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Etiqueta: pandemia

El Perú en la Generación Hormonal

Macv Chávez

Noviembre del 2020 se había enardecido con los gritos históricos de un numeroso grupo de jóvenes, uno que se hacía llamar la “generación equivocada”, aunque yo les digo con toda razón la generación hormonal, por no decir estúpida, porque la rabia descargada en su marcha “por la libertad” no fue más que muestra de la impotencia sufrida durante el encierro y la prohibición de sus gustos personales, porque penosamente salieron con un supuesto ideal de la defensa de la democracia, como si fueran los Sócrates de nuestro tiempo, quien sí murió en defensa de la democracia y cambió la historia de la humanidad, no como los borregos o tontos útiles de la generación hormonal, los que son incapaces de comprender que la historia marcará entre sus páginas que respondieron -directa o indirectamente- al llamado patriótico de unos oportunistas, encabezado por la no reconocida exprimera dama de la nación: Richard Swing, quien desde antes de la vacancia incitaba a la masa hambrienta a defender al genocida de Vizcarra, seguido del elegido de la prensa mermelera: Julio Guzmán, quien no fue capaz de defender a la trampa ante un posible incendio, seguido de Verónica Mendoza, una hambrienta de poder incapaz de asumir que congeniaba con la idea de país llamado Cuba o Venezuela, porque -según ella- dice que el capitalismo no sirve, cuando ahora la vemos usando la tecnología comercializada por el capitalismo para intentar saciar su hambre de poder, al igual que ese sujeto que fue presidentes de muchos desesperados: Ollanta, a aquel que siempre llamé un pobre diablo, porque empezó como radical para terminar siendo un fans de Sally que canta “pisao, pisao, me tienen pisao”, junto a uno que felizmente ya sacaron de la contienda electoral, porque era otro incompetente, aunque en sí, finalmente todos son unos incompetentes para gobernar un país tan rico en naturaleza y tan pobre en pueblo, porque la pobreza de su pueblo fue la que salió a defender a un genocida bajo escusas estúpidas: “defensa de la democracia”, “pero ya va a terminar su gobierno”, “estamos en tiempos de pandemia o emergencia sanitaria”, entre otros que no podías contradecir, porque ya eras visto como ”renegado”, “pobre diablo”, “resentido social”, “fracasado”, “quejoso”, “envidiosos”, entre otros cientos de términos que condujeron a los mediocres de la nación a insultarme, amenazarme y maldecirme, tanto a mí como a mi familia de muerte y deseando la muerte con el virus, algo que me daba lástima de leer, porque penosamente tenía que aceptar una realidad: era gente que había renunciado a ser persona, no tenía conciencia de la vida y menos de su ser, por ende, solo eran borregos que hacían caso a sus amos, porque “Vizcarra fue, es y será siempre un genocida”, y la verdad me dio la razón, así que estaré esperando sus disculpas, borregos hormonales, pero no palabras, ah, que mi hígado algún día se enfermará y cuesta caro, por ende, espero sus solicitud de disculpas con depósitos en cuenta bancaria, para medir su arrepentimiento, porque sus insultos y amenazas pusieron en auge los nervios de los míos.

Pero bueno, finalmente ese grupo de gente me da pena, al mismo tiempo que me da asco, y por eso empecé a decir: “Me apesta la humanidad, huele a muerte”, porque penosamente esa es la realidad humana que existe ahora, gente muerta, gente que ha renunciado a ser persona, simplemente porque es incapaz de tener conciencia, incapaz de ver más allá que de las órdenes de su amo, porque es quien le da de comer de alguna forma, porque toca sobrevivir: como lo hacen los oportunistas, para “vivir” sin sufrir tanto, como lo hacen los pobres y miserables cojudos que no son inteligentes como ellos, diría más de uno del mundo de la cultura, y lo más probable es que lo digan en su subconsciente, que es más consciente que su ser, y que debe estarle gritando: “resucita imbécil” en más de una ocasión, simplemente porque es gente que con demasiada inteligencia actúa como la masa ignorante: “confunde tener idea de algo con un ideal”, algo que me produce risa y vergüenza, porque es sarcástico y humillante, como uno de mis chistes mal contados, donde es necesario reflexionar para comprenderlo, cosa de la que carece ese grupo, porque simplemente son soberbios del conocimiento: gente con demasiada información acumulada que los endiosa, porque fue esa información que me llevó a admirarlos por su capacidad mental y capacidad de lectura hasta el punto de mostrarles respeto y mi admiración, porque son capacidades que yo no tengo, y no me da vergüenza decirlo, no por soberbio, sino porque es una verdad innegable y es una capacidad admirable, porque ya me gustaría tener toda la información que esos almacenan en su cabeza, creo que podría reflexionar mejor sobre la humanidad; y no me da vergüenza reconocer mis falencias, ni tampoco decirlo me hace ni más ni menos, aunque sí me aleja del grupo de animales sobrevivientes que son esta gente intelectual, con los que he peleado más de una vez gracias a su incapacidad de razonar; cosa que me lleva a decir que el mayor problema que atraviesa el Perú es la mediocridad, con esa gente incapacitada para razonar, porque ya quemó como persona y solo se dedica a sobrevivir, al ver que es extremadamente difícil vivir con ideales, firmes y dignos del ser humano, en un país tan miserable y corrupto como Perú; y, por ende, no hay que desperdiciar la oportunidad de agradar a la gente para recibir loas de mediocres que no son inteligentes como yo, cosa que me produce asco y lástima, porque esta gente es un producto, una cosa que se venden para sobrevivir sin tanto esforzarse ni un conflicto consigo mismo, porque ya no tiene conciencia de la dignidad, por más que piense en “lo digno” que nos vende la sociedad del consumo, logrando ser más miserables que el pobre que tiene que trabajar el doble o triple para vivir dignamente, es decir, con honor, porque no hay quien pueda vivir como persona cuando ha logrado matar a su conciencia, porque la inteligencia del sobrevivir lo puede tener hasta mi perro que ya no tengo y mi gato que ya no está, porque es solo saber mirar lo que se necesita para sobrevivir: conocer algo para usarlo a mi favor, cosa que el saber jamás podría permitirte, porque el saber es conciencia, por ende, siempre luchará por un bien común o superior, es decir, por el bien de los otros como el mío, en equilibrio de mi ser con el de la sociedad.

