La violencia contra las mujeres debe ser extirpada de raíz

La violencia contra las mujeres, es la expresión visible de un sistema de organización de las relaciones de género y de la familia que llamamos patriarcado, el cual coloca a los hombres en posición dominante y les concede poder de decisión sobre los cuerpos de las mujeres, sobre sus subjetividades y sobre los diversos aspectos de sus vidas.

Ese principio de apropiación de la mujer por el hombre, da lugar a múltiples formas de violencia. En su expresión extrema y más dolorosa, se visibiliza en el femicidio, es decir, en el asesinato de una mujer por su condición de tal. Pero esa violencia se reitera una y otra vez, en múltiples ámbitos y espacios. Por ejemplo, en el acoso callejero; en sitios laborales, espacios educativos o lugares de atención de la salud. Pero asimismo en la cotidianidad de muchos hogares, a través de frases y gestos que maltratan la dignidad de las mujeres, y, tristemente, también como violencia física directa.

La violencia contra las mujeres debe ser extirpada de raíz, y ello supone una refundación de las relaciones de género, y, de hecho, una reconsideración radical de cómo los propios hombres viven su masculinidad. Cuando ésta es concebida desde principios de dominación, que exigen aspereza en el trato y represión de los propios sentimientos, queda sembrada la semilla de la violencia contra las mujeres. Los hombres deben repensarse a sí mismos y repensar su forma de relacionarse con las mujeres, a fin de poder dar lugar a un mundo donde prevalezca el respeto, y donde se reconozca la plena validez del principio según el cual la dignidad de cada ser humano –y, en especial, la dignidad de cada mujer– establece límites que son infranqueables. La autonomía de las mujeres sobre su cuerpo, es la autonomía sobre su subjetividad, sus sentimientos y sus vidas. Esa autonomía es inviolable, como también es criterio fundante de un mundo realmente pacífico y respetuoso.

Desde el Movimiento Diversidad Abelardo Araya saludamos a todas las mujeres de Costa Rica, con respeto y con admiración. A su lado luchamos, por un mundo sin violencia y sin discriminación, y por una convivencia respetuosa, inclusiva y amorosa.

Movimiento Diversidad Abelardo Araya

 

Enviado por Luis Paulino Vargas Solís.

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