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La Academia de Geografía e Historia informa el Premio Nacional de Historia y las menciones honoríficas

La Academia de Geografía e Historia de Costa Rica otorga el Premio Nacional de Historia “Cleto González Víquez 2024” a la obra: Antonino de Barruel. Para la historia. Un relato de la guerra contra Walker.
(Editorial Universidad de Costa Rica)
Del autor Víctor Hugo Acuña Ortega.

La Comisión de premiaciones y recomendaciones honoríficas que evaluó las diversas obras publicadas en el país en el campo de la Historia de Costa Rica, estuvo integrada por la Dra. Yamileth González García, la Dra. Eugenia Ibarra Rojas y la Mag. Gertrud Peters Solórzano.

El Premio Nacional de Historia “Cleto González Víquez” fue establecido por la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica, en 1958, con motivo del centenario del nacimiento del ilustre costarricense cuyo nombre lleva el premio, y quien fuera un acucioso y prolífico cultivador de la Historia de Costa Rica, además de Presidente de la República en dos ocasiones. En este año se otorga el Premio por quincuagésima tercera vez.

También se concedió un reconocimiento de Mención Honorífica a las siguientes obras:

Llamados a señorear. El accidentado itinerario político del Evangelismo en Costa Rica (1981 – 2014).

(Editorial Universidad Estatal a Distancia)
Del autor Andrey Pineda Sancho

La formación del Poder Judicial en Costa Rica (1821 – 1892). Autoritarismo, fragmentación y compromisos políticos.
(Editorial Universidad de Costa Rica)

La entrega del Premio y de las Menciones Honoríficas se hará en ceremonia formal, abierta al público, el día jueves 11 de setiembre a las 9:30 am, en el Auditorio del Museo del Jade y de la Cultura Precolombina.

El acto incluye una presentación musical en marimba a cargo del historiador y musicólogo Werner Korte Núñez.

Prospectiva y Ciencias Sociales

Por Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Ya no resulta lugar común la frase “El futuro ya está aquí”. El escenario global nos ha demostrado con creces que aquello que decíamos avizorar en el horizonte, nos ha alcanzado.

Este 2025 hemos asistido en pocos meses a la teatralización de la guerra y el recrudecimiento de la barbarie contra pueblos como el palestino, que sigue soportando a pesar del ensañamiento y el silencio de los grandes tomadores de decisiones a nivel mundial.

Hambrunas, catástrofes climáticas provocadas por el hombre, la sinrazón de los exilios forzados, la preeminencia de una instrumentalización artificial sobre la inteligencia social y humana.

Todo había sido pronosticado como si el futuro quedara ubicado en la lejanía. No.

Ya está aquí.

En el plano doméstico, Costa Rica enfrenta su hora más complicada desde que se hizo refundar su pacto social, a mediados de la década de los años cuarenta del siglo anterior.

Los niveles de deterioro de los principales indicadores sociales que por años sostuvieron el proyecto de sociedad costarricense, muestran que el futuro al que muchos sectores temíamos, ya está aquí: desigualdad, pobreza, desempleo, desconfianza en el sistema democrático, femicidio galopante, narrativas de odio desde las voces que dirigen los destinos del país, socavamiento de la institucionalidad base de la apuesta país, inmersión desmedida de los poderes fácticos en todos los órdenes de la vida cotidiana.

Todos estos indicadores bastan para comprobar esta condición actual.

Imaginar lo que viene es tarea urgente. Por eso, las Ciencias Sociales costarricenses están llamadas a señalar el camino con las herramientas que la prospectiva le plantea. No es posible intervenir el ahora, sin señalar ese futuro que sigue alcanzándonos.

Es imperativo, por ello, profundizar los análisis y particularmente las propuestas centradas en esa imagen de sociedad que queremos. La academia debe asumir esa tarea. Las ciencias sociales deben liderar ese proceso.

A eso debemos avocarnos en lo que sigue.

Un ratón rezagado

Walter Antillón

El 25 de abril de 2023 tuve que responder con unas palabras a las palabras de gratitud de las autoridades de la Universidad de Costa Rica, por haberles donado mi biblioteca personal. Ese acto, que me procuró a la vez placer y dolor, ya va alejándose aceleradamente en el tiempo; lo mismo que el profundo dolor por las muertes de mi amado Federico y de mi hermano/primo Rodrigo Madrigal, que inexorablemente van sumando meses, años. De eso estamos hechos: alguien dijo que somos la espuma de la ola que barre brevemente la playa y desaparece.

Cuando empezaba a hablar, vi que un pequeño ratón, un ratón rezagado, se alejaba del podio y se perdía entre las piernas de los presentes, y comprendí que las palabras son nuestra defensa contra lo efímero. Saramago se dolía de pensar que para miles de millones de personas en la Tierra su nombre y su obra no significaban nada. No comparto su pesimismo: el tiempo es olvido y es memoria (Borges dixit): mientras siga palpitando el pensamiento racional, habrá un hilo de eternidad en el Mundo.

De eso trataba mi breve discurso de la Biblioteca. Decía más o menos lo siguiente:

“Nada más quiero insistir en algunas cosas, sobre todo para los jóvenes.

