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Etiqueta: Acción Social

UCR: Proyectos de Acción Social realizarán abordajes sobre los impactos de la COVID-19 en las comunidades gracias a fondo de FUNDAVAS

Convocatoria para el Fondo de Incentivos FUNDAVAS está abierta hasta el 30 de octubre

El Fondo de Incentivos para el Desarrollo de Proyectos de Acción Social en el contexto de la COVID-19 es una iniciativa para la puesta en marcha de proyectos financiados con un fondo proveniente del presupuesto de la Fundación de la Universidad de Costa Rica. El objetivo principal de este fondo es el abordaje de los impactos provocados por la emergencia sanitaria COVID-19 en los ámbitos social, económico, educativo, cultural, entre otros.

“Los fondos concursables de la Fundación, a los que hemos denominado FUNDAVAS surgen de una decisión histórica importante de la Junta Directiva de la Fundación UCR que decide utilizar unos fondos que no se lograron ocupar debido a la pandemia para el beneficio de las comunidades y de los proyectos de investigación, de docencia y de Acción Social en general”, comentó Sandra Araya Umaña, Vicerrectora de Acción Social.

Debido al contexto actual, los proyectos por ejecutarse deberán implementar procesos de virtualización y se le dará prioridad a aquellas propuestas orientadas al abordaje integral de ejes temáticos como:

  • Prevención de la violencia contra las mujeres, la población infantil y las personas jóvenes, personas con discapacidad y población adulta mayor.
  • Derechos humanos de las poblaciones vulnerabilizadas por etnia, condición migratoria (particularmente en zonas geográficas fronterizas y costeras) y pobreza (situación de calle, cuarterías, entre otros).
  • Fortalecimiento de las capacidades socioproductivas de las microempresas.
  • Educación para la innovación en las formas de producción sostenible (seguridad alimentaria, agroecología y economía social solidaria).
  • Salud mental comunitaria a través del fortalecimiento de vínculos colectivos.
  • Gestión cultural como factor para el desarrollo económico y social.
  • Brecha digital frente a la exclusión en el sistema educativo.
  • Gestión del riesgo con énfasis en comunidades vulnerabilizadas.

Los proyectos podrán participar en dos modalidades: como proyectos nuevos que ya posean un diagnóstico documentado sobre la problemática que abordarán o como redes de acción social que articulen proyectos en torno a una zona, un tema o una población para un abordaje integral y estratégico.

La modalidad de redes se orienta a la promoción del trabajo colaborativo entre proyectos vigentes de acción social. Sus objetivos principales se centran en construir una comunidad de aprendizaje entre proyectos de distintas unidades académicas para la reflexión de las prácticas desarrolladas y el intercambio de experiencias, generar productos o resultados concretos que aporten al mejoramiento de la vida de las personas y articular capacidades, experiencias y recursos para impactar de manera más efectiva en un territorio que presente bajos índices de desarrollo o problemáticas sociales prioritarias de atender.

Las redes deberán ser propuestas por al menos, dos proyectos de acción social, se debe especificar la unidad base desde la que se coordina la red, justificar detalladamente la pertinencia de la red propuesta a partir de las necesidades identificadas en los proyectos involucrados, detallar la metodología que se aplicará, orientar los objetivos y las metas a la organización de la red e incorporar un objetivo de sistematización del proceso.

Los proyectos, en cualquiera de las dos modalidades, contarán con un presupuesto máximo de ocho millones de colones. Para los proyectos nuevos de Trabajo Comunal Universitario, el financiamiento del primer año se realizaría por medio de los fondos de FUNDAVAS y para los años posteriores, deberán solicitar recursos de los fondos ordinarios de la Vicerrectoría de Acción Social.

 Fechas importantes

  • Del 25 de septiembre al 30 de octubre del 2020, se deben remitir las propuestas a la dirección de correo electrónico vas@ucr.ac.cr. Para la presentación de la propuesta las personas coordinadoras deberán presentar un oficio de la dirección de la unidad académica, en el cual se confirma la participación del proyecto, copia del acta de la comisión de acción social o del consejo científico correspondiente, con su respectivo aval, propuesta en el Sistema Institucional Plan Presupuesto (SIPPRES), cuyo estado sea “aprobado”, documentación adicional según lo indicado en el apartado de requisitos y la formulación presupuestaria según la plantilla de desglose del presupuesto.
  • Del 29 de septiembre al 23 de octubre del 2020, el personal de la VAS brindará asesoría a las personas docentes interesadas en participar. Los espacios de asesoría se habilitarán según se solicite en el formulario en línea disponible en: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeQMUcKT9-GDDDyIU73rD-qY_rDSUIicqnhGt50b8I8V0ak5w/viewform
  • Del 2 al 18 de noviembre del 2020, se evalúan las propuestas presentadas. Las Comisiones de Acción Social y los Consejos Científicos evalúan las propuestas según el siguiente instrumento antes de la presentación a la VAS para la continuidad del proceso.
  • El 20 de noviembre 2020 se comunicarán los resultados.
  • Del 30 de noviembre al 15 de diciembre 2020, se inscriben los proyectos ganadores en la Vicerrectoría.

