Además 40 mil horas de TCU mejoran calidad de vida de muchas comunidades
M.L. Marjorie Jiménez Castro,
Vicerrectora de Acción Social
Proyectos como Electrizarte, de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, utilizan el arte para aumentar las destrezas y conocimientos en las y los estudiantes (foto Facebook Electrizarte).
Las carreras de ingeniería de la Universidad de Costa Rica (UCR), realizan actividades de docencia, investigación y acción social. Apoyan la gestión de las pequeñas y medianas empresas, las organizaciones sin fines de lucro e instituciones públicas, contribuyendo de manera solidaria al aprovechamiento de los recursos, a mejorar las condiciones de salud de la población y el desarrollo sostenible acorde con las necesidades del país.
Las actividades de acción social de la Facultad de Ingeniería de la UCR buscan fortalecer los procesos de capacitación continua, la actualización y formación profesional en los campos de la metrología, instrumentos de medición, producción de bienes o servicios, así como la ejecución de ensayos de laboratorio, mantenimiento y conservación de vías y puentes, entre otros aportes.
Los proyectos de acción social inscritos en las escuelas de ingeniería permiten contar con una base de recurso humano formado para impulsar el desarrollo general del país en distintas áreas del conocimiento. Los relacionados con capacitación, no solo buscan mejorar las habilidades y destrezas de los estudiantes y las personas graduadas en ingeniería, sino también beneficiar a diversos sectores sociales con nuevas tecnologías puestas al servicio del progreso nacional.
Un TCU de la Escuela de Ingeniería Civil busca contribuir al fortalecimiento del manejo del recurso hídrico, específicamente en el aspecto de la infraestructura en los sistemas de agua potable comunales (foto Wainer Méndez Solano).
Actualmente, la UCR cuenta con 41 proyectos de las Escuelas de Ingeniería de Biosistemas, Civil, Mecánica, Eléctrica, Topográfica, Química, Industrial, Arquitectura, Computación e Informática, que buscan brindar asesoría, actualización, apoyo técnico y generar investigaciones que permitan mejorar la productividad, calidad y otros estándares empresariales. Asimismo, permite a docentes y estudiantes acercarse a otras problemáticas de la realidad nacional.
Con el proyecto de Etapa Básica de Ingeniería y los campamentos aeroespaciales que se realizan en Upala, Puntarenas, Limón y Cañas se fomenta el desarrollo de capacidades en ingeniería, ciencias básicas y computación en estudiantes preuniversitarios, colegiales y escolares. Por medio de estas actividades las y los jóvenes reciben motivación para continuar sus estudios universitarios y soñar con la posibilidad de estudiar una carrera en el área.
La M.Sc. Leonora De Lemos Medina, coordinadora del proyecto de Extensión Docente ED-3198, desde el cual se llevan a cabo los campamentos aeroespaciales, destaca que el objetivo es “…motivar a la población estudiantil joven, estamos hablando de estudiantes de los dos últimos años de colegio y universitarios para justamente estudiar carreras de ciencia y tecnología que están relacionadas con la industria aeroespacial”.
Un Trabajo Comunal de la Escuela de Ingeniería Industrial crea soluciones automatizadas para o robóticas para Mipymes u otras organizaciones. En la foto se observa un prototipo de robot para la Unidad de Materiales Peligrosos del Cuerpo de Bomberos de Costa Rica (foto Vania Solano Laclé).
Las escuelas de Química, Ingeniería de Biosistemas, Arquitectura y Eléctrica, ejecutan proyectos en la búsqueda de la armoniosa relación hombre-naturaleza. Por ejemplo, tienen por objetivo el tratamiento de desechos orgánicos en Lepanto, asegurar el derecho humano al acceso a agua potable a todas las personas de las islas del Golfo de Nicoya y otras regiones, y mejorar la calidad de vida de los y las habitantes de Cieneguita, mediante la apropiación comunitaria del espacio urbano.
En el mes de julio se realizó el segundo Campamento aeroespacial con el lanzamiento de 12 cohetes realizados por estudiantes en Esparza de Puntarenas. Esta actividad forma parte del proyecto de extensión docente de la Escuela de Ingeniería Mecánica (foto Claudia Castro).
De una manera creativa y lúdica, la Facultad de Ingeniería, a través del proyecto ElectrizArte y de la innovación robótica, ha sabido interesar a sus estudiantes mediante el reto de utilizar el arte para aumentar sus destrezas y conocimientos. Por medio de esta técnica, los ingenieros se convierten en artistas y los artistas en ingenieros, a la vez que se le muestra a las comunidades que la ciencia no solo se lleva a acabo en laboratorios especializados ni es exclusiva de científicos aislados de sus realidades, sino que se entreteje de manera dialógica con otros saberes.
“La idea era hacer un espectáculo donde los gestores de los instrumentos del proyecto y los intérpretes fueran todos estudiantes de Ingeniería Eléctrica, para enseñar lo que hacemos, no es lo mismo escuchar un tambor, que escucharlo y ver un destello de luz a la vez”, explicó el Dr. Lochi Yu Lo, docente de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Costa Rica y colaborador del proyecto de Extensión Cultural (EC-330).
Adicionalmente, las carreras de ingenierías de la UCR contribuyen anualmente con cerca de 40.000 horas de Trabajo Comunal Universitario al mejoramiento de la calidad de vida de los costarricenses, en temas relacionados con energía, manejo de recurso hídrico, mejora de las condiciones de salud de la población y el desarrollo sostenible.
Proyectos de Ingeniería Química proponen ideas novedosas
Otto Salas Murillo,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
Una de las temáticas en las que buscan aportar las y los jóvenes de Ingeniería Química es el desarrollo de combustibles alterativos, tal es el caso de Javier Moya Bejarano y Marco Liyao Chen quienes trabajaron en un proyecto de construcción de un bioreactor para generación de bioetanol que se alimenta de los desechos de la piña, naranja y banano (foto Laura Rodríguez).
Desde biodiesel obtenido a partir de la bozorola del café, hasta una alerta de fugas de gas, esto y más se dio a conocer en la segunda edición de la Expo IQ, una propuesta que busca generar espacios para la documentación y divulgación de proyectos, así como para el intercambio de conocimiento y aprendizaje entre estudiantes, docentes y el sector empresarial del país.
La Expo IQ 2016 se realizó el miércoles 6 de julio en el segundo piso del edificio de la Facultad de Ingeniería, en donde las y los estudiantes de tercero, cuarto y quinto año de la carrera de Ingeniería Química expusieron algunos de los trabajos que han elaborado principalmente en los cursos de laboratorio.
La idea es que el esfuerzo que realizan estos futuros ingenieros e ingenieras no se quede sólo dentro de las paredes de las aulas, sino que sean presentados ante un público conformado por expertos de otras disciplinas de la ingeniería y representantes de sectores productivos quienes se puedan ver beneficiados por las ideas propuestas y surjan alianzas que sumen al desarrollo de la sociedad.
La Expo IQ 2016 se realizó el miércoles 6 de julio en el segundo piso del edificio de la Facultad de Ingeniería, en donde las y los estudiantes de tercero, cuarto y quinto año de la carrera de Ingeniería Química expusieron algunos de los trabajos que han elaborado principalmente en los cursos de laboratorio.
