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Etiqueta: patriarcado

Femicidios y feminicidios en México, Centroamérica y República Dominicana

En el enlace que compartimos se expone un resumen de los resultados del estudio realizado sobre los feminicidios en la subregión compuesta por México, Centroamérica y República Dominicana. En dicha investigación se muestran los datos sobre en la condición de este tipo de violencia contra las mujeres.

De acuerdo con este estudio, Guatemala es el país con el porcentaje más alto de feminicidios, se menciona que por cada millón de mujeres se producen 42.10 feminicidios, es decir un 28. 74%, mientras que El Salvador representa el 16.72%, Nicaragua el 13.03 %, México el 9.94%, Honduras un 9.80%, Panamá el 9.78%, República Dominicana un 8.76% y Costa Rica un 4.73%

Para ampliar más la discusión sobre este tema se les invita a acceder al artículo completo publicado por la Internacional de los Servicios Públicos.

https://publicservices.international/resources/videos/femicidios-y-feminicidios-en-mxico-centroamrica-y-repblica-dominicana?id=11966&lang=es

Compartido con SURCOS por Óscar Rodríguez León.

Charla: Patriarcado y violencia machista en medios de comunicación

El INAMU, La Costa Rica del Bicentenario y el Colegio de Periodistas y Profesionales en Comunicación de Costa Rica invitan a la charla: “Patriarcado y Violencia Machista en Medios de Comunicación” con la exposición de Alexander Trigueros Rodríguez – Psicólogo, Unidad Para La Igualdad De Género Del Ministerio De Justicia Y Paz.

Día: miércoles 23 de junio
Hora: 4:00 p.m. – 6:00 p.m.

La charla será por modalidad zoom, para inscribirse al evento se debe llenar el formulario que se encuentra en el siguiente enlace: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSf1iJW-o3C8Rh-tewEjPtETtZ3OIrbnV-IGXqlzUpvDYqIXBQ/viewform

 

Compartido con SURCOS por el Colegio de Periodistas de Costa Rica.

Una nueva época

Por Esteban Beltrán Ulate. Profesor

Las contradicciones del capitalismo desencadenan crisis humanas y más recientemente desequilibrios en el entorno natural de escala global. En este escenario emerge como condición necesaria los sacrificios que se revelan connaturales del sistema hegemónico, supresión de: productos elaborados, fuerzas productivas y medios naturales.

Debo reconocer que discrepo de la visión lineal de la historia como progreso, incluso, discrepo de la concepción sobre el capitalismo como sistema que se agota y que tiende inevitablemente a la autodestrucción de manera natural. Considero que el mismo sistema capitalista muta según las condiciones del entorno social, y que se mantiene bajo la lógica moderna de colonialismo, patriarcado, y control epistémico. En esta dinámica los sacrificios del sistema imperante son una condición necesaria del mismo, sin embargo, siendo los grupos vulnerables aquellos que son los “desposeídos-productores” según la pirámide de retención capitalista, a esto debe sumarse el grito de la Tierra como resultado de los sacrificios que atentan contra el equilibrio de la vida.

La pandemia por la COVID-19 desvela los sacrificios que requiere el sistema capitalista en nuestro días, para continuar en funcionamiento. por medio de la pandemia, se ha revelado el sacrificio de productos, fuerzas y medios naturales, siendo las zonas del Sur Global (parafraseando a Boaventura de Sousa Santos) las más vulnerables. La desigualdad internacional de las vacunas es un resultado de la desigualdad internacional instalada en el sentido común neoliberal; lo anterior encuentra eco en la situación que acontece en estos momentos en países que sufren una catástrofe humanitaria como la India.

El capitalismo ingresa a una fase digital, pero sigue funcionando bajo la misma fórmula. Esta fase digital no está enraizada en todo el Planeta, sin embargo, desde las zonas donde lo digital está instalado se configura un modo de operar con aspiración a lo universal, incluso al mundo no digital. Las tensiones entre Centro-Periferia ahora se descubren entre lo Digital-NoDigital, los Vacunados-NoVacunados. Así, con estas líneas invisibles se trazan las nuevas fronteras del mapa mundi de la desigualdad.

Frente a a crisis de las vacunas que es la condición sacrificial del capitalismo en nuestros días, los grupos sociales que empujan la historia hacia una transformación, deben plasmar alternativas desde diversas áreas y dimensiones de la sociedad, sin pretender una respuesta única que atienda a la problemática que es global e histórica. Crear alternativas contra el gobierno, desde el gobierno y desde fuera del gobierno, propiciar alternativas desde los pueblos, desde los ausentes, desde la vida natural misma.

De manera concreta, en el aquí y ahora inmediato, frente al sacrificio planetario que vivimos, los grupos de alternativa en todo el mundo, debemos clamar por liberarnos del “vacunicidio” que afrontamos, nuestra aldea global tiene mecanismos para frenar la aceleración del virus y el incremento de muertes, tiene la posibilidad de convocar a una liberación temporal de patentes de las vacunas contra la COVID-19, tal como lo ha expuesto Stephen Cornish (Médicos sin Fronteras), debate ampliamente expuesto en diferentes países del mundo; como comunidad mundial existe la posibilidad de decirle a las grandes empresas farmacéuticas detengan la retención de ganancias a costas de la vida humana.

