Gracias a la Acción Social, las comunidades y la academia combinan sus conocimientos para encontrar soluciones integrales a problemas específicos y para fomentar el desarrollo. El Proyecto de Mejoramiento de la Producción de Hortalizas, Maíz y Frijol en las Comunidades Indígenas es ejemplo de ello. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
“La acción social debe quitarse la peluca zorrillesca de abordar los problemas desde un escritorio, desde los intereses de lo académico y sin tomar en cuenta las necesidades de los otros. Se debe reivindicar a lo interno la Acción Social como actividad sustantiva de la Universidad porque en las comunidades la Universidad sigue siendo querida y respetada”.
Con esas palabras la MSc. Marjorie Jiménez, vicerrectora de Acción Social de la Universidad de Costa Rica, inauguró la Escuela de Verano de Extensión Universitaria y Acción Social.
El evento, que se realiza en el país del 20 al 26 de febrero, aspira a identificar todas las oportunidades de transformación que pueden surgir del trabajo conjunto entre la academia y las comunidades.
La actividad fue abierta con el panel “Extensión Universitaria y Acción Social a los 100 años de la Reforma de Córdoba”.
Con intervenciones del Dr. Ignacio Dobles, docente de la Escuela de Psicología de la UCR y del Dr. Humberto Tommasino, responsable de extensión comunitaria de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República de Uruguay, el foro analizó los hilos conductores de la acción social universitaria, sus desafíos y las perspectivas para el futuro.
Construir procesos en conjunto
El Dr. Dobles, desde su experiencia en la psicología comunitaria, destacó que el primer paso para un correcto desarrollo de la acción social es reconocer que las personas con las que se llega a trabajar no son sujetos pasivos. “En cada comunidad las personas tienen sus sueños, sus vidas, sus proyectos y estamos entrando en ellas”, indicó. “La meta ideal es que tanto comunidad como universidad terminen luchando juntos para alcanzar la transformación”, agregó.
Durante la apertura de la Escuela de Verano el Dr. Juan Carlos Molina, presidente de la Unión Latinoamericana de Extensión Universitaria destacó que las personas profesionales no deben limitarse al trabajo en sus propias áreas sino que deben ser agentes de transformación mediante el trabajo con los demás. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
En su ponencia, Dobles insistió en que desde las instituciones existe el desafío de no quedarse solo con las teorías sino que hay que dar seguimiento a todo lo que ocurre en las comunidades.
Añadió también que no se puede caer en el error de generalizar el concepto de “comunidad”, pues dentro de cada una de ellas existen diferencias que no se pueden generalizar en el abordaje que se haga.
“Acción social no se trata de hacer talleres y reuniones con todo mundo sino de construir un proceso en el que en conjunto estemos generando nuevos saberes”, explicó a manera de conclusión.
La necesidad de incluir a las comunidades y saber que la acción social es un proceso de retroalimentación en la que tanto los representantes de las universidades como los miembros de las comunidades aportan conocimiento, fueron los temas destacados por el Dr. Tommasino en su intervención.
“Todos sabemos algunas cosas y todos podemos enseñar otras y sobre todo, todos tenemos derecho a preguntar”, citó. Según su explicación, lo esencial de este punto radica en generar un vínculo de confianza entre todas las partes involucradas para perder el miedo a cuestionar y poder conocer plenamente las realidades sobre las que se trabaja.
Defensor de los postulados de Paulo Freire, Tommasino hizo un llamado a fomentar la criticidad y a evitar ver a las comunidades como simples depositarios de un conocimiento llevado desde las universidades con el fin de “iluminarles”.
Tommasino destaca el diálogo como la herramienta fundamental para el intercambio de ideas y la comprensión de la visión de mundo que tienen tanto en el campo como en las aulas.
“No todas las personas somos iguales pero tenemos los mismos intereses y juntos podemos buscar soluciones”, concluyó.
Los Drs. Humberto Tommasino e Ignacio Dobles durante su análisis sobre las nuevas realidades que enfrenta la Acción Social Universitaria.- foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
Trabajando CON la comunidad
Entre el intercambio de ideas entre ambos expositores, dos elementos se destacaron: el desafio de las universidades en el Siglo XXI y la necesidad de vincularse con quienes están fuera del campus.
Sobresalen los cuestionamientos que las nuevas políticas públicas han hecho al financiamiento de la educación superior y cómo estas instituciones deben cuidarse de no convertirse en una élite dentro de la sociedad.
La necesidad de conocer de manera integral el “contexto” en el que se desarrolla la acción social y la obligatoriedad de incluir a las comunidades surgió como el consenso principal.
“Se trata de trabajar CON la comunidad, no de trabajar PARA o SOBRE las personas”, aportó el Dr. Dobles.
Tomás Gómez Huertas
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR
El Trabajo Comunal Universitario sobre Salud Comunitaria para la Península de Osa zambulle a 60 estudiantes en las problemáticas de la región
Concierto del Ensamble de Saxonones A de Música Abierta de la Universidad de Costa Rica en playa Las Caletas, Drake. – foto Anel Kenjekeeva, UCR.
El pasado 18 de febrero a las 7:00 p. m., a más de 380 kilómetros de San José, sonó en vivo el pasodoble “El Gato Montés”, una adaptación para el Ensamble de Saxofones A de la Universidad de Costa Rica elaborado por su directora Sandra Herrera Bermúdez.
El concierto apenas iluminado por un único bombillo, tenía de fondo el sonido muy cercano de las olas que caen sobre la playa Las Caletas, en Drake. Los ocho músicos que ad honorem tocan en la agrupación, esta vez enmarcados por un escenario natural y a cielo abierto, ofrecieron un repertorio de 14 piezas a la orillita del mar, el primer concierto de música en vivo para la comunidad. El hecho quedará en la historia del pueblo y en la memoria del público de esa noche.
Las Caletas, Rincón, Progreso, Agujitas y Los Planes, han sido las comunidades en las que el Trabajo Comunal Universitario: Taller de Investigación en Salud Comunitaria para la Península de Osa, inscrito por la Escuela de Estadística, ha sembrado el trabajo de un grupo de más de 60 estudiantes de varias carreras.
El trabajo, que es liderado por la profesora de la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica, Milena Castro Mora, inició su planificación en el 2015 y de momento tiene una conclusión clara: loshabitantes de la zona toman agua sucia.
En la Municipalidad de Osa señalaron que no se tienen datos del número de personas que viven en los cinco poblados atendidos por el Trabajo Comunal Universitario (TCU), además indicaron que los datos del censo no están desagregados para Drake, dando muestra de lo muy lejos que están.
El trabajo elaborado, entre otros, por estudiantes de microbiología, ingeniería química y eléctrica demuestra que, en varias zonas la acidez del agua baja a 5, un dato fuera del rango normal (que debe ser entre 6 y 8), solo ese hecho indica que el agua no es apta para el consumo humano, y sin embargo lo es.
José Alfredo Jiménez Carrillo es un vecino de Agujitas y comentó que no fue hasta que los chicos de TCU llegaron, que él, su familia y la comunidad, se enteraron de que estaban tomando agua sucia.
“Ahora, nos están dando consejos, conocemos de los filtros, verificamos la naciente y lo de la desinfección, los muchachos hacen un trabajo muy bueno aquí, antes nadie hacía estas cosas, hace unos meses atrás nadie sabía”.
Una vez se encontró un mono muerto en el tanque de recaudación de agua que alimenta a estas poblaciones, en otra ocasión los parásitos enfermaron a algunos ciudadanos y continuamente hay riesgo de que la problemática afecte al turismo, la principal actividad económica de la zona.
El problema se agrava porque salir de estos poblados hasta Sierpe, para poder recibir atención médica especializada, es una apuesta que supera el bolsillo de la mayoría. El viaje, de más de una hora, tiene un costo cercano a los ¢140.000 y los botes tienen una capacidad máxima de 25 personas.
“Por eso es que la gente nos agradece mucho que hagamos actividades en sus zonas, porque salir cuesta mucho y ahora llevar música en vivo es toda una hazaña, hay que ir por mar, también estamos organizados por tierra pero la música sonará en la playa”, dice orgullosa la coordinadora del TCU, Milena Castro.
Un horno de barro para hacer pan y comercializarlo, huertas de hidroponía en las cercas de varias casas, talleres exploratorios y de formación para niños y adultos, – un detalle al tono de los tiempos es que piden que se aborden temas de sexualidad–, y datos específicos sobre la calidad del agua y la cantidad de pobladores son aportes del TCU. Además, 60 pares de oídos atentos y manos serviciales se suman a la lista de los tributos del TCU a esta población, que ahora sí se sabe que es de 1100 vecinos.
Los estudiantes Luis César Rivera Montero, a la izquiera; Marcel Jiménez Fallas, al centro y Moisés Rodríguez Fallas son parte del proyecto del TCU que busca generar un prototipo eficiente de filtro que le sirva a la comunidad para mejorar la calidad del líquido destinado al consumo humano. Un filtro de prueba se instaló en una residencia en Caletas, Drake. – foto Anel Kenjekeeva, UCR.
El trabajo de contar a las personas que serían impactadas por la acción social de la UCR fue uno de los primeros proyectos, el dato resultó acorde con las proyecciones distritales que hace el Centro Centroamericano de Población (CCP-UCR).
El día anterior en Agujitas
El 16 de febrero hubo dos conciertos en Agujitas, los ocho saxofones convocaron a la comunidad en el Centro Comunal que a la vez funciona de colegio, las sillas se coparon de niños bien arreglados y dispuestos a escuchar por primera un ensamble de saxofones.