“Hago un llamado a la comunidad académica para que aprovechemos esta oportunidad derivada de una decisión de la Junta Administradora, en aras de maximizar las finanzas y el presupuesto para colocarlo al servicio de la comunidad nacional. Ahora lo que necesitamos es esa creatividad, esa criticidad y, por supuesto, el compromiso que ya tenemos de la comunidad universitaria para la presentación de las propuestas”, indicó Araya.

Para mayor información, llame a los teléfonos 2511-5272, 2511-1182, 2511-1185 y 2511-5280, o escriba al correo electrónico fondoincentivoscovid.vas@ucr.ac.cr. También puede visitar el portal de la Vicerrectoría de Acción Social https://accionsocial.ucr.ac.cr/fondoincentivoscovid o consultar la circular VAS-38-2020.

La convocatoria se habilitará del 25 de septiembre al 30 de octubre y su fin primordial es el abordaje de los distintos impactos provocados por la emergencia sanitaria COVID-19.

 

Natalia Odio González (Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social, UCR).

Danza Universitaria continúa cerca de la gente

Por medio de talleres virtuales

Aunque sea de manera virtual, Danza Universitaria no ha dejado de estar presente en las distintas comunidades del país y desde marzo ha desarrollado una serie de espacios para diversos públicos, con el fin de continuar con su labor en el área de acción social y adaptar su trabajo a las circunstancias actuales.

Estos espacios de intercambio y capacitación surgieron como respuesta a la necesidad de mantener los talleres y actividades que realiza la compañía y ampliarlos a otros públicos.

Es así que surgieron diversos proyectos virtuales, enmarcados dentro de la iniciativa Comunidades en Línea con Danza U, como Bailemos de larguito, a cargo de Minor Gutiérrez, que inició como una colaboración con la Municipalidad de Montes de Oca para impartir clases de bailes populares a la población del cantón. No obstante, más adelante se abrió para personas de cualquier rincón del país.

Según comentó Gutiérrez, este espacio, más que una clase de baile, tiene como objetivo mantener a las personas en movimiento, socializar y colaborar con la salud mental.

“El baile es una excusa para que nos movamos, para que hagamos ejercicio. Es salud mental para alejarnos un poco de toda la situación, dedicarnos a nosotros, concentrarnos en el baile, en la música, en los demás compañeros”.

Las clases se imparten por medio de la plataforma Zoom los lunes y jueves a las 5:30 de la tarde, e incluye ritmos como bolero, salsa, cumbia, merengue, paso doble y mambo, entre otros.

Para Gutiérrez esta ha sido una experiencia que le ha gustado mucho, pues significa un reto en la forma de enseñar, así como el aprendizaje tecnológico y técnico que implica. Además es una modalidad que podría mantenerse aún después de la pandemia.

Otro de los talleres que se está llevando a cabo es el de Acondicionamiento físico integral, que está dirigido a bailarines y bailarinas profesionales.

Karen Elizondo es la facilitadora y ella manifestó que el objetivo de este curso es mantener el nivel físico de los profesionales de la Danza que han tenido que dejar su entrenamiento habitual por la cancelación de espectáculos y otras actividades. En este sentido, las clases están orientadas a mejorar la fuerza y aumentar la resistencia muscular.

El curso está adapatado a un espacio pequeño y al uso de materiales caseros. Para Elizondo la experiencia ha sido de mucho valor, pues ella no había incursionado en cursos en línea y esto le ha permitido, a parte de conocer mejor la herramienta, preparar las clases desde otras perspectivas para que quienes asisten puedan seguir de manera correcta los ejercicios que se realizan.

Por su parte, Adriana Cuellar, bailarina que está participando de este taller, agradeció a Danza Universitaria que haya abierto este espacio, pues le ha permitido mantener de alguna manera el movimiento y ejercicio que necesita cualquier bailarín, además indicó que el profesionalismo y la dedicación de la profesora son puntos que han hecho las lecciones muy satisfactorias.

Las clases se imparten los lunes y jueves a las 7 de la noche.

Una de las características que han tenido tanto el curso de Bailemos de larguito como el de Acondicionamiento físico es que han contado con la participación de personas en el extranjero.

Para los adultos mayores se desarrollaron los talleres de Movimiento Creativo y Estabilidad en Movimiento a cargo de Gloriana Retana.

El primero está dirigido a personas entre 50 y 80 años con el propósito de mejorar la calidad de vida y salud de esta población, asi como el disfrute de los movimientos del cuerpo y para despejar la mente.

Mientras que el otro taller es para personas mayores de 80 años y surgió pues Retana pensó en su abuela y en cómo mantenerla activa a raíz de la pandemia. El objetivo de estas clases se centra en mantener la energía, la movilidad articular y el buen dormir de las personas. Para realizar estas lecciones se necesita una silla y la persona debe contar con alguien que le ayude tanto para realizar los movimientos, como para el uso de la tecnología.

“Para mí esta experiencia ha sido un regalo absoluto porque es la manera de colaborar desde tu campo artístico. Ha implicado reinventarme yo desde el movimiento, en la sensación, conciencia corporal y el disfrute a partir de cosas mas simples. Me ha dado la oportunidad de trabajar con una población que siempre había querido y ha sido muy satisfactorio el resultado y la importancia de ese ratito a la semana para poder ayudar a otra gente”, destacó Retana.