De la mano de esta acción en favor de la vida humana, debe encarnarse la adopción de prácticas regionales que permitan resistir a los embates de la pandemia y post-pandemia, en este sentido, los conocimientos populares y autóctonos de las regiones que aún coexisten de manera minimizada en un ambiente mundial capitalista serán necesarios consejeros. La solución no está en retroceder la historia previo al desarrollo del capitalismo, sino en trascender la historia, o para ser más humildes, servir de puentes al nuevo tiempo, donde la esperanza que nos anima, nos inspira a pensar una sociedad planetaria global que conviva en una casa común, donde la naturaleza no sea una pertenencia sino nuestra relación, donde lo patriarcal sea una mínima expresión en desuso, donde el colonialismo sea un relato de libros solamente y donde el capitalismo sea obsoleto frente a nuevas formas, plurales de economías, que permitan una vida digna para todos y todas. La pandemia que afrontamos es una difícil lección que enfrentamos como humanidad, que marcará en conjunto con otros eventos el paso de la humanidad a una nueva época, el futuro lo escribimos ahora.

Chile, ¿Hacia una Verdadera Asamblea Constituyente?

Lic. José A. Amesty R.

El año pasado 2020, escribimos un artículo sobre Chile llamado: “Chile se Encamina Hacia un Nuevo y Profundo Ciclo Político”, donde luego de hacer una breve historia y consecuencias del modelo neoliberal en Chile, nos preguntamos: ¿Hacia dónde va Chile?

En el mencionado artículo recordamos, y ahora lo hacemos igualmente, sobre la Consulta Popular, hacia la redacción de una nueva Constitución para Chile, donde el 78,27% de los ciudadanos que votaron en el Plebiscito, aprobaron iniciar este proceso. Decíamos que sería un proceso largo y tedioso, aunque monumental, desmontar la vieja Constitución de Augusto Pinochet.

La nueva Constitución chilena, será redactada por una Convención Constituyente, compuesta por 155 miembros electos por votación popular, el 11 de abril del 2021.

Estos constituyentes tendrán 9 meses, para presentar un nuevo texto constitucional, pudiendo ser ampliado por 3 meses más, en una sola oportunidad. De esta manera, a mediados de 2022, el país vivirá un nuevo Plebiscito de salida para aprobar o rechazar la nueva Constitución.

Veamos las etapas del Proceso Constituyente, que tiene a Chile en este Momento Histórico:

15 de noviembre de 2019: Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución.

24 de diciembre de 2019: Reforma constitucional que modifica la Constitución vigente para incorporar el itinerario y reglas del proceso constituyente.

29 de marzo de 2020: Presidente convoca, vía decreto, al plebiscito de entrada del 25 de octubre de 2020.

25 de octubre de 2020: Plebiscito en el que se decide si se aprueba o rechaza la idea de una Nueva Constitución; y cuál sería el órgano que la redacte.

11 de abril de 2021: Elección de Convencionales Constituyentes.

Mayo o junio de 2021: Instalación de la Convención Constituyente.

Hasta 9 o 12 meses después: Convención aprueba un nuevo Texto Constitucional.

Aproximadamente 60 días después (agosto de 2022 aproximadamente): Plebiscito para aprobar o rechazar nueva Constitución.

Ya estamos a pocos días de celebrarse este paso histórico en la vida política de Chile. Aunque al momento de estar redactando este artículo, surge la eventualidad, que ante la ola de contagios de la Covid-19, que llega a niveles inéditos en toda la pandemia en Chile, el presidente Sebastián Piñera, presentará una reforma constitucional para que se lleven a cabo el 15 y 16 de mayo, la que necesita de los votos de dos tercios del Parlamento. La oposición, sin embargo, anunció que exigirá al Ejecutivo nuevas medidas sanitarias y de ayuda económica, a cambio de respaldar la medida en el Congreso. Veremos que sucede…

No obstante, la anterior eventualidad, deseamos compartir algunos elementos de tan importante hecho político para la institucionalidad y para la nacionalidad chilena.

  1. Lo cierto es que desde que se propuso la fecha del 11 de abril 2021, para la Elección de los Constituyentistas redactores del nuevo texto Constitucional, no ha habido mucha atención periodística y/o comunicacional de tal evento, por lo menos en América Latina, no sabemos si al interior del país. Dejamos esta inquietud-pregunta para su reflexión…
  2. Algunos sectores del país, señalan que en verdad en Chile no se está en un Proceso Constituyente, que no hay una Asamblea Constituyente, ya que lo “acordado” por los partidos políticos de derecha e izquierda, es celebrar una Convención Constitucional. Agregándose además, que la dicha Convención Constitucional, aprobará la nueva Constitucional con el quorum de dos tercios, que deja en entredicho la verdadera soberanía popular de la Convención.

Parece ser una traición al pueblo chileno, quien demanda una Asamblea Constituyente, con todas las potestades para redactar y someter a votación popular (apoyo masivo de un pueblo), un asunto de especial importancia para la Nación, como lo es una Constitución nueva.

Ojalá, este 11 de abril, preferentemente, le toque al pueblo chileno, iniciar y decidir su destino al escribir con su mano, con verdaderos redactores del pueblo, la primera Constitución democrática de la historia de Chile.

  1. Otro acuerdo entre las partes fue que el texto Constitucional, será escrito sin amarras a la actual Constitución; es decir que, en ausencia de acuerdos sobre algún punto, no se mantendrá el articulado del texto actual. Sin embargo, la condicionante de la derecha, para ceder dicho punto fue establecer como límites el respeto a la definición de Chile, como una República democrática, el respeto a los DDHH, a todos los tratados internacionales suscritos y a las sentencias judiciales ya ejecutoriadas.

Cosa que ha significado un punto de conflicto, toda vez que pone en cuestión el alcance soberano del proceso.

  1. Otros cambios u “acuerdos” han sido: dada la presión del feminismo, se incorporó la paridad de las y los constituyentes; se encuentran en debate los escaños reservados para los pueblos originarios y se flexibilizaron los requisitos para la participación de independientes en el proceso, pues el modelo de elección replica la elección de congresistas, que favorece la electibilidad de los partidos políticos.

¿Qué está en Juego en el Proceso Constituyente?

