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Soberanía alimentaria y seguridad alimentaria

Por Juan Arguedas Chaverri
Denis Montero Solís

Somos lo que comemos”.
Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán.

A. Diagnóstico del actual modelo agroalimentario

Caracterización del Modelo Agroalimentario Industrial Dominante: el agronegocio extractivista:

• Basado en agroexportaciones de materias primas, postres, follajes y en menor grado carnes, e importaciones de alimentos fundamentales para la dieta local: arroz, frijoles, maíz.

• Sustentado en políticas neoliberales que desfavorecen la pequeña agricultura campesina e indígena nacional, pues no le ofrecen ningún incentivo, pero abren las fronteras al libre comercio con potencias industrializadas, donde las prohibiciones de subsidios se aplican sólo hacia nuestra agricultura (en los países industrializados, después de más de 40 años de libre comercio, se mantienen altos subsidios a su producción doméstica).

• Controlado localmente, por las oligarquías, hasta hace poco, la exportadora y más recientemente la importadora de alimentos y el capital financiero, siempre vinculadas a los agronegocios internacionales, sin ocuparse, en todo este tiempo, de garantizar la alimentación de la población costarricense.

• Excluyente de culturas y actores no alineados con la narrativa neoliberal de libre mercado, eficiencia, eficacia y productividad de la agricultura y de las tecnologías generadas para el agronegocio como soluciones al problema de la producción y acceso a los alimentos. (Desconoce el conocimiento y aportes de actores como: campesinos, indígenas, pescadores artesanales, afrocaribeños, niños y niñas, mujeres jefas de hogar, indigentes, pequeños ganaderos y productores locales, consumidores organizados).

• Ideológicamente autoritario pues se basa en el paradigma de una sociedad surgida de la nueva colonización, que se basa en el paradigma occidental del desarrollo: globalitario, racista, machista, reduccionista; expresado en la Revolución Verde y el agronegocio global.

• Asigna poder para definir política hacia lo rural sólo a órganos estatales como: CNP, MAG, INDER, instituciones reformistas y alineadas con el enfoque de agronegocios que priorizan sólo el mercado y las exportaciones.

• Cosifica los bienes de la naturaleza: la Tierra, El Agua, Semillas y Los Árboles, son vistas sólo como mercancía que se subastan en los mercados, olvidando el sinnúmero de beneficios que aportan a los ecosistemas y a la sociedad.

• Ignora el valor de la salud y la biodiversidad, aplicando productos tóxicos a los productos que luego alimentan personas y animales domésticos. Además, restringe la biodiversidad con intervención genética de las especies, promoviendo sistemas agrícolas de baja o ninguna diversidad, contaminando en suelo, el agua, el aire y los alimentos con productos tóxicos. En general, es posible afirmar que día con día incrementan los problemas de salud de las personas y demás seres vivos, atribuibles al modelo agroalimentario vigente.

B. Visión de la agroecología como propuesta político-filosófica para el país

La Producción y consumo de alimentos, desde la visión Agroecológica, es una parte importante de la conexión entre la sociedad y la naturaleza, partiendo del entendimiento de la tierra como la madre que nos alimenta y recrea.

La agroecología es una prioridad política para mejorar la vida de las personas, con justicia social y para contrarrestar el calentamiento global pues somos conscientes de que este nos está llevando rumbo a nuestra desaparición como especie.

La agroecología busca perpetuar la vida en el planeta y ofrecer la posibilidad de una vida digna para quienes trabajan la tierra, producen los alimentos y para quienes lo consumen.

La promoción de la agroecología es una línea de trabajo que nos permite reivindicarnos como actores, históricamente excluidos, para generar Territorios Sanos, Seguros y Soberanos, con protagonismo de la población excluida rural popular, a quienes, como propuesta política nos debemos.

C. La agroecología como propuesta integral para mejorar la vida

A diferencia del agronegocio obsesionado con exportar materias primas, la agroecología produce alimentos sanos, seguros y abre el camino hacia una producción soberana de alimentos, desde lo más próximo a lo más lejano, evitando largas cadenas de distribución. Por ejemplo, sería más beneficioso vender en la comunidad a personas visitantes, un producto procesado y preparado para el consumo, que una materia prima a granel en el mercado internacional.

En Costa Rica y Latinoamérica existen experiencias agroecológicas implementadas por comunidades y grupos de campesinos, indígenas y consumidores, las cuales se podrían multiplicar. Para ello debe plantearse leyes nacionales y políticas públicas específicas a nivel territorial como incentivos fiscales para prácticas agroecológicas y programas de educación comunitaria para que sea posible.