Una de las presentaciones más novedosas fue la titulada Parámetros de calidad de dos tipos de cerveza artesanal, iniciativa que busca poder aportar al conocimiento de las y los productores nacionales en el desarrollo de este tipo de bebidas y así mejorar la calidad del producto (foto Laura Rodríguez).Vivian Hernández Alvarado participó en la elaboración del proyecto denominado Diseño de un sistema de alerta de fugas de gas, el cual basa su funcionamiento en un software libre de muy fácil manipulación, por lo que lo puede utilizar cualquier persona (foto Laura Rodríguez).El proyecto Obtención de biodiesel a partir de la bozorola de café expuso algunas conclusiones importantes, como por ejemplo que debido al bajo rendimiento en la extracción del aceite de la bosorola recomiendan utilizar grandes cantidades de este desecho y demostraron que se debe eliminar toda la humedad posible para evitar la saponificación o aparición de jabón en el proceso (foto Laura Rodríguez).Los proyectos de laboratorio de la carrera de Ingeniería Química permiten a las y los estudiantes poner en práctica los conocimientos que adquieren en los cursos teóricos, y son ellas y ellos mismos quienes proponen los temas de estudio, como el que presentaron Alexa Quirós Porras (der.) y Stefano Fiore Álvarez sobre Evaluación del tratamiento de aguas residuales (foto Laura Rodríguez).A pesar de que la electrónica y el uso de software no son áreas en las que se pensaría que una o un ingeniero químico podría interesarse, en la Expo IQ 2016 quedó demostrado que la formación integral de estos jóvenes va más allá y tienen acceso al conocimiento de otras ingenierías para aplicarlas en sus trabajos (foto Laura Rodríguez).
Especialistas nacionales y extranjeros participan esta semana en simposio
Patricia Blanco Picado,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
Investigaciones sobre el uso y propiedades del grafeno, un material bidimensional que ha despertado mucho interés en la comunidad científica (foto tomada de: http://fundaciongym.webs.upv.es).
Cuando todavía el mundo ni siquiera hablaba de nanociencia o nanotecnología como un campo de estudio, en un pequeño laboratorio de la Universidad de Costa Rica (UCR) ya se trabajaba en esta materia.
Fue el investigador M.Sc. Neville Clark, ex director de la Escuela de Física y Profesor Emérito de la UCR, quien en el Laboratorio del Estado Sólido logró en 1980 hacer películas menores a 100 nanómetros (un nanómetro es una millonésima parte de un milímetro).
Una década después, en 1990, nació en la UCR el Centro de Investigación en Ciencia e Ingeniería de Materiales (Cicima), justo en el mismo momento en que se inicia la era de la nanociencia y la nanotecnología, con la definición de estos términos por National Sciense Foundation (NSF). En la fundación de este centro de investigación participaron el Dr. José A. Araya y el Dr. Luis F. Fonseca.
El crecimiento de la actividad de investigación y la incorporación de nuevos científicos con el grado de doctorado en Física impulsó la creación de ese centro especializado en el estudio de los materiales, que al día de hoy ha acumulado importantes logros.
El Cicima cuenta con ocho investigadores, en su mayoría de Física, aunque también hay especialistas en Química. Precisamente, en estos 35 años de trabajo se ha podido potenciar la investigación interdisciplinaria al lado de investigadores de otras unidades académicas de la UCR, como el Centro de Investigación en Electroquímica y Emergía Química (Celeq) y el Centro de Investigaciones en Enfermedades Tropicales (CIET). La actividad investigativa del Cicima se ha cristalizado en más de 100 artículos científicos publicados en revistas internacionales indexadas.
Asimismo, son muy fructíferas las relaciones establecidas con centros de investigación de universidades de países como Suecia, México, Estados Unidos, Brasil, Colombia, Alemania, Francia y España, entre otros.
El Dr. Arturo Ramírez, investigador del Cicima, señaló que un logro relevante de este Centro es el desarrollo de equipos propios, como un sistema de ultra alto vacío, diseñado por el Dr. José Araya.
El Cicima además organiza anualmente el Simposio en Ciencia de Materiales Avanzados y Nanotecnología (Sciman), que este año llega a su décima edición y ha empezado a atraer a destacados científicos de reconocidas universidades del mundo.
El Cicima de la UCR realiza investigación interdisciplinaria en su laboratorio con materiales hidrogenados, materiales biológicos, materiales magnéticos, semiconductores nanoestructurados, modelado de materiales y grafeno (foto archivo ODI).
El próximo año, la UCR empezará la construcción del Edificio de Nanociencias, que albergará al Cicima, y se adquirirán nuevos equipos con recursos provenientes del préstamo con el Banco Mundial. Esta edificación estará ubicada en la Ciudad de la Investigación.
En opinión del Dr. Ramírez, este nuevo edificio significará un paso muy importante para dar mayor empuje a la investigación en nanociencia y nanotecnología en Costa Rica.
Actualmente, el Cicima realiza estudios en áreas como materiales hidrogenados, materiales biológicos, materiales magnéticos, semiconductores nanoestructurados, modelado de materiales y grafeno, un material que ha adquirido notoriedad en los últimos años gracias a sus propiedades.
El Sciman
El 10° Simposio en Ciencia de Materiales Avanzados y Nanotecnología se realiza del 7 al 9 de diciembre en el auditorio del Lanamme-UCR, en la Ciudad de la Investigación, Sede Rodrigo Facio Brenes.
En el simposio participan ocho charlistas internacionales de universidades de Europa y Estados Unidos, entre ellos el Dr. Xavier Moya, del Departamento de Ciencias Matemáticas y Metalurgia de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido; el Dr. Richard Partch, del Centro de Procesamiento de Materiales Avanzados de la Clarkson University; el Dr. Dieter Bimberg, del Centro de Nanofotónica de la Universidad Técnica de Berlín, en Alemania y el Dr. Jairo Velasco, de la Universidad de California en Santa Cruz.
Los crujientes snacks de vegetales que elaboraron los y las estudiantes de Ingeniería de Alimentos basados en brocoli, zanahoria y remolacha son una posibilidad para sustituir las papas fritas (foto Rafael León Herrera).
Con novedosos snacks de vegetales, helados de tiquizque, galletas libres de gluten y toppings dulces de vegetales para el yogurt, las y los estudiantes del curso Laboratorio de Procesos Alimentarios II de la carrera de Ingeniería de Alimentos tuvieron la oportunidad de mostrar su creatividad durante la Feria de Alimentos Innovadores.
La actividad se efectuó este miércoles 4 de noviembre en horas de la mañana en las instalaciones de la Unidad de Conocimiento Agropecuario (Ucagro).
Participaron unos 20 estudiantes de quinto año de esa carrera de la Escuela de Tecnología de Alimentos, quienes trabajaron en subgrupos para obtener esos nuevos productos saludables. Durante la feria pudieron intercambiar criterios y pasar una encuesta de opinión a quienes degustaron sus productos.
Pie de foto- Sancks de vegetales: Los crujientes snacks de vegetales que elaboraron los y las estudiantes de Ingeniería de Alimentos basados en brocoli, zanahoria y remolacha son una posibilidad para sustituir las papas fritas (foto Rafael León Herrera).
Una gran cantidad de público se hizo presente en las instalaciones de la Ucagro en la UCR para degustar los diferentes productos que exhibieron los y las estudiantes (foto:Rafael León Herrera).Durante la feria las y los estudiantes pudieron explicar las características de los alimentos que produjeron (foto Rafael León Herrera).Garabatos son snacks salados y dulces totalmente saludables a base de harina de garbanzos y de arroz, que aporta proteína y fibra, libre de alergenos y bajo en sodio, una buena opción para personas celíacas, ha tenido gran aceptación (foto Rafael León Herrera).Marie Guier Serrano,Priscilla Chacón Badilla, Mariana Brenes Cordero y Natalia Lau Li son las estudiantes de quinto año de carrera que trabajaron en la producción de Garabatos que tiene un gran potencial de mercado (foto Rafael León Herrera).Los topping del yogurt tienen diferentes sabores: remolacha- mora, naranja-zanahoria, camote-carambola y ayote-naranja (foto Rafael León Herrera).Durante la feria, los y las estudiantes Paola Gutiérrez Coto, Fabiola Barboza Alfaro, Bernie Conejo Salazar y Vanessa Córdoba Venegas vendieron sus presentaciones de yogurt con los novedosos topping dulces (foto Rafael León Herrera).Caniella es una galleta libre de gluten, elaborada a partir de harinas de papa, arroz y yuca, con relleno de manzana canela o solo con manzana con un topping dulce para asemejarlo a rollitos de canela (foto Rafael León Herrera).Innaki es un helado a base de tiquizque y coco, con textura cremosa, que se le puede agregar un topping de fresa o de maracuyá. Omite el uso de leche, para que las personas intolerantes a la lactosa tengan una nueva opción. Este proyecto fue ideado por: Roberto Calvo Flores, Marcela Rodríguez González y Janeth Wu (foto Rafael León Herrera).Las hojuelas de zanahoria, remolacha y brocoli son una excelente opción para incentivar el consumo de vegetales en la población infantil. En la feria las y los estudiantes las presentaron en estos empaques (foto Rafael León Herrera).
