El periodo de solicitud de beca por situación socioeconómica de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) será del 2 al 4 de febrero del 2023, para aquellas personas con interés de iniciar estudios universitarios durante el tercer cuatrimestre del 2023. Esta convocatoria también está dirigida a estudiantes regulares y será completamente virtual.
El formulario de solicitud estará activo en el sitio web uned.ac.cr únicamente en el plazo definido, a partir del día 2 de febrero, a las 8:00 a.m. y hasta el 4 de febrero, a las 4:00 p.m. Al confirmar el formulario, se le indican las fechas importantes, entre ellas, la fecha en la que las personas recibirán, por correo electrónico, las indicaciones y el enlace respectivo para la carga de documentos probatorios.
Para cumplir con el proceso, usted puede también consultar con la “Guía de documentos solicitud de beca socioeconómica UNED”, para descarga aquí.
La coordinadora del Programa de Becas de la UNED, María Sofia Chacón Sánchez, comentó que, para un proceso exitoso, es importante que las personas solicitantes realicen la Admisión y el Empadronamiento antes del 25 de febrero, para lo cual se requiere el título de bachillerato de secundaria, e ingresar aquí.
“Es importante que las personas recuerden responder las preguntas del formulario y confirmar el envío del mismo. Se sugiere tomar una captura de pantalla para un llenado más rápido y tener a disposición los números de cédula de su grupo familiar, los montos de ingresos y gastos, así como otra información de interés”, comentó Chacón Sánchez.
Para la solicitud de beca no es requisito que la persona esté matriculada en la UNED. Si desea más información del proceso, puede llamar al número telefónico 2527-2275, escribir al correo electrónico becasuned@uned.ac.cr o al WhatsApp 8822-3557.
La Oficina de Atención Socioeconómica realizará el 1 de febrero de 2023, a las 5:00 p.m., un Facebook Live para aclarar dudas con relación al proceso de llenado del formulario de solicitud de beca socioeconómica y la carga de documentos probatorios, a través de UNED Vida Estudiantil y Videocomunicación UNED Costa Rica, así como en este canal de YouTube.
Este espacio estará disponible para usted en estos canales, en caso de que no pueda sintonizarles en vivo.
Las universidades públicas atienden muy diversas poblaciones, zonas geográficas y una gran variedad de áreas constitutivas del desarrollo socioeconómico del país. Para realizar esta tarea, su autonomía y seguridad presupuestaria son garantías de que podrán cumplir con la misión que constitucionalmente les fue encomendada.
Audiencia ante la comisión de la Asamblea Legislativa
Tal propuesta desconoce la institucionalidad costarricense
El proyecto de ley 23.380 Ley Reguladora del Fondo Especial para la Educación Superior, que fue enviado a la Asamblea Legislativa por el actual Gobierno, representa una claraamenazaal funcionamiento y quehacer de las universidades públicas. Además, es un proyecto plagado de inconsistencias, falsos argumentos e inconstitucionalidades. En síntesis, ese fue el planteamiento que el Consejo Nacional de Rectores (Conare) expuso y sostuvo en la comparecencia ante la Comisión Especial de Educación de la Asamblea Legislativa, el pasado 23 de enero.
Los cinco rectores de las universidades públicas enfatizaron que el texto en cuestión es un peligro para la educación superior pública, pues busca que sea el Poder Ejecutivo de turno quien las administre. Eso, entre otros muchos peligros, podría limitar lo que se investiga y enseña en las universidades costarricenses cuando estas no se ajusten a los intereses del Gobierno.
Ante las diferentes consultas y comentarios de los diputados y diputadas de la Comisión Especial, los rectores de Conare dejaron muy en claro todos los aspectos que este proyecto de ley desconoce y desvirtúa sobre la naturaleza y papel de las universidades públicas en la institucionalidad del país.
Durante la audiencia, los rectores demostraron que el proyecto 23.380 redimensiona la autonomía de organización, administración, gobierno de las universidades públicas y libertad de cátedra, todo lo cual origina la nulidad absoluta de la propuesta, por violentar y vaciar de contenido los artículos 78, 84, 85 y 87 de nuestra Constitución Política.
Los señores rectores subrayaron que, sin el menor de los desenfados, ese proyecto busca otorgar potestades regulatorias al Poder Ejecutivo de turno sobre la planificación de la educación superior universitaria estatal y la distribución del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), al otorgarle la autorización para regular estas materias mediante Decretos Ejecutivos.
Los rectores advierten que este proyecto pretende cortar la independencia constitucional de la universidad pública frente a los demás poderes del Estado, ya que elimina su autonomía organizativa, administrativa, de gobierno y económica. Además, le inventa potestades al Banco Central sobre el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), las cuales están alejadas de su naturaleza, pues el financiamiento de las universidades públicas está garantizado en la Constitución Política. Esa pretensión del proyecto no explica la procedencia de los recursos, con lo cual deja así un gran vacío en la garantía del financiamiento.
Los cinco rectores de Conare mostraron gran aplomo y un sólido manejo de los alcances negativos y las oscuras intenciones que el proyecto 23.380 encierra. Así lo manifestaron ante la Comisión Especial de Educación de la Asamblea Legislativa. Foto: archivo Conare.
Un punto álgido en la exposición de los rectores fue su análisis en torno a una devastadora pretensión que presenta el proyecto de ley, con la cual se persigue la creación de un nuevo consejo coordinador de la educación. Este tendría un solo representante de las universidades públicas y cuatro del Gobierno de turno: MEP, Ministerio de Hacienda, Mideplan y Micitt.
Ese nuevo consejo vendría entonces a sustituir a la Comisión de Enlace que ha funcionado. Así las cosas, se violenta otra vez la autonomía universitaria y se deja en las manos del Gobierno del momento la definición de prioridades en la educación superior pública del país. Con esto, se desconoce la competencia para elaborar el Plan Nacional de Educación Superior (Planes), dada a Conare (Convenio de Coordinación de 1974 y Ley N.° 6162 del 30/11/1977) y que la Ley N.° 6580 del 18/05/1980 eleva a rango constitucional (artículo 85).
En cuanto a los falsos señalamientos del proyecto sobre la ejecución del FEES y la rendición de cuentas de las universidades públicas, los rectores dejaron muy claro que toda renta universitaria (propia y del FEES) está constitucionalmente destinada a financiar el Plan Nacional de Educación Superior (Planes), el cual posee más de cien indicadores de evaluación de ejecución del FEES que comprenden todas las áreas del quehacer universitario. Además, el Planes incide en la política pública de nuestro país mediante la integración en ciento nueve comisiones nacionales. Los rectores fueron contundentes al sostener que la formulación, evaluación y liquidación de los presupuestos universitarios son conocidos y aprobados por la Contraloría General de la República.
