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Autor: María José Ferlini Cartín

Científicos identifican ocho transformaciones críticas que aceleran la triple crisis planetaria

COVID-19 es una enfermedad de origen zoonótico, la cual escaló hasta convertirse en una pandemia. (Foto: Martin Sanchez / Unsplash).

Nuevo informe del ISC y PNUMA

por Michelle Soto Méndez

La degradación de la naturaleza; la escasez de recursos naturales y la competencia por los mismos; el rápido desarrollo de tecnologías como la inteligencia artificial (IA); una nueva era de conflictos; desplazamientos forzados masivos en todo el mundo; desigualdades persistentes y crecientes; desinformación, pérdida de confianza en las instituciones y polarización; así como policentrismo y difusión de la gobernanza.

En total, los expertos del Consejo Científico Internacional (ISC, por sus siglas en inglés) identificaron ocho transformaciones críticas que podrían dar lugar a perturbaciones que afectan la salud planetaria, el bienestar humano y el funcionamiento mismo de las sociedades. De hecho, a estas transformaciones las acompañan 18 “señales de cambio” que ya están propiciando múltiples crisis que “se amplifican, aceleran y sincronizan, con enormes consecuencias”.

A esta conclusión llegó el nuevo informe del ISC y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), titulado: Navegar hacia nuevos horizontes. Si bien el documento realiza advertencias, también ofrece herramientas prospectivas que permiten trascender el cortoplacismo y ayudan a los países a identificar tanto oportunidades como riesgos futuros.

“A medida que se intensifican los impactos de las múltiples crisis, ahora es el momento de adelantarnos a los acontecimientos y protegernos de los nuevos retos”, declaró Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA. “El rápido ritmo de cambio, la incertidumbre y los avances tecnológicos a los que asistimos, con las turbulencias geopolíticas como telón de fondo, hacen que cualquier país pueda verse desviado de su rumbo con mayor facilidad y frecuencia”.

En este sentido, los autores recomiendan “adoptar un nuevo contrato social en el que participen diversas partes interesadas, incluidos los pueblos indígenas; dar más voz a los jóvenes; y replantearse las medidas de progreso para ir más allá del Producto Interno Bruto (PIB)”.

Otra recomendación es que los gobiernos cuenten con objetivos e indicadores a más corto plazo que les permitan ser más ágiles en la gobernanza. Introducir herramientas y acciones para reconfigurar los sistemas financieros podría redirigir flujos de capital que, a su vez, podrían ayudar a reducir las desigualdades, erradicar la pobreza extrema y hacer frente a las crisis medioambientales.

“Apoyar una gobernanza ágil y adaptable requeriría un mejor seguimiento y evaluación de las intervenciones. Esto incluye integrar y mejorar el seguimiento del cambio medioambiental y hacer más accesibles los datos y los conocimientos”, se lee en el reporte.

Advertencias

La relación de la humanidad con el medio ambiente se considera como una transformación clave y el cambio climático es ejemplo de ello. La temperatura global sigue incrementándose con proyecciones de 2,1 °C y 3,9 °C para 2100, esto por encima de los niveles pre industriales.

Una “señal de cambio” vinculada a este calentamiento es que microbios antiguos que yacen en el permafrost ártico podrían emerger ante el descongelamiento. “Los investigadores han calculado que cada año podrían liberarse de la criosfera microorganismos antiguos, algunos de los cuales podrían ser patógenos, como consecuencia del cambio climático, con consecuencias para la salud medioambiental, animal y humana. Este fenómeno ya provocó un brote de ántrax en Siberia, que mató a miles de renos y afectó a decenas de personas”, se detalla en el informe.

Otra “señal de cambio” son las nuevas enfermedades zoonóticas emergentes que vienen de la mano del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, los cuales dan lugar a “cambios en las áreas de distribución de las especies que conducen a nuevas interacciones entre especies que antes no existían, lo que aumenta los contagios zoonóticos y, en última instancia, desencadena otra pandemia”.

Los cambios en el uso del suelo, la deforestación y la destrucción del hábitat, así como las prácticas agrícolas insostenibles, no sólo liberan grandes cantidades de carbono a la atmósfera y propician la pérdida de biodiversidad sino que aumentan el riesgo de aparición y propagación de enfermedades zoonóticas. “Estudios recientes indican que si continúa el aumento de los episodios de propagación, estimado entre un 5% y un 8% anual, es probable que los tipos más comunes de estos patógenos provoquen 12 veces más muertes en 2050 en comparación con 2020”, cita el informe.

A pesar de estos riesgos, los motores de la degradación ambiental continúan e incluso se exacerban: actualmente está aumentando la extracción de materiales, el uso y la producción de combustibles fósiles, los plásticos y el consumo de agua.

A esto se suma que, por intentar solucionar una crisis, se contribuye a la agudización de otra. Este es el caso de la extracción de materiales críticos (tierras raras, minerales y metales) para impulsar la transición energética y la transformación digital, ya que ambas requieren de estos materiales para la elaboración de componentes electrónicos destinados a vehículos eléctricos, baterías y centros de datos para la IA.

“Se prevé que la demanda de elementos críticos de tierras raras, minerales y metales para impulsar la transición a la neutralidad se multiplique por cuatro de aquí a 2040, con lo que aumentarán las peticiones de extracción en aguas profundas e incluso en el espacio. Esto plantea amenazas potenciales para la naturaleza y la biodiversidad, podría aumentar la contaminación y los residuos y desencadenar más conflictos”, señalan los autores.

