Los integrantes del Taller Literario Reencuentro con los Vivos del Centro de Atención Institucional Sandoval de Limón realizaron la proyección del documental “Nosotros” el pasado 30 de noviembre a las 4:00 p.m. en el Museo Penitenciario ubicado en el Museo de los Niños en San José. El evento llevó el nombre de “Foro Poesía y Dignidad” y tuvo el objetivo de brindar un espacio de divulgación del producto audiovisual que se realizó durante el presente año.
El corto-documental se llama “Nosotros” dirigido por Juan Diego Villalobos y Diana Carrillo Rosales, estudiante de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la UCR. Este es un producto que intenta sensibilizar acerca de los derechos humanos de las personas privadas de libertad; en este caso de los participantes del Taller Literario Reencuentro con Los Vivos (RCLV). Tiene una duración de aproximadamente 40 minutos y cuenta con lecturas de poesía original, testimonios de los participantes, además de escenas del último recital realizado en la Feria Internacional del Libro.
El trabajo del Taller Literario Reencuentro con los Vivos está enmarcado en el proyecto Libertad Bajo Palabra de la plataforma de Iniciativas Estudiantiles de la Vicerrectoría de Acción Social de la Universidad de Costa Rica. Desde hace tres años, la gestión cultural del espacio ha estado a cargo del Circulo Literario Vertedero Satélite conformado por autores y autoras del Gran Área Metropolitana, que comprenden la literatura como una herramienta de transformación social.
El Taller Literario Reencuentro con los Vivos sacó en el 2016 el libro“Cementerio de los Vivos”, que habla de la transformación social que ofrece la poesía en la cárcel. Este se puede encontrar en todas las bibliotecas públicas del territorio nacional.
La violencia contra las mujeres, es la expresión visible de un sistema de organización de las relaciones de género y de la familia que llamamos patriarcado, el cual coloca a los hombres en posición dominante y les concede poder de decisión sobre los cuerpos de las mujeres, sobre sus subjetividades y sobre los diversos aspectos de sus vidas.
Ese principio de apropiación de la mujer por el hombre, da lugar a múltiples formas de violencia. En su expresión extrema y más dolorosa, se visibiliza en el femicidio, es decir, en el asesinato de una mujer por su condición de tal. Pero esa violencia se reitera una y otra vez, en múltiples ámbitos y espacios. Por ejemplo, en el acoso callejero; en sitios laborales, espacios educativos o lugares de atención de la salud. Pero asimismo en la cotidianidad de muchos hogares, a través de frases y gestos que maltratan la dignidad de las mujeres, y, tristemente, también como violencia física directa.
La violencia contra las mujeres debe ser extirpada de raíz, y ello supone una refundación de las relaciones de género, y, de hecho, una reconsideración radical de cómo los propios hombres viven su masculinidad. Cuando ésta es concebida desde principios de dominación, que exigen aspereza en el trato y represión de los propios sentimientos, queda sembrada la semilla de la violencia contra las mujeres. Los hombres deben repensarse a sí mismos y repensar su forma de relacionarse con las mujeres, a fin de poder dar lugar a un mundo donde prevalezca el respeto, y donde se reconozca la plena validez del principio según el cual la dignidad de cada ser humano –y, en especial, la dignidad de cada mujer– establece límites que son infranqueables. La autonomía de las mujeres sobre su cuerpo, es la autonomía sobre su subjetividad, sus sentimientos y sus vidas. Esa autonomía es inviolable, como también es criterio fundante de un mundo realmente pacífico y respetuoso.
Desde el Movimiento Diversidad Abelardo Araya saludamos a todas las mujeres de Costa Rica, con respeto y con admiración. A su lado luchamos, por un mundo sin violencia y sin discriminación, y por una convivencia respetuosa, inclusiva y amorosa.