  1. Realmente, el tesoro literario de la Humanidad es, posiblemente, la obra más maravillosa que los seres humanos han hecho en la historia. Naturalmente que, en una colección de libros hay muchos errores; o sea, no todo lo que uno escribe son aciertos. Yo incluso he comprado muchos libros sabiendo que lo que dicen no es cierto. Sabiendo que dicen lo contrario a lo que yo pienso (y que lo que yo pienso sí es cierto ¡además!).

Pero es que los errores son importantísimos. Es formidable recorrer las páginas de un libro equivocado, sabiendo que está equivocado. ¿Por qué? Porque uno palpa en el libro equivocado, mecanismos válidos, intuiciones felices. La persona está haciendo un gran esfuerzo por acertar. Él [o ella] no sabe que no acierta. Eso se sabe después (estoy hablando, sobre todo, de personas que vivieron hace mil años, o hace mucho tiempo). Pero lo que es extraordinario es el pensamiento humano. El inmenso esfuerzo de los seres humanos en la búsqueda de la verdad.

  1. Por eso también es importante que los estudiantes valoren este momento de su vida: el momento académico. El momento académico no es igual que otros momentos que tendrán. Después irán a las profesiones, al trabajo, y van a hacer muchas cosas. Pero el momento académico es único. Y es un momento mágico. Es el momento en que tienen la oportunidad de buscar la verdad de una manera desinteresada. Buscarla por ella. Después les va a costar mucho volver a tener esas cosas.
  2. Salvo que dediquen su vida a investigar. Si se dedican a investigar, tienen que saber que van a ser pobres, que eso no los hace ricos, ni medianamente ricos. Para nada. Que la suya va a ser [y debe ser] una vida austera. Sencilla. De grandes renuncias. Pero que tiene una felicidad interna absoluta, que es encontrarse con la verdad.

Así, por ejemplo, cuando uno está leyendo una obra, digamos, a un determinado filósofo, y está avanzando y no entiende, y le va costando. De pronto, entendió: de pronto, captó; y se le valoraron las cuarenta páginas anteriores de lectura, y casi adivina las páginas finales. Y esa es una felicidad absolutamente increíble, que no puede lograrse en otros campos, de otra forma.

Usted puede comprarse un auto caro, puede comprarse otras cosas lujosas. Nada de eso va a ser jamás parecido al goce de encontrar la verdad (bueno, la verdad que uno cree que es la verdad, quizás no lo sea). Pero, el goce intelectual –esto es lo que quiero decir- el goce intelectual sólo lo da ese esfuerzo. El esfuerzo de enfrentarse con un discurso de un ser humano que te reta; y tal vez podás comprender y podás coincidir.

Esos son placeres que la propaganda de todos los días en la tele, en las redes, en los otros medios, no menciona. Porque no los conocen. No tienen idea de que esas cosas existan. Pero esas cosas existen y son extraordinariamente hermosas. Y se encuentran en la universidad. Bueno nada más”.

Y sigue.

Academia alza su voz por sostenibilidad del océano

Más de 500 participantes reunieron propuestas para un océano sostenible, posibles mediante la colaboración entre sectores académicos, privados y públicos

Con una participación de más de 500 académicos y científicos de 20 países de América, Europa y Asia, así como de asociaciones de desarrollo, líderes y lideresas comunitarias, organizaciones no gubernamentales y otros actores locales que desarrollan acciones en pro de la sostenibilidad del océano, se celebró del 3 al 6 de junio el Congreso de Integración de Saberes para un Océano Sostenible (CISOS24), organizado por la Comisión de Vicerrectores de Investigación del Consejo Nacional de Rectores (CONARE).

Foros, mesas redondas y talleres, culminaron en una declaratoria que será presentada este 7 de junio en el evento de Alto Nivel Inmersos en el cambio, preparatorio para la Cumbre Mundial de los Océanos a celebrarse en Niza en el 2025, con la coorganización de los Gobiernos de Francia y Costa Rica.

La declaratoria presentada por Karol Ulate Naranjo, académica de la UNA y Álvaro Morales Ramíez, académico de la Universidad de Costa Rica, aborda los temas urgentes y problemáticas que se deben enfrentar en temas como Gobernanza del mar, donde se introduce la diplomacia azul como una herramienta que une el ámbito científico y académico con el político, facilitando espacios de diálogo necesarios para gestionar y preservar el océano de manera justa para las futuras generaciones. Respecto a la protección de los ecosistemas marinos, se insta a los gobiernos a integrar políticas públicas que combinen elementos académicos, comunitarios y políticos para abordar los problemas de las poblaciones marino-costeras. Llama a implementar y respetar instrumentos internacionales y desarrollar marcos normativos nacionales para el uso sostenible de los recursos marinos, evitando la sobreexplotación y la contaminación. Además, se promueve la creación de áreas de conservación marina interconectadas e internacionales, siguiendo los principios de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, para gestionar y conservar eficientemente la biodiversidad marina en áreas fuera de la jurisdicción nacional.

