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Etiqueta: América Latina

Política exterior de Joe Biden-EEUU hacia América Latina: Te ignoro

Mg. José A. Amesty Rivera

Todas las administraciones, gestiones de EEUU y sus gobiernos de turno, no han sido iguales con relación a América Latina, unas han sido más agresivas y otras menos. El caso de la administración Biden, la veremos en este capítulo, resaltando sus matices, desatenciones e indiferencias.

Recordemos que durante la campaña de Biden, este hizo múltiples promesas, según él, para emprender, por ejemplo, las causas de la migración latinoamericana, y más específicamente, la centroamericana; buscar un enfoque efectivo contra Venezuela; y propiciar su estilo «democrático» en Latinoamérica.

Pero, los factores que impulsan la migración no han cambiado mucho, Venezuela sigue su camino de libre determinación de los pueblos y muchas «democracias», según ellos, siguen oscilando.

Más bien, el enfoque de esta Era Biden, producto de la guerra en Ucrania y ahora el conflicto Gaza-Israel, ha unido a EEUU con Europa occidental y Medio Oriente, con lo cual Biden ha tenido más suerte con los aliados europeos, que con los problemas de drogas y migraciones de América Latina.

El equipo diplomático de Joe Biden se ha pasado la mayor parte de su primer mandato, tratando de reconstruir alianzas con Europa, Medio Oriente y Asia. Solo recientemente han comenzado a mostrar atención hacia América Latina, pero legisladores y empresarios, por igual, manifiestan que estos esfuerzos son escasos, por lo que están perdiendo la paciencia.

La administración gringa dice que tiene un plan. El año pasado anuncio la Asociación de las Américas para la Prosperidad Económica (APEP), pero sus críticos dicen que hoy la APEP, es poco más que sus iniciales. Las compañías están frustradas por no tener la oportunidad de expresar al gobierno sus anhelos con relación al acuerdo propuesto. Se dijo que habría negociaciones a finales de 2022 o inicios de 2023, pero nada ha sucedido en realidad.

Hasta los aliados de Biden están preocupados porque que, si no hay progresos rápidos, EEUU estará más atrás que China en la carrera por la influencia económica en América Latina y el Caribe, donde Beijing ya cuenta con 20 naciones miembros en su iniciativa económica de la Franja y la Ruta de la Seda.

Si la oferta de China es, no demandamos reformas, solo estamos ofreciendo algún dinero; ahí hay una inversión. Si la oferta de EEUU es, una vez que los ayudemos a mejorar todos estos aspectos (imposiciones políticas, sociales y económicas) estaremos abiertos al intercambio; EEUU estará cada vez más detrás.

En fin, las presiones políticas y sanciones económicas de la administración Biden y los gobiernos de EEUU hacia los países de América Latina y el Caribe, traerán como consecuencia que estos se vean obligados a profundizar sus relaciones políticas y económicas con China y Rusia, con el ejemplo más reciente, la adhesión de Argentina al bloque de los BRICS.

Por otro lado, y en el mismo orden de ideas, los principales candidatos republicanos, de cara a las elecciones de 2025, abogan por revivir los acuerdos de países seguros de Latinoamérica de la era Trump, presionando a estos países, para que impidan la migración, además de, fortalecer sanciones contra Cuba, Venezuela y otros; siendo esto último una prioridad para los votantes influyentes del Sur de Florida.

De allí que, si la Casa Blanca cambia de gestión en 2025, cambia el foco de atención de su política exterior, del Atlántico a América Latina.

Este desinterés, como lo hemos insinuado, de Biden y su política exterior hacia Latinoamérica, se evidencia, por ejemplo, en que, de 14 viajes internacionales a 21 países como presidente, Biden solo ha estado en América Latina una vez, y solo por 48 horas.

Con esto no queremos decir que las propuestas demócratas y republicanas de EEUU, resolverán la crisis del hemisferio occidental, sino todo lo contrario, es más, estas nos pueden llevar al desastre, si no es que en algunos países ya no lo están.

En fin, demócratas y republicanos, cada día viven más en mundos diferentes, por eso no es ninguna sorpresa que articulen políticas exteriores tan divergentes. Por eso es que, adoptar medidas con enfoque republicano, puede aumentar las simpatías de la administración Biden entre los votantes, que piensan que las principales preocupaciones de EEUU, en materia de política exterior, están más cerca de casa y no de Europa, Asia y Medio Oriente.

Si volvemos a nuestro patio, México y su problema actual con el fentanilo como droga destructiva en EEUU, este debe valorar que México es un socioeconómico importante y no debe tensar las relaciones, y una intervención conllevaría un alto costo económico para los estadounidenses comunes.

Ningún tipo de disuasión, no importa lo brutal que sea, frenara la inmigración y el tráfico de drogas.

Al fin, ninguna intimidación o acoso hará que los gobiernos latinoamericanos se alineen con Washington. Aunque no se oirá de los candidatos republicanos, EEUU ya no es el hegemónico todopoderoso del hemisferio.

Un caso en particular es Cuba, donde en este ignorar de Biden, este realizo varias promesas de campaña en lo que se refiere a revisar las relaciones con Cuba, pero ha mantenido la política de su predecesor Trump. Sin embargo, esta política no ha logrado sus objetivos y tiende a aislar más a EEUU; la isla fue elegida como miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, siendo el país más votado de América Latina, y por trigésima ocasión los países miembros de la ONU, casi de manera unánime votaron contra el bloqueo.

La política de EEUU contra Cuba, limita los derechos de los propios ciudadanos y empresarios estadounidenses, que están perdiendo oportunidades de negocio en medio de una crisis económica global.