«Nosotros» es un documental dirigido por Diego Villalobos Lépiz y Diana Arlene Carrillo Rosales, estudiantes de la Escuela de Ciencias de la Comunicación Colectiva de la Universidad de Costa Rica. Es una producción de la Universidad de Costa Rica, a través de Iniciativas Estudiantiles de Acción Social. La gestión cultural ha estado a cargo del CirculoLiterario Vertedero Satélite.
Este es un producto que intenta sensibilizar acerca de los derechos humanos de las personas privadas de libertad; en este caso de los participantes del Taller Literario Reencuentro con Los Vivos (RCLV) del CAI Sandoval, Limón. Tiene una duración de aproximadamente 40 minutos y cuenta con lecturas de poesía original, testimonios de los participantes, además de escenas del recital de poesía realizado en la Feria Internacional del Libro en el año 2018.
Además, se contó con la participación de especialistas en temas penitenciarios que describen la realidad las cárceles en Costa Rica desde la administración pública.
El documental será exhibido en centros educativos y culturales de Limón, así como de San José como parte de una estrategia de prevención de la violencia y cultura de paz promovida por los escritores privados de libertad del Taller Literario Reencuentro con los Vivos.
Las próximas fechas de proyección son el 16 de noviembre en la Sede del Caribe, UCR, Limón a las 2:00 p.m. y el 30 de noviembre en el Museo Penitenciario (Museo de los Niños) a las 4:00 p.m., con presencia de los protagonistas. Ambas actividades son gratuitas, para asistir solo deben inscribirse en la página de facebook del documental.
Para más información:
Sebastián Barquero Zúñiga
Coordinador del Proyecto IE-95: Libertad Bajo Palabra
El espacio señaló el impacto de las políticas neoliberales en la profundización de las desigualdades sociales
Un altar, al estilo propio de la celebración mexicana del día de muertos, trajo al presente la muerte de Tonito, un niño de dos años y de origen nicaragüense, que falleció en la localidad de Los Chiles en el año 2015. Foto: Dennis Castro.
Estudiantes, investigadores, docentes y público en general se reunieron en la Universidad de Costa Rica (UCR) para analizar por medio de investigaciones, ponencias y hasta expresiones artísticas la necesidad de articular redes de trabajo y plantear nuevas formas para el abordaje de la violencia social.
El espacio se denominó “Coloquio: Prácticas sociales violentas y subjetividad” y tuvo lugar el 27 de setiembre. La directora de la Escuela de Psicología, Teresita Ramellini, celebró la consolidación de la iniciativa y señaló la urgencia de crear investigaciones y acciones sociales que aborden estas temáticas.
“Como universidad pública nos guía el compromiso de contribuir con las transformaciones que la sociedad necesita para el logro del bien común, la consecución de justicia social, de equidad, de desarrollo integral y justicia social, de libertad e independencia plena”, afirmó la académica.
Por su parte, la directora del posgrado en Psicología, Marietta Villalobos, señalo el interés de articular redes de apoyo a partir de las experiencias de trabajo en comunidades y de plantear una reflexión crítica sobre el recrudecimiento de las tensiones entre los sectores populares y las hegemonías de corte neoliberal.
“Durante los últimos 40 años hemos visto el debilitamiento del estado social de derecho, de ahí que hoy, lamentablemente, Costa Rica ocupe el noveno lugar del mundo con mayor desigualdad económica y esto plantea un panorama muy oscuro en violencia social”, señaló.
La psicóloga comunitaria Helga Arroyo afirmó que la situación de suicidio de jóvenes en Talamanca es resultado de un “contexto de profunda exclusión y violencia”. Foto: Dennis Castro.
Rostros y escenarios de la violencia
El primer panel de discusión del espacio estuvo a cargo de la docente y psicóloga comunitaria, Helga Arroyo; la psicoanalista y coordinadora del Programa de Investigación en Violencia y Sociedad, Mónica Vul, y de la actriz, María Luisa Garita, quienes perfilaron diversos rostros de la violencia social en el país.
Arroyo compartió con los presentes reflexiones generadas a partir del trabajo que realiza en el territorio indígena bribri en el cantón Talamanca, a donde llegó desde el año 2015 por medio de un proyecto de investigación de la Escuela de Psicología.