Vinculado a lo anterior, la agroecología asume al campesinado, los pueblos indígenas, comunidades de pescadores artesanales y aquellas personas agricultoras-o no, comprometidas con el cuidado y restauración de los daños causados a la su Madre Tierra, como sujetos fundamentales en el cambio social, ambiental y político, En ese proceso, todos los días estos sujetos, generan nuevos conocimientos que intercambian con el aprendizaje desde la práctica y el diálogo de saberes. Por ello, las políticas públicas deben surgir en estrecho diálogo con estos sujetos, planteando sus necesidades.

La práctica de la agroecología acoge los principios ecológicos de la Madre Tierra, principalmente reflejados en los bosques y los aplica. Esto incluye la estimulación de la sucesión natural, alta densidad y diversidad de especies, ocupación de diferentes espacios en los terrenos, reciclaje de la biomasa y los nutrientes, asociación entre plantas y árboles nativos, la relación de la luna en la planificación de las siembras.

En las comunidades rurales y urbanas, la agroecología es un modo de vida alternativo al modelo del agronegocio, el cual se enfoca en exportar materias primas, con poco o ningún valor añadido. La agroecología es una propuesta de producción de alimentos, que prescinde del uso de agrotóxicos y productos químicos derivados del petróleo, ofreciendo una ruta sostenible para las-actuales y futuras generaciones.

D. Objetivos estratégicos para alcanzar la soberanía alimentaria

a. El poder ejecutivo debe:

• Apoyar financiera y logísticamente la diversidad de expresiones que tiene la agroecología, desde cada expresión cultural y contexto, para consolidar sistemas de producción agroecológica, superando el sesgo hacia la Agricultura orgánica con certificación de tercera parte y la visión parcial que prioriza mercados internacionales.

• Apoyar metodológicamente, en coordinación con las universidades, las distintas expresiones agroecológicas que dinamizan liderazgos comunitarios, economías locales, encadenamiento con el turismo y generación de empleos familiares y locales.

• Favorecer, con la institucionalidad pública la masificación de experiencia (buenas prácticas) con que ya cuentan muchas familias y comunidades en el país. Además, debe desarrollar, desde sus capacidades, instrumentos, procesos formativos en Agroecología, dinamizar la investigación en tecnología y el diseño de equipos y herramientas que faciliten la producción, procesamiento, transporte y comercialización de la producción agroecológica.

• Un nuevo ministerio o un viceministerio de agricultura que priorice a la población excluida (quienes hacen agricultura fuera del modelo de agronegocio) con protagonismo campesino, indígena, con una visión no patriarcal y feminista.

• Desarrollar e implementar políticas públicas y coordinaciones interinstitucionales para la gobernanza local del sistema agrario, asegurar alimentos sanos, proteger y conservar salud, biodiversidad y bienes naturales.

• • Mejorar condiciones de salud y trabajo en el sistema agroalimentario, los sistemas de distribución promoviendo mercados locales solidarios con precios justos.

• Reforma agraria, relacionada con distribución de tierras con enfoque territorial y de justicia climática.

b. Las personas agricultoras, sus organizaciones y quienes faciliten procesos de formación en agroecología deben:

Favorecer métodos y técnicas para producir alimentos imitando los principios del bosque (Sistemas Agroforestales sostenibles conocidos como SAFS o sistemas de agricultura sintrópica y prácticas agroecológicas para mejorar la fertilidad del suelo.

Fortalecer lo organizativo: articulación y construcción del movimiento, para profundizar:

• Aspectos determinantes de la Agroecología,

• Aumentar capacidad de influencia,

• Alianzas para conseguir políticas públicas.

• Aprovechar el enfoque de turismo rural comunitario:

• Oferta de productos,

• De paisajes,

• De experiencias gastronómicas.

c. Acciones desde el poder legislativo:

Una ley a nivel constitucional que reconozca el Derecho Humano a la Alimentación y La Soberanía Alimentaria.

Una Ley de Soberanía Alimentaria con base agroecológica.

Leyes de Proyectos desarrollo rural integral, proyectos productivos agroecológicos territoriales.

Ley de autonomía para pueblos indígenas.

Ley de comunidades costeras

d. Acciones desde lo municipal:

• Fomentar Políticas municipales de en Economía Social Solidaria.

• Formación política para públicas municipales, para la Economía Social Solidaria.

