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Etiqueta: pandemia

UCR: Las citas para la Aplicación de la Prueba de Aptitud Académica ya fueron asignadas

Correos electrónicos se enviaron el 7 de septiembre a los postulantes

Este lunes 7 de setiembre fueron asignadas las citas de aplicación de la Prueba de Aptitud Académica de las universidades públicas (foto Archivo ODI).

La Universidad de Costa Rica y la Universidad Nacional asignaron ayer, las citas de aplicación de la Prueba de Aptitud Académica (PAA) para la población inscrita en el Proceso de Admisión 2020-2021. Esta información fue enviada vía correo electrónico a la población aspirante, y puede ser consultada también a través de las páginas www.ori.ucr.ac.cr y www.registro.una.ac.cr

Como lo informaron en el mes de julio, las universidades públicas junto con el Ministerio de Educación Pública (MEP), la aplicación de la PAA está programada para llevarse a cabo entre el 1 y el 20 de diciembre de este año, y a pesar del contexto de la pandemia, el contenido del examen no tendrá ninguna variación.

Asimismo, las universidades públicas reafirman que para la aplicación de la Prueba de Aptitud Académica se han dispuesto de los protocolos sanitarios aprobados por las instancias de salud de la Universidad de Costa Rica, los cuales operan en observancia rigurosa de las directrices emitidas por el Ministerio de Salud.

“Las personas que realicen el examen de admisión pueden hacerlo con total tranquilidad de que se garantiza su salud integralmente” dijo el Dr. Carlos Araya Leandro, Rector de la Universidad de Costa Rica.

Por último, las universidades públicas instan a la población aspirante a estar pendientes de la información sobre el proceso de admisión 2020-2021 mediante las páginas web y redes oficiales de la UCR y la UNA. Ambas instancias ofrecen una práctica en línea, la cual está disponible en paa.iip.ucr.ac.cr

 

Tatiana Carmona Rizo,
Periodista Vicerrectoría de Vida Estudiantil

Retos de la educación popular en la pandemia del COVID-19

El día miércoles 9 de setiembre a las 5 p.m., en el programa Voces y Política se estará hablando sobre las reflexiones, aprendizajes y retos que surgieron del taller de Educación Popular y Territorios Comunitarios, el cual se realizó el pasado mes de agosto y en donde participaron 25 estudiantes y docentes de la Universidad de Costa Rica. El objetivo será tratar de contestar ¿Cómo podemos hacer Educación Popular en este contexto de pandemia?

Puede escuchar el programa en la 96.7 FM a las 5 p.m.

Atisbo de la realidad post Covid-19

Hernán Alvarado

            Resulta paradójico el intento de descifrar una «nueva normalidad» que no es nueva ni normal. ¿Y cuál era la vieja normalidad? ¿Se trata de una palabreja más que pretende decir mucho y no dice nada? ¿Disimula acaso que la realidad de los más ricos nada tiene que ver con la de los más pobres? ¿Cambiará eso? Claro que no. En ese sentido, la «normalidad» anterior al Covid-19, a juzgar por la mayoría, refiere a una sociedad anómala, cada vez más inequitativa, injusta e insostenible.[1] En realidad, no se sabe en qué consiste la «nueva» normalidad, ni siquiera está claro cuándo terminará esta primera pandemia global. Aún así conviene buscar un hilo de luz utópica entre sus distópicas y despóticas posibilidades.

El rostro recortado

            La mascarilla, el escudo facial, el pañuelo o la bufanda, cubren el rostro de cada vez más personas en la calle, como ya se estaba volviendo hábito en los países del sudeste asiático. Agréguese anteojos oscuros y un sombrero para obtener un disfraz parapandémico. Parecen implementos necesarios, aunque no sea seguro cuánto contribuyen a mitigar el contagio, pues suponen buenas prácticas que son poco conocidas. No obstante, la máscara se está convirtiendo en símbolo de «responsabilidad individual», sobre todo para una política pública fallida que pretende lavarse las manos.

            Esa desaparición progresiva del rostro, siguiendo una intuición de Emmanuel Levinas (1906-1995) podría significar también el debilitamiento de la resistencia. Con su rostro tapado el otro obedece, arrebatándole su atuendo a los anarquistas, para quienes representaba rebeldía. El otro es ahora un peligro invisible e impredecible y sirve de pretexto para que los algoritmos y los modelos probabilísticos tomen la escena dictando los cursos de acción, como antes ya lo hacían las aplicaciones georeferenciadas. Hay que ver, por ejemplo, cómo tratan hoy las aerolíneas a sus clientes a través de los dispositivos móviles; cuidando su quebrantada rentabilidad, atrasan sus vuelos, cambian itinerarios y paradas a última hora, no devuelven el dinero de viajes truncados y no aceptan aplicarlos a otros. ¿Y el usuario? Bien, gracias, enmascarado y calladito sigue instrucciones en fila, a dos metros de distancia.

Un rostro en la arena

            Eso calza con la borradura del sujeto, tan propio de la post modernidad. Adiós al actor social, suplantado en adelante por un agente anónimo, sin arraigo ni historia, accesorio de la máquina y esclavo del sistema. Su narrativa errática e incoherente oscila entre el individualismo rapaz y la anomia, rayanas ambas en lo absurdo, a penas compensado por un consumismo voraz que amenaza la vida de la Madre Tierra. Michel Foucault (1926-1984) había intuido, muchos años atrás, que algo extraño podía suceder, puesto que ya había sucedido antes:

El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento. Y quizá también su próximo fin. Si esas disposiciones desaparecieran tal como aparecieron, si, por cualquier acontecimiento cuya posibilidad podemos cuando mucho presentir, pero cuya forma y promesa no conocemos por ahora, oscilaran, como lo hizo, a fines del siglo XVIII el suelo del pensamiento clásico, entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena.[2]

Una hipótesis radical

            El recorte del rostro propio y ajeno, su desvanecimiento masivo en el espacio urbano, tendrá impactos negativos sobre la subjetividad.[3] El otro se puede ir volviendo cada vez más abstracto, mirado de reojo por quien lo desconoce y le considera portador de la peste. El odio que destilan las redes sociales también indica ese vaciamiento de la humanidad del otro, al que se juzga in absentia, antojadizamente. ¿Será la venganza del «hombre masa» denunciado antaño por José Ortega y Gasset (1983-1955)?

