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Etiqueta: agricultura familiar

Territorios que alimentan: Propuesta para políticas públicas

Carlos Hernández
Cokomal / Red Economía Solidaria / Redess

Cifras y demandas de la agricultura familiar en Costa Rica

La Encuesta Nacional Agropecuaria 2022 (ENA 2022, INEC) registra aproximadamente 630.972 unidades agropecuarias en Costa Rica. Más del 70 % de esas fincas son de pequeña escala (menos de 20 ha) y constituyen la base de la producción destinada al consumo interno. Este documento sintetiza el diagnóstico territorial, identifica los principales retos y propone un conjunto de medidas organizadas por ejes para fortalecer la agricultura familiar, garantizar la seguridad y la soberanía alimentaria, y promover la resiliencia local.

Datos y fuentes

Cifra clave: ~630.972 unidades agropecuarias según ENA 2022 (INEC).

Caracterización: más del 70 % de las fincas son de pequeña escala (< 20 ha), según el Plan Nacional de Agricultura Familiar 2020–2030 y documentos sectoriales.

Destino de la producción: la agricultura familiar abastece la mayor parte de los alimentos básicos para el consumo nacional (frijol, maíz, arroz, hortalizas, frutas y raíces), mientras que la agroindustria se orienta mayoritariamente a cultivos de exportación.

Diagnóstico territorial

La agricultura familiar es la columna vertebral de la alimentación interna, pero enfrenta limitaciones estructurales que reducen su potencial:

Fragmentación y dispersión: muchas unidades productivas operan de forma aislada, lo que debilita la negociación colectiva y el acceso a servicios.

Acceso limitado a financiamiento y asistencia técnica: las líneas existentes no siempre se adaptan a la escala familiar ni a los saberes locales.

Mercados desiguales: la concentración de canales comerciales y la presión de cadenas de supermercados afectan ferias y mercados locales.

Desafío generacional: el envejecimiento rural y la falta de incentivos para jóvenes ponen en riesgo la continuidad productiva.

Pérdida de control sobre semillas y recursos: la entrada de tecnologías patentadas y modelos industriales amenaza la soberanía sobre insumos básicos.

Estas limitaciones se traducen en menores ingresos familiares, pérdida de biodiversidad y una dieta menos sana para la población.

Soberanía alimentaria y rol de la agricultura familiar

La soberanía alimentaria implica el derecho a decidir cómo producir, distribuir y consumir alimentos, priorizando la producción local, la diversidad cultural y la sostenibilidad ecológica. En los territorios se expresa mediante prácticas agroecológicas, recuperación de semillas criollas, mercados solidarios y ferias que fortalecen la relación directa productor-consumidor. Defender la soberanía requiere reconocer el papel central de las mujeres en la alimentación familiar y garantizar su acceso a tierra, agua y semillas.

Propuestas por ejes

A continuación, se presentan propuestas organizadas por ejes, con responsables sugeridos y resultados esperados.

Organización y gobernanza territorial

Medida: Fortalecer asociaciones, redes territoriales y mercados locales solidarios.

Acciones: apoyo a gestión organizacional y administrativa; formación en negociación colectiva; creación de plataformas locales de comercialización.

Responsables: municipalidades, organizaciones de productores, ONG y ministerios sectoriales.

Resultado esperado: mayor poder de negociación, acceso a programas públicos y reducción de la dispersión productiva.

Financiamiento y asistencia técnica diferenciada

Medida: Diseñar líneas de crédito y servicios técnicos adaptados a la pequeña producción.

Acciones: condiciones y plazos realistas; asistencia técnica basada en saberes locales; programas de extensión agroecológica.

Responsables: bancos públicos, cooperativas de crédito, MAG y agencias de desarrollo.

Resultado esperado: incremento de la inversión productiva familiar y mejora de la productividad sostenible.

Mercados y compras públicas

Medida: Incentivar compras públicas y fortalecer circuitos cortos.

Acciones: priorizar compras locales en escuelas, hospitales y programas sociales; facilitar certificaciones y logística para proveedores familiares.

Responsables: ministerios de educación y salud, municipalidades, comités de compras.

Resultado esperado: demanda estable para productores locales y precios justos.

Marco normativo y reducción de barreras

Medida: Promover marcos normativos diferenciados para pequeña y gran producción.

Acciones: simplificar trámites administrativos para productores familiares; reconocer regímenes especiales que protejan la producción destinada al consumo interno.

Responsables: Asamblea Legislativa, MAG, instituciones regulatorias.

Resultado esperado: menor carga administrativa y mayor inclusión en programas públicos.