Además, este extraccionismo muchas veces va en detrimento de los territorios y las comunidades locales, como sucede en el Triángulo del Litio compuesto por Argentina, Bolivia y Chile, lo cual también tensa las relaciones entre el Norte y Sur Global.

Según el informe, otras “señales de cambio” relacionadas al cambio climático o a la discusión relacionada a este tema son: futuro no asegurable debido a los crecientes desastres, el aumento de las subvenciones a los combustibles fósiles, decisiones cada vez más alejadas de la evidencia científica, aumento de los riesgos de corrupción en la compensación de emisiones y la eco-ansiedad como una crisis emergente.

Afrontar la triple crisis

La preocupación por la triple crisis planetaria llevó a la adopción de 15 resoluciones en la pasada reunión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, por sus siglas en inglés), celebrada en marzo. La UNEA es el máximo órgano decisorio en materia ambiental; está constituida por 193 Estados, todos miembros de Naciones Unidas.

Las resoluciones abordan temas como gestión sostenible de minerales y metales; gestión racional de productos químicos y sus residuos, gestión integrada de los recursos hídricos en el sector doméstico, la agricultura y la industria para hacer frente al estrés hídrico; estilos de vida sostenibles; rehabilitación de tierras y aguas degradadas, e incluso asistencia y recuperación medioambiental en zonas afectadas por conflictos armados.

De hecho, la mayoría de estos temas están incluidos como “señales de cambio” en el informe del PNUMA e ISC.

Fuente: https://ojoalclima.com/articles/cientificos-identifican-ocho-transformaciones-criticas-que-aceleran-la-triple-crisis-planetaria

Se conformó el Frente de Lucha por la Defensa de la Educación Pública en Costa Rica

Este sábado 20 de julio de 2024 se conformó el Frente de Lucha por la Defensa de la Educación Pública, un colectivo de organizaciones sindicales, sociales y estudiantes preocupadas por la situación de la educación pública y los recortes al presupuesto educativo en Costa Rica y su impacto en términos de becas, alimentación, transporte y servicios básicos.

APSE Sindicato tuvo la iniciativa de formar este Frente, idea que fue secundada por otras organizaciones sociales. ANDE, SEC, SITRACOME, ADEP, Magisterio en Acción y las universidades públicas fueron parte de las instituciones que conformaron el Frente.

Se contó también con la participación de representantes del Frente Nacional de Lucha, COLYPRO, SINAPRO, FEUCR, CGT, centros educativos públicos, juntas de educación, docentes, estudiantes de secundaria y universitarios, FEITEC, UNDECA, ADEM, Sindicato de Empleados del PANI, SISS, SIUNED, UNEUNED, SINDEU, SITRAPSE, FEUNA, SINAE, SIPROCIMECA, SEPI, CNS y AFUP.

En la primera reunión, se realizó un análisis de coyuntura a cargo de la profesora Vivian Chaves, Presidente de APSE, quien señaló que el país se encuentra sumido en una política de recorte fiscal iniciada con el PAC, aunado al gobierno actual de naturaleza autoritaria y favoritismo a ciertos sectores, situación que se agrava aún más con la presión de organismos internacionales tales como la OCDE.

Esto ha dado lugar a una política de Estado de incumplir con la norma constitucional de financiamiento de la educación, con el fin de facilitar su privatización. El recorte de becas y transportes excluye a miles de jóvenes del sistema educativo y los empuja a la pobreza y al narcotráfico.

También hubo un análisis técnico y económico del presupuesto a la educación pública, a cargo del economista y especialista Ricardo Vindas. Él explicó cómo funciona este presupuesto, que caracterizó como inversión en decrecimiento. Expuso el detalle de los diferentes presupuestos de las última década y su ejecución efectiva. Desmintió la afirmación de la Ministra de Educación quien dijo que “Costa Rica es el país que más invierte en educación” ya que el promedio de inversión por estudiante por año en Costa Rica es de 5800 dólares, mientras que dicha cifra en la OCDE es de más de 11000 dólares.

Finalizó su exposición con detalles sobre los ajustes presupuestarios para el año 2025, donde destaca los inexplicables recortes en rubros de remuneraciones, bienes duraderos, transferencias corrientes e infraestructura educativa, que golpearán sensiblemente programa sociales así como la capacidad del MEP de cumplir sus obligaciones patronales.

Posteriormente se abrió un espacio para el uso de la palabra de los presentes en el foro, quienes compartieron su preocupación por la situación actual de la educación y la política del MEP.

Finalmente se dio paso a una propuesta de trabajo que se implementará como parte del plan de lucha. El Frente acordó conformar un comité para coordinar acciones conjuntas de lucha que serán comunicadas posteriormente.

Vivian Chaves Chinchilla

Presidente

Juan José Pineda Solís

Vicepresidente

Mauricio Jiménez Alvarado

Secretario General

Fuente: https://apse.cr/2024/07/se-conformo-el-frente-de-lucha-por-la-defensa-de-la-educacion-publica-en-costa-rica/

La larga marcha de la OTAN hacia el este

Gilberto Lopes
San José, 23 julio 2024

“La expansión de la OTAN sería un error fatal”, decía el contralmirante de la marina de los Estados Unidos, Eugene James Carroll Jr., en un artículo publicado en el Los Angeles Times, el 7 de julio de 1997.

Convertido en un defensor del desarme nuclear después de su retiro, el contralmirante intervino en el debate sobre la ampliación de la OTAN hacia el este, que la entonces Secretaria de Estado de la administración Clinton (1993-2001), Madeleine Albright, defendía con entusiasmo.