Un equipo de científicos preocupados por la situación del agua en Guanacaste formará profesionales capaces de resolver situaciones relacionadas con la calidad y tratamiento del recurso hídrico. A partir del primer ciclo lectivo del 2016, la Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional (UNA), campus Liberia abrirá la carrera de Ingeniería Hidrológica.
Dicha carrera se enfatizará en la comprensión de los procesos hidrológicos, el aprovechamiento eficiente del agua, las necesidades humanas, sectores productivos y de la naturaleza para mejorar la gestión y sostenibilidad ambiental del agua en las cuencas hidrográficas. El objeto de estudio es el agua, con un enfoque de ciclo hidrológico y su interrelación con los asentamientos humanos y los procesos físicos, químicos y biológicos.
Andrea Suárez, coordinadora del Centro de Recursos Hídricos para Centroamérica y el Caribe (HIDROCEC), indicó que este plan de estudios está dirigido a personas que buscan obtener una sólida formación teórica y práctica para el desarrollo de soluciones integradas en ingeniería hidrológica en los sectores de la industria, agricultura, urbanismo, gestión ambiental y comunitaria.
La población meta son los centroamericanos que concluyeron sus estudios de bachillerato en educación media, con vocación analítica y sensible a las necesidades socio-ambientales, comprometidas con la justicia social y el desarrollo sostenible, que realicen el proceso de admisión a la universidad, y cumplan con los requisitos exigidos por ésta.
Suárez explicó que el postulante deberá cumplir con los requisitos de admisión que fije la UNA. El cupo máximo de estudiantes de nuevo ingreso será de 35 estudiantes por grupo. El bachillerato tendrá una duración de cuatro años y la licenciatura un año.
Agregó que los profesionales en hidrología podrán ejercer funciones en instituciones gubernamentales, industrias, empresas y comercios, centros de educación superior, institutos y centros de investigación, organizaciones no gubernamentales y organizaciones internacionales. “El licenciado en Ingeniería Hidrológica obtendrá una preparación ingenieril con una fuerte base científica y a la vez práctica, que le permitirá comprender, así como evaluar la dinámica de los procesos bio-físicos y químicos, de los asentamientos humanos y el ciclo del agua”, comentó.
Las personas que ingresen a la carrera tendrán acceso a los laboratorios de docencia creados por la UNA para la formación de los profesionales en Ingeniería hidrológica. El inmueble se compone de un laboratorio de química, uno de física y otro de biología, cuyo costo superó los ¢500 millones, provenientes del FEES institucional y la mejora realizada para los presupuestos inversión en los últimos años.
Los interesados en ingresar a la carrera de Hidrología que impartirá el campus Liberia de la UNA, pueden comunicarse con Andrea Suárez, coordinadora del HIDROCEC al (506) 2562-6269 en horario de oficina, de lunes a viernes de ocho de la mañana a cinco de la tarde o bien al correo andrea.suarez.serrano@una.cr
Para Mayor información con: Dra. Andrea Suárez (2562-6269/8719-7499) o con Oficina de Comunicación de la UNA (2277-3464).
*Imagen con fines ilustrativos.
Enviado a SURCOS Digital por Oficina Comunicación UNA.
Cada equipo que participó en el Reto ARLISS del RobotiFest UCR 2015 diseñó y construyó su propia versión de un robot tipo Rover, con el que buscarían tener un aterrizaje seguro y después lograr llegar a la meta (foto Rafael León).
Decenas de jóvenes colegiales y universitarios participaron activamente en el RobotiFest UCR 2015, que tuvo su jornada final el jueves 13 de agosto en diferentes lugares del Campus Universitario.
La Escuela de Ingeniería Industrial (EII) es la unidad académica organizadora de esta competencia y para esta cuarta edición propuso tres categorías: Reto ARLISS, en que participaron cuatro equipos; Reto Industrial, que tuvo a tres equipos; y Reto Vida Cotidiana, en el que se inscribieron cuatro equipos.
Todas y todos los participantes en el RobotiFest UCR 2015 presentaron proyectos que ven la luz gracias a su ingenio y al conocimiento adquirido en las aulas.
El RobotiFest UCR 2015 es una actividad en la que las y los participantes emplean las nuevas tecnologías para adentrarse en temas novedosos, como por ejemplo Internet de las cosas, que significa aplicar el manejo automático de dispositivos caseros o industriales mediante Internet (foto Laura Rodríguez).
El Reto Industrial consistió en la realización de proyectos que estuvieran dirigidos hacia cómo mejorar procesos de manufactura fabril o de producción, siempre relacionados con la ingeniería industrial.
El equipo BDD que integraron Villy Céspedes Quirós, Diego Duartes Sáenz y Luis Diego Solís Vargas, de la EII, resultó ganador con su iniciativa denominada Línea Automatizada de Dispensado de Líquido.
Bomberos de Costa Rica colaboró nuevamente con el RobotiFest UCR y desplegó una grúa con la que los equipos del Reto ARLISS lograron alcanzar los 50 m. de altura y lanzar sus robots (foto Laura Rodríguez).
“La automatización no sólo es de utilidad para grandes empresas, sino también es útil para las pequeñas y medianas; este prototipo es totalmente funcional y está hecho con algunos componentes reciclados como el motor, que proviene de una máquina de juegos, la banda de hule viene de un neumático de motocicleta, el metal lo obtuvimos de una chatarrera y la dispensación de líquido es una bomba que tira agua al parabrisas de los automóviles. Esta Línea Automatizada puede usarse por ejemplo en la industria de las mermeladas, en una sección de trabajo muy repetitiva que pueda generar fatiga, estrés o lesiones en una o un colaborador. La idea no es suplantar a las personas, más bien trasladarlas a otra parte de la producción y que su labor sea más especializada”, declaró Céspedes Quirós.
El Reto ARLISS consistió en la creación de un robot explorador tipo Rover que fuese capaz de soportar una caída de 50 metros de altura aproximadamente y después movilizarse por sí sólo a un punto específico marcado por los responsables del evento.
La cancha de fútbol ubicada cerca de la Facultad de Derecho fue el sitio escogido para ello y se contó con la especial colaboración del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, que facilitó una grúa para poder lanzar los robots.
Isaac Porras Navarro, Carol Jiménez Quirós y Karol Quirós Espinoza, estudiantes de Ingeniería Mecatrónica en el TEC, pusieron en práctica la teoría estudiada en sus cursos para así construir el robot tipo Rover que tuvo el mejor desempeño en el Reto ARLISS (foto Laura Rodríguez).