Por ende, tener un ideal implica luchar por un sueño, por una vida constante del ser y no del parecer, estar dispuesto a morir por ella, a quedarse solo, porque los demás te verán nadar a contra corriente, pero dentro de un sueño de sí mismo, con miras a todos, buscando el bien común, analizando la realidad en la que te encuentras, esa que indudablemente me decía que era una reverenda estupidez salir a protestar a las calles cuando no era la revolución del pueblo, sino de la gente del grupo de poder, simplemente porque se estaban quedando sin el pan nuestro de cada día, es decir, sin la publicidad del gobierno, porque existía la posibilidad de que el tonto más útil de la historia: Manuel Merino se los quitara, pero finalmente terminó siendo más incompetente que cualquier otro ladrón de la nación, simplemente porque no tuvo ni la menor idea de qué hacer al recibir la represión de la prensa, a la que quería golpear quitándoles la publicidad del estado, cosa que hubiera sido realmente bueno, porque así la prensa se dedicaba a investigar a profundidad para denunciar los actos de corrupción, sin andar endiosando a los presidentes ladrones del Perú, sí, ladrones, y siempre lo he dicho desde mi primer voto: “Toledo va a robar”, porque no mostró verdadero dolor ante la muerte de la gente en su marcha de los cuatro suyos, sino por contrario, lo celebraba; “Alan va a robar”, porque realmente no ha cambiado; “Humala va a robar”, porque no tiene un ideal real, es una puta que se vende por gobernar; “PPK va a robar”, porque es un viejo pendejo; cosa que lo manifestaba desde antes de ser elegidos, porque los analizaba como persona, en su decir y hacer diario durante campaña, en gestos y palabras, para saber qué enfermo o asesino elegiría de dar mi voto, tal y como lo hice con uno que no acuerdo en mi primer voto; tal y como lo hice con Alan, porque era el mal menor ante el comunista Ollanta, desde donde no he vuelto a votar por ningún cojudo más, simplemente porque nadie merece mi voto ni mi dignidad, cosa que podría cambiar este año si el bien común lo necesita, pero todavía sigue siendo un dilema moral que me tiene luchando día a día con mis pensamientos para tomar una decisión desde hace unos meses, para no ser vendido, para no ser cojudo o revolucionario hormonal, pero sobre todo para no traicionarme a mí mismo ni tampoco quedarme de brazos cruzados ante la necesidad de la mayoría, por ende, creo que finalmente no votaré por nadie, por más que Hernando De Soto me parezca la mejor oferta que existe dentro de todos esos lobos hambrientos del poder, simplemente, porque creo firmemente que el Perú no necesita de presidentes para crecer, sino de ideales, y por esa razón elijo no votar por nadie, absolutamente por nadie, simplemente porque no puedo poner mis ideales en manos de personas de las que dudo de su acción moral, simplemente porque las veo débiles en ideales y ser, esos que a mí me conducen lentamente a una muerte por depresión social u odio de alguien, porque estoy seguro que esa son las dos grandes posibilidades de morir, por más que muchas veces deseé ansiosamente que el Covid fuera realmente letal y me lleve, pero bueno, dicen que “mala hierba nunca muere”, y por eso todavía siguen habiendo tantos miserables en la política, con tantos años de incapacidad para favorecer al bienestar del pueblo.

Pienso que, el día que los peruanos dejemos de andar presumiéndonos inteligentes y seamos más honestos con nosotros mismos y con los otros, alcanzaremos la madurez que necesitamos para saber reconocer nuestros errores, nuestras virtudes y debilidades, podremos responsabilizarnos de nuestros actos y luchar por tener un vida firme, constante y digna, una vida que no se vende solo para comer, que no hace solo para justificar, sino porque es, porque se deja la vida en eso que se hace, algo que tanta falta nos hace para saber vivir cada instante sin dejar de ser, sin perder la razón ni la conciencia de las cosas, para que no nos ganen las hormonas, para no darnos a lo pendejo, como los Sócrates de nuestro tiempo, cuando en realidad somos uno de los personajes del Talk Show de Laura o de Esto Es Guerra, que sirven a los gobiernos para tener más estúpida a la gente, más embarrada en su propia miseria, esa miseria que a los inteligentes debería preocupar si es que saben tener dignidad, porque como diría -más o menos- Sartre: “todos somos reflejos de la humanidad”, y esa fue la razón que me llevó a decir: “La humanidad apesta, huele a muerte”, porque es necesario tener conciencia, volver a ser personas y no solo animales racionales.

Pucallpa, 16 de febrero de 2021 a las 06:14 horas

El Día del Amor y la Amistad bajo la Pandemia

Vladimir de la Cruz

Se celebra internacionalmente el 14 de febrero el día de los enamorados, también día del Amor, y desde hace pocos años se le llama «Día de la Amistad», con la intención de darle un manto cobertor más amplio, que fomenta la solidaridad, las relaciones sociales con amigos, compañeros de trabajo o estudio, y la expresión de sentimientos, especialmente, con la pareja y los seres queridos.

Es una fecha que sirve, con estos sentimientos, de afecto y amistad, intercambiar mensajes, obsequios y manifestar cariño.

El amor como sentimiento, como afecto, como pasión o placer siempre se ha experimentado y vivido. Probablemente desde los más antiguos seres humanos sentimientos de esta naturaleza se desarrollaron y se vivieron más que las expresiones instintivas de la naturaleza humana. Los hombres como las diversas culturas de distinta manera lo han expresado.

Desde las antiguas culturas se celebra y rinde culto a este sentimiento y pasión.

Los griegos fundamentaban el origen de la creación del mundo como resultado de un acto de amor. Hesíodo, poeta griego, del siglo VIII A.C., consideraba que el mundo se había creado de la formación, primero, del espíritu del amor, Eros o Cupido y la Tierra, Gea. Luego, de la unión de Erebo, la oscuridad y de Nix, la noche, surgieron Eter, el cielo claro y Hémera, el día. Gea, por su propio poder, produjo a Urano, el firmamento que la cubría, al igual que a las montañas y al mar.

Eros, considerado el más joven de los dioses comenzó a agitar el mundo y todo lo que en él había reuniendo todas las cosas en parejas. De estas primeras parejas, Urano y Gea, cielo y tierra, surgieron los seres que poblarían el mundo, titanes, gigantes, cíclopes, como el resto de los seres.

Así, los griegos concibieron la creación del amor desde el caos de los elementos, que opuestos, se preparaban para recibir la humanidad.

Eros representaba para ellos el deseo de amar. Como figura masculina acompaña siempre a Afrodita o Venus; es el que inspira la atracción afectiva entre los distintos seres; es el que mezcla, une y varía las distintas especies.