Primero, no se trata del cambio de un texto constitucional por otro, sino de la construcción de una Constitución con implicaciones materiales, tanto en relación a la sociedad actual de Chile, como en relación a los alcances de los cambios: la posibilidad de cambiar la orientación neoliberal del modelo actual, de superar ese orden político, social y económico nefasto.

Segundo, debe ser la oportunidad para abrir un proceso de transformaciones, que exceda al propio debate del texto. Las expectativas sociales son altas y, para no acumular frustración social, las fuerzas de cambio enfrentan el desafío de compatibilizar medidas de corto plazo, que tengan implicaciones materiales inmediatas, con cambios estructurales que excedan el propio debate constitucional.

Temas y/o Cambios de la Constitución Actual

  1. ¿Qué país se desea diseñar?
  2. ¿Que significa un nuevo Pacto Social?
  3. Discutir nuevamente la Regla Fiscal.
  4. Lo exclusivo del Ejecutivo en temas como el Presupuesto.
  5. La Independencia del Banco Central.
  6. Soluciones para 30 años de desigualdad económica-social.
  7. Una de las grandes demandas es la necesidad de redefinir la noción patriarcal, colonial y hetero normativa de familia, heredada históricamente de las constituciones autoritarias, que se han impuesto al país desde 1833 en adelante, y que ha sido una fuente de discriminación, exclusión y persecución a importantes sectores de la sociedad.

En definitiva, la discusión constituyente en Chile está abierta, por lo que la manera cómo se definirán a las familias democráticamente, es quizás unos de los puntos más importantes que se tienen que dar, ya que muestra cómo nos vemos a nosotros/as mismos realmente, y no como la elite conservadora ha querido que nos veamos por siglos.

Entonces, para que pueda significar la apertura de un proceso de transformaciones sociales profundas, el debate, y la acción, deberán exceder el plano institucional y reconducirlo hacia los diversos sectores populares.

Desde la calle, Chile debe comenzar a reescribir su historia, dejando en el basurero de su historia a los Pinochet, los Lagos, los Bachelet, los Piñera y otros tantos.

 

Imagen: Diario Jurídico.

Onvrez de fe y el derecho a decidir o de cómo la psicosis se disfraza de neurosis política

Escrito por Roberto Acuña

Inicialmente, pensaba utilizar el sustantivo Hombre, en mayúscula, porque de esta forma se representan, en sus cabezas, aquellos preocupados por la calidad vital del mundo, la reproducción del H. sapiens y, ciertamente, el mantenimiento de las costumbres más valiosas para la sociedad… patriarcal. Tal vez así, cediéndoles ese tratamiento artificioso, quienes se sintieran Hombres podrían siquiera entender que este artículo intenta entablar una conversación con ellos. Sin embargo, probablemente, del titular no pasen, así que, utilizaré esa categoría que los movimientos feministas han elaborado para referirse a ese colectivo abstracto, con límites difusos y a veces con alcance universal, es decir, la de onvre. Esta categoría, cuya intención es desvelar/satirizar la realidad del mundo imaginario que los contingentes de alfas y omegas han ideado para sí mismos, y han plasmado en las Leyes y las Culturas, no es para nada gratuita. Desde este entendido, en todos los estratos institucionales y en todas las estructuras de poder hay onvrez, redes de onvrez, incapaces de ceder a la construcción imaginaria y material que les ha asegurado, históricamente, el poder y la reproducción de sus delusiones.

Ahora bien, no es mi intención aquí profundizar en la tipología de masculinidades y, por ende, por asociación, en los significantes masculinos asociados, generalmente, a los hombres en su pluralidad, porque primero (1) la categoría de ‘hombre’ en la actualidad presenta muchas encarnaciones que no se pueden reducir a un sujeto con pene y (2) el ‘ser hombre’ es por sí mismo una abstracción del poder que en la práctica puede revertirse o potenciarse. Así, mi interés es hablar de un perfil peligroso de Hombre que ha ido tomando fuerza geopolíticamente en las Américas, y, donde Costa Rica, por más excepcionalista que sea, no es una excepción: el onvre de fe. Esto enmarcado, también, en un debate que, si por la víspera se saca el día, los partidos neopentecostales y fundamentalistas utilizarán para ganar almas y votos en las próximas elecciones nacionales: la iniciativa popular del aborto legal, seguro y gratuito.

Los onvrez de fe, criados Hombres, y consolidados como tales por su hegemonía totalizante, son aquellos que presentan las siguientes características agentivas: (1) instrumentalizan las creencias de las personas para inmiscuir sus ideales eugenésicos y biopolíticos; (2) creen oportunistamente en el modelo tradicional de la familia, donde la mujer es una incubadora y reproductora de la simiente, y el Hombre es un baluarte de la sostenibilidad institucional; (3) vehiculizan la palabra del Dios Padre y la interpretan según una hermenéutica que favorezca la multiplicación del capital material y simbólico adueñado, naturalmente, por quien porta pene y tiene el “don” seminal de las gentes; (4) encubren, perspicazmente, delitos y corrupciones de sus redes espirituales porque, a la larga, no son tan espirituales ni tan perspicaces, más bien cínicos y fascistas; y  (5), aunque se podrían enumerar tantas características como falacias en sus discursos y acciones, tienen como objetivo, estratégico y final, asegurar, por todos los medios y niveles, que el útero continúe siendo un lugar donde la Iglesia y el Estado, compenetrados, tengan la última palabra, es decir, la prohibición.