Ninguno de los equipos logró completar con éxito la misión, sin embargo se entregó un reconocimiento al equipo CKI porque su Rover logró moverse más que los otros; este grupo está conformado por Carol Jiménez Quirós, Isaac Porras Navarro y Karol Quirós Espinoza, estudiantes de la carrera de Ingeniería Mecatrónica del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
“Elaboramos casi todo el robot con materiales reciclables para ahorrar costos y reutilizar, por eso la estructura proviene del aluminio de las celosías de ventanas y el estabilizador es de cinta métrica; lo más difícil es la presión del tiempo que hace que una trabaje nerviosa y se cometan errores, pues un día antes algunas piezas nos fallaron, pero pienso que es lo cotidiano en la ingeniería y así aprendemos a lidiar con esto y subsanar los errores”, señaló Jiménez Quirós.
En el Reto Vida Cotidiana participaron aplicaciones robóticas cuyo diseño y construcción lograra resolver alguna necesidad cotidiana que tengamos las personas.
La Sala Multiuso de la Escuela de Arquitectura, ubicada en el primer piso, fue el escenario en donde se inauguró el último día del RobotiFest UCR 2015 (foto Rafael León).
El equipo Eye Reads establecido por Estefanía Tenorio Sánchez y Oscar Blandino Hernández, ambos estudiantes de Ingeniería Eléctrica de la UCR, se dejó esta categoría al proponer un lector sensorial computarizado y un mecanismo robótico que le ayudaría a personas con discapacidad motora y verbal para que puedan movilizarse y comunicarse.
Ellos también triunfaron en la Categoría General que premiaba al mejor proyecto de todos los retos mencionados, por tanto se hicieron acreedores de un viaje a la Feria Científica Festo que se celebrará este año en Orlando, Florida.
La joven Ana Bárbara Castillo, estudiante de sexto grado del Centro Educativo UCR del Recinto de Santa Cruz, Guanacaste, logró acariciar el robot que expuso Hideo Kawamoto, agregado cultural de la Embajada de Japón, durante el Robotifest UCR (foto Rafael León).
Del mismo modo, todos los equipos que ocuparon los primeros lugares recibieron un paquete con dispositivos tecnológicos que pueden usar en sus proyectos.
“Se trata de una plataforma para comunicación y movilidad de personas con discapacidad motora mediante un dispositivo de rastreo ocular: a partir de la posición que la persona observa la computadora determina cuál letra es y de letra en letra forma palabras y al final oraciones. Para una persona que no puede moverse ni hablar, una de las pocas cosas que tiene control es la vista, entonces esto funciona como medio de comunicación y adicionalmente sirve para tener movilidad pues incluye un dispositivo robótico que activa y dirige un motor también con la vista”, describió Tenorio Sánchez.
El Reto Vida Cotidiana y la Categoría General fueron alcanzados por Oscar Blandino Hernández y Estefanía Tenorio Sánchez, estudiantes de Ingeniería Eléctrica de la UCR; junto a los ganadores el Ing. José Francisco Aguilar Pereira (izq.), representante del Área de Ingeniería ante el Consejo Universitario, y el Dr. Eldon Caldwell Marín (foto Laura Rodríguez).
Por su parte, el director de la EII y coordinador general del RobotiFest UCR, Dr. Eldon Caldwell Marín, afirmó sentirse complacido por el trabajo realizado por las y los equipos participantes, pero que las exigencias van creciendo en cada edición.
“Ha sido totalmente evidente el crecimiento que ha tenido esta competencia la acogida del público, unidades académicas, centros de investigación, instituciones públicas y privadas quienes este año nos han colaborado bastante y con su respaldo se nota que confían en el RobotiFest UCR. A las y los muchachos se les pidió más exigencia en la documentación científica que tenían que aportar y en la funcionalidad de los prototipos. Nos queda ahora consolidar el nivel de acompañamiento de los proyectos que resultaron ganadores para que puedan mejorarlo y que se convierta en un proyecto emprendedor”, indicó Caldwell Marín.
Tecnología para todas y todos
El equipo BDD integrado por (en orden usual, camisas negras) Diego Duartes Sáenz, Luis Diego Solís Vargas y Villy Céspedes Quirós, estudiantes de Ingeniería Industrial de la UCR, se impuso en el Reto Industrial (foto Laura Rodríguez).
El RobotiFest UCR 2015 incluyó demostraciones para el público asistente sobre algunos de los dispositivos tecnológicos que utilizan diversas instancias de la Universidad en áreas como docencia e investigación.
Por ejemplo estuvieron los vehículos aéreos no tripulados, conocidos como drones, del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (LANAMME UCR) y del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA); los robots tipo NAOS de la EII; los cohetes que emplea el Grupo de Ingeniería Aeroespacial (GIA) de la Escuela de Ingeniería Mecánica; y los modelos anatómicos del Centro de Simulación Clínica (CESISA) de la Escuela de Enfermería.
La empresa privada también estuvo presente para colaborar en este festival, como las firmas Microsoft, National Instruments, Mundo Drone, Sisant e Imagen Aérea; además de entidades públicas como el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y la Embajada de Japón.
UCR reúne en Guanacaste a estudiantes de colegio y universitarios de diversas partes del país
Un total de 51 jóvenes de diferentes colegios y universidades del país se inscribieron en el I Campamento Aeroespacial que organizó la Escuela de Ingeniería Mecánica de la UCR en las instalaciones de la Sede de Guanacaste; durante tres días las y los estudiantes recibieron talleres sobre cohetería, intercambiaron conocimientos y los llevaron a la práctica para finalmente ensamblarlos y lanzarlos hacia el cielo liberiano (foto Anel Kenjekeeva).
Otto Salas Murillo
El I Campamento Aeroespacial UCR, organizado por la Escuela de Ingeniería Mecánica (EIM) en la Sede de Guanacaste, se dividió en tres etapas: el lunes 20 de julio especialistas impartieron charlas y talleres sobre cohetería, el martes 21 de julio se abrió el espacio para que las y los participantes pudieran trabajar en sus cohetes para que finalmente, el miércoles 22, fuesen lanzados; cada uno de los proyectos elaborados por las y los jóvenes tuvo éxito y sus cohetes lograron alcanzar el cielo guanacasteco. Es una muestra más del esfuerzo que realiza la UCR por estimular entre las futuras generaciones el estudio de las ingenierías y las nuevas tecnologías.
El combustible usado en los cohetes se denomina “Candy fuel”, que es una mezcla de nitrato de potasio y azúcar; también disponían de otra fórmula más potente pero difícil de hacer, la cual se basaba en perclorato de amonio (foto Anel Kenjekeeva).La ingeniera y oceanógrafa costarricense Melania Guerra Carrillo (centro, blusa negra) fue invitada por el GIA para ofrecer una charla sobre investigación, ciencia y motivación a las y los integrantes de los seis equipos (foto Anel Kenjekeeva).El Grupo de Ingeniería Aeroespacial (GIA) de la Escuela de Ingeniería de la UCR, organizador del Campamento, tuvo como muestra algunos cohetes hechos con materiales más resistentes que el cartón, como la fibra de vidrio, por lo que pueden elevarse aún más en el cielo (foto Anel Kenjekeeva).La ingeniera costarricense Sandra Cauffman (derecha, blusa azul), quien es la subdirectora del proyecto MAVEN de la NASA que envió una misión de exploración al planeta Marte, apoyó a las y los muchachos durante el proceso de ensamblaje de los cohetes (foto Anel Kenjekeeva).El profesor pensionado de la Escuela de Física de la UCR, José Alberto Villalobos Morales, dirigió la observación astronómica nocturna del martes 21 de julio, en la que el Planetario de la UCR facilitó un telescopio con el que se pudo observar a Saturno (foto Anel Kenjekeeva).La mañana del miércoles 22 de julio en Liberia se mantuvo calurosa, pero eso no impidió que la etapa final del Campamento, que incluía el lanzamiento de los cohetes en la cancha de futbol de la Sede de Guanacaste, tuviera un público bastante alegre y participativo (foto Anel Kenjekeeva).Un equipo periodístico del informativo Desde la U del Canal UCR cubrió todos los sucesos del Campamento durante los tres días de acción; acá entrevistan a niños del Centro Infantil Laboratorio y también entrevistaron a jóvenes del Instituto de Guanacaste (foto Anel Kenjekeeva).Con el cohete terminado y la conexión de ignición hecha, el trabajo realizado durante tres días por las y los jóvenes participantes quedó listo para ser probado (foto Anel Kenjekeeva).Estos son los dispositivos con los que se controló el encendido y lanzamiento de los cohetes; personal especializado del GIA fue el encargado de manipularlo y al final todo el proceso fue un éxito (foto Anel Kenjekeeva).