En el tema de riesgo y monitoreo del océano, se subraya la necesidad de que los gobiernos colaboren con el sector académico y científico para desarrollar planes de emergencia y proteger a las comunidades costeras vulnerables al cambio climático. “Es fundamental divulgar los resultados de investigaciones y fortalecer la influencia política del sector científico para mejorar las políticas públicas y la planificación del sistema marino-costero”. Asimismo, se insta a priorizar la inversión en tecnología avanzada para el monitoreo y gestión de riesgos oceánicos, fomentar el desarrollo sostenible en las zonas costeras y fortalecer la resiliencia ante amenazas como tsunamis. También se considera crucial mejorar el acceso a datos satelitales, expandir el uso de fibra óptica y desarrollar protocolos de monitoreo de fauna marina respetando los ecosistemas.

Con respecto a la productividad del océano y su salud, se resalta la necesidad de impulsar la investigación y el monitoreo de fenómenos como las floraciones algales nocivas, abordar integralmente la contaminación marina y fomentar la colaboración entre sectores académicos, privados y públicos. Asimismo, la importancia de preservar el ambiente marino y los recursos en las zonas económicas exclusivas de los países, requiriendo recursos, infraestructura y capacitación adecuada. “Es determinante ampliar la infraestructura y acceso a datos para decisiones informadas, medir el impacto de la pesca artesanal frente a las grandes industrias pesqueras, fomentar la maricultura sostenible y aumentar la investigación en tecnologías limpias para reducir emisiones y aprovechar la energía de los océanos”.

Finalmente, bajo el eje Un océano que inspira, se hace un llamado a la ciudadanía para participar en procesos de investigación a través de la ciencia ciudadana y aseguran, se debe mantener un equilibrio entre la conservación del océano, el aprovechamiento de sus recursos y los derechos humanos de quienes dependen de ellos, fomentando prácticas no extractivas que aseguren una vida digna. Además, afirman que es esencial proteger la biodiversidad marina e incentivar la investigación en regiones profundas mediante la cooperación internacional, así como equipar adecuadamente a los laboratorios para facilitar proyectos de investigación experimental y organizar conferencias para difundir resultados y metodologías a sectores sociales, productivos y políticos, que promuevan el intercambio de conocimientos.

Para Francisco González, rector de la UNA, la sostenibilidad del océano no es solo una preocupación ambiental, sino una cuestión vital para el futuro de nuestro planeta y para toda la humanidad. “Conscientes de esta realidad, nuestras universidades han adoptado un enfoque integral y sistemático para abordar los desafíos que enfrenta nuestro océano y esto es posible gracias a la labor integrada de múltiples actores que trabajan mano a mano con el sector académico y científico, que en nuestro país está depositado en su mayoría en las universidades públicas. Nuestras universidades han estado a la vanguardia de la investigación marina, desarrollando estudios pioneros sobre la biodiversidad, los impactos del cambio climático en los ecosistemas oceánicos y las técnicas de conservación más efectivas, así como el monitoreo ante los riesgos y cómo podemos convivir adecuadamente las personas con la naturaleza. Nuestro país es 92 % océano, mucho de este es aún desconocido por la mayoría y por esto es necesario sensibilizar e invertir en investigación que nos permita conocer quiénes somos y cuál es el patrimonio cultural y natural que tenemos”.

Durante estos días también se realizó en la Cumbre de Juventudes Latinoamérica Azul, organizada por la Alianza de Sostenibilidad del Océano (SOA) capítulo Costa Rica, que reunió a 100 jóvenes de Latinoamérica y el mundo para discutir temas relevantes sobre la sostenibilidad del océano y el cumplimiento del ODS 14.

Marilyn Valverde, representante de la SOA en Costa Rica fue la encargada de presentar un extracto de la declaratoria preparada por los jóvenes participantes. “Como juventudes latinoamericanas, reconocemos el rol crucial que cumple el océano en nuestras vidas y cómo necesitamos su conservación para hacerle frente a la triple crisis planetaria que enfrentamos.
Ante eso, buscamos y demandamos mayor ambición por los países de la región latinoamericana en los siguientes puntos principales: cumplir la meta 30 /30 del Marco Global de Diversidad Biológica de manera efectiva, sin permitir actividades perjudiciales; ratificar y firmar en los países de nuestra región el acuerdo de diversidad biológica más allá de la jurisdicción nacional; Incluir soluciones basadas en el océano dentro de las contribuciones nacionales determinadas de los países de la región; la creación de un reconocimiento a centros educativos que incluyan la cultura oceánica; establecer una comisión internacional latinoamericana de contaminación marina que tenga como objetivo la centralización de la información a nivel regional y que sea accesible a todos los países de la forma de una plataforma de datos de acceso libre, gratuito y en línea”.

También incluyen en su declaratoria posicionamientos públicos, propuestas nacionales y la generación de investigación científica que permitan que los países de la región muestren apoyo a la moratoria por la minería submarina.

Política pública basada en ciencia

Hervé Berville, Secretario de Estado del Mar, Francia, aseguró en el acto de clausura, que la ciencia es necesaria, no solo para comprender mejor el océano, sino para guiar las políticas públicas. “Necesitasmo convencer a otros países de que, por ejemplo, los microplásticos son perjudiciales para nuestra salud, son una amenaza para la biodiversidad marina. Necesitamos que la ciencia convenza a la gente de que no deberíamos iniciar la minería en aguas profundas porque sólo conocemos el tres por ciento de este hermoso ecosistema. Y necesitamos, recursos genéticos marinos que están en las profundidades del mar que podrán ayudarnos para abordar alguna enfermedad para avanzar en el campo farmacéutico y médico, entonces no deberíamos iniciar una actividad que dañe el ecosistema. También necesitamos ciencia para comprender mejor el impacto de las actividades económicas en este ecosistemas marinos, y para asegurarnos de que no solo impongamos reglas, sino también sanciones”.