            Estamos ante el triunfo del hemisferio izquierdo del cerebro cuya hegemonía progresiva, propiciada por la modernidad, podría ser la fuente, según MacGilchrits, del incremento de enfermedades mentales como esquizofrenia y autismo.[4] Las habilidades sociales dependen más bien de las facultades propias del hemisferio derecho. La comunicación, por ejemplo, depende mucho más de gesto y tono que de los mismos significantes que, no obstante, los transforma en signos. Aprendemos a ser humanos mirando el rostro de los cuidadores, verificamos los significados observando sus expresiones faciales. Basta notar que la risa es el feedback del sentido, tal como lo evidencian las bromas. Pero en pandemia la sonrisa queda confinada y, concomitantemente, el malhumor aflora y la violencia abunda.

            La «nueva normalidad» implica una comunicación reducida a significantes, con un impacto negativo sobre empatía y confianza, pues las máscaras nos aproximan más al robot que al animal, al programa más que al espíritu. Una comunicación empobrecida solo puede ser heraldo de una humanidad más pobre, en medio de su abundancia material. Peor aún, tras la mascarilla cuesta más hacerse oír y hacerse entender. Por lo demás, se le aconseja limitar su parloteo. Por ese camino, la persona quedará reducida al personaje abstracto del mercado, a vendedor o comprador, obsesionado con el cálculo de utilidades y atado al «lenguaje de las mercancías».[5] Puesto que el autoservicio tenderá a imponerse, ya no podrá hablar ni con los cajeros que también están siendo sustituidos por máquinas. De por sí que, como McGilchrits observa, el lenguaje sirve más para controlar que para comunicar.

De lo presencial a lo virtual

            El gran cambio que empuja la pandemia, consecuencia del enfoque que la OMS le ha imprimido, consiste en partir la realidad en dos. Esta resulta ser ahora bimodal, es decir, virtual y presencial. El mismo Coronavirus es más virtual que presencial, aunque sus efectos mortíferos sean tan reales como miles de cadáveres incinerados. Hasta hace poco la virtualidad era opcional y buena parte de la ciudadanía seguía ajena a las computadoras. En cambio, el uso de Internet durante esta crisis sanitaria ha aumentado, en promedio, alrededor de un 35%. El face to face disminuye mientras el screen to screen aumenta aceleradamente, cambio enorme que parece insignificante -nada más promisorio para una innovación.

            El teletrabajo y el teleaprendizaje enfrentaban prejuicios hasta en altas esferas académicas. Se había avanzado lentamente con reglamentos y protocolos.[6] Ahora se han convertido en modalidades indispensables por lo que medio mundo ha corrido a ponerse al día. En correspondencia, la brecha digital también ha quedado evidenciada y requiere ser cerrada cuanto antes. La «normalidad» que viene emergiendo implica, entonces, una digitalización y bancarización universales, escenario que iba a tardar mucho más.

            Una realidad virtual generalizada lo cambia todo. El capitalismo se volverá cada vez más automático, también más explotador, puesto que la computadora absorbe más tiempo que nada. A la vez será más volátil, más explosivo. Se puede vaticinar que sus crisis sistémicas serán cada vez más agudas y devastadoras. El teletrabajo aísla más o menos a la fuerza de trabajo, como la máscara al virus; así que puede aumentar su flexibilización y atomización.

            Sin embargo, también aumenta la conectividad virtual entre las personas, ya que el problema no está en el instrumento sino en el modo de usarlo. Esa tecnología también abre la posibilidad de un trabajo más colaborativo, más crítico y creativo, al conectar un cerebro con otros. Lo importante será aceptar que ella implica cambiar la estructura y dinámica de la organización, la tribu y el grupo, pues la cuestión seguirá siendo política: ¿cómo usar esta tecnología en red, para qué y al servicio de quién?[7]¿Servirá a la democracia cognitiva o a la manipulación mediática?

Entre el espanto y la ternura

            El manejo de la pandemia la ha convertido, como toda crisis, en un acelerador del cambio. ¿Cuál cambio? Quienes promueven la nueva normalidad celebran el retorno a lo mismo con gente más desconfiada, sometida e inmovilizada. Al decir de Franz Hinkelammert: «Cuando hoy se produce el infierno para la mayoría de la humanidad, hay otros que creen vivir en el cielo.» Sin embargo, al final todo dependerá de una conciencia social que escuche o no el llamado de supervivencia; el mandato de la vida que desemboca en el grito del sujeto. Premonitoriamente Hinkelammert alertaba sobre eso:

Se dice que en la Edad Media, y precisamente en el siglo XIV – después del estallido de la gran peste-, hubo fiestas en las cuales se bailaba hasta que el último estuviera arrasado por la muerte. Toda nuestra sociedad está bailando este baile. Hace falta interrumpirlo por lo menos un momento, para reflexionar, y ver si no es mejor enfrentar la peste para detenerla, en vez de seguir con este baile de muerte.[8]

            El avance tecnológico debe usarse para las mejores causas, más allá del enriquecimiento insaciable del 1% de la población. Pero, esa tecnología también puede ser fría y alienante, así que habrá que seguir defendiendo después cada abrazo, tanto como nuestro indispensable lazo con la trama de la vida.[9] De cierto modo, la humanidad seguirá viviendo, de aquí en adelante, al filo del abismo, «entre el espanto y la ternura».[10]

[1] El capitalismo salvaje deviene capitalismo suicida, será cuestión de tiempo, pues un crecimiento infinito en un planeta finito es sencillamente imposible, como insistía José Luis Sampedro (1917-2013).

[2] Foucault, M (1968) Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias sociales. Buenos Aires: Siglo XXI, p. 375.

[3] El concepto de «normalidad» ha sido cuestionado por casi toda psicología. En realidad, no soporta ni la primera pregunta: ¿qué diablos significa ser normal?

[4] MacGilchrist, I (2009) The Master and his Emissary. The divided brain and the making of the Western World. New expanded edition. New Haven and London: Yale University Press, chapter 12. Kindle, Loc 10255.

[5] Mencionado por Karl Marx (1818-1883) para aludir a la realidad fetichista del intercambio. Marx, K.(1980) El Capital. Crítica de la Economía Política. T I, V 1. México: Siglo XXI. 9ª, p. 63.

[6] En el 2019 se aprobó la Ley 9738 que regula el teletrabajo en Costa Rica, cuando ya lo hacían bajo esa modalidad unas 12,000 personas.

