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Etiqueta: medios de comunicación

Los medios de comunicación y la revictimización en la violencia basada en género

Se invita al foro virtual “Los medios de comunicación y la revictimización en la violencia basada en género” se realizará en dos fechas

  • 16 de julio – Prevención y sanción de la revictimización causa por los medios de comunicación
  • 23 de julio – Buenas prácticas de comunicación para prevenir la revictimización en casos de violencia basado en género

El horario será a las 9:00 hrs. Centroamérica / 10:00 hrs. México y Colombia / 11:00 hrs. Bolivia / 12:00 hrs. Paraguay

La transmisión será por Facebook Live de Fundación Justicia y Género

Charla: Patriarcado y violencia machista en medios de comunicación

El INAMU, La Costa Rica del Bicentenario y el Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación de Costa Rica invitan a la charla: “Patriarcado y Violencia Machista en Medios de Comunicación” con la exposición de Alexander Trigueros Rodríguez – Psicólogo, Unidad Para La Igualdad De Género Del Ministerio De Justicia Y Paz.

Día: miércoles 23 de junio
Hora: 4:00 p.m. – 6:00 p.m.

La charla será por modalidad zoom, para inscribirse al evento se debe llenar el formulario que se encuentra en el siguiente enlace: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSf1iJW-o3C8Rh-tewEjPtETtZ3OIrbnV-IGXqlzUpvDYqIXBQ/viewform

 

Compartido con SURCOS por el Colegio de Periodistas de Costa Rica.

Sindicato de Periodistas hace un llamado a incluir a periodistas en plan de vacunación contra Covid-19

SURCOS comparte la siguiente información

Apelamos al Gobierno de la República para recapacitar.

Hace 2 meses le solicitamos al Gerente de la CCSS, al Ministro de Salud Dr. Daniel Salas Peraza,

quien tiene adscrita a su Ministerio, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, solicitamos, que “se considere a los/as periodistas como trabajadores esenciales de primera línea durante la pandemia COVID 19 para que el Gobierno los incluya en el plan Nacional de Vacunación; les expresamos nuestra preocupación por la exclusión de los/as periodistas, fotoperiodistas y otros/as trabajadores/as de los medios de comunicación en los grupos prioritarios de vacunación contra el COVID-19.: Pedimos que se procediera a vacunar a los periodistas y a los trabajadores de la comunicación que están trabajando en la primera línea de contagios, pero, la respuesta fue negativa.

Hoy con mucho dolor, y profundamente conmovidos se anuncia el fallecimiento del Periodista Oswaldo Alvarado Umaña, debido complicaciones originadas al contraer COVID 19. Consideramos que si Oswaldo hubiese estado vacunado, hoy, el periodismo y el país no estaríamos sufriendo su partida. Hoy toda Costa Rica lamenta, esta baja en el gremio del periodismo costarricense: el fallecimiento de nuestro amigo, compañero, periodista Oswaldo Alvarado Umaña, comunicador excepcional,profesional de renombre, un gran ser humano, y extraordinario compañero.

No es un caso aislado; otros periodistas entre los que recordamos a José Andrés Soto, Cristian Sandoval, Karen Dondi, Douglas Sánchez, Jerry Alfaro, Laura Brenes, entre otros; así como varios camarógrafos. Se han contagiado del COVID 19 en cumplimiento de llevar información al país, se requiere que vacunen al resto de periodistas que se encuentran efectuando coberturas sobre esta pandemia.

Doctor Salas, Señor presidente de la República, es necesario que se retome nuestra solicitud, para no tener que seguir sufriendo fallecimientos de nuestros colegas, ya que cada día el contagio aumenta y los costarricenses necesitan información clara y oportuna. Reconsideren su posición.

Mgr. Gerardo Chavarría Vega
Secretario General Adjunto SNP

Comunicado SNP: “Apelamos al Gobierno de la República para recapacitar”

SURCOS comparte la siguiente información:

09 de mayo 2021
De:
Junta Directiva Sindicato Nacional de Periodistas de Costa Rica.