Mi visión de una nueva y mejor OTAN puede resumirse en una frase, diría la Secretaria: “queremos una Alianza reforzada por nuevos miembros; capaz de defenderse colectivamente; comprometida a hacer frente a una amplia gama de amenazas contra nuestros intereses y valores compartidos”.

“Sé que hay quienes sugieren que hablar de intereses comunes euroatlánticos, más allá de la defensa colectiva, desvirtúa, de alguna forma, la intención original del Tratado del Atlántico Norte. Ya lo he dicho antes y lo repetiré: ¡Eso son tonterías!”.

Nacida en Praga, Albright falleció en marzo del 2022, habiendo publicado varios libros. En uno, sobre el fascismo –Fascism, a warning-, publicado en 2018, vuelve a poner en evidencia ese gusto por el resumen, la capacidad de definir sus objetivos en una frase.

Para mí –diría Albright en su libro–, “un fascista es alguien que se identifica plenamente con toda la nación o con un grupo en cuyo nombre dice hablar. Es desconsiderado con los derechos de los demás y capaz de usar todos los medios necesarios, incluyendo la violencia, para lograr sus objetivos”.

Más adelante, en el mismo libro, se refiere a los objetivos de la política exterior, cuya cartera le tocó dirigir entre 1997-2001, durante la administración Clinton. “Les digo a mis estudiantes que el objetivo fundamental de la política exterior es muy sencillo: convencer a los demás países a hacer lo que queremos que hagan. Para eso tenemos diversos instrumentos a nuestra disposición, desde una demanda educada hasta enviar a los marines”.

Entusiasmada con la perspectiva de incorporar a la OTAN a los tres primeros países de Europa del este –la República Checa, Hungría y Polonia– Albright se referiría, en un discurso pronunciado en Bruselas el 8 de diciembre de 1998, a la importancia de que esos nuevos miembros se unieran a la discusión, que entonces se disponían a realizar, sobre “las iniciativas esenciales para preparar a la Alianza para el siglo XXI”. Era la primera ampliación de la OTAN hacia el este, después de la Guerra Fría. En 2004 se incorporarían otros seis países más.

Aunque las estimaciones varían, el Pentágono calculaba entonces que la ampliación de la OTAN podría costar de 27 a 35 mil millones de dólares en los siguientes diez años, de los cuales Washington debía asumir unos 200 millones anuales. Una cifra ridícula (aun actualizando ese monto al valor del dólar de hoy) si comparada con los más de 175 mil millones ya asignados a Ucrania desde 2022. Sin contar con valores similares otorgados por los países europeos que, sumados, superan ampliamente los 223,7 mil millones de dólares que se destinaron el año pasado a la Asistencia Oficial al Desarrollo.

No era una amenaza

Para Clinton y su Secretaria de Estado la expansión de la OTAN hacia el este no representaba una amenaza para Rusia.

Era la víspera de la cumbre de Washington, de abril de 1999, en la que la organización celebraría sus 50 años, en medio de la operación militar en Kosovo (una polémica operación realizada sin la autorización del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas), y donde discutiría su nuevo concepto estratégico y la adopción del plan de membresía para los nuevos socios, antiguos aliados de la Unión Soviética y miembros del Pacto de Varsovia.

En Rusia, Boris Yeltsin concluía su período al frente del gobierno (que había empezado en 1991), luego de una caótica reforma política y económica, una privatización de empresas públicas que despertó los apetitos de Occidente, interesado en los enormes recursos del país. El 31 de diciembre de 1999 entregó el poder al primer ministro Vladimir Putin, que asumió la presidencia de forma interina antes de ser elegido para el cargo, tres meses después. En su década de gobierno, el PIB ruso se redujo casi a la mitad.

La OTAN tenía todavía esperanza de que pudieran convencer a Rusia “a hacer lo que queremos que hagan”. Albright habló largamente sobre las implicaciones de las propuestas de ampliación de la OTAN en Rusia (su intervención puede ser vista aquí: https://1997-2001.state.gov/statements/970423.html).

En su testimonio ante el Comité de los Servicios Armados del Senado, el 23 de abril de 1997, les recordó a los senadores que ella era una diplomática y que “el mejor amigo de una diplomática es una fuerza militar efectiva y una creíble posibilidad de utilizarla”.

Déjenme explicar el objetivo fundamental de nuestra política, diría a los senadores: “es construir, por la primera vez, una comunidad transatlántica pacífica, democrática y no dividida”. Lo que, en su opinión, les daría mayor seguridad de que no serían llamados, otra vez, a pelear en suelo europeo.

Ya entonces enfatizaba la importancia de fortalecer la cooperación con Ucrania, de promover una reforma militar en ese país y mejorar la interoperabilidad con la OTAN.

“La OTAN es el ancla de nuestro compromiso con Europa”. “Es prometiendo pelear, si fuera necesario, que haremos menos necesario pelear”. Un argumento que no toma en cuenta que, en estos días, esa pelea sería con armas nucleares (pensaban entonces que podían ganarla). No tomó en cuenta tampoco, como veremos, las muchas advertencias de que los resultados de esa ampliación podrían ser contrarios a los que Albright prometía.

Insistió en que no se debía evitar esas medidas solo por la oposición rusa. “Los peores elementos de Rusia podían sentirse fortalecidos, convencidos de que Europa podía ser dividida en nuevas esferas de influencia y que esa confrontación con Occidente valía la pena”. Desde su punto de vista, no podían esperar que Rusia se definiera a favor de la democracia y de los mercados para construir “una Europa unida y libre”. Ni pretendía hacer que Rusia aceptara la ampliación de la OTAN hacía el este.