Finalmente, el ministro de Relaciones de Relaciones Exteriores Arnoldo André Tinoco, destacó el compromiso y espíritu innovador por el avance del conocimiento. “Más allá de la investigación pura, quiero destacar el papel fundamental que desempeña la comunidad científica y académica en la formulación de políticas y la toma de decisiones. Sus hallazgos y recomendaciones no sólo informan a los gobiernos y a las organizaciones internacionales, sino que también inspiran y movilizan a la sociedad en su conjunto para actuar en Defensa del océano y los recursos marinos. En Costa Rica reconocemos la importancia vital de esta colaboración entre la ciencia, la política y la sociedad. Estamos comprometidos con la protección de nuestro océano y con el desarrollo de políticas públicas basadas en evidencia científica, que promuevan la conservación y el uso sostenible de nuestros recursos marinos. Sabemos que este es un desafío que requiere del esfuerzo conjunto a nivel mundial. El océano y sus recursos no conocen fronteras y su preservación es responsabilidad de todos nosotros. Por lo tanto, es fundamental que continuemos fortaleciendo los lazos de colaboración y cooperación entre los diferentes actores, tanto a nivel nacional como internacional. Este es un trabajo que trasciende a los gobiernos y crear alianzas entre la comunidad científica, la academia, la sociedad civil y el sector privado es esencial”.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

UCR, Voz experta: La industria de base tecnológica podría ser una opción para el crecimiento socioeconómico de Costa Rica

Por Guillermo Santana, miembro del Consejo Universitario
Debido a la caída del mercado de turismo vigente antes de la pandemia, Costa Rica debe incentivar nuevas alternativas para fortalecer la economía

Guillermo Santana, miembro del Consejo Universitario. Foto: Cristian Araya.

La actual emergencia sanitaria ya ha causado la lamentable muerte de 21 habitantes de nuestro país. Es nuestro deber destacar y agradecer la excelente respuesta del sector salud a esta pandemia. Los años de construcción y preservación de su estructura están rindiendo frutos en el mejor momento posible. Esta construcción inició en los años cuarenta del siglo pasado y ha crecido, y se ha consolidado en estricto apego al desarrollo socioeconómico del país.

Sin embargo, corresponde ahora agregar una vigésimo segunda fatalidad. Esta vez no se trata de un ser humano, sino de una industria nacional: el turismo.

La expectativa de un retorno al mercado de turismo existente antes del surgimiento del nuevo coronavirus resulta quimérica en el mejor de los casos. Nuestro principal socio turístico, Estados Unidos, enfrenta un panorama cada vez más sombrío. Contrario a la experiencia europea, a la fecha, el número de casos de contagio de COVID-19 está empezando una nueva curva de crecimiento sin que a la fecha se pueda estimar su estabilización y mucho menos su reducción.

Llenar un hueco tan grande requiere inducción de demanda en nuevos mercados o ampliación en mercados existentes, todos ubicados a mayor distancia de nuestro país. En cualquiera de los casos, los tiempos de vuelo promedio se incrementan en al menos dos horas. Esta circunstancia se vuelve casi insuperable en vista de la necesidad de llenar un vacío tan grande como el que deja el mercado estadounidense.

Debemos incentivar nuevas alternativas para el crecimiento socioeconómico del país. Una de las posibles alternativas puede ser la promoción de la industria de base tecnológica en forma de encadenamientos multinacionales. El recurso humano del país ha mostrado estar a la altura de la demanda en esa industria. El capital necesario para la expansión puede venir de inversión externa o inclusive mixta.

El compromiso a forjar en esta iniciativa debe involucrar al sector privado con el Gobierno y con la academia, como una hélice de tres aletas. Sin estos tres componentes claramente diferenciados y actuando cada uno en su propio dominio, nuestra nave no alcanzará la altura requerida.

 

Dr. Guillermo Santana
Miembro del Consejo Universitario

UCR: Sociólogas señalan invisibilización del trabajo y aportes de las mujeres en la academia

  • Ponentes resaltaron la variedad de perspectivas que aportan las mujeres a la academia latinoamericana

Entre los aspectos señalados por las expositoras, figuró la necesidad de dar espacio a mujeres académicas en las bibliografías que se utilizan en los cursos universitarios. (Imagen con fines ilustrativos), Foto: Karla Richmond.

Investigadoras de diversos países latinoamericanos afirmaron que sus aportes no cuentan actualmente con un adecuado reconocimiento por parte de la comunidad académica y que la cultura patriarcal pone trabas a las mujeres para reconocerles sus logros académicos y profesionales.

Esta aseveración se dio en el marco del 40 aniversario del Programa de Posgrado en Sociología de la UCR, celebración que motivó la realización de diversos espacios de debate y análisis en torno al ejercicio de la sociología en el país.