Finalmente, los rectores también les mostraron a los diputados de la Comisión Especial que existen varios pronunciamientos, análisis y criterios en nuestra institucionalidad que sostienen las particularidades constitucionales de las universidades públicas y que no le permiten al citado proyecto 23.380 sostenerse ante las contundentes evidencias de Conare.
Criterio de la Contraloría General de la República del 24 de enero del 2023
Este 24 de enero, la Contraloría General de la República emitió su criterio en torno al proyecto de ley 23.380. El criterio del ente contralor fue solicitado por el Área Asamblea Legislativa, Comisión de Asuntos Económicos. A continuación, compartimos un resumen de este reciente criterio.
Al cierre de la audiencia, los rectores enfatizaron ante los miembros de la comisión que las universidades públicas han sido una piedra angular en el desarrollo histórico, social y económico de Costa Rica. Pero, a pesar de eso, ya las universidades públicas llevan varios años luchando constantemente ante los embates de quienes buscan debilitarlas por múltiples vías.
En el artículo 1 del proyecto de ley en cuestión se dispone la creación del Fondo Especial para la Educación Superior, el cual se define como un mecanismo específico con un propósito particular. Al respecto, el criterio de la Contraloría General de la República (CGR) aclara que: “(…) sin embargo, siendo que la creación de dicho fondo ya se encuentra dispuesta en el artículo 85 de la Constitución Política, la propuesta legislativa debe centrarse en desarrollar la norma constitucional respetando las condiciones establecidas en ella”.
En cuanto al uso de los recursos del citado fondo, señalado en el artículo 3 del proyecto propuesto, que dice “… Cualquier excedente que quede, al finalizar el ejercicio económico pasará a caja única del Estado”, la CGR señala: “… el fondo especial para el financiamiento de la educación superior estatal posee la característica de que sus recursos tienen un destino específico asignado por la Constitución Política, concretamente, financiar la educación superior estatal. Desde esta óptica, estos fondos «atados» en el lenguaje de la Sala Constitucional (voto n.° 5754-94), no pueden destinarse a ningún otro fin de aquel que ha sido fijado por la Carta Fundamental…”.
Sobre la creación de un Consejo de Coordinación de la Educación Superior Universitaria Estatal y sus funciones, propuestas en los artículos 4 y 5 del citado proyecto de ley, la CGR recuerda la importancia de “definir de forma clara el rol, el proceso de toma de decisiones, las responsabilidades de sus integrantes, la estructura requerida, así como los recursos que serán necesarios para su funcionamiento, con la finalidad de brindarle eficacia a la norma. Además, definir ante cuál ente u órgano deben las universidades públicas presentar las propuestas de los planes definidos en el artículo 6 del proyecto de ley, pues no se indica en el contenido de la redacción [sic]”.
Por otra parte, en el artículo 9 del proyecto de ley, en el cual se dispone que: “… Las Universidades Públicas deberán presentar anualmente al Consejo de Coordinación de la Educación Superior Universitaria Estatal y a la Contraloría General de la República un informe financiero de la ejecución de los recursos del Fondo Especial para la Educación Superior… La CGR deberá emitir su criterio respecto al informe rendido, por parte de Conare, cuyo incumplimiento injustificado constituirá falta grave contra la Hacienda Pública…”.
La redacción del citado artículo 9, señala la CGR, “… presenta deficiencias y ambigüedades, ya que no se especifica cuál es el informe que debe rendir el Conare…, además, se hace referencia a términos jurídicos indeterminados como “incumplimiento injustificado” o “correcta distribución”, sin que se defina de forma clara el alcance conceptual de los mismos, generando una eventual inseguridad jurídica en su aplicación…”. “No se omite recordar que la Contraloría General mantiene su potestad de fiscalización sobre la Hacienda Pública, en función de lo establecido en el artículo 183 de la Constitución Política y en el Capítulo II de su Ley Orgánica, N° 7428, por lo que no se considera procedente la definición de la citada función, siendo que ya existe un marco jurídico que define una serie de roles y responsabilidades en materia sancionatoria”.
Por último, la CGR sugiere consultar el texto a los actores involucrados, por la relevancia del proyecto que pretende regular un fondo creado constitucionalmente.
María Encarnación Peña Bonilla Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Apoyar la educación de mujeres en distintas áreas ha sido una de las labores de este TCU, para la cual se vincula con organizaciones como la Fundación Mujer. Fotografía con carácter ilustrativo. Foto por: Vanessa Huertas.
24 de enero: Día Internacional de la Educación
Proyecto de TCU impactará a unas 700 personas de zonas vulnerables
“La educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva”, según indica lo dicta la UNESCO en su página oficial y hacia ese objetivo, la Universidad de Costa Rica (UCR) con su proyecto de Acción Social “Gestión educativa para la participación social” (TC-449) vincula el quehacer académico con el fortalecimiento de las capacidades de gestión, organización, promoción y ejecución de actividades socioeducativas en comunidades vulnerables de Desamparados, Goicoechea, Tibás, Alajuelita, Cartago y Santo Domingo de Heredia.
Este Trabajo Comunal Universitario (TCU) de la Escuela de Administración Educativa ve en la educación la principal herramienta para que la sociedad mejore su calidad de vida. El objetivo para este año es impactar a unas 700 personas de organizaciones comunales.
“De forma tal, que desde la Acción Social se vea fortalecida tanto la persona profesional formada por la UCR, como también las agrupaciones y comunidades en las que se desarrolla el proyecto. Permitiéndoles adquirir nuevos saberes, habilidades, conocimientos, herramientas para la vida” puntualizó Elena Araya Torres, una de las coordinadoras de este Trabajo Comunal Universitario (TCU).
Esta sinergia de saberes se logra entre las personas de la comunidad, docentes y estudiantes. Tanto Araya como Tattiana Castillo Carmona, ambas coordinadoras de este TCU, resaltan la relevancia de vincular los conocimientos y vivencias de más de 30 estudiantes de diferentes carreras universitarias. Una de ellas es Valeria Peña Sequeira, quien cursa la carrera de Inglés.
“Mi aporte en el TCU fue dando clases de Inglés en una Fundación, y esto fue un gran desafío que varios de mis compañeros y yo tomamos al participar, ya que realmente no habíamos estudiado [pedagogía] para enseñar el Inglés. Sin embargo, era la necesidad más grande que existía en la población de la fundación y teníamos el conocimiento” explicó Peña.
En este año 2023 se conmemora por quinta vez consecutiva el Día Internacional de la Educación, que fue establecido por la UNESCO los 24 de enero, en esta ocasión bajo el lema “invertir en las personas, priorizar la educación” y es dedicado a todas las niñas y mujeres de Afganistán que se ven privadas de su derecho a aprender, estudiar y enseñar, detalla la organización en su página oficial.