Afrodita o Venus, considerada la diosa del amor en el sentido más amplio de la palabra, se le asociaba también a lo que es bello, noble y sublime. Como poder del amor se pensaba que unía la tierra, el cielo y el mar y presidía sobre el amor humano. Se le hacía acompañar de Eros, las Gracias, las Horas, de Himeros, que es el dios del deseo del amor; de Potos, el dios de las ansiedades del amor y de Peito o Suadela, el del suave discurso del amor.

Afrodita presidía la vida del matrimonio y sus ceremonias. En Roma, en su honor, cada año se celebraba un festival llamado Veneralia, de danzas y placeres llenos de pasión.

También, en Roma, realizaban cada año una fiesta dedicada a la fertilidad o lupercalia, que se celebraba en honor al Dios Lupercus, cada 15 de febrero. Así, esta práctica social de esta festividad se inició en la antigüedad.

Desde el siglo IV A.C. los romanos rendían culto al Dios Lupercus. Acostumbraban, como rito de iniciación, cada 15 de febrero, introducir en una caja nombres de jóvenes mujeres para que los muchachos, al azar, sacando sus nombres, las tuviesen durante todo el año, hasta la siguiente celebración.

Durante más de 700 años practicaron esta costumbre en Roma, hasta que bajo el gobierno del emperador Claudio II, en el 270 D.C., con motivo de las guerras y la necesidad de la movilización de jóvenes y hombres para las mismas, se dispuso, por edicto, prohibir matrimonios de gente joven o en edad de incorporarse al ejército. Así se tendrían a los varones disponibles para las guerras. Además, se consideraba que los soldados casados no se desempeñaban como los soldados solteros, ya que el separarlos de sus familias los afectaba.

Por tal motivo, en defensa del amor, de la pareja y del matrimonio, el Obispo Valentín de Interamma, de la actual región italiana de Terni, invitó, retando al emperador, a las jóvenes parejas de novios, o de enamorados, que le visitaran en secreto para casarlos y unirlos en el sacramento del matrimonio.

El Obispo consideraba los decretos imperiales indignos. Estimaba el acto de amor como una cualidad de la libertad del hombre, tanto para amar a Cristo como para realizarse en matrimonio.

Cuando el emperador se enteró, primero trató de persuadirle de que se le aliara y sirviese a los dioses romanos, pero el Obispo Valentín, aferrado a su fe, con profunda convicción y voluntad, no renunció a sus creencias, por lo que el Emperador ordenó que se le encarcelara, apaleara, lapidara y decapitara en el 273 D.C., un 14 de febrero.

Esta situación fundamentó que la Iglesia Católica le declarara Mártir del Amor y se oficializara el día de San Valentín como el de los enamorados, junto a la celebración pagana del día de la fertilidad o de la lupercalia, que se seguía celebrando en honor al dios Lupercus.

Cuenta, también, la leyenda que en la cárcel, esperando la ejecución de su sentencia, se enamoró de la hija del carcelero, llamado Asterio, que padecía ceguera, produciéndose el milagro de la recuperación de su vista. Se despidió de ella enviándole una nota firmada «de tu Valentín», lo que dio origen a la costumbre de obsequiar tarjetas, en este día.

La situación de la Pandemia del Coronavirus COVID-19 no permite los acercamientos sociales afectuosos con personas que no son del propio círculo inmediato de las personas, de la llamaba Burbuja social de cada uno. Pero, ha obligado a fortalecer el refugio hogareño, ha mantener las relaciones de amor, afecto y amistad de manera más intensa, a convivir en los espacios comunes con mayor respeto y tolerancia. El Día del Amor y la Amistad bajo la Pandemia no va a dejar de celebrarse en el interior de las familias aunque comercialmente de manera más estrecha o reducida.

Por ello, en el interior de cada Burbuja, en este Día de la Amistad, y en general, cuando abrace a su ser querido, a su pareja, a sus hijos, a sus padres, a sus familiares, a sus amigos, sus compañeros de trabajo o de estudio, abrácelo de modo que el lado izquierdo de su pecho toque el lado izquierdo del pecho de su ser querido, y permita con ello que sus corazones «hablen», «se saluden», que su corazón «toque» o «abrace» el de su ser querido. Esta es la forma cómo deben realizarse los abrazos cuando se dan con estos sentimientos profundos de Amistad y de Amor.

Feliz día de San Valentín para todos y para todas. ¡que vivan el amor y la amistad!

La gravedad de la crisis y el deplorable espectáculo en la Asamblea Legislativa

Luis Fernando Astorga Gatjens

La comparecencia del Presidente Carlos Alvarado Quesada ante la comisión de la Asamblea Legislativa que investiga el caso de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD), no debe ser del agrado de la inmensa mayoría de las y los costarricenses.

No porque se valore negativamente que el Presidente fuera llamado a dar explicaciones, sino por cómo se desarrolló la comparecencia y el espectáculo que muchos legisladores, vienen montando desde que emergió el caso. Es importante que el Parlamento en un sano ejercicio de control político, valore en profundidad si desde la Casa Presidencial, se actuó incorrectamente al crear a la UPAD como una unidad de análisis de datos que fue creada con el propósito “de ayudar a tomar decisiones al Presidente Alvarado”, tal y como se ha indicado oficialmente.

Sin embargo, cómo han venido actuando la mayoría de partidos y diputados, se pone en evidencia la graveded de la crisis política que enfrenta el país en el año de su bicentenario. Lo que debía ser un proceso y un acto de la mayor seriedad (la comparecencia en el recinto legislativo del Presidente de la República), lo convirtieron en espectáculo deplorable que les deja muy mal parados.

En primer lugar, es necesario dimensionar con objetividad el alcance la privacidad de datos en un presente donde las gigantescas empresas tecnológicas, han alcanzado una penetración tan amplia y profunda en los datos de los usuarios, que deja a las y los ciudadanos en estado de indefensión al utilizar las redes sociales.

La anulación de cuentas de usuarios de las redes, a partir de justificadas razones también puede dar paso a abusos y discriminación que anule cuentas por ideas que no sean aceptadas por quienes dirigen esas redes sociales, que aunque sus dueños son empresas privadas su repercusión en el mundo de hoy, alcanzó un amplísimo impacto público. De esta manera, estas redes no sólo pueden acceder –como lo hacen a información privada y datos íntimos de las personas—sino que pueden convertirse en censores que violen el derecho de la libertad de expresión y pensamiento.

De ahí que ya en distintos países, diversas voces estén planteando la necesidad y urgencia de regular a esas mega empresas tecnológicas, para evitar que se pongan por encima de los Estados en acciones que violen los derechos de los ciudadanos.