[7] No se consideran aquí los impactos sobre las comunidades rurales, donde todo lo dicho debe ser repensado pues posiblemente serán de los últimos bastiones de la resistencia contra la robotización del ser humano, amén de que garantizan la producción de alimentos y otros servicios ecosistémicos. Sobre sus realidades viene reflexionando para Surcos, entre otros, German Masís.

[8] Hinkelammert, F.J. (1998) El grito del sujeto. Del teatro-mundo del Evangelio de Juan al perro-mundo de la Globalización. San José: Editorial DEI, p.8.

[9] Hay una vislumbre esperanzadora en ElPaís.cr, del 3 de septiembre del 2020: Rafael Arias, «Bioeconomía: eje de la transformación productiva con equidad social y sostenibilidad ambiental».

[10] Según el dilema que plantea una canción de Silvio Rodríguez.

Imagen: Guayasamín y el abrazo

Danza Universitaria continúa cerca de la gente

Por medio de talleres virtuales

Aunque sea de manera virtual, Danza Universitaria no ha dejado de estar presente en las distintas comunidades del país y desde marzo ha desarrollado una serie de espacios para diversos públicos, con el fin de continuar con su labor en el área de acción social y adaptar su trabajo a las circunstancias actuales.

Estos espacios de intercambio y capacitación surgieron como respuesta a la necesidad de mantener los talleres y actividades que realiza la compañía y ampliarlos a otros públicos.

Es así que surgieron diversos proyectos virtuales, enmarcados dentro de la iniciativa Comunidades en Línea con Danza U, como Bailemos de larguito, a cargo de Minor Gutiérrez, que inició como una colaboración con la Municipalidad de Montes de Oca para impartir clases de bailes populares a la población del cantón. No obstante, más adelante se abrió para personas de cualquier rincón del país.

Según comentó Gutiérrez, este espacio, más que una clase de baile, tiene como objetivo mantener a las personas en movimiento, socializar y colaborar con la salud mental.

“El baile es una excusa para que nos movamos, para que hagamos ejercicio. Es salud mental para alejarnos un poco de toda la situación, dedicarnos a nosotros, concentrarnos en el baile, en la música, en los demás compañeros”.

Las clases se imparten por medio de la plataforma Zoom los lunes y jueves a las 5:30 de la tarde, e incluye ritmos como bolero, salsa, cumbia, merengue, paso doble y mambo, entre otros.

Para Gutiérrez esta ha sido una experiencia que le ha gustado mucho, pues significa un reto en la forma de enseñar, así como el aprendizaje tecnológico y técnico que implica. Además es una modalidad que podría mantenerse aún después de la pandemia.

Otro de los talleres que se está llevando a cabo es el de Acondicionamiento físico integral, que está dirigido a bailarines y bailarinas profesionales.

Karen Elizondo es la facilitadora y ella manifestó que el objetivo de este curso es mantener el nivel físico de los profesionales de la Danza que han tenido que dejar su entrenamiento habitual por la cancelación de espectáculos y otras actividades. En este sentido, las clases están orientadas a mejorar la fuerza y aumentar la resistencia muscular.

El curso está adapatado a un espacio pequeño y al uso de materiales caseros. Para Elizondo la experiencia ha sido de mucho valor, pues ella no había incursionado en cursos en línea y esto le ha permitido, a parte de conocer mejor la herramienta, preparar las clases desde otras perspectivas para que quienes asisten puedan seguir de manera correcta los ejercicios que se realizan.

Por su parte, Adriana Cuellar, bailarina que está participando de este taller, agradeció a Danza Universitaria que haya abierto este espacio, pues le ha permitido mantener de alguna manera el movimiento y ejercicio que necesita cualquier bailarín, además indicó que el profesionalismo y la dedicación de la profesora son puntos que han hecho las lecciones muy satisfactorias.

Las clases se imparten los lunes y jueves a las 7 de la noche.

Una de las características que han tenido tanto el curso de Bailemos de larguito como el de Acondicionamiento físico es que han contado con la participación de personas en el extranjero.

Para los adultos mayores se desarrollaron los talleres de Movimiento Creativo y Estabilidad en Movimiento a cargo de Gloriana Retana.

El primero está dirigido a personas entre 50 y 80 años con el propósito de mejorar la calidad de vida y salud de esta población, asi como el disfrute de los movimientos del cuerpo y para despejar la mente.

Mientras que el otro taller es para personas mayores de 80 años y surgió pues Retana pensó en su abuela y en cómo mantenerla activa a raíz de la pandemia. El objetivo de estas clases se centra en mantener la energía, la movilidad articular y el buen dormir de las personas. Para realizar estas lecciones se necesita una silla y la persona debe contar con alguien que le ayude tanto para realizar los movimientos, como para el uso de la tecnología.

“Para mí esta experiencia ha sido un regalo absoluto porque es la manera de colaborar desde tu campo artístico. Ha implicado reinventarme yo desde el movimiento, en la sensación, conciencia corporal y el disfrute a partir de cosas mas simples. Me ha dado la oportunidad de trabajar con una población que siempre había querido y ha sido muy satisfactorio el resultado y la importancia de ese ratito a la semana para poder ayudar a otra gente”, destacó Retana.

Para más información se puede ingresar a la página de Facebook de Danza Universitaria o comunicarse al teléfono 2511-5579.

 

Foto: Bajo la iniciativa del proyecto Comunidades en Línea con Danza U, la compañía se ha mantenido activa realizando diversos talleres virtuales para distintos públicos (imagen con fines ilustrativos). Foto: Anel Kenjekeeva.

Andrea Marín Castro
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR: Artistas nacionales e internacionales unieron esfuerzos para realizar el FestArt 2020

Proyecto es impulsado por el Recinto de Grecia de la UCR

La obra «De pueblo» de Xibalbalog Producciones será transmitida el lunes 7 de setiembre a las 8:00 p.m.

Del 4 al 13 de setiembre se realizará la séptima edición de Festival Artístico Internacional (FestArt), un proyecto que reúne una serie de artistas que llevan el arte a las comunidades.

En esta oportunidad, se presentarán 15 espectáculos que serán puestos a disposición de la población por medios virtuales, esto debido a la situación mundial que se atraviesa con la pandemia.

De esta forma, el festival contará con presentaciones de ocho agrupaciones nacionales y de representaciones de Honduras, El Salvador, Guatemala, México y por primera vez una agrupación de España. Además, el espectáculo de clausura que será transmitido en vivo, es una puesta en escena de la productora Fin de Impro y tendrá un elenco compuesto por artistas de Perú, Argentina, Uruguay, España, México y Costa Rica.