Una de las organizaciones que tiene vinculación con este proyecto de Acción Social es la Fundación Mujer, que promueve la inclusión, integración y la generación de empleo en poblaciones con condiciones de pobreza, dándole énfasis a la mujer.
Así como Peña, otros estudiantes de la UCR imparten clases de inglés y realizan diversas actividades de acuerdo a las necesidades de la organización, siempre estableciendo la educación como el medio principal.
“La Fundación se ve beneficiada mediante la rigurosidad académica y laboral con la que realiza sus funciones el TCU. La posibilidad de acceder al conocimiento actualizado mediante los estudiantes, realización de nuevos cursos gracias a los estudiantes de TCU. Igualmente consideramos que los estudiantes se ven beneficiados mediante el contacto a una realidad social poco conocida por buena parte de la sociedad, contacto con públicos diversos, afrontar el reto de laborar en una organización con visión y misión social y humanitaria”, comentó Zobeida Moya Lacayo, directora de Fundación Mujer.
El futuro de este proyecto comunal universitario está enfocado en el desarrollo de las comunidades. “Nuestra meta es potenciar de manera conjunta el desarrollo comunal, social y pedagógico de las comunidades adscritas al proyecto” afirmó Araya.
“Para mi, lo más importante es que con el TCU se sirve a la comunidad, se satisfacen necesidades y se aprende al mismo tiempo, haciendo que los estudiantes se conviertan en mejores profesionales” aportó Peña.
Lillianne Sánchez Angulo Periodista Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social, UCR
Valeria Conejo, estudiante de ingeniería mecánica y actriz, se refiere para la plataforma Prisma Latinoamérica, acerca de las brechas que existen entre hombres y mujeres en ciencia y tecnología, comentando que las mujeres que quisieran estudiar alguna carrera STEM (acrónimo en en inglés para referirse a las Ciencias, Tecnologías, Ingeniería y Matemáticas), no deben tener miedo de abrirse camino en un mundo que pareciera ser de hombres.
Anima a las mujeres a que todo lo que quieren hacer lo pueden lograr y señala que existe una red de apoyo de la cual pueden rodearse.
Inauguración UNA-1973 Dr-Oscar Arias Sánchez-Margarita Penón, José Figueres Ferrer Pte CR- Karen Olsen de Figueres primera Dama.
Dr. Juan Rafael Espinoza Esquivel
Catedrático jubilado de la Universidad Nacional
Asesor de la Academia Solidarista Alberto Marten Chavarría.
La Universidad Nacional (UNA) fue creada por Ley N.° 5182 de 12 de febrero de 1973. El proyecto original fue impulsado, como una universidad pedagógica, por el Poder Ejecutivo de ese entonces (1970-1974) encabezado por Don Pepe Figueres, en su tercer gobierno, como Presidente de la República y Don Uladislao Gámez Solano como Ministro de Educación Pública. No obstante, en su tramitación en la Asamblea Legislativa, una iniciativa alternativa impulsada por los diputados en aquel tiempo: Daniel Oduber Quirós y Francisco Morales Hernández, se convirtió finalmente en ley de la República.
La ley referida encargó a una Comisión ad hoc organizar la nueva institución, la redacción del Estatuto Orgánico y la elección del primer rector. La Universidad abrió sus puertas el 14 de marzo de 1973. Fueron miembros de la comisión ad hoc, entre otros: Uladislao Gámez Solano, Óscar Arias Sánchez, Francisco Morales Hernández, Benjamín Núñez Vargas, Francisco Antonio Pacheco Fernández y Rose Marie Karpinski Dodero. La comisión citada designó al Pbro. Benjamín Núñez Vargas como primer rector de la UNA, quien ejerció la rectoría de 1973 a 1977. El señor Núñez concibió a la Universidad Nacional como una “universidad del pueblo”, como una Universidad Necesaria, al servicio de los sectores sociales más vulnerables. También para el Padre Núñez: “He ahí nuestra gran concepción de nuestra Costa Rica: una patria de propietarios, de hombres que poseen, que se poseen a sí mismos, que poseen sus propias opiniones, sus ideas propias, que poseen su propio instrumento de trabajo, sus propias viviendas, que poseen su propio pedazo de tierra para cultivarlo, que poseen su propio porvenir, que poseen su propia misión social, que poseen su propio derecho a la felicidad.”
El lema de la Universidad desde su fundación es: “la verdad nos hace libres”, propuesta por el Padre Núñez y esta institución desarrolla su oferta académica en áreas de docencia, investigación y extensión (similar a la acción social de otros centros universitarios públicos). Despliega más de 100 opciones de grado y posgrado.
La Universidad Nacional ha galardonado con el doctorado honoris causa entre otras, a las siguientes distinguidas personas, por haber alcanzado elevadas cumbres personales y profesionales, en beneficio de la sociedad: Uladislao Gámez Solano, José (Pepe) Figueres Ferrer, Franklin Chang Díaz, Óscar Arias Sánchez, Rodrigo Carazo Odio, Elizabeth Odio Benito, Benjamín Núñez Vargas, Rodrigo Zeledón Araya, Rigoberta Menchú Tum y Mario Boza Loría.
La Universidad Nacional cuenta con 5 sedes universitarias: A) La sede en Heredia: campus Omar Dengo y campus Benjamín Núñez. B) La región Chorotega (Liberia y Nicoya). C) La región Brunca (Pérez Zeledón y Coto). D) La región Huetar Norte y el Caribe (Sarapiquí). E) Sede interuniversitaria en Alajuela.
En la actualidad la UNA tiene 11728 estudiantes, distribuidos en las 5 sedes citadas. La Universidad Nacional cuenta con un Sistema de Colegios Humanistas Costarricenses. Estos colegios son académicos, preuniversitarios y responden al plan de estudios de educación diversificada del Ministerio de Educación Pública. Se ubican en Heredia, Coto, Nicoya y Sarapiquí. Atienden con altos niveles de excelencia académica a aproximadamente 300 estudiantes destacados.
Han ocupado la rectoría de la Universidad Nacional las siguientes personas: Benjamín Núñez Vargas, Alfio Piva Mesén, Edwin León Villalobos, Carlos Araya Pochet, Rose Marie Ruiz Bravo, Jorge Mora Alfaro, Sonia Marta Mora Escalante, Olman Segura Bonilla, Sandra León Coto, Alberto Salom Echeverría y Francisco González Alvarado (período 2020-2025).
En la actualidad, la Escuela de Planificación y Promoción Social (EPPS) de la UNA recoge la herencia del padre Núñez, en lo que respecta a la búsqueda de justicia, paz social, solidaridad, desarrollo integral de las personas, consecución de mejores condiciones de vida para los trabajadores y la edificación de una patria de propietarios; para ello, ha instituido la cátedra Alberto Martén Chavarría, instancia en la que se estudian, a profundidad, temas como los mencionados y se presentan soluciones pertinentes, desde una perspectiva solidarista.
