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Etiqueta: cáncer

UCR: ¿Son los embutidos un verdadero riesgo para su salud?

Especial consumo consciente

  • El 66,5 % de los costarricenses suele consumir carne procesada. La manera en que lo hace puede marcar una diferencia en su salud

“Al final lo que impera es que ningún exceso es bueno. El consumo muy frecuente de embutidos no va a ser adecuado en ninguna condición, ni para la persona que no tiene problemas de salud ni para la que sí”, comentó Natalia Valverde Vindas, docente de nutrición clínica en la UCR. Foto: Archivo ODI.

Una hamburguesa, un perro caliente, una pizza o simplemente un emparedado son alimentos que por su fácil preparación y economía suelen ser la comida ideal para esos días sin ganas de cocinar o para las noches de cenar afuera. Estos platillos tienen en común un ingrediente principal: la carne procesada.

En Costa Rica, el 66,5 % de la población dice consumir carne procesada (embutidos). Así lo reveló la Encuesta Actualidades 2019 de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR). Sin embargo, este no deja de ser un producto que levanta cuestionamientos en cuanto a qué tan saludable es, hasta el punto de que son satanizados por algunos.

En el 2015, un estudio realizado por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), evaluó la carcinogenicidad del consumo de carne roja y de carne procesada. Como resultado, esta última fue incorporada al «grupo 1», es decir, junto a otros productos que aumentan las probabilidades para que una persona desarrolle cáncer, como lo son el tabaco, el alcohol y los arsénicos.

No obstante, el consumo, el comercio y la popularidad de estos productos continúa en Costa Rica, razón por la cual es válido cuestionar lo siguiente: ¿se corre algún riesgo al consumir embutidos?

“Para garantizar la inocuidad del producto, es decir, para que se mantenga en la mejor condición posible en los anaqueles mientras se vende y llegue con el mayor contenido nutritivo posible a los hogares, es necesario que agreguemos algunos aditivos”, manifestó Alejandro Chacón, ingeniero de alimentos e investigador de productos de origen animal de la UCR.

De esos aditivos, llamados sales de cura, sobresalen los nitratos y los nitritos. Estos tienen la función de generar el color rosado que caracteriza a los embutidos ―puesto que la carne, al no tener oxígeno, pierde el color―. Si bien estos componentes son antimicrobianos, son los mismos que pueden ser los causantes de un cáncer colorrectal.

Ante esto, Chacón señala que las empresas registradas pasan por auditorías rigurosas de las entidades competentes como el Ministerio de Salud y el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), para el manejo correcto de estas sustancias. “Es mucho el dinero que se invierte en la calidad y que se debe hacer para poder producir”, comentó.

«Tampoco se puede culpar a los embutidos, porque se sabe que el cáncer es multifactorial y multicausal. No es solo por un alimento en sí que se va a desarrollar la enfermedad».

Natalia Valverde, docente de la Escuela de Nutrición de la UCR

De igual manera, citó que en Costa Rica se sigue el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP, por sus siglas en inglés), el cual es un proceso sistemático preventivo. Su objetivo es garantizar que todo lo que se haga en la planta de producción no sea destructivo para la salud pública.

Asimismo, se siguen los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), encargada de la formulación exacta para que la cantidad de aditivos agregados en las preparaciones sean en cantidades que no impliquen un riesgo.

“La gente a veces piensa que las personas que trabajan en la calidad de los alimentos, a sabiendas de que tal sustancia da cáncer, igual se la echa y salados las tres o cuatro personas que les dé. Eso no es así”, señaló.

Si algo está claro es que el verdadero riesgo que ronda a los embutidos está en un consumo excesivo y prolongado. El CIIC indica que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 %.

Entre los datos que arrojó la encuesta, un 27,7 % de los consumidores de carne procesada dicen comerla entre una y dos veces la semana. Mientras que, el 7 % afirma que la consume todos los días.

El exceso y el consumo prolongado de nitritos y nitratos se vinculan con el cáncer colorrectal. Esta enfermedad fue diagnosticada a 1 128 costarricenses en el 2018. Foto: Archivo ODI.

¿Todos los embutidos son iguales?

Ante la incertidumbre de saber qué tan adecuado es un producto para cada persona, el etiquetado nutricional es el mayor aliado para la población, ya que los consumidores pueden ejercer su criterio y, según su estado de salud, hacer uso moderado de este tipo de alimentos.

Alejandro Chacón señala que no es lo mismo comprar carne procesada de una marca comercial registrada que adquirir productos de los cuales no se sabe si tienen la preparación o el empaque adecuado. Además, en este último caso, el comprador no puede saber verdaderamente en qué condiciones fue elaborado ese producto y si cuenta con la cantidad correcta de aditivos.

Los embutidos de las carnes rojas (res, cerdo) y blancas (pollo, pavo) suelen ser catalogadas diferentes, pero no necesariamente sus componentes lo son.

“Si alguien come embutidos todos los días, a los años va a tener un problema de colesterol, pero el problema no va a ser solo el embutido, porque probablemente los acompaña de azúcares y otras sales”.

Alejandro Chacón, docente de la Facultad de Ciencia Agroalimentarias de la UCR

De acuerdo con Karolina Sánchez Alan, docente de la Escuela de Nutrición de la UCR, la carne roja en sí contiene más colesterol y grasa comparada con las blancas. Pero la variación de estos componentes en el embutido suele depender de la marca.

“Los productos catalogados como light son los que tienen menos sodio y grasa que los regulares, pero no significa que no los tengan del todo”, señaló.

El principal valor nutritivo que se le atribuye a la carne procesada es la proteína. Sin embargo, no es la mejor fuente, según la nutricionista.

“Si al embutido lo comparamos con un pedazo de carne como tal, este es un alimento natural. En cambio, el embutido es un alimento procesado y es una mezcla a la que se le agrega agua, grasa y otros componentes que van difiriendo en su valor nutritivo. La proteína que tiene una salchicha no se compara ni sustituye a la que tiene un pedazo de carne”, indicó Sánchez.

En Costa Rica, se diagnosticaron 1 128 casos de cáncer colorrectal solo en el 2018, con base en datos de la OMS. Esta cifra lo convierte en el tercer tipo de cáncer con mayor incidencia en el país en ese año.

A pesar de que la cifra es preocupante, los tres profesionales entrevistados aseguran que un solo hábito no va a ser la causa de una patología como el cáncer. No obstante, una persona con diabetes, insuficiencia cardiaca o hipertensión sí debería disminuir su consumo de embutidos.

“A un paciente hipertenso tampoco se le podría recomendar embutidos light, porque igual tienen alto grado de sodio. Si bien es cierto, el paciente debe tener una dieta balanceada y se prefiere que predominen los productos frescos. Es difícil que una persona perciba en una rebanada de jamón la cantidad de sal que contiene y que es abismalmente diferente a la de una preparación casera”, comentó Natalia Valverde, docente de la Escuela de Nutrición de la UCR.