Para: Afiliados y opinión pública.
Asunto: Negativa del Gobierno para incluir a periodistas en Plan de Vacunación COVID 19.

Hace 2 meses le solicitamos al Gerente de la CCSS, al Ministro de Salud Dr. Daniel Salas Peraza, quien tiene adscrita a su Ministerio, la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología, solicitamos, que “se considere a los/as periodistas como trabajadores esenciales de primera línea durante la pandemia COVID 19 para que el Gobierno los incluya en el plan Nacional de Vacunación; les expresamos nuestra preocupación por la exclusión de los/as periodistas, fotoperiodistas y otros/as trabajadores/as de los medios de comunicación en los grupos prioritarios de vacunación contra el COVID-19.: Pedimos que se procediera a vacunar a los periodistas y a los trabajadores de la comunicación que están trabajando en la primera línea de contagios, pero, la respuesta fue negativa.

Hoy con mucho dolor, y profundamente conmovidos se anuncia el fallecimiento del Periodista Oswaldo Alvarado Umaña, debido complicaciones originadas al contraer COVID 19. Consideramos que si Oswaldo hubiese estado vacunado, hoy, el periodismo y el país no estaríamos sufriendo su partida. Hoy toda Costa Rica lamenta, esta baja en el gremio del periodismo costarricense: el fallecimiento de nuestro amigo, compañero, periodista Oswaldo Alvarado Umaña, comunicador excepcional, profesional de renombre, un gran ser humano, y extraordinario compañero.

No es un caso aislado; otros periodistas entre los que recordamos a José Andrés Soto, Cristian Sandoval, Karen Dondi, Douglas Sánchez, Jerry Alfaro, Laura Brenes, entre otros; así como varios camarógrafos. Se han contagiado del COVID 19 en cumplimiento de llevar información al país, se requiere que vacunen al resto de periodistas que se encuentran efectuando coberturas sobre esta pandemia.

Doctor Salas, Señor Presidente de la República, es necesario que se retome nuestra solicitud, para no tener que seguir sufriendo fallecimientos de nuestros colegas, ya que cada día el contagio aumenta y los costarricenses necesitan información clara y oportuna. Reconsideren su posición.

Mgr. Gerardo Chavarría Vega
Secretario General Adjunto SNP

Adjunto, Nota original de solicitud rechazada por el Gobierno de C.R.

Junta Directiva 2017-2020

Sindicato Nacional de Periodistas de Costa Rica

Adjuntamos algunos documentos oficiales para consulta:

 

Enviado a SURCOS por Sindicato Nacional de Periodistas.

Programa Alternativas: “Tribunal de Conciencia: El tratamiento de los medios de comunicación en los casos de femicidios en Costa Rica”

El pasado 26 de febrero se llevó a cabo el Programa radial Alternativas donde se discutió sobre la problemática en el tratamiento de los casos de femicidios por los medios de comunicación.

En la charla participaron los siguientes invitados:

– Flor Artiaga, psicóloga. Funcionaria de la UTN, participante de Diásporas Feministas.
– Andrea Cuenca, psicóloga. Fundadora de Diásporas Feministas, funcionaria UNED.
– Maritza Rojas, psicóloga. Especialista en política pública, parte del tribunal de conciencia.
– Xavier Sánchez, familiar de víctimas de femicidios.

Puede disfrutar del programa completo dando click en el siguiente enlace:

https://www.facebook.com/AlternativasGrecia/videos/3729323803826476

“Silencio a cualquier costo: Tácticas del Estado para profundizar la represión en Nicaragua”

SURCOS comparte la siguiente publicación:

Amnistía Internacional presenta una nueva publicación a cerca de la situación de represión que se está viviendo en Nicaragua.

Adjuntamos la introducción del texto y extendemos la invitación a leer el artículo completo que se encontrará disponible para descarga al final de la nota.

  1. Introducción:

Cuando las imágenes de la violenta represión contra las protestas masivas que iniciaron en abril de 2018, por una serie de reformas al sistema de seguridad social en Nicaragua, colmaron las portadas de los principales diarios de todo el mundo, parecía que la crisis de derechos humanos en el país había llegado a su punto más álgido.