Para más información se puede ingresar a la página de Facebook de Danza Universitaria o comunicarse al teléfono 2511-5579.

 

Foto: Bajo la iniciativa del proyecto Comunidades en Línea con Danza U, la compañía se ha mantenido activa realizando diversos talleres virtuales para distintos públicos (imagen con fines ilustrativos). Foto: Anel Kenjekeeva.

Andrea Marín Castro
Periodista, Oficina de Divulgación e Información

UCR: Proyectos de Acción Social seguirán conectados con las comunidades

Vicerrectoría de Acción Social pone a disposición 1000 chips telefónicos para estudiantes y personas de las comunidades vinculadas a los proyectos

La entrega de chips telefónicos forma parte de las medidas impulsadas por la Vicerrectoría de Acción Social para la reactivación paulatina y la continuidad de los proyectos de Acción Social en el marco de la emergencia nacional generada por la pandemia del COVID-19. Fotografía de Natalia Odio González.

El pasado lunes 25 de agosto, la Vicerrectoría de Acción Social (VAS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) entregó 40 chips telefónicos prepago a diversos proyectos de Acción Social. Esto con el objetivo de seguir apoyando el trabajo de vinculación con las comunidades en tiempos de pandemia.

“Esta es una gestión de hace varios meses liderada por la Vicerrectora de Acción Social y de la que hoy se ven los resultados con la entrega de los primeros dispositivos. Esperamos que pronto se vean los frutos, pues la situación de la pandemia nos ha obligado a pensar en muchas alternativas que antes ni hubiésemos considerado aplicar y ahora nos toca seguir en el haciendo-aprendiendo”, expresó Dorys Mercado, encargada de la administración del edificio de Educación Continua y de la entrega de chips.

En total, se cuenta con 1000 chips prepago para ser asignados de manera equitativa y racional a los proyectos que lo soliciten, de manera que puedan ser entregados a estudiantes y personas de las comunidades que los requieran para posibilitar la continuidad de las actividades del proyecto, siempre respetando las medidas de distanciamiento social. Estos chips cuentan con WhatsApp ilimitado y se recargan de forma automática por un periodo de 3 meses.

Este miércoles 26 de agosto, fecha en que se celebró el 80 aniversario de la Universidad de Costa Rica, se hizo entrega en la comunidad fronteriza de San José de Upala parte de estos dispositivos, una muestra del compromiso institucional para seguir conectados con las comunidades a pesar de las limitaciones que presenta el contexto actual.

“En nuestro caso, estos chips fueron entregados a 10 líderes y lideresas de comunidades de San José de Upala, que conforman el equipo técnico-pedagógico de la escuela sociocomunitaria en la que estamos trabajando. A través de esto, van a poder comunicarse libremente entre ellos y en los procesos de formación que nosotros les estamos organizando, porque son personas cuyos recursos económicos son limitados y no pueden estar subvencionando el costo telefónico de las llamadas para recibir las capacitaciones”, indicó Adilia Solís Reyes, coordinadora.

Hasta ahora, se han solicitado chips para apoyar gestiones en cantones como Limón, Guanacaste, Pococí, Upala, entre otros y se espera que en los próximos días más proyectos realicen sus solicitudes. Se harán entregas a proyectos de Extensión Docente, Extensión Cultural, Trabajo Comunal Universitarios e Iniciativas Estudiantiles.

“En el ED-3245 damos asesoría a pequeñas empresas de alimentos. Solicitamos los chips porque ya que no podemos visitar las empresas, y para que se sientan acompañadas en los procesos les damos seguimiento por medio de llamadas telefónicas. Esperamos que los y las asistentes y docentes que colaboramos podamos realizar estas llamadas, involucrarnos en grupos de WhatsApp con las empresas para resolver consultas y brindar charlas virtuales vía Zoom. Los chips son el complemento que necesitamos para mantenernos en contacto y realizando de forma efectiva este trabajo», expresó Ana María Quirós Blanco, coordinadora del proyecto “Servicios de capacitación y asesoría para micro y pequeñas empresas procesadoras de alimentos en la provincia de Guanacaste” (ED-3245).

Además de la entrega de chips, desde la VAS se han gestado diversas iniciativas orientadas a fortalecer la acción social y facilitar la planificación y el diseño del proceso de virtualización de los proyectos.

“Estamos haciendo historia ante un hecho inédito, una pandemia mundial. Tuvimos que reconfigurar la Acción Social a partir de la virtualidad, por lo que realizamos distintos esfuerzos como la plataforma de UCR Global, hicimos un análisis de cuáles son los cantones y los distritos en que tenemos proyectos para evaluar los niveles de conectividad y hemos hecho lo necesario para que la universidad mantenga el vínculo con las comunidades” indicó Sandra Araya Umaña, vicerrectora de Acción Social.

Para los próximos meses, se proyectan nuevas medidas que refuercen el trabajo realizado para la virtualización de los procesos de acción social y que permitan que cada vez más comunidades permanezcan conectadas con los proyectos que han apoyado por tanto tiempo.