Según la Licda. Laura Santamaría, productora del FestArt, las propuestas artísticas que se presentarán están enfocadas a diferentes públicos, hay dos espectáculos infantiles, dos conciertos para todo público y otros que abarcarán temas de género, luchas sociales e improvisación.

Santamaría destacó que este año fue todo un reto lograr montar el FestArt, ya que después de varias propuestas se logró “negociar con diferentes grupos nacionales e internacionales para obtener espectáculos pre grabados y trasmitirlos en diferentes horarios durante 10 días. Así, con el apoyo desinteresado de artistas y equipo, logramos la nutrida programación que tenemos” aseguró.

Explicó que todo el proceso ha sido un aprendizaje constante, ya que el equipo de producción tuvo que capacitarse en redes sociales, manejo de plataformas digitales, manejo de audio y video y programas de edición, entre otros. “Todo el equipo de producción se volcó a la virtualidad, a reunirnos por diferentes medios y a potenciar las habilidades y destrezas de cada uno. También, contamos con el apoyo del productor Luis Carlos Silva, quien nos brindó asesoría y ha trabajado con nosotros en cada una de las áreas”.

Según Santamaría, el FestArt virtual es un intento para no dejar caer el festival y mantener su constancia y presencia en las comunidades de Occidente, pero en el proceso de grabación se extrañó mucho la presencialidad “tener a los artistas y al público en esa magia y sinergia que se crea cuando compartimos un solo espacio” aseguro.

Todos los espectáculos del FestArt estarán disponibles en el canal de YouTube FestArt UCR, las personas interesadas deben ingresar al link el día y la hora del espectáculo de su interés. En el caso del espectáculo de cierre, programado para el domingo 13 de setiembre a las 7:00 p. m. quienes deseen verlo deberán enviar un mensaje al whastapp +506 70193282 o un correo a festart.ucr@gmail.com para solicitar el acceso a la plataforma zoom y disfrutarlo en vivo.

El FestArt 2020 es un ejemplo de que la Acción Social de la Universidad de Costa Rica continúa trabajando y busca opciones para estar en contacto con las poblaciones que atiende.

El programa de espectáculos lo puede consultar aquí.

 

Grettel Rojas Vásquez
Periodista, Sede de Occidente

La Primavera De La Pendemia

Macv Chávez

Vamos a ponernos masa y decir: septiembre ha llegado susurrándome al oído que hemos fracasado como país, cosa que me conduce a pensar: ¿realmente el peruano ha sabido meditar y contemplar la realidad de la vida sociocultural de su nación durante esta larga pendemia (show mundial que todavía tiene para ratos)?

Debo confesar que la realidad me va a indicar que solo un 3% seguirá siendo el grupo consciente. Un porcentaje que podría hacer mucho, pero que finalmente no hace nada, porque simplemente está cansado de contemplar tan miserable realidad; y digo miserable porque una persona consciente no va a manipular a otra para alcanzar sus fines, porque quien es consciente es libre, y quien es libre busca que las acciones de su vida se den en libertad, y la libertad implica que la otra persona también tenga la misma libertad de ser y hacer, para que sea su decisión personal la que le lleve a actuar, y no las órdenes de un patrón, guía o pastor, esos que finalmente son más de lo mismo: el jefe, dios, patrón, guía u otros que le ordena hacer -directa o indirectamente, debido a que hay gente que no ha aprendido a tomar decisiones por su propia cuenta (existencialmente), es decir, por convicción personal, porque solo saben hacerlo por convencimiento, cosa que sucede a diario en la vida de la masa, puesto que está acostumbrada a comprar las cosas para su vida por floro o publicidad, esa que llega desde el vendedor que viene con labia de orador hasta el presidente pinocho que para en el país de las maravillas, porque de cualquier cosa se puede robar, puesto que todo el mundo solo busca disfrutar el momento (una acción que se basa en una especie de Carpie Diem versión barrio), sencillamente porque no protesta, no razona, no medita; debido a que se deja guiar por lo que le dicen “los que saben”, desde “los profesionales”, “políticos” y “medios de comunicación”, personajes o entidades que solo buscan un interés en común: la prostitución del ser, porque solo les interesa cobrar su dinero por los servicios prestados, misma puta, porque es de este modo cómo la prensa, el cuarto poder, -el más importante según un pensador que en algún momento leí y que ahora no recuerdo, porque no me parece de vital importancia- pasa a ser una de las mayores rameras de la historia, porque la verdad se va a la mierda cuando se la manipula en vez de contemplarla y cuestionarla para buscar su belleza para accionar en pro de ella, y por ende, de nosotros, de todos por igual y sin distinción alguna.

Entonces, si comprendemos que la prensa es una ramera que cobra por sus servicios, debemos saber que lo que consumimos es una efímera información, irreal, realidad maquillada para manipular; o sea, una gran mentira, y por ende, un gran autoengaño, porque finalmente las putas nos muestran aquello con lo que queremos ser engañados, la idea de algo que no es por sí ni en sí mismo, simplemente porque eso es lo que sus parroquianos consumen. Por lo tanto, si queremos cambiar la realidad sociocultural de nuestro país, debemos dejar de consumir la información basura, la que nos limita el ser, es decir, la racionalidad, la capacidad de contemplar la realidad para analizar, aceptarla y cuestionarla; y para eso necesitamos comprender que las putas trabajan para sus cafichos y no para los feligreses, esos cojudos que asisten a su centro de trabajo para disfrutar de sus efímeros cariños, esos mismos que llegan a tener el poder gracias al “vox populi”, porque la gente que la consume es la que la promociona y la convierte en su Dios, al punto de que es incapaz de cuestionar la información que le brinda. Y, por ende, la prensa no es la única culpable de la mierda sociopolítica y sociocultural que vivimos en los últimos tiempos, porque si nos ponemos a contemplar estas dos grandes realidades vamos a descubrir que giran en un mismo círculo vicioso, donde el dueño del burdel es el que tiene el control sobre las putas, quienes sí o sí deben someter a los parroquianos con la idea de felicidad, esa que les brindan en el momento que las poseen, para que finalmente sean estos fieles los marqueteros o publicistas de los efímeros placeres con los que nos alimentan en la vida diaria de un yo escapista, porque la información que nos brinda la prensa solo son comunicados que sirven para escapar de la realidad, para adentrarse en una caverna de miseria de la que no salimos por andar de espalda a la luz, debido a que -como dirían los físicos cuánticos- “la realidad no existe hasta que se la observa. Y por eso me atrevo a decir que es evidente que vamos a tener miseria humana para largo y tendido, simplemente porque la masa, la mayoría de la población, es consumidora de los placeres que nos brinda la puta prensa, esa puta que está controlada por los cafichos del poder, esos dueños de los burdeles económicos que controlan al gobierno, a quien simplemente le pagan su comisión para que se haga de la vista gorda, tan igual como ellos lo hacen cuando al gobierno le toca robar, pagando de ese modo su comisión al gobierno de turno y su porcentaje a la puta prensa por los servicios prestados.