Juventud y relevo generacional

Medida: Incentivar la permanencia y el retorno de jóvenes al campo.

Acciones: programas de acceso a tierra, formación técnica, incubadoras rurales y apoyo a emprendimientos agroecológicos.

Responsables: ministerios de juventud, educación técnica, universidades y organizaciones locales.

Resultado esperado: renovación generacional y dinamización de economías rurales.

Semillas, biodiversidad y soberanía

Medida: Proteger semillas criollas y promover bancos comunitarios.

Acciones: políticas públicas que regulen la entrada de tecnologías patentadas; apoyo a bancos de semillas y prácticas agroecológicas.

Responsables: MAG, institutos de investigación, organizaciones campesinas.

Resultado esperado: conservación de agrobiodiversidad y autonomía en insumos.

Educación y sensibilización ciudadana

Medida: Promover consumo de productos nacionales y sostenibles.

Acciones: campañas informativas, ferias educativas y programas de alimentación escolar con enfoque local.

Responsables: ministerios de educación y salud, organizaciones civiles.

Resultado esperado: mayor demanda de productos locales y fortalecimiento del mercado interno.

Llamado a la acción

Las políticas públicas deben priorizar a la agricultura familiar para garantizar alimentos nutritivos, culturalmente adecuados y sostenibles. A continuación, tres medidas prioritarias inmediatas:

1. Implementar compras públicas locales: establecer cuotas y procedimientos que faciliten la participación de productores familiares en los programas de alimentación escolar y hospitalaria.

2. Lanzar líneas de crédito adaptadas: crear instrumentos financieros con plazos y requisitos acordes a la pequeña producción, acompañados de asistencia técnica.

3. Fortalecer redes territoriales: financiar procesos de organización local y creación de mercados solidarios para mejorar la comercialización y el acceso a servicios.

Pasos inmediatos sugeridos: conformar mesas territoriales con productores, autoridades municipales y representantes del MAG; diseñar un piloto de compras públicas en una región; y abrir una convocatoria para líneas de crédito piloto dirigidas a asociaciones de pequeños productores.

Apoyar a la agricultura familiar es invertir en salud pública, empleo rural digno, conservación de recursos y resiliencia frente a crisis. La acción coordinada entre comunidades, instituciones públicas, universidades y organizaciones sociales es imprescindible. Si actuamos ahora desde los territorios, garantizamos que las próximas generaciones tengan acceso a alimentos sanos y a una vida digna en el campo.

Sector agrícola de Cartago invita a su “Primer Convivio Agrícola” este domingo 30 de noviembre

El sector agrícola de la zona norte de Cartago invita al Primer Convivio Agrícola, una actividad pensada para fortalecer los lazos comunitarios y valorar el trabajo de las personas productoras del país.

📅 Domingo 30 de noviembre
9:00 a.m.
📍 Campo Ayala, Cartago
(Actividad familiar, libre de bebidas alcohólicas)

La invitación destaca un mensaje central en defensa de la producción nacional:

Los costarricenses tenemos derecho a defender nuestros productos alimentarios, asegurando la nutrición de los ticos y promover y procurar el consumo de los productos sembrados y cosechados por nuestra gente”.

Las personas organizadoras llaman a asistir en familia y compartir con el sector agro, insistiendo en la importancia de apoyar a quienes producen alimentos en el país:
“Apoyemos a nuestros productores y agricultores costarricenses, apoyemos a nuestra gente, apoyemos los productos con sello costarricense”.

Contexto reciente: la defensa del sector agro y la soberanía alimentaria

En las últimas semanas, diversos movimientos y comunidades agrícolas han reiterado la urgencia de fortalecer las políticas públicas que garanticen la seguridad y la soberanía alimentaria, priorizando la producción nacional frente a amenazas como el encarecimiento de insumos, la competencia desleal de importaciones y la falta de apoyo estatal.
El convivio de este domingo se enmarca en este contexto de organización social y defensa del agro costarricense, e invita a la población a valorar, de forma cercana y comunitaria, el aporte de quienes cultivan y cosechan los alimentos en el país.

ADI Cabagra y Comisiones PAFT entregan insumos de frijoles a productores indígenas de su territorio

Uriel Rojas

Este martes 28 de octubre 2025, la Asociación de Desarrollo Indígena de Cabagra en coordinación con las Comisiones de Implementación del Plan Ambiental, Forestal y Territorial del Territorio (PAFT), realizaron la entrega de insumos de frijoles a 111 productoras y productores de 16 comunidades del Territorio Indígena de Cabagra.

Este proyecto tiene como objetivos garantizar el acceso a semillas, aumentar las capacidades en la producción de granos básicos del territorio y generar procesos resilientes bajo el modelo de trabajo colaborativo con visión indígena.