Sin embargo, hay una realidad que también se debe considerar: las personas por cuestión de costos deben escoger el embutido por encima de la carne o la pechuga. Acompañarlos con verduras como el zapallo, la vainica o la zanahoria o incluirlos en picadillos son formas alternativas de consumir salchichas, carne molida, jamón, tocineta y otros, sin correr mayor riesgo para su salud.

 

Valeria García Bravo

Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: PRIS-Seminar 2019 reunió proyectos innovadores sobre ingeniería, salud, robótica y demás

Estudiantes e investigadores expusieron propuestas novedosas que ayudarían a combatir el cáncer, entre otras iniciativas

En la UCR se realizan investigaciones que tienen como meta identificar el mejor tratamiento contra diversos tipos de tumores y en esos trabajos es en donde se unen la medicina con la ingeniería. Foto Laura Rodríguez.

La ingeniería se puede aplicar en múltiples campos para encontrar soluciones a problemas y retos que aquejan a la humanidad, como por ejemplo en el desarrollo de terapias más efectivas contra células cancerosas, creación de dispositivos que ayuden a personas con alguna discapacidad, analizar el movimiento corporal para mejorar el desempeño deportivo, y muchas aristas más.

Estos avances son producto de la sinergia entre diversas disciplinas y el trabajo en equipo, acciones que deben ser expuestas al público para que se conozca el tipo de iniciativas en las que se invierten los fondos públicos.

Precisamente, ese es el objetivo que se cumplió en el PRIS-Seminar 2019, al contar con una serie de exposiciones de proyectos de investigación que es organizada de manera anual por el Laboratorio de Investigación en Reconocimiento de Patrones y Sistemas Inteligentes (PRIS-Lab) de la Escuela de Ingeniería Eléctrica (EIE) de la UCR.

Mejorar las terapias que atacan las células cancerígenas o inclusive generar que se autodestruyan, son algunas de las metas que buscan cumplir distintos proyectos de investigación en la UCR. Foto Karla Richmond.

Este evento se llevó a cabo los días miércoles 13 y jueves 14 de noviembre en el Miniauditorio de la EIE, “se trata de la séptima edición del PRIS-Seminar y es un espacio que sirve para divulgar el trabajo de investigación que realiza el PRIS-Lab y que la sociedad sepa en qué se invierten sus recursos, cuáles proyectos tenemos, qué se está haciendo en los posgrados y también invitamos a otros laboratorios, tanto de la UCR como de otras universidades y ministerios afines, para que expongan su quehacer. Este es un espacio académico y de reflexión que aprovechamos para informarnos lo que otros hacen y establecer redes de colaboración”, indicó el Dr. Francisco Siles Canales.

Siles, quien es docente e investigador de la EIE y coordinador del PRIS-Lab, agregó que siempre mantienen las líneas originales de investigación, en cuanto al análisis deportivo, rastreo de movimientos y desarrollo de algoritmos relacionados, pero explicó que rastrear movimientos es equivalente matemáticamente a rastrear células cancerígenas en un microscopio.

“La colaboración del Laboratorio de Quimiosensibilidad Tumoral de la Facultad de Microbiología, nos ha permitido utilizar estas tecnologías que hemos desarrollado en aplicaciones sobre cáncer y eso nos acercó inevitablemente al DC Lab, en donde ocupo el cargo de coordinador de transferencia de conocimiento y me encargo de establecer actividades como el PRIS-Seminar, para que de manera transdisciplinar afrontemos el tema cáncer, cuyos índices en Costa Rica están aumentando peligrosamente, tal es así que para el año 2050 se prevé que el 50 % de las muertes se van a deber al cáncer, una estadística que está muy por encima de lo que pasa a nivel mundial, pues una de cada seis personas que fallece es por cáncer, mientras que en el país serían tres de cada seis. Debemos de prestarle atención a esto y qué mejor forma de hacerlo que desde la UCR y con proyectos que impactan directamente a la sociedad”, aseveró Siles.

El Ing. Juan José Delgado Quesada expuso el proyecto sobre detección temprana del cáncer de mama utilizando imágenes termográficas durante el PRIS-Seminar 2019. Foto cortesía PrisLab UCR.

Precisamente, algunos de los proyectos expuestos durante el PRIS-Seminar tienen relación con la búsqueda de mejorar los tratamientos y detección del cáncer, como por ejemplo el trabajo del Ing. Juan José Delgado Quesada denominado: Detección temprana del cáncer de mama en pacientes con implantes de seno, utilizando termográficas e información de un biosensor.

“Los métodos actuales de detección como el MRI (imagen por resonancia magnética), rayos X, mamografía, tomosíntesis, ultrasonido o exámenes clínicos tienen complicaciones o efectos secundarios, por ejemplo el MRI ofrece una imagen muy buena pero a la vez contiene demasiada información que no permite a los doctores dar un diagnóstico certero y esa abrumadora información también confunde a los algoritmos de los métodos automatizados por lo que no alcanzan buenas métricas de precisión; por su parte, la mamografía o la tomosíntesis, que es como una tomografía pero en 3D, tienen complicaciones a la hora de aplicarse a mujeres con el seno muy denso, ya que se ven más fibrosas y con más ruido visual por lo que no se puede diferenciar el tumor. Nosotros proponemos la termografía que viene a solucionar muchos de estos problemas y se ha demostrado que logra predecir el tumor hasta en ocho años antes de su aparición”, detalló Delgado en su exposición.

La termografía es una herramienta de diagnóstico que sirve como una terapia adicional a los métodos ya descritos, para complementar los exámenes y que los especialistas médicos puedan detectar el cáncer de seno de manera más rápida.

La Ing. Kristina Ureña Hernández presentó una prometedora propuesta sobre cómo mejorar las posibilidades de éxito en la atención de pacientes con cáncer gástrico. Foto cortesía PrisLab UCR.

Delgado agregó que una termografía son imágenes térmicas que se dividen en dos tipos: RGB y radiométricas, éstas últimas lo que van a medir es la temperatura en un pixel de la imagen. «Con una termografía detectamos dos cosas: parches de calor o cambios vasculares en el flujo sanguíneo del seno y en el consumo metabólico del seno. No se va a detectar si existe un tumor o no, más bien es si se da un crecimiento anormal de células cancerígenas y por ende se puede desarrollar un tumor”, aclaró Delgado.

Otra de las investigaciones que fueron expuestas en el PRIS-Seminar 2019 fue la de la Ing. Kristina Ureña Hernández y que lleva como título: Reconocimiento de patrones asociado con el perfil de respuesta inmune molecular en subtipos de moléculas de cáncer gástrico, usando estudios genómicos.