El onvre de fe concibe el género como una ideología postmodernista —para él esto es de calidad risible, pues no puede dimensionar el desplazamiento del Hombre como molde de toda la estructura existencial— organizada por ‘feminazis’; o, en sus propios términos burlescos, porque de discusiones argumentativas y horizontales no conoce, pues solo utiliza la invectiva y la parodia misógina para elucubrar, como una invención de las agendas LGBT y ‘comunistas’ para asegurar la no reproducción de hombrecitos y mujercitas para sus proyectos tradicionales. Esta es la concepción más sofisticada. Sin embargo, concepciones hay muchas, y no necesariamente son planificadas y estructuradas, otras son discretas, mentales e inerciales, histórica y culturalmente; tal como, por ejemplo, el onvre que en redes sociales afirma que el aborto no es un derecho y que quienes promueven tal abominación son grupos de ‘aborteras’, o también quien afirma, vehementemente, que ojalá que Dios reprenda al Diablo, quien posiciona estos temas. Por su parte, no debemos olvidar que la jerarquía de los onvrez opera a partir de la dominación y la subordinación de otros onvrez, incapaces de vislumbrar las tácticas de dominación de las cuales son operarios pero al mismo tiempo víctimas. Probablemente, estos últimos sean onvrez de fe que suscriben las características anteriormente prescritas, pero: ¿por qué los onvrez de fe se resisten a perder o favorecer la pérdida del poder sobre la capacidad reproductiva de las mujeres o los cuerpos con útero?

Ciertamente, y esto ha sido formalmente estudiado e investigado por las investigadoras feministas[1], el Onvre ha construido históricamente en el útero un sistema biopolítico y eugenésico para la reproducción de la simiente y el derecho del Padre sobre su descendencia; y esto último no se agota en temas de paternidad o corresponsabilidad paterna, sino, más bien, atraviesa el patrimonio y el poder en las comunidades humanas, principalmente aquellas confesas y clericales. Paralelamente, sobre estas estructuras, también, ha arreglado un conjunto de códigos morales para asegurar que las costumbres también recaigan sobre el útero de las mujeres y los cuerpos matriciales; de manera que, toda mujer o persona gestante que quiera ejercer poder en su propio cuerpo para decidir sobre su vida sea atrapada en un acto contra la moral, las buenas costumbres y, ciertamente, contra el Estado y la familia. Para el Onvre, el derecho del esperma se antepone ante la valoración de la vida de las mujeres y quienes tengan matriz, no es casualidad que un feto, signo victorioso de la fecundación del esperma sobre ese territorio político que es el óvulo, sea tan importante para los grupos pro-aborto clandestino, potencialmente pro-femicidas y fascistas.

En este marco, los Onvrez han hecho de una psicosis política, actual e históricamente, una política y discusión de Estado. Desean, obsesivamente, que entendamos esa psicosis como una neurosis por el bienestar anímico de la ciudadanía (que en realidad es el bienestar patrimonial de los Hombres); se devanan los sesos pensando cómo comunicar evasivamente esa finalidad de sus palabras y acciones: inventan artificios discursivos, partidos políticos, canciones, oraciones, datos estadísticos, marchas, películas, muñecos, performances, publicaciones en redes sociales, anuncios, y hasta son capaces de representar una intermediación divina, gradualmente heredera del absolutismo monárquico, de los intereses de ese Dios tan lejano y egoísta que hasta ellos mismos burlan. Ciertamente, los onvrez son peligrosos, pero al mismo tiempo son muy evidentes en sus construcciones imaginarias; su único interés es asegurarse poder político y económico, de la forma más efectiva e incandescente: manipulando la fe de las personas.

En ellos, la psicosis de la realidad y su apalabramiento está motivada en estructuras institucionales y mentales que permean y movilizan a muchas personas. Los onvrez de fe son potenciales promotores de máximas coloniales; no es casualidad que quienes sean pro-aborto clandestino también tengan una agenda muy delimitada en cuanto a las discusiones étnicas o en relación con la realidad etnodemográfica de las tasas de natalidad y adopción en Costa Rica. No es el interés de los onvrez el bienestar superior de la niñez ni su cuidado, es en cambio la extensión de sus paradojas institucionales y de la concepción del Estado como un Padre que cobija a quien lo merezca por obediencia y alineación. El Estado hermanado, ciertamente, de los intereses corporativos y transnacionales: ahora, ya no importa el desempleo o el hambre, la realización de las personas y su futuro, lo que interesa es estratificar bien a las personas, darles un valor y estatus según su procedencia y nivel de adherencia a sus lugares en la pirámide social. El Estado de los Onvrez es un enigma que solo se fragua con la globalización, la transnacionalización y la adueñación de la vida y el cuerpo de las personas, pero también de la dominación de sus creencias y sus espiritualidades.

En fin, los onvrez de fe seguirán consolidando redes de estrategia, formación y producción política. Asegurarán bases que resuenen y repitan memorísticamente ideologías psicóticas con dosis de neurosis política para evidenciar una preocupación que nunca ha sido auténtica ni real: el bienestar social. La única y siempre presente majadería es la manutención del poder sobre el cuerpo de las mujeres, los cuerpos con úteros, y de toda aquella persona que represente una afrenta contra el fundamentalismo neopentecostal, pero también cristiano. Todos los onvrez son antiderechos, pero no todos los antiderechos son onvrez: también hay mujeres y hombres que desde sus disidencias no aportan a los debates feministas ni tampoco favorecen atmósferas de movilización.