Una de las partes más importantes del proceso de ensamblaje del cohete es el paracaídas, pues se trata del freno que hará que el cohete aterrice si sufrir mayores daños; la fuerza de eyección debe ser la idónea y que el material aguante la fricción con el aire (foto Anel Kenjekeeva).El equipo Killari, que significa Luz de Luna en lengua Quechua, fue el primero en lanzar el cohete que habían ensamblado durante el transcurso del día martes 21 de julio y que logró alcanzar una altura de 132 metros (foto Anel Kenjekeeva).El cohete Viatory IX fue producido por el equipo bautizado como Misión Aeroespacial Guanacasteca (MAG), gracias a su arduo trabajo el cohete alcanzó una altitud de 132 metros (foto Anel Kenjekeeva).El equipo Békt Batzú, que significa Rápido Colibrí en Bribrí, nombró a su cohete como Hello Universe y al final logró subir a 133 metros de altura (foto Anel Kenjekeeva).El equipo Somniatis o Sueño en Latín denominó a su cohete como Aurora, el mismo que logró llegar a una altura de 139 metros (foto Anel Kenjekeeva).Los seis equipos participantes fueron organizados con integrantes provenientes de diferente centros de estudios, para hacer que la experiencia de intercambio de conocimiento fuese más enriquecedora, como el equipo Sirio XVI, que tuvo por ejemplo a estudiantes de la Escuela de Ingeniería Industrial de la UCR y del Colegio San Jorge, ubicado en Guadalupe (foto Anel Kenjekeeva).Estos ocho jóvenes integrantes del equipo Misión Jacobiana desarrollaron el cohete denominado Alpha Rocket I, que llegó a alcanzar una altura máxima de 168 metros (foto Anel Kenjekeeva).El Dr. Henning Jensen Pennington, rector de la UCR (al centro), acompañó a las y los jóvenes y aprovechó para comentar que esta actividad es una experiencia sin igual que sirve para conocer los avances científicos, pero también para dar espacio a la interacción; agregó además que esta institución trabaja en mantenerse siempre a la vanguardia dentro del conocimiento tecnológico para así ponerlo a disposición de toda la sociedad (foto Anel Kenjekeeva).La Sede de Guanacaste ubicada en la ciudad de Liberia agrupa también al Recinto de Santa Cruz, y juntas albergan a casi 2000 estudiantes quienes cursan carreras como Agronomía, Administración Aduanera y Comercio Exterior, Educación, Derecho, Dirección de Negocios, Informática Empresarial, Inglés, Ingeniería Eléctrica, Psicología y Turismo Ecológico (foto Anel Kenjekeeva).Gustavo Fonseca Naranjo (izq.), estudiante de tercer año de la carrera de Ingeniería Mecánica de la UCR, y Gerardo Mora Arjona, costarricense quien estudia Ingeniería Aeroespacial en el Instituto Tecnológico de Georgia, EEUU, se unieron al Grupo de Ingeniería Aeroespacial UCR para ensamblar y lanzar un cohete (foto Anel Kenjekeeva).El Laboratorio de Cómputo de la Sede de Guanacaste de la UCR fue uno de los espacios elegidos por los organizadores del Campamento Aeroespacial para impartir las charlas (foto Anel Kenjekeeva).Uno de los expertos invitados fue Andrés Mora, costarricense quien trabaja en la Universidad Estatal de Arizona, EEUU, y cuenta con una maestría y doctorado en robótica espacial; Mora trabajó en el Laboratorio de Propulsión del Centro Espacial Johnson de la NASA, allí colaboró con el astronauta Franklin Chang Díaz en el desarrollo del motor de plasma (foto Anel Kenjekeeva).El gimnasio deportivo de la Sede de Guanacaste fue el lugar escogido para acomodar las mesas de trabajo de los equipos participantes en el Campamento, cuyos integrantes tuvieron espacio suficiente para desarrollar sus proyectos (foto Anel Kenjekeeva).Chuang Jie Wang Kong, estudiante de undécimo año del Colegio Monterrey, realiza algunas consultas a Moacir Fonseca Becker, quien cursa la carrera de Ingeniería Mecánica en la UCR y formó parte del staff de la organización del Campamento (foto Anel Kenjekeeva).Una familia de monos se acercaron con curiosidad y tomaron uno de los árboles que rodean al gimnasio deportivo de la Sede de Guanacaste, uno en particular sirvió por varias horas como testigo cercano sobre cómo evolucionó el trabajo de las y los participantes (foto Anel Kenjekeeva).Becky y Jim Green acompañaron a las y los jóvenes durante todo el campamento para guiarlos en el desarrollo de sus proyectos de cohetería; ambos son representantes del concurso internacional de cohetes ARLISS, el cual se organiza cada año en Estados Unidos (foto Anel Kenjekeeva).Los organizadores del I Campamento Aeroespacial de la UCR dividieron en seis equipos a los 51 estudiantes de colegio y universidades quienes se inscribieron para formar parte de este evento (foto Anel Kenjekeeva).Cada uno de los seis equipos contaron con los mismos materiales para la elaboración del cohete: cartón, pegamentos como “goma loca” y Poxipol, anillos de plástico, tornillos, un motor, combustible y un paracaídas (foto Anel Kenjekeeva).
El Museo+UCR ocupará el edificio de la Facultad de Ingeniería que fue el primer edificio que se construyó en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio (imagen cortesía museo+UCR).
Edificio de Ingeniería albergará colecciones
Katzy O`neal Coto,
Periodista Oficina de Divulgación e Información
El sueño de crear un Museo de la Universidad de Costa Rica que albergue las diversas colecciones que posee la institución comienza a convertirse en realidad, al cumplirse el quinto aniversario del proyecto Museo+UCR.
El Museo+UCR empezó a gestarse hace más de 15 años desde el Centro de Investigación en Identidad y Cultura Latinoamericana (CIICLA) y la Comisión Institucional de Colecciones. El 24 de junio de 2010 el Consejo Universitario aprobó la creación del Museo de la Universidad de Costa Rica, en sesión N°5457.
Dr. Henning Jensen: «Tenemos que valorar aquello que representa una recuperación de la memoria histórica y sedimenta la identidad institucional» (foto Anel Kenjekeeva).
Desde su creación, el equipo del Museo+UCR viene trabajando en la catalogación, preservación y divulgación de las colecciones que están dispersas en diferentes sedes, unidades académicas y de investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR), con el propósito de conservar y dar a conocer el patrimonio científico y cultural de la institución y del país.
“Hablamos del Museo+UCR como una colección de muchas colecciones, la Universidad tiene más de 70 y la idea es que trabajemos todas de una forma integral, y eso ya se ha logrado muchísimo” señaló la coordinadora Eugenia Zavaleta Ochoa.
El museo planea renovar el edificio de la Facultad de Ingeniería, tanto en su interior como en el exterior, manteniendo su carácter emblemático y patrimonial (imágen cortesía museo+UCR).
Edificio de Ingeniería
Para celebrar su quinto aniversario, el 24 de junio se llevó a cabo un acto simbólico en el edificio de la Facultad de Ingeniería, que fue la primera edificación construida en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio en la década de los cincuentas, el cual marcaría el futuro del desarrollo arquitectónico de la Universidad.