Un error de proporciones históricas

Albrigth habló en el senado el 23 de abril de 1997. Dos meses después, le 26 de junio, un grupo de 50 destacados políticos y académicos norteamericanos manifestó un punto de vista distinto, en una carta abierta al presidente Bill Clinton.

El contralmirante Carroll Jr recordó, en su artículo, lo que dijo el General Dwight D. Eisenhower, primer Comandante Supremo Aliado de la OTAN, poco después de asumir el cargo, en febrero de 1951: «si dentro de diez años no han regresado a Estados Unidos todas las tropas norteamericanas estacionadas en Europa con fines de defensa nacional, entonces todo este proyecto habrá fracasado».

El contralmirante se pregunta qué pensaría Eisenhower de los planes para ampliar la OTAN y la permanencia de Estados Unidos en Europa. Cita una iniciativa de Susan Eisenhower, nieta del general y experta en temas de seguridad, que “reunió a un impresionante grupo de 50 líderes militares, políticos y académicos” (entre ellos Paul Nitze, Sam Nunn y Robert McNamara) para firmar una carta abierta al Presidente Clinton, en la que califican el plan de ampliación de la OTAN como «un error político de proporciones históricas». (La carta puede ser vista aquí: https://www.armscontrol.org/act/1997-06/arms-control-today/opposition-nato-expansion

En Rusia –dice la carta–, “la expansión fortalecerá la oposición no democrática, reducirá el número de quienes favorecen las reformas y la cooperación con Occidente y llevará a los rusos a cuestionar todos los acuerdos posteriores a la Guerra Fría”.

En Europa –agregan– la expansión fijará una nueva línea entre los que están “adentro” y los que quedan “afuera”, fomentará la inestabilidad y disminuirá la sensación de seguridad de los que no están incluidos y terminará por involucrar los Estados Unidos en la seguridad de países con serios problemas fronterizos y de minorías nacionales.

Los firmantes de la carta proponían otras cosas. Entre ellas la cooperación entre la OTAN y Rusia, tanto en lo político como en lo económico y lo militar. Naturalmente, no fueron oídos.

Farah Stockman, miembro del Consejo Editorial del New York Times, publicó, el pasado 7 de julio, un artículo en el que sugería a la OTAN algunos cambios. Se refería a un creciente malestar que percibía en Europa, donde diversos países comenzaban a sentirse incómodos con la dependencia de la organización de los recursos e intereses de Washington. Cita el caso de los presidentes de Finlandia y de Francia, que pedían una OTAN “más europea” y se preguntaba por qué esa dependencia persistía.

Una razón era estructural, histórica. La OTAN fue creada cuando Europa emergía de una guerra devastadora, que creó enormes hostilidades entre países europeos. “Alguien tenía que juntar los gatos”, afirma Stockman.

Pero hay otras razones. Cita los beneficios del complejo industrial-militar norteamericano que, en el período 2022-23, suministró 63% del equipamiento militar de los países de la Unión Europea. Esa dependencia va acompañada de una importante dependencia política, a la que Washington no pretende renunciar.

Un diplomático notable

El contralmirante Carroll Jr. recuerda otro notable personaje de la diplomacia norteamericana, George Kennan, embajador en la Unión Soviética durante unos pocos meses en 1952, durante el gobierno de Stalin, y en la Yugoslavia de Tito, durante la administración Kennedy, además de otros cargos en el Departamento de Estado y de una destacada carrera académica.

Para Kennan ampliar la OTAN sería también “el error más funesto de la política estadounidense en la época de la post Guerra Fría. Se puede esperar que tal decisión… impulse la política exterior rusa en direcciones que, decididamente, no serán de nuestro agrado».

Un diario de casi 700 páginas, publicado por Frank Costigliola en 2014, registró, año tras año, desde 1916 hasta 2004, los más diversos comentarios de este personaje extraordinario –que nació en febrero de 1904 y murió a los 101 años, en marzo de 2005–, sobre la política norteamericana, las relaciones internacionales, las relaciones familiares y sus estados de ánimo.

Figura clave en la política de contención de la Unión Soviética al inicio de la Guerra Fría, en la concepción y puesta en práctica del Plan Marshall para la reconstrucción de Europa, después de la II Guerra Mundial, asesor informal de Kissinger cuando este fue nombrado Secretario de Estado en la administración Nixon, interlocutor de los más variados líderes internacionales de su época, el diario de Kennan me parece una lectura fascinante.

Esta tarde –diría, en junio de 1960– me senté con Willy Brandt y su esposa noruega y otros en un restaurant en Berlín. Conversamos largamente… El mes siguiente, en julio, invitado por el presidente Tito, de Yugoslavia, pasan una hora conversando. Estaba interesado en Cuba, dice Kennan. Pocos años después, el presidente Kennedy le ofrece la embajada de Estados Unidos en Belgrado, que asumiría también por un corto período.

Son famosos, en la historia diplomática, el “Long Telegram” enviado por Kennan desde Moscú al Secretario de Estado, en febrero de 1946, y el artículo “The Sources of Soviet Conduct”, publicado en la revista Foreign Affairs en julio de 1947, firmado por “X”.

En ellos analizaba la conducta soviética, sus raíces y su importancia en la escenario internacional, y sugería una línea de contención que dio origen a la Guerra Fría.

