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Etiqueta: alto al fuego

«Gaza: una tregua frágil entre la esperanza y el colapso»

Alberto Salom Echeverría

En la Franja de Gaza se ha producido una tregua del conflicto. No más, hasta el momento. Sin embargo, ha sido recibida por la comunidad internacional como un respiro largamente esperado tras meses de violencia, destrucción y desesperanza. No obstante, el aparente alivio humanitario oculta una realidad más compleja: el alto al fuego, aunque necesario y urgente, no es sinónimo de paz duradera. Los análisis de organismos internacionales, expertos en relaciones internacionales y organizaciones humanitarias coinciden en una advertencia común: la tregua es frágil, sujeta a tensiones internas, ambigüedades políticas y una devastación estructural que no se resuelve con silencio de armas.

La tregua es frágil, en primer lugar, porque el actual gobierno de Israel encabezado por Netanyahu representa a una ultraderecha fundamentalista que ha tenido como propósito el exterminio del pueblo palestino. Si ahora se ha comprometido con una pausa en los combates, es solo debido a que su tradicional aliado y soporte en su histórico y constante asedio a los palestinos, los Estados Unidos es el que ha promovido, junto a Egipto, Qatar y Turquía, un cese al fuego.

Pero, es frágil también debido a que el grupo Hamás, dominante en la parte palestina de la Franja de Gaza, facilitó esta vez la criminal y desproporcionada intervención de Israel con su ejército homicida durante casi dos años. Hamás facilitó la incursión asesina del ejército israelí en Gaza, porque arremetió a su vez, inesperadamente en la zona fronteriza de Israel, el 7 de octubre del 2023. Los milicianos de Hamás la emprendieron primero contra una población civil joven que se encontraban en un festival de música Nova; dicho ataque se extendió contra bases militares ubicados en la frontera de Israel, ocasionando muertes y llevándose rehenes a la Franja de Gaza. Todo esto proporcionó un formidable pretexto al ejército de Israel, para desencadenar el genocidio que ha perpetrado contra los palestinos en Gaza, durante casi dos años. Bajo las órdenes del jefe del Estado Netanyahu, se desató un bombardeo indiscriminado contra la población civil, incluyendo niños, adultos mayores, mujeres, de manera inmisericorde y en clara violación de los derechos humanos, desoyendo a la inmensa mayoría de los gobiernos del mundo en Naciones Unidas.

Ambigüedades peligrosas y condiciones precarias

Uno de los principales problemas señalados por analistas como Diana Buttu (ex asesora de negociaciones por la parte palestina) es la ambigüedad de los términos del alto el fuego. ¿Qué significa exactamente una “retirada parcial”? ¿Qué zonas deben considerarse desmilitarizadas? La falta de precisión bien pudo haber sido intencionada, para favorecer a Israel, mediante interpretaciones unilaterales, abrir la puerta a violaciones del acuerdo como las que ya comenzaron a darse desde el martes 16 de octubre. En efecto, Israel fue acusado de violar el cese al fuego con Hamás tras nuevos ataques en Gaza, acometidos en la región de Netzarim.

Al mismo tiempo, la continuidad del alivio humanitario depende casi exclusivamente del apoyo externo. La ONU ha solicitado con urgencia mayores fondos para sostener la ayuda, alertando que, sin un flujo constante de recursos, combustible, medicinas y alimentos, el colapso será inevitable. Además, la reconstrucción apenas ha comenzado: se estima que la guerra ha hecho retroceder el desarrollo económico de Gaza en casi 70 años, según un informe del PNUD.

El valor del cese del fuego: entre lo urgente y lo insuficiente

Desde la implementación reciente del cese del fuego, el acuerdo ha permitido ciertos avances concretos. Se ha reanudado parcialmente la entrega de ayuda humanitaria, han regresado desplazados palestinos a zonas seguras, y se han liberado prisioneros por ambas partes. Naciones Unidas ha descrito la situación como “una esperanza frágil”, y el secretario general António Guterres subrayó que, “la pausa en los combates permite salvar vidas, pero no soluciona las causas del conflicto”.