Por eso, desde esta perspectiva o pequeño análisis, podemos contemplar que existe un grave problema de consumo, tan grave como la comida chatarra, porque es así de dañina la televisión basura y la prensa prostituida, porque simplemente son medios de comunicación que contribuyen a la deformación del ser, porque solo se dedican a alimentar la miseria humana, es decir, a seguir en más de lo mismo: mostrando un desinterés por la realidad sociocultural y sociopolítica del país, debido a que no hemos comprendido de que son nuestras acciones miserables, esas que van cargadas de silencio, desinterés, olvido, del mirar para otro lado, para hacernos de la vista gorda, es decir, de una profunda complicidad ante tanta corrupción humana, esa que en alguna ocasión nos ha puesto en el ranking de los más ignorantes del mundo, como también de los más corruptos del planeta, cosa que debería darnos vergüenza, pero ¿cómo avergonzarnos de algo que no tenemos conciencia, de algo que desconocemos simplemente porque tenemos todavía una mentalidad paupérrima del ser y hacer? Por ende, creo que, si estamos pensando que el mundo necesita una revolución, esperemos que el mundo se dé cuenta de que la verdadera revolución de estos tiempos consiste en una reformación humana, para no seguir deformándonos como personas, con esa puta información que nos brindan y enseñan los grupos de poder, porque, de lo contrario, si seguimos en este mismo vivir, pronto podría venir una verdadera Pandemia y no la contaríamos, simplemente porque ni enterado estaríamos o simplemente porque no la contaríamos a falta del vivir, simple y sencillamente porque sería difícil sobrevivir siendo pobre y vulnerable, masa explotada y oprimida, cosa que ya lo hemos visto más de una vez durante estos meses de Pendemia Covid 2.0, y del cual salimos con los brazos cruzados ante tanto robo a la nación, sencillamente porque también haremos lo mismo en algún momento, mientras lo justificaremos con alguna frase de autoayuda, misma prensa nacional, porque el fin justifica los medios -corearían a Maquiavelo, mientras aplastan a algún reflejo del propio ser, solo que del lado opuesto: miserable oprimido y no miserable opresor.

Finalmente, creo que dejaré de ser masa para empezar a parir una nueva pregunta, una pregunta que indudablemente estará rondando en mi cabeza, buscando encontrar la respuesta, porque es una pregunta que busca encontrarse, saberse, porque es indispensable preguntarnos sí ¿aprenderemos algún día a ser personas, para dejar de ser animales racionales cargados de irracionalidad, con la finalidad de trascender como seres humanos, alcanzando el bien común sin la necesidad de oprimir la libertad del ser y quehacer?

UCR: Proyectos de Acción Social seguirán conectados con las comunidades

Vicerrectoría de Acción Social pone a disposición 1000 chips telefónicos para estudiantes y personas de las comunidades vinculadas a los proyectos

La entrega de chips telefónicos forma parte de las medidas impulsadas por la Vicerrectoría de Acción Social para la reactivación paulatina y la continuidad de los proyectos de Acción Social en el marco de la emergencia nacional generada por la pandemia del COVID-19. Fotografía de Natalia Odio González.

El pasado lunes 25 de agosto, la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) entregó 40 chips telefónicos prepago a diversos proyectos de Acción Social. Esto con el objetivo de seguir apoyando el trabajo de vinculación con las comunidades en tiempos de pandemia.

“Esta es una gestión de hace varios meses liderada por la Vicerrectora de Acción Social y de la que hoy se ven los resultados con la entrega de los primeros dispositivos. Esperamos que pronto se vean los frutos, pues la situación de la pandemia nos ha obligado a pensar en muchas alternativas que antes ni hubiésemos considerado aplicar y ahora nos toca seguir en el haciendo-aprendiendo”, expresó Dorys Mercado, encargada de la administración del edificio de Educación Continua y de la entrega de chips.

En total, se cuenta con 1000 chips prepago para ser asignados de manera equitativa y racional a los proyectos que lo soliciten, de manera que puedan ser entregados a estudiantes y personas de las comunidades que los requieran para posibilitar la continuidad de las actividades del proyecto, siempre respetando las medidas de distanciamiento social. Estos chips cuentan con WhatsApp ilimitado y se recargan de forma automática por un periodo de 3 meses.

Este miércoles 26 de agosto, fecha en que se celebró el 80 aniversario de la Universidad de Costa Rica, se hizo entrega en la comunidad fronteriza de San José de Upala parte de estos dispositivos, una muestra del compromiso institucional para seguir conectados con las comunidades a pesar de las limitaciones que presenta el contexto actual.

“En nuestro caso, estos chips fueron entregados a 10 líderes y lideresas de comunidades de San José de Upala, que conforman el equipo técnico-pedagógico de la escuela sociocomunitaria en la que estamos trabajando. A través de esto, van a poder comunicarse libremente entre ellos y en los procesos de formación que nosotros les estamos organizando, porque son personas cuyos recursos económicos son limitados y no pueden estar subvencionando el costo telefónico de las llamadas para recibir las capacitaciones”, indicó Adilia Solís Reyes, coordinadora.

Hasta ahora, se han solicitado chips para apoyar gestiones en cantones como Limón, Guanacaste, Pococí, Upala, entre otros y se espera que en los próximos días más proyectos realicen sus solicitudes. Se harán entregas a proyectos de Extensión Docente, Extensión Cultural, Trabajo Comunal Universitarios e Iniciativas Estudiantiles.