En las aulas donde actualmente se imparten lecciones de ingeniería se exhibirán esculturas y otros objetos con valor histórico (imagen cortesía museo+UCR).
Durante este acto, el rector de la Universidad de Costa Rica, Dr. Henning Jensen Pennington anunció que dicho edificio se convertirá en la sede del Museo+UCR, una vez que la Facultad de Ingeniería se traslade a la nueva edificación que se empezará a construir este año en la Ciudad de la Investigación (finca 2).
“El Museo+UCR ocupará este edifico patrimonial y emblemático de la Facultad de Ingeniería en un lugar que es referencial para toda la comunidad universitaria y por lo tanto, estará en un lugar central dentro de la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio”, apunto el rector.
El Dr. Henning Jensen colaboró en el registro de una toga utilizada por el rector Eugenio Rodríguez Vega. Las togas se utilizaron desde la fundación de la UCR hasta 1973 por el rector y el Consejo Universitario (foto Anel Kenjekeeva).
Conservar el patrimonio
Autoridades universitarias, investigadores y académicos que trabajan a diario en el manejo y conservación de varias colecciones, asistieron a la celebración y se mostraron complacidos con la idea de dotar al Museo+UCR de un espacio físico donde puedan resguardar y mostrar al público cientos de objetos que cuentan la historia de diferentes disciplinas.
La Dra. Alice Pérez, vicerrectora de Investigación, etiquetó el trofeo que ganó el Club de Fútbol de la Universidad de Costa Rica al campeonizar en el torneo de fútbol de primera división en 1943 (foto Anel Kenjekeeva).
Para Zamira Barquero Trejos, coordinadora del Archivo Histórico Musical de la Escuela de Artes Musicales es muy importante el rescate del patrimonio musical porque la UCR posee una gran cantidad de obras, de documentos musicales e instrumentos que llegaron al país al inicio del siglo XIX.
Barquero asegura que además existe una gran cantidad de objetos que pertenecían a destacados compositores, que en estos momentos están en las casas de los familiares y podrían recuperarse. Para ella, “a través del objeto podremos reconocer e identificar a todos estos grandes personajes que fueron tan importantes en otras épocas en lo referente a la música costarricense”.
Por su parte, Hugo Aguilar Piedra, director del Museo de Insectos, reconoció el trabajo realizado por Eugenia Zavaleta y Félix Barboza en la catalogación de las colecciones de todas las facultades y escuelas y considera que la experiencia del Museo+UCR en museografía hará de este lugar un espacio muy interesante para los visitantes.
“En el Museo de Insectos recibimos todos los días grupos de niños, adolescentes y jóvenes y todo el mundo se siente de alguna manera fascinado por los insectos, así que tener un lugar donde la gente pueda aprovechar y ver otras colecciones sería un gran atractivo” destacó Aguilar.
Desde ahora el equipo del Museo+UCR cuenta con un plan detallado sobre el destino que tendrán los espacios del emblemático edificio, donde tendrán salas de exhibición, un taller de restauración, bodegas para conservar adecuadamente documentos y objetos históricos, aulas para realizar talleres y actividades educativas, una recepción y hasta una tienda de souvenires para los visitantes.
Aportes de sus profesionales se identifican a lo largo de la historia del país
La contribución de las carreras de ingeniería de la UCR en ámbitos como la red vial, comunicaciones, energía, edificaciones, industria, producción de bienes y alimentos, software, diseño estructural, entre otros, es un elemento fundamental para la promoción del desarrollo nacional, la igualdad de oportunidades y el bienestar social e institucional (foto Archivo ODI).
Otto Salas Murillo
Periodista Oficina de Divulgación e Información
Con la creación de la Universidad de Costa Rica (UCR) en 1940 y con el establecimiento poco después de la Facultad de Ingeniería, el país se ha asegurado desde entonces carreras que preparan profesionales de alta calidad, quienes se han ido adaptando al mismo tiempo a las necesidades de nuestra sociedad para responder al crecimiento de varios de sus sectores más importantes.
Así quedó plasmado en la segunda mesa redonda con motivo del I Foro Institucional 2015, que organiza la Comisión especial Interdisciplinaria de la Rectoría, y que tuvo como título: Análisis y reflexión acerca de los aportes, hitos y logros trascendentes y relevantes, así como de los retos futuros de las facultades de Ingeniería y Ciencias Agroalimentarias, que se celebró el miércoles 6 de mayo en el auditorio de la Facultad de Educación.
Uno de los participantes fue el decano de la Facultad de Ingeniería, Ing. Edwin Solórzano Campos, quien brindó un amplio panorama sobre la relación que ha existido entre las y los profesionales graduados de dicha área de la UCR con la obra pública y posterior evolución del sector privado en Costa Rica.
El decano de la Facultad de Ingeniería, Ing. Edwin Solórzano Campos, indicó que dicha unidad académica gradúa más de 500 nuevos profesionales por año y que está seguro de que su incorporación al quehacer nacional contribuye enormemente al desarrollo de nuestra sociedad (foto Rafael León).
Contribución al avance en infraestructura
La década de los años 70 trajo una transformación estructural en la UCR con motivo del III Congreso Universitario, a partir del cual la Escuela de Ingeniería pasó a ser la Facultad de Ingeniería, con la consiguiente creación de escuelas que administraran los programas académicos de las diversas carreras.
“La inclusión de la formación en ingeniería en la naciente Universidad vino a responder a la necesidad de crear infraestructura para el desarrollo del país, concordando en buena medida con la construcción de la Carretera Interamericana, obra que permitió la incorporación de los primeros graduados al trabajo activo, con participación directa en el diseño y construcción de redes viales por parte de ingenieros nacionales”, rememoró Solórzano Campos.
Funcionarios del Lanamme-UCR realizan continuamente trabajos en las principales vías del país para verificar la calidad de los materiales que se utilizan en su construcción o en su reparación (foto Archivo ODI).
El antiguo Laboratorio de Ensayo de Materiales, precursor del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme-UCR), ofreció servicios de pruebas para la construcción del Aeropuerto Internacional “El Coco” en 1958, actual Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, “desde un inicio se realizó una gran cantidad de ensayos para analizar los diferentes tipos de materiales que se utilizaron, demostrando una importante preocupación por la calidad de los materiales usados en nuestras edificaciones”, acotó Solórzano Campos.
Por su parte, el Laboratorio de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería realizó y probó modelos a escala de la edificación de la represa hidroeléctrica La Garita también en 1958 y más adelante, en la década de los años 60, sus funcionarios participan en la concepción de los modelos para las plantas de Río Macho y Cachí, mientras que en los años 70 trabajan en la fabricación de las plantas de Arenal y Corobicí.
En 1967 se crea el Laboratorio de Productos Forestales, fruto de un convenio entre el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la OEA (IICA), las Naciones Unidas y la UCR, cuyos aportes han sido invaluables para el desarrollo y conocimiento de las riquezas naturales del país y buscar su óptimo aprovechamiento.
Una imagen que muestra parte de las instalaciones del Lanamme-UCR, en donde ingenieras e ingenieros de la UCR someten a pruebas muy avanzadas los distintos materiales con que se fabrican las carreteras y los puentes del país (foto Archivo ODI).
“Destaca su labor de extensión realizada en el ámbito de Centroamérica y el Caribe para la protección de especies en cuanto al análisis de las propiedades tecnológicas del recurso forestal y sus residuos. Se trabajó con una colección de aproximadamente 2000 especies de maderas y se estudió más de 200 especies maderables en Centroamérica, Panamá, Jamaica, Guyana y Surinam, esto como parte de los aportes de este Laboratorio para la protección y uso sostenible de los recursos forestales”, relató Solórzano Campos.