Organismos humanitarios como OCHA y la OMS habían reportado hasta el día martes de esta semana, progresos modestos pero significativos: puesto que se reabrieron algunos corredores humanitarios, también se volvió a brindar acceso limitado a hospitales y se aligeró la distribución de alimentos, sobre todo a la población palestina más vulnerable. Sin embargo, las cifras siguen siendo desalentadoras: más del 60% de la infraestructura hospitalaria en Gaza está fuera de servicio; las escuelas están severamente dañadas o funcionando como refugios; la falta de agua potable y electricidad mantiene en grave riesgo a millones de personas que permanecen bajo amenaza de que se desate una crisis epidémica de enormes proporciones.

Riesgos latentes: entre la política interna y el terreno en ruinas

La tregua también enfrenta amenazas internas. En Gaza, la gobernabilidad se ha debilitado. Aunque Hamás ha desplegado fuerzas para mantener el orden, los informes indican que aún persiste la actividad de milicias armadas no oficiales, lo que podría generar enfrentamientos internos. En Israel, la presión política interna sigue siendo intensa, y cualquier incidente menor puede escalar en una respuesta militar desproporcionada.

Además, la experiencia previa muestra que muchos altos al fuego se han roto por la acumulación de pequeños incumplimientos, falta de confianza y ausencia de verificación neutral. Sin mecanismos sólidos de supervisión y sin una mediación política seria, el riesgo de una recaída violenta es alto.

Escenarios posibles: de la consolidación a la ruptura

Los expertos coinciden en tres escenarios plausibles:

  1. Consolidación gradual: el más optimista, implica cumplimiento de los acuerdos, reconstrucción parcial y mejoras humanitarias sostenidas. Requiere financiamiento estable, voluntad política y supervisión internacional.
  2. Estancamiento con tensión: parece ser el escenario más probable, según organismos como la ONU y “think tanks” como “International Crisis Group”. El alto al fuego se mantiene, pero bajo condiciones precarias, con frustración social creciente y avances mínimos.
  3. Ruptura parcial o total: si se incumplen los compromisos, se restringe la ayuda o surgen provocaciones armadas, el conflicto podría reanudarse incluso con más intensidad, repitiendo el ciclo de destrucción y genocidio contra los palestinos.

¿Paz o pausa?

La pregunta no es si la tregua es bienvenida, sino si es suficiente. La respuesta, por ahora, es no. Sin un proceso político serio que aborde las raíces del conflicto —ocupación, derechos territoriales, acceso a recursos, autodeterminación, justicia para las víctimas—, la paz seguirá siendo una palabra lejana. El alto al fuego en Gaza no es un fin, sino una oportunidad. Si se aprovecha con inteligencia, humanidad y compromiso real, puede ser el primer paso hacia algo más sólido. Pero si se gestiona con indiferencia o cinismo, principalmente por las potencias occidentales que siempre han apoyado al Estado de Israel, será solo una pausa antes del próximo estallido.

Gaza: Una tregua que no alcanza

Después de meses de horror en Gaza, el alto al fuego recientemente alcanzado ha sido recibido con un alivio evidente por millones de personas en todo el orbe. No es para menos: cualquier pausa en la violencia representa, aunque sea por un momento, la posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, por muy necesario que sea este cese de hostilidades, conviene no engañarse. La tregua no es paz. Es, con suerte, una oportunidad. Pero, deseo reiterarlo ahora, también puede convertirse en una peligrosa ilusión.

Los organismos internacionales no han tardado en describir este momento con un término revelador: “esperanza frágil”. El alivio humanitario que se ha logrado —más ayuda entrando, algunos desplazados retornando, liberaciones cruzadas de prisioneros— es real. Pero es también absolutamente precario. Gaza sigue siendo un terreno arrasado: hospitales colapsados, escuelas convertidas en refugios o ruinas, servicios básicos como agua y electricidad prácticamente inexistentes.

Más aún, la tregua se sostiene sobre bases inestables. Los términos del acuerdo son vagos. Aparte de las preguntas ya planteadas, ¿Quién decide cuándo y cuánto se ha cumplido? ¿Qué sucede si una de las partes interpreta que el otro ha fallado? Este tipo de ambigüedades no son meros detalles técnicos. Son combustible para futuras rupturas.