“En el ED-3245 damos asesoría a pequeñas empresas de alimentos. Solicitamos los chips porque ya que no podemos visitar las empresas, y para que se sientan acompañadas en los procesos les damos seguimiento por medio de llamadas telefónicas. Esperamos que los y las asistentes y docentes que colaboramos podamos realizar estas llamadas, involucrarnos en grupos de WhatsApp con las empresas para resolver consultas y brindar charlas virtuales vía Zoom. Los chips son el complemento que necesitamos para mantenernos en contacto y realizando de forma efectiva este trabajo», expresó Ana María Quirós Blanco, coordinadora del proyecto “Servicios de capacitación y asesoría para micro y pequeñas empresas procesadoras de alimentos en la provincia de Guanacaste” (ED-3245).

Además de la entrega de chips, desde la VAS se han gestado diversas iniciativas orientadas a fortalecer la acción social y facilitar la planificación y el diseño del proceso de virtualización de los proyectos.

“Estamos haciendo historia ante un hecho inédito, una pandemia mundial. Tuvimos que reconfigurar la Acción Social a partir de la virtualidad, por lo que realizamos distintos esfuerzos como la plataforma de UCR Global, hicimos un análisis de cuáles son los cantones y los distritos en que tenemos proyectos para evaluar los niveles de conectividad y hemos hecho lo necesario para que la universidad mantenga el vínculo con las comunidades” indicó Sandra Araya Umaña, vicerrectora de Acción Social.

Para los próximos meses, se proyectan nuevas medidas que refuercen el trabajo realizado para la virtualización de los procesos de acción social y que permitan que cada vez más comunidades permanezcan conectadas con los proyectos que han apoyado por tanto tiempo.

“La pandemia vino a revelar las grandes desigualdades sociales que prevalecen en Costa Rica y eso no lo podemos negar. Estas desigualdades se vuelven más evidentes cuando hablamos de conectividad y vemos que hay diferencias entre comunidades, grupos y familias, por lo que estamos haciendo un gran esfuerzo por llegar a estas comunidades desde la virtualidad. Sabemos que habrá nuevas medidas por tomar, estamos proyectando iniciativas en la radio, teléfono, correos, incluso por medio de giras específicas para la entrega de material porque la Acción Social no se va a detener por la conectividad, esa es la consigna que tenemos”, indicó Araya.

RUTA PARA ADQUIRIR LOS CHIPS TELEFÓNICOS

Para realizar la solicitud de los chips se debe completar el formulario correspondiente. La información recopilada será valorada por la VAS, procurando su distribución equitativa entre los proyectos solicitantes y considerando la justificación detallada, las necesidades específicas y la disponibilidad. No existe un límite de chips por proyecto, por lo que cada docente o persona encargada podrá solicitar la cantidad que requiera.

“La Vicerrectoría de Acción Social es absolutamente respetuosa del conocimiento y la experiencia de cada persona responsable de los proyectos, por tanto, son estas personas las que nos van a decir cuántos chips necesitan y nosotros se los vamos a distribuir. Por supuesto, al ser un bien público, necesitamos que haya un buen uso de los chips entregados, por lo que el o la docente se hará responsable de los dispositivos”, agregó Araya.

Una vez evaluadas las solicitudes, el resultado será comunicado formalmente al proyecto por medio del correo electrónico institucional. Para el retiro de los chips, la persona responsable del proyecto deberá completar y remitir a la VAS, debidamente firmada, la carta de compromiso que se remite en la circular VAS-32-2020.

Finalmente, se realizará la entrega de los chips de manera presencial a la persona docente responsable del proyecto. El servicio contará con: un paquete de 2GB de datos para navegación en Internet, 35 minutos de llamada de voz, 50 mensajes de texto SMS, WhatsApp ilimitado y acceso a dominios ucr.ac.cr sin consumo de datos.

 

Natalia Odio González
Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

Emergencia en el Sector Cultural

La Presidencia convocó el Proyecto de Ley de Emergencia y Salvamento Cultural 21.163 dentro de las prioridades para las sesiones extraordinarias el pasado mes de agosto en la Asamblea Legislativa.

Esta iniciativa podría llevarles luz a miles de artistas y gestores culturales de todo el país en estos momentos difíciles.

https://www.presidencia.go.cr/comunicados/2020/08/ejecutivo-amplia-convocatoria-a-sesiones-extraordinarias-con-24-proyectos/

A continuación, compartimos el siguiente texto de Julia Ardón:

“Esas personas que se dedican al arte y la cultura….esas que hacen canciones que nos hacen llorar, bailar, que nos defienden del letargo, el dolor y el aburrimiento, esa gente que baila y con su baile su mal espanta, esa gente que se disfraza y nos cuenta historias, quienes escriben las historias, colocan palabras en filigrana para sacarles música sin música con la poesía, pintan mundos que nadie ha visto, los inventan, o los copian y nos los recuerdan…esa gente que levanta estatuas, que crea belleza, asombro o reflexión con nuevos objetos, experiencias insólitas que evocan, que convocan, que motivan…esa gente, la gente que hace arte, que sostiene la cultura, la cultura que es lo que somos, lo que nos une, lo que nos da identidad y nos inspira a seguir siendo una gran familia, a cantar el himno o la patriótica o la guaria morada o bailar el punto guanacasteco…esa gente que nos recuerda que somos más que rebaño, que autómatas, que pasajeros anónimos de una nave sin rumbo, esa gente, esa gente que hace arte, que sostiene la cultura….que ha poblado por años los escenarios, el aire de motivaciones, que ante nuestros ojos nos ha devuelto tantas veces la vida…esa gente…esa gente que hace películas, toma fotos, nos regala retratos , esos, esas…esa gente que anima a las niñas y los niños, y la gente joven a bailar, cantar, dibujar y recitar, esa gente, toda esa gente que es tanta…

¿Dónde está hoy en tiempos de pandemia?

¿de qué vive? ¿qué hace?

¿cómo sobrevive?

¿quién les representa? ¿quién les cuida las espaldas?

¿Dónde?

¿Dónde nosotros también para decirles, gracias, acá estamos, estamos con ustedes también…?

La situación de las personas dedicadas al arte y la cultura en Costa Rica ( y en todo el mundo, porque esto no solo pasa acá) se ha puesto bastante complicada. Al estar suspendidos todos los espacios donde estas personas desarrollan su vida profesional: museos, galerías, salas de cine, de teatro, eventos masivos callejeros, conciertos, fiestas, eventos comerciales, sets de filmación, actividades sociales, festivales, ferias, etc… se han quedado sin trabajo y sin trabajo crecen las situaciones de vulnerabilidad y precariedad, especialmente para quienes vivían al día de su arte y su oficio sin ahorros. (¿y quién en 2020 tenía ahorros?)