Sandra dirigió a sus músicos y entre pieza y pieza, les explicó a las distintas voces de los instrumentos, el Saxo Soprano, el Saxo Alto, el Saxo Tenor, y el Saxo Barítono, aplausos para cada uno de los dorados metales y sus peculiares sonidos. Ante las miradas curiosas, también explicó por qué movía sus manos al dirigir.
El concierto continúa, mientras afuera del salón, algunos de los estudiantes universitarios recogen los materiales del taller de robótica que acaban de impartir. Escucho comentar “una niña me dijo que qué lindo lo que hacíamos, que quiere llegar a la Universidad para hacer lo mismo (…) me quedo con eso, todo valió la pena”.
En esta gira, la primera del 2018, acompañan a la coordinadora Milena Castro un grupo de 40 estudiantes y 10 músicos, el grupo multidisciplinario incluye a estudiantes de arquitectura, educación, varias ingenierías, microbiología y medicina. Todos con el objetivo de investigar y aportar desde sus áreas de conocimiento a la salud pública de Drake.
Los grupos van cumpliendo 300 horas de trabajo, pero ya son insuficientes, pese a la voluntad de algunos de extenderlo a 600. El interés es inscribir un proyecto de investigación que les permita continuar formalmente con la elaboración de soluciones viables para potabilizar el agua.
De momento, se ha construido un filtro de prueba, el mismo se ubica en la casa del biólogo Pablo xxx y lleva allí unos meses, el mismo pretende ser una opción de ayuda, que tal vez un día se pueda reproducir para toda la comunidad. Aunque apenas se trata de un prototipo inicial, el filtro es símbolo de un compromiso real de los estudiantes con Drake.
“¡Somos de los mismos!” me dice Van Van (cuyo nombre completo es Enrique Vangeninden Vanden Bleeke), que pese a tener dos apellidos extranjeros, es el único dueño costarricense de las tierras costeras cercanas al Parque Nacional Corcovado, él nació allí.
Tres enormes árboles de mango de su terreno protegen de la selva al campamento con las 10 tiendas de campaña que han albergado a los estudiantes por cuatro noches.Van Van goza de los chicos del TCU afirmando que todo se vuelve feliz cuando ellos están allí. La noche del concierto en Las Caletas fue un regalo para él, conmovido solo dijo “¡Me encantó!”.
El 18 de febrero, al filo del medio día, el campamento que albergó a los 40 estudiantes estaba recogido, decenas de bultos y silenciosos muchachos arrecostados en lo largo de la playa esperan a las embarcaciones que los llevarían a Sierpe. Todos menos tres estudiantes que con equipos, hilera y hielo corrían a la casa del biólogo Pablo Riva Hernández a sacar la muestra de agua de su filtro, la muestra no puede sumar más de 24 horas, antes de ser analizada y para que llegue al laboratorio aun quedan siete horas de viaje y la noche entera del domingo.
Ensamble A de Saxos de Música Abierta UCR
Cubiertos de plástico, una batería completa y ocho saxofones embarcaron y desembarcaron en las distintas playas de Drake, donde no hay muelles. En dos días ofrecieron cuatro conciertos.
Este grupo de músicos tiene la particularidad de estar compuesto por profesionales de muy distintas áreas, quienes además son egresados del programa de Música Abierta de la Escuela de Música de la UCR.
Tras completar las 10 etapas de formación, querían seguir tocando, por lo que la voluntad de su maestra y directora, Sandra Herrera, logró crear en el 2002 el «Ensamble de Saxo A» un grupo de apasionados que cada semana montan un repertorio para ir a repartirlo a donde se les necesite.
Directora: Sandra Herrera.
Sax soprano: Adrián Elizondo, Juan Diego Araya.
Sax Alto 2: Schneider Solano y Kimberly Hernández.
Sax Alto 3: María Fernanda Arias.
Sax Tenor: Sofía Rodriguez, Francisco Castillo y Jose Manuel Alvarado.
Sax Barítono: Federico Castro y Eduardo León.
Percusión: Roberto Solís y Manfred Soto.
Para contactar con el Ensamble A de Saxofones de la UCR puede llamar al teléfono de Música Abierta 2511-8549.
El lunes a primera hora, Luis César Rivera Montero, estudiante avanzado de Microbiología, llevará las muestras al Laboratorio de Aguas y Alimentos de su en la UCR, luego de haber logrado que durante todo el trayecto la misma se mantuviera a temperatura de hielo, –un objetivo complejo cuando se está a más de 30 grados Celsius–, por eso entre el taxi lancha, la carga y descarga y las corridas para conseguir hielo, en los buses y a lo largo del camino hasta San José, brillaba como oro, sobre todo el escenario y la enorme logística, la hielera con la muestra.
Antes de la partida, en agradecimiento Van Van elabora una corona de hojas frescas, la misma se coloca en la poza que hace el río antes de llegar a su desembocadura, y bajo el murmullo calmo de una catarata en verano. Suelta varias frases cargadas de muchas horas de reflexión en el paraíso y concluye “El peor pecado es querer aparentar lo que no se es”.
Como parte de las actividades de Acción Social de la UCR, el Trabajo Comunal Universitario: Taller de Investigación para la Salud Comunitaria de la Península de Osa, se ofrecieron cuatro conciertos en la zona en febrero del 2018.
GALERIA: Pulse en la imagen para agrandarla.
Los instrumentos se desembarcan en playas sin muelle, en Drake.
Los Manglares de Sierpe son parte de una zona catalogada como de alta biodiversidad, similar a la que se puede encontrar en Ecuador.
La directora del Ensamble de Saxofones A de la UCR y parte de su agrupación durante el viaje de siete horas hacia Drake.
Una casa de habitación en Las Caletas, Drake, usa desde hace unos meses un filtro de agua de prueba, que tiene el objetivo de mejorar la calidad del agua de consumo humano en la bahía. En la fotografía, los estudiantes de TCU sacan una muestra de agua para realizar el análisis microbiano.
El grupo de 50 personas vinculadas al TCU, en foto grupal en playa Las Caletas, Drake, el 18 de febrero de 2018.
Concierto del Ensamble de Saxofones A de la UCR en playa Las Caletas en la Península de Osa, el 17 de febrero de 2018.
Estudiantes de ingeniería de la UCR ofrecen talleres a estudiantes de Drake. Los chicos exploran mientras sus padres participan de actividades con las que el Trabajo Comunal Universitario busca lograr un mayor impacto en la salud integral de los poblados.
Durante el fin de semana del 16 y 17 de febrero, la comunidad aprovechó la visita del Ensamble de Saxofones A de la UCR para realizar una feria que titularon Feria del Buen Vivir, en la que ofrecieron sus productos a la venta. Agujitas, Drake, Península de Osa.
Durante el fin de semana del 16 y 17 de febrero, la comunidad aprovechó la visita del Ensamble de Saxofones A de la UCR para realizar una feria que titularon Feria del Buen Vivir, en la que ofrecieron sus productos a la venta. Salon Comunal y Colegio de Agujitas, Drake, Península de Osa.
Durante el fin de semana del 16 y 17 de febrero, la comunidad aprovechó la visita del Ensamble de Saxofones A de la UCR para realizar una feria que titularon Feria del Buen Vivir, en la que ofrecieron sus productos a la venta. Agujitas, Drake, Península de Osa.
Primer concierto del Ensamble de Saxofones A de la UCR en Agujitas, Drake.
Parte de la audiencia durante el primer concierto de música en vivo en Drake, ofrecido por el Ensamble de Saxofones A de la UCR, el 17 de febrero de 2018.
Parte del grupo de 40 estudiantes matriculados en el Trabajo Comunal Universitario: Taller de Investigación para la Salud Comunitaria de la Península de Osa, durante la gira a la zona del 13 al 18 de febrero de 2018.
Se levanta el campamento. Domingo 18 de febrero, 2018.
La coordinadora del TCU: Taller de Investigación sobre Salud Comunitaria de la Península de Osa, Milena Castro Mora.
Gabriela Mayorga López
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR.
Limonenses se adentran en el aprendizaje de instrumentos musicales gracias a reconocidos expertos nacionales e internacionales
La Sede del Caribe de la UCR y la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) organizaron el Campamento de Desarrollo Humano dirigido a la población de Limón, en el que resaltaron varias actividades en las que la música hizo vibrar las emociones de las y los participantes.
Uno de los eventos fue el I Festival Internacional de Clarinetes del Caribe que se realizó del 26 al 31 de enero, bajo la dirección del profesor Roberto Henry, en la Casa de la Cultura de Limón.
Con la realización de estos Campamentos se busca impulsar la tarea humanística y democratizadora de la UCR, para que el acceso universal de la población costarricense a la educación sea cada vez más palpable; éstos se caracterizan porque son espacios educativos, culturales, artísticos y recreativos abiertos a todo el público, además se organizan durante los meses de enero y febrero de cada año.
A propósito de estos esfuerzos, el I Festival Internacional de Clarinetes del Caribe 2018 tuvo una inscripción de 30 personas, quienes fueron instruidas por el maestro Sergio Reyes Sagastume, clarinetista principal de la Orquesta Sinfónica de Guatemala; la Dra. Ana Catalina Ramírez Castrillo, clarinetista principal de la Banda de Conciertos de Heredia y profesora del sistema Preuniversitario de la Universidad Nacional (UNA); y el maestro Andrés Ramírez Villarraga, profesor de clarinete en la Universidad del Cauca, Colombia.