Por lo consiguiente, el riesgo de ruptura lamentablemente es muy real. La historia reciente lo demuestra: “altos al fuego” similares en ocasiones anteriores, han terminado en más violencia porque nunca se resolvieron los conflictos de fondo. El más importante de los cuales es el de la creación del Estado de Palestina en igualdad de condiciones y derechos con Israel y los demás Estados reconocidos por Naciones Unidas. Mientras tanto, en Gaza, se vive bajo una presión insoportable. No hay seguridad real, ni oportunidades, ni verdadera reconstrucción a la vista. La población depende por completo de la voluntad —y los fondos— de la comunidad internacional. Una comunidad que muchas veces se cansa rápido.

Desde Israel, la situación es extremadamente tensa. Las presiones internas sobre su gobierno son intensas, y cualquier paso percibido como débil puede desencadenar respuestas duras. Por otro lado, en Gaza, ya lo expresé, el poder político no es homogéneo. Aunque Hamás intenta controlar el territorio, existen otros actores armados, intereses cruzados, y una población extenuada que ya no cree en promesas.

Entonces, ¿qué sigue?

Es urgente abandonar la idea de que la tregua es un fin en sí mismo. No lo es. Sin un proceso político serio, sin afrontar las raíces del conflicto la ocupación, el bloqueo, los derechos fundamentales, la autodeterminación de los pueblos, no habrá paz verdadera. Solo pausas entre catástrofes. Representantes políticos de la población palestina, deben ser admitidos en las subsiguientes negociaciones, en condiciones de igualdad con los de la parte israelí.

Por tanto, este alto al fuego no debe hacernos bajar la guardia. Debe ser una llamada a actuar con más decisión, más humanidad, más honestidad. Porque si la comunidad internacional, los gobiernos implicados y las organizaciones mediadoras no hacen ahora lo que deben, el precio lo volverán a pagar como siempre los civiles, la parte más débil del conflicto que, evidentemente es la población de Palestina, especialmente la de Gaza. Entonces, el ciclo de destrucción y muerte continuará.

Es necesario que se realice una valoración de las recientes negociaciones para conseguir un alto al fuego en la franja de Gaza que dure lo suficiente para alcanzar una paz verdadera. Para que ello sea posible, es necesario consolidar al menos lo siguiente:

  1. Alto el fuego: Se ha aprobado un alto el fuego entre Israel y Hamás, con mediación internacional. Pero esto, como lo hemos señalado es todavía frágil. Por ahora, existe el reconocimiento de que esa tregua consiste en una fase inicial, con liberaciones de rehenes/prisioneros, entrada de ayuda humanitaria, retirada parcial de tropas y un compromiso formal de actores mediadores.
  2. Expectativas de alivio humanitario: Las agencias de la ONU y organizaciones humanitarias han reaccionado con optimismo moderado. Se espera que haya más provisión de servicios básicos como salud, educación y ayuda para poblaciones afectadas, siempre que se respete lo pactado.
  3. Condición de fragilidad: Ya hay advertencias de que la tregua es frágil. Un alto el fuego no es lo mismo que un tratado de paz, ni garantiza estabilidad a largo plazo.

Asimismo, la ONU considera la situación en Gaza “insostenible” ante las privaciones, los altos niveles de destrucción, hambruna emergente, desplazamientos forzados y gran cantidad de obstáculos, especialmente por parte del ejército de Israel.

Factores que limitan cuán sólida puede ser esta valoración de “paz”