• Sociabilización y concientización con diversos actores

• Programa nacional de reducción del uso de agrotóxicos, hacia una transición agroecológica.

El estado costarricense hacia la cooperación al desarrollo

Facilitar el diálogo y diseño de propuestas para:

• Marcos políticos para avanzar producción, transformación de productos alimenticios, mercados; desde lo local.

• Impulsar experiencias piloto de sistemas productivos, procesamiento, certificación, desde lo territorial comunitario.

• Intercambios con experiencias en otros contextos.

• Recoger las propuestas de las comunidades y otros actores que hacen agroecología, integrarlas en sus procesos de investigación e incluirlas en sus agendas de trabajo.

I Festival de Semillas Criollas se realizará este 26 y 27 de julio en Cartago

Este fin de semana se celebrará el I Festival de Semillas Criollas en Cartago. La actividad se desarrollará en las instalaciones del antiguo Sanatorio Dr. Carlos Durán Cartín, camino al Mirador Potrero Cerrado. El inicio será el sábado 26 de julio a la 1:00 p.m. y finalizará el domingo 27 a las 12:00 m.d.

El Festival es organizado por diversas organizaciones e instituciones comprometidas con la Economía Social Solidaria, como la Asociación de Mujeres Emprendedoras del Alumbre, el Encuentro de Mujeres de la Economía Social Solidaria, la Asociación de Productores Agropecuarios (UNAG), el Programa de Economía Social Solidaria UCR, el TCU-607 Comer Orgánico de la UCR y la Corporación Hortícola Nacional.

Se recomienda a las personas asistentes llevar abrigo ya que en horas de la noche la zona presenta temperaturas bajas.

Semillas y Saberes alerta sobre el ingreso de Costa Rica al Tratado Transpacífico

Esta producción radial fue realizada por la Comisión Institucional de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Universidad de Costa Rica y transmitida por Radio 870 UCR.

En un nuevo episodio del programa radial Semillas y Saberes, conducido por Marcela Dumani, se abordaron las consecuencias del posible ingreso de Costa Rica al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP). La entrevista central estuvo a cargo del abogado y economista Renzo Céspedes Vargas, quien cuenta con más de tres décadas de experiencia en comercio internacional.

Durante el programa se explicó de forma detallada el funcionamiento del tratado, sus orígenes, los países que lo conforman, y sus graves implicaciones para sectores productivos sensibles como el arroz, el café, la leche, la piña, la palma aceitera y el sector hortícola costarricense. Se alertó que esta adhesión, de concretarse, afectaría severamente la seguridad alimentaria, la soberanía productiva nacional y el bienestar de más de medio millón de personas vinculadas al agro.

Uno de los aspectos más discutidos fue la imposibilidad de renegociar condiciones específicas para proteger a sectores estratégicos, dado que las reglas del bloque están predefinidas. También se abordó cómo este modelo de apertura comercial desregulada se suma a otras políticas internas que ya han debilitado al agro, como la “ruta del arroz” o la eliminación de aranceles sin medidas compensatorias.

Céspedes hizo un llamado a la ciudadanía para informarse, generar presión social y dialogar con diputaciones y gobiernos locales para evitar que el país entregue su soberanía productiva a intereses que no consideran las particularidades de la economía nacional.

Escuchá el programa completo aquí:

Seguridad Alimentaria: La vida humana, entre la ambición neoliberal y la solidaridad de los pueblos

El programa Alternativas invita al público a sintonizar el panel titulado “Seguridad Alimentaria: La vida humana, entre la ambición neoliberal y la solidaridad de los pueblos”, que se transmitirá el viernes 11 de julio de 2025 a las 18:00 horas.

Esta edición contará con Ericka Céspedes Arguedas, quien es ingeniera agrónoma con énfasis en riego y drenaje; Irené Barrantes Jiménez, especialista en derechos humanos de las mujeres; Trino Barrantes Araya, poeta en construcción, historiador insurgente y secretario general del Partido Vanguardia Popular; y Guido Sibaja Fonseca, productor agroalimentario.

El programa se emite mediante las redes de Alternativas como se muestra en el afiche.

Además, se retransmitirá por Radio Guanacaste 106.1 FM, Radio Soberanía y Radio Revolución.

Finca Boryana celebra los hongos con la Fiesta Silvestre 2025

El 5 y 6 de julio de 9:00 am a 3:00 pm en la Finca Boryana les espera una exploración profunda de la diversidad fúngica. Junto a micólogos especialistas se abordarán diversos temas de la investigación científica en hongos y se recorrerán los senderos. Además, se vivirá una experiencia sensorial con @charlyfariseo y la música generativa en una instalación interactiva con hongos.