Gran parte de estos beneficiarios del proyecto, sufrieron importantes afectaciones en sus cultivos por la Tormenta Tropical Rafael del año 2024.

Se trata de la ejecución del primer proyecto correspondiente a la segunda etapa del PAFT Cabagra, con una distribución de beneficios con impacto, en un 56% de mujeres y 44% de hombres.

La ADICABAGRA y las Comisiones PAFT contemplan el seguimiento y evaluación de las actividades de siembra, cultivo y cosecha y pretenden continuar impulsando el encadenamiento productivo en todas las áreas de la economía local de Cabagra.

Muchos éxitos a estos productores y productoras de frijoles en el Territorio Indígena Bribri de Cabagra.

El Traspatio. Agroecología en Cuba y otros temas

El Traspatio es un proyecto de difusión digital autogestionado por la Red de Economía Social Solidaria de Costa Rica

Por medio de este compartir digital buscamos construir comunidad virtual con personas que estén interesadas en la Economía Solidaria. El Traspatio es un proyecto de difusión digital autogestionado por la Red de Economía Social Solidaria de Costa Rica.

Desde la Red de Economía Social Solidaria de Costa Rica nos identificamos como un conjunto de diversas expresiones organizativas donde promovemos el intercambio y la producción de saberes desde la participación horizontal y asociativa. Buscamos construir alternativas solidarias para el bien común trabajando desde los territorios en donde sostenemos la vida.

El Traspatio es un medio de comunicación que creamos para construir comunidad con ustedes, le llamamos así porque es un lugar que nos alimenta, nos brinda medicina, nos permite conectar con la agricultura familiar como propuesta de soberanía alimentaria y está lleno de saberes que se pasan de generación en generación. 

En esta edición les compartimos información sobre Agroecología desde RedESS, una nota sobre la una organización que trabaja en la cuenca del Río Jabonal en Esparza, recomendaciones para su agenda de actividades.

Página de Facebook en el siguiente enlace: https://www.facebook.com/RedESSCostaRIca/

Inscripción a El Traspatio en el siguiente enlace: https://gmail.us7.list-manage.com/subscribe?u=6575b0c0cbdde6e344d8660ad&id=91fa0cdede&fbclid=IwAR1Qla6v5pfBgPM4WuGz30M4YpUhMwiMtKkx17J6EX-0p-rL5nYLs3RIqW4

Actividad: IX Congreso Latinoamericano de Agroecología. Más información en el siguiente enlace: https://congresos.ucr.ac.cr/event/6/

Ver documental sobre agroecología en Cuba en el siguiente enlace:

La situación de las familias, sus organizaciones, producción y territorios, impactados por el COVID y las políticas económicas

SURCOS comparte:

La pequeña producción en general y la agrícola es altamente vulnerable a los efectos de crisis económicas, de la pandemia, situaciones de impacto ambiental, pobreza.

No obstante, los diferentes esfuerzos que realizaron en los últimos años, las organizaciones gremiales y de la sociedad civil, los pequeños productores no son prioridad en las políticas públicas, ni el accionar de las instituciones.

La agricultura campesina, a pesar de arrastrar una situación crítica desde antes de la pandemia y la situación de temor general de la llegada del virus a las comunidades, se ha continuado con la producción de alimentos que consumen las familias en zonas rurales y en lo urbana acudiendo a pequeñas huertas, confirmando el papel vital que desempeña en la seguridad alimentaria en las comunidades.

La pandemia está generando serias dificultades para la producción, mercados afectados por las restricciones sanitarias, cierre temporal de espacios comercialización o desaparición de algunos, caída en el consumo, niveles de pobreza y desempleo en aumento, por ende, la comercialización de los productos de la agricultura, viéndose afectados de forma particular los circuitos cortos de comercio. 

Para responder a esta situación y defender los sistemas alimentarios, la productividad local, las organizaciones de la agricultura familiar, campesina y comunitaria están tratando de generar alternativas; estas iniciativas incluyen la elaboración de protocolos de sanitarios propios en los espacios de mercado, priorización del abastecimiento alimentario e incidencia en sus territorios para lograr que se mantengan las formas de producción y comercialización alternativas para llegar a los mercados territoriales y locales.

A toda esta situación se suma las políticas económicas que la actual administración ha tomado para superar las crisis económicas vivimos, ejemplo políticas fiscales que meten en mismo saco a grandes empresas y pequeñas donde estas últimas difícilmente pueden adaptarse dado los costos de implementar los requerimientos, normativas y no contar con políticas diferenciadas de atención, más bien los pocos programas que se tenían han sido suspendidos por las restricciones a raíz de la pandemia.