  1. Falta de garantía de cumplimiento: Las partes (Israel, Hamás) tienen diversos intereses estratégicos, militares, políticos, y desafíos internos que pueden hacer que comprometerse a un alto al fuego sea más fácil que mantenerlo. Verificar y hacer cumplir los acuerdos en zonas de conflicto es muy difícil. Debe tenerse presente que, por ahora, este no es un tratado de paz completo, ya que no se ha resuelto lo fundamental: ocupación, derechos territoriales, estatus político, seguridad, justicia para víctimas, control de fronteras, etc.
  2. Dependencia de los actores externos: Señales de mediación o presión internacional son importantes, pero la sostenibilidad del alto al fuego depende de factores externos como apoyo humanitario constante, la presión diplomática, fondos, supervisión internacional. Si alguno de estos flaquea, podría romperse la tregua.
  3. Daño estructural profundo: Gaza sufre destrucción masiva de infraestructura, crisis humanitaria severa, crisis económica. Reconstruir tomará mucho tiempo, recursos y cooperación política. Hasta que esto no se atienda, el “estado de paz” será muy precario.
  4. Riesgo de reactivación del conflicto: Las interrupciones previas, violaciones de treguas o pausas, contraataques, provocaciones, etc., muestran que hay un alto riesgo de que el conflicto se reactive si no hay un marco político más profundo para evitarlo.

Factores que coadyuvan con el cese del fuego alcanzado hasta ahora

  1. Mantener la tregua hasta que sobrevenga una nueva fase de negociación. En términos de reducción inmediata de violencia, la tregua es un avance importante. Evita muertes adicionales, al menos por un tiempo, permite acceso humanitario, alivio para la población más afectada, como son los palestinos.
  2. Fortalecer en esta fase de “cese del fuego” la valoración de lo alcanzado. En cuanto a estabilidad a mediano y largo plazo, la valoración es un tema crítico y álgido. Para superar esta coyuntura hay muchas condiciones previas que deben cumplirse: reconstrucción, acuerdos políticos, garantías mutuas, verificación, protección de civiles.
  3. Aprovechar bien la tregua: Si bien por ahora se trata de una paz temporal y frágil, la situación posee un potencial importante, si se aprovecha bien; pero debe quedar claro, por las razones antes esgrimidas, no es fiable aún para decir que “la paz está garantizada”. Podría romperse si ciertos actores no cumplen, si la comunidad internacional no se compromete de manera sostenida, o si nuevos hechos reavivan la tensión.
  4. Se deben incorporar actores directos de las partes en conflicto en las negociaciones pendientes. Con ello, más el aporte de nuevos recursos de países que se han pronunciado por la paz, para invertir en la reconstrucción, lograr accesibilidad en todos los territorios, para que la población desplazada pueda regresar y rehabilitarse, se puede ayudar a evitar la reanudación de las hostilidades.

Conclusión

  1. Naciones Unidas y su secretario general han definido el cese del fuego como una “esperanza frágil” (“fragile hope”) tras un periodo de enorme destrucción. Algunos datos revelan que en ciertas zonas de la franja de Gaza la destrucción de Infraestructura alcanza hasta el 70%. Por lo que hay servicios básicos insuficientes, entre ellos los más importantes son sin duda, hospitales, redes de agua, saneamiento, electricidad y escuelas. La reconstrucción tomará tiempo, recursos enormes y coordinación efectiva. Si la población sigue viviendo en condiciones muy adversas, crece la presión social por la frustración
  2. Dependencia de ayuda internacional y financiación constante. Que entre ayuda es necesario, pero no suficiente. Se necesita que la ayuda siga fluyendo sin interrupciones, que haya combustible, medicinas y alimentos. Si hay bloqueos, limitaciones políticas o logísticas, los avances se revertirán.
  3. Es urgente definir con precisión las “Fases subsiguientes del acuerdo”, así como el cumplimiento de compromisos. Muchos acuerdos de cese del fuego tienen etapas: liberación de prisioneros, retirada de tropas, verificación de zonas o restauración de la gobernanza. Si una de las partes no cumple con lo acordado (por ejemplo, retirada militar, control efectivo, regulaciones de seguridad, desarme parcial, etc.), se puede romper la confianza que se haya logrado alcanzar en un momento determinado.
  4. En situaciones de conflicto, cuando las estructuras se colapsan, surgen grupos armados, disputas locales, saqueos, etc. La restauración de la ley, la autoridad civil o de gobierno es un reto. Si no se mantiene el orden interno, la inseguridad puede desencadenar nuevas tensiones.
  5. Presión política interna (en Israel, en grupos palestinos, en actores regionales). Las decisiones de las partes involucradas dependen también de lo que pase internamente: opinión pública, régimen político, fuerzas miliares, presiones de coaliciones. Si hay cambios de gobierno, protestas, u otros eventos que modifiquen las prioridades, los acuerdos pueden perder vigencia.
  6. Es preciso tener previstos mecanismos de supervisión, verificación y mediación. En otras palabras se trata de establecer un monitoreo independiente, permanente y transparente por parte de actores internacionales que puedan verificar que los términos se cumplan, esto se torna crucial. Sin verificación confiable, es fácil que se alegue incumplimientos y se dispare el conflicto.

