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San Bosco de Rey Curré inauguró su acueducto de agua potable

Uriel Rojas

Después de muchos días de lidiar con varios obstáculos, al fin se les hizo realidad. Los vecinos de Bosco de Rey Curré ya tienen el agua potable en sus hogares.

Este gran acontecimiento se dio el pasado miércoles 17 de febrero causando una gran alegría entre los beneficiarios de este recurso.

Para Rigoberto Leiva, presidente de la Asociación de Desarrollo Indígena de Rey Curré, “es un sueño hecho realidad. Durante muchos años escuché del proyecto de dotar de un acueducto nuevo a las familias de San Bosco y hoy llegó ese ansiado día. Cuántos otros proyectos han sido abandonados por considerarse inalcanzables. Solo se requiere voluntad y creer en nosotros mismos”, resaltó Leiva.

Este proyecto, que tiene más de 2.000 metros de tubería, tuvo el aporte económico de la ADI Curré, el cual invirtió más de 3 millones de colones para hacerlo realidad junto a los beneficiarios que también sumaron su esfuerzo en esta valiosa obra comunal.

Felicidades a estas familias que ya pueden disfrutar del agua potable en sus hogares.

Comunidad de Los Jardines continúa lucha por su calidad de vida y el agua

Demandas de la Comunidad educativa y del Comité del Asentamiento expuestas ante Subsistema de Niñez y Adolescencia, desde el 23 de junio 2020.

SURCOS comparte la siguiente información:

El equipo Interdisciplinario MEP, la Comunidad Educativa de las Escuelas de Atención Prioritaria, Los Jardines, Alberto Manuel Brenes y Comité de Lucha y Bienestar Asentamiento Los Jardines plantean a diferentes instituciones gubernamentales como la Defensoría de los Habitantes, AyA y PANI, una propuesta para salvaguardar el subsistema Local de Niñez y Adolescencia en las comunidades de San Ramón de Alajuela.

Está lo que plantea es lograr determinar el estado actual de la Niñez y Adolescencia en el Asentamiento Los Jardines, que se encuentra ubicado en Caserío Los Jardines, las personas que habitan este lugar se encuentran en condiciones de exclusión social y de riesgo debido a la pandemia del Covid-19.

En el margen de fundamentación de la propuesta se adhiere a los siguientes hechos:

  1. Se conoce la existencia de 41 personas menores de edad.
  2. Dentro de las personas que están en edad escolar, algunos de ellos se encuentran suscritos a instituciones educativas
  3. Se valoriza el riesgo sanitario que corre la población que habita este asentamiento y se ejecutarían medidas alternativas para subsanar el riesgo.

Ahora bien, en ese marco lo que se demanda es:

  1. Determinar la condición del estado del cumplimiento de los derechos de las personas menores de edad (PME).
  2. Que el Ministerio de Salud brinde información detallada sobre el estado de las condiciones sanitarias del asentamiento y de acceso a la salud integral.
  3. DINADECO informe sobre el apoyo y el acompañamiento que se le está brindando a esta población.
  4. La Municipalidad de San Ramón informe acerca de la posible gestión de estudios, pactados el 17 de marzo del 2020.
  5. Instituciones como el AyA, Fuerza Pública, CCSS, CEN CINAI, MEP, CONAPDIS, IMAS y todas las mencionadas en el documento formal, brinden información detallada sobre los mecanismos de acción y proyectos que se destinan para el asentamiento.

La respuesta por parte de las autoridades, específicamente la Defensoría de los Habitantes fue el oficio N00859-2021-DHR, del 28 de enero del 2021, aborda en términos generales los siguientes puntos:

  1. Presentar la documentación que haga constar que todas esas situaciones que exponemos anteriormente sean verdaderas.
  2. Responder a los siguientes interrogatorios ¿El asentamiento El asentamiento cuenta con fuente pública o servicio de camiones cisterna? ¿Conoce la entidad si existe disputa judicial sobre la legalidad del asentamiento? ¿Cuáles han sido las negociaciones y acuerdos de la instancia que Ud. representa para mitigar los posibles efectos del COVID-19, ante la población menor edad, discapacidad, personas adultas mayores y personas con riesgo de salud?

Adjunto encuentra los documentos oficiales a los que se hizo alusión en la nota:

Poblados de La Vieja y Pantera en Rey Curré tendrán nuevo acueducto

Uriel Rojas

Buenas noticias han recibido las humildes familias de los poblados La Vieja y Pantera, situados en el territorio indígena de Rey Curré, al estar muy cerca de inaugurar un nuevo acueducto que les llevará agua potable hasta sus hogares.