Por ello alguna de esta gente se ha unido y se ha puesto manos a la obra para pensar qué se puede hacer con todo ese presupuesto que el Ministerio de Cultura y Juventud tiene para los eventos masivos e internacionales que van a tener que suspenderse ahora con la pandemia… ¿y esa plata? ¿Por qué no destinarla a poner a trabajar de algún modo a los y las artistas costarricenses? ¿a ponerles a contribuir con la economía nacional motivando, inspirando, sosteniendo, como siempre lo han hecho? ¿Por qué no destinar esos recursos a la solidaridad y reconocimiento a su trabajo?

La propuesta está hoy en la Asamblea Legislativa, l@s diputados Kariñe Niño y José María Villalta la han acuerpado y ya se han ido sumando otr@s diputad@s. Desde la ciudadanía, creo que es nuestro deber empujar también apoyando este esfuerzo por la dignidad y sobrevivencia de tanta gente, para que en el Ministerio de Cultura y Juventud se pueda pensar fuera de la caja de lo conocido y acostumbrado y se rearme toda una nueva realidad, que con creatividad, responsabilidad y verdadero compromiso apoye a toda esta gente que desde hace meses la está pasando muy mal porque nadie les ha escuchado como se debe. Los pocos esfuerzos del actual Ministerio de Cultura y algunas otras iniciativas han sido débiles y pobres y no han estado a la altura de las circunstancias. Es tiempo de hacer algo importante de verdad.

Nos toca actuar con espíritu solidario.

#CostaRicaEsSolidaria

La gente del arte y la cultura nos convoca.

Hagámonos sentir. ¿quiénes? ¿los artistas? ¿las artistas? No. Todo el mundo. Todas las personas que en Costa Rica nos hemos emocionado con una canción, una pieza musical, un espectáculo, una obra de teatro o de danza, un show de títeres, un concierto, una película, un libro, una poesía…en fin: Todas las personas que habitamos este espacio subjetivo llamado Costa Rica. Porque sin arte no somos nada de nada y en nada ha quedado hasta ahora la atención a la gente que sostiene el arte y la cultura en Costa Rica en ese momento. Así que ya para mañana es tarde.

 

Información tomada de https://www.facebook.com/manifiestoartistascostarica

Decisiones políticas que atentan contra la salud y la vida

Juan Huaylupo Alcázar[1]

Es dramático para la ciudadanía costarricense que gran parte de la prensa hablada y escrita se encuentre sintonizada y sincronizada en la difusión de contenidos asociados a dar espacio preferente a la violencia delincuencial, al futbol, así como a validar como pertinentes las opiniones y decisiones de quienes dominan y de los que formal y aparentemente, nos gobiernan y representan, mientras están ausentes los análisis sobre situación y condición de los sectores más vulnerables y de los nuevos empobrecidos de la sociedad. No solo en la prensa está ausente esta reflexión y preocupación, también lo está en las vocerías gubernamentales que contradictoriamente atacan el trabajo y remuneración de los trabajadores, a la vez que repiten demagógicamente los anuncios de que juntos saldremos adelante y que todo será resuelto satisfactoriamente. Estas prácticas dejan sin contenido y significación a nuestra democracia.

El discurso del poder usa una engañosa prédica en favor de las mayorías para confundir, desmovilizar y enmascarar las acciones que convienen a los propietarios de corporaciones empresariales asociadas con la globalidad del capital. Luego, la demagogia igualitaria y de espurio nacionalismo de las palabras del gobierno, solo defiende los intereses y argumentos de quienes han privatizado la riqueza social; mientras que los otros, a los que consideran objetos del poder, son condenados a sufrir los efectos de las calamidades provocadas por las brechas económicas, sociales y políticas creadas y profundizadas por poderes totalitarios.

La pandemia ha dejado de ser una problemática sanitaria, para convertirse en el pretexto para justificar la eliminación de toda oposición y resistencia de los trabajadores, destruir la organicidad social y reavivar los añejos intentos de privatización de los activos públicos, pero también para disponer de la salud y la vida de los ciudadanos, a quienes se pretende culpar de sus propios padecimientos sanitarios y condición social. Desde esta conveniente distorsión de hechos e interpretaciones de los económicamente poderosos también se acusa a las instituciones que velan por la salud pública de ser responsables del creciente empobrecimiento al establecer las restricciones sanitarias necesarias y consistentes como prevención de la salud pública. Los empresarios, de este y otros países, se presentan como víctimas, cuando por sus exigencias y presión, son causantes del crecimiento exponencial de los contaminados y fallecidos.

Las voces, necesidades y esperanzas de los pobres, no importan a los ricos ni al poder estatal, que solo se interesan por mantener el statuo quo y la reproducción de su dominación. Así, eliminar las restricciones sanitarias son mandatos privados contra la salud pública a la vez que constituyen auténticos atentados contra los derechos humanos, y de esta manera se transparenta el desprecio hacia los otros de parte de propietarios que se imaginan dueños del país, del destino de la sociedad y de la vida. Estas prácticas del poder en Costa Rica son regresivas creaciones económicas y políticas del esclavismo y del fascismo de otros tiempos y espacios.

El apoyo de los pobres a las demandas empresariales, es el único recurso de quienes no tienen alternativas de resistencia y están dispuestos a ser sobreexplotados y ser sometidos a labores que comprometen su supervivencia cotidiana ante la precaria, excluyente y burocratizada ayuda estatal.

Las evidencias nacionales y de otros contextos han mostrado que, eliminando las restricciones sanitarias, ha habido un incremento de infectados y fallecidos por el coronavirus. No obstante, no es denunciado por la prensa y, por lo contrario, se culpa a las víctimas de no guardar las recomendaciones sanitarias, cuando en realidad son los poderes prevalecientes los causantes de las tragedias individuales y familiares.

Gran parte de los medios informativos sufren los efectos colaterales de la descomposición de sus falsedades y bodrios informativos, así como, por su evidente subordinación política, por ello se leen y escuchan menos. Estas prácticas denigran una noble profesión que expresó en diversos momentos de la historia su enfrentamiento contra toda forma de totalitarismo para defender la investigación, los derechos ciudadanos y el bien común.

[1] Catedrático en Administración Pública. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad de Costa Rica.

