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Así fue la Semana Cultural Padre Alfonso en Acosta

Video Semana Cultural Padre Alfonso en Acosta

Compartimos el video, el cual corresponde a una recopilación de fotografías de lo que fue una parte de la Semana Cultural Padre Alfonso en Acosta, durante enero de 2023:

Se prepara otro video con el Homenaje a Grandes Mujeres y Hombres de la Patria y el tercero con el XIV Festival Cultural Buen Vivir.

Alfonso Quirós Artavia (1953-1980) fue un sacerdote, deportista y poeta comprometido con los campesinos, y en su Semana Cultural a modo de homenaje se contó con la participación de poetas, participaciones musicales, bailes, y más.

 

Compartido con SURCOS por Édison Valverde Araya.

EL ÁNGEL ALBERTI

Manuel Delgado

  Cayó hace poco en mis manos el libro “A la sombra del ángel” de Benjamín Prado, el cual, aunque había sido publicado hace dos décadas, nunca se había tropezado conmigo.

  Es uno de esos libros imprescindibles, de esos de los que uno se pregunta por qué no lo había leído antes y que lo hacen sufrir a uno cuando termina su lectura.

  El libro cuenta las andanzas vividas durante 13 años al lado del poeta Rafael Alberti. Benjamín, entonces aprendiz de periodista, de poeta y de novelista, era un benjamín de apenas 20 años; Alberti, para ese entonces, ya pasaba de los ochenta. No obstante, fueron amigos entrañables. Benjamín lo llevaba a todo lado, lo transportaba en su carro ciudad por ciudad, le organizaba encuentros con los grandes escritores, dramaturgos, actores y pintores de la época (además de poeta, Alberti era dramaturgo y pintor). Se distanciaron luego en gran parte por el trabajo del joven escritor, pero sigue siendo aun hoy imperecedero.

  “A la sombra del ángel” muestra esa personalidad apabullante de Alberti, un rebelde, inquieto, rompedor de esquemas, que no podía dejar de sobresalir con su melena blanca y sus camisas hawaianas, pero sobre todo por el encanto de su persona y su poesía que él iba declamando por el mundo. Siempre irreductible con el enemigo (vivió largos años en el exilio) era sin embargo amoroso con sus amigos, incluso con aquellos camaradas suyos de la generación del 27 con el mediaban, además de amores, resquemores y hasta odios.

  Su actividad más vistosa eran los recitales de poesía que repetía por todos los rincones de España a salas llenas. Estas actividades, además de reportarle algunas pesetas que él tanto necesitaba, le permitía un contacto directo con su pueblo, algo que a su espíritu extrovertido y a su consecuencia revolucionaria le era más necesario aun que las pesetas.

  Hay en el libro de Prado momentos especialmente llamativos, no sé si mágicos. Cuento uno de ellos:

  Como todos los grandes escritores de España, Alberti fue silenciado y ninguneado siempre. Fue el gran ausente de los premios, hasta que un día, ya por cansancio, le dieron el Cervantes. Antes de eso, en 1977, fue visitado por un enviado de la academia sueca quien le dijo que lo iban a proponer como ganador del Nobel conjuntamente con Vicente Aleixandre, el otro reconocido poeta, pero que para ello debía renunciar a la candidatura a diputado por el Partido Comunista. Alberti le respondió que nunca iba a traicionar a su partido. Entonces ese representante le hizo ver que si no dejaba ese puesto debía olvidarse del premio. El poeta no renunció a su puesto de candidato comunista y el Nobel se entregó a Aleixandre en solitario.

    Fue viajando con Benjamín en el carro de este, cosa muy corriente, que un chofer borracho los chocó mientras hacían un alto. A Alberti el accidente le cambió la vida. Al chofer ebrio, le costó solo la suspensión de la licencia por dos semanas. Sus múltiples lesiones lo redujeron a una silla de ruedas y esa reducción de su movilidad lo hundió en un hoyo profundo que de una u otra forma lo condujo a la muerte.

  Pero como Federico García Lorca, como Antonio Machado, como Miguel Hernández y como Pablo Neruda, Rafael sigue vivo. Perogrullada, sí, pero en este mundo de muerte y olvido hay que repetirlo siempre.