Para finales de abril de 2018 era difícil pensar que las cosas podían empeorar. El gobierno del presidente Daniel Ortega hacía uso de todo el aparato de seguridad para castigar a quienes se atrevían a manifestarse en las calles exigiendo rendición de cuentas. Dos años después, la realidad continúa superando las peores predicciones.

La evidencia y testimonios contenidos en este informe muestran la forma en la que el gobierno de Nicaragua no solo ha profundizado, sino que ha perfeccionado su aparato represivo, poniendo en práctica una serie de tácticas sofisticadas para silenciar cualquier forma de crítica y demanda social, a cualquier precio.

Las violaciones de derechos humanos, incluida a la libertad de expresión, no son nuevas en Nicaragua. Sin embargo, el uso de nuevas herramientas, como algunas de las que serán presentadas y descritas en este documento, indican el comienzo de un capítulo más sombrío en la historia reciente del país.

Durante abril y mayo de 2018, las autoridades hicieron un uso excesivo, desproporcionado y, con frecuencia, innecesario de la fuerza e implementaron una estrategia en ocasiones deliberadamente letal contra las personas que se manifestaban.1

La negativa del gobierno a cesar la represión, en los meses posteriores, continuó sumando víctimas fatales y heridos a manos de agentes del Estado y grupos parapoliciales armados afines al gobierno, lo que aumentó la indignación social. Numerosas localidades respondieron a la estrategia represiva levantando barricadas y, en ocasiones, utilizando morteros artesanales para defenderse.

En respuesta, en julio de 2018, Ortega anunció la “Operación para la Paz”, que se conoció popularmente como “Operación Limpieza”. Ésta consistió en destruir por la fuerza las barricadas y enviar a grupos combinados de fuerzas parapoliciales armadas y agentes de la Policía Nacional a enfrentar a quienes se manifestaban. 2

En su momento, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que la puesta en marcha de la Operación Limpieza estaba marcando un punto de inflexión en la crisis de derechos humanos en Nicaragua. 3

Pocos meses después, en diciembre de 2018, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) para Nicaragua, instalado bajo el auspicio de la CIDH con el fin de coadyuvar en las investigaciones de los hechos violentos ocurridos en el contexto de las protestas, concluyó que la respuesta represiva del Estado se dio en el marco de un ataque generalizado y sistemático contra la población civil. El GIEI afirmó que las autoridades nicaragüenses realizaron “conductas que de acuerdo con el derecho internacional deben considerarse crímenes de lesa humanidad, particularmente asesinatos, privación arbitraria de la libertad y el crimen de persecución”. 4

A pesar del escrutinio internacional, la respuesta represiva contra quienes se manifestaban y promovían el respeto a los derechos humanos continuó durante 2019.

De acuerdo con datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), en el 2019 se continuaron reportando casos de homicidios selectivos de personas identificadas como participantes en las protestas o como opositoras al gobierno, incluyendo al menos 40 casos de posibles ejecuciones extrajudiciales, muchas contra personas campesinas.5

Durante ese año el gobierno se cerró al escrutinio internacional y no permitió la entrada de organismos internacionales de derechos humanos, situación que continuaba hasta finales del 2020.

Organizaciones locales actualmente denuncian que las autoridades siguen utilizando al Poder Judicial como uno de los brazos represivos para encarcelar a activistas en procesos arbitrarios.6 A finales de noviembre de 2020, fecha de finalización de este informe, más de 100 personas continuaban tras las rejas de manera arbitraria.7

Dentro de las cárceles, las personas detenidas bajo cargos que podrían esconder una motivación política siguen reportando malos tratos y hostigamiento, como elementos adicionales de castigo por sus actividades. Además, fuera de las cárceles, quienes trabajan en la promoción y defensa de los derechos humanos son víctimas de una campaña de hostigamiento sistemática, diseñada para detener su labor.

Fuera de las prisiones, activistas excarceladas y sus familias denuncian que el acoso tras volver a sus hogares es tal que les impide ejercer cualquier tipo de trabajo relacionado con los derechos humanos, u otras actividades. En algunos casos, el hostigamiento se materializa en actos de intimidación y acoso por parte de la policía, fuerzas parapoliciales o redes de control local vinculadas con las autoridades.