“La pandemia vino a revelar las grandes desigualdades sociales que prevalecen en Costa Rica y eso no lo podemos negar. Estas desigualdades se vuelven más evidentes cuando hablamos de conectividad y vemos que hay diferencias entre comunidades, grupos y familias, por lo que estamos haciendo un gran esfuerzo por llegar a estas comunidades desde la virtualidad. Sabemos que habrá nuevas medidas por tomar, estamos proyectando iniciativas en la radio, teléfono, correos, incluso por medio de giras específicas para la entrega de material porque la Acción Social no se va a detener por la conectividad, esa es la consigna que tenemos”, indicó Araya.

RUTA PARA ADQUIRIR LOS CHIPS TELEFÓNICOS

Para realizar la solicitud de los chips se debe completar el formulario correspondiente. La información recopilada será valorada por la VAS, procurando su distribución equitativa entre los proyectos solicitantes y considerando la justificación detallada, las necesidades específicas y la disponibilidad. No existe un límite de chips por proyecto, por lo que cada docente o persona encargada podrá solicitar la cantidad que requiera.

“La Vicerrectoría de Acción Social es absolutamente respetuosa del conocimiento y la experiencia de cada persona responsable de los proyectos, por tanto, son estas personas las que nos van a decir cuántos chips necesitan y nosotros se los vamos a distribuir. Por supuesto, al ser un bien público, necesitamos que haya un buen uso de los chips entregados, por lo que el o la docente se hará responsable de los dispositivos”, agregó Araya.

Una vez evaluadas las solicitudes, el resultado será comunicado formalmente al proyecto por medio del correo electrónico institucional. Para el retiro de los chips, la persona responsable del proyecto deberá completar y remitir a la VAS, debidamente firmada, la carta de compromiso que se remite en la circular VAS-32-2020.

Finalmente, se realizará la entrega de los chips de manera presencial a la persona docente responsable del proyecto. El servicio contará con: un paquete de 2GB de datos para navegación en Internet, 35 minutos de llamada de voz, 50 mensajes de texto SMS, WhatsApp ilimitado y acceso a dominios ucr.ac.cr sin consumo de datos.

 

Natalia Odio González
Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social

TCU de la UCR apoya a 56 estudiantes de colegios públicos para realizar exámenes de MATEM

Dos retos principales por la pandemia del COVID-19: virtualizar el proyecto de Acción Social y dar acceso a internet a la población estudiantil colegial

El pasado 6 de agosto, estudiantes de secundaria realizaron examen de MATEM apoyados por el TC-725.

Un total de 56 estudiantes del ciclo diversificado de secundaria de los Liceos de San Antonio y Calle Fallas de Desamparados realizaron las pruebas de MATEM con el apoyo académico del proyecto de Acción Social de la UCR llamado: “Éxito en MATEM: Potencializando nuestros futuros estudiantes” (TC-725), el pasado 8 de agosto del 2020.

Las universidades públicas tienen dentro de sus planes de estudio, el primer curso de matemáticas conocido como Precálculo. Dentro de sus acciones realizan durante el año colegial, tres exámenes denominados como MATEM; si los aprueban, no deben llevar dicho curso.

Por tal razón los colegios, en especial privados, preparan a la población estudiantil para que aprueben dichos exámenes, colocando en desventaja a la población estudiantil pública.

Ante esta situación, la UCR busca equidad y acompañamiento en los colegios públicos y el TC-725 trabaja con este grupo de jóvenes, algunos con limitaciones económicas; para que logren dicho objetivo.

“Ver jovencitos que están dando su mayor esfuerzo, tratando de obtener buenos resultados y los están obteniendo. Me siento muy orgullosa y a la vez, saber que estamos impactando a la sociedad de buena manera. No solo el TCU permite dar contenidos matemáticos a los estudiantes, sino un acompañamiento más integral, que no sea solo académica, sino personal” explicó Stephanny Espinoza, tutora del proyecto TC-725 en el Liceo de Calle Fallas.

Del total de 56 estudiantes, 8 son del Liceo de Calle Fallas y 48 del Liceo de San Antonio. “Para mi ha sido una gran oportunidad, una gran experiencia, con este proyecto de MATEM voy más tranquila, más relajada [al examen]. Es más, sino paso el examen, el curso me ha ayudado a crecer, a ser más responsable”; enfatizó Sirene Valencia, estudiante del Liceo de Calle Fallas.

Por su parte, Naryerli Corrales Mena, estudiante del Liceo de San Antonio coincide con Sirene, en opinar que el curso del proyecto de Acción Social TC-725, “nos ha impulsado ha adquirir nuevos métodos de estudio”, y también “a ser estudiantes más responsables y cada día más disciplinados”.

“Gracias a MATEM se ha podido ayudar a muchísimas más personas en el aprendizaje de las matemáticas, les agradezco a los encargados del proyecto porque han ayudado a muchos jóvenes y a explorar más sobre las matemáticas”, expresó Sasha Araya estudiante colegial.