Empero en ningún momento, los diputados protagonistas de la comparecencia presidencial dedicaron alguna crítica al rol censor que pueden ejercer –y que ya están ejerciendo—esas redes sociales, cuya omnipresencia y amplísimo peso, forman parte de la realidad actual de las sociedades y los países.

Hay sin embargo, otra situación más grave aún en el contexto de esta comparecencia: El país enfrenta –como nunca antes– los efectos de una devastadora pandemia que ha generado una crisis múltiple, en los ámbitos: sanitario, económico, social, cultural y político. Se trata de una crisis que preocupa a millones de costarricenses por el empobrecimiento que ha generado y genera, y porque no ha encontrado ni por parte del Gobierno del Presidente Alvarado, ni casi la totalidad de las diputadas y diputados, respuestas adecuadas y eficaces para enfrentarla.

Cuando el país ha requerido y requiere en forma urgente, visión y políticas de Estado; lo que ha venido ganando la partida son pequeñas políticas, que responden a intereses de grupos económicos y políticos minoritarios. Tristemente –es bueno decirlo con franqueza– muchas de ellas obedecen a ocurrencias e improvisaciones de legisladores, cuya mayor preocupación es alcanzar notoriedad aunque sea efímera y superficial. Cuando el país necesita políticas patrióticas de luz larga, las que están emergiendo no alcanzan ni para la luz de “parking”.

La multi-crisis pandémica demanda madurez, sabiduría y unidad nacional, pero al ser este 2021, un año electoral, lo que emerge con mayor fuerza, es la proliferación de intereses grupales politiqueros y la desunión para encarar las impostergables respuestas de solución, que nos lleven a una reactivación económica, inclusiva y solidaria.

También cabe subrayar que el deplorable espectáculo legislativo montado, tiene un costo económico que se carga al debilitado erario público del país. Pero sobre ese “detalle” tampoco hay consciencia en el recinto legislativo.

La indignación ciudadana ante este deterioro de lo que dicen y hacen los actores políticos que están marcando la distorsionada agenda política del presente, debe ser canalizada no sólo mediante el rechazo comunicacional sino a través de una participación política activa, que contribuya a cambiar el rumbo del país hacia la inclusión social y la solidaridad. El bicentenario nos lo demanda como nación.

(13 de febrero, 2021)

Miles de personas con discapacidad sin servicios de rehabilitación por cierre de CENARE

Dr. Federico Montero Mejía/ Lic. Luis Fernando Astorga Gatjens

Después de casi un año del cierre del Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), miles de personas que han requerido los servicios de rehabilitación, no los han recibido del todo o lo han hecho en forma muy restrictiva.

Esta injusta situación ha sido reclamada, con respeto pero con vehemencia, por las y los 172 expacientes, usuarios y padres de niños usuarios de ese centro especializado, suscriptores de una carta dirigida a la Junta Directiva de la CCSS, fechada el día 2 de febrero del año en curso.

Los autores del presente artículo forman parte de ese numeroso grupo de firmantes, que suma cada día a más personas que hacen el mismo reclamo y que lo han venido patentizando por distintos medios.

El CENARE fue cerrado en marzo del 2020 para que la totalidad de sus instalaciones, fueran ocupadas por el Centro Especializado de Atención de de Pacientes con la Covid-19 (CEACO).

En la mencionada carta se destaca la comprensión y flexibilidad que se ha tenido ante la gravedad de la pandemia, pero ya hay un agotamiento colectivo de la paciencia y larga espera, ante el incumplimiento de la Caja, al no ofrecer las alternativas requeridas al cierre de los servicios de rehabilitación que venía prestando el CENARE. Tal fue el compromiso asumido por la entidad pero la posposición indefinida, ha sido la respuesta dominante. Y lo más grave es que este tipo de servicios también fueron cerrados en otros hospitales para ser ocupados por pacientes con Covid-19.

Subestimación de la rehabilitación

Las autoridades de la Caja y del CENARE se suman a quienes (aquí y en otros lugares del mundo), no le dan la debida importancia a la rehabilitación. Un estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud y el Instituto de Métricas en Salud y Evaluación (IHME) de los Estados Unidos, titulado “Estimaciones Globales de la necesidad de rehabilitación basada en la Carga Global de Enfermedad del 2019: un análisis sistemático para el Estudio de la Carga Global de Enfermedad 2019” y publicado en la revista The Lancet del 1 de diciembre del 2020 (en línea), concluye que en algún momento de sus vidas, un tercio de los seres humanos requiere servicios de rehabilitación. Si ese dato lo extrapolamos a la población actual del país, casi un millón setecientas mil personas habrán requerido o requerirá tales servicios.

Según el estudio en mención: “las estimaciones globales establecen a la rehabilitación como una estrategia clave para la cobertura universal de salud en el Siglo XXI y reta la idea de la rehabilitación como un servicio opcional que solo es requerido por una minoría de la población. Los hallazgos indican la urgente necesidad de aumentar proporcionalmente la rehabilitación, particularmente a nivel de atención primaria, para asegurar que los servicios alcancen a aquéllos que los necesitan. El estudio provee fuertes argumentos para los tomadores de decisiones de políticas para priorizar la rehabilitación y enfocar las necesidades funcionales de su población”.

El impacto negativo en su salud y su calidad de vida por no recibir los servicios requeridos, afecta a miles de personas con discapacidad. Con ello se suma un eslabón más a la situación de discriminación y exclusión múltiple, que afecta a este sector poblacional de alrededor de 900 mil personas.

En la carta también se reclama “atención intrahospitalaria, lo cual resulta indispensable para las personas afectadas por lesiones y condiciones tan serias como una lesión de la médula espinal, un trauma cráneo-encefálico, una amputación, un evento cerebro-vascular y muchas otras”.

Palabras frente a testimonios y números irrebatibles

Ni una sola persona con secuelas de una lesión aguda de la médula espinal, de un trauma cráneo-encefálico, de un evento cerebro-vascular, que en cualquier momento recibiría servicios de rehabilitación intrahospitalaria, pues constituyen una emergencia, ha podido ser hospitalizado en el CENARE. Por otra parte, este centro especializado ha venido prestando servicios de Odontología, a miles de personas con discapacidad que necesitan recibir atención y tratamiento, bajo condiciones muy específicas. Pues bien, desde hace 48 semanas tal servicio está cerrado y la Caja no ha ofrecido otra alternativa. Eso lo atestiguan miles de pacientes y familiares de niños y jóvenes con discapacidad, a quienes les urge este tipo de atención.