En suma, el alto al fuego ofrece un respiro real, con mejoras humanitarias importantes que eran casi imposibles de mantener durante el conflicto activo.
Sin embargo, la paz es frágil: depende de muchos detalles logísticos, políticos y del comportamiento de las partes, y hay muchos riesgos de que se degrade rápido si no se gestiona adecuadamente cada uno de los acuerdos con sus metas comprobables.

Lo más probable es que veamos una mezcla entre los siguientes factores: algunas etapas exitosas (ayuda, retornos, reconstrucción pequeña), junto con desafíos persistentes, demoras e incidentes. Que el alto al fuego dure “bien” requerirá un compromiso fuerte y continuo, tanto interno como de la comunidad internacional.

Comunicado conjunto de la resistencia palestina

12 de octubre de 2025

Hamas, la Yihad Islámica Palestina y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, las tres potencias, emitieron esta declaración conjunta:

Oh nuestro noble pueblo palestino:

A la luz del anuncio de la primera fase del acuerdo para detener y poner fin a la guerra de genocidio y las negociaciones maratonianas que las facciones emprendieron para alcanzar este logro nacional, las tres potencias extienden un saludo de honor y reverencia a las masas de nuestro gran pueblo, especialmente a nuestro pueblo en la Franja de Gaza. que se enfrentaron a los crímenes sionistas más atroces con legendaria firmeza y determinación.

También saludamos a todos los mártires y prisioneros, sus familias, las familias de los desaparecidos y a todos los niños, niñas, madres, jóvenes, ancianos y desplazados que se mantuvieron firmes en su tierra a pesar de las tragedias, el genocidio, el hambre, las masacres, el sufrimiento del desplazamiento y las agonías de vivir en medio de la destrucción de los elementos básicos de la vida cotidiana. Afirmamos que su firmeza es un símbolo vivo de la voluntad de nuestro pueblo y de su determinación inquebrantable y una prueba de que su voluntad es más fuerte que cualquier máquina sionista de destrucción.

La resistencia de los combatientes de la resistencia y de todo nuestro pueblo, incluidos los equipos médicos, de ambulancias y de defensa civil, los periodistas, los desplazados y otros, ha frustrado los planes de desplazamiento y desarraigo y ha registrado una lección inmortal de firmeza y desafío que quedará grabada en las páginas más brillantes de la historia palestina. Las impresionantes escenas de nuestros desplazados que regresan a la ciudad de Gaza y las concentraciones masivas en sus calles, campamentos y callejones destruidos no son más que una encarnación de la voluntad de un pueblo que rechaza la migración forzada e insiste en regresar y vivir en su tierra a pesar de la inmensa destrucción.

También elogiamos el heroísmo de la resistencia, que se mantuvo erguida y orgullosa en medio de los escombros, resistió la máquina destructiva de la ocupación, quebrantó la moral del enemigo y le infligió grandes pérdidas a través de sus operaciones específicas. Esto confirma que la voluntad de nuestro pueblo y de los héroes de la resistencia es más fuerte que todos los intentos de opresión y destrucción y que el enemigo, durante más de dos años, no pudo quebrantar la firmeza y la voluntad de esta resistencia, a pesar de todas las armas y la enorme y letal maquinaria de guerra que posee.

Las tres potencias también extienden un saludo de orgullo y honor a los frentes de apoyo en Yemen, Líbano, la República Islámica de Irán e Irak, que apoyaron a nuestro pueblo y su resistencia y ofrecieron mártires en el camino hacia Al-Quds y Al-Aqsa.

Las tres potencias también expresan su profundo agradecimiento por los tremendos esfuerzos realizados por los mediadores hermanos (Egipto, Qatar, Turquía) y todos los que apoyaron este camino, pidiendo a la parte estadounidense y a todos los mediadores que continúen presionando para garantizar el compromiso de la ocupación con todas las cláusulas del acuerdo y evitar cualquier desviación de ellas en lo más mínimo.