“Lo que nos planteamos es la construcción de una plataforma biocomputacional con la cual pretendemos caracterizar la respuesta inmunológica del cáncer gástrico; los diferentes tipos de cáncer aumentan su mortalidad dependiendo de la región, grupo étnico, si se es mujer u hombre, la edad, en fin. En Costa Rica el cáncer que más se presenta en ambos sexos son el de próstata, seno, colon y tiroides, pero particularmente en hombres el gástrico es el que más vidas cobra. Este tipo de cáncer es asintomático y su sobrevivencia a cinco años es muy baja”, comentó Ureña.

Ante dicho panorama, el interés de este proyecto es poder abordar desde una perspectiva molecular la problemática del cáncer gástrico en nuestro país, “la idea es desarrollar un mapeo con el que se podría clusterizar (dividir en grupos) a las personas que han tenido cáncer, desde su estado hasta su clasificación anatómica y histológica, para crear un perfil clínico y por medio de una función matemática se pueda clasificar a las personas por grupos de cáncer y aplicarles el tratamiento que históricamente ha tenido mejores efectos para ese grupo en particular, desde la perspectiva de sobrevivencia”, aseveró Ureña.

Los estudios moleculares nos pueden llevar a una granularidad más profunda, agregó Ureña, ya que se puede tomar un determinado grupo de pacientes con cáncer, se agrega una dimensión molecular que ya existe junto con una dimensión de respuesta inmunológica, que es precisamente el aporte de este proyecto de investigación, y se podría concluir que cierto grupo pertenece a un determinado grupo molecular, para ajustar el tratamiento hacia los medicamentos que resultan mejor para ese grupo, “el objetivo es contar con un modelo matemático que consuma todas esas dimensiones y que prescriba los tratamientos que maximizan la oportunidad de sobrevivencia”, finalizó Ureña.

Además de estas propuestas, que surgen dentro del PRIS-Lab, también fueron expuestos proyectos de investigación que se desarrollan en el Centro de Investigación en Ciencias del Movimiento Humano (CIMOHU) y en el Laboratorio de Docencia en Cirugía y Cáncer (DC Lab), ambos de la UCR, y en el Centro Nacional de Alta Tecnología (CeNAT), que pertenece al Consejo Nacional de Rectores (Conare).

 

Otto Salas Murillo

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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El único laboratorio en cirugía mínimamente invasiva y cáncer de Centroamérica está en la UCR

A partir de este 2019, Costa Rica cuenta con el primer y único espacio en la región centroamericana que permitirá estudiar y desarrollar técnicas en el diagnóstico temprano de cáncer, así como en el entrenamiento de cirugías mínimamente invasivas. Es decir, en técnicas quirúrgicas que, si se comparan con una cirugía convencional, le dan la posibilidad al paciente de disminuir, de manera significativa, el tiempo de su recuperación.

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UCR: Sobrevivientes de cáncer sanan heridas mediante el arte

  • Etapa Básica de Artes Plásticas busca mejorar el acceso al arte

El grupo ha enfrentado situaciones difíciles asociadas con el cáncer, como el fallecimiento de una de sus compañeras. Sin embargo, persiste el entusiasmo. Foto: Angélica Castro.

Al ritmo de tango, cumbia y hasta música electrónica, 20 personas pintaban libremente, sin pensar o pensando. Unidas por el cáncer, se reían y disfrutaban de la última clase de arte del semestre y daban buena prueba de que la compañía y los colores ayudan a curar. Todas ellas fueron estudiantes universitarias y participantes de los proyectos de Acción Social de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La oportunidad llegó por medio de la Etapa Básica de Artes Plásticas (ED-71), un proyecto de la Sede de Occidente que trabaja para hacer crecer el acceso al arte en la región. Como el arte puede servir para muchos propósitos, el primer semestre de 2018 la Etapa se acercó a la Fundación Calidad de Vida para las Personas con Cáncer (FUNCAVIDA).

FUNCAVIDA es una organización que se ubica en San Ramón y trabaja con población que enfrenta o es superviviente de cáncer. A estas personas se les brinda apoyo en terapia psicológica y física, así como acceso a charlas, talleres, alimentación, actividades deportivas y recreativas.

La Etapa Básica buscó vincularse a este proceso a través de la alfabetización visual, que busca que las personas integren herramientas plásticas para expresarse y sentirse mejor. El proceso lo desarrollaron Susana Villalobos, coordinadora de la Etapa Básica, y Karol Rodríguez: las “profes”.

En el grupo había personas de diferentes edades y regiones. Algunas viajaban desde Grecia, Sarchí o Palmares; y hay quienes viven en San Ramón. El factor común de reunión fue el cáncer, que se olvidaba durante las dos horas semanales dedicadas al arte.

Durante la última clase del semestre cada persona pintó un mensaje para alguno de sus compañeros. Foto: Angélica Castro.

“Para mí ha sido una bendición, porque yo nunca imaginé después de tantos años y después de haber vivido un montón de cosas, poder tomar un pincel y aprender a pintar. Para mí es un momento en el que yo me olvido de mis problemas, de mis enfermedades y de todo lo que me pueda pasar”, contó Lorena Espinosa, sobreviviente de cáncer.

A lo largo del curso se tomaron pinceles para pintar acrílico o acuarela, pero también se usaron las manos para moldear la arcilla y teñir telas con diseños coloridos. Y como entre una cosa y otra surgía algún dolor, las profes trabajaron muy de cerca con Andrea Arias Alpízar, psicóloga de la Fundación. Además las acompañaron profesionales y estudiantes de orientación y yoga.

A Consuelo Salas Muñoz le encantó la oportunidad, porque le permitió compartir con su familia, hasta ha puesto a sus nietos a pintar con música y a teñir telas. “En cualquier momento que uno se sienta un poco triste, que es normal, eso va a ser como un escape para seguir luchando y ser positivo”, agregó.

“Yo llevo (las obras) y me dicen ‘Mami, que lindo que te quedó eso. Me alegro montones de que usted esté tranquila, que esté bien, porque así no está pensando tonteras’. Ellas se sienten contentas cuando yo estoy contenta”, dijo Maria Teresa Aguilar Berrocal, también sobreviviente.

Las profesoras admitieron que el trabajo en FUNCAVIDA ha significado un enorme crecimiento profesional y personal, pues les dio una mirada más rica y sensible hacia otras experiencias de vida. Además, cayeron en cuenta de lo que puede significar el arte en la vida de una persona para enfrentar situaciones difíciles.

“Son personas luchadoras, bondadosas, con curiosidad, con ganas de aprender. Son personas que a pesar de sentirse mal vienen los jueves, algunas veces vienen lastimadas por los procesos que están enfrentando, vienen con agujas, vienen con algodones, vienen enfrentando dolor; pero vienen y con la mejor actitud”, concluyó Villalobos.