Para aquellos hombres que quieran renunciar y desligarse de estas prácticas, o personas con significantes masculinos, a continuación, una posible orientación para navegar estos tiempos venideros:

  • Investigue de teoría feminista de calidad, es decir, toda aquella que se desprenda de las vivencias de quienes producen desde ese lugar. Lea, pero también escuche y tome nota.
  • Infórmese sobre colectivas que tengan por consigna los derechos de las mujeres. Informarse pasa por un proceso de concientización, no es algo aislado, debe encontrar motivación para empatizar y entender. Por ejemplo, puede leer contenido de Aborto Legal Costa Rica (@abortolegalcostarica) en Facebook, y firmar la iniciativa popular para que sea proyecto de ley en la Asamblea Legislativa.
  • Concientice a sus redes más próximas, de iguales, sobre la importancia de priorizar políticamente el derecho a decidir.
  • No emita comentarios o críticas que desplacen o deslegitimen la vivencia de quienes tienen útero ni sus luchas, por más informado o consciente que sea usted de la situación, desde su lugar de privilegio.
  • Comprenda que el aborto es un tema que pasa por el cuerpo de las mujeres y de quienes tengan útero; si usted no tiene útero, por tanto, no tiene autoridad para establecer el hacer, el pensar, el saber o el vivir de quienes sí lo tienen; dicho esto, su tarea es respaldar en calidad ciudadana una lucha civil por un derecho humano.
  • ¡Renuncie a sus privilegios!

Bien podríamos decir, en tono beauvoriano: “No se nace onvre, se deviene”, y, de tal forma, se debe evitar. Una amiga transfeminista, segura de su pensamiento, al mostrarle este escrito me dijo que, a pesar de que el uso de la categoría onvre le da un giro a la forma en la que los hombres han desplazado, nombrado y desnombrado a las feministas y sus luchas desde la mismidad, es importante no utilizarla en sustitución de la categoría de hombre, pues su consecuencia sería naturalizar esencialmente un destino biológico y político que, de por sí, en la actualidad, está cada vez más en crisis por las demandas y las exigencias que los sectores feministas hacen al contingente de hombres. En todo caso, la pregunta siempre es la misma: ¿cómo construir una forma de ser y vivir con cuerpo sexuado masculino que renuncie a los privilegios históricos de su constitución cultural y jurídica?

[1] Léase fundamentalmente a Gayle Rubin, Gerda Lerner, Mithu Sanyal, Kate Millet, Rita Segato, entre otras.  

Imagen: https://malvestida.com/2020/08/onvre-significado-que-es/

Patrimonio / patriarcado

Dr. Pablo Bonilla Elizondo. 10 de marzo del 2021

No es casualidad que la raíz de la palabra patrimonio sea la misma que la de patriarcado.

Ya lo decía Walter Benjamin, en la introducción a La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica (2012) nociones heredadas (y añado rancias) de las artes como “genio” “legado” y “valor de eternidad” son comúnmente instrumentalizadas por el fascismo y las ideologías dominantes.

Esto lo demuestran la mayoría de monumentos conmemorativos y la arquitectura patrimonial, que, aunque se supone cumplen la función de guardar “la memoria nacional” o hacer presente relatos o valores que como sociedad requerimos para constantemente repensarnos, en cambio se levantan incuestionables e irreflexivos, siendo las más de las veces producto de decisiones políticas unilaterales, con nula participación ciudadana y escaso criterio profesional o técnico.

Todos esos dispositivos situados arbitrariamente en el espacio público y sacralizados, en realidad tienen una función muy distinta: legitiman un poder, un relato histórico o una cultura de clase. Más cuando vemos como el poder político o económico los utiliza como arma arrojadiza para desviar y deslegitimar los reclamos necesarios y justos de las manifestaciones del 8 de marzo. Bajo el pretexto de la defensa del patrimonio en realidad se defiende una hegemonía patriarcal, se exculpa una deuda histórica del estado por la equidad y de la responsabilidad institucional por violencia y asesinatos que tienen una causa estructural.

Es claro que la mayoría de esos “indignados” que replica esa instrumentalización patriarcal (desde los que se sitúan en la sombrita del poder, hasta los robots de redes sociales) no les interesa la memoria, el carácter intangible de lo patrimonial, por eso lo instrumentalizan dañándolo aún más que un grafiti que se borra en una mañana.

Pero, además, nadie se indigna por la mala gestión del mismo ni por los anuales recortes al sector cultura ni la precarización de los y las artistas, menos porque se roben las placas de monumentos o los orinemos “los maes”.

Mucho menos les interesa preguntarse por la naturaleza del patrimonio y llegar a la raíz del asunto: ¿Quién lo puso ahí? ¿qué representa? ¿qué valores transmite? ¿por qué debemos mantenerlo? En países con pasados dictatoriales estas preguntas han sido urgentes y han desembocado en una consecuente remoción de muchos “legados”, en realidad símbolos de opresión. También lo hemos visto de forma reciente en las reivindicaciones raciales en toda América. Esos monumentos, las más de las veces se constituyen en símbolos déspotas de una violencia sistemática reacia a exprimirse: ha sido necesario el enojo para señalar su presencia.

Aquí, en el nuestro país, no ajenos a pasajes oscuros en nuestra historia, esas preguntas no se hacen y hemos presenciado sin alterarnos, al contrario, como se sepulta la acción valiente de los y las estudiantes que se levantaron en contra de la dictadura de Tinoco con un ocurrente y especulativo Barrio Chino. Vemos como Diputados de la República legitiman el fascismo de León Cortés filmándose orgullosos a sus pies o la inoperancia de un Ministerio de Cultura que no le preocupa que un monumento a Vázquez de Coronado se levante a escasos metros de sus instalaciones…. incluso la ministra le dejó flores a Isabel la Católica el 12 de octubre de espalda a nuestras culturas prehispánicas.

Lo cual me hace pensar que en realidad no molesta el daño al patrimonio, les molesta el mensaje subrayado en su justo emplazamiento: en la apropiación de estos dispositivos simbólicos que hace de ese necesario e inevitable reclamo una evidencia contundente de las raíces patriarcales de nuestra sociedad y las deudas históricas del estado.

La defensa de la patria y la búsqueda por silenciar las reivindicaciones coinciden bajo interés muy claro de perpetuar un dominio, un colonialismo interno que encuentra un justo desafío en la deconstrucción de sus símbolos.