La investigadora uruguaya Ana Laura Rivoir afirmó que como parte de las expresiones de discriminación que viven las mujeres, se ven obligadas a trabajar más en busca de recibir un reconocimiento mínimo o, en muchos casos, no recibirlo.

“Las mujeres muchas veces tenemos que esforzarnos como mínimo el doble que un hombre para recibir un reconocimiento similar o incluso a veces no recibirlo y digo el doble por ser generosa, porque algunas se esfuerzan mucho más. Las mujeres tienen más obstáculos por culpa de la discriminación” aseguró Rivoir.

Ana Laura Rivoir es actualmente presidenta de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) y docente del Departamento de Sociología de la Universidad de la República de Uruguay. Foto: Anel Kenjekeeva.

Por su parte, la chilena-alemana Paula Irene Villa indicó que la problemática del machismo en la academia es palpable alrededor del mundo, pues en culturas como la alemana, el machismo genera que la sociedad sienta el derecho de influenciar decisiones que pertenecen a la privacidad de las mujeres.

“En Alemania se considera tener familia y ser una mujer profesional como condiciones mutuamente exclusivas, o se hace una carrera o se cuida a la familia. A la mujer en la academia le preguntan cómo hace para desprenderse de los hijos, pero al hombre no le preguntan eso” acotó la alemana-argentina.

La chilena-alemana Pauila Irene Villa es docente en la Universidad de Ludwig-Maximilian en Múnich, Alemania. Foto: Anel Kenjekeeva.

La docente de la UCR, Isabel Román afirmó que frente a esta problemática es vital que exista un reconocimiento del trabajo de las mujeres en la academia, pues ellas ofrecen nuevas perspectivas y análisis en el trabajo que se ha venido haciendo desde la mirada de los hombres.

“Las mujeres cambiamos las preguntas en el análisis, nos preguntamos cosas distintas. Tenemos la capacidad de reconocer y hacer públicos problemas que ha sido invisibilizados, como por ejemplo la violencia doméstica” subrayó la docente.

En este espacio de reflexión también participó el director de la Escuela de Sociología de la UCR, Allen Cordero, quién señaló la importancia de la convivencia de hombres y mujeres en la academia, de manera que pueda existir un aprendizaje mutuo.

“Es necesario que todos estemos en un aprendizaje permanente, uno debe estar abierto a las críticas y a mejorar. En el ámbito académico interactuamos hombres y mujeres y aprendemos juntos, por eso debemos velar por una situación más equitativa” concluyó el director.

La socióloga Isabel Román es profesora del Posgrado en Sociología de la UCR y coordinadora del estado de la educación en el programa Estado de la Nación.

Mujeres fueron pioneras en el desarrollo de la sociología en Costa Rica

Como parte de este diálogo, la socióloga y docente de la UCR, Ana Cecilia Escalante, compartió los resultados del análisis que realizó respecto al papel de las mujeres en la academia como investigadoras y pioneras en el estudio de la sociología en nuestro país.

Escalante aplicó encuestas a mujeres graduadas del bachillerato en antropología, sociología o psicología en la UCR; carreras que para la década de los años 60 estaban dentro de la Facultad de Ciencias del Hombre.

“Nosotras recibíamos una educación muy interdisciplinaria, aunque estuviésemos estudiando sociología llevábamos muchas bases de antropología y psicología” aseguró la ponente.

Escalante cuenta con una larga carrera como docente en la Universidad de Costa Rica (UCR) donde ha impartido más de 15 cursos entre grado y posgrado. Foto: Anel Kenjekeeva.

Escalante resaltó en su ponencia a la profesional Isabel Wing-Ching, quien en 1969 se convirtió en la primera mujer en graduarse del bachillerato en sociología de la UCR. Posterior a ella, egresaron entre 1973 y 1974, Cathryn Pattison, Beila Zider, Bárbara Ehrics, Liliana Herrera y la misma expositora Escalante.

Entre los aportes más importantes de estas pioneras la expositora resaltó su crucial papel en el desarrollo de una visión crítica para el reconocimiento de la dominación del patriarcado en la cultura costarricense.

Los movimientos sociales de liberación femenina le deben una cuota importante a la Escuela de Sociología que, desde diferentes enfoques, supo plantear las investigaciones sobre las cuales fueron fundadas las luchas sociales” concluyó Escalante.

 

Róger Bolaños Vargas

Asistente de Prensa, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: Academia Costarricense de Filosofía llama al debate serio y profundo sobre los más importantes problemas nacionales

  • La recién fundada, Academia Costarricense de Filosofía, se pronuncia sobre la situación actual relacionada con la elección del próximo Presidente de la República

Estudiantes de Ciencias Políticas en la Asamblea Legislativa
Frente al contexto actual, el gremio de filósofos y filósofas invita a que los costarricenses se detengan a pensar cuál es la Costa Rica que queremos para el siglo XXI (foto Archivo ODI, UCR).

En un momento crítico para la vida política nacional, el gremio de filósofos y filósofas se reunieron para conformar la Academia Nacional de Filosofía, una instancia desde la cual pretenden aportar al país mediante un trabajo permanente y crítico sobre el entorno socio político e histórico.