Angélica Castro Camacho

Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Costa Rica contará con el primer ciclotrón para el diagnóstico temprano de cáncer y de enfermedades cardiovasculares

UCR Presente

Desde la medicina nuclear y la física médica, la UCR aportará al mejoramiento de la salud pública del país

La Universidad de Costa Rica (UCR) se coloca a la vanguardia del diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno de padecimientos con una alta incidencia en el país –como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares– gracias a la instalación de una moderna tecnología inexistente, hasta ahora, en los hospitales nacionales.

Se trata de un laboratorio de ciclotrón o acelerador de partículas, que se utiliza para la producción de radioisótopos (un tipo de átomo con la propiedad de emitir energía en forma de radiación ionizante), algunos de los cuales se utilizan en medicina nuclear y molecular. Ciertas de sus aplicaciones sirven para determinar la existencia de células cancerosas en el cuerpo humano, mediante un radiofármaco.

Además, la Institución adquirirá el equipo de tomografía por emisión de positrones y tomografía computada (conocida como PET-CT, por sus siglas en inglés), que representa lo más avanzado en diagnóstico por imágenes no solo de células cancerosas, sino también de otras enfermedades como las cardiovasculares y neurológicas.

El ciclotrón es coordinado por el Centro de Investigación en Ciencias Atómicas, Nucleares y Moleculares (Cicanum), conjuntamente con la Escuela de Medicina.

Este proyecto es financiado casi en su totalidad con fondos de un empréstito del Banco Mundial, para la construcción de un edificio y su equipamiento. La UCR, por su parte, asignará recursos propios para adquirir dos escáneres PET-CT.

El inmueble tendrá una extensión de 1 540 m² y estará ubicado en la Ciudad de la Investigación, en la Sede Rodrigo Facio. Se espera que esté listo en el primer semestre del 2020.

En vista de que en su interior se operará tecnología nuclear y material radiactivo, el edificio posee especificaciones técnicas especiales, afirmó el coordinador del proyecto, Ralph García Vindas, director de la Escuela de Física e investigador del Cicanum.

El académico explicó que el edificio incluirá un búnker, donde se ubicará el ciclotrón, un laboratorio de producción de radiofármacos y otro de control de calidad de estas sustancias.

El Cicanum es el único en el país con más de 35 años de experiencia y con especialistas en el uso de aplicaciones seguras y pacíficas de la energía nuclear, recordó García.

El ciclotrón es un “proyecto país” porque se efectuarán allí todos los estudios que son necesarios y que no se realizan en la actualidad

En el proyecto del ciclotrón ha participado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha colaborado en la elaboración de los estudios de factibilidad y en la asesoría y la capacitación del personal especializado en la materia.

Medicina nuclear

Como parte del proyecto del ciclotrón habrá un laboratorio de medicina nuclear y molecular a cargo de la Escuela de Medicina. En este se atenderá a los pacientes que sean remitidos por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y por hospitales privados, que requieran estudios especializados para la detección temprana de diversas enfermedades, entre ellas el cáncer.

Lizbeth Salazar Sánchez, directora de esa escuela de la UCR, destacó que, en el mundo, los diagnósticos que se realizan con la tecnología PET se aplican a una gama amplia de enfermedades, no solamente al cáncer.

“Toda la parte clínica de este proyecto tiene que ser manejada por médicos, desde que el paciente llega para analizar si un estudio le compete, cuáles son las condiciones que debe tener un paciente, cuándo se le administra el radiofármaco, etc. Por todo esto, es necesario que esté presente el área de medicina”, indicó la académica.

Según Salazar, la Escuela de Medicina cuenta con personal capacitado para atender el laboratorio; entre este, dos médicos nucleares, uno de ellos es, además, radiólogo.

“Este es un esfuerzo de la Universidad de Costa Rica para la sociedad, para la salud de la población costarricense, pues se pone a disposición de todos, de manera asequible, los estudios sobre medicina nuclear. La idea de nosotros no es lucrar”, puntualizó.

El ciclotrón es un “proyecto país”, reafirmó Salazar, porque se efectuarán todos estos estudios que son necesarios y que no se realizan en la actualidad.

Asimismo, el impacto en la parte académica es fundamental, ya que no existe una infraestructura adecuada para la formación de médicos nucleares.

“La UCR va a abrir el campo de la medicina nuclear para la formación de profesionales. Iniciamos nosotros, pero apoyaremos a las otras escuelas del área de la salud que también quieran involucrarse”, añadió.

En Centroamérica, la Escuela de Medicina de la UCR será pionera al contar con un proyecto en medicina nuclear. A nivel latinoamericano, existe uno en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y otro en la Universidad de São Paulo, en Brasil, donde actualmente realiza su especialidad un médico de la UCR.

“Nuestro objetivo –agregó Salazar– es apoyar a la CCSS, pues son ellos quienes manejan y dan el tratamiento relacionado con el cáncer. Nosotros colaboraremos con diagnósticos que son necesarios para la mayoría de los pacientes con cáncer y enfermedades cardiovasculares, la primera causa de muerte en el país”.

¿Cómo actúa un radiofármaco?

El radiofármaco que se elaborará para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer está compuesto por una molécula combinada de glucosa y flúor-18, a la que se le denomina fluorodesoxiglucosa (FDG).

El flúor-18 es un isótopo radiactivo. Se administra a los pacientes mediante una inyección intravenosa. Una vez inyectado, el paciente descansa por un espacio de 30 minutos y, luego, se le realiza el diagnóstico en el equipo PET-CT. Este estudio es como una especie de radiografía en tres dimensiones, muy similar al que se efectúa con la tomografía axial computarizada (TAC).

Los órganos con tejidos cancerosos atrapan la FDG y se ven reflejados en la radiografía. Esta técnica evita que se tengan que efectuar intervenciones quirúrgicas exploratorias para conocer el estado de la enfermedad, lo cual representa un ahorro en recursos materiales y humanos, así como en una mejor calidad de vida para las personas enfermas.

“Con las sustancias radiactivas que produce el ciclotrón se puede detectar células malignas en una baja cantidad y se puede ver si la persona tiene cáncer y, así, dar un tratamiento temprano a los pacientes. También, se pueden hacer estudios de cardiología, neurología y de enfermedades infecciosas”, indicó Lizbeth Salazar Sánchez, directora de la Escuela de Medicina de la UCR.

 

Patricia Blanco Picado

Periodista Oficina de Divulgación e Información.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Personas sobrevivientes del cáncer reciben terapia por medio del arte

  • Los participantes pueden expresar sus sentimientos por medio de actividades guiadas por profesoras de la Sede de Occidente

UCR Personas sobrevivientes del cancer reciben terapia por medio del arte
Los talleres se ofrecen los jueves en la mañana en Funcavida. Foto Grettel Rojas Vásquez.

