A semejanza del arte

Aquiles Jiménez

Filósofo es aquel que encuentra la belleza en la verdad, artista es aquel que encuentra la verdad en la belleza. Esta aseveración podría a primera vista confundirnos, pues la verdad ha perdido su belleza en nuestros tiempos, y la belleza ya no es una “verdad” compartida por todos.

Es más, mientras más se acerca la belleza a nuestras verdades-positivistas, más se sumerge en el abismo de lo absurdo, de lo arbitrario y de lo utilitario. Cuando Adorno dijo hace mucho tiempo: Es evidente que el arte no es evidente… no hizo más que condensar ese sentimiento general de desencanto hacia la creatividad en nuestras sociedades. Nuestra educación crea los andamios de una estructura social que funciona basada en “verdades estadísticas”, verdades que son instrumentos de poder más que de evolución. Este reconocimiento exclusivo de la razón-lógica como instrumento de aprehensión de la realidad nos induce a verdades sin espíritu, verdades que justifican en forma solapada o abierta el genocidio, la pobreza extrema y la injusticia universal.

La verdad es que a veces creo que ya no importa ni la belleza ni la verdad, sólo los instrumentos que nos promuevan como seres eficientes para obtener el respeto de todos.

Pobre filósofo, cómo puede encontrar belleza en nuestras verdades, si son demasiado macabras y absurdas, son verdades que sólo sirven para enumerar datos, para crear imágenes y necesidades ficticias.

Pobre artista, cómo puede encontrar la verdad en la belleza, pues es cada vez más difícil que encuentre su verdad en el arte, simplemente porque el arte ya no tiene trascendencia sino se convierte en una empresa de mercadeo y refugio de ineptos.

Hay que recordar que sólo el camino de la creación puede fundar nuevas verdades. Esas verdades que se repiten en las instituciones educativas tuvieron su origen en la fuerza creativa de un individuo que se negó a repetir. Fueron imágenes que se construyeron a semejanza del arte. Mientras no se interiorice la urgencia de la creatividad no se podrá alcanzar la excelencia educativa y seguiremos amontonando hechos que decantarán esas verdades espeluznantes con las que convivimos sin tener la más mínima posibilidad de transformarlas, pues las hemos construido desde la más profunda convicción de lo exteriorista, del conocimiento como medio de poder para subsanar la conciencia de hombres espiritualmente impotentes y desdichados.

 

Foto tomada de https://www.otromundoesposible.net/la-expresion-creativa-sueno-o-derecho/

Enviado por el autor.

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