Su primera acción ha sido emitir un pronunciamiento sobre la situación actual para hacer un llamado al diálogo respetuoso, transparente, sincero y pacífico a todas las fuerzas sociales, políticas y religiosas involucradas en el debate electoral que culminará el 1 de abril.

En este pronunciamiento los filósofos instan al libre intercambio de ideas, proyectos sociales y políticos, y concepciones del mundo; pero también señalan la importancia de no ignorar los avances en ciencia y tecnología alcanzados por la humanidad.

El debate serio y profundo sobre los más importantes problemas nacionales, sobre todo aquellos que afectan a los grupos más vulnerables del país: el desempleo, la pobreza, la educación, la inseguridad, el déficit fiscal y la deuda pública, más las diferentes formas de resolverlos en paz y armonía, es uno de los principales puntos que destaca la Academia en este documento.

LEA EL PRONUNCIAMIETO COMPLETO AQUI.

UCR Academia Costarricense de Filosofia llama al debate serio y profundo sobre los mas importantes problemas nacionales2
El Dr. Eval Antonio Araya Vega, Presidente de la Academia y el Dr. Arnoldo Mora Rodríguez, conferencista invitado, durante el acto de constitución de la Academia Costarricense de Filosofía, celebrado el 21 de febrero de 2018 en la Universidad de Costa Rica.

El filósofo costarricense de amplia trayectoria, Arnoldo Mora Rodríguez, considera de una gran importancia la creación de la Academia ya que el pensamiento en Costa Rica ha jugado un papel decisivo a lo largo de su historia independiente: «desde el principio los pensadores han sido fundamentales en Costa Rica. Por eso, nosotros en el siglo XXI pudimos construir el Estado Nacional».

Con la creación de la Academia Costarricense de Filosofía, este grupo aspira a reposicionar la profesión, de modo que sea una voz de referencia analítica, crítica y de profunda credibilidad en el entorno nacional. Además se pretende generar un espacio de trabajo filosófico integrado en el nivel nacional.

La Academia también se propone coadyuvar en la modernización de la enseñanza de la filosofía y fomentar la actitud filosófica en la mayor parte de la población nacional. Al respecto, uno de sus miembros fundadores, Gerardo Mora Burgos, señaló que en este momento el desarrollo de la filosofía en todo Costa Rica es una necesidad, ya que es fundamental en la formación de todo ser humano.

“La filosofía es la disciplina que abarca todos los demás saberes, une y le da una orientación al conocimiento que se recibe hoy en día por todos los medios, hace falta en la formación de las personas un enfoque que les permita unificar todos estos saberes” acotó Mora Burgos.

UCR Academia Costarricense de Filosofia llama al debate serio y profundo sobre los mas importantes problemas nacionales3
Algunos miembros de la recién creada Academia Nacional de Filosofía se reunieron en las afueras del Instituto de Investigaciones en Educación (INIE) de la Universidad de Costa Rica. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

La Academia integra profesionales en filosofía de varios sectores: docentes de todas las sedes de la Universidad de Costa Rica, de las escuelas de Filosofía, Estudios Generales, Formación Docente, y Educación, de la Universidad Nacional (UNA), del Instituto Tecnológico (TEC), de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), docentes de educación secundaria y profesionales jubilados.

La idea de constituir la Academia fue planteada en el I Encuentro de Profesores de Filosofía de Sedes y Recintos de la Universidad de Costa Rica (UCR), realizado en la Sede de Occidente de la Universidad de Costa Rica, el 9 de agosto del 2017, por iniciativa del Dr. Eval Antonio Araya Vega. La Academia fue constituida oficialmente el pasado miércoles 21 de febrero de 2018 en sesión realizada en el Instituto de Investigaciones en Educación (INIE).

DOCUMENTOS

Manifiesto fundacional de la Academia Costarricense de Filosofía

 

Katzy O`neal Coto

Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR-CIEM: 30 años de activismo feminista desde la academia

El Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica (UCR) suma 30 años de existencia, periodo en el cual, ha evidenciado su compromiso con las razones que motivaron su existencia y que continúan guiando su trabajo.

La desigualdad, la discriminación y el rezago han acompañado la vida de las mujeres a lo largo de la historia, pero esa realidad fue reconocida mundialmente hasta que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró la década de 1975 a 1985 como el decenio de las mujeres.

Tras la celebración de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer en México, los estados miembros de la ONU se comprometieron a iniciar un proceso de cambio que favoreció la legitimación de las luchas que mujeres en todo el mundo venían desarrollando.

El movimiento feminista en Costa Rica y el resto de Centroamérica también había emprendido sus procesos de organización para exigir demandas concretas que tomaban mayor fuerza cada día, en medio de un efervescente contexto regional.

La declaratoria de la ONU hizo un llamado al sector académico y particularmente a las universidades, para que contribuyeran con la construcción de instancias especializadas, así como programas de grado y pregrado que estudiaran la realidad de las mujeres.

El llamado tuvo impacto en todo el mundo y a partir de 1980 empezaron a consolidarse esfuerzos académicos en Europa y Estados Unidos. En 1887, la UCR se sumó a la iniciativa con la creación del Programa Institucional Interdisciplinario de Estudios de Género (PRIEG), adscrito a la Escuela de Psicología.