La luna de miel se acabó

Pero eso no fue todo. Alejado del Departamento de Estado, con frecuencia ignoradas sus posteriores recomendaciones, que evolucionaron hacia posiciones algo distintas a las iniciales, algunas de esas ideas están recogidas en su diario.

“Cuando yo hablaba en 1947, por ejemplo, contra las políticas pro soviéticas de los años de la guerra, había grandes aplausos y todo estaba bien. Cuando decía que debíamos permanecer fuertes frente al poder soviético, todos estaban de acuerdo”, dice Kennan.

Pero, de repente, –agrega– la luna de miel se acabó. “Cuando me atreví a sugerir que quizás estructurar nuestra fuerza alrededor de la bomba de hidrógeno no era la mejor idea, solo hubo desconcierto. Cuando manifesté escepticismo sobre la intención de los rusos de atacarnos, y sugerí que pensáramos en nuestra fuerza militar no tanto para la disuasión de un ataque ruso como elemento central de nuestra política, sino más bien como un elemento discreto, para una política orientada a un arreglo pacífico, hubo una gran y duradera incredulidad”.

Tenía entonces Kennan 56 años. Estábamos en 1960. La administración Eisenhower no le había ofrecido ningún puesto diplomático. Kennedy ya estaba en campaña y Kennan regresa de Berlín y Belgrado para preparar una carta de ocho páginas, con su visión de la política exterior norteamericana, para hacérsela llegar. Habla de las relaciones con la URSS y con la OTAN.

Cuando sugerí –dice en el diario– “que algunas cosas que los rusos hacían eran una reacción a lo que nosotros estábamos haciendo, la gente pensaba que yo estaba loco. Y cuando, finalmente, sugerí que podríamos estar interesados en negociar un acuerdo entre las grandes potencias para una retirada conjunta, tanto de Europa como del Lejano Oriente, hubo una indignación general”.

Ya Kennan no era optimista sobre el rumbo de la política exterior norteamericana. “En ningún momento en los últimos diez años la política exterior de los Estados Unidos se pareció a lo que yo pensaba que debía ser y en ningún momento estuvo basada en una interpretación sobre la naturaleza del poder soviético similar a la mía”, afirma.

“Ahora estamos embarcados en caminos que me parecen equivocados, que nos llevarán a malos resultados y hemos avanzado tanto por esos caminos que estoy obligado a reconocer que mis antiguos puntos de vista han perdido completamente su relevancia”.

Estimaba ser ya muy tarde para hablar de sacar a los rusos de Europa del este, un tema particularmente sensible en esos años de la Guerra Fría. “Ellos están allí para quedarse y no veo mayor hipocresía de políticos occidentales que la piadosa afirmación de que querían otra cosa”.

Habló también de las negociaciones de desarme. “La carrera de armas nucleares, a cuya promoción nuestra política parece haber estado dedicada con singular intensidad en los últimos quince años, ahora avanza con tal ímpetu que no hay la menor posibilidad de detenerla; y aquellos que alguna vez temieron que se pusieran obstáculos de cualquier tipo en el camino de la proliferación de armas nucleares en manos de X números de gobiernos, ahora pueden quedarse tranquilos. No habrá tales obstáculos, el que quiera podrá obtenerla”.

En 1975, el primer ministro polaco, Adam Rapacki, había propuesto crear una zona libre de armas nucleares en Europa central, que sintonizaba bien con la propuesta de retirada conjunta que proponía Kennan. Pero –agrega– “el esfuerzo de los polacos para promover una discusión sobre la prohibición de armas atómicas en Europa central ha sido exitosamente rechazado”.

Hoy Polonia, junto con los países bálticos, son algunas de las naciones más comprometidos en el apoyo a Ucrania, habiendo sugerido, entre otras cosas, la posibilidad de derribar misiles rusos sobre el territorio ucraniano.

Kennan se lamentaba, en sus memorias, de que había insistido, todos estos años, “en que, si actuamos como si pensáramos que la guerra es inevitable, podemos contribuir a que lo sea. Si tratamos a los líderes soviéticos como si no tuvieran más intención que la de declararnos la guerra, eventualmente eso podría transformarse en realidad. Si actuamos como si el peligro militar fuese lo más importante, podríamos terminar haciéndolo verdadero”.

El incidente de un avión espía U-2, que Estados Unidos había enviado para asegurarse de que la URSS no estaba preparando ningún ataque sorpresa en su contra (y que los soviéticos derribaron, sobre su territorio, el 1 de mayo de 1960), era resultado de la visión de los gobiernos occidentales, que daban prioridad al punto de vista militar en sus relaciones con la Unión Soviética. Y, naturalmente, actuaban en consecuencia. Una política que Kennan consideraba totalmente innecesaria, equivocada.

Con ironía, concluía que era “más fácil identificar la personalidad soviética con la bien conocida de Hitler, cuyas intenciones eran tan ambiciosas y agresivas que solo podíamos esperar que intentara lo peor, en vez de tratar de entender lo que un tipo como Kenann tiene que decir sobre Rusia”.

Hoy la portavoz del bloque militar, Farah Dakhlallah, exhibe como fortaleza el hecho de que la OTAN tenga más de 500 mil soldados en estado de alerta máxima, ante lo que estima una amenaza de conflicto directo con Rusia. ¿Cómo entiende la OTAN ese “conflicto directo” contra Rusia? ¿Tiene algún sentido una política orientada, no a evitarlo, sino a librar una guerra como esa?