Veintiocho personas sobrevivientes del cáncer de la fundación Funcavida de San Ramón participan en talleres de Arte Terapia que les ofrece la Etapa Básica de Artes Plásticas (EBAP) de la Sede de Occidente.

Según las participantes, los talleres han servido para concentrarse en otras actividades y dejar de lado algunas preocupaciones diarias. Consuelo Salas, vecina de San Ramón centro destacó que la experiencia ha sido gratificantes ya que le ha permitido convivir con personas que han enfrentado procesos de enfermedad parecidos al suyo.

«Uno aquí se olvida de los problemas, comparte con compañeros y compañeras y hacemos cosas nuevas que nos entretienen”, aseguró.

María Teresa Aguilar Berrocal también participa en los talleres, ella destaca que muchas de las personas que forman parte del grupo sufren de problemas de estrés y las actividades que desarrollan les ayudan a relajarse.

“Me siento muy feliz con lo que aprendo, me relajo, vivo el momento. Nos ha ayudado mucho con la salud, ya que por medio del arte, del pincel nosotros dejamos escapar mucho el dolor, porque vivimos llenas de dolor, de estrés, de cansancio y de agotamiento” expresó.

Según la Licda. Susana Villalobos, encargada de la EBAP, desde este proyecto se han abordado estrategias a través del arte para potenciar el auto cuidado y la disminución del estrés al enfrentar los procesos que conlleva esta enfermedad.

Destacó que como profesionales del ámbito de las artes, lo que procuran es ofrecer conocimientos de alfabetización visual y generar espacios donde los participantes cuenten con el estímulo y la confianza para experimentar, investigar y sentirse bien mediante el arte.

Villalobos explicó que en los talleres se realizan ejercicios que involucran el componente sensorial para la creación artística, como ejercicios de percepción emocional para comprender el uso de símbolos en la representación de la auto imagen; de sensibilización musical, que involucran el movimiento del cuerpo para la creación de pinturas sobre diferentes melodías y ritmos musicales; ejercicios de acuarela sobre imágenes que representan condiciones de riesgo y la creación de pinturas que simbolizan espacios de refugio mental al enfrentar situaciones de dolor emocional.

Aseguró que uno de los ejercicios que han sido más representativos del trabajo con la fundación, fue el del autorretrato, en el que se utilizó la obra de Frida Khalo para la reflexión de las diferentes formas de representación de metáforas, como el dolor y la belleza de la vida.

Para Villalobos el proceso ha sido muy enriquecedor ya que los participantes han aprendido a pensar más en procesos, en visualizar el error como una oportunidad, y han encontrado en el arte una herramienta comunicativa más.

Los talleres se ofrecen todos los jueves durante el primer semestre 2018, para algunas actividades se ha contado con el apoyo de la psicóloga de la fundación, lo que según Villalobos, ha enriquecido procesos de trabajo transdisciplinario.

 

Grettel Rojas Vásquez

Periodista, Sede de Occidente

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Residente UCR regresa al país para mejorar la reconstrucción facial de pacientes con cáncer de piel

  • Su experiencia en Argentina le permitió adquirir el conocimiento necesario para subsanar una de las áreas médicas más incipientes en Costa Rica

Residente UCR regresa al pais para mejorar la reconstruccion facial de pacientes con cancer de piel
La Dra. Araya realizó sus estudios de primaria y secundaria en la Escuela Laboratorio y en el Instituto Julio Acosta García respectivamente; ambas casas de enseñanza son entes públicos. Luego ingresó a la Universidad de Costa Rica para iniciar su pasión por la medicina. “Mi única posibilidad de estudiar medicina y una especialidad era en la UCR. Por suerte, tuve la bendición de entrar”, afirmó.- foto Karla Richmond, UCR.

Su nombre es Beatriz Araya Chacón, tiene 35 años, es residente en Oncología Quirúrgica de la Universidad de Costa Rica (UCR) y su preparación adicional en Argentina le ayudó a desarrollar un criterio médico innovador que hoy utiliza el Hospital San Juan de Dios (HSJD) para mejorar la reconstrucción facial de personas que, por tener cáncer de piel localizado en su rostro, deben ser operadas.

Pero su aporte no se detiene ahí. También trajo consigo nuevos conocimientos orientados a evitar amputaciones en pacientes, los cuales son ocasionados por sarcomas -tumores malignos en tejidos- ubicados en partes blandas del cuerpo humano.

Al preguntarle sobre su preparación, la Dra. Araya no tarda en responder que ella es el resultado de la educación pública, el esfuerzo y empeño realizado como estudiante, desde que empezó su especialidad en el 2012, se refleja en el promedio de sus calificaciones que por cinco años se mantuvo por encima de nueve.

Lo anterior motivó que la UCR la becara en el 2017 para realizar una rotación en el extranjero. El objetivo fue ampliar su formación en cáncer de piel, una enfermedad cuyo nivel de tratamiento aún se encuentra débil en Costa Rica. Según la Dra. Araya, tan solo en el HSJD anualmente se atiende a 129 pacientes, cada uno recibe 2,5 procedimientos en promedio solo en esta enfermedad.

Así inició lo que ella describe como una experiencia llena de expectativas pero también de temores. La joven especialista realizó seis meses de residencia en el Hospital Roffo en Buenos Aires, uno de los más prestigiosos de la región, y bajo la supervisión del Dr. Abel González, reconocido médico quien se formó con el renombrado Dr. Mohs, creador de la técnica estándar de cuidado para el cáncer de piel en el mundo.

La Dra. Araya relató cómo vive, siente y crece un médico, la importancia de la formación constante y los valores como elementos claves a fin de lograr el ejercicio humanizado, principalmente, ante una enfermedad que se caracteriza por generar constante dolor tanto a enfermos como a sus familias.

–¿Qué la motivó a movilizarse y tener una formación adicional en el campo de la oncología quirúrgica?

–Beatriz Araya Chacón: «El tema que a mí me gusta es el cáncer de piel y partes blandas. Este ha sido un área débil en Costa Rica porque no hay nadie especializado en el país desde el área de la oncología quirúrgica. Entonces busqué un lugar donde poder ir y que tuviera un servicio conformado en esa área. Argentina fue el país que escogí.

Y bueno, todo inició desde que ingresé al Hospital San Juan de Dios, primero a Cirugía General en el año 2012. Solo en el Servicio de Oncología Quirúrgica hay más de once médicos asistentes especialistas. Cada uno, además de ser especialista en Oncología Quirúrgica, tiene una sub-especialidad en algún área.