Según comentó Roberto Henry, docente de la Sede del Caribe, este Festival recibió a personas que conviven en zonas de alto riesgo social y marginal, por lo que la presencia de la UCR les provee de espacios en los que pueden recrearse, aprender y despejar su mente.
“Se ofrecieron clases y se realizaron hasta presentaciones o conciertos, con lo que también se contribuye a mantener viva la escena músico-cultural local; los ambientes didácticos permitieron a la juventud aprovechar su tiempo en actividades sanas”, indicó Henry.
Los cursos se impartieron de 9 a.m. a 12 m.d. y de 2 p.m. a 5 p.m., las personas matriculadas recibieron clases con los diferentes maestros que participaron en este Festival y además se organizaron recitales a partir de las 7 p.m., en donde todas y todos pudieron apreciar la ejecución de obras musicales. La inscripción fue gratuita y al final del mismo se entregó un certificado de participación de la UCR.
La clarinetista costarricense Dra. Catalina Ramírez fue nominada al Grammy Latino 2014 y nombrada Clarinetista del Año para Iberoamérica 2010. En nuestro país fue dos veces ganadora de la competencia Jóvenes Solistas de Costa Rica e integrante de la Orquesta Sinfónica Juvenil y de la Nacional de Costa Rica, ha sido integrante de la Orquesta Sinfónica de Brockton en Massachusetts, también de la Orquesta del Estado de Mississippi y de la Orquesta de las Américas, obtuvo un Diplomado en Clarinete en Longy School of Music en Cambridge, Massachusetts; una Maestría en Educación y Ejecución Musical de la Universidad de Massachusetts en Amherst y un Doctorado en Música de la Universidad de Temple en Filadelfia.
El maestro guatemalteco Sergio Reyes ganó, a la edad de 16 años, el concurso para jóvenes del Festival de la Orquesta Sinfónica Juvenil de las Américas (FOSJA) en San Juan, Puerto Rico; en el 2007 se gradúa de la Universidad Galileo de Guatemala con el título de Licenciado en Música, especializado en clarinete, cursó el Posgrado en Perfeccionamiento de Clarinete en el Conservatorio Superior del Liceu de Barcelona, España, durante los años 2009 y 2010. Sergio fue premiado como Clarinetista Favorito del año 2010 de toda Hispanoamérica por la Clariperu.org, una red de clarinetistas de todo el continente americano.
Andrés Ramírez Villarraga es colombiano, fue becado por el Ministerio de Cultura de Colombia para realizar estudios de posgrado en Indiana University, Estados Unidos, y obtuvo tres maestrías en el Conservatorio de la Svizzera Italiana en el año 2005 sobre Perfeccionamiento en Clarinete, Pedagogía del Clarinete y Educación Musical Elemental. Ha sido miembro de la Banda Sinfónica de Santa Fe De Bogotá, de la Banda Sinfónica Nacional de Colombia, de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y de la Orquesta de Cámara de la Suiza Italiana.
Finalmente, Roberto Henry es experto clarinetista y ha tocado en la Banda Municipal de Pacayas en San José, en la Orquesta de Cartago, en la Orquesta de la Universidad de Costa Rica, en las bandas de Conciertos de Alajuela, Limón, Cartago y en la Banda de los Supremos Poderes de Honduras. Se ha desempeñado como docente en varias escuelas municipales de música del país, es el clarinetista principal de la Banda de Conciertos de Cartago y además, es profesor de clarinete en la Sede del Caribe de la UCR.
Otto Salas Murillo
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
Este es un espacio de formación y participación para docentes y estudiantes de universidades latinoamericanas, así como para personas de distintas comunidades costarricenses. El objetivo es que desde la experiencia teórico-práctica se logre una integración crítica y transformadora de la extensión y acción social con el fin último de que las personas participantes contribuyan en sus instituciones a una reconceptualización de la relación universidad-sociedad a partir de los actores sociales con los que sostienen vínculos.
Este curso regional incorpora recursos de la sistematización de experiencias, la investigación acción participativa y la extensión crítica de las universidades públicas latinoamericanas para fortalecer el diálogo entre las personas participantes.
Humberto Tommasino, de la Universidad de la República de Uruguay, será uno de los docentes invitados a la Escuela de verano de Extensión Universitaria y Acción Social. (Foto http://www.universidad.edu.uy)
Para estos fines, la escuela tendrá como sedes los campus de la UCR y de la Universidad Nacional (UNA). Los días 23, 24 y 25 de febrero las personas participantes se trasladarán a las comunidades de Isla Chira, Cerrillos de Esparza, Upala, Cureña y Río Magdalena. Al regreso, el curso cerrará el lunes 26 en el campus universitario de la UCR con un Proceso de reflexión sobre la experiencia en territorio: Articulación con la teoría/ Sistematización de la experiencia y posteriormente la clausura oficial de la Escuela de Verano.
Clausura
La Escuela de Verano de Extensión Universitaria y Acción Social es coorganizada por la UCR, la UNA y la Unión Latinoamericana de Extensión Universitaria (ULEU). Entre el personal docente que guiará este proceso están Juan Carlos Molina, Humberto Tommasino y Delia Bianchi, delegados de ULEU. Por la UCR, Ignacio Dobles, Adilia Solís, Mariana Buzó y Javier Madrigal. En la UNA estarán Miguel Céspedes Araya, Rita Gamboa Conejo, Priscilla Mena García, Carlos Ulate Azofeifa, Marta Vargas Venegas y Oscar Juárez Matute; así como Oscar Jara del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja.
Al concluir el año 2017, Marjorie Jiménez Castro, vicerrectora de Acción Social de la UCR, invitó a la comunidad universitaria a involucrarse con la Escuela de Verano y a redactar un manifiesto histórico en defensa de la universidad pública. (foto archivo VAS)
Ejes temáticos. Los contenidos del curso permitirán a las personas asistentes hacer un recorrido histórico por los conceptos de extensión y su relación con los modelos de universidad. Además, se abordará las nociones de praxis desde la educación popular, actores locales, organizaciones y movimientos sociales.
Asimismo, se ahondará sobre las metodologías y técnicas de intervención e investigación, entre las que están la investigación acción participante, el mapeo de actores y de problemas y la cartografía social.
El aspecto del posicionamiento ético y los procesos de mutua devolución entre actores universitarios y actores locales son otros temas que se estudiarán durante este curso.
Durante el curso, cada participante registrará en una bitácora su proceso de aprendizaje y experiencias, y en el último día de la escuela se reunirán equipos para sistematizarlas y elaborar un primer borrador de las mismas.
La Escuela de Verano brindará insumos conceptuales para el manifiesto colectivo que las universidades públicas latinoamericanas redactarán con motivo de la conmemoración del centenario de la Reforma de Córdoba, en abril próximo.
Mariana Buzó, de la Vicerrectoría de Acción Social, será otra de las facilitadoras de los procesos formativos de la Escuela de Verano UCR-UNA-ULEU. (foto archivo VAS)
El Recinto de Golfito de la UCR recibió a más de 400 personas en los Campamentos de Desarrollo Humano
Actividad física y entrenamiento funcional como herramienta para combatir el envejecimiento es uno de los talleres que impartieron estudiantes del TC-589 a personas de la comunidad (foto cortesía Oscar Mena).
Alrededor de 400 personas, desde los cuatro años hasta los 70 años de edad, han asistido a los Campamentos de Desarrollo Humano: hacia el acceso universal en el Recinto de Golfito de la Universidad de Costa Rica (UCR) desde el lunes 15 de enero hasta la primera semana de febrero.
Gracias a esta iniciativa niños, niñas y adultos de comunidades como Golfito, Puerto Jiménez, Corredores, La Cuesta, San Vito, Osa y Buenos Aires han podido disfrutar de 60 actividades distintas que abarcan temáticas como arte, salud, lenguaje, entre otras.
Para los niños y niñas se ofrecieron talleres muy llamativos, con el fin de que disfruten durante las vacaciones escolares de la pintura, la escultura artística, el taller de elaboración de títeres, el taller musical integral, inglés, Aprende Jugando, lectura y Cuentos Motores.
Niños y niñas de la comunidad participaron en el taller de procesamiento de alimentos impartido por estudiantes de la carrera de Ingeniería en Alimentos, del TC-8 (foto cortesía Jafeth Villareal).
Para los adultos también se brindaron talleres de artes como: taller de encuadernación artesanal, estampado en tela, taller de ilustración, taller de dibujo urbano, lectura rítmica, taller de guitarra, danza contemporánea y de actividad física, hata yoga, baile popular y entrenamiento funcional para adultos mayores. También tuvieron la oportunidad de formarse en temas de desarrollo personal como salud sexual y reproductiva, alimentación saludable, lo que todo el mundo debe saber para controlar el sangrado y 5 cosas que usted necesita saber para salvar una vida.
Todas las actividades se realizaron gracias a un conjunto de facilitadores entre los que se encuentran estudiantes y docentes del Recinto que participan a través del TC-589 Centro de Patrimonio Cultural, TC-657 El Sur Emprende, TC-660 Artes Escénicas para la Educación Ambiental en el Cantón de Golfito y TC-8 Promoción de la Enseñanza de la Ciencia y Tecnología de Alimentos. Además, se integraron profesionales de la comunidad, funcionarios de instituciones como el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) y hasta profesores de la Escuela de Tecnologías de Salud, con su taller de Primeros Auxilios y Reanimación Cardiopulmonar Básica para niños.
Estudiantes del TC-589 facilitaron el taller de dibujo urbano donde exploraron diversas técnicas de interpretación para el dibujo (foto cortesía Oscar Mena).