Como dijo el contralmirante Carroll Jr., la expansión de la OTAN hacia el este es un intento de prolongar las divisiones de la Guerra Fría y reforzar la alianza frente a la expectativa de que Rusia trate de imponer su hegemonía en Europa Oriental. Algo que, en todo caso, parece fuera de toda posibilidad política o militar en el escenario actual y que Moscú ha rechazado reiteradamente.

El contralmirante concluye que podía parecer seguro entonces (en 1997) tratar a Rusia como un enemigo, cuando no podía impedir la expansión de la OTAN. Pero –advirtió– existía el peligro, a más largo plazo, de que “una coalición antioccidental de línea dura” se fortaleciera en Moscú, provocando reacciones contra la OTAN en el futuro.

Una realidad que ha terminado por explotar, atravesándose en esa larga marcha de la OTAN hacia el este, un movimiento sobre el que –según Albright– Rusia no tenía derecho de veto.

FIN

El tema de la seguridad social

Carlos Carranza

Es tema país que debe ser examinado con detalle y precisión para lograr que tengamos un país con mayor calidad de vida. Es una área del bienestar, pero también de condiciones para tener ser humano con potencialidades. Para esto, el lograr políticas sociales que impacten en sectores vulnerables y de bajo crecimiento es fundamental.

Esta arista parece que no se analiza ni se efectúan acciones de adecuado desarrollo en este ámbito. Con instituciones que no operan por una perspectiva estratégica a lo más en una especie de “opereta búfa”, donde los máximos dirigentes lo manejan sin ningún criterio de gestión social, o cuando hay posiciones en contrario, la destitución o las vacaciones forzadas parecen ser las formas favoritas.

Se requiere un esfuerzo de tomar posición para lograr que este tipo de instituciones cuenten con solidez ejecutiva. La coordinación adecuada, las acciones para atender “los picos”, y sobre todo, la claridad de la misión para la cual fue creada. De igual manera la infraestructura sanitaria y de salud requieren contar con espacios propios dentro de los esfuerzos de una economía de competencia con bienestar.

Esos esfuerzos nos ayudarían a retomar el camino en una área tan vital, lo cual no parece el camino actual, se requiere que sea rectificado de acuerdo con el cumplimiento de lo normado en este campo.

Cuadernillo de metodologías populares para pensar nuestros sistemas alimentarios

La inspiración de este material proviene del Atlas de los Sistemas Alimentarios del Cono Sur, presentado en 2022. El Atlas inició un proceso participativo entre organizaciones populares y campesinas de los cinco países del Sur, fomentando el intercambio y el análisis regional sobre la crisis alimentaria. Compartió experiencias exitosas de organizaciones populares urbanas y rurales, así como de la producción campesina e indígena. Este material se crea con el propósito de contribuir desde la educación popular a los esfuerzos de los movimientos populares en la incidencia de las políticas públicas alimentarias y fortalecer las iniciativas que buscan construir la Soberanía Alimentaria.

Este material no es más que una modesta contribución metodológica destinada a multiplicar estas experiencias y enriquecer las reflexiones a través de talleres de educación popular centrados en los sistemas alimentarios. Al compartir las técnicas y metodologías que nuestras comunidades han desarrollado a lo largo del tiempo, ponemos en primer plano lo que el modelo económico tiende a manipular, contaminar y homogeneizar: los alimentos.

Se les invita a descargar el cuadernillo directamente de la página web: https://rosalux-ba.org/2023/11/07/cuadernillo-de-metodologias-populares-para-pensar-nuestros-sistemas-alimentarios/ 

Compartido con SURCOS por Juan Arguedas Chaverri

“Insoslayable para la vida, / la nueva vida me amanece…” (Roque Dalton) – Álvaro Fernández / De Camino este 31

Este miércoles 31 de julio se realizará un concierto en el Teatro de la Danza a las 7:00 p.m, a cargo de Álvaro Fernández / De Camino.

El pago se puede realizar mediante SINPE móvil al teléfono 6314-5658. El precio es de 8000 colones en preventa, 10000 colones el día del concierto. 

Más información en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/share/r/coYaKRyL3NNpJxwg/

¡Sí se puede presidente!

José Luis Valverde Morales

Las obras se van terminando a cuenta gotas, las pocas heredadas, capaces de resistir el encono revanchista del borrón y cuenta nueva.

El paso a desnivel por los “Hatillos“, la reparación del envejecido puente de La Amistad, donado hace décadas por los chinitos de Taiwán.

LENTA.

La institucionalidad ciertamente es lenta.

Si revisando con lupa se meten corruptos sinvergüenzas, en poco más de dos años, vemos qué pasa cuando se pagan favores por el préstamo de fincas para fiestas,  prácticas de tiro o donaciones de los amigotes.

Poco a poco, como con los viejos fórceps para sacar los niños del vientre materno, emergen añejos proyectos, sobrevivientes de la inquina, de quienes piensan, antes de ellos todo era corrupción (nadie niega la hubo).

YA CASI.

De haber respetado la institucionalidad, observado la Constitución y las leyes, por ejemplo, la tan ansiada desde anteriores administraciones Ciudad Gobierno, al menos estaría lista para el banderazo de salida.

Algunos lloran por no permitírseles hacer las cosas a dedo, donde hasta los humildes monitos en Gandoca Manzanillo, salieron rascando.

DIFÍCIL.

Hoy es difícil saber, cuáles cosas quedarán medio andadas cuando inexorablemente llegue el próximo gobierno.

Ojalá, al menos, el paso elevado por el populoso vecindario de la carretera de circunvalación y el envejecido puente, herencia de los orientales, le enseñe al tozudo presidente, en democracia todo es más lento, pero, sí se puede.