El monto de la entrada es de ₡40.000 por persona por día e incluye: desayuno, tour guiado de hongos silvestres, charla micológica, almuerzo, instalación interactiva con hongos, material ilustrativo.

Puede comunicarse al 8635-2169 / 8393-2734 para más información.

La producción alimentaria nacional se debate en sus niveles mínimos: el caso de la cebolla

German Masís

En una noticia de ayer 15 de abril, se dio a conocer que la producción nacional de cebolla disminuye mientras que las importaciones llegan a su punto más alto, a la vez que productores nacionales reclaman que esta actividad va a desparecer debido a las importaciones. Según esta información, las toneladas métricas pasaron de 45.585 en el 20223 a 35.788 en el 2024, con una disminución del 21.5%, considera como una caída significativa por el CNP.

Este dato sobre la reducción de la producción de cebolla, se encuentra probablemente ya entre los niveles mínimos a los que puede llegar la producción nacional de este cultivo en el país, situación sobre la que se ha venido alertando desde hace varios años.

El año anterior, en el análisis de los cambios en la Encuesta Nacional Agraria 2023, se mencionaba la tendencia al deterioro de la actividad agrícola y la aproximación a la producción mínima en las principales actividades agroalimentarias.

Se decía que esta reducción en el área cultivada y también en la producción de las actividades agrícolas, podría estar llegando al límite mínimo(piso) de producción nacional de ciertos alimentos y que un descenso mayor en ellos, podría llevar al desabastecimiento y al aumento de la importación como ha ocurrido con el arroz, el maíz y el frijol o al aumento en el ingreso de productos como ha ocurrido con la cebolla y la papa, situación que tiene implicaciones en la salida de productores de la actividad, sobre el empleo agrícola y sobre la disponibilidad de alimentos y la seguridad y soberanía alimentaria del país y sobre el uso de las tierras agrícolas en otras actividades en algunas regiones periféricas del país.(SURCOS,1-10-2024)

En los últimos meses la disponibilidad de cebolla se ha introducido en ese círculo perverso, de disminución de la producción nacional, aumento de las importaciones y aumento de los precios al consumidor, en que había ingresado unos meses antes también la actividad de la papa y que entre las Autoridades del sector agropecuario nadie quiere explicar y menos atender.

Se informa al mismo tiempo, que el año pasado se dio un aumento en la importación de cebollas, es decir, de las que se producen en otros países y se traen a Costa Rica, ya que las importaciones pasaron de 1.663 toneladas métricas en el 2023 a 8.290. toneladas métricas en el 2024, una cifra nunca antes vista.

Los datos recientemente publicados por el CNP indican que este comportamiento al alza en las importaciones parece mantenerse en el 2025. Solo durante enero y febrero se han traído al país 2.322 toneladas, más que todo lo que se importó en cada uno de los años previos al 2023.

Por su parte, el análisis realizado por el CNP también demuestra que hay un aumento sostenido del precio de la cebolla fresca en Costa Rica. De esta forma, el precio promedio por kilo que se paga al productor pasó de ¢800 en el 2021 a ¢1.180 en el 2024 y en ese mismo periodo en el Cenada el precio del kilo subió de ¢844 a ¢1.369.

Pero aún más pronunciado ha sido el aumento en el 2025, pues el incremento en las ferias se movió de ¢1.127 a ¢1.927 por kilo, mientras tanto en los supermercados pasó de ¢1.456 en el 2021 a ¢1.962 en el 2025.

Al respecto, la mejor definición de lo que está ocurriendo en la actividad de la cebolla, la dio un agricultor de Tierra Blanca de Cartago, cuando en la misma información, dice que nunca había pasado por una situación tan complicada como la actual, que el mercado nacional no está absorbiendo la producción nacional, porque el Cenada y los supermercados prefieren importar cebolla que comprarle al nacional.

Desde su punto de vista, durante los últimos meses un grupo de importadores se dieron cuenta de que la cebolla es un buen negocio y es un producto de venta masiva. Debido a esto, el mercado nacional se ha inundado de cebolla de Perú, Nicaragua y Estados Unidos. Mientras tanto, la cantidad de agricultores de cebolla está disminuyendo a una velocidad de 5% al año, según cálculos del sector cebollero.