En otros casos, la represión es más directa. Desde 2018, el gobierno ha cancelado el registro legal y confiscado los bienes de al menos 10 organizaciones de derechos humanos. Las autoridades también han criminalizado a periodistas y cerrado medios de comunicación considerados críticos.

Durante la segunda mitad del año 2020, la Asamblea Nacional, controlada en su mayoría por miembros del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido del presidente Daniel Ortega, aprobó una serie de leyes que restringen considerablemente el ejercicio de los derechos humanos. La Ley de Regulación de Agentes Extranjeros,8 por ejemplo, cuyo aparente objetivo es fiscalizar el dinero que organizaciones reciben para evitar la “injerencia extranjera”, en la práctica podría forzar a las organizaciones a cerrar sus puertas ante los obstáculos para financiar sus actividades legítimas.

La Ley Especial de Ciberdelitos, por su parte, bajo el pretexto de evitar la propagación de “noticias falsas”, define un marco legal que puede ser utilizado para castigar penalmente a quienes expresen opiniones que, a los ojos de las autoridades, “produzcan alarma, temor o zozobra”.9 En la misma línea, se aprobó, en primera lectura, una reforma constitucional que permitiría la pena a perpetuidad. Debido a la vaguedad del texto que se propone reformar, existe el temor fundado de que sea otra herramienta que pueda ser utilizada para criminalizar a personas percibidas como opositoras.

Personas defensoras de derechos humanos temen que lo peor todavía no ha llegado. Afirman que, en el contexto preelectoral de cara a los comicios presidenciales de noviembre 2021, las violaciones a los derechos humanos, que no se han detenido, se recrudecerán mientras el gobierno busca silenciar cualquier forma de oposición, a cualquier costo.

Mientras tanto, la justicia, la verdad y la reparación para las víctimas de ejecuciones extrajudiciales y sus familiares, quienes han sido objeto de detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos, y de otras violaciones de derechos humanos o de crímenes de derecho internacional, continúan siendo una ilusión.

Tras la finalización de este documento, en noviembre de 2020, los reportes sobre el incremento de los actos de hostigamiento contra las personas identificadas como opositoras al gobierno, defensores de los derechos humanos, periodistas, así como víctimas de violaciones de los derechos humanos y sus familias, continuaron sin pausa. Adicionalmente, en diciembre de 2020, la Asamblea Nacional aprobó la “Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y la Autodeterminación para la Paz”, cuya aprobación fue rechazada por la CIDH, quien además señaló que su contendido limita el ejercicio de los derechos políticos protegidos por las normas internacionales de derechos humanos. 10

 

Enviado por Juan Carlos Cruz Barrientos.

Colectivas feministas organizan emotiva vigilia en memoria de las cuatro mujeres asesinadas en lo que va del año: Paula Salas, Karen Bermúdez, Shirley Pérez y Delia Gutiérrez

“Ni una menos no es un chiste, no es una broma. ¡Ni una menos es una plegaria, carajo!”

Este fue el final de las dolientes palabras de una de las mejores amigas de Delia Gutiérrez el pasado 5 de febrero, en la vigilia organizada por colectivas feministas de Costa Rica para honrar a las cuatro mujeres que han resultado ser víctimas de femicidio en lo que va de este 2021 y a todas las mujeres del mundo.

En este espacio tan íntimo y a la vez tan expuesto se construyen procesos de reflexión y autocuido que nos permite evidenciar las fallas estructurales del Ministerio de Seguridad del país, del machismo que se cultiva en los hogares y del miedo con el que las mujeres salen a la calle.

En el video que van a encontrar al final de la nota, se expresa el miedo y el sufrimiento que padecen muchas mujeres por la ola de agresión con la que continuamente se están violentando cuerpos, vidas, familias y futuros. La vocera expresa la importancia de cultivar en el hogar el respeto y la educación hacia la mujer, ya que es con pequeñas acciones que se crean monstruos que matan y violentan. Como padres y madres de familia se tiene la responsabilidad de deconstruir a los hijos e hijas y formarlos (as) como seres humanos respetuosos y conscientes del valor de la vida, del valor de la persona.