La Embarcada

José Luis Valverde Morales.

José Luis Valverde Morales

Todo cambia, antes ser amigo de alguien con poder, era tener la vista gorda a favor para hacer lo venido en gana.

¡Mire fulanito, ayúdele a sutanito con trabajito! Al día siguiente se tenía empleo.

Ahí le mando a don perencejo, a veces papelito en mano con la orden. ¡Resuélvale el asunto!

Quienes pasan las cuatro décadas, recordarán, era el pan de cada día.

SE FUERON.

Algunos dejaron el país cuando la cosa funcionaba así, al regreso pensaban, todo seguía igual.

En los albores del nuevo siglo se dieron sonados casos de corrupción, prominente políticos en la cholpa o viajando en perrera, algo inédito en la historia patria.

La mayoría, para no afirmar todos los casos, fueron destapados por la denominada por algunos como prensa canalla.

BENDICIÓN EN MANO.

Hace décadas, entrar a Casa Presidencial o al recinto de alguna persona importante, era salir, bendición en mano, a hacer casi cualquier cosa.

Ni se diga prestarle el salón o rancho para la fiesta de amigos, eso llevaba implícita, la mirada para otro lado ante corruptelas y desafueros.

La institucionalidad ha cambiado para bien, con la telefonía móvil, las redes sociales, pocos actos escapan al ojo inquisidor.

En bitácoras y cámaras se registran entradas y salidas.

TINIEBLAS.

Algunos quisieran volver a épocas de tinieblas, nada de controles a los desafueros del poder.

El reciente caso de lo acaecido en las inmediaciones de la reserva Gandoca Manzanillo, en el litoral Atlántico, desnuda la nueva realidad.

Hasta los humildes y temerosos monitos, están por encima de los amigotes.

El sí infalible hasta hace unas décadas de los poderosos, nos puede mandar, al menos algunas noches, a dar con los huesos a la cárcel.

La nueva institucionalidad resiste, el ciudadano, hoy, no aguanta nada.

No todo ha cambiado para mal, ahora cualquier jerarca sabe, de repente lo dejan con sus vergüenzas al viento, aunque eso no les guste, algo se ha transformado para siempre.

El Partido de Nicoya por los senderos de la historia

Dr. Freddy Pacheco León*

Un hecho histórico que cimentó la construcción de nuestra Patria, fue la creación en 1573 de la Provincia de Costa Rica, previo a la designación del gobernador de Costa Rica, Nicaragua y, muy importante, Nicoya, Diego de Artieda Chirino. Eventualmente la Audiencia de Guatemala otorgó la autonomía a las tres por separado, y así, por los siguientes 15 años, hasta 1593, Nicoya fue una entidad políticamente autónoma, tanto de Costa Rica como de Nicaragua. La semilla estaba sembrada.

Si desde 1602, y por 182 años, la Alcaldía Mayor de Nicoya no hubiera ejercido su soberanía frente a los gobiernos de Costa Rica y, principalmente al de Nicaragua, el Partido de Nicoya consecuentemente no habría sido una realidad. También, si a fines de 1820 no se hubiera dividido el territorio en siete partidos, el Partido de Nicoya no habría brotado bajo el gran sol que lo ilumina. Y si luego de la firma del Acta de Independencia de América Central el 15 de setiembre de 1821 (menos de un año después) no se hubiera proclamado el Pacto de Concordia el 1° de diciembre de 1821, en que se restituye la Provincia de Costa Rica separada de la Provincia de Nicaragua, el Partido de Nicoya quizá hubiera sido «absorbido» por la vecina del norte. Así, paso a paso y sin vislumbrar siquiera el grandioso mañana que le esperaba, ese territorio fue manteniendo su presencia manifiesta, cual si la Providencia le tuviera señalado un sendero hacia su sitial histórico. ¡Y llegó el año 1824!!

Pensamos que, si Costa Rica hubiera tenido una población total suficiente para así elegir un diputado para las Cortes de Cádiz, el gobernador Tomás de Acosta jamás hubiera propuesto a la autoridad de la Audiencia de Guatemala, que se permitiera sumar a sus 60.000 habitantes con los del partido de Nicoya, para realizar la importante elección. Así, por esa inesperada situación, en que se eligió al brillante cartaginés Florencio del Castillo, se fueron estrechando lazos muy cordiales entre nicoyanos y costarricenses, reforzados por las participaciones electorales conjuntas, como para los representantes ante la Diputación Provincial de Nicaragua y Costa Rica. Así, el destino, seguiría marcando ese sendero que ni los mismos actores percibían siquiera a donde conduciría.

Tres poblaciones tenía el partido de Nicoya cuando se consumó el hito histórico del enlace. Unos tres kilómetros al norte de la pequeña ciudad colonial, estaba la cabecera sede del Alcalde Mayor, desde donde sus cerca de 2.000 habitantes mantenían un activo comercio con la siempre bella ciudad de Puntarenas. La ciudad de Santa Cruz, en Diriá, con unos 2.500 habitantes (muchos aborígenes) era la segunda ciudad, mientras la ciudad que hoy le da el nombre a la provincia, Guanacaste (Liberia), con 1366 habitantes, lugar de comercio ganadero principalmente con la ciudad de Rivas, en Nicaragua, estaba ubicada al norte del río Salto, separado de Nicaragua por el sitio llamado La Flor y de Costa Rica por el río Tempisque.