La construcción de la obra no ha sido fácil, y el entusiasmo de los beneficiarios ha sido fundamental, quienes no han desmayado en trabajar de manera permanente en este acueducto.

Son 4.880 metros de tuberías que hará posible este importante proyecto humano que vendrá a mejorar las condiciones de vida de estas poblaciones.

Este nuevo acueducto tendrá un costo superior a los 10,5 millones de colones, de los cuales, el 75% es aportado por la Asociación de Desarrollo Indígena de Rey Curré.

Se espera que muy pronto ya esté en completo funcionamiento.

No cesan las conspiraciones contra la Ley de Aguas

Freddy Pacheco León *

Circunstancias de la vida nos han cruzado en el camino de los costarricenses que, desde hace una década, han venido propiciando las recetas sobre la administración del agua dictadas desde el Banco Mundial. Empezaron, nada menos, por cuidar que el acceso al agua no fuere considerado como un Derecho Humano, en “el texto mejorado” de una nueva Ley de Aguas impulsado por ellos y el exministro de Ambiente Roberto Dobles.

Luego siguieron con una trama central en la que su cuento tenía como argumento, que el manejo del agua se concentrara en ese mismo Ministerio de Ambiente, sin importarles que es un órgano político muy propenso a tomar decisiones determinadas por intereses particulares y no comunitarios. Así, empezaron a hablar engañosamente de «gestión integrada» del agua, mientras impulsaban una legislación que más bien busca una gestión monstruosa, acaparadora, centralizada, antidemocrática e irracional, en el Ministerio de Ambiente, buena para la satisfacción de entes como la GWP-Banco Mundial («Global Water Partnership») pero mala para un Estado que se espera busque el bienestar general.

Como parte del proceso silencioso, poco a poco, gracias al poder del dólar pero «como quien no quiere la cosa», desde el extranjero fluyeron invitaciones a gigantescos «foros mundiales del agua», donde los inconscientes e inconsecuentes turistas costarricenses, se maravillaban de las bellezas de Marsella, Estambul, Seúl, Brasilia, etcétera, y aplaudían hasta el paroxismo, junto a los otros 30 mil «participantes», las proclamas de los representantes de las grandes corporaciones transnacionales del agua vista como cosa comercial. Aplausos que eran verdaderas monedas de pago por los paseos y los contratos diseñados para «incidir» (¡así le dicen ahora!) en los cambios en la legislación nacional con los cuales se abriera nuevos cursos al agua que ha de verse como un «bien económico» y no como un «bien social». “No money, no water”, es su lema.

Ello sucedía más o menos silenciosamente, mientras la GWP-Banco Mundial reclutaba «sargentos» en instituciones nacionales, públicas y privadas, que podrían servirle para el cumplimiento de sus disimuladas intenciones. Sin que faltara, ¡cómo no!, la muy onerosa tarea de redactar propuestas de textos legales, que sirvieran para dar los saltos que les permitieran cumplir sus tareas.

Eso sí, sabían que antes, ¡y esto es de especial trascendencia!, había que quitar del camino los obstáculos que más les incomodaban, como lo es la visionaria Ley de Aguas que nos heredara el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia. Ley emitida en 1942 que desde entonces declara al agua como «un bien de dominio público», y que como tal no puede pasar a ser propiedad privada ni ser transada en bolsas de valores. Ley con la cual el señor expresidente hizo viable el sueño de darle agua potable a sus compatriotas, para con ello sustentar los servicios urgentes de salud que requería una población que, por las enfermedades y poco desarrollo sanitario, tenía una expectativa de vida menor a 50 años. Ley que con el paso de los años, no solo ha sido obviamente adaptada a nuevas necesidades, sino que pudo mantener su vigencia como instrumento legal de gran valor.

Pues resulta que esos «sargentos» que acostumbran moverse tras bambalinas, se han especializado a apuntar sus ballestas hacia la Ley de Aguas, con la intención expresa de destruirla porque… «es muy vieja». Tan vieja, agregamos, como el Código de Trabajo, las Garantías Sociales, la ley de creación de la Universidad de Costa Rica, y otras, que no por «viejas» han de ser desechadas, como se pretende con la Ley de Aguas.

En su ataque incansable como batallón apertrechado con recursos externos, se les ocurrió otra estrategia que, según sus mentes, podría hacer posible el cumplimiento de sus compromisos de una manera expedita: usar la Ley de Iniciativa Popular, diseñada para que el pueblo pudiera legislar desde su estatus de soberano.