Finalmente, se hace un llamado a los medios de comunicación y periodistas a respetar la memoria de cada una de esas mujeres y de abordar de una forma ética y responsable la información.

Video tomado del perfil de Facebook de Adrián Cruz García.

Compartido con SURCOS por Isabel Ducca.

“Eso arde”: Observación comunicante sobre las actuales movilidades humanas centroamericanas

Memo Acuña, (sociólogo y escritor costarricense)

En los últimos días las respuestas estatales regionales ante las movilidades humanas se han caracterizado por una agresiva militarización y blindaje de sus zonas fronterizas, como primer medida de un conjunto de acciones afincadas en el enfoque securitario utilizado para administrar las migraciones internacionales.

Durante el mes de enero de 2021 esa militarización fue observada tanto en fronteras centroamericanas, con lo actuado por las fuerzas de seguridad guatemaltecas para impedir y disolver los colectivos provenientes fundamentalmente de Honduras, como en el sur de América Latina al “sellar” la frontera con Ecuador el gobierno peruano, como

medida para impedir el paso de grupos de venezolanos en contextos de movilidad.

Sobre este escenario que enfrenta al mismo tiempo militarización y sobrevivencia, la circulación de noticias se ha decantado por la homogeneización para referirse a los grupos que caminan y tratan de cruzar fronteras internacionales. No en pocos casos en los medios de comunicación empresariales se han vertido conceptos criminalizantes y discriminatorios, desconociendo las causas y la heterogeneidad social y cultural de las personas que conforman estos colectivos humanos contemporáneos en America Latina.

En el caso centroamericano, es preciso visibilizar otras propuestas informativas que con cercanía, implicación y sensibilidad regional desmontan el aparataje de la comunicación que solo fluye en un solo sentido. Es necesario atender un lenguaje regional que explique con sentido lo que ocurre.

En esta dirección el jueves 28 de enero se desarrolló el conversatorio “Caravanas y otras luchas migrantes en Mesoamérica”, organizado por el proyecto regional “(in)movilidad en las Américas” con la participación de diferentes actores vinculados a los colectivos centroamericanos que se movilizan, así como representantes de medios regionales que han construido una interesante agenda noticiosa propia sobre el tema.

Gerardo Chévez, reportero de Radio Progreso (Honduras), ha cubierto las últimas movilidades originadas en aquel país. Su intervención en el conversatorio fue propicia para repasar el rol del periodismo en contextos de vulnerabilidad y su Importancia para conocer con certeza las causas de los procesos regionales.

Coincidimos de entrada cuando hace una distinción que no solo es semántica sino ética y política: no son caravanas las que salen de Centroamérica: son éxodos humanos forzados por las condiciones presentes en sus países de origen. Su observación en campo y su implicación con el contexto lo legitima para trazar esta consideración sobre los grupos centroamericanos que se movilizan.

Lo segundo que señala es considerar estas movilidades como expresiones de rebeldía. Se distancia así de aquellos intentos por descalificar las razones de la salida en colectivo aduciendo variables políticas y utilitarias por parte de terceros actores. También concordamos con su apreciación.

Sobre este aspecto, es importante entender que las salidas en colectivo desde la región obedecen a estrategias pensadas desde abajo para responder las lógicas del poder, la exclusión y la discriminación. En conjunto, estas tres nociones nunca serán nombradas de esa manera en los medios de comunicación empresariales.

En tercer lugar habla de un desprecio absoluto por parte de las autoridades hacia las personas en movilidad. No solo la forma violenta como disuadieron su paso en el caso de la coyuntura en frontera guatemalteca sino la actitud inhumana con la que se deshicieron de las pertenencias que quedaron desperdigadas luego de los enfrentamientos: “por la noche los militares quemaron coches de bebé, mochilas, ropa”, comentó.