Valoramos mucho el movimiento de solidaridad global sin precedentes que apoyó a nuestro pueblo, alzando su voz para rechazar el genocidio y enjuiciar los crímenes de la ocupación. Afirmamos que la solidaridad de los pueblos libres con Palestina y Gaza es un mensaje poderoso de que la causa de nuestro pueblo es una cuestión política y humanitaria mundial. Este apoyo global representa un impulso moral significativo para nuestro pueblo que resiste y confirma que la ocupación es una entidad deshonesta que se ha aislado y asediado, un estado que debe ser aumentado y escalado.

«Un logro parcial para poner fin al sufrimiento»

Las potencias aclaran que, a pesar de los persistentes intentos de la ocupación de descarrilar el proceso de negociación y obstruir el acuerdo y los esfuerzos de Netanyahu por prolongar la guerra y sofocar cualquier posibilidad de detener la agresión, la delegación negociadora palestina mantuvo las demandas de nuestro pueblo de detener la guerra de genocidio en el primer plano de sus preocupaciones. Hasta ahora ha llegado a un acuerdo para implementar la primera fase de este camino, que es un paso fundamental hacia la demanda urgente de nuestro pueblo: el cese definitivo de la guerra criminal, el fin de la agresión a Gaza, la retirada de la ocupación y el levantamiento del asedio.

Lo que hemos logrado representa un fracaso político y de seguridad para los planes de la ocupación y una destrucción de sus objetivos de imponer el desplazamiento y el desarraigo. Es un logro parcial para poner fin al sufrimiento de nuestro pueblo y liberar a cientos de nuestros heroicos prisioneros y prisioneras de las cárceles de la ocupación, en un paso que expresa la fuerza de la resistencia, la unidad de la posición nacional y la insistencia de nuestro pueblo en lograr su libertad y dignidad.

Cuando participamos en este proceso de negociación en medio de una guerra de genocidio, nuestros ojos estaban fijos en el sufrimiento de nuestro pueblo, que se enfrenta a horrores sin precedentes de matanza, destrucción, genocidio y hambre. Actuamos con el más alto sentido de responsabilidad nacional, a pesar del nivel de parcialidad a favor del ocupante, con el fin de abrir un nuevo horizonte para la vida en Gaza y para nuestro pueblo firme arraigado allí. El camino de negociación y el mecanismo para implementar el acuerdo aún requieren una alta vigilancia nacional y un seguimiento preciso y continuo para garantizar el éxito de esta fase. Continuaremos trabajando con alta responsabilidad con los mediadores para garantizar que la ocupación esté vinculada a lo que protege los derechos de nuestra gente y pone fin a su sufrimiento.

Hemos hecho grandes y arduos esfuerzos para liberar a todos los presos y a los líderes del movimiento nacional de presos. Sin embargo, la ocupación, como es su costumbre, frustró la liberación de un número significativo de ellos.

A pesar de ello, optamos por seguir adelante con la aplicación del acuerdo para garantizar el cese de la guerra de genocidio contra nuestro pueblo y evitar que el enemigo continúe con su exterminio colectivo. Prometemos a nuestro pueblo y a las familias de los presos que la cuestión de la liberación de todos ellos seguirá siendo una de nuestras prioridades nacionales, y nunca los abandonaremos. También felicitamos a nuestro pueblo por la libertad de este bendito grupo de nuestros prisioneros y héroes.

«Afirmamos continuar la resistencia en todas sus formas»

Nuestro pueblo firme, esta etapa representa una oportunidad para mejorar la solidaridad social dentro de la Franja de Gaza mediante el apoyo a las familias afectadas, asegurando las necesidades de la vida diaria y activando marcos de cooperación entre las facciones, la sociedad y las instituciones locales e internacionales relevantes, creando un entorno resiliente y unificado capaz de enfrentar todos los desafíos y preservar la firmeza de nuestro pueblo.