Los padres y madres de familia han apoyado en este proceso, agradeciendo la labor que realiza este proyecto de Acción Social. “Ha sido excelente para mi hija, le ha ayudado mucho en lo que es prepararse más, ser responsable. Pienso que si a ella le ha servido mucho, me imagino que a los compañeros ella también”; afirmó William Valencia, papá de Sirene Valencia.

Este año, la pandemia de COVID-19 colocó en la lista de retos uno más: dar acceso a Internet a toda la población de ambos colegios para que puedan realizar con éxito las pruebas de MATEM.

Además, adecuar el proyecto a la virtualidad. “Siempre se manejó objetivos claros del proyecto del TCU, siempre teníamos claro lo que se debía hacer. Se inició con clases presenciales y debido a la situación del país y la pandemia, esto no pudo ser; aún así, el coordinador del proyecto -el docente Alexander Sander- y el resto del equipo luchamos para que esto siguiera por medio de clases virtuales. Esto es muy importante porque nunca se dejó de creer en este TCU y los estudiantes del colegio estaban muy motivados”, argumentó Josias Castillo, estudiante de la Enseñanza de la Matemática e integrante del TC-725.

Ese sábado 6 de agosto, tres de los estudiantes del Liceo de San Antonio se trasladaron a las instalaciones del centro educativo para hacer el examen, el resto lo realizaron desde sus hogares.

“A mi hija le ha ayudado a madurar, le ha permitido un panorama más amplio de lo que viene más adelante, por eso yo le quiero agradecer a la Universidad y quiero rescatar que dentro de esta coyuntura del país y del mundo con el COVID-19; los tutores, la Universidad y el profesor se han reinventado para poder ayudar a los muchachos y no dejarlos solos” agradeció Cristian Corrales Segura, papá de Naryerli.

¿Qué es MATEM?

El proyecto Matemáticas para la enseñanza media conocido como MATEM es un proyecto de extensión universitaria con más de 30 años de trayectoria en las universidades estatales, que busca mejorar la calidad de la Enseñanza de la Matemática a nivel de Educación Media.

 

Autoría:
Lillianne Sánchez Angulo (Unidad de Comunicación, UCR)

UCR: estudiantes avanzados de psicología brindan atención clínica psicológica en el CAP

Proyecto combina docencia, investigación y acción social para promover la salud mental

El CAP Busca formar estudiantes que puedan responder desde la intervención clínica psicológica a las necesidades psicosociales de los residentes en Costa Rica, a través de actividades profesionalizantes de calidad y articuladas a la proyección comunitaria. Fotografía tomada del portal de la Escuela de Psicología.

Desde el año 2004, el proyecto de Acción Social ED-2157 “Centro de Atención Psicológica” ha brindado atención clínica psicológica a personas residentes en Costa Rica, cuyos recursos económicos les impiden acceder a este tipo de servicios de manera privada. Esta atención es brindada por estudiantes avanzados de la carrera de Psicología de la Universidad de Costa Rica (UCR), bajo la supervisión de docentes con experiencia el ámbito clínico.

El CAP responde a la necesidad de brindar apoyo en materia de salud mental desde un espacio público y accesible para todas las personas en el cual, se beneficie tanto a la población atendida como al estudiantado.

El trabajo clínico que se desarrolla en el CAP tiene un impacto directo en las personas que reciben el servicio, en la formación de los y las estudiantes que desarrollan habilidades y experiencia en las diferentes actividades de índole clínica, y en la recopilación, sistematización y análisis de la información contenida en los expedientes para la investigación.

“El proyecto tiene un componente importante de acción social al ofrecer un servicio a población que no tiene acceso al mismo. La evaluación que recibimos habitualmente es muy positiva y tiene un componente formativo muy especial, porque queremos que las y los estudiantes hagan una experiencia muy buena de atención clínica, que tengan los elementos materiales y los soportes de supervisión y formación que les permitan un desarrollo muy adecuado de su intervención clínica, todo esto en el marco de un compromiso social” expresó Lucía Molina, coordinadora del proyecto.

Semestralmente se incorporan al CAP aproximadamente 80 estudiantes, por lo que los procesos clínicos implican un número similar de consultantes. Antes de su ingreso al centro, los y las estudiantes son parte de un proceso de capacitación y durante toda su participación cuentan con apoyo especializado de docentes de la Escuela de Psicología.

“A nivel académico, la supervisión que brinda el centro nos hace sentir muy apoyados en un espacio de práctica profesionalizante. Esta es una oportunidad que permite un acercamiento a esta realidad de la psicología clínica donde se pueden poner en práctica las herramientas que hemos aprendido durante el proceso de la carrera”, expresó Paulina Bravo, integrante del CAP.

Para los y las estudiantes estos espacios son fundamentales para su formación académica, pues les permiten sus primeros acercamientos en el ámbito clínico. Además, consideran que es un espacio valioso y necesario de aporte a la sociedad desde la universidad como institución pública.

“Al CAP acuden aquellas personas cuyos recursos económicos no son suficientes para financiar una atención psicológica clínica privada y de calidad. Y creo que ahí radica la importancia del proyecto, de atender a todas estas personas con malestares y con situaciones particulares que requieren y merecen de una escucha y de una elaboración que les permita en la medida de lo posible estar mejor y enfrentarse a su vida cotidiana” comentó Enyell Valerio, estudiante de psicología.