En su relato, lo subjetivo es necesario para contar la verdad. Ante la violencia observada con la que fueron tratados niños, niñas, personas jóvenes, hombres y mujeres y ser testigo en primera línea, su reacción es epidérmica: “eso arde”, dice al recordar esas imágenes. Luego señala contundentemente: “somos periodistas, pero también somos humanos”.

Dados estos acontecimientos, son imprescindibles seguir dos acciones desde la región: incorporar en el entendimiento general la movilidad colectiva como estrategia desde los sectores vulnerables y precarizados y priorizar otras formas de comunicar esos procesos, lejos del estigma y la criminalización.

Es necesario por ello visibilizar esas otras formas de narrar la estrategia de respuesta de quienes se movilizan. Iniciativas que acompañan, informan y dialogan con la verdad como la misma Radio Progreso y el medio digital Contracorriente (ambas de Honduras) y Plaza Pública ( Guatemala) son algunos ejemplos de esa otra perspectiva comunicativa que debe priorizarse.

En tiempos en que la simbólica sustituye el contenido en las propuestas mediáticas globales, es preciso facultar y validar esas otras formas comunicativas que se generan desde la propia región. Es decir: pasar de la “sanderización” del relato a la profundización de las narrativas. Invito a reproducir sus contenidos, superponerlos a las maquinarias hegemónicas y empresariales que niegan la diversidad, la resistencia, la política que se crea y se construye desde lo cotidiano, desde abajo.

Imagen tomada de Página Siete.

Foto de cabecera: www.avispa.org

Tribunal de Conciencia dará consejos para una cobertura respetuosa de las noticias sobre femicidios

Un grupo de organizaciones de mujeres, con apoyo de las oficinas de género de las universidades estatales y la Fundación Justicia y Género, han organizado el primer Tribunal de Conciencia sobre el tratamiento de los medios de comunicación en los casos de femicidios.

Los Tribunales de Conciencia son eventos abiertos y públicos que convocan a personas claves de la justicia y de otros ámbitos, con el fin de generar un análisis y discusión respetuoso sobre un hecho que violente algún derecho humano específico, genere un reconocimiento de reparación simbólica, tanto individual como colectivo para que no vuelva a repetirse.

La influencia del Tribunal alcanza las áreas política, jurídica, académica y cultural, ya que este tiene una vocación educativa y sensibilizadora, principalmente hacia sectores menos conscientes de la violación de derechos.

En este caso, este tribunal de conciencia abordará la responsabilidad de los medios de comunicación en el reforzamiento de la violencia estructural contra las mujeres.

El desarrollo del Tribunal de Conciencia se realizará los días 8 y 9 de diciembre, de manera virtual a través del fanpage de la Fundación Justicia y Género, en un horario de 10 a.m. a 12 md.

Esta iniciativa forma parte de las actividades de sensibilización de los 16 Días de Activismo contra la violencia de Género, campaña internacional que arrancó el 25 de noviembre, Día Internacional de la Violencia de Género, y se extiende hasta el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos.

El tribunal estará integrado por connotadas figuras especialistas en derecho y en periodismo que fungen como juezas, jueces, fiscalía y observadores.

Se trata de la abogada y experta en género, Alda Facio; los abogados especialistas en derechos humanos, Rodrigo Jiménez de Costa Rica, y Christian Paula de Ecuador; las periodistas Yanancy Noguera, Hulda Miranda y Thaís Aguilar, así como la experta internacional en género, Sara Sharrat; este grupo de especialistas fungirá como juezas y jueces, mientras que la abogada y especialista en derechos de mujeres, Roxana Arroyo, hará de fiscala y la escritora y premio Magón 2012, Yadira Calvo será la observadora de las acciones del Tribunal.

Datos dolorosos

De acuerdo con datos de la Fiscalía Adjunta de Género y la Subcomisión Interinstitucional de Prevención del Femicidio, las estadísticas del Organismo de Investigación Judicial y del Observatorio de Violencia de Género del Poder Judicial, recabados por la periodista Hassel Fallas en su análisis La Data Cuenta, entre octubre del 2019 y el 26 de octubre de este año han sido asesinadas 26 mujeres a manos de sus parejas, exparejas, parientes, conocidos o atacantes sexuales.