Los Campamentos de verano continúan esta semana con la participación de docentes de la Escuela de Artes Plásticas que impartirán talleres como Cerámica para niños, taller de caricatura y cómo hacer un scrapbook.
Para el cierre habrá un campamento infantil de verano para que los niños y niñas junto con sus familiares puedan compartir un día muy agradable en el Parque Nacional Manuel Antonio, dormirán en el Laboratorio Osa-Golfito y harán visitas guiadas, así como un taller de Observación de Aves.
Maripaz Moya
Asistente de Comunicación Oficina de Divulgación e Información
Como parte del reconocimiento se entregó al estudiantado que desarrollará Iniciativas Estudiantiles un “bolso comunitario” con instrumentos básicos que ayudarán a llevar a cabo sus proyectos. Foto Laura Camila Suárez, UCR.
Estudiantes de distintas carreras presentaron 53 propuestas de las cuales 22 fueron reconocidos como Iniciativas Estudiantiles (IE) de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) para el 2018.
Memoria histórica, cultura, ambiente, arte y deporte, educación, género, organización comunitaria, trabajo con población privada de libertad y adulta mayor, son algunas de las temáticas que estarán trabajando los y las estudiantes.
Las Iniciativas Estudiantiles son proyectos de Acción Social de la Universidad de Costa Rica gestionados por estudiantes de la Universidad de Costa Rica. Este espacio se viene desarrollando desde el año 2010 y busca apoyar al estudiantado en la ejecución de las propuestas por medio del acompañamiento en los procesos de gestión, ejecución y conclusión de los proyectos, así como brindando recursos económicos y logísticos para el desarrollo de los mismos.
Los proyectos que se estarán desarrollando durante el próximo año involucran comunidades como: Cartago, Caño Negro, San Jerónimo, Puriscal, Térraba, Palmares y el Gran Área Metropolitana y cuentan con la participación de estudiantes bachillerato y licenciatura de diversas disciplinas como Geografía, Trabajo Social, Ciencias Políticas, Terapia Física, Comunicación Colectiva, Artes Plásticas, Psicología; de las diferentes sedes y recintos de la UCR.
Público en el acto de reconocimiento de proyectos de Iniciativas Estudiantiles 2018. Foto Laura Camila Suárez, UCR.
Sebastián Barquero Zúñiga, estudiante de Antropología y Ciencias Políticas propone con su Iniciativa “Libertad bajo palabra”, la promoción de una cultura de paz a través de las artes literarias como herramienta de transformación social. “Yo creo que lo principal de todo esto es que, podríamos decir que somos personas que dentro de la sociedad también somos marginalizadas, las personas jóvenes que somos en mayoría las que presentamos iniciativas estudiantiles, también están colaborando con otras poblaciones vulnerabilizadas y esta simbiosis que se genera de personas que estamos resistiendo, de personas que creemos en un mundo diferente, en una posibilidad de educación universitaria diferente, de una universidad diferente, pues se plasma en las iniciativas que se están presentando”, afirma Barquero.
Por otro lado, Amanda Campos Rodríguez, estudiante de primer ingreso de la carrera de Ciencias de la Comunicación Colectiva asegura que “como estudiante considero que estos procesos son verdaderamente importantes (…) le dan a uno la oportunidad de demostrar que uno tiene las capacidades para llevar a cabo un proyecto por cuenta propia”.
Entre los proyectos que se desarrollarán el próximo año se encuentran:
Los barrios que nacen de la gente: Reconstrucción histórica del asentamiento urbano informal Los Cipreses y una estratégia para su difusión (IE-92)
Express-arte Tucurrique II (IE-94)
Contribución a la estructuración comunal para el Museo Submarino del Caribe Sur (IE-95)
Promoción de una cultura de paz en la provincia de Limón a través de las artes literarias. Libertad bajo palabra (IE-97)
Memoria Colectiva: identidad y patrimonio en Sandial. Cañas Guanacaste (IE-97)
CulturizArte: Proyecto libertad (IE-98)
Conociendo la diversidad de la mano de personas adultas mayores (IE-99)
Jugando a cambiar el mundo (IE-100)
Artimove (IE-101)
Creando iniciativas: jóvenes en red trabajando por su cantón (IE-102)
El año 2017 concluyó con una intensa jornada para analizar puntos de encuentro para reformular la Acción Social de las próximas décadas
El proyecto de Danza Universitaria denominado Mi cuerpo, mi voz presentó sus resultados de trabajo durante estas jornadas. Este implicó un proceso de más de 8 meses y culminó con el espectáculo escénico El ladrón de diamantes, protagonizado por niños, niñas y jóvenes sordos de la Escuela de Enseñanza Especial Fernando Centeno Güell. Foto Claudia Castro Sandí, UCR.
“La Acción Social crítica exige superar y traspasar las apariencias para penetrar en la raíz. El trabajo conjunto de la universidad con la comunidad, bien conducido, es capaz de sacar a flote problemas profundos que las comunidades sufren y sienten, pero que no afloran en los primeros intercambios”, dijo el Dr. Daniel Camacho Monge durante la apertura de las Jornadas de profundización, debate y propuestas de Acción Social, realizadas los pasados 12 y 13 de diciembre en la Facultad de Ciencias Sociales. Camacho es uno de los integrantes de la Comisión Organizadora del Foro de Acción Social: La inter-acción Universidad- Sociedad: propuestas y desafíos a cien años de la Reforma de Córdoba.
En la actividad se dieron cita estudiantes, personal administrativo y docentes de distintas unidades académicas para debatir, profundizar y compartir propuestas concretas sobre las dimensiones conceptual, funcional y estructural de la acción social frente a los desafíos del siglo XXI, a partir de los consensos y nudos problemáticos identificados en el Espacio de Puesta en común realizado el 26 y 27 de octubre, con el fin de alimentar el Manifiesto de la Acción Social y recomendar cambios en la gestión y la normativa institucional de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Estas jornadas fueron parte del proceso llevado a cabo a lo largo del año 2017 en el marco del Foro de Acción Social y que proseguirá con la Escuela de Verano, que se realizará del 20 al 26 de febrero del 2018. Esa instancia académica está coorganizada por la Unión Latinoamericana de Extensión Universitaria (ULEU), la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR y la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA).
El primer día de las Jornadas de profundización, debate y propuestas de Acción Social se presentaron ponencias de las unidades académicas sobre el quehacer en comunidades y sobre los desafíos funcionales y estructurales de la institución para la buena marcha de esta actividad sustantiva. Durante el segundo día, se realizaron mesas temáticas para construir mapas de priorización de propuestas y la identificación de actores involucrados que fueron expuestos a toda la audiencia, en la que medió un intercambio de preguntas y respuestas que enriquecieron el trabajo realizado.
Las sedes y recintos estuvieron presentes en las jornadas. Marianita Harvey, de la Sede Caribe; Leonela Fonseca, de la Sede Atlántico, y Hannia Watson del Centro de Práctica de la Sede Atlántico participaron en este foro. Foto Eduardo Muñoz, UCR.
Cambios y discusión
Algunos de los puntos en común que analizaron los grupos de trabajo fueron la necesidad de contar con cargas académicas suficientes, planificadas y sostenidas para e realizar Acción Social, la capacitación permanente para estudiantes y docentes en temas de Acción Social, mecanismos de sistematización de su quehacer y el diseño de una guía ética-política para el vínculo con las comunidades.
Además, se llegó al consenso de propiciar una mayor participación estudiantil en la propuesta, gestión y seguimiento de nuevos proyectos, a la luz del espíritu reformador del III Congreso Universitario realizado en la década de años setenta del siglo anterior, época que le dio un golpe de timón al quehacer de la acción social en la universidad pública.
Según el Dr. Camacho Monge, la discusión actual le dará un nuevo impulso para realizar los cambios y ajustar la acción social al nuevo siglo. “Ese no es un quehacer que se pueda abordar y practicar con criterios puramente conceptuales o fríamente administrativos. Es uno de los quehaceres universitarios más difíciles y complejos. Quienes la practicamos, como docentes, administrativos o estudiantes, debemos involucrarnos afectiva y emocionalmente… lo cual quiere decir que se instala en las conciencias, en los valores, en los afectos y en las cosmovisiones de quienes la practicamos. De no ser así, la desnaturalizamos, y nuestro deber ético, cívico y universitario es impedir que eso pase. Para eso estamos en este foro”.
Al cierre de las Jornadas, la M.L. Marjorie Jiménez Castro, vicerrectora de Acción Social, agradeció el compromiso de las unidades a lo largo del 2017 en las actividades organizadas alrededor del Foro de Acción Social. Asimismo, reconoció que si bien han estado muy activas, no han estado solas en sus procesos de reflexión porque la misma vicerrectoría bajo su dirección está viviendo cambios acordes a las discusiones surgidas en las unidades académicas, el sector estudiantil y administrativo. Con respecto a las propuestas planteadas en estas jornadas, manifestó que “no veo cosas que no podamos conseguir, quizás lo más difícil es el tema de las cargas académicas porque esas son decisiones de las unidades y sus planes de desarrollo de la acción social, donde tenemos que hacer valer ese reconocimiento de este trabajo”. Finalmente, exhortó a las personas participantes a que “continuemos con la tercera fase de este foro que será la Escuela de Verano y nos involucremos en redactar un manifiesto histórico de la UCR, un posicionamiento político de la defensa de la universidad pública en nuestro país”.