Actualmente, ante la emergencia nacional por COVID-19, el CAP se prepara para brindar espacios psico-educativos desde la virtualidad a población adulta durante el segundo semestre. Las metodologías se encuentran en construcción entre los y las docentes que forman parte del centro y esperan poder seguir brindando espacios para que los y las estudiantes no pierdan esta experiencia al trabajar desde sus hogares.

 

Información de: Natalia Odio González (Unidad de Comunicación Vicerrectoría de Acción Social)

«Aportes al Mejoramiento de la Calidad de Vida» abre convocatoria 2020

El Consejo Nacional de Rectores (CONARE), en conjunto con las cinco universidades públicas del país y la Defensoría de los Habitantes, abrieron la convocatoria para la postulación de iniciativas para el premio Aportes al Mejoramiento de la Calidad de Vida, el cual reconoce cada año distintos proyectos de acción social que hayan impactado positivamente a la población costarricense.

Hoy el mundo atraviesa momentos difíciles, pero a pesar de la situación, muchas personas, empresas y organizaciones siguen trabajando por la calidad de vida de diversos sectores de la sociedad.

Es por ello por lo que es importante reconocer aquellos aportes que se desarrollan en beneficio de colectivos y poblaciones vulnerables, por tal razón las instituciones que organizan este premio han decidido continuar con la edición 2020.

El galardón nace con el propósito de premiar a personas, empresas, entidades públicas y organizaciones de la sociedad civil, que desempeñan acciones para mejorar la calidad de vida de diversos sectores de la población. Esto con el fin de incentivarlos a continuar su labor y reconocer sus esfuerzos colectivos.

Este año se celebra la vigésimo octava edición del premio y el proceso de inscripción de postulaciones se extenderá desde el 21 de abril hasta el 31 de julio. La premiación se realizará en fecha y lugar que será definido por el Comité Organizador del Premio.

****Para participar: enviar un correo a la dirección premiocalidaddevida@ucr.ac.cr o bien comunicarse a los teléfonos 2511-6687 o 2511-1198, donde se le guiará en los siguientes pasos de la inscripción.

 

Enviado por UNA Comunicación.

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UCR acerca el «jazz» a jóvenes en vulnerabilidad social de Limón

El programa Etapa Básica de Música de la Sede del Caribe de la UCR organizó el I Campamento de Jazz 2020

Durante tres días 25 jóvenes de Limón aprendieron sobre el jazz y pulieron sus habilidades musicales, de la mano de expertos en la materia. Foto cortesía Donald Quintero.

La música encierra pasión, disciplina, libertad, energía y creatividad, entre muchas otras condiciones, pero además ofrece una oportunidad de esparcimiento y resulta una excelente aliada para mantener la mente y el cuerpo ocupados en aprender y perfeccionar las técnicas musicales que se practiquen.

De ahí que la música pueda representar un cambio en la vida de las personas y una oportunidad de oro para que los jóvenes aprovechen y descubran habilidades propias, que tal vez ni sospechan que las tienen.

Donald Quintero Sanjur, músico y profesor de la Sede del Caribe de la Universidad de Costa Rica (UCR), promueve el aprendizaje de la música como una forma de ayudar a poblaciones en riesgo social y así ofrecer opciones de crecimiento personal, en especial a los jóvenes.

Los talleres y el campamento forman parte de los esfuerzos que se realizan dentro del programa Etapa Básica de Música de la Sede del Caribe de la UCR. Foto cortesía Donald Quintero.

Quintero se unió desde el año 2018 al programa Etapa Básica de Música, inscrito en el Departamento de Acción Social de la Sede del Caribe, desde donde se impulsan actividades dirigidas a mejorar la calidad de vida de los limonenses.

Una de ellas es el Campamento de Verano Jazz Caribe 2020, que se celebró por primera vez en la ciudad de Limón del 27 al 29 de enero, y que es producto del Taller de Jazz que dirige Quintero dentro de dicho programa en la Sede del Caribe.

“Este taller se dio a conocer en poco tiempo y con muy buen suceso en las actividades de la Sede del Caribe a las que fue invitado. Luego de un año de trabajo se da la oportunidad de desarrollar un proyecto de verano, con la intención de fortalecer y expandir la idea de formar músicos por medio de la interpretación del jazz”, indicó Quintero.

La Sede del Caribe mantiene activos diversos proyectos de acción social, investigación y docencia, con los que mantiene vivos los vínculos de intercambio de conocimiento con las comunidades limonenses. Foto cortesía Donald Quintero.

El campamento surge además ante la necesidad de contar con un espacio en el que los participantes del taller puedan adentrarse en el aprendizaje del jazz, agregó Quintero, al calificarlo como una expresión artística o idioma musical, “el jazz al igual que el calipso constituyen formas musicales que se desarrollaron en ambientes con características similares y con una raíz común: África. El progreso de la música en Limón sin duda se ve enriquecido con un evento de esta índole”, afirmó.

