La organización Casa Rara, dedicada al apoyo de personas diversas (específicamente juventudes de identidad y orientación sexual diversa) cierra sus puertas. En una nota, describen el trabajo de la última década durante la cual ha sido uno de los pocos espacios de esta naturaleza en nuestro país.
En el comunicado se le agradece a todas las personas que tuvieron relación con el proyecto y se resalta el carácter de cuidado alternativo: tan necesario en una sociedad llena de prejuicios.
Casa Rara fue un espacio seguro para diversas personas, donde no solo existía la posibilidad de recibir recursos materiales sino también acompañamiento y ayuda ante la violencia que podían experimentar sus asistentes. Esta labor se desprende de la cruda realidad de la vida, en un esfuerzo por hacer sentir el calor de familia y para que cada persona se pueda sentir protagonista de su propia historia.
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