Y lograron así introducir en la corriente legislativa, un texto para una nueva Ley de Aguas, que el Tribunal Supremo de Elecciones había tramitado tan, pero tan mal, que las cerca de 150.000 firmas que lo acompañaron, fueron recogidas inocentemente, sin que existiera siquiera un texto que sustentara su trámite, como manda la citada ley. Los ciudadanos firmaron por un proyecto de ley… que no existía. Pero, en fin, más allá de ese desastre, el texto eventualmente agregado a las firmas, que no podía ser modificado por los diputados según su «derecho de enmienda», fue alterado sustancialmente en negociaciones con cámaras empresariales y el Poder Ejecutivo, en sesiones de comisión legislativa. De hecho, el ministro de la Presidencia de doña Laura Chinchilla, don Carlos Ricardo Benavides, prácticamente se convirtió en el «coordinador» de ese ilegal proceso, que culminó con la aprobación del proyecto en Primer Debate en la sesión del lunes 31 de marzo del 2014, sin que fuere conocido por el Plenario legislativo, porque, se alegó, ya estaba vencido el plazo de dos años para su votación que rige para las iniciativas de ese carácter, y no había tiempo que perder…

¡Hubo júbilo inmediato! Al día siguiente, miembros nacionales de la GWP se presentaron en diversos medios de comunicación como parte de su celebración. Entre ellos doña Maureen Ballestero y doña Yamilette Astorga, y por supuesto algún que otro peón del ajedrez que habían estructurado. Eso sí, sin pensar ni un instante en lo que sucedería pocos meses después con su amañado proyecto mal llamado “de iniciativa popular”.

Como parte de esas cosas raras que suceden a veces en la Asamblea Legislativa, los diputados más interesados en su aprobación, propiciaron confiadamente una consulta a la Sala IV, que, al ser atendida, pensaron, les permitiría aprobar el proyecto en Segundo Debate en forma expedita. Sin embargo, en su atropellado trámite se equivocaron y los señores magistrados señalaron roces constitucionales que había que corregir. Tarea incumplida que por un momento detuvo su trámite.

Después vino otro proyecto, promovido principalmente por el diputado Antonio Álvarez Desanti, que al no ser por la vía de la “iniciativa popular”, permitía negociar más libremente con grupos de interés, por lo que les permitió presentar un supuesto texto consensuado para su aprobación. Sin prestarle la debida atención a los múltiples defectos que encerraba su contenido (parecía una mala fotocopia del anterior) se negoció entre fracciones políticas su aprobación y así sucedió.

Sin embargo, este segundo proyecto pasó a ser memorable por la torpeza cometida en su trámite. Fue aprobado en primer debate el 2 de noviembre del 2017 cual si se tratara del tramitado por la vía de la iniciativa popular, por lo que se presentó con su mismo número de expediente Nº 17.742 como “texto sustitutivo”, por una moción aprobada un par de días antes avalada con entusiasmo por el presidente legislativo el diputado Gonzalo Ramírez, quien pareció no percatarse del grave error que se estaba cometiendo con un proyecto tramitado por la vía de la iniciativa popular.

Y como era de esperarse, al resolver una consulta ante la Sala Constitucional, los señores magistrados de la Corte Suprema de Justicia, rechazaron por improcedente ese “mágico procedimiento”, pues era ni más ni menos, que una de las más vergonzosas chambonadas legislativas en muchos años. Los genios promotores, convencieron a los señores diputados de que al proyecto votado en abril del 2014 (el de “iniciativa popular”) le podrían trasplantar un nuevo texto “ya consensuado” para así cumplir aparentemente con las objeciones que emitieran los señores magistrados de la Sala IV ante la consulta que entonces se les hiciera. O sea, al proyecto ingresado con las 150 mil inocentes firmas, por arte de magia infantil, le trasplantaron el texto aprobado en comisión legislativa y Plenario Legislativo, por otro completamente diferente, absolutamente inconexo con el que se acompañó con 150 mil firmas.

Se frotaron las manos, y ajenos a las objeciones que, por supuesto se les comunicaron, dijeron “¡pa eso tenemos la mayoría!” y le dieron una alta votación esa noche del Día de los Santos Difuntos. Eventualmente sería archivado sin llegar a ser conocido en segundo debate.

 Y llegamos al presente gobierno para conocer que nuevamente, el texto del trasplante, volvía a la vida, pero con su número de expediente original. Proyecto que caminó dando tumbos, y maltrecho por los golpes, gracias a la insistencia de la diputada Paola Vega y el apoyo medio disimulado de su colega Carlos Ricardo Benavides y otros diputados que confesaron no conocer el proyecto que se aprestaban a votar favorablemente. De hecho, después de un trámite de casi dos años en que la Comisión de Ambiente presidida por la diputada Vega Rodríguez, rechazó propuestas de audiencia necesarias para conocer detalles del proyecto que ella movía aceleradamente y por mal camino, llegamos a las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, iniciadas en diciembre del año 2020, donde había sido ubicado por el Poder Ejecutivo en el primer lugar de la agenda. Ya, aparentemente, estaba servida la mesa para aprobarlo sin más dilación, nuevamente.