Concluimos en la urgente reflexión y reafirmación de lo que vivimos y entendemos como Economía Solidaria, de reforzar nuestras economías territoriales, obligados a defendernos, nos sentimos moral y políticamente responsables del futuro de nuestras familias.

Reflexión compartida con SURCOS por Carlos Hernández Porras.

Imagen: Semanario Universidad.

Documento: “AGRICULTURA INCLUSIVA Y SOSTENIBLE EN COSTA RICA”

La Fundación Friedrich Ebert publicó el documento “AGRICULTURA INCLUSIVA Y SOSTENIBLE EN COSTA RICA: Un sello para promover el comercio solidario” de la autoría de Andreas Stamm.

“El documento propone un sello para la agricultura familiar campesina, como un instrumento para fomentar la cohesión social y territorial. Puede ayudar a la agricultura familiar competir con importaciones y asegurar buenos niveles de venta y precios atractivos”.

SURCOS invita a consultar el documento a continuación:

José Mujica: Recuperar y transformar los sistemas agroalimentarios de América Latina post covid-19

Discurso del Expresidente José Mujica en el Seminario ¿Cómo recuperar y transformar los Sistemas Agroalimentarios de América Latina post covid-19?, organizado por la FAO *

En nuestra América Latina, la Agricultura Familiar y el campesinado tienen un primer problema, hay que quererlo y darse cuenta de la importancia estratégica que tiene para la seguridad alimentaria, para el cuidado del medioambiente y para el porvenir de la propia humanidad.

La comida hay que producirla lo más cerca que se pueda de la cocina y hay que entender que hay que cuidar a los humanos que tienen esa posibilidad y esa aprehensión, pero nunca se va a generar voluntad política si no se quiere, la AF no tiene lobby y no tiene peso institucional y es específica en su problema y en sus debilidades.

No se puede saltar de la edad media a la agricultura robotizada, inteligente o vertical, hay que entenderla como es y hay que trabajar a partir de lo que es, mejorando escalón a escalón, pero eso implica voluntad política, creación de institucionalidad específica y especializada y la primera plaga que tiene que enfrentar la AF es la soledad.

No se puede pretender que familias aisladas puedan pelear con rentabilidad en el mundo de hoy y hay que luchar por el agrupamiento, la creación de empresas, cooperativas, comunidades o lo que fuera, porque en el campo “agrándate o vete” y entonces la política de agrupamiento me parece esencial, porque es el  primer escalón de la rentabilidad, es que tengan acceso a poder vender lo más directamente posible, sacarse de encima la intermediación, que se queda con la parte más importante de la rentabilidad.

Las ciudades tienen que generar lugares para la presencia de la AF, pero no se puede de a uno, se requiere organización humana en equipo, no se puede trabajar la tierra si mal se vende y eso hay que entenderlo, la primera rentabilidad está en aminorar los costos que tiene la intermediación para la AF en todos los aspectos y para eso se necesita voluntad política, se necesita crear una institucionalidad y una investigación a partir de lo que hay y de lo que existe en cada lugar, para irlo mejorando escalón a escalón.

La investigación no puede estar solo dedicada al complejo agroalimentario industrial, tiene que ser una investigación específica para la AF y lo propio un extensionismo que no se puede atender de a uno, se debe atender de a grupo y para esto hay que poner gente comprometida y hay que extraer los mejores cuadros de la propia AF para hacer este extensionismo.   Hoy si se quiere trabajar mejor la tierra, si se quiere hacerla sustentable, hay que tener en cuenta que la AF tiene que sacar partido de lo que tiene.

Es probable que la historia de la agricultura sea una fundación femenina, porque en todas las culturas se presenta frecuentemente a la agricultura como una diosa y por eso creo que la mejora implica trabajar no solo la tierra, trabajar en la cabeza de los agricultores.

Quiero señalar además que lo que viene es peligro, la inestabilidad del tiempo, las circunstancias del cambio climático, es una falta de imprevisión de las ciudades no cuidar a la AF.  Hay que batallar para para lograr voluntad política, hay ejemplos aterradores, en la Argentina hay una ley para la agricultura familiar aprobada hace unos dos gobiernos que está sin reglamentar, esto no le va a pasar a la agricultura industrial o a los complejos agroalimentarios, le pasa a la agricultura campesina y a la AF, porque no tiene quién la represente donde se toman las decisiones políticas y hay que tener conciencia de esa deuda.

En primer término, quiero señalar que hay que diversificar la AF, puede ser generadora de micro energía y hay que introducir masivamente la producción de energía para el uso del riego y de miles de actividades que acompañan.