Dr. Pablo Bonilla Elizondo.
Doctor Cum Laude en Arte: Producción e Investigación de la Universidad Politécnica de Valencia. Profesor e investigador de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica en las áreas de arte público, semiótica y teoría del arte.

Referencias.

Benjamin, W. (2012). La obra de arte en la época de su reproducción técnica. En Obras Libro /vol 2. Madrid: Abada Editores.

Imágenes: compartidas en redes digitales.

Mujeres indígenas y recuperadoras de tierras

Isabel Ducca Durán

¿Cómo es la vida de las mujeres indígenas recuperadoras de tierras?

La situación nos lleva, necesariamente, a establecer un panorama muy doloroso, pues no se puede olvidar que nacen con dos condiciones preestablecidas, estructuralmente, para la opresión.

La primera se refiere a ser mujer en una sociedad patriarcal. La culpa nos recibe con los brazos abiertos para acunarnos como “pecadoras”, responsables de la perdición del varón y la expulsión del “paraíso”. Solo para nombrar el baño bautismal, sin profundizar en todos los viacrucis por los que atravesamos o atraviesan, sobre todo, las mujeres pobres.

La segunda señala a su origen étnico. Ni siquiera se les preguntó si querían ser llamadas indias o indígenas. Así recibieron el segundo bautismo por el “insigne” varón que, en un desvarío histórico, creyó llegar a las “Indias”. Una herencia colonial y racista les cae encima por pertenecer a su población.

Elides Rivera, territorio indígena Térraba.

A esas determinaciones hay que sumar la decisión dejar de jugar el papel asignado por la historia occidental y convertirse en sujetas de su propia vida, para reclamar lo que legítimamente les pertenece: la tierra donde vivieron y murieron sus antepasados. Entonces, las herencias patriarcales, coloniales y racistas se multiplican cotidianamente para vivir bajo amenazas de muerte, violación, insultos denigrantes, el acoso y el terror constante causado por terratenientes y sus colaboradores que operan y matan con impunidad total. Es cosa de todos los días que les quemen sus viviendas, les destruyan sus cosechas o el PANI amenace con quitarles los hijos por tenerlos con ellas en una recuperación.

Su realidad es cada vez más cruel. No podemos retomar la voz de todas ellas. Presentamos aquí una voz muy significativa, la de una lideresa:

Doris Ríos Ríos

Indígena cabécar del territorio de China Kichá. Ella nos cuenta que este territorio fue reconocido como territorio indígena en 1957; derogado, después, en 1982, por un decreto ejecutivo; en el 2001, fue establecido nuevamente como territorio. En 1957, el territorio era de 7000 hectáreas; en el 2001, la extensión reconocida fue de 1100 hectáreas. En veinte y ocho años, fueron despojados, aproximadamente, de casi 6000 hectáreas.

Es una mujer joven, a las herencias señaladas más arriba, se agrega haber nacido y crecido en medio de la memoria de un gran despojo. ¡Otro de los tantos que su población ha sufrido!

En el 2018, iniciaron la lucha por la recuperación de sus tierras. Para la población indígena, recuperar la tierra no es adquirir una propiedad. La lucha integra la tierra, la cultura y la espiritualidad. Son componentes de un todo:

“El delito nuestro, como pueblo, es por nuestra Madre Tierra. Desde el 2018 hasta el 2020, se han recuperado cinco fincas. La primera recuperación fue de doce hectáreas, la segunda fue más grande de 350 hectáreas. Hay una diferencia desde el 2018 hasta el 2020, porque, en este momento tan difícil del COVID, no se sabe qué hubiera pasado si nosotros, como pueblo, no hubiéramos hecho estas recuperaciones de tierra; ahorita lo que nos garantiza que nuestros hijos tengan algo, en la mesa, que comer, porque estas tierras las hemos puesto a trabajar, a cultivar. Ahora tenemos arrocito, frijoles, todo lo básico, porque el gobierno si no nos ha resuelto la tierra, tampoco nos ha asegurado lo más básico como es la seguridad alimentaria”.

Cuando inician la lucha, descubren otro país:

“Esta lucha nos ha traído vivencias reales. Uno piensa que la colonización fue hace quinientos años. Pero, esto, nos vuelve a la realidad de que simplemente se ha maquillado, que esa colonización sigue existiendo. El racismo a esta altura es igual. El 7 de marzo de este año tuvimos un ataque directo al territorio, porque todo el territorio fue atacado. Se quemaron casas de personas, se quemaron cultivos; hubo ataque con químicos, como que nos quisieron matar. El presidente de nuestra asociación fue agredido feamente la semana pasada. Estamos asediados a cada momento con insultos, con amenazas. Pareciera mentira, pero es verdad que, a cada momento, estamos recibiendo amenazas de que nos van a agredir. Hace como quince días nos quemaron una casa importante, un rancho importante para nuestra cultura, porque es de celebración espiritual. Nos había costado demasiado construirlo y no tenía ni una semana de construido y nos lo quemaron. Eso nos dice que estamos haciendo algo que es importante para nosotros. Es nuestro derecho, nuestra reivindicación como pueblos indígenas. Es hora de que los pueblos indígenas perdamos el miedo y no nos dé miedo por las amenazas.

Sergio Rojas fue una semilla que brotó aquí en China Kichá y que se está multiplicando en esta lucha. Ese es el camino a seguir.

Hemos tenido dos desalojos seguidos en China Kichá; eso nos dice que tenemos un sistema violentador; un Estado corrupto donde los pueblos indígenas no tienen acceso a la justicia.

Yo solo quiero decirle al pueblo de Costa Rica que nuestro delito simplemente es pelear por algo que es nuestro, por una vida digna, por una vida llena de justicia, que nuestra población, nuestros hijos, nuestra juventud, nuestros mayores tengan esa vida digna a que todos los seres humanos tienen derecho.