En la Universidad Nacional desarrolla, desde 1974, su gestión el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional (SITUN). Asimismo, ejecuta labores de bienestar laboral el Fondo de Beneficio Social de los Trabajadores de la Universidad Nacional.
En la Universidad también actúa la Asociación Solidarista de Funcionarios de la Universidad Nacional (ASOUNA) que es la organización laboral más grande de la institución. Cuenta con el aporte decisivo de la UNA, lo que ha posibilitado que el auxilio se convierta en una prima de antigüedad (es decir, en un derecho adquirido), pagadera en todo caso de terminación de la relación laboral, sin límite o tope alguno. Contribuyendo así a la paz, la justicia social, desarrollo integral de los trabajadores y la armonía laboral en el seno de la Universidad.
Ahora bien, la actual coyuntura del país, caracterizada por una sociedad injusta y desigual, reclama imperiosamente líderes valientes y visionarios, como el padre Benjamín Núñez Vargas, mentor indiscutible de la Universidad Nacional, en su concepción de Universidad Necesaria.
Deseo fervientemente que la Universidad Nacional transite en el futuro, por amplias veredas de imaginación, desarrollo positivo y constructivo, en beneficio directo de las personas y regiones más vulnerables del país, plasmando así las altruistas aspiraciones de los próceres de la Patria que coadyuvaron en la creación de esta prestigiosa casa de estudios.
José Figueres Ferrer Presidente de Costa Rica, firma ley UNA 1973 con Uladislao Gámez-Ministro de Educación a su derecha.
César Alfaro Redondo, un docente seducido por la historia, la sociología, la dirección de empresas y la salud, liderará la Escuela de Tecnologías en Salud de la UCR por cuatro años consecutivos
Su currículumno genera ninguna duda. El M.Sc. César Alfaro Redondo es un docente e investigador de la Universidad de Costa Rica (UCR) que desde joven fue seducido por el conocimiento.
Por eso, no es raro que actualmente este profesional, con tan solo 40 años, cuente con saberes en campos tan diversos como la dirección de empresas, la terapia física, la salud pública internacional, la sociología, una maestría en gerencia de la salud y, muy pronto, un doctorado en historia.
Su interés por la salud es notable y ahora esta pasión se verá reflejada con mayor intensidad en la nueva tarea de liderazgo que desempeñará por cuatro años consecutivos: la dirección de la Escuela de Tecnologías en Salud de la UCR, la unidad académica más joven de la universidad.
Con un tono muy amable y una gran calidez humana, el M.Sc. Alfaro brindó unos minutos de su tiempo para explicar cuáles son sus prioridades de gestión, así como el tipo de escuela que desea dejar como legado a la UCR y al país.
Un profesional de muchas facetas
―Don César, me llama muchísimo la atención que usted sea experto en disciplinas tan diversas. ¿Qué lo motivó a conocer tantos campos del conocimiento y cómo es que ahora esta mezcla de saberes va a venir a aportar en su nueva administración en la Escuela de Tecnologías en Salud?
―César Alfaro Redondo (CAR): “Han sido las inquietudes de la vida y las académicas que me han llevado a recorrer distintos caminos. Recuerdo que muy tempranamente, cuando cursaba la licenciatura en Terapia Física, me di cuenta que había una parte importante relacionada con la comprensión de los procesos de salud y de enfermedad que iban más allá de los aspectos puramente biológicos, anatómicos, fisiológicos y clínicos, que son los que predominan en las ciencias de la salud, y que son parte de una visión un poco más individualizada de los casos y de las circunstancias.
Entonces, a partir de ese momento desarrollé un interés por abrir un poco más el lente y ese lente me lleva al pensamiento y a la lógica de la salud pública. En ese campo de conocimiento me empiezo a dar cuenta que es necesario dar un mejor fundamento a esas comprensiones, lo cual me lleva a empezar la carrera de Sociología que, a pesar de que no la he concluido, tengo una parte importante del creditaje avanzado.
En Sociología termino de abrir un gran panorama de pensamiento y concibo que esos procesos sociales, colectivos, políticos, culturales ―que tienen una consecuencia en la salud de las personas de los pueblos― es un proceso de acumulación histórico. De esta manera llego a mi otro interés: la historia, para poder enlazar algunos de estos elementos.
De esta forma, mi camino ha sido conducido por los procesos de salud-enfermedad, en su dimensión más amplia de aspectos sociales, políticos, económicos y culturales. Esta combinación de pensamientos, de marcos teóricos y de posibilidades analíticas, me han permitido pensar no solo los procesos de salud y de enfermedad en su propia complejidad, sino también en el tipo de formación del recurso humano que se requiere para atender esa complejidad.
Es precisamente aquí cuando, en las funciones particulares de la escuela, esta visión amplia sobre cómo se llevan a cabo los procesos de salud-enfermedad, se entiende que la formación del recurso humano también debería ser muy semejante y responder a esa amplitud. Es decir, la formación del recurso humano debe tener combinación de distintos campos disciplinares”.
―Una combinación que es necesaria, aún más, en una escuela que aborda seis carreras vigentes: audiología, imagenología diagnóstica y terapéutica, salud ambiental y terapia física, así como ortoprótesis y ortopedia e histocitotecnología.
―CAR: “Sí. A pesar de que nuestras carreras en Terapia Física, Imagenología Diagnóstica y Terapéutica, Salud Ambiental ―también impartida en la Sede de Guanacaste―, Ortoprótesis y Ortopedia, Audiología, Histocitotecnología (y muchas otras que se han impartido en otros momentos) tienen este matiz desde sus orígenes de combinar distintos campos disciplinares en ellas mismas, lo que pasa es que, justamente, están pensadas en esta lógica de interdisciplinariedad y transdisciplinariedad del sector salud como un campo complejo en el que intervienen elementos políticos y económicos.
Eso es importante, pero también es importante no pensar la formación del recurso humano de las carreras como el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes exclusivas de la dimensión individual y hospitalaria, sino que deben responder a ese concierto más amplio de lo que es una sociedad y de lo que implica. Es decir, pensar más allá del caso clínico, contemplar todos los otros elementos vinculados, y que esto esté representado en la forma en la que se desarrollan las carreras, así como en los procesos de investigación, de acción social y de docencia que ejecutamos a lo interno.
Sintetizando lo que he dicho, considero que los procesos de formación del recurso humano que llevamos en la escuela procuran ir más allá de esa mirada estrictamente clínica y eso es un sello particular. Mi expectativa, entonces, es ampliar y ayudar a construir recursos humanos en salud capaces de comprender muy bien lo clínico, las habilidades específicas de la atención en salud, pero también capaces de pensar, reflexionar y discutir en esta amplitud. Esto es un proyecto que nuestra escuela ha desarrollado y que, con esos matices particulares que yo le he dado a mi proceso de formación, aportan a pensar más claramente algunas ideas para lograr el objetivo”.