Una de las características más importantes de este evento y que es catalogado como el objetivo principal por sus organizadores, es que se realizó en una zona de vulnerabilidad social, “logramos que exista una vía de acceso hacia los conocimientos básicos y avanzados relacionados al jazz y la improvisación musical, aplicados en todos los instrumentos que se imparten en la Sede del Caribe como la trompeta, saxofón, piano, guitarra y clarinete, entre otros, a una población en riesgo social”, comentó Quintero.

Dentro de las metas que se cumplieron resaltan también la realización de clases magistrales en las que participaron todos los estudiantes y músicos inscritos; la conformación de bandas de jazz y su presentación en un concierto abierto al público en el que se aplicaron todos los conceptos musicales que se compartieron; se actualizaron los conocimientos pedagógicos e interpretativos en el área de la improvisación, como una herramienta útil para el desarrollo creativo y de cambio social entre los jóvenes; se contribuyó con la escena musical y cultural de la zona; y se ofrecieron ambientes didácticos que permitieron a la juventud aprovechar su tiempo en actividades sanas.

“Un total de 25 personas, provenientes en su mayoría del cantón Central de Limón, se matricularon en el campamento, de los cuales 23 aprovecharon la oportunidad y culminaron con la presentación pública del repertorio que se trabajó durante los tres días. Eventos como este son determinantes para el progreso cultural de cualquier región o comunidad, debido a que permiten promover el trabajo en equipo, la solidaridad, la responsabilidad y el sentido de pertenencia, siendo la música la herramienta perfecta para el cambio”, detalló Quintero.

El profesor Donald Quintero resaltó la gran labor de Josh Quinlan, Pablo Campos, Osvaldo Vargas y Fernando Fernández, quienes fueron los los maestros invitados al campamento, “se trata de profesionales quienes trabajaron con mucha mística y motivación para compartir musicalmente con los jóvenes de Limón”, acotó finalmente.

La Casa de la Cultura de Limón acogió la presentación final del Campamento de Verano Jazz Caribe 2020. Foto cortesía Donald Quintero.

 

Otto Salas Murillo

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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La UCR es pionera en el estudio y fortalecimiento de las lenguas indígenas de Costa Rica

Un concepto de investigación sobre lengua y cultura indígenas prioriza el trabajo con las comunidades y para las comunidades

Las enciclopedias se han elaborado en el marco de varios proyectos de investigación y tratan sobre temas cotidianos de las comunidades indígenas. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Desde hace siete años, la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, de la Universidad de Costa Rica (UCR), investiga en las comunidades indígenas del país bajo un nuevo paradigma. Además, desarrolla trabajos de acción social directamente con tales poblaciones y los resultados que se obtienen regresan a estas personas para su beneficio.

Lo anterior se ha logrado gracias a la trayectoria de dicha escuela, la cual durante más de medio siglo se ha dedicado, de manera pionera, al estudio de las lenguas autóctonas costarricenses.

Ese recorrido es la base del surgimiento reciente de nuevos proyectos, que se gestan desde la misma comunidad indígena y tienen como objetivo la documentación lingüística-etnográfica. Esto significa documentar aspectos de una cultura en su propio idioma, normalmente a solicitud de las mismas poblaciones indígenas.

“Nosotros ahora tenemos una perspectiva nueva, otra forma de pensar cómo se desarrolla el trabajo con las comunidades y para qué se documenta una lengua y una cultura (que es para el mismo provecho de las comunidades)”, dijo Carlos Sánchez Avendaño, investigador y coordinador de dos proyectos de acción social sobre esta temática.

Tales iniciativas son un trabajo comunal universitario (TCU), donde participan estudiantes de diferentes carreras, y un proyecto de extensión docente. Ambas tienen el fin de documentar y elaborar recursos didácticos para las comunidades, materiales que —basados en la investigación científica— contribuyan al fortalecimiento de la lengua y la cultura indígenas.

Larga tradición

El estadounidense Jack Wilson creó el Departamento de Lingüística de la UCR. Con su aporte y el de reconocidos lingüistas como Adolfo Constenla Umaña y Enrique Margery Peña, entre otros, se inició el estudio sistemático de las lenguas indígenas de Costa Rica.

Para Sánchez, la labor de estos académicos ha sido crucial y es la base de todas las investigaciones que en adelante se efectuaron.

Integrantes del equipo de documentación de la lengua y la cultura maleku muestran algunos de los objetos que se fabricaron para crear la Enciclopedia de las cosas. Foto: cortesía de Carlos Sánchez.

Uno de los grandes resultados de los primeros trabajos fue la descripción de los idiomas indígenas, tarea que en su momento partió prácticamente de cero. Según relató Sánchez, luego de esta generación de investigadores, vino otra compuesta por lingüistas como Carla Jara Murillo (quien es especialista en bribri), Mario Portilla Chaves y, recientemente, Haakon Stensrud Krohn.

Nuevo paradigma

La UCR se ha aproximado a las comunidades indígenas para realizar diversas iniciativas de trabajo conjunto, que permitan generar diferentes productos en sus lenguas autóctonas y, a la vez, fortalezcan su cultura.