Cuando uno ingresa a la residencia le meten esa espinita de que no es suficiente quedarse con lo que aprendemos aquí, que hay que leer todos los días, salir de este país y ver cómo se hacen las cosas en otra parte. Esta experiencia nos abre la mente para entender que el conocimiento en medicina cambia todos los días.

Esa fue la motivación que recibí y decidí buscar cómo irme a rotar en algo que fuera provechoso y que beneficiara a mis pacientes, al Servicio de Oncología del HSJD y al país en general. Después de venir de Argentina me di cuenta que muchos de los casos, los cuales antes eran imposibles de resolver, ahora les encuentro soluciones alternativas».

–¿Cuáles son esas soluciones que usted menciona y que actualmente están aportando a mejorar la medicina nacional?

–BAC: «Los principales aprendizajes estuvieron orientados a la reconstrucción facial en los pacientes con cáncer de piel en la cara y el abordaje de sarcomas.

Algunas veces, como parte del tratamiento y de acuerdo al paciente, se hace una cirugía con la función de eliminar el cáncer. Al mismo tiempo, se reconstruye la cara con la intención de que la cicatriz no se note y que sea estéticamente aceptable, siempre de la mano con los principios oncológicos. Esto es muy valioso a nivel psicológico para el paciente porque la cara es su forma de presentación.

En cuanto a los sarcomas, lo más importante está en hacer todo lo posible para evitar amputaciones, que es lo que en casos muy específicos se lleva a cabo. Es ahí cuando podemos buscar otras soluciones y que la persona logre conservar una parte importante de su cuerpo».

–¿Cómo fue su experiencia en el hospital Roffo en Buenos Aires y los retos al momento de enfrentar casos clínicos?

–BAC: «En Argentina me fue muy bien. Antes de irme, dos médicos de mi servicio, que ya conocían al especialista con el que tenía que rotar, me decían que tuviera cuidado porque era un profesional estricto. Era una persona rigurosa, pero hay que reconocer que es un verdadero genio.

Se suponía que yo estaría bajo sus enseñanzas solo tres meses, pero a petición suya me quedé con él todo el tiempo que estuve en el Hospital Roffo. Fue todo un honor.

En esa experiencia se aprende que no hay que asustarse ni dejar que el temor nos paralice, solo hay que hacer las cosas bien, cumplir con lo que le toca y hacer lo mejor posible. Tampoco hay que pensar que otros países son mejores que Costa Rica.

Algunos de mis compañeros en Argentina nunca habían puesto una vía central -sonda que entra en una vena y termina en el corazón o en una vena de mayor tamaño- porque no habían tenido la oportunidad. Nosotros en Costa Rica tenemos el privilegio de recibir una formación excelente en la UCR».

–Al salir al extranjero y tener esa experiencia, ¿cómo describiría la formación proporcionada en Costa Rica?

–BAC: «La Caja Costarricense del Seguro Social es vital. La institución nos facilita el espacio físico, los materiales, la tecnología y, lo más importante, los pacientes. Esto nos permite realizar la práctica clínica con una responsabilidad compartida, lo que significa que al atender un paciente, siempre va a haber alguien que nos respalde, enseñe y ayude en todo lo que se necesite.

Eso es súper importante y no es así en todos los países. Cuando me fui a Argentina saqué un record quirúrgico como parte de lo que me solicitaban y me di cuenta que había hecho más de 1.200 procedimientos como cirujana principal. La práctica permite desarrollar la motora fina y eso se nota. Mi jefe en Argentina me lo reconocía todo el tiempo».

–El hospital Roffo en Buenos Aires es público y en Costa Rica también labora en un hospital público, ¿qué comparaciones podría hacer en relación con ambos sistemas públicos de salud?

–BAC: «Me impresionaba ver que las distancias en Argentina son enormes. Los pacientes viajaban 400 kilómetros para un control oncológico.

También fue sorprendente que a los pacientes se les daba un papel después de cada procedimiento, en el cual se les indicaba que en la próxima cita debía traer gasas y microporo. Así se generaba un banco de materiales para los pacientes que no tenían. Si alguno necesitaba una acetaminofén, se compraba en la farmacia del frente. En Costa Rica solo hay que hacer fila en la farmacia del hospital.

Otro tema sensible era que a algunos de mis compañeros no se les pagaba. La situación del país es tan difícil, que los médicos trabajan como residentes de día y en las tardes hacen guardias en otros hospitales con el objetivo de mantenerse mientras concluyen la especialidad.

Realmente debemos reconocer que somos afortunados y que esas situaciones no pasan usualmente en nuestro medio».

–¿Qué mensaje le daría a un estudiante que aspire a una especialización o esté en este proceso de formación?

–BAC: «Al principio, el proceso de adaptación a una dinámica laboral y académica resulta todo un reto personal y familiar, porque es una nueva etapa de la vida que cambia por completo.

En el hospital hay que aprender a vivir; al principio pasamos más tiempo ahí que en nuestra propia casa. De hecho, por esa razón se nos llama residentes, de ahí salió el nombre.

Además, hay que trabajar mucho y llegar a la casa a estudiar. El conocimiento no solo se adquiere con la práctica, es necesario respaldar la práctica con teoría y aprobar los exámenes. Hay que preparar clases y las otras responsabilidades de un estudiante.

Invito a los estudiantes a que aprovechen todas las ventajas que da la residencia, profesores, especialistas, infraestructura, tecnología, pacientes y oportunidades. También, los animo a buscar cómo salir de Costa Rica para valorar más claramente todo lo que tenemos aquí y para actualizarse, aprender cosas nuevas y así fortalecer nuestra red de salud que, como sabemos, es una de las mejores de América Latina».

 

Jenniffer Jiménez Córdoba

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR construye innovador laboratorio en cirugía mínimamente invasiva y diagnóstico de cáncer

  • Espacio está destinado al entrenamiento de estudiantes y a contribuir con la detección temprana de los tipos de cáncer con mayor incidencia en la población costarricense

UCR construye innovador laboratorio en cirugia minimamente invasiva y diagnostico de cancer
El Laboratorio de Diagnóstico de Cáncer y Cirugía Mínimamente Invasiva estará listo a finales de setiembre, en la Ciudad de la Investigación de la UCR.

Costa Rica tendrá un laboratorio dedicado al entrenamiento de técnicas quirúrgicas en Cirugía Mínimamente Invasiva, que a su vez está orientado al estudio y diagnóstico temprano de cáncer. Dicho espacio se encontrará en un moderno edificio que actualmente se construye en la Universidad de Costa Rica (UCR).

Con este recurso, la población costarricense tendrá la oportunidad de realizarse estudios para un diagnóstico temprano en distintos tipos de cáncer como el de mama, próstata, colon, tiroides, gástrico y cérvico uterino, que hoy son los de mayor incidencia según el Centro Nacional de Tumores del Ministerio de Salud.