Asegura que se acercó a la localidad para tratar de entender “lo que le estaba doliendo”, pues desde el 2014, Talamanca declaró emergencia cantonal ante la creciente tasa de suicidios entre la población joven. La localidad registró ese año 47 intentos y 11 suicidios, de las 302 muertes de este tipo en el país.
Según la académica, a partir del proceso de investigación y acción participativa, fue posible determinar que la situación es resultado de un “contexto de profunda exclusión y violencia”, como lo refleja sus índices de pobreza y la posición que ocupa en los índices de desarrollo humano y social.
Arroyo asegura que se trata de un territorio atravesado por prácticas sistemáticas de dominación, colonización y destrucción que han consolidado desigualdades sociales, políticas, culturales y económicas.
La psicoanalista Mónica Vul señala la urgencia de encontrar otras vías posibles para acercarse a las comunidades y poblaciones que enfrentan situaciones de violencia. Foto: Dennis Castro.
“Los resultados de nuestra investigación revelaron que los factores incidentes del suicidio en el territorio indígena bribri están vinculados con esta herida, una herida zanjada a través de prácticas históricas y sistemáticas de colonización, dominación y violencia”, enfatizó.
Asegura que tales acontecimientos han impuesto una dinámica de dominación que transforma sus formas de vivir y ver el mundo, un proceso histórico de violencia sistemática que los enfrenta en la actualidad a otras manifestaciones y tensiones como resultado de los procesos de globalización.
“Los jóvenes están en medio de una cultura occidental que está tratando de imponerse desde diversas prácticas colonizadoras, pero que a la vez los excluye, y de una cultura interna adultocéntrica que dice que todos los jóvenes están perdiendo su cultura”, señaló Arroyo, quien asegura que en este contexto, la muerte es vista como la forma de acabar el sufrimiento de una vida sin conexión ni existencia.
La psicoanalista Mónica Vul le dio otro rosto a la violencia desde la realidad que vive la comunidad de “El rótulo”, localizada en el distrito de Cariari, en Pococí de Limón, donde las problemáticas sociales enfrentan a su población a una serie de etiquetas sociales y abordajes de criminalización.
“Allí viven jóvenes, mujeres, niños, niñas y se producen entre ellos homicidios, ventas de drogas, intoxicaciones, adicciones a todo tipo de drogas y alcohol. Múltiples manifestaciones de violencia contra las mujeres y sus cuerpos, altercados violentos entre grupos y también suicidios”, explicó.
La actriz María Luisa Garita planteó las posibilidades que ofrece el arte, particularmente la disciplina del performace, para sensibilizar y reflexionar sobre las diversas manifestaciones de violencia social. Foto: Dennis Castro.
Frente a este escenario de violencia social, la académica señala la urgencia de encontrar otras vías posibles para acercarse a la comunidad, pero sobretodo, para escuchar y leer las realidades que viven sus pobladores en los diversos espacios de su dinámica cotidiana.
“El rótulo es la comunidad, pero es también la etiqueta de adicto, criminal, delincuente, prostituta y muchos otros, por eso planteo el cuestionamiento a los binarios, lo bueno y lo malo, la necesidad de un abordaje desde poner el cuerpo, desde la escucha, desde el estar allí”, enfatizó.
La especialista afirma que, lejos de quedarse en los datos, prefirió entrar y escuchar el sentir de la comunidad, para buscar alternativas que rompan con el discurso mediático, psiquiátrico, médico o jurídico que a su criterio “criminalizan, judicializan, patologizan lo que pasa en la comunidad” para explicar las violencias y banalizar el problema.
Finalmente, la actriz María Luisa Garita abordó un caso de infanticidio ocurrido en el país para evidenciar las posibilidades que ofrece el arte, particularmente la disciplina del performace, para sensibilizar y reflexionar sobre las diversas manifestaciones de violencia social.