Por su parte, la Caja responde mediante un Twitter, publicado el 9 de febrero que “El Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), mantuvo la continuidad de sus servicios presenciales y virtuales a su población durante toda la pandemia y ofreció en 2020, 385 113 tratamientos de terapia”.

La cifra indicada puede conducir a interpretaciones erróneas, pues una sola persona puede recibir más de un tratamiento de terapia. En todo caso, los números que fijan la afectación por no recibir la rehabilitación requerida así como múltiples testimonios de las centenares de personas afectadas, contradicen lo que expresa la Caja. Pareciera que quien escribió ese Twitter vive en un país paralelo y no el de la mayoría de los costarricenses, particularmente, las personas con discapacidad.

Acciones a desarrollar

Lo que se está exigiendo es “que la CCSS encuentre a la mayor brevedad alguna alternativa que garantice los servicios de rehabilitación integrales a los miles de habitantes de nuestro país que requieren de dichos servicios de manera urgente e integral”. Simplemente, no más palabras sino hechos concretos e impostergables.

Quienes participamos de este reclamo colectivo, demandamos asimismo una respuesta seria de las autoridades de la Caja. La Junta Directiva de la institución es la que debe responder a la citada misiva ofreciendo soluciones concretas tanto a las y los pacientes del CENARE como el de los otros hospitales donde también se suspendieron los servicios de rehabilitación.

Otro temor que ha venido ganando terreno entre las y los reclamantes es que cuando sea superada la pandemia, el CEACO no vuela a reconvertirse en el CENARE, que es el único hospital nacional en rehabilitación. El Dr. Román Macaya, Presidente Ejecutivo de la CCSS, asumió tal compromiso el 29 de mayo del 2020, en el marco del Día Nacional de las Personas con Discapacidad. Sin embargo, ante el incumplimiento de los compromisos de la institución –como lo estamos demostrando—esa preocupación cobra pleno sentido.

Por ahora, se está en espera de una respuesta pronta de la institución, que esté a la altura de la dignidad y seriedad de los reclamos de las y los peticionarios. Empero de no ofrecerse esa respuesta con las justas soluciones exigidas, se desarrollarán otras acciones; entre las que se destacan: una, un recurso de amparo ante la Sala Constitucional y dos, la presentación de una denuncia ante el Comité de Naciones Unidas que supervisa el cumplimiento de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (CDPD).

Tales acciones se amparan en muchos instrumentos jurídicos, pero destacamos dos, a saber:

La ley 7600 que establece en su Artículo 33, que “La Caja Costarricense de Seguro Social y el Instituto Nacional de Seguros deberán ofrecer servicios de rehabilitación en todas las regiones del país, incluyendo servicios a domicilio y ambulatorios. Estos deberán ser de igual calidad, con recursos humanos y técnicos idóneos y servicios de apoyo necesarios para garantizar la atención óptima”.

Por otra parte, la CDPD indica en su artículo 25: “Los Estados Partes reconocen que las personas con discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación por motivos de discapacidad. Los Estados Partes adoptarán las medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad a servicios de salud que tengan en cuenta las cuestiones de género, incluida la rehabilitación relacionada con la salud…”. Asimismo el artículo 26 del mismo tratado internacional regula todo lo concerniente al derecho a la habilitación y rehabilitación.

En general, las personas afectadas por el incumplimiento de la CCSS y, especialmente, las personas con discapacidad, contamos con argumentos sólidos para demostrar nuestros asertos y para ganar las acciones judiciales, que hayamos de emprender. Sin embargo, esperamos que impere el compromiso institucional y en la Caja, los hechos le ganen a las palabras y compromisos incumplidos para evitar recurrir a las vías jurisdiccionales.

Costa Rica en el año de su bicentenario, lo demanda y se lo merece.

(9 de febrero, 2021)

 

Imagen tomada de: https://www.ccss.sa.cr/

Enviado a SURCOS por Luis Fernando Astorga.

Los temibles e ignorados efectos de la pandemia del COVID 19

Rogelio Cedeño Castro, sociólogo y escritor costarricense.

En medio de la confusión reinante, y la notoria imposibilidad en la que se encuentra sumida la mayoría de la población de entender, al menos en cuanto a algunos de sus alcances y/o consecuencias más graves, incluso para nuestra mera supervivencia, la ominosa y perturbadora presencia de un fenómeno tan complejo como el de la pandemia del Covid 19, ante el que no sabemos tampoco ¿de qué manera comportarnos?, es por ello que conviene y resulta imperativo reflexionar sobre lo que está pasando, hablar un poco en voz alta acerca de lo que sucede con muchos aspectos de nuestra vida cotidiana, dado que nos movemos entre la amenaza permanente del contagio y la consiguiente enfermedad que puede resultar mortal, la toma de decisiones acerca de vacunarnos o no –en el caso de tengamos acceso a algún tipo de vacuna-, de los temores a la posibilidad de que la vacunación produzca efectos secundarios, del uso o no de  la mascarilla, la llamada toma de una “distancia social” en los centros comerciales, en las calles, y lo que es peor aún, en los lugares de trabajo, sobre todo en aquellos donde la presencia física en ellos resulta absolutamente inevitable, por la naturaleza misma de la actividad laboral, a diferencia de un sector que lo hace desde sus hogares, por la vía electrónica, por así decirlo.

Para aquella población, conformada por las gentes que se encuentran en su edad laboral, y que todavía tienen o conservan su empleo (un factor que se ha agravado, desde que comenzó la pandemia, al acentuarse los efectos de las políticas económicas de austeridad, impuestas por el régimen, a partir del año 2018), todo esto puede devenir en una tragedia o un desafío casi insoluble, por la inevitable aglomeración de gentes no sólo en los lugares de trabajo, sino también en los autobuses y otros medios de transporte, como también en las paradas u otros espacios donde se suele esperarlos, en resumen  estas son algunas de las situaciones amenazantes que la población laboral enfrenta todos los días, como una amenaza directa a su vida y salud.

Por otro lado, no deja de resultar paradójico el hecho de que mucha de la gente que se ciñe, al menos en apariencia, al seguimiento de los protocolos establecidos por las autoridades de salud, dentro de un tira y encoje con los distintos sectores de la economía, terminan comportándose como si nada estuviera ocurriendo, en gran medida por su nula o escasa capacidad de reflexión, todo esto como un tema que proviene de una incapacidad estructural de reaccionar frente al sistema social en su conjunto o frente al medio natural, en gran parte debido a la estructura familiar, y a la mala o escasa formación académica, los que actúan como factores limitantes o agravantes de esta crisis tan profunda de una civilización, que sentó sus esperanzas y expectativas ciegamente en la religión secular del “progreso”, las que por desgracia han terminado por ser un peligroso espejismo.