Para reforzar la proyección de la ingeniería al servicio del sector agrícola es que en el año 1973 se crea el programa interdisciplinario en Ingeniería Agrícola, que involucró los conceptos sobre ingeniería para mejorar aspectos propios de la producción de alimentos mediante el riego, el drenaje, la mecanización y el tratamiento pos-cosecha de productos, aspectos relevantes para mejorar la competitividad del productor nacional en el creciente mercado de exportación.
La última unidad académica en formarse (1986) fue la Escuela de Topografía, denominada años después como Escuela de Ingeniería Topográfica, que sin embargo tenía una trayectoria anterior muy amplia.
Las y los estudiantes de la Facultad de Ingeniería generan y participan en proyectos de investigación en los que se emplea tecnología de punta, como por ejemplo en la carrera de Ingeniería Eléctrica, específicamente en el Laboratorio de Investigación en Ingeniería Biomédica (foto Rafael León).
“El florecimiento de las especialidades en ingeniería en aquellos primeros años de existencia fue la respuesta de la joven UCR ante la urgencia de dotar a la sociedad de profesionales idóneos para sus instituciones gubernamentales principalmente, y poder emprender obras de infraestructura nacional como electrificación y red vial, así como ofrecer seguridad en las edificaciones”, enfatizó el Decano.
Desarrollo a través de la investigación
El Decano explicó que aunque la Facultad de Ingeniería ya contaba con diversos laboratorios que contribuían a la formación académica y ofrecían servicios externos, se planteó la idea de incorporar una unidad que integrara la investigación que generaban sus escuelas, lo que concluye con el nacimiento del Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII) en 1979.
Los robots NAO han sido adquiridos por las escuelas de Ingeniería Eléctrica e Industrial para incluirlos en la Investigación, la Acción Social y la Docencia, los tres pilares fundamentales de la vida académica de la UCR (foto Archivo ODI).
Dentro de las unidades constitutivas se encontraban el Laboratorio de Productos Forestales, el Centro de Ayudas Audiovisuales y el Laboratorio de Ingeniería Sísmica, cuyo origen se remonta al proyecto de la Red de Acelerógrafos UCR-Universidad de California; ya en 1983 se incorpora al INII el Laboratorio de Metrología, Normalización y Calidad (Labcal).
“Debemos sumar la labor profesional que desarrolla el Lanamme-UCR como un centro especializado en el campo del análisis de carreteras y puentes nacionales, su aporte al conocimiento sobre infraestructura vial es vital para la consecución eficaz de las metas en este campo”, advirtió Solórzano Campos.
Pero la década de los años 80 es una de las de mayor cambio tecnológico, prosiguió el decano de Ingeniería, fenómeno que tuvo su repercusión en la UCR con la fusión de la carrera de Computación de Matemáticas e Informática para formar la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática, “la contribución de sus profesionales ha sido trascendental al permitir la incorporación de las nuevas tecnologías, tanto a la academia como al resto del país, y también generando productos para exportación”, expuso.
Tanto el profesorado como el estudiantado de la Facultad de Ingeniería está cada vez más involucrado en la discusión de los problemas nacionales, para poder ofrecer propuestas con una visión más social y a sabiendas de que deben ser soluciones que sirvan de motor para el desarrollo integral del país (foto Archivo ODI).
Solórzano Campos recordó que en esa época surgen también proyectos hidroeléctricos nacionales de impacto como los de Arenal, Orosi y Distrito de Riego Arenal-Tempisque, que vendrían a suplir parte del faltante de agua para San José y en los que participan ingenieros de la UCR; “el crecimiento poblacional, de infraestructura e industrial traen consigo un crecimiento en la demanda energética, lo que ha llevado a la construcción de plantas de energía de diferentes tipos: hidroeléctricas, geotérmicas, eólicas y solares; la participación de profesionales graduados de la Facultad de Ingeniería ha sido de gran valor en esos proyectos”, añadió el Decano.
Al examinar el trabajo de las y los ingenieros graduados de la UCR a través de los años en cuanto a infraestructura vial, energética, forestal y agraria, no puede quedar por fuera los aportes realizados a la extensa red eléctrica, de telefonía fija y celular e Internet, haciendo frente al auge en la demanda de las telecomunicaciones.
“Desde el inicio de la carrera hasta parte de los años 70 tenemos un modelo de crecimiento del estado en infraestructura que demanda grandes obras, pero a inicios de los 80 este paradigma cambia y se presenta una desaceleración de la obra pública y un mayor crecimiento del sector privado; por supuesto que este tipo de comportamiento también se refleja en el enfoque de nuestras profesiones: primero una participación más amplia en las obras estatales y luego un ejercicio profesional más individual o privado. Nuestro aporte como Facultad no solo se manifiesta en proveer las y los profesionales necesarios, sino también en ajustar nuestros planes de formación para responder a la demanda existente”, argumentó Solórzano Campos.
La inversión en laboratorios con tecnología actual en temas como robótica, biomedicina, energía renovable, eficiencia energética, geomática, ingeniería ambiental y biosistemas, son parte de los retos académicos orientados a fortalecer la malla curricular de las carreras de ingeniería; en la imagen aparece el Laboratorio de Robótica que tiene Ingeniería Industrial en la Sede Interuniversitaria de Alajuela (foto Archivo ODI).
Excelencia académica comprobada
El tema de la calidad en la educación siempre ha sido una preocupación en la Facultad de Ingeniería, aseveró Solórzano Campos, por ello y aun antes de la creación del SINAES (Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior), las diversas escuelas inician el proceso de acreditación ante el Consejo Canadiense de Acreditación en Ingeniería (CEAB, por sus siglas en inglés), cuyo primer resultado se obtuvo en 1999.
Aunado a esto la Facultad de Ingeniería mantiene una estrecha colaboración con el Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos (CFIA), alianza de la que se obtiene el Código Sísmico de Costa Rica y en la que participaron en forma relevante docentes y profesionales de la UCR.
“Como una parte importante de la contribución de la Facultad de Ingeniería a la sociedad es la oferta de posgrados, con maestrías en casi todos los campos y más recientemente los doctorados en computación e ingeniería. De esta forma se gradúan profesionales que responden plenamente a las necesidades de los sectores de la industria de alta tecnología y para la investigación”, concluyó el Ing. Solórzano.
Finalmente, los procesos de regionalización de la UCR han sido atendidos ampliamente por la Facultad de Ingeniería, al abrir carreras como Ingeniería Eléctrica en las sedes del Pacífico y de Guanacaste, Ingeniería Química en la Sede del Caribe, Ingeniería Industrial en la Sede de Occidente y Sede Interuniversitaria en Alajuela, el énfasis en Protección contra Incendios de Ingeniería Mecánica en dicha sede de Alajuela y la colaboración de Ingeniería Eléctrica e Ingeniería Agrícola en la Sede del Pacífico para crear la carrera de Ingeniería Electromecánica e Ingeniería Marina Costera.
Proyectos con participación de ingenieras e ingenieros de la UCR
Elaboración de sistemas de generación y distribución de energía eléctrica que cubren más del 90% del territorio nacional.
Creación de una red de comunicaciones de las más modernas y de mayor cobertura en América Latina.
Instauración de un sistema de agua potable con una cobertura de más del 90% de la población.
Más de 110.000 hectáreas de terreno cultivable con sistemas de riego y drenaje.
Desarrollo de tecnología para construcción de estructuras acorde con la situación sísmica del país, que se refleja en un Código Sísmico de aplicación nacional y de uso internacional.
Seguridad inmobiliaria de los bienes inmuebles está garantizada gracias al trabajo de profesionales de alta calidad en el campo de la topografía.
Innumerables aportes a la construcción de vivienda de interés social.