Empero, hay 41 casos de muertes violentas de mujeres que se están investigando para determinar si se pueden catalogar como femicidios o no.

Muchos de los casos de este año fueron abordados por los medios de comunicación costarricenses y, lamentablemente, algunos de forma imprudente, poco compasiva, revictimizante e inapropiada en términos de derechos de imagen y memoria de las mujeres asesinadas.

Tal ha sido el impacto del desafortunado tratamiento noticioso de los femicidios que proyectos como el Ideario Costa Rica Bicentenaria Diálogo Nacional, la Universidad Nacional y el Tribunal de Honor y Ética del Colegio de Periodistas, realizó y presentaron el 25 de noviembre pasado, un protocolo de prensa para el abordaje y tratamiento informativo de la violencia de género contra las mujeres y sectores vulnerables.

Por ello, este Tribunal de Conciencia procura concientizar sobre la importancia educativa y ética que tienen los medios de comunicación en los derechos de las mujeres, su responsabilidad en la erradicación de los patrones socioculturales que fomentan el sexismo y la violencia, y analizar el papel que juegan los medios con respecto al sufrimiento de las víctimas y sus familiares por la forma de presentar los femicidios.

Cabe recordar una observación que hiciera la antropóloga y escritora mexicana, Marcela Lagarde, quien señalaba que nuestras sociedades “son muy tolerantes a la violencia contra las mujeres o a cualquier forma de cosificación contra ellas”.

Las conclusiones del Tribunal serán una colaboración para las personas profesionales en comunicación y los medios, para que mejoren sus enfoques y abordajes informativos con respecto a estos temas.

Además, la organización de esta iniciativa constituye un homenaje para honrar la memoria de las víctimas de femicidio y una forma de reparación y apoyo para las familias de ellas, que tanto dolor y sufrimiento llevan sobre sus espaldas.

Comunicado de prensa compartido a SURCOS por Efraín Cavallini Acuña, presidente del Tribunal de Honor y Ética del Colegio de Periodistas de Costa Rica.

¿Ocaso o aurora?

Arnoldo Mora

Dos acontecimientos, de origen y naturaleza diferentes pero que la historia y, sobre todo, la política, los ha ligado íntimamente en los últimos meses, razón por la cual este año pasará a la historia signado por los mismos, como son el inesperado surgimiento de una pandemia cuya universalidad planetaria y cuyas consecuencias económicas y sociales marcarán los rumbos que habrá de tomar la política mundial en el futuro; y, por otro lado, la derrota electoral de Donald Trump, un presidente norteamericano que evoca la figura y el abominable legado de Adolfo Hitler.

Ambos eventos, insisto, marcarán el futuro inmediato que tomará la historia de la humanidad, dada la repercusión que tienen debido, no sólo a su extensión planetaria, sino también a la revolución tecnológica de los medios de comunicación colectiva, que están haciendo desaparecer las barreras del espacio y del tiempo, convirtiendo de hecho a la humanidad en una sociedad, cuyas decisiones inciden directamente en el destino y la sobrevivencia de la especie sapiens. Como un invitado de piedra, el coronavirus se convirtió en el epicentro de ese terremoto electoral, que sacudió a la que ha sido considerada la mayor potencia política y económica del mundo en las últimas décadas, aunque hoy, como lo muestra la espernible figura de su presidente, da muestras de una creciente e indetenible decadencia, tanto política como moral; la incapacidad de contener las secuelas letales de esa epidemia, se han convertido en un factor determinante de la derrota electoral de esa detestable figura; como reza el dicho popular: no hay bien que por mal no venga.

La incidencia de la pandemia en las elecciones norteamericanas se comprueba en el hecho de que al inicio de año el triunfo de Trump parecía indetenible, como lo mostraban las cifras del crecimiento económico y de la disminución del desempleo; paradójicamente, el histriónico terrorismo con que el presidente ninguneaba a sus contendientes y a su propio entorno que osaba mostrarse mínimamente crítico, era del agrado de un vasto sector de una sociedad acostumbrada a ver en la conquista del Oeste la premonición de lo que debería ser el sojuzgamiento de todo el planeta.