―¿Y por dónde empezar, don César? ¿Cómo lograr esa meta en el recurso humano que acaba de plantear? Estuve leyendo que su propuesta tiene ocho prioridades base.
―CAR: “Sí. Hay dos grandes grupos. Un primer grupo que tiene que ver con una gestión hacia lo interno de la unidad académica, y luego otro que tiene que ver más con el ámbito externo de ese quehacer.
En el ámbito interno habría que señalar algo importante y es que somos la unidad académica más joven, si no me equivoco, con seis carreras que se encuentran activas en una única unidad académica. Incluso, en algunos momentos sucede una dinámica interna similar a la de una facultad porque hay muchos campos de conocimiento trabajando en simultáneo.
No obstante, también hay que señalar que nosotros, siendo de las unidades académicas más jóvenes, muchas de nuestras carreras ya tienen 20 o más de 20 años de impartirse. Esto significa que aquella escuela que, en su momento impartía algunas licenciaturas y apenas estaba formando recursos humanos a nivel de licenciatura, ahora está alcanzando la mayoría de edad. Ya han desarrollado y profundizado sus objetos de estudio. Además, son mucho más reconocidas en el contexto nacional y en el contexto internacional.
Ese proceso de crecimiento ha traído algunas implicaciones en términos organizativos, pues no es lo mismo para una unidad académica que imparte una única carrera, que nosotros con seis carreras. Esta explosión de los distintos objetos de estudio que posee cada carrera hace que los procesos de gestión académica y administrativa tengan que ser rediscutidos, replanteados y analizados, porque eso es lo que dará sustento a los desarrollos y al recurso humano en cada una de ellas”.
―Por eso, para usted la gestión administrativa es clave.
―CAR: “Por supuesto. Las particularidades que tiene nuestra escuela necesitan procesos de gestión administrativa muy bien afinados, de manera que puedan conducirse los desarrollos específicos de cada una de las carreras, y también acompañar aquellas en donde hay un campo de conocimiento que, tal vez, no tiene el mismo desarrollo que el otro.
Dentro de esta dinámica es necesario saber cuándo hay temas que son particulares de un objeto de estudio y cuándo otros implican a toda la colectividad, pues hay circunstancias que deben ser atendidas particularmente y otras deben ser trabajadas colectivamente. Es moverse justo en esa dinámica. Por eso, yo a lo interno planteo lograr una armonización de los procesos administrativos al considerar todas esas particularidades”.
―Y, ¿en el ámbito externo?
―CAR: “Participar en las mesas de discusión. Al ser de las unidades académicas más recientes, nuestra participación en las mesas de discusión del sector salud, y de otros actores particulares de carácter institucional, en algunos momentos han estado muy presentes y en otros un poco más al margen.
Así que, uno de los grandes retos que yo visualizo en esta etapa de gestión en la dirección, es que nosotros podamos estar presentes en esas mesas de discusión y aportar desde nuestros distintos campos, tanto en el quehacer institucional, como en aquellas preocupaciones que forman parte de las políticas públicas de los ministerios. Por ejemplo, del Ministerio de Salud, del Ministerio de Vivienda y hasta del Consejo Nacional de Discapacidad y otras instituciones que conforman el sector salud.
La aspiración es que nosotros podamos ser vehículos y que desde nuestros campos de conocimiento participemos activamente en la generación de políticas públicas que requiere el país. Por supuesto, esto también contempla la dimensión institucional de esas discusiones, por lo que es importante ubicarnos bien en esas mesas de discusión, de reflexión y de análisis para que nuestros objetos de estudio puedan aportar verdaderamente y realizar contribuciones significativas que beneficien ante distintas circunstancias o condiciones de vida a la población que habita el país.
¿Y cómo podemos acompañar esas reflexiones en cuanto a políticas públicas? Desde trabajos finales de graduación, proyectos de investigación o trabajos comunales universitarios; ya que usualmente en los campos de conocimiento de las tecnologías en salud, existe aún poco desarrollo de política pública. Esa dimensión interna y externa que expliqué son dos grandes desafíos que yo visualizo en este momento de gestión”.
Un equipo que respalda
―Pero hay algo importante aquí. Durante su candidatura, usted se mostró confiado, esperanzado y receptivo por el equipo humano que lo rodea. ¿Cuáles son esos elementos claves que usted identificó y que serán esenciales para lograr estos dos grandes objetivos que tiene por delante?
―CAR: “El equipo humano fue uno de los elementos más importantes en los que más me basé en términos personales para tomar la decisión de si asumía, o no, este reto.
Lo expresé justo así porque yo formo parte de la segunda generación de la licenciatura en Terapia Física y me incorporé muy tempranamente al quehacer docente. Prácticamente, mientras concluía la tesis de licenciatura ya formaba parte del equipo de docentes que se incorporaban a la carrera.
Entonces, yo pertenezco a una generación que comparte conmigo estas características; es decir, compañeros y compañeras de salud ambiental que también son de las primeras generaciones y que se incorporaron tempranamente. Lo mismo ha sucedido en Imagenología Diagnóstica y Terapéutica e, incluso, casi de forma semejante, el equipo administrativo.
Para decirlo en sencillo, somos parte de una generación que ha sido criada y creada a lo interno de la Escuela. Las personas que dirigieron la Escuela en los períodos anteriores nos transmitieron sus preocupaciones, sus aprendizajes y su visión. Ahora, yo represento a una generación que ha tenido toda esa vivencia la cual, a su vez, hoy cumple más de 10 años de experiencia en gestiones administrativas y, el personal académico, más de 15 años de estar involucrados en la docencia.
Nosotros somos la generación sobre la cual reposa la herencia que nos han dejado nuestros antecesores y nuestra experiencia ya adquirida brinda las posibilidades para que nosotros continuemos construyendo un equipo de trabajo que puede echar mano de los liderazgos que tienen nuestros compañeras y compañeros administrativos quienes, en los últimos 10 años, han asumido importantes retos y desafíos.
Este equipo tiene capacidades acumuladas, así como liderazgos en colectivos e individuales, que me han dado la confianza de saber que, ante todos esos retos, no es un individuo el que se encuentra, sino que hay un equipo detrás de acompañando, respaldando, construyendo, poniendo la energía a los proyectos y pensando siempre cómo se pueden mejorar las carreras.