Eso es un desplazamiento de la producción nacional (…) Y cuando ellos (importadores) dominan la oferta dominan el precio”, afirmó otro productor de San Ana. La lógica es clara y contundente, producir menos para importar más y que los importadores obtengan grandes ganancias en el comercio del producto.

Pero según, la misma información, la cebolla no es el único fruto cuya producción está bajando en Costa Rica. Las encuestas agrícolas desde el año 2020, han señalado que las extensiones de terreno con sembradíos de arroz, frijoles y maíz en Costa Rica alcanzaron nuevos mínimos. La cantidad de hectáreas sembradas de granos básicos en Costa Rica pasó de 154.658 en el año 1990 a 36.226 en el 2023, donde la disminución es del 75%. (El Observador.com,15-4-2025)

Sin embargo, mientras las actividades agroalimentarias para el consumo interno alcanzan niveles mínimos, las Autoridades actuales del sector agropecuario, miran hacia otro lado y distraen su labor en la formulación de una política para el sector agropecuario 2023-2032, en la presentación en mayo del año anterior de un informe en cadena nacional, que denominaron el Agro es fundamental para la Administración Chávez: seguiremos trabajando por su competitividad y avance y a inicios de este año, en la emisión de un decreto para autorizar la importación de papa y cebolla..

Ante esta disociación entre la realidad de la producción agroalimentaria y la acción institucional del sector agropecuario, vuelve a cobrar validez la investigación realizada el año anterior por la Defensoría de los Habitantes sobre el acceso a la Seguridad Alimentaria y Nutricional, que entre sus conclusiones afirmaba que el país disminuyó su capacidad de autoabastecimiento de productos básicos para la alimentación y el principal factor es la falta de políticas públicas que apoyen a los sectores productivos.

Así mismo son reiterativas, pero oportunas las consideraciones incluidas en el artículo denominado El SOS de la producción agroalimentaria interna y de la seguridad alimentaria (Surcosdigital.com18-3-2024), acerca de la necesidad de la formulación de una ley nacional de seguridad y soberanía alimentaria y nutricional, que proteja la producción agroalimentaria de los cambios en las políticas internas de desestimulo a la producción nacional y de estímulo a las importaciones.

Imagen: TEC.

Más allá del chiste: ¡Bajo el imperio de los importadores, la escasez es ganancia!

Margarita Bolaños Arquín
Finca Agroecológica Hortalizas Girasol

El reciente aumento de precios de hortalizas, frutas y verduras es consecuencia de dos factores: uno, prolongados y fuertes temporales que afectaron múltiples paisajes agrícolas en Costa Rica y en Centroamérica y dos, la intermediación que favorece el alza desmedida de precios ante la escasez. Quienes producimos no necesariamente nos beneficiamos de los altos precios. A los productores no nos convienen esos desequilibrios porque los consumidores, simplemente no compran o los sustituyen por otros más baratos frescos o procesados.

¡Bajo el imperio de los importadores, la escasez es riqueza! Si no hay producto fresco, no importa, se importa. El bajo precio del dólar de por sí les favorece para adquirir productos a menores precios que los nacionales sin reparo de que cientos de personas se queden sin empleo y aumenten las deudas por consumo y producción.

Entonces, entre los ciclos de sequías y eventos extremos de precipitación, sin políticas de ordenamiento territorial, gestión integrada del riesgo y una institucionalidad pública que atienda los efectos del cambio climático, el sector agrícola nacional será cada vez más amenazado y vulnerable por deudas y sistemas de siembra poco o nada resilientes. Una agricultura convencional que para defenderse de los eventos hidrometereológicos extremos debe recurrir al aumento de agrotóxicos para atender las plagas y enfermedades es económica y ambientalmente insostenible.

Centrar la atención en los precios de los productos agrícolas es obviar las raíces que generan la desigualdad y el deterioro de la salud de las personas y los recursos naturales del país. Es necesario avanzar hacia formas de producción más sostenible y comercialización más justas que enfrenten los inevitables riesgos del cambio climático y el deterioro de los paisajes agrícolas. La protección del recurso hídrico en términos de calidad y cantidad debe ser una prioridad para el gobierno nacional y municipalidades. La recolección de agua llovida, el uso de invernaderos de bajo costo, prácticas de conservación de suelos y la correcta canalización de las escorrentías contribuiría a tener una producción de más bajo costo, menos dependiente de los agroquímicos y más intensiva, diversificada y accesible a un mayor número de consumidores.