Pero sucedió algo insólito, consecuencia de la incompetencia que a veces contagia a legisladores cual virus epidémico. Mientras los que desde el colectivo «Agua es vida, no mercancía» cruzábamos los dedos muy discretamente desde semanas antes, para que llegara el día 15 de diciembre sin que se hubiere aprobado el expediente N°20.212, los diputados se mostraban indiferentes a la fecha, pues ni doña Paola Vega se había percatado que, de alcanzarse el plazo fatal de cuatro años que se cumplía al iniciar ese día, el «prioritario proyecto de nueva Ley de Aguas», el proyecto de su vida parlamentaria, ¡habría de archivarse! Hubo lamentos, insultos, recriminaciones, por «la metida de patas”, mientras los compañeros del colectivo “Agua es vida, no mercancía” iniciábamos nuestra celebración al ponerse el sol el día 14 de diciembre, pues sí teníamos certeza del error grave que estaban cometiendo.

Y es que había que celebrar, y mucho, pues, por ahora, el agua potable de los costarricenses sigue siendo gobernada por el Instituto Costarricense de Aguas y Alcantarillado (AyA) como un bien demanial, como bien social, ajeno a modelos de administración privada en el campo agropecuario, respetuoso de planes de uso de generación hidroeléctrica llevados adelante por el ICE, sin impunidad para los responsables de miles de pozos ilegales, sin que se erosionen las funciones del ente técnico responsable de la conservación de las aguas subterráneas (Senara) y sin que se le arrebaten torpemente al Ministerio de Salud sus funciones relacionadas con plantas de tratamiento de aguas servidas y control de vertidos, entre otros. ¡Claro que lo celebramos brindando, eso sí, con un vaso de agua! porque se trata del recurso natural más valioso de Costa Rica! ¡Por eso a usted también le invitamos a brindar!

Pero amigos, a dormir como los delfines, con la mitad de su cerebro alerta, pues anda por ahí otra fotocopia desmejorada del proyecto de nueva Ley de Aguas (expediente N°20.386) que podría saltar como la liebre y que se dice está empeñada en promover la diputada Paola Vega. Proyecto presentado en la legislatura pasada por Otto Guevara, Ottón Solís, Fabricio Alvarado, Víctor Morales Zapata, Mario Redondo, Epsy Campbell, y otros. Peor que los anteriores, pero uno más de las conspiraciones contra la Ley de Aguas.

*PhD en Ciencias Biológicas

Wall Street abrió otro frente en la guerra del agua

Nota periodística de La 99.3

El agua del estado norteamericano de California empezó a cotizarse en los mercados de futuros de Wall Street, y aunque la información se ocupó de aclarar que los contratos son puramente financieros y no requieren entrega física del elemento, la novedad abre “un escenario en el que efectivamente se va a agudizar la condición del agua como mercancía, y como tal va a entrar en las disputas relacionadas con cualquier forma de crecimiento económico, con cualquier forma de producción, con cualquier forma de comercio de bienes y de productos en el mundo, y esto es lo realmente peligroso”, advirtió el sociólogo costarricense Osvaldo Durán Castro.

Investigador, docente en la universidad pública Tecnológico de Costa Rica, decidido defensor de las causas ambientales, Durán Castro le explicó a Contala como quieras “cuál es la dinámica en que el agua está entrando. Aquí entran todos los metales: oro, plata, cobre, aluminio, acero, hierro, uranio. Incluso se cotizan y se venden futuros basados en la temperatura de la Tierra, en las lluvias, en las nevadas, en los huracanes, porque son posibles riesgos que se van a correr. En esa dinámica se está metiendo el agua”.

La explicación requiere de una diferenciación básica: los mercados Spot o físicos, en los que se cotizan precios de compra y venta “pagando la materia como tal en un momento determinado y de inmediato”, y los futuros, también llamados “fordwards”, en los que hoy se pactan transacciones que establecen precio, cantidad y vencimiento a determinado plazo.

Estos últimos son “un pago de derechos a futuro sobre una mercancía en sí que no es, como tal, que se va a comprar y vender un poco de agua: se pacta un negocio, se pacta en este caso un producto a un precio y a un plazo de discusión del contrato. De tal forma que, como dicen los más optimistas y los que impulsan esto, es una garantía para que, como algunas noticias han dicho, los agricultores, los municipios o las empresas podrán protegerse de los cambios en el mercado del agua. En realidad, para mí no es una cosa de que venga a protegerse sino más bien que lo que se hace es un camino de especulación”, sostuvo.