China Kichá, hace algunos años, estaba a punto de desaparecer, si seguimos callando como pueblo. Nosotros amamos nuestra forma de ser, nuestra práctica. Nuestra identidad es nuestra tierra, porque de ahí se asienta nuestra existencia; se asienta nuestra sobrevivencia como pueblo.

Nosotros lo que pedimos es que se nos respete. Que se nos dé ese respeto que nos merecemos.[i]

La entrevista fue del 9 de noviembre del año 2020. A la fecha, continúan las amenazas y las agresiones en todos los territorios. El 2 de marzo a las 5.32 p. m. circuló un comunicado de prensa del Li Uroteca Maleku Marama para denunciar las acciones de usurpadores. Un audio de una mujer indígena señala el mismo tipo de acciones en Guatuso, al otro extremo del país. El 6 de marzo hubo una alerta. Las recuperaciones Kono Jú y Yuwi Senagló, en el territorio Cabécar de China Kichá, fueron incendiadas.

¡Con el gobierno del Bicentenario, día con día, nuestro país retrocede, a pasos agigantados, a situaciones aberrantes de la colonia!

Mariana Delgado, territorio indígena de Salitre.

[i] El testimonio completo puede consultarse en: Sra. Doris Ríos, lideresa indígena de la Comunidad Cabécar de China Kichá – Costa Rica. Videoteca CFPTE-UTN

También se puede conocer tres testimonios muy desgarradores de ella y otras dos lideresas indígenas en: Foro: Las recuperaciones indígenas del territorio: la experiencia desde los pueblos en el 2020

Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo. UNED. https://www.facebook.com/watch/live/?v=166727131833053&ref=watch_permalink

 

Foto de cabecera: Doris Ríos, territorio cabécar de China Kichá.

#8M2021 ¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!

8 de marzo de 2021 – Día de las Mujerxs Trabajadoras – Llamado de Acción Global de La Vía Campesina

(Harare 25 de febrero 2021)

Este 8 de marzo 2021, articuladxs en nuestra diversidad, y en una sola voz, afirmamos ¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!, a la vez que resaltamos el rol fundamental de las mujerxs del campo, y del campesinado en su conjunto, como primera línea en la producción de alimentos agroecológicos y saludables que sustentan la vida, y representan entre el 60 y el 70% de la producción mundial.

Al cumplirse 25 años de la construcción colectiva de la Soberanía Alimentaria, ésta es nuestra vía concreta y sostenible frente a las distintas crisis que hoy vivimos, necesitamos acabar con la violencia sistémicamente del capitalismo y del patriarcado, que hoy vulneran principalmente los derechos de las mujerxs, diversidades, de la niñez, y la clase trabajadora, excluyéndolos incluso, del acceso público y gratuito a una vacuna, que debería ser considerada así como la alimentación un derecho humano. Tal como lo defendemos en nuestro llamado internacional ¡Por el Derecho a la Salud pública y gratuita para todas las poblaciones!

En el mundo el rol político, social y económico de las mujerxs es vital, más aún en medio de esta pandemia, y seguimos recibiendo salarios más bajos, estamos en la informalidad, precarizadas, explotadas, somos migrantes, madres solteras, trabajadoras agrícolas, pescadoras, pastoras, que tenemos menor acceso a la tierra, a la tecnología, y a políticas públicas de salud, protección contra la violencia, educación y cultura. El mayor obstáculo al que nos enfrentamos en el campo es la falta de acceso a medios de producción como la tierra. En el mercado, las mujeres apenas poseemos el 1% de las tierras y aun así tenemos el reto de seguir garantizando la alimentación y cuidado de comunidades, familias y del mundo en condiciones de desigualdad política, económica y social.

En ese sentido, en esta jornada también exigimos a los Estados implementar la Declaración de la ONU sobre Derechos Campesinos y de otras personas que trabajan en zonas rurales (UNDROP, por sus siglas en inglés). Donde se reconoce a las mujeres y al campesinado como «sujetxs de derecho. Esta Declaración de las Naciones Unidas es un instrumento estratégico para fortalecer las luchas y propuestas de los movimientos rurales. Además, sienta una jurisprudencia y una perspectiva jurídica internacional para orientar la legislación y las políticas públicas en todos los niveles institucionales en beneficio de quienes alimentan al mundo.

El modelo del agronegocio imperante está estandarizado por el poder económico de la agroindustria, son las grandes corporaciones multinacionales las que controlan que se va a producir, qué comemos, cuánto comemos y el precio de lo que comemos, hacen lobbys con gobiernos, e incluso con organismos multilaterales, tal como hemos venido denunciando con la Cumbre de la Alimentación organizada por la FAO para este año, y cuyo objetivo es seguir acaparando aún más el mercado de la alimentación. Esta dinámica genera altas ganancias para las corporaciones, y costos gravísimos para la salud de las sociedades y del planeta.

A lo largo de la historia las mujerxs luchamos por ser sujetas de transformaciones, de movilización y concientización, es así que como La Vía Campesina saludamos todas las luchas y compañeras que resisten en la India, Colombia, Chile, Venezuela, Cuba, Kurdistán, Palestina, las zapatistas, las mujeres diversas organizadas en la Marcha Mundial de Mujeres y otras redes amigas, que están participando activamente de los cambios que precisan nuestras sociedades, por justicia y dignidad para las mayorías.

Movilízate:

Este 8 de marzo, como cada Día de las Mujeres trabajadoras, llamamos a nuestras organizaciones miembros, aliados y amigxs a conspirar desde todos los espacios donde estemos, en nuestras comunidades, calles, plazas, mercados, escuelas y trabajos, cuidando de la vida, sigamos denunciando y movilizando conciencias, presionando para que los estados se comprometan con las luchas históricas de las mujerxs de los campos y las ciudades.