Pero estos no serán sus únicos aportes. El inmueble también fortalecerá la formación de especialistas médicos e impulsará investigaciones en el campo de la cirugía y el cáncer. El fin es mejorar, mediante el apoyo diagnóstico, los tratamientos que actualmente se desarrollan en el país y así lograr menores efectos secundarios en el paciente de la mano con una rápida recuperación.

Entre el equipamiento que dispondrá la nueva construcción se destacan espacios asépticos con climas controlados y laboratorios de vanguardia, que facilitarán el diagnóstico certero y el análisis de biopsias.

La infraestructura permitirá que el equipo de especialistas brinde beneficios a la salud de la población, mientras al mismo tiempo aprenden en el campo quirúrgico destrezas y técnicas innovadoras necesarias para resolver problemas de salud.

Además, contará con un auditorio que se usará en conferencias y en la transmisión de cirugías y procedimientos, ya sea que se realicen en territorio nacional o en el extranjero, con el fin de fomentar el intercambio internacional de conocimientos e innovar en la medicina nacional. Esta ventaja será tanto para la enseñanza de los residentes como para los profesionales y especialistas.

Con este nuevo aporte, la UCR viene a expandir el trabajo que el Laboratorio de Entrenamiento e Investigación en Cirugía Mínimamente Invasiva (Leicimi) de la UCR realiza desde hace cinco años.

De acuerdo con el Dr. Marco Antonio Zúñiga, coordinador del Leicimi, se atenderá tanto a pacientes de la universidad como a los remitidos por los diferentes centros de atención que deseen dar ese beneficio a sus pacientes.

“Para nosotros es fundamental dar la oportunidad de facilitar el aprendizaje y las destrezas en los profesionales. Mediante los procedimientos de simulación quirúrgica, ellos y ellas se preparan para realizar en el paciente tanto el diagnóstico temprano de la patología oncológica, como las técnicas que se requieran para sus tratamientos”, señaló.

El edificio constará de cuatro pisos en un área de construcción de 2850 m², y tendrá un importante manejo de aguas residuales apegada a la normativa sanitaria del Ministerio de Salud. Se contempla que dichos residuos se incorporen al drenaje sanitario con que cuenta la Universidad a fin de purificar el agua. Así mismo, no se producirán desechos ni sustancias tóxicas o emisiones por radiación.

«Esta unidad es una alternativa de mejoramiento para pacientes, estudiantes y los mismos docentes de la institución» Dr. Zúñiga.

Aprendizaje de última tecnología

Los estudiantes de la UCR que estén cursando una especialidad quirúrgica, podrán aprender en el Laboratorio de Cirugía Mínimamente Invasiva procedimientos laparoscópicos a través de simuladores virtuales de vanguardia.

La laparoscopía consiste en practicar incisiones pequeñas a través de la piel para introducir instrumentos en el cuerpo y efectuar así la cirugía. Esta preparación la ha realizado el Leicimi por cinco años en grupos de 8 y 10 estudiantes. Ahora, con los simuladores virtuales se innovará la enseñanza con nuevas técnicas, entre ellas la cirugía robótica.

El nuevo recurso se utilizará para dar un entrenamiento inicial a los futuros médicos especialistas en un ambiente ficticio pero apegado a la realidad. Luego, se les enviará a los otros módulos que constituyen una secuencia de simulación, para de esta forma consolidar su formación antes de aplicar las técnicas en un paciente real.

En total, la preparación abarca tres módulos, en los que se encuentran el reconocimiento del instrumental, el desarrollo de habilidades motoras y la práctica con material cadáverico.

El nuevo laboratorio también dará la oportunidad de ampliar la cantidad de estudiantes beneficiados, pues contará con siete estaciones de trabajo, tres más que las actuales del Leicimi-UCR.

Con el nuevo laboratorio se podrá brindar capacitaciones a más de 14 estudiantes de posgrado.

“Nuestros estudiantes han tenido una gran proyección a nivel nacional e internacional. El entrenamiento de los alumnos ha logrado llevar la laparoscopía a todos los rincones del país donde la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) realiza procedimientos quirúrgicos. Esto mejora de forma importante la salud pública, porque la persona se reintegra mejor a su vida cotidiana. En el ámbito mundial, los jóvenes han participado en foros y congresos internacionales, algunos inclusive colaboran en el extranjero”, señaló Zúñiga.

Mayor investigación

Los docentes de diferentes áreas de estudio podrán investigar en este laboratorio temas afines a la cirugía y a la oncología. Según el Dr. Zúñiga, se desea avanzar en la investigación científica en un campo que resulta ser de gran importancia para el país, pues muchos de los especialistas no han tenido la oportunidad o el espacio para hacerlo.

“Las puertas están abiertas para todos los docentes que quieran participar o que tengan un proyecto de investigación dentro de su línea académica. A futuro nos interesa la valoración psicológica del paciente como tal, por lo que queremos trabajar con psicólogos y trabajadores sociales para dar todo el apoyo necesario al paciente y a su familia”, enfatizó el coordinador.

Después de la entrega del inmueble, se planea sacar provecho del convenio con el Dr. Xhumiso de Japón quien estudia y desarrolla el diagnóstico de lesiones gástricas por endoscopía -técnica diagnóstica que visualiza el interior del cuerpo mediante una cámara o lente-.

El Laboratorio de Diagnóstico de Cáncer y Cirugía Mínimamente Invasiva inició su construcción en octubre de 2017 en la Ciudad de la Investigación de la Sede Rodrigo Facio, y se proyecta que esté lista a finales del mes de setiembre. La inversión es cercana a los 4.750.000 dólares, financiado por el empréstito del Banco Mundial.

 

Valeria García Bravo

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Enfermedades cardiovasculares y cáncer siguen incrementando muerte prematura en Costa Rica

  • Primer Foro de la Facultad de Farmacia 2018
  • Organización Mundial de la Salud afirma que del total de muertes, el 83% es por causa de enfermedades no transmisibles

UCR Enfermedades cardiovasculares y cancer siguen incrementando muerte prematura en Costa Rica
Las enfermedades cardiometabólicas son la principal causa de muerte en el país, seguidas por el cáncer y en tercera posición las lesiones de causa externa. Entre los tres anteriores, se obtiene aproximadamente el 75% de las enfermedades crónicas no transmisibles. (Imagen con fines ilustrativos).- foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

De 1990 al 2016, Costa Rica experimentó un aumento importante en su expectativa de vida que hoy supera los 80 años. Sin embargo, este avance también trajo consigo importantes retos para la salud pública nacional, que actualmente se ven representados en un creciente número de personas con enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), en las que sobresalen el cáncer, la diabetes, problemas cardiovasculares y respiratorios como los de mayor incidencia y mortalidad.

