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LA ECONOMÍA AL SERVICIO DE LA GENTE

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Guillermo E. Zúniga Chaves.

“Este es el tiempo propicio de animarnos a una nueva imaginación de lo posible…”. (Papa Francisco, Un Plan para Resucitar, en La Vida Después de la Pandemia, 2020.)

Hay un esfuerzo por hacernos creer que existe una sola forma de entender la Economía; es “la pura”, “la científica”. Un interés por vender un pensamiento único, apoyados por las escuelas de Economía y la prensa especializada. Pero el debate y los resultados de la vida real contradicen esa pretensión.

EL EQUILIBRIO. La teoría económica ortodoxa sostiene que los sistemas económicos tienden al equilibrio. Como ese equilibrio no se ve en la vida real, entonces los diseñadores de Política Económica se dedican a buscar los mecanismos para llegar a él. Reducen la Política Económica a la búsqueda del restablecimiento de los equilibrios perdidos, a eliminar “las distorsiones” que los impiden, manejando “con prudencia y austeridad” las variables económicas. Hay que equilibrar la economía a como de lugar, evitando la menor “intervención extraeconómica”.

ES UNA APROXIMACIÓN BASTANTE MECÁNICA. Reducen la política económica a un ejercicio meramente “técnico”, “economicista”. Se le quita el contenido social al estudio de la Economía y a la Política Económica. Se plantea –de esta forma– una dicotomía falsa entre lo económico y lo social, entre lo técnico y lo político e, incluso, se presume que se debe subordinar lo político a lo técnico-económico. Se sataniza lo político, pero no reconocen que detrás de esos enfoques están impulsando proyectos económicos y políticos no confesos.

OTRA FORMA. Desde los clásicos (Smith, Ricardo, Marx) se entendió la existencia de grupos sociales en los procesos de producción, distribución y consumo. David Ricardo dice que “la determinación de las leyes que rigen esta distribución es el problema primordial de la Economía Política”. Identificaba en su época “… tres clases de la comunidad, a saber: el propietario de la tierra, el dueño del capital necesario para su cultivo y los trabajadores por cuya actividad se cultiva”. (David Ricardo, “Principios de Economía Política y Tributación”). Terratenientes, capitalistas, trabajadores.

RELACIONES SOCIALES. Este enfoque permite entender que la Economía estudia las relaciones que se establecen entre los seres humanos para articular las formas de producción, distribución, consumo y la reproducción de las condiciones materiales y sociales que permiten la generación del excedente, la acumulación de capital y el reparto de la riqueza.

LA POLÍTICA ECONÓMICA es también una disciplina social y, por tanto, debe incorporar en su diseño el análisis del poder. La inclusión de la armonía y la contradicción política y social es un componente inseparable del diseño de la Política Económica. Entendida la vida económica como relaciones entre seres humanos, nos ayuda a entender por qué se dan momentos en que hay armonía social y por qué hay momentos en que hay desavenencias que pueden llegar, incluso, a conflictos radicales. Por ello, la Política Económica debe entenderse como la gestión del Estado sobre el ciclo del capital, arbitrando las contradicciones a través del reparto del excedente socialmente producido.

REACTIVACIÓN. Como la Economía y la Política Económica no tienen explicación única, y como el proceso de creación y distribución de la riqueza es social y es contradictorio, se explica por qué ha costado tanto acordar el programa de reactivación, que incluya el período pos-pandemia. Es mejor reconocer que es un tema de poder, un tema de grupos de interés, pues lo que está en juego es el reparto de las cargas y los beneficios. Este arreglo pasa por un acuerdo, un nuevo pacto social, con la participación y convencimiento de la gente, de los grupos; de los actores sociales. Y el tiempo apremia. ¡Luego será tarde!

CONCLUSIÓN: “Espero que los gobiernos comprendan que los paradigmas tecnocráticos…no son suficientes para abordar esta crisis ni los otros grandes problemas de la humanidad. Ahora más que nunca, son las personas, las comunidades, los pueblos quienes deben estar en el centro, unidos para curar, cuidar, compartir.” (Papa Francisco, A un Ejército Invisible, 2020)

 

Imagen ilustrativa.

Compartido con SURCOS por el autor y publicado en su blog personal: https://notasaltema.blogspot.com/

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