A partir de la elaboración de un altar al estilo propio de la celebración mexicana del día de muertos, Garita trajo al presente la muerte del Tonito, un niño de dos años y de origen nicaragüense, que falleció en la localidad de Los Chiles en el año 2015, como resultado de golpes y torturas físicas por parte de su padrastro.
Los asistentes al Congreso fueron invitados a caminar con velas encendidas dedicadas a un niño ausente, Tonito, como parte del esfuerzo de la artista creadora por generar un espacio donde “la idea del cuerpo simbólico está ejecutando cosas”.
El altar estuvo acompañado de un intenso sonido de llanto, que irrumpió en el espacio de socialización que desarrollaban los asistentes en el marco del congreso, quienes posteriormente fueron invitados a caminar con velas encendidas dedicadas al niño ausente.
“Las palabras no son constantes, son performativas porque permiten crear una realidad y con un acto de nombrar estoy creando una realidad”, afirmó la actriz, quien reconoció su intención de generar un espacio donde “la idea del cuerpo simbólico está ejecutando cosas”.
A criterio de la artista, los estudios del performance pueden convertirse en una herramienta para analizar las temáticas relacionadas con la violencia social. En esta ocasión, se abordó “el cuerpo como archivo, como categoría de estudio que documenta algo”.
“En este caso, el cuerpo del niño se convierte en un archivo de la violencia, un archivo del despojo, un archivo de la exclusión, un archivo de la desigualdad”, concluyó Garita.
El coloquio fue organizado por la Escuela de Psicología, el Posgrado en Psicología, la Escuela de Trabajo Social, la Vicerrectora de Acción Social, el Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de Derechos de la Niñez y la Adolescencia (Pridena) y el Programa de Investigación en Violencia y Sociedad (PIVS).
Lamentamos profundamente la situación por la cual atraviesa en pueblo costarricense y en particular ustedes, como comunidad universitaria. Nos solidarizamos también con una situación que comparte también en forma similar, el pueblo puertorriqueño. También en Puerto Rico hemos sido víctimas recientes de la represión violenta de la policía ante la protesta social.
Toda esta situación amerita un conversatorio que nos ayude en el análisis macro de lo que está sucediendo en esta etapa del capital global y que desde la profesión de Trabajo Social se desarrollen estrategia de formación y prácticas para proteger los derechos humanos y participar en su desarrollo y ampliación.
Abrazo solidario a ustedes,
Junta Directiva de ALAEITS
Ingrese en el siguiente enlace para leer el pronunciamiento:
Los hechos de violencia se dieron el 12 de setiembre en las inmediaciones y dentro del Campus de la Universidad de Costa Rica.
Nuestro reconocimiento del papel fundamental que tienen las Universidades Públicas en la historia y futuro de Costa Rica como referente y conciencia crítica en el conjunto de la sociedad costarricense.
Que el artículo 84 de la Constitución Política establece que «La Universidad de Costa Rica, es una institución de cultura superior que goza de independencia para el desempeño de sus funciones y de plena capacidad jurídica para adquirir derechos y contraer obligaciones, así como para darse su organización y gobierno propio. Las demás instituciones de educación superior universitaria del estado tendrán la misma independencia funcional e igual capacidad jurídica que la Universidad de Costa Rica. El Estado los dotará de patrimonio propio y colaborará con su financiación.»
Acordamos:
Reafirmar el compromiso del Gobierno de la República con garantizar y respetar la autonomía universitaria en el marco de la Constitución Política y la tradición costarricense.
Hacer un llamado a la paz, al dialogo social, a la manifestación pacífica y a la unión del pueblo costarricense en el marco de un sano debate democrático donde se expresen las distintas opiniones y se construyan los acuerdos necesarios para el desarrollo sostenible de Costa Rica. Tomar nota de la disposición de CONARE, las universidades públicas y las federaciones de estudiantes de colaborar en la facilitación de un proceso de dialogo nacional que contribuya a la búsqueda de acuerdos para enfrentar la grave situación fiscal que atraviesa el país.