Renovamos el llamado a la unidad y la responsabilidad nacional, para embarcarnos en un camino político nacional unificado con todos los poderes y facciones. Estamos trabajando en cooperación con los amables esfuerzos de Egipto para celebrar una reunión nacional urgente y amplia para el siguiente paso después de la cesación del fuego a fin de unificar la posición palestina, formular una estrategia nacional amplia y reconstruir nuestras instituciones nacionales sobre la base de la asociación, la credibilidad y la transparencia.

También subrayamos nuestro rechazo categórico a cualquier tutela extranjera y afirmamos que la determinación de la forma de gobierno de la Franja de Gaza y los fundamentos de la labor de sus instituciones es un asunto interno palestino que deben decidir conjuntamente los componentes nacionales de nuestro pueblo. Estamos dispuestos a beneficiarnos de la participación árabe e internacional en las esferas de la reconstrucción, la recuperación y el apoyo al desarrollo, de una manera que promueva una vida digna para nuestro pueblo y preserve sus derechos a su tierra.

En conclusión, en este momento histórico decisivo, renovamos nuestra lealtad a los mártires, prisioneros, heridos y combatientes de la resistencia. Afirmamos nuestra adhesión inquebrantable a los derechos de nuestro pueblo a su tierra, patria, lugares sagrados y dignidad y nuestra insistencia en continuar la resistencia en todas sus formas hasta que se logren todos nuestros derechos, sobre todo la eliminación de la ocupación, la autodeterminación y el establecimiento de un estado plenamente soberano e independiente con Al-Quds como su capital.

Fuente:
https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/10/12/palestina-declaracion-conjunta-de-las-facciones-de-la-resistencia/

Surge coalición nacional para el apoyo a Palestina

Con el objetivo de fortalecer la solidaridad costarricense con el pueblo palestino, se lanzó oficialmente la Coalición Costarricense por la Paz y la Justicia para Palestina (abreviado como Coalición PalestinaCR), con el propósito de apoyar, visibilizar y articular esfuerzos entre las organizaciones, colectivos, redes y personas que trabajan desde distintas partes del país para visibilizar y apoyar activamente la causa palestina. Esta coalición nace además, para dar apoyo al Consulado Honorario de Palestina en Costa Rica, cuya representación se encuentra a cargo de Wajiha Sasa Marin, hija de padre palestino y madre costarricense.

En el video de lanzamiento, la cónsul apeló a los valores históricos del país en defensa de la paz y el derecho internacional:

“Costa Rica ha tenido un rol de liderazgo en la defensa y construcción del derecho internacional, por tener la tradición de no resolver los problemas a través de la violencia y por el uso de las instituciones, de los tratados y marco legal internacional”, dijo. “Desde Costa Rica hay muchísimo que hacer, principalmente hacerle ver a nuestros gobernantes que no estamos de acuerdo con su posición tibia y falta de liderazgo, siendo un país que podría liderar un planteamiento y apuesta de límites a Israel” continuó.

La Coalición PalestinaCR se plantea como un espacio respetuoso, diverso, ecuménico y multicultural, que agrupa y potencia todos los esfuerzos que, desde Costa Rica, acompañan al pueblo palestino en su lucha por la vida, la justicia y la libertad, y en contra del genocidio y la impunidad. Entre sus principales objetivos destacan:

  • Articular a las fuerzas vivas a favor de Palestina en Costa Rica, con el fin de tener una mayor visibilidad e incidencia.
  • Informar, sensibilizar y concientizar a la comunidad nacional, sobre la situación del genocidio perpetrado contra el pueblo palestino.
  • Promover acciones concretas de solidaridad hacia el pueblo palestino y en contra de las acciones genocidas de la ocupación, con un énfasis en la acción local desde y dentro del país.

Cabe recordar que el lanzamiento de esta coalición se realiza en un contexto en el cual han pasado 668 días desde el comienzo del genocidio llevado a cabo por Israel en la ocupada Franja de Gaza, que ha provocado el desplazamiento forzoso de casi 2 millones de personas, el asesinato de más de 60 mil personas y que mantiene a más de 1.100.000 personas con niveles catastróficos de inseguridad alimentaria y desnutrición, según datos de la Embajada de Palestina en Uruguay y múltiples organismos internacionales. Esto además en un momento en donde la posición de Costa Rica ha sido poco clara y que inclusive se encuentra negociando un Tratado de Libre Comercio con Israel.