La U ofrece talleres, charlas y cursos gratuitos para niños, niñas, jóvenes y adultos en todo el país
Los campamentos para niños y niñas integran actividades recreativas donde los pequeños hacen actividad física y aprenden habilidades para la vida como el trabajo en equipo, la solidaridad y el compañerismo (foto de Laura Rodríguez). – foto Laura Rodríguez Rodríguez.
Este verano la Universidad de Costa Rica (UCR) le da la oportunidad de aprender, compartir y disfrutar en los Campamentos de Desarrollo Humano, que incluyen una amplia oferta de actividades recreativas, educativas y culturales para niños, niñas, jóvenes y adultos.
La matrícula extraordinaria está abierta durante esta semana (del 8 al 12 enero) en las diferentes sedes y recintos universitarios. La inscripción es totalmente gratuita y no se solicitan requisitos académicos.
Los campamentos se ofrecerán durante los meses de enero y febrero en todas las sedes y recintos de la UCR distribuidos en el territorio nacional: San José, Golfito, Liberia, Santa Cruz, Limón, Guápiles, San Ramón, Grecia, Puntarenas y Paraíso, así como en comunidades aledañas.
Usted podrá escoger entre una oferta variadísima de actividades en temáticas como tecnología, idiomas, artes plásticas, música, deportes, ambiente, conocimientos prácticos, juegos tradicionales, ciencia y movimiento humano, entre otras. Por ejemplo, en Golfito se impartirán talleres de pesca deportiva, dibujo urbano o inglés básico para niños y en San Ramón habrá robótica para niños, un curso básico de conceptos de aviación y uno de contabilidad, en el Caribe habrá un taller de historia de Limón y uno de teatro.
El objetivo es que personas de todas las edades y de las diferentes comunidades tengan acceso a las aulas, laboratorios e instalaciones de la Universidad de Costa Rica y puedan disfrutar de un espacio de sana convivencia donde se promueven los valores de la vida activa, la colaboración, la amistad y el aprendizaje a lo largo de la vida. Se espera la participación de 7.000 personas de todo el país, incluyendo comunidades indígenas de Chirripó, Térraba y Salitre.
Los Campamentos de Desarrollo Humano: hacia el acceso universal son una iniciativa que surgió en el Recinto de Grecia en el 2011 y que desde el año 2017 se extendió hacia todas las sedes y recintos universitarios como parte de una política de acceso universal a la educación que promueve la Universidad a traves de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS).
En total se ofrecen 385 actividades que son gestionadas por docentes, estudiantes o administrativos de la UCR, también hay actividades que realizarán organizaciones y colectivos como por ejemplo Recrearte, Fundación Keme, Fundación Ser y Crecer entre otras, asimismo se trabaja en vinculación con municipalidades como la Municipalidad de Curridabat, Alajuelita, Cartago y Montes de Oca, detalló Claudia Castro de la Vicerrectoría de Acción Social.
Explore la oferta de cursos y actividades disponibles en su comunidad en el siguiente enlace: https://accionsocial.ucr.ac.cr/campamentos o acuda directamente a la sede o recinto más cercano para realizar la matrícula.
Fechas de matrícula extraordinaria y contacto
–Sede del Atlántico (Turrialba, La Suiza, Santa Cruz)
Matrícula del 10 al 12 de enero.
Tel: 2511-9250
–Recinto de Paraíso (Cartago, Quebradilla y Oreamuno)
Tel: 8865-8561/ 2575-4000
–Sede de Guanacaste (Liberia)
Matrícula del 8 al 9 de enero
Tel: 2511-9542
–Sede del Caribe (Limón)
Matrícula del 9 al 11 de enero
Tel: 2511-7307 (8:00 am a 12:00 md)
–Recinto de Guápiles (Toro Amarillo, Los Diamantes, La Rita)
Matrícula del 10 al 12 de enero
Tel: 2511-7607
–Sede de Occidente (San Ramón)
Matrícula 10 al 12 de enero
Tel: 2511-7108 y 2511-7018
–Recinto de Grecia (Tacares, San Vicente)
Matrícula del 10 al 12 de enero
Tel: 7019-3282
–Sede del Pacífico (Puntarenas)
Matrícula del 8 al 22 de enero
Tel: 2511 -7433
–Recinto de Golfito
Matrícula del 10 al 12 de enero
Tel: 2511-7714
–Sede Rodrigo Facio (San Pedro, Alajuelita, Curridabat centro, Granadilla y Tirrases)
El ambiente cálido y tranquilo de Térraba es innegable, pero basta recorrer sus calles y callejones de tierra durante algunos minutos para empezar a descubrir las historias de lucha que se esconden en los distintos rincones de este pueblo indígena, ubicado en la zona sur del país.
A pocos metros del centro de la comunidad se encuentra el Liceo Académico Milton Solano. Ahí, un colectivo de vecinos recibe como en otras ocasiones a funcionarios y estudiantes de la Universidad de Costa Rica (UCR), para articular nuevos procesos de trabajo conjunto.
Con el grupo viajan Allen Cordero y David Maroto, docentes y profesionales de la Escuela de Sociología, viejos conocidos entre los Térraba y que una vez más, ponen a las órdenes de la comunidad su conocimiento académico para acompañar sus luchas y la defensa de sus derechos como ciudadanos.
Educación, un derecho reciente
El lugar de este encuentro es un símbolo de la realidad que acompaña la vida cotidiana de este pueblo, pues según Paulino Nájera Rivera, un vecino de la comunidad, hasta hace apenas cinco años era inimaginable contar con un espacio como este para estudiar.
En el pasado, los jóvenes Térraba debían caminar durante horas para llegar a una comunidad cercana que lleva por nombre Brujo y desde allí (aquellos que tenían recursos) tomar el transporte público para ir al Colegio Técnico Profesional de Buenos Aires en Puntarenas, el centro académico más cercano.
La travesía para ir y volver a clases era de las situaciones más sencillas con las que tenían que lidiar los estudiantes, pues en el día a día cobraban mucho mayor peso los maltratos y la discriminación que algunos o quizás la mayoría, recibían por parte de sus propios compañeros y maestros.
“Mi hijo mayor hizo el técnico pero no le dieron el título, en el comedor lo ponían a lavar los platos y era el último en comer. A los demás igual, incluso tenían que pelear porque los cercaban entre varios y los golpeaban, por ser indígenas tenían que ser mancillados”, afirma Nájera.
Con los años se fueron sumando las petitorias que el pueblo hacía ante el Ministerio de Educación Pública (MEP) para tener un colegio dentro del territorio. La espera dio como resultado la asignación de “un código” y más tarde iniciaron las clases, primero a la sombra de los árboles, luego en el salón comunal y finalmente en una pequeñas instalaciones.
Pero los avances conquistados no libraron al pueblo de la confrontación más fuerte que tendrían que dar para consolidar su derecho a la educación, pues el anuncio de la construcción del Proyecto Hidroeléctrico El Diquís desencadenó la invasión del territorio por parte de no indígenas.
La llegada de estos nuevos vecinos con intereses económicos trajo el ya conocido ambiente de discriminación y violación de derechos a la comunidad y también al espacio educativo, lo que desencadenó la indignación de los Térraba y en febrero del año 2012, dio lugar a un enfrentamiento jamás imaginado.
“Decidimos tomar el colegio, ancianos, mujeres, niños y hombres, había que parar la situación…ellos organizaron un torrente de gente y se vinieron contra nosotros con palos con masas de alambre, coreaban cinco nombres para matar, quebraron los candados, rompieron las mallas, caían las piedras en el techo”, recuerda el líder comunitario.
Tras 40 minutos de “batalla campal”, que según Nájera dejó incluso personas con “la cara desfigurada”, la intervención policial separó a los bandos y dio inicio un proceso de negociación. La comunidad exigió entre otros temas el cese de represiones, la posibilidad de que sus hijos ocuparan cargos en el colegio cuando estuviesen calificados y por supuesto, el derecho de contar con instalaciones adecuadas para impartir las lecciones.
El actual colegio donde se forman alrededor de 150 estudiantes desde séptimo y hasta undécimo año y donde laboran 18 vecinos de la comunidad, es el resultado de una larga espera, pero sobretodo del esfuerzo y la constancia de un pueblo, que como en el pasado, sigue haciendo frente a diversas necesidades.
Demandas presentes cada día
A sus 90 años, Serafín Rivera, es uno de los miembros más adultos de la comunidad, pero su edad no es limitación para seguir activo y sobretodo, participar con gran interés en los espacios donde se discuten las situaciones que amenazan la cotidianidad de su pueblo.
Aunque tiene dificultades para escuchar, responde con contundencia cuando le consultan por sus preocupaciones. Sabe que desde hace varios años hay invasión en el territorio, venta ilegal de propiedades, pero sobretodo, no se siente representado por el trabajo que realiza la Asociación de Desarrollo Integral (ADI).
La ADI es el órgano con mayor autoridad política dentro de los pueblos indígenas y por tanto, sus decisiones tienen una importante repercusión en la realidad de la comunidad. Sin embargo, su labor ha sido cuestionada tanto aquí como en otros territorios del país, más aún, tras la participación que han empezado a tener personas no indígenas.
Manuel Villena es miembro del Consejo de Mayores en Térraba, una instancia creada hace apenas siete años, e integrada por un grupo de adultos de la comunidad que intentan reivindicar los intereses del pueblo frente a las otras formas de organización que han sido impuestas y que a su criterio, amenazan su legado y también su futuro.
Asegura que la situación en el territorio está empeorando y por eso, han decidido empezar a trabajar en el planteamiento de una nueva estructura de organización, que pretenden llevar ante el Gobierno de la República para exigir cambios urgentes, amparados en los convenios internacionales que Costa Rica ha suscrito.