La unidad tuvo a cargo la coordinación e integración de las numerosas experiencias de investigación, docencia y acción social que se desarrollaban en la institución desde los años 70`s, con el objetivo de generar conocimiento sobre la condición que experimentaban las mujeres en el país.

Un año más tarde, el PRIEG se convirtió en un programa permanente de la institución, adscrito a la Vicerrectoria de Docencia y fortaleció la ejecución de importantes espacios de reflexión y debate, e incluso, en 1992 dio lugar a la Maestría en Estudios de Género.

El programa se adscribe al Sistema de Estudios de Posgrado (SEP) y se imparte por primera vez en 1993, con lo que se consolida como el primer espacio académico de su tipo en toda América Latina y el Caribe. La Maestría promueve más tarde, la creación de una Red Centroamericana de Programas de Estudios de Género y de la Mujer.

En 1999, la UCR cierra las funciones del PRIEG para dar lugar a la consolidación del actual CIEM; las competencias otorgadas incrementaron las posibilidades de incidencia de la unidad y marcaron el inicio de procesos investigativos, académicos y de acción social con mayor autonomía e impacto social.

Las académicas fortalecieron más que nunca sus vínculos de trabajo con los grupos de mujeres en las diferentes localidades del país y generaron investigaciones que a partir de datos concretos evidenciaron la necesidad de consolidar legislación con perspectiva de género.

Desde entonces, el CIEM cumplió un papel clave en la formulación y aprobación de legislación y políticas públicas como la Ley de Igualdad Social de la Mujer, La Ley de Violencia Doméstica, la Ley contra el Hostigamiento Sexual en el Empleo y la Docencia y la Ley de Paternidad Responsable.

Las pequeñas acciones cotidianas y también los grandes logros han evidenciado el compromiso del CIEM con la construcción de una sociedad más justa, en la que las oportunidades sean equitativas y ninguna voz sea silenciada.

Una importante participación en el debate público, la preparación de mujeres que nutren la labor de instituciones públicas en temas de género y la consolidación de alianzas con 23 universidades alrededor del mundo, son solo algunas de las iniciativas que evidencian un norte claro en la labor de la unidad.

Lejos de intentar favorecer a un solo sector de la población o tratarse de una agrupación exclusivamente de mujeres, el colectivo feminista es cada día más diverso y reconoce abiertamente, la necesidad de seguirse fortaleciendo para atender los desafíos actuales.

Muchas de las demandas que motivaron el origen de la lucha feminista en el país y en el resto del mundo siguen pendientes y conquistas consolidadas en el pasado amenazan con revertirse, una realidad que obliga al movimiento a mantenerse vigilante.

El camino nunca ha sido fácil y la lucha sigue activa desde las calles y desde las aulas universitarias, una sinergia denominada activismo desde la academia que casi nunca ha sido respaldada o al menos bien valorada.

Pero el movimiento feminista sabe que la desaprobación es natural, cuando se lucha contra el sistema social establecido y se proponen otras formas de pensamiento, que cuestionan comportamientos, evidencian injusticias y incluso, perjudican los intereses que quienes ostentan el poder.

Hoy, tras 30 años de haber legitimado esta lucha desde la Universidad de Costa Rica, las mujeres que han liderado la labor del CIEM reconocen el valor de los logros alcanzados pero aún más, de la necesidad de seguir adelante con una misión que está lejos de ser cumplida.

La psicóloga Nora Garita Bonilla lideró los procesos de trabajo del CIEM como directora de la unidad del 2012 al 2016.
La socióloga Montserrat Sagot Rodríguez se desempaña desde el 2016 y hasta hoy como directora del CIEM.
La psicóloga Mirta González Suárez nutrió la labor del CIEM a lo largo de su carrera profesional y fungió como primera directora de la Maestría en Estudios de Género.
Laura Guzmán Stein, es trabajadora social y fungió como coordinadora del PRIEG de 1989 a 1999. Posteriormente, se convirtió en la primera directora del CIEM de 1999 al 2006.
Teresita Ramellini Centella, es psicóloga y tuvo a su cargo la dirección del CIEM del 2006 al 2012.

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UCR: La academia debe replantear su rol en la gestión del riesgo

  • Inició encuentro de expertos internacionales en la gestión del riesgo

 

Rebeca Madrigal López,

Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR La academia debe replantear su rol en la gestion del riesgo
Impacto del Huracán Otto sobre el cantón de Upala el 24 noviembre del 2016. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.

Ante el impacto de los desastres a nivel mundial, la academia tiene un papel fundamental que cumplir: generar conocimiento a través de la investigación en gestión del riesgo mediante la integración de las ciencias naturales y sociales y la formación y profesionalización de recursos humanos.

Con el interés de contribuir en la temática, la Universidad de Costa Rica reunió esta semana a expertos internaciones en el taller “Espacios, territorios y contextos de la Gestión del Riesgo”, una actividad que reúne a investigadores de 10 países diferentes para abordar nuevas perspectivas de investigación y acción conjunta alrededor de los desafíos, el estudio de casos y métodos de análisis en la gestión del riesgo.