Mientras que, dentro de la esfera o ámbito de la política, en especial la económica y social, se siguen imponiendo sin ningún reparo las medidas de austeridad, aprobadas en el paquete fiscal de 2018, que agravan la situación, sumiéndonos en el despeñadero de una recesión económica, la que en este año de 2021 amenaza con intensificarse, nos encontramos con que en la esfera de las políticas de salud, y del manejo epidemiológico de los desafíos planteados por la Covid 19 se discute, un día sí y otro no, acerca de la  posible llegada de alguna de las vacunas, ya fabricadas en algunos de los países más poderosos del planeta, todo eso en medio de una feroz competencia entre los gigantes de la industria farmacéutica, una de las más poderosas del planeta, junto con la industria de armamentos, por alcanzar una apreciable tajada dentro de ese gigantesco negociado, representado por la venta y distribución de muchos millones de vacunas en todos los continentes.

Ni siquiera sabemos, aún a estas alturas, en medio de tanto delirio ¿cuál es el grado de inmunidad que proporcionarán esas vacunas al conjunto de la población?, pero la pregunta más inquietante que quizás nadie podrá respondernos ¿es qué acaso se vacunará a toda la población del planeta?, y otra interrogante todavía más delicada ¿cuál sería el propósito de semejante empresa en el remoto caso de lograrlo?, no me digan amigos lectores que se alcanzará la inmunidad total de la especie humana, cosa que nunca se ha pretendido en la historia de la vacunación, empezada hacia finales del siglo XVIII, cuando el doctor Jenner inoculó las primeras vacunas contra la viruela, a partir de las investigaciones de los resultados de la aplicación de los anticuerpos precisamente con las vacas. Todo esto nos da una idea de la gravedad y de la extensión de crisis civilizatoria a que nos ha conducido “la pandemia del Covid 19”, la única digna de ese nombre, sin importar que mucha gente no logre entenderlo, y siga por  ahí hablando alegremente de la vuelta una “normalidad” que nunca lo fue.

Temibles enfermedades que se abatían sobre la humanidad como la viruela, el sarampión, la tosferina y la polio fueron erradicadas, a lo largo de los siglos XIX y XX, mediante los procedimientos de una extensa vacunación, impulsada por los organismos internacionales que fueron surgiendo durante el siglo pasado, la que, en ningún momento, comprendió a la humanidad entera ni tampoco eso fue planteado, ni siquiera en términos teóricos, si bien se sobrentiende su imposibilidad en términos operacionales, dada la magnitud y complejidad de semejante desafío.

Los médicos más cuidadosos nos advierten de que el período de prueba de las vacunas es de, al menos cuatro años, un lapso en el que se realizan toda clase de pruebas antes de poner el medicamento en el mercado, aunque dada la gravedad de la situación planteada ha habido que acelerar esos procesos, una razón por la que todavía existen grandes zonas de incertidumbre sobre el tema. Digamos entonces, a manera de conclusión, que no se ve todavía luz alguna al final de este largo y oscuro túnel en el que nos encontramos.

Respetar la separación de poderes es proteger la democracia

Comunicado de Mujeres por Costa Rica

Con motivo del allanamiento de la Casa Presidencial llevado a cabo por la Fiscalía General de la República, en febrero del año anterior, por la publicación del Decreto Ejecutivo de creación de la Unidad Presidencial de Datos (UPAD), manifestamos nuestra preocupación por los procedimientos y el ambiente de crispación política que este acto generó.

Ahora la Asamblea Legislativa, llama a comparecer al señor presidente de la República sin que la Fiscalía General haya concluido el proceso de investigación y en flagrante oposición a las normas constitucionales que aseguran la división de poderes, sustento de nuestra institucionalidad democrática.

Si algo requiere nuestro país para enfrentar los grandes desafíos que nos ha generado la pandemia y sus consecuencias, es precisamente la seguridad jurídica y el respeto a los principios constitucionales.

Los procesos electorales no pueden, de ninguna manera, vulnerar los principios constitucionales que dan sustento a nuestra democracia.

Por la salud de la democracia instamos a los diputados y diputadas a respetar la investidura presidencial y el sano ejercicio de la división de poderes.

UCR: Las desigualdades en el desarrollo humano impactan en la capacidad para detectar noticias falsas

Personas con educación no universitaria, residentes de zonas costeras y con un bajo ingreso evaluaron con mayor veracidad las noticias falsas presentadas en un estudio experimental

La iniciativa analizó la capacidad de las personas para detectar noticias falsas vinculadas con la temática del COVID-19, así como su propensión a compartir estos contenidos por medio de la plataforma WhatsApp. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Un estudio experimental de la Universidad de Costa Rica (UCR) determinó que factores sociodemográficos como el nivel educativo, los ingresos y la religiosidad marcan diferencias en la capacidad de la población costarricense para detectar las noticias falsas.

El análisis fue desarrollado por los investigadores del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIP), Carlos Brenes Peralta y Rolando Pérez Sánchez, junto con el académico Ignacio Siles González del Centro de Investigación en Comunicación (Cicom).

La iniciativa consideró una muestra a conveniencia de 819 personas con el fin de analizar la capacidad de la población en el país para detectar las noticias falsas vinculadas con la temática del COVID-1, así como su propensión a compartir estos contenidos por medio de la plataforma WhatsApp.

Según Brenes, diversos países alrededor del mundo, incluida Costa Rica, han evidenciado un aumento en la tendencia de compartir noticias falsas durante la pandemia. Dichos contenidos, además, presentan una mayor duración respecto a otros tipos de desinformación caracterizadas por ciclos noticiosos cortos.

El estudio destaca la importancia de estudiar este fenómeno de desinformación surgido en el contexto del confinamiento, dadas las consecuencias que puede tener en la ciudadanía y el impacto que genera en el cumplimiento de protocolos sanitarios y en la evolución de la pandemia.

“Es importante comprender el fenómeno, porque en cuanto haya noticias sobre el COVID-19 y la pandemia también habrá desinformación. La comunidad científica apenas va comprendiendo el tema poco a poco y, como suele suceder con asuntos científicos, es difícil de transmitir a la población”, explicó el investigador.

El estudio segmentó a las personas participantes en tres grupos diferentes y les solicitó que leyeran cinco noticias elaboradas por el proyecto informativo Doble Check. Las informaciones se presentaron a la muestra como publicaciones reales de un nuevo medio digital.