“Se trata de hacer un trabajo de colaboración entre la Universidad y miembros de las comunidades, esa labor tiene que ver con las lenguas indígenas, hacer algo con ellas y, paralelamente, con aspectos de la cultura relacionados siempre con las lenguas. Entonces, son trabajos de colaboración de base comunitaria”, explicó Sánchez.

El cambio de paradigma consiste precisamente en el intercambio de conocimiento que se propicia en el proceso de investigación, en el que se parte de los intereses de las poblaciones y no de la persona que investiga. Asimismo, la participación de las comunidades es clave para alcanzar los objetivos deseados.

Por esto, se han conformado grupos de indígenas en los distintos territorios del país y se trabaja con ellos. El resultado es que estas personas son coautoras de los productos efectuados y, además, los materiales se escriben en la lengua respectiva. De acuerdo con Sánchez, han recibido solicitudes de las comunidades maleku, bribri, brunca, cabécar, brorán, térraba y ngäbe.

Materiales y actividades

Sánchez explicó que uno de los recursos más fuertes en los que se ha trabajado en los últimos años es en la creación de diccionarios temáticos y enciclopedias etnográficas.

Ya se han elaborado cinco de la lengua maleku, cinco de bribri, tres de brorán y una de brunca.

El investigador Carlos Sánchez Avendaño, de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura de la UCR, coordina los proyectos sobre lengua y cultura indígenas. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

Las temáticas de las primeras cuatro fueron similares: el cuerpo humano, los animales, así como la agricultura y la gastronomía tradicionales. Luego, en idioma bribri, se expuso sobre la casa tradicional y, en maleku, se desarrolló el tema de los productos fabricados por sus comunidades. En cabécar, se abordó el sistema de clanes y, con los bruncas, se efectúa una enciclopedia sobre la producción de textil y el teñido.

Para construir cada uno de estos recursos didácticos, la comunidad conforma un grupo de personas, de acuerdo con cada tema, y se reúne con estudiantes e investigadores de diferentes disciplinas, tales como lingüistas y diseñadores.

El mismo proceso ocurre para crear otros materiales visuales que son parte del “paisaje lingüístico”. Entre estos se encuentran las impresiones en gran formato (lonas), de 1.50 metros por 1.55 metros, las cuales usualmente explican los mismos temas de las enciclopedias u otros tópicos específicos, pero de una forma más resumida.

Las lonas, por ejemplo, tratan sobre el cuerpo humano, animales, alimentación, casa, familia, clanes, entre otros, y son colocadas en las paredes del aula, por citar un lugar. Todos estos materiales impresos, además de los digitales, son donados por la UCR a las poblaciones indígenas.

Asimismo, se ha aprovechado la participación de estudiantes de la carrera de Informática para hacer la versión digital de las enciclopedias y diccionarios, así como para construir aplicaciones móviles y juegos que los jóvenes indígenas pueden utilizar en sus teléfonos. Igualmente, se llevan a cabo presentaciones artísticas en las comunidades, gracias a la colaboración de alumnos de Artes Dramáticas.

En las escuelas indígenas se imparten cinco lecciones por semana sobre la cultura y lengua autóctona correspondiente, que forman parte del currículo del Ministerio de Educación Pública (MEP). Sin embargo, Sánchez considera que estas clases no son suficientes para lograr una revitalización de los idiomas indígenas.

“Los recursos didácticos sirven para apoyar procesos de enseñanza, de aprendizaje de las lenguas y las culturas, para atraer a las nuevas generaciones y hacerles ver que su lengua y su cultura pertenecen al presente y participan de las nuevas tecnologías, como cualquier idioma de prestigio. Sirven también para fortalecer la seguridad, la identidad y para vincularse de una forma distinta con esa identidad y con su legado, el legado de sus ancestros”, manifestó el investigador.

Un caso de éxito

Para lograr un mayor impacto de los materiales didácticos se requiere que los educadores de lengua indígena puedan hacer una buena mediación pedagógica y utilizar esos recursos. A criterio del investigador Carlos Sánchez Avendaño, de la Escuela de Filología, Lingüística y Literatura, de la Universidad de Costa Rica (UCR), esto constituye un enorme reto, ya que los docentes no han recibido la formación adecuada.

No obstante, el académico mencionó un caso en el que se han obtenido muy buenos resultados. Se trata del maestro de cultura Leonardo Porras Cabrera, quien ha logrado utilizar dichos materiales para la revitalización del brorán.

Porras trabaja en Bijagual, una comunidad del territorio Térraba, donde este idioma no se habla desde hace muchos años. Incluso la niñez ni siquiera tenía conciencia del vínculo con la lengua y la cultura. No obstante, con su empeño e impulso del conocimiento del brorán, Porras ha conseguido que los escolares empiecen a decir algunas palabras en este idioma.

“Entonces ahí uno sí podría hablar de revitalización, porque no es solo interés, sino que ya dicen palabras. Después de que la lengua tenía no sé cuántos años de no escucharse en la comunidad, ahora se escucha. Obviamente de forma fragmentaria, no es que tengan una conversación en esta lengua, pero el brorán empieza a estar más presente otra vez. Entonces eso sí es revitalización”, finalizó Sánchez.

 

Nidia Burgos Quirós

Periodista, Oficina de Divulgación e Información

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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