Un detalle más que me dio mucha confianza, fue recordar que a nuestras espaldas tuvimos todo el proceso de acreditación, de autoevaluación y acreditación de varias de nuestras carreras. Por lo tanto, han sido muchos trabajos en los que hemos estado involucrados y, perfectamente, contamos con un equipo de trabajo y de docentes con distintos talentos que respaldan proyectos de más largo plazo.
Hay confianza, hay apertura, hay receptividad con personas con las que he trabajado durante los últimos 16 años y así basé mi decisión, al saber que no iba a estar solo y que compartimos una visión en común a mediano y largo plazo”.
―Y en ese caminar que hará acompañado, con la complicidad y el talento de todo un equipo de amplia experiencia, se fortalecerá una Escuela que ha sido pionera en el país en diversos campos, como en la Imagenología Diagnóstica y Terapéutica, solo por mencionar uno.
¿Cuál es esa imagen de escuela que usted quiere dejar impregnada en la mente de las y los costarricenses?
―CAR: “Yo quisiera que nuestra escuela sea visible como una escuela muy dinámica, siempre involucrándose en distintos proyectos y niveles de discusión. Veamos la carrera de Salud Ambiental, por ejemplo. Esta carrera tiene que ver con implicaciones en vivienda, en alimentos, en protección radiológica (que es un área que se comparte con Imagenología Diagnóstica y Terapéutica) y hasta en procesos industriales. Es decir, hay un conjunto de temáticas, de vinculaciones, de articulaciones, que nuestras carreras tienen individualmente que, si nosotros las analizamos colectivamente, vemos que generan un gran dinamismo en nuestra escuela.
Y vea que solo mencioné uno de los campos del conocimiento. Si nosotros hiciésemos esto para cada una de las seis carreras, este impacto sería exponencial. Por eso, yo pienso que este dinamismo es una de las características más visibles porque, de todos modos, ya lo hacemos.
Muchas de nuestras carreras han sido partícipes en la construcción del conocimiento en ciertos campos de la salud en los que hace 10 o 15 años, prácticamente, no existía nada. Aquí voy a referirme al caso de Terapia Física, en donde nosotros tenemos más de 100 trabajos finales de graduación, los cuales aportan en distintos ámbitos como, por ejemplo, en las técnicas de recolección de datos y de análisis. Estos instrumentos especializados no existían en el campo de la fisioterapia a inicios del 2000 y eran impensables en la década de los 90.
Esta participación de la UCR, y de nuestra escuela, en la construcción de conocimiento, es otro de los rasgos que también me gustaría que fuera percibido. Varias de nuestras carreras no existen o son de reciente formación en el contexto centroamericano. Entonces, también visualizo a nuestra escuela en esa interacción regional que nos podría dar distintos frutos, además de que la gente nos vea como una escuela que se plantea retos que aportan nuevos fundamentos teóricos y metodológicos que contribuyen con la construcción de conocimiento.
Por lo tanto, yo mencionaría estos tres elementos en cuanto a cómo me gustaría que la Escuela de Tecnologías en Salud fuese percibida por la ciudadanía. Primero, como un actor dinámico y partícipe en distintos ámbitos, activos en la construcción del conocimiento, y también como un actor regional centroamericano y latinoamericano. ¿Por qué esto último? Porque en el contexto centroamericano y latinoamericano, varias de nuestras carreras no existen o son de reciente formación. Por eso, queremos que otros países se puedan acercar y ver en nuestra escuela una posibilidad de conocer el camino andado, así como tomar experiencias y generar aprendizajes compartidos de nuestro proceso”.
Habilidades blandas
―Ya para concluir, quiero retomar la parte de la formación de las y los estudiantes. Usted mencionó incentivar el intercambio entre disciplinas para robustecer el aprendizaje y el conocimiento de quienes, cuando se gradúan, tendrán la responsabilidad de sostener un sistema de salud. ¿Se ha pensado en robustecer también las habilidades blandas, un elemento fundamental que forma parte del pensamiento humanístico de la UCR?
―CAR: “Esa es una pregunta muy interesante y me atrevo a decir que, incluso, será algo en lo que nosotros como Universidad tendremos que involucrarnos muchísimo más.
Hace algunos años yo decía, en algún momento de la clase que, más allá de ser buenos en fisiología o anatomía ―refiriéndome a los elementos puramente técnicos de nuestros campos del conocimiento―, teníamos también que desarrollar otro tipo de habilidades. Un elemento diferenciador de inserción laboral y de realización personal tiene que ver con todas esas otras capacidades que no están escritas en ningún lado y que nosotros vamos desarrollando.
Cuando yo hablaba de eso, en ese momento no se tenía claro la noción de las habilidades blandas asociadas a los procesos formativos, pero yo ya hacía énfasis a esto en el sentido de que, en algún momento de la contratación y de la inserción laboral, una persona que está interesada en contratar a alguien no se va a guiar exclusivamente por la titulación, porque quizás las personas candidatas cumplan con ese requisito. Aquí es donde entra en juego el valor agregado.
La persona contratante también capta del candidato o candidata las habilidades blandas. Por eso, en la Escuela le empezamos a dar más énfasis a esas habilidades blandas, y discutimos incluso la necesidad de ir más allá todavía. Ya que la pandemia puso en evidencia la necesidad de favorecer el desarrollo de las personas en su integralidad compleja y amplia.
¿Qué quiero decir con esto? Que luego de la titulación de lo técnico, de los conocimientos, habilidades y actitudes, vienen las habilidades blandas y, luego de eso, las habilidades socioemocionales, tanto para la convivencia conmigo mismo, como para con los demás. Esto es todo un reto porque la pandemia, de las cosas buenas que nos dejó, es que nos hizo evidente el poco manejo que le hemos dado a la salud mental. Por lo tanto, a estas habilidades blandas también hay que sumarle los procesos emocionales que tienen una dimensión individual hacia mi interior como individuo, pero también una dimensión colectiva hacia los demás.
Este aprendizaje socioemocional, el cual debemos empezar a discutir en toda la universidad, me parece que es el paso siguiente. No queremos a un robot en ingeniería que haga todas las cosas perfectas pero que, cuando interactúa consigo mismo y con los demás, tenga muchas dificultades para hacerlo, o que sea una persona insatisfecha o una persona que no logre tener realización personal.
A nosotros como institución y como sociedad nos interesa un muy bueno o una muy buena profesional en imagenología diagnóstica y terapéutica, que tenga muy buenas habilidades blandas y que sepa conversar con una persona, así como traducir todo su conocimiento técnico a una explicación que otra persona pueda interpretar y utilizar para su bien.
En este sentido, nos espera un gran reto en la docencia. Si ya hay dificultades para traducir un conocimiento técnico durante los procesos de enseñanza-aprendizaje, ¿ahora cómo hacemos para que este aprendizaje socioemocional, del que quizás yo como docente tampoco soy muy consciente ni lo he trabajado conmigo mismo, llegue a otros individuos?