Aunque todas las personas participantes leyeron las mismas noticias, dos de las cuales eran falsas, dos falsas con alguna veracidad y una absolutamente veraz; se crearon condiciones diferentes para evaluar la información en cada grupo y, posteriormente, ver si los miembros estarían dispuestos a compartirla.

Mientras que al primer grupo se le sugirió leer de manera crítica las noticias, el segundo grupo las leyó y, luego, recibió un chequeo de los datos o fact-checking para conocer la veracidad de la información. Por su parte, el tercer grupo no recibió indicaciones antes o después de conocer el contenido.

Después de someter a las personas participantes a las diferentes condiciones descritas, se determinó que quienes tenían educación no universitaria, residentes de zonas costeras, con un bajo ingreso y más religiosas evaluaron con mayor veracidad las noticias falsas.

Brenes afirma que los resultados de este análisis experimental permiten afirmar que “las desigualdades en el desarrollo humano de la población también se reflejan en capacidades desiguales para detectar la desinformación en una noticia”.

Estas personas necesitan mayor acompañamiento, las personas con más educación o desarrollo humano tienen ciertas habilidades críticas y reflexivas para enfrentarse a la desinformación. Las desigualdades impactan en muchas áreas y esta también es una”, enfatizó el experto.

El análisis determinó además que los miembros del primer grupo, a quienes se les instó a analizar los contenidos de manera crítica, mostraron una menor intención de compartir noticias falsas con cierta veracidad, respecto a la población de los otros dos grupos participantes.

“Parece que el hecho de plantear esa mirada crítica despierta en la gente cierta desconfianza. Es un resultado deseable, por un lado, pero al mismo tiempo preocupa porque podrían no creer en la veracidad de la información oficial”, enfatizó Brenes.

Según el investigador principal de la iniciativa, los resultados evidencian que «tanto la exposición al fact-checking como la evaluación crítica de la desinformación contribuyen a reducir la difusión de contenido desinformativo por vía WhatsApp».

El análisis realizado destaca la responsabilidad de los medios de comunicación para mitigar la propagación de las desinformaciones, así como el papel que desempeña la propia ciudadanía para evaluar el contenido que recibe y comparte con sus grupos cercanos.

“Cada persona tiene poder en el ecosistema comunicativo para compartir o no, hacer fact-checking o no, advertir sobre cierta información o no. Hay gente armada para desinformar y otra con habilidades para deconstruir esa desinformación. Vivimos una guerra de la desinformación y ahora depende de quién gana dando esa batalla”, concluyó el académico.

El estudio experimental busca explicaciones causales

Este estudio experimental se basó en un muestreo por conveniencia, es decir, la población consultada fue elegida entre la totalidad de voluntarios y voluntarias mayores de 18 años que respondieron a una convocatoria de participación abierta y divulgada en la red social Facebook.

La selección de las personas se basó en la aplicación de un cuestionario para determinar cierto conocimiento general en torno al impacto de la pandemia en la realidad nacional. Además, se confirmó que fueran usuarios de la plataforma de mensajería WhatsApp.

Lejos de identificar parámetros generalizables o representativos para toda la población del país, la iniciativa intenta establecer explicaciones causales respecto a la forma en que determinadas situaciones de desinformación impactan a la ciudadanía.

 

Andrea Méndez Montero
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Ley 22163: de emergencia y salvamento cultural (actualización 2021)

En el 2020 se conforma la Red de Emergencia Cultural, que tenía como objetivo primordial la visibilización y atención de la crisis económica y situación de vulnerabilidad del sector cultural y artístico ocasionada por la pandemia.

Entre las acciones que se gestionan para mitigar estos efectos nace la iniciativa de una Ley de Emergencia y Salvamento Cultural, que propone apoyar a las personas trabajadoras del arte y la cultura a minimizar el impacto de la crisis económica ocasionada por la pandemia, debido a la cancelación y reducción de eventos y actividades de esta índole.

Se redacta con la colaboración de los despachos de la diputada Karine Niño del PLN y el el legislador José María Villalta de FA, consecuentemente se presenta ante la Asamblea Legislativa el 20 de agosto del 2020 y se logra un apoyo de 44 diputadas y diputados de las diferentes fracciones políticas, y junto al Ministerio de Cultura se empieza a redactar un texto sustitutivo en consenso.

Ahora bien, el pasado 26 de enero del 2021 la Comisión de Asuntos Económicos dictamina de forma unánime y positiva la ley, y lo que se pretende lograr es el apoyo legislativo para que esta sea puesta en agenda con el fin de que sea votada en plenario. De esta forma se podrá mitigar los efectos de esta crisis en más de 30 mil personas que integran el gremio cultural y artístico.

Compartido en redes digitales.

Iniciativa Compus: FEUCR brinda equipo tecnológico a estudiantes universitarios de todo el país

El estudiante Andrés Roberto Badilla Hernández es parte de la población estudiantil beneficiada con el proyecto Compus FEUCR. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR) apoya a estudiantes de zonas alejadas, que no cuentan con equipo tecnológico para continuar sus estudios de manera virtual, a través de la iniciativa Compus FEUCR.

El proyecto Compus FEUCR se lleva a cabo desde el mes de junio del 2020, con el objetivo de “minimizar los limitantes de acceso a la tecnología para que la población estudiantil pueda continuar con los estudios en la modalidad virtual y permanezca dentro de la universidad” afirmó Ana Catalina Chaves, presidenta de la FEUCR.

Se trata de una iniciativa de préstamo de equipo mediante el cual se beneficia a los y las estudiantes que residen fuera del Gran Área Metropolitana, que forman parte de la población con beca 5, y que hasta este momento no habían recibido apoyo en materia de recurso tecnológico.

Karol Guzmán Araya también recibió apoyo por parte de la FEUCR mediante el prestámo de equipo tecnólogico para continuar con sus estudios en modalidad. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Gracias a este proyecto se han beneficiado a más de 100 estudiantes de varias zonas del país, incluyendo lugares como: San Ramón, Zarcero, Palmares, Ciudad Quesada, Grecia, Venecia de Alajuela, La Fortuna, Río Cuarto, Juan Viñas, Turrialba Centro, Grano de Oro, La Suiza, Jiménez, Cot, Paraíso, Oreamuno, Siquirres, Guápiles, Pococí, Limón Centro, Cocal, Liberia, Santa Cruz, Belén de Carrillo, Pérez Zeledón, San Pablo de León Cortés, San Antonio de Térraba, Buenos Aires, Río Claro de Golfito y Laurel de Corredores.

