El Colegio Conservatorio de Castella y su genio hacedor don Arnoldo Herrera González en nuestras vidas

Ovelio León Oliveros

En estos 50 años que me regaló la vida y la fortuna en Costa Rica, he conocido cosas maravillosas, por lo buenas o por lo extraordinarias y, en no pocas veces, ambas.

De ellas, entre las primeritas que acuden a mi desmemoriada mente por lo entrañable son el Colegio Conservatorio de Castella, y su genio hacedor, don Arnoldo Herrera González.

Nada mejor habrá en el mundo para la niñez que se cría y se educa y se cultiva solo en esa edad y lo mejor que sea todo simultáneamente.

Y yo, que soy de los 10.000 afortunados que se sacaron el mayor, tuve la suerte de que don Arnoldo recibiera y criara a los tres hijos míos, y que el Castella que forjó y levantó con su cabeza, corazón y manos y heredó hace 28 años, hoy arropa a mis tres nietos menores.

Tuvimos la fiesta anual o el «domingo familiar» de los terceros grados donde está E. Una semana antes tocó a los novenos (terceros de secundaria) de I, y una semana después el de los séptimos de N.