Recital «Caribe en la Palabra» en celebración del Día Nacional de la Poesía

La Benemérita Biblioteca Nacional, la Biblioteca Pública de Limón «Mayor Thomas Benjamin Lynch», Palabras Viajeras y La Revista.cr le invitan al recital “Caribe en la Palabra”, con la participación de las poetas Arabella Salaverry, Shirley Campbell Barr, Delia McDonald, Macarena Barahona-Riera, Julia Hernández, Nelly Moraga, Jeanette Ibarra y la traductora María Roof. 

Esta actividad se realiza en celebración del Día Nacional de la Poesía.

La actividad se realizará virtualmente el martes 31 de enero 2023, a las 4:00 p.m. y se transmitirá por los facebook:

Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Biblioteca Pública de Limón https://www.facebook.com/bplimon.sinabi.mcj.cr/?locale=es_LA

La Revista.cr https://www.facebook.com/larevistacr/

«Recital de Poesía Costarricense», en celebración del Día Nacional de la Poesía

La Benemérita Biblioteca Nacional, la Editorial Costa Rica, Palabras Viajeras, la Asociación Costarricense de Escritoras le invitan al recital de “Poesía Costarricense”, con la participación de Leda García, Luissiana Naranjo, Julieta Dobles, Yolanda Bertozzi, Rosa Anka, Victoria Marín,María Suárez, Marta Rojas, Minor Arias Uva, Adrián Arias Orozco, Pablo Narval y Carlos Enrique Rivera Chacón.  

Esta actividad se realiza en celebración del Día Nacional de la Poesía.

La actividad se realizará el martes 31 de enero 2023, a las 10:00 a.m.  en la Benemérita Biblioteca Nacional.

También se transmitirá en los facebook:

Biblioteca Nacional Costa Rica https://www.facebook.com/bibliotecanacional.mcj.cr/

Editorial Costa Rica https://www.facebook.com/EditorialCR/

El programa Cultura Costarricense tendrá transmisión sobre canciones y cuentos

Con la participación de Pago Goldenberg Guevara, Luis Barrantes Cortés y Max Goldenberg Guevara, el programa Cultura Costarricense transmitirá por su Facebook Live bajo la temática de canción y cuentos, el próximo domingo 29 de enero de 2022, a las 3:00 p.m.

Puede sintonizar la transmisión en este enlace: Cultura Costarricense | Facebook 

Místico y sencillo

SURCOS comparte la siguiente información:

Sé parte de la presentación de grandes artistas, en una noche de buena música por parte del violinista y cantautor Huberth Dan Arias, acompañado de Sebastián Espinoza.

Este evento será realizado en el Restaurante El Lobo Mestizo, especializado en la gastronomía mesoamericana, este viernes 27 de enero a partir de las 8:00 p.m. 

No te pierdas de esta noche mágica, hacé tu reservación al Sinpe móvil 8618-4801.

El miedo en el viento

Por Memo Acuña (Sociólogo y escritor costarricense)

Las tomas eran elocuentes. Invitaban a la zozobra, la desconfianza, el rechazo. Un periodista de la sección de sucesos de un noticiero estelar seguía las huellas de quienes intentaban cruzar la frontera entre Nicaragua y Costa Rica para protegerse. Casi que al mismo tiempo que las autoridades fronterizas, intentaba atrapar él mismo con sus propias manos a quienes osaran cruzar a territorio costarricense y devolverlos hacia su país.

Eran tiempos de incertidumbre, de resguardo, de puertas adentro. La amenaza sobre el cuerpo blanco y sanitizado costarricense campeaba y una vez más era ubicada lejos de sus fronteras. En Nicaragua, el abordaje de las autoridades locales sobre la emergencia sanitaria no era el más adecuado y el manejo y la gestión de la información sobre la casuística, así como las medidas de prevención hacia la población, no garantizaban el cuido que por entonces sugerían las autoridades de salud global.