Necesitamos mayor inversión en investigación y en tecnologías sostenibles para enfrentar la escasez y las distorsiones del mercado que abonan a la pobreza y a la mal nutrición. Sumado a eso, es esencial ampliar la red de recolección de datos climáticos a lo largo de todo el país para tomar decisiones de planificación bien sustentadas en el interés nacional.

Imagen: Semanario Universidad.

Biotecnología agrícola: ¿una solución para la seguridad alimentaria?

Por Vladimir Huarachi Copa

Aunque la biotecnología agrícola se presenta como una posible solución para mitigar los efectos del cambio climático, como la sequía y las heladas, así como para afrontar otros desafíos de la agricultura, en varios sectores de la sociedad boliviana persiste una fuerte resistencia hacia su adopción. Esta reticencia se debe, en parte, a las preocupaciones sobre los posibles efectos negativos de las técnicas biotecnológicas, especialmente relacionadas con las promesas de mayores ganancias, incremento de la producción, reducción de agrotóxicos y la noción de que los transgénicos podrían “salvar el planeta”.

En cuanto a las ganancias, los principales beneficiados por los cultivos transgénicos son, en su mayoría, los grandes empresarios agroindustriales, no los pequeños agricultores. Respecto a la mayor producción, no hay evidencia suficiente que respalde la afirmación de que los cultivos transgénicos generen más ni mejores alimentos. En cuanto a los agrotóxicos, el uso de tecnologías biotecnológicas no ha demostrado reducir su aplicación; por el contrario, puede aumentar su dependencia, lo que representa un grave riesgo para el agua y el suelo. Finalmente, los transgénicos no contribuyen a salvar al planeta del cambio climático; de hecho, algunos estudios sugieren que podrían ser uno de los factores que agravan el calentamiento global.

No obstante, el 12 de agosto de 2024, el ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, expresó públicamente que el uso de biotecnología debe ser regulado por una ley y no a través de un decreto supremo. Además, propuso que su alcance se amplíe a otros sectores, como la salud y la industria, siempre dentro de un marco de evaluación rigurosa. Esta declaración se produce en un contexto en el que, hasta la fecha, el uso de biotecnología en Bolivia solo ha sido aprobado para un evento: la producción de soya resistente al herbicida glifosato (evento RR), autorizado en 2005, un herbicida que ha sido señalado como potencialmente cancerígeno y que afecta la producción agrícola sostenible.

En este sentido, el uso de biotecnología se presenta como un tema controvertido y complejo. Tal como señaló el ministro Lisperguer, su implementación y regulación deben llevarse a cabo mediante una ley, y no a través de un decreto supremo. Esto se fundamenta en el artículo 409 de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, que establece que “la producción, importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley”. Sin embargo, también se encuentra en conflicto con el artículo 255, numeral 8, de la misma Constitución, que promueve la “Seguridad y soberanía alimentaria para toda la población” y prohíbe la “importación, producción y comercialización de organismos genéticamente modificados y elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente”.

Actualmente, se encuentra en tratamiento dentro de la Cámara de Senadores el Proyecto de Ley N° 104/2024-2025 C.S. “Que Implementa y Regula el Uso de la Biotecnología Agrícola en el Estado Plurinacional de Bolivia”. Este proyecto, que está siendo evaluado por la Comisión de Economía Plural, Producción, Industria e Industrialización, busca regular no solo la importación, sino también la comercialización de cultivos, incluidos los cultivos hidropónicos, que emplean biotecnología agrícola.

En conclusión, a pesar de las controversias y preocupaciones expresadas en este documento, es fundamental generar espacios de diálogo entre todos los sectores sociales involucrados en la agricultura y la seguridad alimentaria del país. El objetivo debe ser encontrar puntos de convergencia que aseguren la seguridad alimentaria a través de un enfoque equilibrado, que contemple tanto la agricultura familiar como la industrial, en el marco de una regulación coherente y sostenible.

Jornada Agroecológica: Taller de Huerta Mandala

Tema: Plantas hortícolas y medicinales
Fecha: Del 20 al 22 de diciembre de 2024
Lugar: Instalaciones de AGRICOOP RL, Piedras Blancas, Osa
Detalles: Este taller está enfocado en la creación y manejo de huertas tipo mandala, utilizando plantas hortícolas y medicinales.
Taller a cargo de: Taller Orgánico
Organización: AGRICOOP RL

Las personas interesadas en participar pueden confirmar su asistencia comunicándose con Tatiana Chaverri al número 8463-1494 . Esta es una oportunidad única para aprender técnicas agroecológicas que contribuyen al desarrollo de prácticas agrícolas más sostenibles.