El retorno de la pandemia hizo necesario que tuviésemos más espacios en el aula solo para expresar cómo nos habíamos sentido y esto, sin duda, es algo a lo que le vamos a tener que prestar atención: escuchar al estudiante, transmitirle empatía y solidaridad, en aras de que nuestra Universidad no sólo aparezca en las primeras posiciones de ranking de mejores universidades, sino que también podamos experimentar acá una vivencia memorable en muchos sentidos”.
Jenniffer Jiménez Córdoba Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
El emblemático edificio Metálico que ha albergado a la Escuela Buenaventura Corrales desde 1890, una de las instituciones de educación primaria más antiguas del país, también tiene ahora un rincón para la lectura que invita a los cientos de niños y niñas que estudian allí a acercarse a un mundo de conocimientos, de diversión, de cultura general. Foto: María Peña.
Otro aporte de acción social de la Facultad de Educación de la UCR
En la Escuela Buenaventura Corrales, también conocida por muchos como el edificio Metálico, impartió lecciones Joaquín García Monge. Además, Carmen Lyra se desempeñó como maestra de educación preescolar y primaria. Ambos son destacados escritores de la literatura costarricense, quienes sin duda alguna estarían muy complacidos de que su querida escuela ahora cuente con su propio Rincón de Cuentos, el cual lleva el nombre de Carlos Rubio Torres, profesor de la UCR y escritor de literatura infantil, egresado de esa casa de enseñanza.
Desde el mes de octubre pasado, los estudiantes de esta escuela y sus docentes tienen un espacio que invita a la lectura, a la imaginación, a la creatividad y al ingenio que son potenciados por medio de los libros. Durante la inauguración de este nuevo Rincón de Cuentos, la decana de la Facultad de Educación de la UCR, Magda Sandí Sandí, destacó que “ser testigo fiel de esta nueva contribución tan importante para la educación pública costarricense, nos llena de orgullo. Y más en esta oportunidad en que las autoridades de la Escuela Buenaventura Corrales designaron su Rincón de Cuentos con el nombre del profesor de nuestra facultad, de nuestra universidad, reconociéndole así su especial empeño y compromiso para hacer realidad estos espacios en diferentes comunidades e instituciones del país”.
Para la señora decana, este tipo de esfuerzos interinstitucionales reconoce la articulación entre muchas personas docentes, estudiantes universitarios de educación, personal del MEP, bibliotecólogos, juntas administradoras y patronatos de los centros de enseñanza, quienes en un trabajo conjunto y de manera completamente voluntaria hacen posible este tipo de aportes a la educación en nuestro país.
“Cuando a nosotros nos preguntan dónde está el impacto, dónde está el aporte que realiza la UCR, este es un ejemplo de muchos. Los Rincones de Cuentos, las bibliotecas escolares, las diferentes actividades de acción social de la Universidad, entre muchos otros, son claros ejemplos de lo que la UCR aporta a las comunidades, no solo en la capital, sino en diferentes zonas geográficas de nuestro país, en comunidades urbano-marginales, con el fin de ayudar a cerrar brechas sociales. Bien nos exhorta el estatuto orgánico de nuestra universidad a incidir en las comunidades, a colaborar en las transformaciones sociales que nuestra sociedad requiera. Y desde la promoción de la lectura se puede lograr mucho de esto”.
Construir rincones para imaginar, crear y soñar
Durante la inauguración del Rincón de Cuentos, el profesor Carlos Rubio compartió la curiosidad y el entusiasmo de los escolares de esta centenaria escuela primaria. Foto: María Peña.
El proyecto Rincón de Cuentos, de la Escuela de Formación Docente de la UCR, liderado por el profesor Rubio Torres, comprende también narraciones de cuentos en escuelas de educación primaria y actividades de fomento de la lectura, publicaciones en medios escritos, conferencias y talleres para docentes, charlas y entrevistas con creadores e investigadores de la literatura infantil.
La creación de estos particulares rincones, según publicaciones de la Facultad de Educación, implica diálogo con la comunidad interesada, así como capacitación para el personal de la institución sobre principios básicos de literatura infantil, promoción y animación a la lectura. Además, se debe indicar el aporte de cada una de las partes y buscar el apoyo de alguna institución para la compra de los materiales bibliográficos. También se establece un protocolo de uso de los recursos del Rincón de Cuentos (libros, teatrino, títeres, vestuario alusivo a relatos populares), capacitaciones periódicas, apoyo con estudiantes universitarios practicantes, etc.
Se han logrado alianzas con el Centro de Apoyo en Pedagogía Hospitalaria (CeAPH), del Hospital Nacional de Niños, con el Teatro Nacional de Costa Rica, con la Editorial Costa Rica, con la Academia Costarricense de la Lengua, con la Municipalidad de San José, entre otras instituciones, con el fin de fortalecer y difundir los hábitos de lectura entre la niñez costarricense, así como promover conocimientos sobre la literatura infantil.
Una vez inaugurado el Rincón de Cuentos, los estudiantes se apropiaron del espacio y empezaron escudriñar los diferentes materiales y elementos a los que cada día tendrán acceso. Foto: María Peña.
Actualmente, existen rincones de cuentos en:
Escuela República del Paraguay, Hatillo, San José.
Escuela Sepecue, Alta Talamanca, Limón.
Escuela Suretka, Talamanca, Limón.
Escuela Gavilán Canta, Alta Talamanca, Limón.
Escuela Buenaventura Corrales, San José.
En el siguiente audio, el profesor Carlos Rubio nos comenta esta distinción que se le ha dado.
María Encarnación Peña Bonilla Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
Desde tempranas horas de este viernes 30 se realizan manifestaciones pacíficas de estudiantes, padres de familia y vecinos en Tortuguero Pococí.
Hoy chicos del Liceo Barra de Tortuguero en caravana solicitan al señor presidente que sea atendida una persona en su representación.
Solicitan que con carácter de urgencia sea atendido su centro educativo ya que desde la pandemia se deterioró una infraestructura construida por el pueblo, según nos indican algunos padres de familia y vecinos de la comunidad.
Información enviada a SURCOS por Orlando Barrantes Cartín
Los resultados obtenidos en el último examen del IFOM por el estudiantado de Medicina refuerzan la tendencia de la UCR de ser la universidad líder en esta prueba a nivel nacional. Incluso, en los últimos años, se ha superado también el estándar internacional. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
¡Invictos!
La nueva generación de futuros médicos de la UCR sobresalió por encima del estándar mundial y nacional
Invictos. Esta es la mejor palabra que describe a las y los 107 estudiantes de Medicina de la Universidad de Costa Rica (UCR), cuyo desempeño global por sexto año consecutivo volvió a superar el promedio nacional e internacional en una de las pruebas de mayor prestigio mundial: el Examen de Ciencias Clínicas (CSE).