Eran las primeras semanas, los primeros meses desde que en marzo de 2020 se hubiera declarado por primera vez en décadas una pandemia de proporciones planetarias. Sus alcances, conforme avanzaban las horas, eran más amplios en términos de población afectada, territorios cubiertos e impactos a nivel social y económico.

La actitud del periodista costarricense, en realidad, reproducía lo que a nivel colectivo se experimentaba y se impulsaba como voz y prácticas sociales: había que endosarle a alguien, cual chivo expiatorio, la responsabilidad por el aumento de casos que a nivel local, y durante un largo periodo, había registrado una admirable estabilidad hacia la baja y el número de personas fallecidas se había mantenido en un mismo nivel durante semanas.

Todo cambió al registrarse una de las primeras olas pandémicas, denominadas así por las autoridades de salud pública del país. Entonces vinieron las medidas restrictivas y junto con ellas, el aumento de las percepciones colectivas sobre el cuerpo extranjero “que había venido a enfermar al nacional”.

Desde dentro, las familias nicaragüenses residentes o no, conformadas muchas de ellas con un carácter binacional, experimentaron uno de los periodos de discriminación y xenofobia que se recuerden a nivel contemporáneo, quizá solamente anticipado por una odiosa marcha nacionalista convocada en agosto de 2018 en la ciudad capital y que terminó con varias personas detenidas, armas de fabricación casera incautadas y una reacción de descontento de parte de varias personas sobre ese hecho, que indicaba una creciente construcción de discriminación en contra de dichas poblaciones.

Eran tiempos donde el miedo se acrecentaba y las estrategias de invisibilización, mimetización e integración se manifestaban como formas obligadas de contender el rechazo que circundaba en medios de comunicación, espacios públicos y redes sociales.

De sobre la forma en la cual las familias extranjeras, particularmente nicaragüenses vivieron este periodo en la sociedad costarricense, sus preocupaciones, sus afectos, anhelos y esperanzas, habla la novela Polen en el Viento, publicada el mismo 2020 por Uruk Editores, escrita por Rafael Cuevas, escritor y académico guatemalteco radicado hace ya varios años en Costa Rica.

Con una secuencia donde las subjetividades de los distintos personajes desarrollan la historia familiar de migración, inserción, acoplamiento social y laboral en la sociedad costarricense, la trama desarrolla como eje narrativo, los distintos momentos de construcción de la diferencia, el miedo como director de orquesta (al decir del poeta costarricense Ricardo Marín) y los desenlaces que seguramente experimentaron en realidad cientos de personas extranjeras en el país durante aquel periodo.

Uno de los principales argumentos esbozados por Cuevas es el del peso de la institucionalidad al momento de visibilizar con datos a la población extranjera. Algunas veces, muchas veces, por omisión e invisibilización a propósito; algunas veces, muchas veces, porque el peso de la exageración determina percepciones y acciones de política pública, como aquella infeliz directriz en los tempranos días de pandemia que obligaba a las personas extranjeras indocumentadas a recibir atención médica, acompañada de elementos de seguridad.

Es enero de 2023 y es una época de transición hacia lo que ciertamente podría denominarse “nueva normalidad”. Con una preocupante carga de casos en aumento por nuevos brotes, situación que seguramente permanecerá por años, continúa latente el registro, el sedimento del chivo expiatorio en la opinión pública costarricense. Por ello, novelas como la de Rafael Cuevas deben ser consultadas permanentemente como ejercicio de construcción de la memoria colectiva de este momento de la historia, para que la discriminación y la barbarie de creer que la blancura de la población nacional es señal de superioridad biológica y social, sea desterrada para siempre.

Trasladan esfera de piedra a los patios de la Escuela Las Vegas

Uriel Rojas

La esfera de piedra que fue encontrada en el cauce del río Chánguena a principios de este año nuevo, ya fue trasladada a los patios de la escuela de Las Vegas de Chánguena.

Este procedimiento se realizó bajo los más estrictos protocolos que demanda el Departamento de Protección del Patrimonio del Museo Nacional de Costa Rica y contó con el apoyo de los representantes de la Asociación de Desarrollo Indígena de Curré/Yímba.