La cotización del agua fue lanzada en la Bolsa neoyorquina por CME (Chicago Mercantile Exchange) Group, “que creó el índice NQH2O (Nasdaq Veles California Water Index), basado en un indicador de precios de los futuros del agua en California que cotiza a cerca de 500 dólares por acre-pie, una medida de volumen utilizada normalmente en Estados Unidos equivalente a 1.233 metros cúbicos.

Aunque el índice está basado en los precios de las principales cuencas fluviales de California, donde la escasez de agua se ha agravado en los últimos años, ese valor podrá ser usado como referente para el resto del mundo en los mercados del agua.

Estos contratos de futuros no requieren entrega física de agua y son puramente financieros, basados en el precio semanal promediado entre las cinco principales cuencas de California hasta 2022. Según CME Group, permitirán una mejor gestión del riesgo asociado a la escasez del agua y realizar una mejor correlación entre oferta y demanda en los mercados.

“Esta es una compañía, la más grande del mundo, que maneja acciones en bolsa para cotizar cualquiera de los bienes que son letales en la Tierra. Es una fusión de varias compañías de los Estados Unidos que transan en la Bolsa de Nueva York, en la Bolsa de Chicago y en otros lados que prácticamente consolidan el manejo de mercancías en el mundo. Hablo de mercancías, de que aquí se transa el agua como se transan contratos a futuro sobre productos agrícolas”, aclaró.

“Estamos hablando de un nuevo paso en la escalera de una disputa global y nacional sobre el dominio del agua: la disputa es el agua como bien de dominio público, como derecho humano de los pueblos frente a las distintas vías de la privatización. Pienso que los países más bien deberían estar haciendo esfuerzos enormes y totales para asegurar que el agua sea, efectivamente, un bien y no una mercancía”, reclamó

Recordó que “cuando hablamos del agua hablamos casualmente de un elemento fundamental para la vida, y los diagnósticos que se pueden hacer son muy parecidos, no importa si vienen del Banco Mundial –que ha contribuido a la privatización del agua por distintas vías– o si vienen de organizaciones no gubernamentales o del gobierno. Lo cierto es que hay más de dos mil millones de personas que no tienen servicio de agua, hay más de 4.200.000 personas en el mundo que no tienen ni los mínimos seguros de saneamiento”.

Durán Castro advierte sobre distintas formas en que el capital privado se ha adueñado del aprovechamiento de ese bien que debería resguardar el Estado como garante de la calidad de vida de todos quienes lo habitan: “Las concesiones han sido en toda América Latina una vía mediante la cual los Estados dicen que mantienen el dominio sobre los bienes públicos, pero en realidad los están prestando, los están alquilando y muchas veces los están regalando, donando para que el capital privado, en sus distintas modalidades, lo utilice como medio de enriquecimiento”, señaló.

“En todos los países nuestros y en todo el mundo también tenemos formas de agua privada, por decirlo de esta manera. Y el agua privada se comporta como tal», consideró, para citar enseguida el ejemplo de la energía hidroeléctrica, «utilizada por empresas locales, nacionales o transnacionales para generar electricidad de carácter privado que luego es vendida a las poblaciones, ya sean nacionales o que se exporte para lucrar con esta energía”.

Específicamente para la Argentina, y en conjunto con los territorios de Paraguay y Uruguay y el sur de Brasil, el entrevistado apuntó a “lo que ya ha llegado a llamarse la república de la soja transgénica: el maíz, la soja, la harina de soja, el aceite de soja, el arroz, la palma, el cacao, el café, el algodón, el azúcar, para decir algunos productos, se transan y se venden como futuros en el mercado, y eso evidentemente permite que compañías transnacionales controlen”.

El abanico abarca otras regiones, y es fácil advertirlo cuando el experto invita a pensar “qué otras cosas se transan en este tipo de empresas, de ventas de títulos, por decirlo así, valores a futuros para controlar productos: todos los productos que tienen que ver con petróleo en sus distintas formas, el gas natural… Estamos hablando de fracking”, una tecnología que insume cantidades descomunales de agua.

«Si usted toma por ejemplo la enorme Cuenca del Plata, que prácticamente viene de Brasilia, incluye todo Paraguay, países como Bolivia y llega hasta Puerto Madero en La Boca, estamos hablando de 1.194.000 kilómetros cuadrados que están por debajo de la tierra. Es como si usted juntara todo el territorio de España, Portugal y Francia, y dijera que todo eso es el Acuífero Guaraní. Estamos hablando de una cantidad de agua que ya se explota, que ya se utiliza en términos de comercio, que incluso se exporta a algunos países”, consideró.