El urbanismo tiene que abrir puertas a la presencia de la AF por su propia seguridad y hay que entender lo siguiente:  hasta cuándo van a crecer las ciudades monitoreadas y manejadas por el interés inmobiliario y si no fuera inteligente pensar en la medida de las ciudades, porque este es un problema que va a enfrentar el futuro de la humanidad, campos despoblados y ciudades atestadas dificultando todos los problemas de distribución y el urbanismo tiene que ver con esto.

Quiero señalar que hay partes de América donde el transporte es una herramienta que los poderes comunales tienen que enfrentar y hay que aprender de los propios campesinos que han logrado el milagro de sobrevivir en condiciones que son inexplicables y hay un mundo de sabiduría dispersa que hay que transformarlo en ciencia sencillamente para resembrarlo.

Quiero señalar además que es fundamental una especialización en la atención de los grupos de agricultores familiares y paralelamente la introducción de esa atención a toda la familia, la mujer tiene mucho que ver, si la mujer no participa tenemos la presencia de la soledad en la lucha campesina, es fundamental introducirla y recordar que existe un conjunto de técnicas que son maravillosas, están probadas y son viejas y hay que retomarlas y reaplicarlas a el trabajo con la maleza, distintas formas de regadío o al control de plagas, que necesitan la expansión del conocimiento especializado.

Creo además que la AF debe sacar parido de lo que tiene, mano de obra en general ociosa en el conjunto de la familia y lograr en un grupo humano un grado de diversificación que le permita en conjunto accesar directamente al mercado, con una producción diferenciada.

Los barrios más pudientes de las ciudades, ahí debe tener presencia de venta el agricultor familiar en condiciones específicas y especiales, les voy a relatar lo que pasa en mi barrio, en mi país, las cadenas de supermercados están pagando 28 o 30 pesos por el paquete de lechuga, que lo venden a 95 pesos y lo pagan a 90 o 120 días y eso precisamente es lo que evita la rentabilidad.

Este abuso que están significando las grandes cadenas de distribución, se va comiendo gran parte de la rentabilidad y del esfuerzo arriba de la tierra y hay que llamar las cosas por su nombre, si no hay voluntad política para enfrentar estos problemas, por más que hagamos y por más que favorezcamos con cuestiones indirectas a la AF, va a sucumbir por la intermediación y el costo fabuloso de la masa de recursos que se traen, por eso creo que el principal problema es de índole política, de políticas no partidarias.

Por eso voy a saldar con lo que dije al primero, hay que quererlo, solamente cuando se tiene sentimiento se puede generar racionalidad a favor de defender esta causa, pero quiero señalar que si Europa cuida su campiña, si Europa subsidia su producción interna, es porque aprendió que su seguridad alimentaria es un resorte fundamental para la estabilidad de un país, esta es una ley mundial, es una ley que hay que entenderla.

No se puede depender la alimentación de los pueblos pura y exclusivamente de recursos que se importan, hay que asegurar una masa de alimentación lo más cercana posible a los centros de consumo y esa es la razón de existencia de porqué hay que volcar políticas específicas, especializadas de defensa y multiplicación de la AF, desde los bancos de tierras, al extensionismo y a los Ministerios especializados en la materia.

La tecnología de investigación dedicada a esta circunstancia, por qué?, porque lo que no es posible o rentable para una gran empresa, suele ser posible y rentable para la microempresa, la escala de la tecnología es infinita y es variada, hay pueblos de los que mucho hay que aprender, asombra los resultados de la AF que tiene el pueblo japonés en condiciones dificilísimas y no son cosas del otro mundo, hay una máquina de arrancar yuyo prácticamente construida con alambres elásticos para usarla en el momento preciso.

Hay montones de ingenio, el problema es difundirlo, me quedé asombrado una vez en Brasil, un grupo indígena que tiene la capacidad de conservar la carne sin usar sal ni heladera y hacerla durar meses, utilizando algunos engendros de una hierba de la Amazonía, hay conocimiento que se debe transformar en ciencia, pero esto necesita que la Universidad vaya al campesinado y no esperar que el campesino vuelva a la Universidad, porque probablemente ya deje de ser campesino.

Entonces esta simbiosis, me parece que es una política de largo plazo, pero necesitamos antes que nada voluntad política, por eso he seguido el rumbo de la discusión y me parece formidable, pero tengan presente lo más formidable es conseguir voluntad política y la voluntad política es una dependencia, es una responsabilidad de quienes están en el Gobierno, pero para esto en primer término hay que entender la necesidad imperiosa que tiene la humanidad de cuidar a sus agricultores y sobre todo a sus agricultores familiares.

