Diálogo social sí… pero en serio y comprometido con la democracia

Juan Carlos Durán Castro

Secretario de Seguridad Social

Confederación de Trabajadores Rerum Novarum

El hecho de apostar al diálogo es aplaudible en un contexto crispado, pero bastante desinformado por el mal uso de las redes sociales y sobre todo gremializado o regionalizado desde el punto de vista de las reivindicaciones conocidas; más aún, la convocatoria a la negociación está justificada y es necesaria cuando vemos conductas amenazantes en ciertos sectores sociales y religiosos irresponsables ( empresarios, grupos del espectro sindical y seudos-evangelizadores en campaña política) poses que a todas luces ponen a riesgo la gobernabilidad y paz social y política del país.

Creemos ciertamente que un dialogo serio, franco, responsable y productivo con los distintos sectores sociales es sensato y patriótico; sin embargo, respetuosamente consideramos que dicha propuesta requiere tomar en cuenta otros componentes de apoyo que hasta ahora no se han visualizado como parte relevante para el éxito de tan importante iniciativa.

En primer término, se impone replantear el papel de los medios de información para que permitan un ejercicio objetivo y profesional del periodismo. Estamos convencidos que los medios de comunicación comercial pueden aportar insumos constructivos al entendimiento y aspiramos a que sus efectos e impactos provoquen réplicas mejor fundamentadas y equilibradas en el mundo de las redes sociales. En tal sentido sería edificante que el sindicato de periodistas tome bajo su responsabilidad la convocatoria a un foro de análisis y reflexión bajo el título “Papel de los medios de comunicación en una época de crisis”.

Es decir, mientras las empresas de la comunicación en cualquier espacio real o virtual sigan siendo sesgadas en favor de un modelo económico que esconde las causas estructurales de problemas de grupos socio-económicos vulnerables y las necesidades de las poblaciones marginales, se está desenfocando la problemática y favoreciendo el enfrentamiento entre los que no quieren perder nichos de privilegio dentro del modelo, los pobres desempleados y los representantes del orden establecido.

Desde los propios tomadores de decisiones, en muchos casos, las expresiones altisonantes, el oportunismo, las señales ambiguas y pusilánimes, lejos de favorecer la estabilidad del país lo empujan hacia el despeñadero de la absurda polarización donde son posible desenlaces violentos propios de regímenes totalitarios de izquierda o de derecha que tanto repudiamos.

Un segundo elemento que puede descarrilar el proceso como el que deseamos,se encuentra en la variedad y simultaneidad de mesas temáticas, pues consideramos que el ambicioso menú genera dispersión y conlleva peligros asociados en los siguientes aspectos:

  1. Se puede incurrir en el engaño de que se dialoga con buenos resultados en unas mesas y en otras no y dependiendo del galillo de los dirigentes o sus voceros, así se descalificará el proceso (gremialismo versus país) ante la opinión pública.
  2. Hay que asegurar que las organizaciones y representantes que asistan lleguen con conocimiento y poder de decisión; ¿participarán en todas las mesas o solo participarán en aquellas que atañen a sus intereses directos?
  3. ¿Cómo se organizarán las distintas organizaciones sociales en aquellos sectores donde existen divisiones y liderazgos en pugna?
  4. ¿Los representantes del poder ejecutivo y legislativo que asistan a las mesas tendrán autoridad para deliberar con propiedad y autoridad sobre la materia…?
  5. Hay que hacer un examen para determinar qué temas ya están resueltos, cuales son coyunturales, cuales deben sacarse de lista y valorar con sentido estratégico cuales deben permanecer o incluirse.

Un tercer elemento radica en envestir en forma inapelable la Defensoría de los Habitantes para que asuma el rol de facilitador y coordinador de las mesas. La Iglesia Católica la concebimos con dudosa transparencia en un rol de garante, pues a la luz de ciertas matrices informativas que más allá de que compartamos o no, es un actor que cuenta con cuestionamientos públicos notorios.