El Gobierno de la República reconoce la importancia de verificar la incursión de la fuerza pública en el campus universitario y las circunstancias que pudieron desencadenarla. Así mismo, reitera su voluntad de evitar hechos que puedan violentar la autonomía universitaria.
Reconociendo la gravedad de los acontecimientos que requieren una investigación se acuerda instalar una comisión conjunta entre un representante de la Universidad de Costa Rica, Carlos Araya Leandro, Vicerrector de Administración, un representante del Gobierno de la República, Marcia González Aguiluz, Ministra de Justicia y Paz y Renato Manuel Franco Rodríguez, Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica, para que desarrollen una investigación, análisis y recomendaciones sobre los hechos sucedidos el 12 de setiembre en la noche en San Pedro de Montes Oca y dentro del campus de la UCR.
Dado en la Presidencia de la República el 13 de setiembre del 2018.
Enviado por M.Sc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.
Con el lema “Cambie el Rollo y Póngase la Camiseta por los Derechos De Las Mujeres”, MUSADE, Mujeres Unidas en Salud y Desarrollo, busca convencer a la población costarricense de la urgente necesidad de hacer cambios fundamentales tanto culturales y sociales en contra de la violencia que ejercen la sociedad contra las mujeres y que culminan en femicidios.
La campaña lleva los colores que identifica las luchas ancestrales de las mujeres por sus derechos como es el lila y el naranja y se impulsa desde el reconocido trabajo cotidiano que realiza MUSADE, con una larga trayectoria de más de 30 años.
Esta campaña que está declarada de interés cultural por medio del acuerdo N 153- de la Presidencia de la Republica, será dedicada a las valerosas mujeres de la Selección Femenina Mayor, como un reconocimiento del pueblo costarricense a sus aportes para desterrar y cambiar el rollo acerca de los estereotipos tradicionales sobre la mujer.
Con una serie de actividades contempladas durante los 4 meses de duración de la campaña iniciando el presente mes de agosto, y culminando con una carrera recreativa competitiva en la que se espera entre 800 y 1000 personas participantes.
Con esta Campaña, la Asociación busca tocar los más íntimos valores que mueven a la población costarricense, causantes de la violencia generada desde una sociedad desigual e injusta, para que se comprometan con el cambio en pro de la paz y la dignidad que toda persona merece.
Esperamos el apoyo de los diferentes sectores tanto sociales como económicos del país, haciendo un llamado para que puede ponerse un lazo lila-naranja de la no violencia hacia la mujer y a su vez para que puedan visitar nuestro sitio oficial en Facebook y enterarse de las actividades que conllevarán ésta campaña.
ES TIEMPO DE CAMBIAR EL ROLLO… PAREMOS LA VIOLENCIA
Jerarca señaló que la violencia contra las mujeres es la manifestación de una enfermedad que debe ser atendida de sus orígenes
La Ministra Patricia Mora afirmó que sólo se salará la deuda histórica con las mujeres cuando consigamos una sociedad que no esté cruzada por el patriarcado. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
La Ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora impartió la conferencia inaugural del segundo ciclo lectivo del Recinto de Paraíso de la Universidad de Costa Rica (UCR) en la que señaló la urgencia de luchar por la erradicación e la violencia contra las mujeres desde todos los espacios de la sociedad.
La actividad, titulada “El lugar de las mujeres en nuestra sociedad, ¿Cómo saldar la deuda que se tiene con ellas” fue organizada por la Cátedra Florencia del Castillo, la cual es coordinada por la directora del Recinto, Rosibel Orozco.
Orozco señaló el interés del Recinto por analizar temas de gran preocupación en la coyuntura actual, donde la realidad cotidiana y las estadísticas mundiales ponen en evidencia que persisten las brechas de género y los actos de violencia contra las mujeres en todas sus formas.
“Es muy importante abordar temas, que como comunidad académica, nos permitan reflexionar y tomar mayor conciencia acerca de esta problemática que ha alcanzado grandes dimensiones y manifestarnos en contra de forma activa” señaló la académica.