¡Contra el virus del patriarcado y el capitalismo, la vacuna del feminismo y la solidaridad!

Envíen sus comunicados, fotografías, videos a lvcweb@viacampesina.org.

¡Amplifica nuestra voz, reproduce y comparte nuestros materiales!

Para descargar afiche oficial 2021 y materiales de comunicación para redes sociales, también puedes hacer tu afiche en tu lengua local encontrarás una versión en blanco, todo disponible aquí.

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Comunidades se preparan para un #25N con perspectiva comunitaria

Las comunidades de todo el país se preparan con una agenda llena de actividades en el marco del #25N – Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el próximo miércoles y siguientes días de noviembre. 

Los colectivos comunitarios y las redes locales llevarán a cabo conversatorios, talleres, paneles, presentaciones artísticas, movilizaciones, marchas y campañas informativas en las calles y en modalidad virtual. 

En Guápiles, Puntarenas y Cóbano habrá marchas organizadas por Colectiva Hijas de la lluvia y organizaciones comunitarias de Cóbano, respectivamente; en Ciudad Neilly habrá una movilización organizada por Todas somos UNA CR; mientras que la Unidad de Género de Cañas realizará una marcha virtual. 

La Alianza de Mujeres Costarricenses realizará durante todo el día plantones de resistencia patriarcal en comunidades de todo el país, y plantones feministas de resistencia antipatriarcal en Coto Brus, La Suiza, Sardinal, Barranca, San Isidro de Peñas Blancas, Palmares, Naranjo, Sarchí y San Ramón.  

Los conversatorios y talleres virtuales tratarán temas como los mitos del amor romántico (organiza Redes locales de Paquera y Cóbano), violencia en el noviazgo (organiza Red local de Prevención de la Violencia de Cartago), derecho a la vida sin violencia (organizan redes locales de prevención de Región Huetar Norte junto al Instituto Nacional de la Mujer) y un conversatorio dirigido a niñas y adolescentes en Nicoya. 

Entre otras actividades por realizarse el próximo 25 de noviembre destaca la campaña informativa de la Red local de Prevención de la Violencia de Paraíso, un cine foro sobre violencia de género (organizan las redes locales de prevención de Guanacaste), proyección virtual de danza sobre femicidios (organiza Red local de Prevención de Violencia de Garabito) y un recorrido histórico virtual sobre la eliminación de la violencia contra la mujer en el marco del COVID-19 (organiza Red local de Prevención de Violencia de Heredia). 

Durante todo el mes de noviembre las comunidades han llevado a cabo actividades en torno a la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer, entre ellas charlas sobre acoso callejero, distribución de información e incluso las redes locales de prevención de Región Huetar Norte divulgaron infografías con la situación de violencia en el cantón Los Chiles. 

SURCOS realizará una cobertura colaborativa del #25N gracias a las comunidades y los colectivos locales. 

Los detalles de las actividades podrá visualizarlos a continuación:

Reflexión sobre el estallido social

Alexis Rodríguez B.

Partimos de un mundo capitalista, patriarcal, colonialista y antropocéntrico. Estos conceptos encierran las prácticas más nocivas para la vida; vida en la que no se permite soñar, porque todo sueño está atravesado por la explotación laboral, por sistemas educativos punitivos, por la violencia estatal y una ecología decadente.

Aún se conservan pueblos que por su legado ancestral o por lucha y resistencia política, mantienen prácticas inspiradas en la solidaridad, en el respeto a la Tierra y por una vida digna. Estos grupos, con pensamiento de caracol, constantemente vuelven su mirada atrás, para reflexionar sobre sus acciones y poder crecer, mejorando su convivencia. Esto en contraposición con la visión unidireccional que promueve el mal llamado progreso neoliberal.

Un abrazo a les Zapatistas, a los pueblos aborígenes y a todas las organizaciones alrededor del planeta, que sostienen una vida desacelerada, armoniosa y que inspira a todes quienes sufrimos el egocentrismo occidental.

Con los pies en una tierra actualmente conocida como Costa Rica, delimitada por fronteras ficticias e inspirada por un proyecto político con espíritu mercantil, manchado con sangra de aborígenes asesinades por genocidas como Cristóbal Colón y que ingenuamente se hace llamar un país de paz, se hace esta reflexión al calor de una coyuntura política crítica.

Las consideraciones expuestas en los párrafos anteriores, son herramientas con las que se puede analizar el estallido social que estamos viviendo, ya que a pesar de que las consignas que exigen les manifestantes son muy específicas, lo que muestran es que el deterioro de las condiciones de vida es un problema estructural, es un sistema que por más reformas que se le apliquen, no es capaz de suministrar lo necesario para que se cubran las necesidades básicas. Esto es, porque, aunque en muchos discursos políticos quieran hacer creer lo contrario, a este sistema no le importa crear condiciones para una vida digna, lo que le importa es crear riqueza y distribuirla inequitativamente en pocas manos. Para cerrar este párrafo es importante mencionar que cuando se dice sistema, no es de manera abstracta, este sistema tiene caras, nombres: son aquellas personas que ostentan el poder desde posiciones privilegiadas en puestos gubernamentales, empresariales y en la milicia. Contra estas personas es que se lucha, para derribarles.

El caos precede a la creación. Esta es una oportunidad para alimentar discusiones que nos dirijan a un mejor mañana, para que las exigencias no solo sean por reformas que ni a mediano ni a largo plazo van a mejorar nuestra calidad de vida. Que la rabia y la disconformidad nutran consignas anti-capitalistas, anti-patriarcales, anti-colonialistas y anti-antropocéntricas. Soñemos, soñemos con alternativas revolucionarias.

Imagen aportada por el autor.