo anterior, podemos citar las mismas declaraciones que brindó el señor Presidente, al señalar al respecto de la importancia de este megaproyecto que “El hecho de que ahí haya algo, no es justificación para atrasar el progreso” (CRHoy-Villegas, A, 21/2/2023)1. Esta manifestación nos lleva a preguntarnos si una iniciativa como esta ignora las formas y modos de vida local y el legado cultural ¿Cuál desarrollo promueve el gobierno actual? o mejor dicho ¿El desarrollo para quienes? Por esta razón, les compartimos esta infografía que nos aproxima a problematizar algunas de las tensiones que envuelven este megaproyecto, por lo cual planteamos ¿Qué lugar tienen las formas y modos de vida de las comunidades en estos megaproyectos? https://bienescomunes.fcs.ucr.ac.cr/despegando-con-el-extractivismo-caso-del-aeropuerto-internacional-del-sur-costa-rica/
Este material se pudo desarrollar a partir de la Investigación Mora, José Antonio (2022). Multiterritorialidades y conflictos por la tierra en Costa Rica: el caso del Antiguo Distrito Bananero de Palmar. [Tesis de Maestría Académica en Geografía, Universidad de Costa Rica]. Repositorio Institucional, Universidad de Costa Rica).
1Villegas, Andrey (21/2/2023) Chaves sobre zona arqueológica: «El hecho de que ahí haya algo, no es justificación para atrasar el progreso». CRHoy. Tomado de: t.ly/qgJ6
Este domingo, 19 de febrero de 2023, se realizó el Acto de Conmemoración del 89 Aniversario del asesinato de Augusto C. Sandino, patriota y revolucionario nicaragüense.
Líder de la resistencia nicaragüense contra el ejército de ocupación estadounidense en Nicaragua, Sandino luchó y logró que las tropas de los Estados Unidos salieran del país.
Héroe Nacional de Nicaragua, llamado por su pueblo como el «General de Hombres Libres», logró no solo liberar a su patria, sino también dejar un legado político ideológico que posteriormente fue retomado en la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por Carlos Fonseca Amador y otros compañeros.
El Partido Vanguardia Popular (PVP), la Juventud Vanguardista Costarricense (JVC), se unieron a muchas otras personas, organizaciones, diplomáticos de hermanos países, a la convocatoria de la Embajada de la República de Nicaragua en Costa Rica, en el Centro Cultural Simón Bolívar en San José.