El CSE es un examen de alta exigencia y rigurosidad académica, liderado por la respetada organización International Foundations of Medicine (IFOM), que se aplica en cuatro continentes: Asia, Europa, América y Oceanía. Su objetivo es evaluar, bajo los más estrictos estándares internacionales, los conocimientos médicos y el entendimiento de las ciencias clínicas esenciales para brindar atención al paciente de manera segura y eficaz.
Debido a la alta calidad de la prueba, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) efectúa su aplicación para asegurarse de que las y los estudiantes, quienes pronto van a rotar en sus hospitales, tienen las habilidades requeridas para la atención clínica de las personas. Lo anterior, mientras consolidan su aprendizaje siempre bajo la supervisión docente.
“Por sexta vez pasamos con las mejores notas, 28 de nuestros estudiantesobtuvieronel certificado de reconocimiento y superamos el estándar internacional y nacional. Con esto, una vez más, demostramos que la UCR posee la carrera que da la mejor formación en Medicina y Cirugía”, enfatizó la Dra. Lizbeth Salazar Sánchez, directora de la Escuela de Medicina de la UCR.
En efecto. De acuerdo con el informe del IFOM, las y los 107 aspirantes de la UCR alcanzaron un promedio de 65, una cifra muy por encima del estándar internacional que este año fue cercano a 56, y el cual contempla las calificaciones de 3 887 estudiantes de todo el orbe que hicieron la prueba.
Pero eso no es todo. El promedio de la UCR también sobrepasó con creces el desempeño a nivel nacional. En total, 570 jóvenes de las siete universidades privadas y de la UCR realizaron la comprobación y, entre todos, obtuvieron un promedio nacional de 48.
Este año el mejor promedio de la UCR fue encabezado por Ana Lucía Piedra Pacheco, quien obtuvo un 86. Ella fue la segunda más alta de un total de 570 estudiantes costarricenses que aplicaron la prueba.
Con base en el informe de la National Board of Medical Examiners (NBME), entidad que elabora el IFOM, Ana Lucía se ubica un destacado grupo del 2 % (casi 78 estudiantes de todo el mundo), que alcanzaron una nota superior a 86.
Debido a su destacado desempeño, Ana Lucía recibirá en los próximos días una certificación en Conocimientos de Ciencias Clínicas, junto con su informe de puntaje, en reconocimiento por haber obtenido una notamayor al estándar de competencia del CSE establecido en 72.
Como ella, otros 27 de sus compañeros de la UCR también recibirán el certificado internacional por haber obtenido notas sobresalientes las cuales, incluso, son comparables con el puntaje de otra connotada prueba internacional conocida como Step 2 CK. Este último examen lo realizan los médicos para obtener su licencia profesional y ejercer en los Estados Unidos.
Lo anterior quiere decir que si las y los jóvenes de la UCR aplicaran el Step 2 CK, las probabilidades de pasarlo son altas y hasta, en un futuro, podrían ejercer en ese país de Norteamérica si así lo quisieran. Esto enaltece el nombre de Costa Rica en el ámbito internacional y eleva el orgullo costarricense por la alta calidad en la preparación que da la educación superior pública.
“El contenido que cada uno de los dos exámenes cubre (CSE y Step 2 CK) tiene algunas diferencias. No obstante, debido a que existe una superposición sustancial en cuanto a la cobertura de contenidos, y a que muchos enunciados del IFOM se utilizaron anteriormente en el Step 2 CK, es posible proyectar en forma aproximada el desempeño en el IFOM en la escala de puntajes del Step 2 CK liderado por la United States Medical Licensing Examination (USMLE)”, se explica en el informe.
Con la distinción que recibirán los 28 jóvenes no solo se les aplaude el éxito de su esfuerzo, sino también se les abre las puertas para ingresar a prestigiosos centros médicos del extranjero e, incluso, efectuar rotaciones adicionales con el objetivo de robustecer su aprendizaje.
Un rendimiento permanente
Al revisar el desempeño histórico, los resultados confirman una vez más la robusta formación médica que proporciona la UCR desde una visión humanista e integradora; elementos emblema que caracterizan a la institución de educación superior pública.
Así se aprecia en los registros del IFOM, en los cuales se percibe que esta generación de la UCR posee un rendimiento que logró mantenerse a pesar de los desafíos de aprendizaje impuestos por el COVID-19. Esto, si se compara con las otras cinco generaciones previas que realizaron el examen en el 2016, 2017, 2018, 2019 y 2021.
En su momento, cada uno de esos grupos también superaron los estándares internacionales. Por ejemplo, en el 2019 el promedio fue de 64, en el 2021 el promedio general fue cercano al 68 y este 2022 a 65.
“Desde el 2016 hasta la fecha, tiempo en el cual el estudiantado de la Escuela de Medicina hace la prueba para el IFOM cada año para obtener acceso a los campos clínicos para el internado, se ha demostrado la excelencia académica. Siempre hemos tenido la mejor promoción de esta prueba a nivel nacional y, en los últimos años, superamos el estándar internacional. Con esto, la Universidad de Costa Rica demuestra la excelencia y la preocupación de formar el médico general que el país necesita”, reafirmó la Dra. Salazar.
El siguiente paso es que las y los jóvenes comiencen sus rotaciones, un aprendizaje que iniciarán en enero del 2023. En el caso de la UCR, los lugares de rotación serán donde tiene sus cupos clínicos. Entre ellos están los hospitales clase A y regiones rurales como San Vito de Coto Brus.
El examen
La prueba contempló las 160 preguntas que debían ser contestadas en un máximo de cuatro horas y en total se calificaron tres perfiles.
El primero fue la tarea médica que contempla el mantenimiento de la salud, prevención y vigilancia; aplicación de conceptos de las ciencias fundamentales; así como diagnóstico, farmacoterapia, intervención y manejo.
El segundo fue el perfil de los nueve sistemas del cuerpo humano: el inmunológico, el nervioso, el cardiovascular, el respiratorio, el gastrointestinal, el reproductivo, el renal, el osteomuscular, el endocrino; además de los procesos y trastornos multisistémicos.
Finalmente, se examinó el perfil disciplinar. Aquí se encuentran cinco áreas: Medicina General, Pediatría, Psiquiatría, Cirugía, así como Obstetricia y Ginecología.
JennifferJiménezCórdoba Periodista, Oficina de Divulgación e Información
Compartimos las fotografías de las distintas actividades que se realizaron en Matambuguito, como parte del Técnico en Gestión Local para Pueblos Originarios (TGL-PO) de la UNED. En las actividades participaron varias mujeres y hombres de la comunidad, y en las que se realizaron exposiciones y dinámicas por parte de las personas que reciben y cursan dicho Técnico.