Pero la organización de la comunidad y la pérdida de tierras no es una preocupación exclusiva de los vecinos de mayor edad. Paolo Nájera Rivera, un joven de 24 años, participa activamente en el proceso de recuperación de la Finca San Andrés, un terreno de 400 hectáreas ubicado en las márgenes del Río Térraba.
Según Nájera, la finca forma del territorio indígena y tras estar ocupada durante 70 años por una persona ajena a la comunidad fue vendida como un bien privado. La situación motivó en el 2014 a un grupo de 40 indígenas de las comunidades de Térraba y Macho Monte a tomar la propiedad, donde actualmente realizan cultivos de subsistencia y donde habitan familias que exigen que se respete su titularidad de la tierra.
Legado indígena amenazado
La imposición de estructuras occidentales como las ADIS, respecto a la organización y cosmovisión indígena no es una situación reciente y por el contrario, ha consolidado un efecto cada día más evidente en los diversos espacios de la vida cotidiana de poblaciones como los Térraba.
Fulgencia Ortíz Rivera comenta con nostalgia su preocupación respecto a la forma en que al igual que ella, el resto de sus vecinos de la comunidad reconocen cada día una mayor pérdida de sus tradiciones, realidad que amenaza cada día con la desaparición de su cultura.
Afirma que desde la generación de sus padres, han venido experimentando cambios entre los que ella destaca la imposición del idioma español y de la religión católica, los cuales han dado lugar a un impacto negativo en la transmisión de su identidad como indígenas.
“Mi mamá me contaba que si no hablaban español en la escuela, los maestros los castigaban y la iglesia católica no hizo perder nuestra espiritualidad indígena. Yo sé medicina y algunos platillos, también aprendí a hacer vestiditos y los bailes tradicionales, pero el idioma no nos lo enseñaron”, asegura la vecina de la comunidad.
El trabajo que realiza Inés Villagra Sánchez en este territorio es una muestra de la situación descrita. Oriunda de la etnia Tjerjbi de Panamá, es quien actualmente enseña Térraba en la escuela de la comunidad; un puesto que consiguió tras demostrar su conocimiento en el idioma materno que, como resultado de la cercanía territorial, comparte con este grupo.
Esta madre de 6 hijos dejó de empacar piñas en una transnacional de la zona para enseñar a comunicarse de forma básica a los niños de la comunidad, tanto a indígenas como no indígenas. La labor no ha sido fácil, pues a la falta de interés de algunos estudiantes se suma la carencia de materiales académicos adecuados para facilitar los procesos de formación.
“Vine a compartir mis raíces y aunque en un inicio muchos niños no lo querían, yo le digo que aprender cultura e idioma no es vergüenza, es orgullo. Siempre hemos creído que lo nuestro no vale, pero yo me siento orgullosa de lo que soy y de poder hablar mi idioma. En nuestro pueblo nos quisieron quitar eso, pero nuestro cacique no lo permitió” comenta la docente.
Actualmente, el trabajo diario de Villagra se apoya en los escasos materiales que funcionarios de la Escuela de Filología de la UCR le ayudaron a elaborar, y por medio de los cuales tiene la oportunidad de enseñar a las nuevas generaciones los nombres de animales, las partes del cuerpo, los números y algunos abecedarios.
Mujeres y jóvenes, poblaciones en desventaja
Isabel Rivera es integrante de la Asociación de Mujeres Mano de Tigre, una de las cuatro organizaciones que opera en el territorio Térraba, pero la única agrupación integrada exclusivamente por mujeres, varias de las cuales, crían a sus hijos mientras cumplen su papel como jefas de hogar.
En su caso, la atención de la casa y sus responsabilidades como madre, se combinan con la búsqueda de ingresos económicos por medio de actividades como la costura y la oferta de servicios de hospedaje en su casa, para los turistas y académicos que visitan esta comunidad donde las opciones de trabajo para las mujeres son escasas.
Rivera está consciente de la importancia que tiene la posibilidad de que al igual que ella, otras mujeres puedan generar sus propios ingresos, pues asegura que en diversas ocasiones la dependencia económica a las parejas o incluso a los padres, las coloca en situaciones de violencia intrafamiliar.
La vecina asegura que junto a la generación de opciones de trabajo, resulta trascendental que las mujeres de la comunidad se sientan más empoderadas, a fin de que puedan incidir en espacios de toma de decisión en los que actualmente sigue primando la visión e intereses de los hombres.
“Los hombres son los que hablan, las mujeres son las que cocinan o hacen la limpieza (…) las mujeres no mandan en el territorio y además, vivimos la violencia desde distintos ámbitos, porque mienten al decir que nosotras también tomamos decisiones”, afirmó la madre de cuatro hijos.
En medio de este contexto, Kiran Sibaja Rivera de 14 años y estudiante de octavo año en el colegio de la comunidad, sabe que debe prepararse para poder salir adelante como profesional y para propiciar mejores condiciones de vida para su familia y el resto de su comunidad.
Sin embargo, los sueños y aspiraciones de esta joven se ven amenazados ante lo que ella misma valora como una formación impartida por profesores poco preparados, que además carecen de espacios de capacitación para mejorar el conocimiento que llevan a las aulas. Asegura que los vacíos del proceso académico merman el interés de otros jóvenes, quienes no en pocas ocasiones prefieren salir del colegio para ir a jornalear o quedarse en la calle, donde se exponen a realidades cada vez más normalizadas en el territorio como la venta de drogas.
Intervención académica con visión social
Las diversas situaciones que plantea la realidad cotidiana de los Térraba evidencian la importancia de que la comunidad académica siga interviniendo en las comunidades indígenas del país por medio de procesos de participación respetuosos de su identidad cultural y del rumbo que plantean para sus pueblos.
Allen Cordero, director de la Escuela de Sociología, enfatizó el compromiso de la UCR de dar continuidad a los procesos de acercamiento que desde hace años instancias como la Vicerrectoría iniciaron en estas zonas del país; de la misma forma, se buscan implementar nuevas iniciativas de trabajo conjunto que permitan a esta población mejorar sus condiciones de vida.
Más de 700 proyectos en ejecución, servicio social y programas de formación continua y abierta, definen a una Universidad que es para todos
Entrevista a Marjorie Jiménez Castro, vicerrectora de Acción Social
Dentro de la formación integral y humanista que se desarrolla en la Universidad de Costa Rica desde la década de los años setenta, la acción social está integrada en el currículo de todas las carreras que se imparten mediante los proyectos de Trabajo Comunal Universitario (TCU).
La Vicerrectoría de Acción Social es la instancia académica encargada de facilitar la relación entre la Universidad de Costa Rica y la sociedad, de manera que la Institución pueda cumplir efectivamente con el propósito de contribuir con las transformaciones que se necesitan para el logro del bien común. La interacción permanente por medio de la acción social le permite a la Universidad construir nuevo conocimiento, entender y atender necesidades, escuchar demandas y enriquecer su labor, en estrecha relación con la comunidad.
Y precisamente sobre esa interacción de saberes entre la UCR y la sociedad en este 2017, conversamos con la Mag. Marjorie Jiménez Castro, quien está al frente de dicha Vicerrectoría.
–¿Cuál es el peso, la relevancia, de la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) dentro del engranaje de la Universidad de Costa Rica?
Mag. Marjorie Jiménez Castro: El quehacer de la Acción Social tiene que ver con el modelo de sociedad que queremos y también con el modelo de Universidad que aspiramos. Por eso es parte de la formación integral que se otorga en las diferentes disciplinas impartidas en la institución. La acción social es un eje que atraviesa todo el quehacerde la UCR, la docencia y la investigación; busca contribuir de manera solidaria y dialógica con los más diversos sectores del país, especialmente con aquellos con menores oportunidades.
Nuestra acción social posibilita una construcción dialógica entre la Universidad y los más diversos sectores sociales de nuestro país, pero sobre todo los vulnerabilizados. Es una oportunidad para que docentes y estudiantes se acerquen a otras formas de conocimiento que se aprehenden, cuando salimos de las aulas universitarias e interactuamos con las realidades nacionales. Con esta oportunidad crece la universidad y las comunidades en un aprendizaje mutuo.
Desde la Acción Social hablamos de solidaridad, del bien común, de fortalecer los grupos y comunidades excluidas y con menos oportunidades, de generar procesos de liberación y el desarrollo de las capacidades comunitarias. Esas son principalmente las comunidades y grupos sociales con los que queremos compartir desde las ciencias sociales y desde todos los ámbitos del quehacer universitario.
– ¿Cuáles ideas han sostenido su gestión durante este tiempo al frente de la VAS?
MJ: Mi gestión no se encuentra fuera de la controversia y de las ambigüedades a las que se enfrenta la acción social o la extensión universitaria en las muchas universidades latinoamericanas en la actualidad.
Con la extensión no solo se busca vincular los procesos de enseñanza y creación de conocimiento con los grandes problemas nacionales y necesidades de los sectores populares de la sociedad, sino que ha permitido articular proyectos políticos-académicos que implican una manera de hacer universidad.
Tenemos en la actualidad dos modelos principales de hacer acción social o extensión en la mayoría de los países latinoamericanos, uno que sostiene que todas las actividades que se hacen son extensión: por ejemplo, la difusión cultural, divulgación científica y transferencia tecnológica. El otro es una mezcla de las ideas de la educación popular y la investigación-acción-participación o extensión crítica en algunas universidades uruguayas o extensión popular en universidades brasileñas.