Esta primera sesión contó con la presencia de expositores del Laboratorio Técnicas, Territorios y Sociedad (LATTS) de la Universidad de París; el Centro de Protección para Desastres de El Salvador, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica.

La gestión del riesgo de desastres en América Central y la adaptación ante el cambio climático fueron dos de los temas principales durante esta primera jornada, donde además se abordaron otras aristas como el riesgo en las laderas y cuencas urbanas y en los asentamientos urbanos en áreas naturales protegidas.

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Durante el acto de inauguración, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Manuel Martínez Herrera, puntualizó que las ciencias sociales deben ser determinantes en la gestión del riesgo, porque el desastre tiene rostro humano.

Durante el acto de inauguración, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Manuel Martínez Herrera, señaló que ante la condición de vulnerabilidad nacional, la Universidad de Costa Rica se ha vinculado con el tema de gestión del riesgo desde hace 30 años, tratando siempre de superar los enfoques fisicalistas y integrar las disciplinas de las diferentes ciencias.

Allan Lavell, especialista en la gestión del riesgo, señala que la academia debe dilucidar cómo debe de plantearse el problema y en consecuencia cómo debe enfrentarse debido a la falta de éxito en la gestión del riesgo a pesar de algunos avances en el mundo.

“Es posible que la academia debe replantearse las preguntas y organizar el pensamiento y tal vez preguntarse si hemos entrado al problema en los términos correctos”, puntualizó Lavell.

Agregó que el tema de los desastres es un problema social no de la naturaleza. Por tal razón, la tarea de dilucidar el problema corresponde a las ciencias sociales en primera instancia adaptando los procesos de educación mediante la construcción y transmisión del conocimiento hacia los entes públicos, ONGs y las comunidades en condiciones de riesgo.

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Durante el primer día del taller, se abordaron diferentes tópicos. En la foto, los panelistas Valéri November de LATTS-Francia, Alain Musset de EHESS-Francia, Lily Caballero de UNAH-Honduras y Armando Campos de Flacso-Costa Rica, durante el conversatorio Enfoques teóricos en la temática de la Gestión del Riesgo. – foto Karla Richmond.

Lilly Caballero, de la Universidad Autónoma de Honduras, señala que desde la academia se debe incidir en las políticas públicas con innovadores abordajes metodológicos en temas puntuales como son la gestión comunitaria y planificación urbana, porque la dinámica de la construcción social del riesgo cambia de forma vertiginosa debido a que las ciudades crecen, surgen formas nuevas de comunicación a través de las redes sociales, nuevos sistemas constructivos, entre otros.

Este taller es un esfuerzo conjunto entre la Facultad de Ciencias Sociales de la UCR, la Escuela de Geografía de la misma casa de enseñanza y el LATTS, con el apoyo de otras instituciones nacionales.

“El puente lo hace el programa del Instituto de las Américas que alberga la Facultad de Ciencias Sociales. Este es un programa de investigación y de cooperación científica que dura tres años y cuyo objetivo es acercar los dos espacios académicos: el centroamericano y el francés”, explica Sofía Guevara Víquez, coordinadora de Antena América Central.

La actividad se extenderá hasta el próximo jueves 20 de julio, en la Biblioteca Eugenio Fonseca Tortós, ubicada en el primer piso de la Facultad de Ciencias Sociales en la Ciudad de la Investigación.

Durante ese período se desarrollarán temas como las temporalidades del riesgo y la consolidación de territorios en América Latina, así como las herramientas para gestionar, estudiar y comunicar este tema. Tanto las mesas redondas como las conferencias magistrales son abiertas al público, puede consultar el programa aquí.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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UNA: Obras seleccionadas de Alberto Martén

  • Creador del Solidarismo

 

El pasado 12 de mayo de 2017, el Rector de la Universidad Nacional Dr. Alberto Salom Echeverría, recibió en la rectoría una delegación de la Academia Solidarista Alberto Martén Chavarría, que le presentó el material preliminar de la producción intelectual de don Alberto Martén Chavarría, padre y fundador del Solidarismo en Costa Rica, que servirá para la publicación de las obras selectas de Martén.

La Academia Solidarista es una organización sin fines de lucro, constituida para promover y fortalecer el Solidarismo, movimiento social costarricense que en el presente año cumple el  70 Aniversario, cuenta con más de 300 mil trabajadores beneficiados y sus recursos superan el 10% de PIB.

Por su aporte al país, don Alberto Martén Chavarría fue declarado Benemérito de la Patria. El Solidarismo alcanzó su máximo reconocimiento cuando en el 2011 se le concedió rango constitucional.

El Lic. Federico Martén Sancho, hijo del creador del Solidarismo entrega al Rector de la UNA un ejemplar del material que se ha producido a la fecha y que será la base para la producción de las obras del señor Alberto Martén.

Acompañó en la reunión directivos de la Academia Solidarista liderados por su Presidente Máster Álvaro Villalobos G.

Se da inicio así, a un proceso que permitirá culminar con la presentación ante el país de las obras mencionadas.

 

Por: Efraín Cavallini Acuña

Asesor Comunicación Rectoría UNA

 

Enviado a SURCOS por MSc. Efraín Cavallini Acuña, Asesor Comunicación, Rectoría UNA.

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