Para el experto, «cuando, por ejemplo, se permite el uso de la tierra, del agua, del aire, cuando se permite el uso de los territorios, incluidas las poblaciones, para explotaciones tan grandes como la soja en países como Argentina, estamos hablando de cesión de soberanía nacional«.

«Cuando digo cesión de soberanía nacional hay que verlo a partir de los impactos que esto tiene sobre la gente que allí vive. A partir de los impactos negativos que tiene esto sobre la naturaleza, sobre el agua, sobre los bosques que se destruyen, sobre la salud de las personas. Es decir, cómo, por ejemplo, en la zona Norte de la Argentina se encuentran cantidades desproporcionadas de elementos venenosos, como los utilizados en la minería, en la sangre de las personas y en la leche materna; (ahí) ya estamos hablando de impactos que son brutales en la vida cotidiana, en la salud, en la integridad de las personas y eso es lo que estamos perdiendo. Cuando se permite utilizar el agua de esta manera haciendo contratos y convenios estamos hablando de una explotación que ya es efectivamente comercial en contra de las personas«, señaló.

“Cuando los países ceden jurídicamente para que haya tratados que vulneran los territorios nacionales que quedan en condiciones para cierto tipo de inversiones que, efectivamente, donan los recursos para que sean utilizados comercialmente por otros países y potencias, ahí estamos hablando de pérdida de espacios de soberanía, de pérdida de los espacios de controles nacionales”.

“El fondo de todo esto es que se agudiza la competencia entre los usos del agua”, afirmó. Para Durán Castro «estamos viendo cómo el agua entra en una disputa que tiene que ver con el control de territorios y con el control de un elemento fundamental».

 

Compartido con SURCOS por Osvaldo Durán Castro de la Federación Ecologista (FECON) y docente en el Instituto Tecnológico de Costa Rica.

Juzgado de Tocoa en Honduras mantiene medidas cautelares contra defensores del agua de Guapinol

La mañana del 20 de diciembre el Juzgado de Letras de Tocoa (Honduras) declaró sin lugar la revisión de medidas cautelares en el caso de los ocho defensores del agua de la comunidad de Guapinol.

“Los defensores de Guapinol” en Honduras, protestaron contra la empresa minera Inversiones Los Pinares por un proyecto riesgoso para las fuentes de agua de las comunidades, y desde hace 15 meses se encuentran en prisión.

“Rechazamos completamente la resolución de la jueza Zoé Guifarro, esa resolución no está apegada a derecho. Como dijimos en conferencias previas, no cabía otra decisión jurídica que no fuera la libertad de los ocho compañeros”, mencionó uno de los abogados defensores, Edy Tabora, durante la conferencia de prensa convocada este lunes.

El abogado defensor, Efraín Ramírez, argumentó que la resolución está completamente ausente de elementos jurídicos. “Se están violentando los derechos de una comunidad y esto por extensión va a generar que se violenten los derechos ciudadanos de todos los hondureños”, mencionó.

La defensa presentó un recurso de apelación por la resolución de la jueza Zoé Guifarro. “El primer hecho que debe ser tomado en cuenta es que los compañeros se presentaron voluntariamente al proceso, esto en cualquier país civilizado debería ser suficiente para que las personas nos defendamos en libertad”, agregó el abogado Ramírez.

Organismos internacionales, organizaciones de derecho internacional y derechos humanos, así como colectivos comunitarios, se han pronunciado en contra del proceso de criminalización y las medidas arbitrarias contrarias a los estándares de derechos humanos. En las afueras del Juzgado de Tocoa se han realizado plantones para exigir justicia.

SURCOS comparte el pronunciamiento que realizó la Asociación Costarricense de Derechos Humanos y el Colectivo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras el 19 de diciembre, previo al reciente fallo del Juzgado:

Colectivo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras
Asociación Costarricense de Derechos Humanos (ACODEHU)
Libertad Para Guapinol, Honduras

El Colectivo de Solidaridad con el Pueblo de Honduras, en Costa Rica y la ACODEHU manifiesta su preocupación ante la agudización de la represión, persecución y muerte de ambientalistas en Honduras, y ciudadanía en general. Tal es el caso de ocho defensores ambientalistas de Guapinol que cumplen 15 meses en prisión por su defensa consecuente de la madre Tierra.