Porque las empresas se van a preocupar de la rentabilidad y está bien, así tiene que ser, pero a la larga los humanos también tenemos identidad, el campesino no es una forma de vida ni mejor ni peor, es una forma distinta y hay que entender sus claves, y para eso respetarlas, entenderlas y quererlas y darse cuenta que es tremendamente útil, sobre todo cuando las catástrofes y las necesidades nos acucian, cuando las reglas de intercambio se fracturan, cuando el comercio internacional tenga frenos por decisiones políticas que pueden tomar las potencias.

La única seguridad de alimentos, es lo que se produce cerca de casa y ese es el papel que tiene que cumplir la AF, entonces hay que tener un cuerpo de bomberos en una sociedad, porque no se sabe cuándo hay incendio, como hay que tener un club de capacidad médica para atender las enfermedades, hay que tener un grupo para atender la comida de la gente, esto es un problema de sentido común, el proteccionismo de la AF es ganar seguridad de vida en el correr del tiempo en un mundo cada vez ferozmente urbanizado.

Sabemos que la arquitectura contemporánea está pensando en los edificios verdes, que están pensando en la agricultura urbana, que están pensando en la agricultura vertical, en una cantidad de adelantos que son posibles, pero mientras tanto no desperdiciemos que nos va a salir más económico lo que tenemos al alcance de la mano, que es todavía la existencia de una masa de campesinos en nuestra América Latina.

 

* Enviado a SURCOS por German Masís.

Agricultura familiar y guías alimentarias: dos pilares para la transformación de los sistemas agroalimentarios post COVID-19

German Masís

La Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe organizó los días 4-5-6 de noviembre el Seminario “¿Cómo Recuperar y Transformar los Sistemas Agroalimentarios de América Latina Post Covid-19?” en conmemoración del Día Mundial de la Alimentación y del 75 Aniversario de la FAO.

El Seminario incluyó una serie de paneles virtuales sobre los temas de: Sistemas Agroalimentarios y Macroeconomía, Sistemas Agroalimentarios y Desarrollo Territorial, Sistemas Alimentarios y Comercio, Sistemas Alimentarios, Alimentación y Salud y Sistemas Agroalimentarios, Medio Ambiente y Cambio Climático, entre otros, incluyendo paneles sobre la Situación de los Sistemas Agroalimentarios en algunos países como Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Venezuela y Costa Rica.

El panel de Costa Rica se denominó “Agricultura Familiar y Guías Alimentarias: dos pilares para la transformación de los Sistemas agroalimentarios post covid-19” y contó con la participación de las funcionarias de la Representación de la FAO en Costa Rica, Yenory Hernández y Andrea Padilla y de las ViceMinistras de Salud y Agricultura, Alejandra Acuña y Ana Cristina Quirós respectivamente.

La especialista Padilla expuso sobre el primer pilar para la transformación de los Sistemas agroalimentarios post covid-19, que es la Agricultura Familiar, ubicando la Importancia de la Agricultura Familiar en Costa Rica.

Dijo que ésta representa según datos de la Secretaría de Planificación del Sector Agropecuario(SEPSA) a partir del Censo Agropecuario del 2014, 51.508 fincas que corresponden a un 55% de las explotaciones agropecuarias y el 26% de la totalidad de las tierras de uso agropecuario del país; en cuanto al uso del suelo de las explotaciones de la AF, un 30% corresponde a bosques, el 50.5% a pastos y un 9.1%a cultivos permanentes, cuya distribución permite potencialmente establecer prácticas agrícolas sostenibles y desarrollar territorios más resilientes que puedan mitigar los efectos del cambio climático. La AF también involucra un 36% del empleo sectorial de la agricultura generado por los agricultores familiares.

En cuanto a las principales actividades de la AF, destaca en primer lugar el ganado vacuno, el café, las frutas y los granos, especialmente el frijol, no obstante, podemos ver que la AF presenta grandes desafíos, entre ellos:

-el porcentaje de mujeres productoras apenas representa un 15.6%, que implica hacer un gran esfuerzo para la incorporación de las mujeres productoras

-otro gran desafío es sobre la edad promedio de las personas productoras, que es 55 años para los hombres y 51 para las mujeres, esto implica que hay que hacer una labor para ir incorporando a los jóvenes en una actividad productiva que sea atractiva y novedosa, que les permita obtener ganancias para mejorar sus condiciones de vida y muy relacionado está otro desafío sobre el uso de la tecnología agrícola en el país.