Participación en empresas tradicionales y de alta tecnología que contribuyen al desarrollo nacional y al incremento de las exportaciones.
Desarrollo de investigación en tecnologías de la información que promueve un mejor uso de los recursos tecnológicos.
Investigación reciente en ingeniería marina para mejorar la infraestructura portuaria y las zonas costeras.
Elaboración y aplicación de investigación sísmica que permite un mejor diseño de edificios e infraestructura.
Costa Rica se ve beneficiada con la calidad de las y los profesionales en ingeniería
Dentro del programa de actividades de la celebración por el 50.º aniversario de las escuelas de Ingeniería Eléctrica y Mecánica se organizó un día de “puertas abiertas” en el que los laboratorios estuvieron a disposición del público para saber en qué trabajan estudiantes e investigadores (foto Laura Rodríguez).
El desarrollo de la industria en el país tiene sus bases en el recurso humano y la calidad de la formación académica que las y los ingenieros eléctricos y mecánicos obtienen en las aulas universitarias; si dicha labor formativa se ha mantenido por 50 años con muy buenos resultados es digno de celebrar, pero también es un deber marcar los retos que quedan a futuro.
Bajo estas premisas las escuelas de Ingeniería Eléctricae Ingeniería Mecánicade la Universidad de Costa Rica (UCR) se reunieron el lunes 15 de diciembre para, en conjunto, agradecer el esfuerzo desplegado por exfuncionarios, egresados, profesores y estudiantes, y trazar las líneas de crecimiento académico para los siguientes años.
La actividad del 50. aniversario se realizó en primera instancia en el Auditorio del LANAMME-UCR, ubicado en la Ciudad de la Investigación, en donde se organizó un acto protocolario al que asistieron autoridades universitarias, del Gobierno, estudiantes y docentes.
El Dr. Henning Jensen Pennington (centro) disfrutó de las presentaciones culturales durante el acto oficial del 50.º aniversario, acompañado del Dr. Randolph Steinvorth Fernández (izquierda) y del M.Sc. Jhymer Rojas Vásquez (derecha) (foto Laura Rodríguez).
El rector de la UCR, Dr. Henning Jensen Pennington, preguntó a todas y todos los presentes: “¿quién puede imaginarse a Costa Rica sin el aporte de estos profesionales?, ¿qué habría sido de los grandes proyectos hidroeléctricos, geotérmicos, de las industrias que aquí florecieron, de las herramientas que nos han permitido actualizarnos en los avances de la mecánica y eléctrica, si no hubiese sido por el aporte de ambas unidades académicas?”.
Jensen Pennington agregó que “en la actualidad las y los costarricenses podemos evidenciar la relevancia de nuestros ingenieros e ingenieras en la resolución de nuestras necesidades en telecomunicaciones, dispositivos móviles, Internet, robótica, plantas de vapor, mantenimiento industrial, equipamiento hidráulico, en fin; en medio de todo esto, la formación cualitativa de nuestros profesionales es un componente de enorme relevancia para nuestra sociedad”.
Tres de los robots NAO que posee la Escuela de Ingeniería Eléctrica acompañaron a las y los presentes durante el día de “puertas abiertas”, específicamente en las instalaciones del PRIS-Lab (foto Laura Rodríguez).
El Rector concluyó diciendo que sería imposible dejar por fuera los ingentes esfuerzos que realizan las y los investigadores de ambas escuelas por elaborar proyectos que procuran perfeccionar sus conocimientos y extender el desarrollo del país.
“Los nuevos horizontes que se plantean las y los ingenieros trascienden nuestro entorno y llegan incluso al espacio, por ello destacó las iniciativas de investigación en materia aeroespacial, con los estudios en cohetes, que llevan a cabo estudiantes y profesores de Ingeniería Mecánica. En Ingeniería Eléctrica resaltan los proyectos de generación de energía y su uso eficiente, la puesta en práctica de algoritmos para programación de sistemas inteligentesy creación de robotscon capacidades cognitivas”, acotó Jensen Pennington.
Orgullosamente UCR
La característica principal de esta celebración fue la hermandad que viven estas dos escuelas, por eso la Escuela de Ingeniería Mecánica trasladó parte de los equipos tecnológicos que tiene en su laboratorio para unirse al día de “puertas abiertas” en el edificio de Ingeniería Eléctrica (foto Laura Rodríguez).
El Dr. Jensen Pennington no fue el único en destacar la labor de estas unidades académicas, también el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Ing. Carlos Obregón Quesada, graduado de la Escuela de Ingeniería Civil de la UCR, declaró que son dos de las carreras que representan el futuro del país, “tanto Ingeniería Eléctrica como Mecánica buscan ser desarrolladoras, creadoras de ciencia y tecnología, y yo soy testigo de la gran capacidad de sus profesionales quienes se han desempeñado y lo hacen en la actualidad con mucha eficiencia dentro del ICE y otras entidades”.
Asimismo el director de la Escuela de Ingeniería Eléctrica, Dr. Randolph Steinvorth Fernández, señaló que deben ver hacia delante y por eso más bien él celebra el inicio de otros 50 años de trabajo para ambas carreras.
Además de tener un Programa de Posgrado en Ingeniería Eléctrica, esta Unidad Académica mantiene tres proyectos inscritos ante la Vicerrectoría de Acción Social y un TCU denominado: Soluciones energéticas para la vida cotidiana (foto Laura Rodríguez).
“Tenemos que diferenciarnos para poder resaltar en este mundo tan competitivo, no basta con la experiencia acumulada en el aula, hay que hacer investigación, además de trabajar y colaborar con las comunidades y con el sector productivo”, expresó Steinvorth Fernández.
Las escuelas de Ingeniería Eléctrica y Mecánica están acreditadas ante el Consejo Canadiense de Acreditación en Ingeniería, por tanto sus estudiantes tienen garantía de que la educación que reciben está acorde con los estándares de calidad que se establecen en el ámbito internacional.
“Al día de hoy todas y todos nuestros egresados consiguen trabajo con prontitud y laboran en empresas de alto nivel, en las que podríamos decir que destacan transnacionales del sector médico. Yo destacaría la capacidad de análisis, creatividad, facilidad y disposición para aprender más, así como los valores éticos y morales que ellas y ellos tienen”, indicó el M.Sc. Jhymer Rojas Vásquez, director de la Escuela de Ingeniería Mecánica.
Rojas Vásquez adelantó que pronto abrirán una nueva maestría en el área de energías renovables, que vendrá a sumar en la búsqueda por cumplir con la neutralidad de carbono para Costa Rica.
La Escuela de Ingeniería Mecánica mantiene convenios con entidades internacionales, como por ejemplo con la Universidad James Madison, Virginia, EE.UU., lo que aumenta la experiencia de estudiantes, profesores e investigadores (foto Laura Rodríguez).
Visita a laboratorios
Al concluir el acto oficial de celebración del 50 aniversario de estas dos unidades académicas, todas y todos los presentes se dirigieron al edificio de la Escuela de Ingeniería, localizado a 500 m. del Auditorio del LANAMME-UCR para participar en un día de“puertas abiertas”.
Esto significa que todos los laboratorios de Ingeniería Eléctrica estuvieron abiertos para que las personas pudieran conocer, de la mano de estudiantes y profesores investigadores, todo lo que allí se hace; por ejemplo en el Laboratorio de Electrónica Analógica, Laboratorio de Investigación en Fotónica No Lineal, Laboratorio de Investigación en Robots Autónomos y Sistemas Cognitivos (ARCOS-Lab), y en el Laboratorio de Investigación en Reconocimiento de Patrones y Sistemas Inteligentes (PRIS-Lab).
La Escuela de Ingeniería Mecánica también tuvo un espacio a su disposición para demostrar los avances en investigaciones relacionadas con tecnología aeroespacial y robótica.