Participaron de la actividad estudiantes, docentes, administrativos y mujeres de la comunidad que cuentan con iniciativas de empoderamiento femenino. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Según Mora, la lucha que lidera desde el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU) “no es un pleito entre hombres y mujeres”, sino una batalla para que se permita a la mitad de la población tener los mismos derechos y oportunidades que los demás.
“Que nadie sienta amenazados sus derechos, nosotras no estamos por arrebatarse ningún derecho a nadie, nosotras estamos por defender los nuestros que no tienen y no tendrían por qué ser contrapuestos contra los de los varones” enfatizó.
La jerarca reconoció que los alcances de la situación actual impiden que pueda ser resuelta por una sola institución y considera que por el contrario, debe ser vista como una problema país que requiere esfuerzos y articulación interinstitucional.
Pese a que pasado 14 de agosto se realizó la firma de un decreto gubernamental que declara de interés prioritario la prevención y atención de la violencia contra las mujeres, Mora insististe en que en que es necesario promover un cambio social que inicie desde la primera infancia.
La directora del Recinto, Rosibel Orozco resaltó el interés del Recinto por analizar temas de gran preocupación en la coyuntura actual. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
La Ministra afirmó que la labor desarrollada desde las aulas es trascendental para inculcar en la sociedad un verdadero respecto entre seres humanos diferentes, pues considera que la violencia contra las mujeres es la manifestación de una enfermedad que debe ser atendida de sus orígenes.
“Es llegar a la raíz de lo que hace posible que las mujeres seamos un día sí y el otro día también, violentadas” afirmó Mora, quien aseguró que todas las mujeres han sido víctimas de algún tipo de violencia durante su vida, ya sea física, psicológica o política como en su caso.
Afirmó que el ensañamiento con el cuerpo de las mujeres por medio de los actos de violencia sexual o la desacreditación de su conocimiento en los espacios de discusión, ponen en evidencia la forma en que una parte de la población ha asumido la construcción de masculinidades desde el machismo y la desigualdad.
“Cuando consigamos una sociedad que no esté cruzada por el patriarcado, que no sea una sociedad machista en ese momento, vamos a empezar a pagar la deuda histórica con las mujeres” concluyó Mora frente a estudiantes, docentes, administrativos y mujeres de la comunidad que se hicieron presentes en la actividad.
Pronunciamiento del Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE)
(Acuerdo del Consejo Científico del CICDE, 22 de agosto de 2018)
1.Los hechos de violencia discursiva, simbólica y física acaecidos el pasado sábado 18 de agosto, y dirigidos contra población migrante de origen nicaragüense son absolutamente condenables y desde todo punto de vista injustificados. Producen extrema vergüenza, pero sobre todo son muy preocupantes en cuanto se inscriben en una tendencia hacia la polarización social y el fortalecimiento y proliferación de discursos de odio. Ya los vimos emerger, con inusitada virulencia, en la pasada campaña electoral, y se renuevan, de forma siniestra, en este tipo de expresiones que, más que xenofóbicas, son, como lo ha hecho ver Adela Cortina, de aporofobia, o sea, de miedo irracional, rechazo y violencia contra las personas pobres. Porque, como es evidente, se ataca a la persona migrante pobre, sobre todo si es de origen nicaragüense, no al potentado o la estrella de cine que enajena propiedades y activos en Costa Rica, ni al turista adinerado que alimenta con sus dólares, las espernibles redes de la prostitución infantil o la droga.