La esfera, que mide 65 cm de diámetro y 2 metros de circunferencia, se encuentra en buen estado y está hecho a base de material granodiorita, según explicaron los expertos.

La esfera quedará en Las Vegas de Chánguena porque así lo determina la legislación nacional al respecto y porque la comunidad ha asumido el compromiso de cuidarla ante posibles daños que se le pueda ocasionar.

De este modo, el Museo Nacional de Costa Rica en conjunto con la Asociación de Desarrollo Indígena de Curré/Yímba cumplen con el debido proceso que estipula la Legislación sobre el Patrimonio Nacional Arqueológico, al brindarle protección a la esfera y vincular a la comunidad local con el resguardo y puesta en valor de sus bienes patrimoniales de dominio público.

Esfera encontrada en Las Vegas de Chánguena es precolombina y se quedará en la comunidad

Uriel Rojas

  • Así lo confirmaron las autoridades correspondientes

La esfera de piedra que en días pasados fue localizada en el cauce del Río Chánguena sí es auténtica.

Así lo confirmaron los funcionarios del Museo Nacional de Costa Rica quienes visitaron este martes el lugar en donde fue encontrada el artefacto precolombino.

Esta esfera, primero fue localizada en el cauce del río Chánguena, 500 metros al Este de la plaza del pueblo y luego fue removido por lugareños a unos 200 metros del lugar encontrado.

La esfera se encuentra en buenas condiciones, tiene un diámetro de 65 cm y 2 metros de circunferencia. A pesar de haber sufrido probablemente, el arrastre de las aguas del río Chánguena, no muestra fisuras que comprometan su integridad.

Los funcionarios del Museo Nacional, en su visita al lugar se hicieron acompañar por miembros de la Asociación de Desarrollo Indígena Curré, quienes son los representantes del gobierno de este territorio y junto a varios vecinos de la comunidad realizaron la inspección y se levantó la información respectiva.

Lo que sigue es tramitar el traslado de la esfera a un lugar seguro, que recomiende la comunidad, acción que se realizará muy pronto, en mutuo acuerdo entre las partes involucradas.

BRINDO POR LA VIDA Y POR LA VIDA

Manuel Delgado

  Hay un libro de Pablo Neruda que no incluye ninguna antología. Fue publicado en Hungría en 1969 y más tarde por la editorial Lumen de Barcelona, sin fecha, aunque presumo que esa edición es el mismo año. Desde entonces se ha editado, sí, pero poco, así que es casi un libro raro y yo me ufano de ser uno de los pocos que lo poseen.

  Fue escrito a cuatro manos con Miguel Ángel Asturias y lleva el delicioso título de “Comiendo en Hungría”.

  No más imagínense a ese par de hartones recorriendo la geografía y la historia de ese país donde se come como en el mejor. Es una orgía de sabores y de poesía.

  Que esos dos escriban a la máxima altura es ya sabido. Lo curioso es que, prosas y versos de ambos, en lo fundamental, Asturias escribe en verso y Neruda lo hace en prosa. El primero demuestra que es un poeta de primera y Neruda hace salir ese exquisito don de prosista que lo acompañó toda la vida.

  Como se desprende del título, los autores hacen en estas páginas una degustación del arte culinario húngaro, muestra sus carnes y sus paprikas, cuenta la historia del asado y de la sopa y, por supuesto, hacen un periplo por sus vinos. Estaría renco si no recogiese de aquí y allá algunas recetas, como esa tan simple que nos indica cómo asar un buey entero. (Dentro del buey se coloca un cordero, dentro de este un ternerito, y dentro del ternerito un gallo capón. Cuando este último esté bien dorado, el buey estará listo para ser servido).

  Todo el libro es exquisito. Resalto de Asturias su “Alegato del buen comer”, una declaración de guerra a la comida chatarra y un canto a la buena mesa, la auténtica y natural. Y de Neruda “La copa grande”, un himno al vino: “Levanto la copa llena con el fulgor de Hungría, bebo en honor del sol y de la nieve, de la tristeza y de la dicha. Bebo por el amor y por el dolor. Bebo por el fuego y por la lluvia.”