Lanzamiento de campaña de recolección de firmas

Como parte de su lanzamiento, la Coalición PalestinaCR anunció el inicio de una Campaña Nacional de Recolección de Firmas, que se extenderá hasta el 30 de septiembre. Esta campaña busca recolectar el mayor número de adhesiones ciudadanas como muestra de respaldo al pueblo palestino y de rechazo al genocidio y a la firma del TLC con Israel. La petición demanda específicamente:

  • Que el gobierno de Costa Rica condene pública y enérgicamente el genocidio perpetrado por Israel contra el pueblo palestino.
  • Que se rompan de inmediato las relaciones diplomáticas y comerciales con el Estado de Israel y se interrumpa la negociación en curso de un Tratado de Libre Comercio con dicho país, mientras no se respeten los derechos fundamentales del pueblo palestino: no se puede comerciar con genocidas.
  • Un alto al fuego definitivo y permanente, así como el levantamiento del bloqueo sobre Gaza y las hostilidades en Cisjordania, así como la reconstrucción de la infraestructura civil del pueblo palestino.
  • Que Costa Rica apoye activamente la investigación y el juicio de genocidio y crímenes de guerra israelíes.

La hoja de firmas puede descargarse desde la cuenta oficial en Instagram @coalicionpalestinacr, puede solicitarla escribiendo al correo electrónico info@palestinacr.org o al WhatsApp +506 8734 9880, o la puede descargar en este enlace. También se puede firmar electrónicamente en el siguiente enlace: https://chng.it/c8bHbCjQcn

La Coalición PalestinaCR invita a todas las personas interesadas a unirse a través de distintas formas de participación, ya sea mediante la recolección de firmas, la difusión de información, apoyando con donaciones a organizaciones humanitarias en la región y participando activamente en acciones de solidaridad. Asimismo, pone a disposición sus canales de comunicación para quienes deseen colaborar o mantenerse informados sobre las acciones que se estarán desarrollando.

«La causa palestina es la causa de todas las personas dignas: por eso no bajamos los brazos, no callamos, y no dejamos de luchar por una Palestina libre y justa.»

Mensaje de Wajiha Sasa Marín

Gaza: Exigen un alto el fuego acatado por todas las partes para poner fin al sufrimiento de la población civil 

La nota de Amnistía Internacional pide ayuda a la población al firmar su petición e insta a los dirigentes mundiales a pedir un alto el fuego inmediato, acatado por todas las partes, y a poner fin a la catástrofe humanitaria en Gaza. 

Mencionan que la guerra ha cobrado un precio en la población civil. El número de bajas es algo nunca visto. Innumerables vidas fueron destrozadas, desgarradas y alteradas de forma drástica. Cada día que pasa se pierden más vidas y se agrava la catástrofe humanitaria de Gaza. 

Según ellos, el gran problema es que el implacable bombardeo de Israel sigue matando a personas palestinas en Gaza a un ritmo abrumador. Gran parte del norte de Gaza está destruido y al menos el 75% de toda la población gazatí está ahora internamente desplazada. La mayor parte del sistema de salud de Gaza ha sido destruido. Hay rehenes israelíes tomados por Hamás y otros grupos armados continúan retenidos en Gaza y siguen en peligro. La cifra escandalosamente alta de víctimas mortales, la destrucción generalizada, el hambre y la malnutrición provocados artificialmente, la negación deliberada de ayuda humanitaria como parte de un asedio ilegal, la retórica racista y deshumanizadora de las autoridades israelíes, y el contexto general del sistema de apartheid israelí son señales de advertencia del genocidio de la población palestina en Gaza: https://www.amnesty.org/es/petition/demand-a-ceasefire-by-all-parties-to-end-civilian-suffering/

Imagen: Foto de supervivientes palestinos a los bombardeos ordenados por Israel en Gaza en el 2014, extraída de nota de prensa de France24 titulala «Des responsables israéliens bientot devant la CPI. Une décision pas que symbolique», edición del 9/02/2021.