2.Las personas migrantes brindan un aporte muy significativo a la economía costarricense. Hallazgos derivados de trabajos de nuestros investigadores Gustavo Gatica López y Andrey Badilla Solano, nos permiten aportar los siguientes datos, sumamente reveladores:
a.Alrededor del 11,3% del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica se origina en el trabajo de personas migrantes, lo cual es coincidente con datos que brinda la OCDE.
b.Un 29,27% de la población nicaragüense residente en Costa Rica es asegurada directa, por encima, incluso, del porcentaje correspondiente a la población costarricense.
c.El 69% de la población migrante cuenta con algún tipo de aseguramiento. Su aportación anual excede en más del doble el costo de los servicios que reciben (en 2008 aportaron 80 mil millones de colones y recibieron servicios por 37 mil millones, con un excedente positivo de 43 mil millones). Al ser una población mayoritariamente joven, contribuye positivamente al sostenimiento de nuestros sistemas de seguridad social, cada vez más presionados por el envejecimiento de la población costarricense.
3.Por lo tanto, es completamente falso que las personas migrantes sean una carga para la economía o los sistemas de seguridad social de Costa Rica.
4.Debemos asimismo recordar que hay población costarricense que ha migrado hacia otros países, en busca de nuevas oportunidades. Para el caso de Estados Unidos, principal receptor de migrantes costarricenses, los datos del Censo de Población del año 2011 mostraban que 126.000 costarricenses vivían en ese país. Hoy día muchos de estos y estas compatriotas sufren la violencia, el maltrato y el temor derivados de la agresiva política anti-migratoria de la administración de Donald Trump.
5.Es imprescindible tener presente que Costa Rica y Nicaragua comparten historia y vecindad geográfica. Nos unen lazos culturales, familiares, políticos y económicos. Puesto que nuestros destinos están inextricablemente vinculados, tenemos el deber de cultivar formas de convivencia pacíficas, respetuosas y colaborativas.
6.Lamentamos la crisis política que actualmente vive Nicaragua, y, en especial, todo el dolor y la zozobra que ello trae el pueblo humilde de ese hermano país. Condenamos enérgicamente la sistemática violencia contra los derechos humanos y contra la democracia ejercida por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Sobre todo nos duelen profundamente las numerosas muertes, desapariciones y las muchas personas que han resultado heridas. Hacemos un llamado vehemente por la paz, el diálogo y la reconciliación.
7.Reconocemos que el descontento de la población costarricense con su actual situación económica está plenamente justificado. La carencia de empleos decentes; el estancamiento, a lo largo de muchos años, de los salarios; la pobreza jamás resuelta o los extremos insultantes de marginación y opulencia, así como la inseguridad frente al futuro, generan frustración, malestar y mucha veces furia. Pero nada de esto es atribuible a las personas migrantes, sino fruto malsano de una estrategia de desarrollo que, al cabo de casi 35 años de vigencia, acumula una serie de déficits escandalosos y se muestra claramente fallida, tanto en lo económico como en lo social.
8.La violencia contra las mujeres, los pueblos indígenas, las personas sexualmente diversas LGBTIQ y contra las personas migrantes, contradice y empaña la tradición democrática y de respeto a los derechos humanos de que presumimos en Costa Rica y que el mundo nos reconoce. Estas situaciones traen justificado desprestigio internacional, pero, sobre todo, nos obligan a interpelarnos sobre el país que tenemos y el futuro al que aspiramos. Nada de esto es antojadizo ni fruto de la casualidad: algo no camina bien –por el contrario: algo camina muy mal– en nuestra economía, nuestras relaciones sociales y nuestra cultura, para que estas manifestaciones de intolerancia, odio y violencia –que por momentos han adquirido tintes claramente fascistas– se expresen de manera tan estridente, muchas veces mezcladas, en un cóctel realmente tóxico, con discursos religiosos y con partidos políticos y proyectos electorales.
9.No basta con la condena enérgica y vehemente, como inexcusablemente debemos hacerlo. Si hay sinceridad en nuestras convicciones democráticas y republicanas y en nuestra opción por la paz, los derechos humanos, la solidaridad y la hermandad, obligatoriamente debemos entrar a reconsiderar, con sentido crítico –sin maquillajes ni anestesias–, pero también con afán propositivo y visión de futuro, las orientaciones y el rumbo por el que se encamina nuestro país.
Dr. Luis Paulino Vargas Solís
Director Centro de Investigación en Cultura y Desarrollo (CICDE)