Hoy la humanidad parece respirar con cierto aire de alivio ante la derrota de ese abominable sujeto… Pero no nos hagamos ilusiones; las causas que lo llevaron al poder hace cuatro años continúan; su presencia en la Casa Blanca no fue un accidente fortuito, sino un efecto cuya causa estructural sigue intacta; un 30% de la población norteamericana nunca reconoció a Obama como SU presidente debido a su ascendencia africana, incluso cuestionaron la autenticidad de su nacionalidad; el Partido Republicano fue controlado por una fanática secta religiosa, el Tea Party, violando el legado de los padres fundadores, que se refleja en una Constitución que establece el carácter laico o aconfesional del Estado; hoy ese partido alberga una peligrosa falange de energúmenos inspirados en una ideología pseudoteológica denominada “Destino Manifiesto”; jamás aceptarán el resultado de las elecciones, como lo prueba la violencia fascistoide que han desatado desenfrenadamente en las calles; el propio Trump, en el momento en que escribo estas líneas, se ha negado a reconocer el triunfo de sus adversarios; lo mismo ha hecho su Partido; ambos dicen que recurrirán a los tribunales y, eventualmente, a la Corte Suprema de Justicia, donde cuentan con mayoría. Pero aun perdiendo ampliamente estas elecciones, que han sido las más concurridas de la historia de ese país, los republicanos han mejorado su presencia en la Cámara Baja (representantes) si bien siguen siendo minoría, y parece que contarán con mayoría en la Cámara Alta o Senado. Todo lo anterior confirma que las tendencias fascistoides de un significativo sector de la población siguen incidiendo, de manera ominosa, en la escena política de ese poderoso vecino. Esto tiene raíces históricas; Franklin D. Roosevelt, el mejor gobernante yanqui del siglo pasado, no pudo declarar la guerra al eje nazi-fascista sino hasta después del ataque japonés a Pearl Harbor (1941) debido a la obstinada obstrucción del Partido Republicano, en cuyas filas abundaban los simpatizantes del Tercer Reich; el más admirado y más poderoso empresario industrial, modelo y emblema del éxito de la tecnología norteamericana, como era Henry Ford, se declaraba simpatizante de los nazis; otro tanto hacía Charles Lindbergh verdadero mito del imaginario colectivo de su pueblo…Los ejemplos podrían multiplicarse.

Pero lo realmente preocupante es que las raíces ideológicas siguen vigentes, hoy acrecentadas debido al apoyo reiterado de la Administración Trump; los promotores de crear esta atmósfera de odio y terror que se ensañan especialmente contra las minorías, como son los latinos y los afrodescendientes, son hordas de rubios supremacistas y policías racistas. Como consecuencia de este ambiente intoxicado de extremismos, el país se ha dividido en bandos hostiles, como sólo se había visto en tiempos de la Guerra de Sesión (1861-1865); hoy los “States” ya no son tan “United”. Eso explica las palabras del presidente electo, Joe Biden, llamando a la concordia y la unidad nacional. Pero más allá de las buenas intenciones del presidente electo, están las realidades políticas. Ese país sólo podrá despertar de esa espantosa pesadilla con ribetes neofascistas si surge un nuevo sujeto político jugando un papel protagónico, conformado por sectores progresistas de clase media y esas mal llamadas “minorías” que ya no lo son tanto y que, incluso, podrían llegar ser la mayoría; las estadísticas lo prueban: 18% de la población son latinos y 14% a afrodescendientes, que se caracterizan por tener el mayor crecimiento demográfico; lo cual explica, pero no justifica ni mucho menos, la criminal furia de los grupos racistas y supremacistas.

En las masas oprimidas radica su propia liberación; pero para ello deben crecer en conciencia política y conformar una organización que forje un proyecto nacional genuinamente democrático…Todo lo cual está por verse. De ahí que sigue flotando en el ambiente la gran interrogante que dio título a estas líneas: ¿estamos ante el ocaso que presagia una noche tenebrosa, o son los primeros rayos luminosos de la aurora que anuncia la llegada de un día radiante, no sólo para ese país sino para la humanidad entera?