El III Congreso Universitario marcó un camino para la Vicerrectoría, se trata de aprender, formarnos mutuamente y compartir conocimientos. María Eugenia Dengo, vicerrectora de Acción social de 1974 – 1976, indicaba que “el contenido característico de la acción social ha de ser la interrelación con la sociedad costarricense, que sustente y dé sentido a la Universidad y a la que por lo tanto, la Universidad se debe. No es simplemente el criterio de proyectarse a la sociedad o de realizar extensión de las aulas hacia ella. Es trabajar de cara a la sociedad en labor recíproca de dar y recibir y de enriquecer continuamente el contenido de Acción Social”.
–¿Cuáles son los principales logros alcanzados desde que usted asumió el cargo?
MJ: Los logros alcanzados han sido producto de una serie de esfuerzos e iniciativas colectivas, han participado comunidades, estudiantes, docentes de todas las unidades académicas, funcionarios y funcionarias de la VAS. Por ello quisiera reconocer algunas de esas acciones formuladas y ejecutadas por los responsables de cada instancia:
Para empezar, la VAS brinda acompañamiento, talleres y asesorías a nueve programas de Acción Social, 116 proyectos de Extensión Cultural, 453 de la Sección de Extensión Docente (292 de Educación Permanente, 67 Servicios especiales y 94 de Trabajo en comunidad) y 156 proyectos de Trabajo Comunal Universitario. Esta labor cotidiana es fundamental para el desarrollo de los proyectos.
“La máster Jiménez es una persona que ha impulsado sobre manera la acción social en las comunidades del Golfo de Nicoya y ha impulsado proyectos en regiones altamente vulnerables», así se refirió a ella el rector Henning Jensen Pennington, al nombrarla en el puesto en mayo del 2016. Jiménez se había desempeñado como Directora de la Sede del Pacífico de la UCR.
Específicamente quisiera resaltar algunos proyectos de las diferentes secciones que cumplieron una labor muy importante durante este año 2017:
El 2017 constituyó para la Vicerrectoría de Acción Social, y en general para la Universidad de Costa Rica, un año de grandes logros en el trabajo junto a Pueblos Indígenas. Las acciones del Plan Quinquenal para Pueblos Indígenas permitieron la realización de tutorías académicas a más de 400 estudiantes de décimo y undécimo año, de 11 colegios en territorios indígenas. Esta acción institucional fue posible mediante el trabajo conjunto entre la Universidad y las comunidades educativas de los colegios. Asimismo, se apoyó a 33 estudiantes de primer ingreso provenientes de territorios y pueblos indígenas en su proceso de adaptación a la vida universitaria.
Un hecho relevante para el 2017, fue el avance en la conformación de una Red Institucional para el trabajo con Pueblos Indígenas. La creación de esta Red permitirá a la Universidad tener una instancia que articule los diferentes proyectos de Acción Social y de otras vicerrectorías que se llevan a cabo en territorios, lo cual facilitará espacios de intercambio entre las iniciativas y un mejor uso de los recursos institucionales.
ED-74 “Atención Psicosocial ante situaciones de desastres y emergencias”, de la Escuela de Psicología”. Brinda atención psicosocial frente a emergencias y desastres ocurridos en la Universidad de Costa Rica y a nivel nacional cuando la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y atención de Emergencias lo convoca.
ED- 3207 “Construyendo un Modelo de Gestión Educativa Territorial” de la Escuela de Administración Educativa, el cual genera herramientas y un estilo de educación desde lo no formal en líderes y lideresas de Upala, además de emprender las acciones que se implementarán en el marco de recuperación del Huracán Otto.
TCU – 596 “Apoyo a la gestión local comunitaria en Costa Rica” de la Escuela de Geografía, el cual entrega a las organizaciones de base de las comunidades, la valoración integral de su espacio rural realizado mediante vinculo estratégico con la Asociación de Desarrollo Integral u organizaciones de productores comunitarios.
TCU-509 “Prevengamos los riesgos ante los desastres”, de la Escuela de Trabajo Social. El proyecto consistía en la gestión del riesgo de la localidad y el fortalecimiento de la gestión articulada entre diversos actores locales e institucionales.
TCU-486 “Contribución a la conservación y revitalización de la cocina tradicional costarricense”, de la Escuela de Nutrición, cuyo objetivo fue contribuir con acciones educativas, de investigación-acción, difusión y producción de materiales diversos sobre la cocina tradicional costarricense.
EC-408 – “Diversidad lingüística” es un proyecto que trabaja en documentar y revitalizar de las lenguas indígenas costarricenses.
El programa PROIN que como proyecto nació en el año 2009 para ofrecer a la población con discapacidad cognitiva moderada, la oportunidad de incluirse en el ambiente universitario a través de cursos libres que les permite cumplir con su derecho a la educación continua y a su desarrollo personal y social con dignidad. Un logro de la VAS fue la consolidación de este proyecto como Programa Institucional, lo que ha convertido a nuestra universidad en líder de la inclusión de personas con discapacidad, para convertirnos en la Universidad para realmente todos y todas.
El Programa Institucional para la Persona Adulta y Adulta Mayor (PIAM) se ha posicionado como un referente a nivel nacional e internacional en temas relacionados con la vejez y el envejecimiento, particularmente en lo que respecta a la educación para mayores. Razón por la cual participó durante el 2017 en distintos espacios vinculados al Ministerio de Salud Pública, Red de Atención Progresiva para el Cuido Integral de las Personas Adultas Mayores, Consejo Nacional de Rectores, Encuentro Mundial de Zonas Azules, intercambio internacional con la Universidad de Alicante PUAM-UA y la Universidad de Extremadura;
Las “Iniciativas Estudiantiles” reunieron este año un total 26 propuestas. Las poblaciones con las cuales se trabajó fueron: población joven e infantil (60%), mientras que el 40% de los proyectos trabajaron con personas adultas. Se logró la consolidación del grupo de jóvenes «Liderazgo juvenil Salitre», el fortalecimiento de la RED de colectivos de mujeres de occidente y culminación de exposición fotográfica «Mujeres transformando espacios» en el Museo de San Ramón y la articulación con gobiernos locales, como Tucurrique y Curridabat (por medio de la Casa del Pueblo en Granadilla).Mediante la Resolución VAS-08-2016 sobre Trabajo Comunal Universitario, proyectos de Extensión Docente y Extensión Cultural y en coordinación con el despacho de la Ministra de Educación, se busca fortalecer la educación secundaria en el país.
Para la vicerrectora de Acción Social, el trabajo y el compromiso de los diferentes funcionarios y funcionarias de la VAS, hace posible que la UCR se acerque a las diferentes comunidades y poblaciones del país en una construcción mutua de conocimientos. Fotografía: Archivo VAS-UCR.
Los trabajos comunales afines a la temática educativa, así como otros proyectos de la VAS como Tutoría Indígenas, Habilidades para la vida de la Facultad de Educación, trabajan no solamente en reforzar los contenidos en materias de alto índice de exclusión escolar, sino que se realizaron actividades lúdico-creativas que benefician el desarrollo integral de los estudiantes de secundaria y de los universitarios. Durante el 2017, la Vicerrectoría de Acción Social cuenta con 177 proyectos de TCU, ED y EC en el tema educativo para un aproximado de 316 mil horas anuales dedicadas a este fin.
La Sección de Extensión Cultural tuvo a cargo la organización de una serie de actividades culturales y académicas en torno a la celebración de las declaratorias Por la Madre Tierra del año 2016 y Las Universidades públicas por la Vida, el diálogo y la Paz del 2017.
Se ejecutaron 20 proyectosde Fondos Concursables VAS. Estos proyectos se formularon desde unidades académicas, como Ciencias básicas, Agroalimentarias, Salud, Ciencias, Artes y Letras, instituto Clodomiro Picado, Centro Investigaciones Agronómicas, Sede del Caribe, del Pacífico y Recinto de Golfito.
Los proyectos abarcaron prácticamente todas las regiones y provincias del país, y beneficiaron a poblaciones diversas, como comunidades indígenas, niños y niñas sordas del Centro Nacional de Educación Especial Fernando Centeno Güell, poblaciones de Puntarenas, maestros y maestras de territorios indígenas, agricultores orgánicos, consumidores, productores y procesadores de savia del coyol, docentes de preescolar y primaria del MEP de Golfito, mujeres participantes del Programa Estilos de Vida Saludable, estudiantes de colegios públicos, mineros del Distrito de la Sierra, mujeres en la dinámica de tráfico de drogas, población nativa y migrante de las regiones bananeras.
Se creó la Comisión interdisciplinaria por la justicia penitenciaria (CIJPE) como resultado del proceso de trabajo con el Ministerio de Justicia y Paz, desde la Unidad de Programas Institucionales y en conjunto con las Escuelas de Psicología, Antropología, Trabajo Social, Química, Ciencias Políticas, la Facultad de Derecho y proyectos de iniciativas estudiantiles.
El proyecto Habilidades para la vida es uno de los campos de trabajo de acción social, en conjunto con la Facultad de Educación, dirigido a jóvenes de secundaria de zonas alejadas del Gran Área Metropolitana, que ha venido a incrementar notablemente sus opciones de ingresar a la educación superior pública. Fotografía: Archivo ODI-UCR.