Nos sumamos a más organizaciones y voces reiterando que en Honduras la lucha ambientalista es un delito, mientras que los actos de la marcodictadura diariamente son sistemáticos y legitimados de manera infame. En este contexto, el 1 de setiembre del 2019 fueron detenidos los ambientalista y defensores de los Derechos Humanos Porfirio Sorto Cedillo, José Abelino Cedillo, Kelvin Alejandro Romero, Arnold Javier Alemán, Ever Alexander Cedillo, Orbin Nahún Hernández y Daniel Márquez, mientras que su compañero Jeremias Martinez está preso desde diciembre de 2018. Todos víctimas de procesos de criminalización y judicialización por defender los rios y el área protegida del Parque Nacional Montaña de Botaderos Carlos Escaleras de Guapinol y sector San Pedro, frente a la explotación que realiza la Minera Inversiones Pinares (Municipio de Tocoa, departamento de Colón) contaminando varios afluentes que nacen en el Parque Nacional Carlos Escaleras, incluido el río Guapinol.

«Es la lucha de siempre, defender el agua y la vida. La comunidad era de paz, no necesitábamos el “desarrollo” ese que nos decían… El desalojo de la acampada se produjo con bombas, balas y gas, pero sobrevivimos y sobreviviremos” (vecina de Guapinol). (Internacionalistas y anticapitalistas. Integrantes de la Delegación Política de la Plataforma por Honduras 02-03 2020.)

En un régimen de naturaleza dictatorial, así como Berta Cáceres con su pueblo defendieron la vida de cada elemento de la naturaleza, fue asesinada el 3 de marzo de 2016 por enfrentarse a los intereses de las élites económicas y la oposición, a su expropiación, destrucción y saqueo constante, hoy sufren prisión estos defensores ambientalistas.

Denunciamos que en la audiencia del día de ayer 18 de diciembre 2020, el Ministerio Público, se comportaron como verdugos de la defensa de la vida y de las luchas sociales, ensañado en que deben continuar presos.

A nivel internacional y nacional esperamos una decisión jurídica, que solo puede ser la libertad de los defensores. Quienes han sido reconocidos como defensores ambientalistas por varios organismos nacionales e internacionales. Respaldamos plenamente a cada compañera y cada compañero que se encuentran en el Campamento en las afueras de los juzgados en Tocoa.

¡La lucha de Guapinol es nuestra lucha! ¡Libertad para Guapinol!

 

Pronunciamiento compartido con SURCOS por María Trejos Montero.

UCR: Mujeres de zonas rurales mejoran prácticas agrícolas y gestión del agua mediante uso de la tecnología

La Escuela de Geografía desarrolló la tercera edición del «Rally» Femenino de Tecnologías Geoespaciales, en una versión adaptada a la virtualidad impuesta por el COVID-19

El espacio de capacitación promueve que las participantes pongan en práctica el conocimiento adquirido mediante el desarrollo de iniciativas que respondan a las diversas problemáticas de sus comunidades en temas como reforestación, gestión del recurso hídrico y cambio climático. La foto corresponde a una edición anterior de la iniciativa. Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

Jóvenes de diversas zonas rurales del país podrán mejorar sus prácticas agrícolas cotidianas y la gestión del agua de sus comunidades, tras aprender junto a geógrafas de la Universidad de Costa Rica (UCR) respecto al uso de tecnologías geoespaciales.

Las tecnologías geoespaciales combinan el uso de componentes electrónicos con el conocimiento geográfico para crear herramientas que mediante la recolección de datos permiten ejercer una mejor toma de decisiones en campos como el ordenamiento territorial.

Las 25 mujeres, oriundas de Guanacaste, Puntarenas, Cartago y la zona norte del país, participaron de la tercera edición del Rally Femenino de Tecnologías Geoespaciales organizado por la Escuela de Geografía, en una versión adaptada a la virtualidad impuesta por el COVID-19.

El espacio se desarrolló durante cuatro semanas a partir de videotutoriales y espacios de capacitación grupales e individuales, durante los cuales, las participantes aprendieron sobre diversas herramientas digitales gratuitas que pueden implementar de manera sencilla.

Según la docente y coordinadora de esta iniciativa, María José Molina, el espacio busca que las jóvenes pongan en práctica el conocimiento adquirido mediante el desarrollo de iniciativas que respondan a las diversas problemáticas que enfrentan cada día al trabajar en el campo.

Las propuestas generadas a partir de este proceso de trabajo aprovechan el uso de la tecnología para impulsar proyectos que promueven la reforestación, mejoran la gestión de las asadas, impulsan la lucha contra el cambio climático y velan por la seguridad alimentaria.

“Cuando hablamos de tecnologías geoespaciales la gente se imagina algo muy complejo, pero son herramientas muy sencillas con un impacto ambiental muy alto. El éxito de esta iniciativa radica en sumar a estas herramientas el conocimiento de ellas sobre sus territorios” enfatizó Molina.

La académica destacó que, más que pensar en intereses particulares, las jóvenes se preocuparon por implementar proyectos que benefician a sus comunidades desde diversas perspectivas relacionadas con temáticas de medio ambiente.