La iniciativa también cuenta con el apoyo del Centro de Informática, de la sección de Transportes de la Oficina de Servicios Generales, y de la Oficina de Administración Financiera.

Oscar Montoya, funcionario de la Sección de Transportes de la UCR fue el encargado de distribuir las computadoras a los y las estudiantes Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

 

Tatiana Carmona Rizo
Periodista Vicerrectoría de Vida Estudiantil

UNA presenta siete ejes para reactivar integralmente el país

Con el propósito de contribuir con la búsqueda e implementación de acciones públicas que desde el Estado y el sector privado se puedan discutir para encontrar las soluciones necesarias a la crisis actual y a la que se avecina en los próximos años, el Consejo Universitario de la Universidad Nacional (UNA) dio a conocer un conjunto de recomendaciones para la reactivación económica y social del país, en el marco de la pandemia sanitaria del SARS COV 2.

Las iniciativas se presentaron esta mañana en conferencia de prensa, por parte de los investigadores, Pablo Chaverri, Enrique Capella y Rafel Arias. Además de Tomás Marino, presidente del Consejo Universitario y Francisco González, rector de la UNA y actual presidente del Consejo Nacional de Rectores (Conare).

En concreto, la propuesta de reactivación económica para un desarrollo integral “UNA visión con justicia social, equidad y solidaridad” plantea varias recomendaciones en las áreas económica, social, territorial, educativa, artística, cultural, ambiental y de salud. A continuación, un resumen de cada una de ellas.

Economía: Diseñar e implementar una estrategia firme y sostenida de reactivación económica y un agresivo programa de desarrollo de obra pública en infraestructura, tanto física como social, mediante la figura de concesión de obra pública. Entre algunos de los proyectos más importantes se encuentran: el proyecto del tren metropolitano, el fortalecimiento de la infraestructura aeroportuaria, puertos y carreteras regionales, escuelas, colegios, hospitales y clínicas de salud regionales. También, identificar actividades productivas dinámicas con capacidad de crecimiento, articulación y encadenamientos productivos para el desarrollo de clústeres y de otros esquemas territoriales de fomento y atracción a la inversión con encadenamientos productivos, sociales y fiscales.

Social: Los entes rectores y las instituciones que conforman el sector social deben ser garantes de una política social efectiva para la ampliación de las oportunidades de empleo productivo y reducción de la pobreza y desigualdad. Asimismo, es necesario hacer eficiente la coordinación interinstitucional del sector social, principalmente en las regiones y territorios fuera de la GAM, mediante la reducción de las duplicidades o procedimientos que no permiten la flexibilidad de las instituciones, la transparencia y legitimidad de su quehacer, con el fin de mejorar la inversión social y los mecanismos redistributivos de ingresos para reducir la pobreza y la desigualdad.

Territorial: Las posibilidades y oportunidades que el país posee para impulsar un proceso de transformación productiva con carácter territorial son muy amplias, por cuanto se cuenta con una amplia dotación de factores y capacidades competitivas en las distintas regiones, para generar economías de aglomeración en torno a actividades económicas para mejorar los mercados regional, nacional e internacional. En la Gran Área Metropolitana, así como en los demás territorios, se recomienda fortalecer la gobernanza regional con participación ciudadana para una gestión más eficiente y eficaz de los recursos, que permita la oferta y el acceso a bienes y servicios de calidad. En cuanto a recomendaciones sectoriales, se aconseja la identificación de actividades productivas dinamizadoras del desarrollo regional y nacional, que potencien el empleo productivo en las regiones.  Entre estas, se ha identificado el potencial del sector de energías limpias y actividades conexas. Asimismo, el país tiene potencial en actividades de agronegocios, logística de transportes y almacenamiento, desarrollo portuario, turismo diversificado, desarrollo inmobiliario y actividades relacionadas con la bioeconomía, en los distintos territorios.

Educación: En este eje se recomienda replantear la asignación del presupuesto nacional a partir del valor agregado de los distintos sectores económicos. En este caso, se propone partir de la consideración de la educación, el arte y la cultura como actividades con un gran potencial de valor agregado que Costa Rica no ha sabido aprovechar a plenitud. Por lo anterior, se busca realizar una redistribución a partir del valor agregado y la prospectiva de desarrollo futuro del país, que no debe ser entendido sin el papel clave de la educación, el arte y la cultura. A la vez, se recomienda un enfoque de economía positiva que aumente la cobertura de imposición sobre la riqueza, particularmente sobre el gasto suntuario o la posesión onerosa, y no sobre el capital de trabajo ni la renta de consumo, ya que estos dos reactivan la economía.

Arte y cultura: Debe existir una declaratoria nacional, oficial, pública e institucional, mediante una política pública que reconozca la economía naranja como un paradigma orientador y generador de desarrollo, sustentado en un modelo de desarrollo más equitativo e integral en la formación del ser humano. De igual forma, reformar la Ley y Reglamento del Sistema de Banca de Desarrollo, para que este se adapte e incluya de forma explícita, dentro de este marco normativo, el acceso a estos recursos por parte de los emprendimientos artísticos y culturales, así como el acceso al financiamiento para capital de trabajo y al fondo de avales.

Ambiente: El país puede aprovechar la infraestructura física e institucional para desarrollar clusters que articulen actividades agrícolas dinámicas con el suministro de insumos, maquinaria y equipo, transporte y almacenamiento, investigación y mejoramiento de especies y variedades y capacitación técnica, infraestructura de riego y tecnología sostenible de manejo de la comercialización nacional e internacional. A su vez, se deben promover las alianzas público-privadas con protagonismo universitario y de los sectores productivos para desarrollar procesos de enseñanza-aprendizaje, donde se vincule al estudiante con sectores productivos, se fomenten convenios marco entre sectores y se generen proyectos productivos financiados de forma conjunta.

Salud: En este último eje, los expertos de la UNA recomiendan crear impuestos a bebidas azucaradas, comidas rápidas y bebidas alcohólicas para financiar el seguro de salud o programas de prevención y promoción, o de atención primaria, así como potenciar las capacidades productivas del país en la industria médica, ampliando el parque industrial en la fabricación de dispositivos médicos, con investigación y desarrollo de nuevos dispositivos o productos médicos. Aprovechar al máximo las alianzas y convenios internacionales con instituciones globales o regionales, que se suman y potencian a las capacidades existentes, para prevenir las enfermedades y optimizar los costos por tratamientos.

Puede ver documentos completos en: http://bit.ly/Reactivación_EconómicaUNA

El vídeo de la conferencia de prensa en: https://fb.watch/3hgJNBpeDN/

 

Comunicado de prensa de la Universidad Nacional.