Los Campamentos de Desarrollo Humano, hacia el acceso universal de la educación es una propuesta intersedes, que se realizó durante los meses de enero, febrero y marzo 2017 en la Sede de Guanacaste, la Sede de Occidente, la Sede de Caribe, la Sede de Turrialba, la Sede de Pacífico, así como los Recintos de Golfito, Guápiles, Santa Cruz, Paraíso y Grecia. Se ofrecieron 355 a una población directa 4041 personas en el marco de 355 actividades educativas. Las temáticas fueron diversas, temas de medio ambiente, campamentos de marimbas y de conservación de murciélagos, y un campamento de trompetas.
Foro de Acción Social hacia la universidad de los saberes, por el bien común se inscribe como parte de las actividades de conmemoración de los 100 años de la Reforma de Córdoba y es un gran esfuerzo realizado por 46 unidades académicas que han reflexionado sobre su quehacer y el de las VAS. Se ha generado una histórica cantidad de materiales sobre la acción social y su papel en la Universidad. Solamente la unidad de Comunicación de la VAS generó más de 20 videos sobre el tema.
–En su criterio, ¿cuáles aspectos del quehacer de la Vicerrectoría de Acción Social se deben fortalecer?
MJ: Podría mencionar algunos aspectos señalados por las unidades y que comparto:
– Debemos superar la excesiva tramitología y dar paso a procesos más sencillos y fluidos. A partir del próximo año, iniciaremos con la puesta en marcha de una manera diferente de trabajar desde la VAS, espero que esta manera de trabajo contribuya a solucionar estas dificultades.
– Debemos fortalecer el reconocimiento a la labor de la acción social, me parece fundamental darle el mérito a quienes dedican su trabajo para que esta institución se siga considerando, por las comunidades y por muchos grupos sociales, humanista y solidaria. Desde la VAS debemos insistir y dar herramientas para la sistematización del conocimiento generado fuera de las aulas universitarias y revisar las evaluaciones aplicadas para el puntaje que se asigna. También creo que las unidades académicas deben, de acuerdo con sus planes de desarrollo y competencias, asignar más recursos a la acción social.
– Mayor claridad de todos los que participamos en este vínculo universidad – sociedad, sobre los alcances y lo que definitivamente no es Acción Social.
– Formación y preparación académica de los proyectistas de Acción Social en temas fundamentales para el desempeño en este pilar universitario.
–¿Cuántos proyectos de Acción Social se encuentran en etapa de ejecución?
MJ: Por medio de la acción social se defiende la universidad pública, a través de más de 700 proyectos presentados por docentes y estudiantes de las más diversas unidades académicas, por medio de los programas de Acción Social como PROIN, PIAM, KIOSKOS AMBIENTALES, PEA, entre otros.
Estamos desarrollando una Unidad de graduados y graduadas, lo primero es contar con una base de datos para tener información actualizada sobre la población graduada. Este es un primer vínculo que nos ha permitido recibir insumos de estas personas con solicitudes, propuestas y ansias de volver a estar en contacto con la Universidad.
Se inició la estrategia institucional Red Alumni UCR, la cual pretende enlazar el trabajo de las diferentes Unidades con la población graduada para dar atención integral, al tiempo que se recupere la especificidad de cada área, desde metodologías colaborativas. Desde esta red se realizará un plan de trabajo para una primera etapa de acercamiento con la población graduada durante todo el 2018.
Adicionalmente, como proyecciones, estamos planteando levantar una estrategia de apoyo profesional a comunidades (Consultorios) junto con la Unidad de programas institucionales de Acción Social. En la misma línea, estaremos incorporando a la población graduada a los proyectos que se desarrollan en las comunidades y abriendo espacios para la incorporación de grupos artísticos, deportivos y recreativos de ex alumnas-os que quieran volver a ser parte de la Universidad.
Otro proyecto importante es la Escuela de Verano organizada por la Unión Latinoamericana de Extensión Universitaria, la UNA y la UCR. Esta escuela de verano de Extensión Universitaria y Acción Social será́ un espacio de formación, para docentes y estudiantes de universidades Latinoamericanas, que permita teorizar y discutir sobre los abordajes teórico-metodológicos de la Acción Social, la producción de conocimiento, los procesos organizativos, reivindicativos y de interacción con las comunidades, las cuales también serán participantes de la Escuela.
Con la Escuela de Verano y con el Manifiesto sobre el posicionamiento político de la Acción Social, concluiremos un foro histórico para nuestra institución justo en el marco de la celebración de la Reforma de Córdoba. Uno de los nuevos conceptos que se deberán incluir en las agendas políticas de las universidades de América Latina, será sin duda el de Acción Social o Extensión Crítica.
El tercer proyecto que desarrollaremos desde la VAS durante el 2018 es la EXPO UCR en las regiones, como parte de la celebración del año de la Regionalización. Cada sede universitaria organizará, en el marco de esta conmemoración y en colaboración nuestra, la presentación de los proyectos académicos importantes para las regiones y el país. Aprovecharemos el año de la Regionalización para hacer un reconocimiento al docente que se haya destacado en la Acción Social con el otorgamiento del premio María Eugenia Dengo.
–¿Cuáles son los principales derroteros de la acción social hacia los que la UCR se está enrumbando?
MJ: Las contradicciones que tenemos a lo interno, cómo enfrentarlas y cómo continuar, nos motiva a organizar una reflexión institucional que oriente nuestro quehacer hacia una construcción participativa de lo que debe ser Acción Social en la UCR, esa es la razón principal por la que organizamos un foro en el 2016 y que concluye con la visita de Boaventura de Sousa Santos en abril del próximo año.
Debemos repensar y revisar cómo funciona la Vicerrectoría de Acción, desde la estructura funcional, hasta los conceptos que estamos manejando. Si bien es cierto la Vicerrectoría nace como una Vicerrectoría de Acción Social, mantenemos ideas extensionistas que debemos superar, sobre todo en un contexto que cobra mayor importancia el trabajo en redes y no la departamentalización de los saberes y los espacios.
Algo similar ocurre en las unidades académicas cuando prevalece el interés por lo académico, sin tomar en cuenta las necesidades del otro. Por esta razón, nos hemos dado a la tarea de analizar, desde la Vicerrectoría, las comunidades y las unidades académicas, la manera en cómo estamos formulando proyectos, sobre las herramientas metodológicas y administrativas utilizadas, la forma en cómo queremos acercarnos y reconocer a las comunidades, el concepto de la Acción Social que debemos utilizar para ser coherentes con los principios y valores institucionales. Este enorme trabajo nos lleva a redefinir y reivindicar la acción social y lo que esto significa para una universidad estatal como la nuestra.
Otra gran tarea es continuar motivando, facilitando y apoyando a las unidades académicas, para que incluyan en sus agendas de trabajo en red y de manera interdisciplinaria y transdisciplinaria, la atención de grandes problemáticas nacionales como: el fortalecimiento de la educación en nuestro país por medio de los Campamentos de Desarrollo Humano y el TCU, la inclusión de los pueblos indígenas, la accesibilidad y oportunidades para la población con discapacidad, los consultorios universitarios, solidarios y gratuitos, los derechos humanos, el desarrollo comunitario y fortalecimiento global, la salud, el arte, las tradiciones, el desarrollo ambiental sostenible y la socio productividad.
–¿Qué cantidad de recursos han sido asignados en este último año a la acción social?
MJ: Para el año 2017, el presupuesto ordinario para la Acción Social de la Universidad de Costa Rica asciende a ¢ 7,908.4 millones, el cual corresponde a los recursos del Fondo de Educación Especial para la Educación Superior (FEES) que se destinan para fortalecimiento de la acción social, divulgación e información.
Dentro de la estructura programática de la Universidad de Costa Rica, el presupuesto de la Acción Social se distribuye en los procesos de Divulgación e información, el cual incluye un presupuesto de ¢4,126.4 millones, distribuidos entre los tres medios de comunicación institucional, el Semanario Universidad, las Radioemisoras, el Canal UCR, así como la Oficina de Divulgación e Información.
Por otro lado, las actividades de apoyo para la acción social se distribuyen principalmente en el aporte de recursos para el desarrollo de proyectos de extensión docente, extensión cultural o trabajo comunal universitario, así como las unidades de apoyo de la Vicerrectoría para el desarrollo de los mismos, financiamiento para las colecciones y museos y recursos para la convocatoria de fondos concursables para la acción social, cuyo presupuesto total asciende a ¢2,818.4 millones.
Se destina, también un presupuesto para el teatro universitario (¢97.3 millones), para el Centro Infantil Laboratorio, entre otros (¢313.2 millones), así mismo, la institución mantiene el presupuesto correspondiente a los compromisos adquiridos y que a la fecha se encuentran en proceso de liquidación, cuyo monto asciende a un presupuesto de ¢553 millones.
En lo correspondiente a la distribución de ₡260.000.000,00 (doscientos sesenta millones de colones) de la línea estratégica de regionalización, esta Vicerrectoría utilizó, ₡90.388.909,98 en 14 proyectos inscritos mediante el programa de Regionalización de la Vicerrectoría de Acción Social, que impulsa la formulación de proyectos en las regiones del país, con el fin de lograr objetivos específicos de desarrollo local en un período determinado, en una localización específica delimitada, con un impacto esperado y una forma integral de abordar el desarrollo humano. ₡93.859.805,29 se distribuyeron en los Campamentos de Desarrollo Humano, Encuentros Comunitarios, Etapas Básicas de Música, el Plan Maestro Upala para la atención del Huracán Otto, proyectos y programas que atienden lo sucedido con la Tormenta Nate, así como otros apoyos adicionales a proyectos inscritos en la Vicerrectoría. Finalmente se otorgaron ₡80.000.000,00 (ochenta millones de colones) para nombramientos de docentes que tienen a cargo proyectos en las sedes.