“No hay un pensamiento egoísta, ellas podrían haber pensado en algo que las beneficiara directamente o a sus familias, pero pensaron en beneficiar el ambiente y a sus comunidades” afirmó la docente.

La joven Nancy Casanova Burgos propuso la creación de un mapa virtual que facilite a los fontaneros de la Asada Santa Cecilia la localización de los medidores de agua y con esto, facilite los servicios de mantenimiento y reparación. (Foto. Nancy Casanova Burgos)

Iniciativas responden a necesidades de las comunidades

Nancy Casanova Burgos es vecina de la Cruz en Guanacaste y fue parte del grupo de mujeres que participó de manera virtual de este espacio de capacitación, donde desarrolló la iniciativa denominada “Mi medidor en el mapa”.

El proyecto planteado por la joven de 31 años se vale de tecnologías geoespaciales para mejorar la gestión de la Asada de Santa Cecilia, que en la actualidad cuenta con 1 300 medidores instalados y abastece de servicio hídrico a unas 5 000 personas.

La instalación de los medidores para proveer del servicio se ha ido dando de manera paulatina desde la creación de la Asada en 1982 y en la actualidad, se carece de un registro formal de su ubicación en las propiedades, lo cual, dificulta de manera significativa los servicios de mantenimiento y reparación.

Burgos ideó la creación de un formulario web que permitirá a los vecinos de la comunidad registrar la ubicación exacta del medidor de agua que hay en sus propiedades y de esta forma, crear de manera colectiva un mapa con toda la información que requiere la Asada para continuar brindado el servicio.

“Cuando hay fugas los fontaneros de la Asada pierden mucho tiempo para ubicar los medidores y necesitamos maximizar el tiempo para que la gente no pase sin agua y ayudar a los fontaneros nuevos para que puedan hacer su trabajo de manera más sencilla” enfatizó la vecina de Guanacaste.

La joven Kyara Cascante Suarez también se sumó a este espacio de capacitación virtual sobre el uso de tecnologías geoespaciales desde su casa en Miramar de Puntarenas. El conocimiento adquirió la inspiró a desarrollar el proyecto “Mapeo de productores locales”.

La estudiante de bachillerato internacional reconoció que el contexto de la pandemia redujo los puntos de venta de los agricultores de su comunidad y que, al mismo tiempo, diversas personas tienen limitaciones para salir de su casa para adquirir algunos productos.

Cascante creo un formulario donde los agricultores pueden compartir información sobre los productos que ofrecen, sus puntos de venta y sus rutas de entrega. Estos datos se integran en un mapa que informa a los consumidores sobre la oferta de productos a su alrededor y les pone en contacto con los vendedores.

“Muchos agricultores que no vienen a la feria, pero producen y tienen dificultades para vender sus productos. En este momento debemos aprovechar lo que se produce en nuestras zonas y es importante darles soporte a los productores” concluyó la joven activista ambiental.

La Escuela de Geografía dará seguimiento a los proyectos generados en la tercera edición del Rally Femenino de Tecnologías Geoespaciales, el cual fue desarrollado con apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD).

 

 

Andrea Méndez Montero
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Familias de la comunidad de San Bosco en Rey Curré, tendrán agua potable por primera vez

Uriel Rojas

Más de 12 familias que viven en la comunidad de San Bosco, en el Territorio Indígena de Rey Curré, tendrán agua potable por primera vez, gracias al esfuerzo realizado por la Asociación de Desarrollo Indígena de Curré, quien invertirá más de 3 millones de colones para garantizar a estas personas el derecho a este recurso tan fundamental en el hogar.

Este nuevo Acueducto de San Bosco es una iniciativa que ha sido impulsada por el Comité de Vecinos de esta comunidad con el apoyo económico y logístico de la ADI de Rey Curré.

«Este proyecto, que tiene más de 2.000 metros de tubería será de gran beneficio a cerca de 40 personas aproximadamente, entre niños, jóvenes y adultos, que a lo largo de muchas décadas de vivir ahí no habían podido contar con este valioso recurso. Para la Asociación de Desarrollo concretar esta obra es de mucha satisfacción, ya que viene a dar alegría y salud a esta comunidad que forma parte de nuestro territorio”, subrayó José Rigoberto Leiva Cedeño, presidente de la Asociación de Desarrollo de Rey Curré.

San Bosco es una comunidad cuya economía se basa en el cultivo de productos agrícolas, siembra de café en menor escala, así como producción bovina en pequeñas proporciones y se ubica 5 kilómetros al norte del centro de Rey Curré.

Se tiene programado que este acueducto esté en funcionamiento en el mes de diciembre de este mismo año.