Imagen: https://visioncoach.es

Gobierno y Asamblea Legislativa atacan a las personas jubiladas del magisterio nacional, las empobrecen y les deterioran sus condiciones de vida

Comunicado:

SURCOS recibió este comunicado de SINDEU, SITUN, AFITEC, AFUP y ANEJUD:

Los y las jubiladas del Magisterio Nacional denunciamos ante la sociedad costarricense el atropello cometido por las fracciones de los partidos políticos en la Asamblea Legislativa al aprobar, en forma unánime, la Ley 9796 contra un sector de la población, constituido en su gran mayoría por adultos mayores (97.61 %), Ley que destruye y fracciona el Sistema de Pensiones del Magisterio Nacional.

Esta Ley fue concebida para aumentar el monto del impuesto ya existente, y que pagaban las personas pensionadas de acuerdo con el Régimen del Magisterio Nacional y del Poder Judicial, como “contribución especial” para enfrentar el problema de las finanzas públicas. El impuesto entró a regir en el mes de julio, 2020 en plena pandemia del COVID-19.

Las dramáticas consecuencias de esta Ley han afectado a 3181 personas jubiladas del Magisterio. De esta población el 46 % son mujeres. Además, el 68,08 % de las personas afectadas tiene edades entre 65 y 105 años. El aumento del impuesto ha dejado a la mayoría de las personas jubiladas con una pensión líquida muy baja, incluso con montos de ¢20 000 o ¢30 000 colones al mes, razón por la cual no pueden sufragar ni sus gastos mínimos de alimentación.

Las pensiones del Magisterio Nacional ya estaban gravadas por la Ley 7531 desde 1995, con un impuesto que se paga sobre el monto bruto y oscila entre el 10 y el 16 %. Además, esa misma Ley establece, en el artículo 71, que a las pensiones mayores de cuatro millones de colones se les impone, por tractos, el pago de tasas que oscilan entre el 25 % y el 75 %, según la suma que supere esa base impositiva.  A estos impuestos hay que agregar las deducciones correspondientes al impuesto sobre la renta (ISR), el seguro del enfermedad y maternidad de la CCSS, la póliza mutual de vida y el porcentaje del Régimen de Administración de JUPEMA de 5/1000.

La Ley 9796 grava las pensiones a partir del monto bruto de ¢2 296 000,00, lo que provoca un fuerte incremento en la carga impositiva. Esta ocurrencia, porque ni siquiera se fundamentó en un estudio actuarial como lo exige el sistema jurídico costarricense, fue obra de la diputada Xiomara Rodríguez del Partido Restauración Nacional (RN), que gozó de la complicidad, tanto de la Dirección Nacional de Pensiones (DNP) del Ministerio de Trabajo en la figura de Luis Paulino Mora Lizano, como de la Casa Presidencial y todas las fracciones legislativas PLN/PUSC/PAC/FA/PRSC/RN que la votaron a favor en forma unánime.

Lo expuesto demuestra que estamos ante una acción abiertamente “confiscatoria” contra las pensiones de miles de trabajadores de la educación costarricense (primaria, secundaria y universitaria) que pone en riesgo, incluso, la sobrevivencia de miles de adultos y adultas mayores, que han cotizado honesta y regularmente a lo largo de toda su vida laboral y lo siguen haciendo aún pensionados, con el fin de disfrutar de una vejez digna. Esta población se ha visto obligada a adquirir compromisos crediticios para satisfacer, fundamentalmente, sus necesidades de salud y la compra de medicamentos e implementos médicos.

 La situación provocada por la Ley 9796 despoja a las personas adultas mayores de una gran parte de sus ingresos por pensión, hecho que contraría los compromisos que ha adquirido el Estado costarricense al firmar la Convención Interamericana Sobre la Protección de los Derechos Humanos de las personas mayores, convertida en Ley 9394 y firmada el 8 de setiembre del 2016.

La campaña desarrollada por parte del Gobierno y de la fracción legislativa del PAC, en asocio con el PLN/PUSC y los partidos neopentecostales (RN/NR), contra la clase trabajadora activa y pensionada, no cesa; hay en la corriente legislativa otro proyecto, el 21 345 presentado por el diputado Víctor Morales Mora del PAC, que pretende trasladar, entre otros, los regímenes del Magisterio Nacional y del Poder Judicial al Régimen de Pensiones de la CCSS (IVM). Es la nueva estrategia para golpear más los bolsillos de las personas jubiladas y próximas a hacerlo. Exigimos que cese el ataque contra la clase trabajadora y pensionada.

No pueden el Gobierno, sus aliados políticos y el sector empresarial seguir descargando los costos económicos de la pandemia del COVID-19 y de la crisis fiscal del país sobre los hombros de las y los trabajadores, y mucho menos sobre los de las personas pensionadas.

Demandamos que se garantice, como lo ha firmado el Estado costarricense,  lo establecido en la Ley 9394 derivada de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, fundamentalmente en lo que corresponde a: Los Estados Parte adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar a la persona mayor el goce efectivo del derecho a la vida y el derecho a vivir con dignidad en la vejez hasta el fin de sus días, en igualdad de condiciones con otros sectores de la población (artículo 6).

Exigimos el retiro inmediato de la corriente legislativa del proyecto 21 345 denominado Ley de reforma para la equidad, eficiencia y sostenibilidad de los regímenes de pensiones del diputado Víctor Morales Mora y de la fracción del PAC por las nefastas consecuencias que traería sobre la población jubilada y la que lo hará en el futuro. Pedimos, también, el retiro de todos aquellos otros proyectos legislativos que atenten contra la población jubilada y su calidad de vida.

Denunciamos ante el Magisterio Nacional y la ciudadanía el empeño evidente de Rocío Aguilar Montoya, de la Superintendencia de Pensiones y de Luis Paulino Mora Lizano, exdirector de la Dirección Nacional de Pensiones, la realización de diversas acciones tendientes a debilitar los regímenes de pensiones existentes, pues en diversas instancias y de modo reiterado proponen y promueven eliminar los diferentes regímenes de pensiones para unificarlos en uno solo.

Convocamos a las organizaciones del Magisterio Nacional y de las universidades estatales a construir un amplio frente, en conjunto con el movimiento laboral del país, a fin de defender el legítimo derecho a tener una pensión digna e impedir la utilización irresponsable de los recursos de nuestros fondos de pensiones por parte de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Imagen ilustrativa.