Para concluir debemos decir con sentido constructivo, pero crítico, que creemos que hay temas estratégicos más importantes a los 18 planteados y que deben llamar la atención en esta u otra oportunidad y tomarse en cuenta con prioridad política, como, por ejemplo: la desaceleración de la economía, el desempleo creciente, el futuro financiero de los seguros de salud y de pensiones de la CCSS y la corrupción generalizada que no excluye a ciertas agrupaciones religiosas.

La renuncia precipitada del Ministro de Educación fue y será en episodio lamentable, pues sabemos que mediaron realmente otros temas de fondo para su salida (contradicciones y confrontación con Ministra de Hacienda, aunque parezca mentira por temas laborales del MEP), pero además es más que evidente que ese hecho no resuelve el problema de fondo de un sistema educativo burocratizado que requiere evaluarse y modernizarse.

De igual forma, el tema de la autonomía Municipal que hasta donde sabemos es un tema avanzado, pues trascendió la publicación de un decreto excluyendo a este sector del alcance de la ley 9635. Esto sin dejar de observar que hay que atacar otros focos de lucha en este sector que precisamente surgen de actores legislativos. Pero en lo tocante esta autonomía, sería bueno valorar hasta donde debe un espacio de diálogo desgastarse en ese eje, solo por dejar que lo mantengan ciertos actores por puro manejo mediático y fines que no responden a agendas de debate puramente sindical.

Sin duda en la línea de lo que exponemos con transparencia meridiana, el ejercicio serio de excluir o incluir temas, resulta imprescindible por ejemplo, potenciar con fuerza la exclusión real y efectiva de los alcances de la regla fiscal para la CCSS, pues pareciera este un tema que tendría más impacto en la gente de carne y hueso o bien enterrar el proyecto de ley que por intereses corporativo-empresariales del mercado del tabaco pretende cercenarle unos 800 millones anuales a la seguridad social.

Para finalizar es menester ratificar lo establecido en nuestro título, el diálogo que se emprenda no da pie a más esfuerzos fallidos, ya que desde nuestra mirada no se vale realizar ensayos de diálogo en un momento tan determinante para el país bajo las posibles falencias de forma y de fondo que con este primer esfuerzo hemos tratado de formular con respeto, pero con claridad, en consecuencia los actores que impulsan el actual proceso deben garantizar en primera instancia que el Presidente le ordene a la Ministra de Hacienda sentarse en la mesa, incorporar el Poder Legislativo y al sector empresarial y sin duda hacer una apuesta real por la erradicación la prepotencia, la altanería y el odio en cualquiera de sus expresiones sociales y políticas y poner en primera línea los intereses de la patria.

Así las cosas, el sentido de este esfuerzo es garantizar realmente efectos e impactos de mediano y largo aliento, por tanto al menos los actores sindico-sociales del Encuentro Social Multisectorial (ESM), deben entender que será una faena de fuego que pone a prueba a una Costa Rica que esta urgida de un nuevo y verdadero pacto social que restaure la institucionalidad, descarrile el tren de la corrupción y la xenofobia, le imprima sentido de realidad a los debates y ponga en la mesa lo estratégico, dejando de lado los distractores superficiales que meten ruidos innecesarios.

En concreto es poner al país en ruta de paz con justicia social, debiendo quedar claro que esta tarea implicará despojarse de agendas personales, gremiales e intereses electoreros, para colocarnos en actitud responsable y comprometida con la democracia y desde ahí sobre la base de una economía inclusiva como la que promueve el Papá Francisco, colocarle ruedas a la patria y deslizarnos inteligentemente hacia la urgida solidaridad del siglo XXI, que presupone trabajo decente, correcta distribución de la riqueza, respeto al medio ambiente, una verdadera reforma fiscal progresiva y tantos otros anhelos que posiblemente nos ayuden a ser un país más feliz.

*Imagen ilustrativa tomada de Asamblea Popular en Piedades Sur.

Enviado a SURCOS por el autor.

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