El otro tema presentando por Padilla, es el de la Gobernanza de la Agricultura Familiar, que señala que desde el año 2010 se viene trabajando en la AF y en el 2017 se crea la Red Costarricense de la Agricultura Familiar, que está integrada por diversos actores, incluidas las instituciones del Sector Agropecuario(el MAG, el INTA, el CNP, el INDER, el PIMA, el SENARA), pero también hay una importante presencia de organizaciones productivas tanto a nivel nacional con representación en los territorios, mujeres productoras, cooperativas agrícolas y organizaciones de consumidores, importantes para mantener ese diálogo entre productores y consumidores. En esta Red está también la Academia que a través de sus programas de investigación y extensión están fortaleciendo la AF, así como las Escuelas de Nutrición y el Observatorio de la Seguridad Alimentaria y también están los organismos de cooperación internacional.

El papel de esta Red es ser un espacio de gobernanza y de diálogo donde de manera conjunta entre esos actores se van definiendo las líneas, orientaciones y políticas de la AF en el país. En el marco de esta Red se fue trabajando en el Decenio de la Agricultura Familiar 2020-2030 y en el Plan Nacional de la Agricultura Familiar, que es el principal instrumento que tiene el país para impulsar la AF y articularlo con la Agenda 2020-30 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos para el Desarrollo Sostenible.

Para el 2030, Costa Rica va a tener una AF innovadora, inclusiva, fortalecida organizacionalmente y vinculada a los mercados, haciendo que prosperen sistemas agroalimentarios más saludables y sostenibles, introduciendo un aspecto más integral a la AF para que se vea no sólo el aspecto de producción agrícola, sino con una visión más amplia y como se va encadenando todo el sistema agroalimentario, ya que se incorpora la parte nutricional, que tiene que ver con inocuidad y con diversidad de alimentos y también la parte de sostenibilidad, que hace referencia a aspectos ambientales de la producción con prácticas acordes con que los productos sean inocuos y que no tengan agroquímicos que nos hagan daño. Una alimentación saludable inicia con una AF que tenga posibilidades de generar alimentos nutritivos y saludables.

En el Plan Nacional de Agricultura Familiar se definieron 8 pilares que son los que marcan los progresos y las acciones que se van a seguir en el país hasta el 2030 para la AF, ellos son:

– el primer pilar tiene que ver con la parte institucional, con fortalecer el entorno institucional que permita un desarrollo integral de la AF
– el segundo tiene que ver con integrar las juventudes rurales y la transición generacional
– el pilar 3 tiene que ver con promover la equidad de género e incorporar a las mujeres en la AF
– el pilar 4 tiene que ver con fortalecer organizacionalmente la AF, que es toda la parte asociativa y de generar conocimientos y capacidades
– el pilar 5 está relacionado con la inclusión económica de la AF y con el desarrollo de circuitos costos de comercio que acerquen los productores a los consumidores
– el pilar 6 tiene que ver con el tema de sostenibilidad ambiental de la AF, para conseguir sistemas productivos resilientes y adaptados al cambio climático, en este pilar se incluyen los sistemas de agroecología y la conservación de los recursos de la agrobiodiversidad
– el pilar 7 tiene que ver con fortalecer la multidimensionalidad de la AF, pero también centrada en una producción que tenga pertinencia cultural
– el pilar 8, tiene que ver con la comunicación para trasmitir como se vincula la agricultura con la alimentación y la nutrición.

El Ministro de Agricultura en un video sobre el Día de la Alimentación, afirma que la verdadera AF está ligada a la distribución de la tierra, a la generación y distribución de la riqueza a través de los procesos productivos que hemos ido implementando históricamente.

La especialista Yenory Hernández, inició la presentación sobre el segundo pilar que es las Guías Alimentarias, mencionando el contexto general del covid-19, los sistemas agroalimentarios y la nutrición. Estableció que ya antes del covid, nuestra región y Costa Rica, teníamos problemas en cuanto a la alimentación y malnutrición, ante lo que la pandemia nos ha puesto nuevos desafíos:

– tenemos personas con diferentes formas del malnutrición, sobrepeso y obesidad, las cuales se han visto seriamente afectadas por los efectos del covid, que ha profundizado la situación de inequidad
– al mismo tiempo he visto impactos económicos y sociales donde las personas han perdido sus empleos, sus ingresos básicos y esto limita su capacidad adquisitiva para obtener alimentos que normalmente adquirían direccionados hacia una alimentación saludable.
– a nivel de las cadenas de suministros, hemos visto como éstas se han interrumpido pese a los esfuerzos para mantenerlas activas, convirtiéndose en una barrera para poder adquirir alimentos de carácter nutricional; todas esas barreras demuestran la debilidad de nuestros sistemas agroalimentarios, pero también la oportunidad para incluir un enfoque nutricional a lo largo de los sistemas agroalimentarios para reconstruirlos con más fuerza y resiliencia.