De acuerdo con el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del total de fallecimientos ocurridos en el país, el 83% se debió por esos padecimientos. Junto a esta cifra se encuentra el porcentaje de muerte prematura, que fue del 12% para personas entre los 30 y los 70 años.

Así se discutió en el Foro “Soluciones Innovadoras ante el impacto de las enfermedades crónicas en Costa Rica”, realizado durante esta semana en el marco del cierre del 120 Aniversario de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Costa Rica (UCR).

La conferencia estuvo a cargo del Dr. Roy Wong, representante de la Sub Área de Vigilancia Epidemiológica de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), quien abordó el tema de la epidemiología y el impacto de las enfermedades crónicas en Costa Rica. El especialista señaló que, entre el 2005 y el 2016, las principales causas de mortalidad en la población costarricense han cambiado poco.

Algunas de las que se siguen destacando son las cardiopatías isquémicas, que se originan por la acumulación de grasa en las arterias e impiden el paso de la sangre al corazón; el Alzheimer, relacionado con la pérdida de memoria paulatina; la enfermedad pulmonar obstructiva, encargada de dificultar el flujo de aire desde los pulmones y, finalmente, problemas cerebrovasculares que pueden causar desde un derrame hasta una discapacidad.

A esa lista hay que añadirle el cáncer de estómago y problemas renales crónicos. Este último posee una tendencia creciente, por ser una enfermedad que une otros factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión.

En lo anterior hay un detalle que verdaderamente sobresale, y es que todas las enfermedades hasta aquí mencionadas son impulsadas por factores de riesgo de conducta 100% modificables.

“Los factores de riesgo que promueven las ECNT´s son: el sobrepeso y la obesidad, el consumo de alcohol, las drogas y los riesgos asociados por el tipo de dieta. Estos elementos nos hacen perder años de vida saludable. Tan solo en el 2010, Costa Rica tenía una prevalencia en diabetes de 10.8% y en el 2014 fue de 12,8%. En hipertensión arterial, tenemos un 36% de personas adultas viviendo con la enfermedad. En cuanto a dislipidemias -problema del organismo para metabolizar los lípidos o grasas-, hay una cuarta parte de la población viviendo con este problema. Los factores que incentivan las ECNT´s se pueden cambiar con estilos de vida saludables”, enfatizó el experto.

El peso y la obesidad en gran medida se deben porque la población está adquiriendo prácticas culturales de otras latitudes. Nuestro Índice de Masa Corporal (IMC) se ve influenciado por los hábitos de consumo de países extranjeros. Esas alteraciones hacen perder años de vida, explicó el Dr. Wong.

Grandes enemigos

El cáncer es una de las enfermedades que más sobresale. Para cáncer gástrico, Costa Rica posee la primera posición en la región de Centroamérica y México. Hoy, esta enfermedad es la segunda causa de muerte en el país.

Por otro lado está el cáncer de colon, el cual ha tenido una tendencia en aumento durante las últimas tres décadas, y que permite equiparar a Costa Rica con los países desarrollados en cuanto a incidencia de este mal. En igual condición se encuentra el cáncer de pulmón cuyas cifras van en aumento. Este último, “probablemente por exposiciones nocivas que los pacientes experimentaron hace unos 30 años, como pocas protecciones de salud ocupacional para las vías respiratorias”, indicó el Dr. Wong.

Tampoco se debe olvidar el cáncer de mama. La tendencia creciente de esta patología no es tan distinta a los países de primer mundo, hay casi 1.000 diagnósticos anualmente. En el caso de los hombres se encuentra el cáncer de próstata, directamente relacionado con el envejecimiento de la población, pero que a nivel nacional posee una de las mejores cifras de supervivencia en Centroamérica.

Importantes retos

La Enfermedad Renal Crónica (ERC) es la que presenta mayores desafíos para Costa Rica. La Caja registra un índice de hospitalización de 112,9 por cada 100.000 habitantes. La hipertensión arterial, la diabetes, las dislipidemias, el uso inadecuado de fármacos, entre otros, incentivan la aparición del padecimiento.

“La ERC es de manejo costoso y complejo. El país no tiene formación de profesionales en Nefrología -especialidad que estudia la función renal- a la velocidad que la ERC se está presentando, por lo que la atención se apoya en médicos de familia. También nos enfrentamos al problema social y cultural. En el país no existe la cultura del trasplante y los pacientes deben vivir bajo diálisis”, expresó.

Dentro de las enfermedades neurodegenerativas con mayor frecuencia se encuentra la Esclerosis Múltiple (EM), adicional al Alzheimer y el Parkinson. Este trastorno implica otro de los grandes retos, pues el país aún no posee una política que permita su abordaje en el primer nivel de atención, según lo afirmó el especialista. En el caso del cáncer gástrico, la tasa de incidencia constante refleja que aún hay trabajo por hacer.

“Que la tasa de incidencia se mantenga en el cáncer gástrico quiere decir que hemos hecho poco en detección y es porque su diagnóstico no es fácil, a pesar de que se tiene un Centro Nacional de Cáncer Gástrico en Cartago que ha dado la posibilidad de generar un descenso considerable en mortalidad. Nuestro desempeño actual para cáncer gástrico es, por paciente, una sobrevida del 30% a cinco años plazo. La discusión es: ¿cómo mejoramos ese 30%?”, reflexionó.

El Dr. Wong finalizó al mencionar que en los últimos años Costa Rica ha fortalecido el acceso y la calidad a los servicios de salud considerablemente, pero aún debe mejorar en accesibilidad, en medicamentos más avanzados y en técnicas quirúrgicas de vanguardia, campos en los cuales la UCR ha brindado significantes aportes.

Otro de los mayores retos está en la sostenibilidad del sistema de salud. Para el 2014 se calculó un gasto en salud de 6.7 billones de dólares y se proyecta que en el 2040 el gasto será de 11.8 billones de dólares. La gran interrogante es: “¿de dónde provendrán estos recursos?”, concluyó el expositor.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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Película “Lo que de verdad importa” busca recaudar dinero para niños con cáncer

Pelicula Lo que de verdad importa2

La Fundación Aladina estrena la nueva película “Lo que de verdad importa”, escrita y dirigida por Paco Arango, quién además la financió en un 100 por ciento.

¿Qué la hace especial? Además de contar una historia mágica y llena de emociones, esta es la primera película 100% benéfica y 100% positiva. Esto quiere decir que el dinero recaudado de las entradas irá POR COMPLETO a los niños con cáncer en Costa Rica.

Todo lo recaudado con la venta de las entradas será destinado a niños y niñas de ALCCI y de la Fundación Pro Unidad de Cuidado Paliativo. ¡Ayudar nunca fue tan fácil!

Estreno 31 de agosto.

Pelicula Lo que de verdad importa

 

Tomado de la página de Facebook Lo que de Verdad Importa Costa Rica

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