O sea, de no haber sucedido esos hechos que nos cuenta la historia, ¡jamás! se habría presentado siquiera la oportunidad de que los habitantes del, para otros, poco importante partido de Nicoya, se vieran ante la decisión de unir lazos con la provincia de Costa Rica, que los acogiera con el cariño que se habían forjado con el paso de dos siglos y medio de relaciones fraternales. Algunos dirán que fueron «accidentes», pero para nosotros fue el destino, la Providencia, que fue abriendo un sendero que nadie podría haber imaginado, y mucho menos diseñado. Gracias a ello, de esa unión pacífica, nació una nueva Patria, grandiosa, formidable, única en el continente, sin que hubiera que sanar heridas, ni violentar la paz idílica que respiraban desde las altas montañas a las costas del Pacífico y el Caribe; desde el valle intermontano a las sabanas nicoyanas.

Pero vendrían nuevos desafíos, principalmente desde un sector nicaragüense que no se resignó a recibir como debería de ser, la decisión voluntaria de los habitantes del partido de Nicoya, de incorporarse a la provincia de Costa Rica. Y como no lo entendieron o ¡no lo quisieron entender!, muy pronto fue objeto de conspiración. «Nicoya era y es un territorio de Nicaragua», decían. Por esa razón «los habitantes de Guanacaste (hoy Liberia) no quisieron ser parte del acuerdo tomado en cabildo abierto», agregaron. La tensión limítrofe estaba presente casi cotidianamente, pues en realidad no existía acuerdo limítrofe alguno entre Costa Rica y Nicaragua. Por tanto, ante ese vacío, en reiteradas ocasiones Nicaragua reclamó ese territorio. Se suscribió media docena de tratados entre 1838 y 1857, pero ninguno fue aprobado por ambos países. Parecía imposible un acuerdo satisfactorio para ambos. Con la heroica Campaña Nacional de 1856-1857 que como gesta libertadora fuere dirigida por nuestro heroico Presidente don Juan Rafael Mora, lejos de aplacarse las aguas, más bien se hicieron más turbulentas.

Como muestra de esa situación, leemos en El Nuevo Diario de Nicaragua, que el fortalecimiento del ejército tico pretendía «servir de amenaza a Nicaragua, consolidar la posesión de (…) la provincia de Guanacaste (que antes había pertenecido a los nicas) y expandir la frontera norte por la fuerza» (…) «Los poderosos ‘hermaniticos’ aprovecharon nuestro conflicto (la Guerra Nacional en la que Nicaragua estaba sumida) para apoderarse de la ruta del canal y del tránsito», publicó dicho periódico, en reflejo del pensamiento de algunos nicaragüenses.

Así llegó el año 1858, recién terminada la guerra contra los invasores expansionistas estadounidenses, que encabezados por William Walker fueron derrotados por los costarricenses en la hacienda Santa Rosa (que algunos nicas decían que era territorio nicaragüense), en la ciudad de Rivas y en el río San Juan. Esa presencia militar costarricense, fue una de las razones circunstanciales que propiciaron la redacción de un nuevo tratado de límites, negociado en San José por el nicaragüense Máximo Jerez Tellería y el Gral. salvadoreño José María Cañas Escamilla, designado por el Presidente Mora, que fuere suscrito el 15 de abril, y aprobado luego por el Congreso de Costa Rica y la Asamblea Constituyente de Nicaragua. Los congresistas costarricenses que no le dieron el voto positivo, cometieron el gravísimo error de no percatarse que con el Tratado Cañas-Jerez, quedaba plasmado en tan importante acuerdo, que el límite de Nicaragua con Costa Rica hacia el oeste, lo marcaba nuestra provincia de Guanacaste. Primer reconocimiento explícito de los nicaragüenses, de la soberanía costarricense sobre las tierras que formaron parte en el pasado del partido de Nicoya.

Pero los conflictos no terminaron. Luego vendrían nuevas objeciones desde Nicaragua, ahora hacia la validez del tratado, que fueron resueltas en 1888, a favor de la posición costarricense en defensa del mismo, por el Presidente de los EUA señor Grover Cleveland, que fuere ratificado en su vigencia hace pocos años, por la Corte Internacional de Justicia de la ONU.

Y como las amenazas sobre la soberanía de Costa Rica, específicamente sobre la pampa guanacasteca parecían no terminar, otra situación habría de presentarse. Sucedió hace 69 años, cuando durante el primer gobierno constitucional del Presidente José Figueres Ferrer, se invadió Costa Rica el 11 de enero de 1955, con fuerzas armadas del dictador nicaragüense Anastasio Somoza, en apoyo al expresidente Rafael Ángel Calderón Guardia. Invasión que contaba con el interés mal disimulado de las dictaduras de República Dominicana y Venezuela. La principal batalla, como sucediera 100 años antes, sucedió en la hacienda Santa Rosa, en Guanacaste. Invasión que, si hubiera tenido éxito, no es difícil imaginar ¡cuál habría sido el botín reclamado por el despreciable sátrapa nicaragüense!

Pues a celebrar con espíritu patriótico la anexión, o como también se le ha llamado quizá más correctamente, la incorporación del partido de Nicoya a Costa Rica. Nuestra provincia más bella, la del ramillete formidable de playas, sabanas, montañas humeantes y encendidas flores multicolores de sus árboles de hojas deciduas. ¡Brindemos con vino de coyol al son de la marimba de preciosas maderas! Los acontecimientos lo merecen.

Foto de pintura de Miguel Allan.

(*) Freddy Pacheco León es doctor en Ciencias Biológicas.