Respecto a las Guías Alimentarias, indica que estas se encuentran en un proceso de revisión, recordando que estas Guías son: un conjunto de instrumentos, principios rectores y recomendaciones basadas en alimentos disponibles, accesibles y culturalmente apropiados, los que la evidencia recomienda para una alimentación saludable y que se han desarrollado con la participación de los diferentes actores, sean productores o en las áreas de salud y educación. Costa Rica tiene unas guías alimentarias que orientan todo el sistema agroalimentario de una forma sistemática y ordenada hacia una alimentación saludable.

Al final concluye con que Costa Rica es una tierra privilegiada por su variedad de productos alimenticios y por el acceso a alimentos variados, inocuos y nutritivos, por lo que es muy importante reconocer a todos los actores del sistema agroalimentario que hacen posible que esa variedad de alimentos llegue a la mesa de las personas y que como consumidores debemos demandar el acceso a alimentos saludables y entornos saludables.

 

Imagen ilustrativa, UCR.

Soberanía Alimentaria: la agricultura familiar y promoción del abastecimiento de mercados de cercanía

El Ciclo de charlas/conversatorios para pensarnos en tiempos de COVID-19 invita al conversatorio “Soberanía Alimentaria: la agricultura familiar y promoción del abastecimiento de mercados de cercanía. Realidades, posibilidades y obstáculos”, la cual contará con la participación de Ana Valtriani, Javier Di Matteo y Gina Lipka.

La transmisión del conversatorio será vía Zoom el 30 de junio a las 5 p.m. hora Argentina, 2 p.m. hora de Costa Rica.

Efectos de la pandemia sobre la producción agrícola para el mercado interno

German Masís

El Ministerio de Agricultura y Ganadería estimó recientemente que la pandemia ha afectado la producción agrícola destinada al consumo interno en un monto cercano a ¢1.322 millones, luego de consultas hechas a los productores por los funcionarios de las oficinas regionales.

Ubicando la afectación por cultivo, señala que el mango, ha tenido una pérdida estimada de ¢350 millones, le siguen el plátano con ¢269,5 millones; la zanahoria con ¢250 millones; la leche con ¢156,8 millones; la cebolla y el ajo con ¢76 millones; y el queso con ¢ 63 millones.

También se encontraron pérdidas importantes en fresas, frutas, guayaba y otras hortalizas, además en empresas que producen para el Programa de Abastecimiento Institucional (PAI), que en el sector de cárnicos reportan ¢194 millones y en el de pollo y huevo, por ¢121 millones, para un total de ¢315 millones. (LN, Economía,17-4-20)

Esta afectación se debe principalmente a variaciones en la demanda y a cambios en las cadenas de distribución debido a las medidas de restricción que impone la pandemia, dijo el Ministro de Agricultura. (CRHoy,17-4-20)

No obstante, frente a la valoración de las pérdidas en actividades dirigidas al mercado interno, la principal preocupación debe ser profundizar en los efectos en los sistemas de producción de la agricultura familiar y en las alternativas que los pequeños productores y microempresarios están desarrollando para reestablecer la producción y el comercio agroalimentario.

Es oportuno recordar que en nuestro país hay más de 50 mil fincas ligadas a la agricultura familiar, que representan el 55% de las fincas dedicadas a la actividad agropecuaria (RedCostarricensedeAgriculturaFamiliar,2017) y que hay cerca de 76 mil productores por cuenta propia y microempresarios agrícolas (FAO,2011, p.12) que son los que garantizan la producción de alimentos y la seguridad alimentaria del país.

Así mismo, que estas unidades de producción familiar, aportan, el 85% de la producción de frijol, el 80% de la cebolla, el 75% de la de yuca, el 70% de la papa, el 70% de la de café, el 55% de la de leche y el 40% de la carne, siendo la principal y a veces única fuente de empleo e ingresos de la población rural. (Masís, G. 2018, p.229)

La importancia de este sector en el abastecimiento alimentario, torna urgente la implementación de estrategias para enfrentar la disminución de la demanda de productos y la reducción de los ingresos de las familias rurales.

En ese sentido, es satisfactorio conocer que los agricultores están impulsando acciones como el fortalecimiento de las rutas urbanas de comercio, el comercio virtual, la creación de nuevos espacios y ferias, pero también la reprogramación de las cosechas, la disminución de insumos y la articulación con otros productores para generar soluciones conjuntas a los efectos de la emergencia.