Si la política exterior de EEUU hacia América Latina y el Caribe no cambia, recogerá los mismos frutos que hoy cosecha Francia, con su política hacia los países de África, quienes han recibido un mejor tratamiento por parte de China, y Rusia, con quienes perciben relaciones políticas y económicas más viables.

A tres años de su elección como presidente, Biden ha sido errático en desarrollar una agenda propia hacia América Latina y el Caribe. Se equivocó al calcular que mantener el enfoque republicano hacia la región, contribuiría a que afiliados de esa denominación política voten por los demócratas en las próximas elecciones. América Latina se aleja cada vez más de EEUU, y el Estado de Florida, en un tiempo estado cambiante, hoy es un bastión republicano.

¿Cómo abordar el incremento de la población carcelaria en América Latina?

  • Según la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en el año 2021 se registró casi doce millones de personas privadas de libertad a nivel mundial.

  • Expertos internacionales analizarán desde Costa Rica los principales retos para abordar de manera integral la prevención de tortura y vulneración de derechos.

Mediante el encuentro internacional de la Asociación de Defensorías Públicas de América Latina y el Caribe (AIDEF), expertos y especialistas, examinarán las principales problemáticas que enfrentan las personas privadas de libertad en la región y el desarrollo de políticas públicas para prevenir la vulneración de sus derechos.

Según datos del Instituto Nacional de Criminología del Ministerio de Justicia y Paz de Costa Rica, al 12 de noviembre del 2023, nuestro país alberga una población carcelaria de 15635 personas en el sistema cerrado y 2205 personas en el sistema semi institucional.

Al 30 de junio del 2023, la Unidad de Ejecución de la Pena de la Defensa Pública de Costa Rica, reportó un circulante de 7617 causas, lo cual hace fundamental la presencia activa y directa de los defensores y defensoras de la materia, en los distintos centros penitenciarios del país.

Este y otros temas de gran relevancia nacional se analizarán en el “Encuentro Internacional de Defensorías Públicas de América Latina, 20 años de la AIDEF en defensa de los Derechos Humanos”, el cual se realizará los días 22 y 23 de noviembre a partir de las 8:30 a.m. en el Auditorio Miguel Blanco Quirós, en el edificio del Organismo de Investigación Judicial, Primer Circuito Judicial de San José.

La AIDEF es una asociación de defensorías públicas que tiene como objetivo, entre otros, defender la plena vigencia y eficacia de los derechos humanos, establecer un sistema permanente de coordinación y cooperación interinstitucional de las Defensorías Públicas y de las Asociaciones de Defensores Públicos de las Américas y el Caribe, fortalecer la independencia y autonomía funcional de las Defensorías Públicas, para asegurar el pleno ejercicio del derecho a la defensa de las personas.

Sobre este encuentro el director de la Defensa Pública de Costa Rica, Juan Carlos Pérez Murillo puntualizó que es una oportunidad para conocer la forma en que otros países están abordando la problemática carcelaria, otros temas de interés, así como las dificultades que enfrentan las personas migrantes en todos los países latinoamericanos.

Participan expertos como el Dr. Iñaki Rivera Beiras, director del Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos, Patricia Laurenzo Copello, especialista en derechos humanos y temas de género y el Dr. Raúl Eugenio Zaffaroni, Ex Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Litigar con perspectiva de género, los desafíos en la protección de las personas en contexto de movilidad, acceso a la justicia y retos de las defensorías públicas de la región, son otros de los temas a desarrollar.

La actividad es organizada por la Defensa Pública de Costa Rica, la Asociación Interamericana de Defensoría Públicas (AIDEF) y el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidad para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD).

Imagen ilustrativa.

Segundo Foro Anual sobre Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos en Asuntos Ambientales de América Latina y el Caribe

El Segundo Foro Anual sobre Defensoras y Defensores de los Derechos Humanos en Asuntos Ambientales de América Latina y el Caribe se realizará entre los días 26 y 28 de septiembre de 2023, en la Ciudad de Panamá, Panamá

Organizan: CEPAL, en su calidad de Secretaría del Acuerdo de Escazú, en alianza con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Gobierno de Panamá, y el apoyo del Banco Mundial.

En el Segundo Foro que tendrá lugar en la Ciudad de Panamá entre el 26 y el 28 de septiembre, se abordará la situación de las personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe, se compartirán experiencias y buenas prácticas en la promoción, prevención y protección de las personas defensoras del ambiente, y se continuarán las discusiones y consultas del Plan de Acción.

  1. Objetivos del Segundo Foro Anual

a. Reflexionar y sensibilizar sobre la situación y riesgos que enfrentan las personas defensoras de derechos humanos en asuntos ambientales de América Latina y el Caribe.

b. Conocer los mecanismos e iniciativas de promoción, prevención y protección de personas defensoras, existentes en el mundo y en la región.

c. Contribuir a fortalecer las capacidades y la cooperación entre las Partes, del público y otros actores clave en la materia.

d. Discutir y recibir propuestas para el Plan de Acción en las mesas de trabajo con todas las personas participantes.

Las conclusiones del foro y las mesas de trabajo se plasmarán en un informe final que servirá como insumo para la elaboración y revisión del plan de acción por parte del Grupo de Trabajo.

  1. Modalidades de trabajo

El día 26 de septiembre habrá espacio para reuniones preparatorias previas al Foro. El 27 de septiembre se dará inicio al Foro y tendrá un formato de plenaria, donde a través de paneles de expertos, mesas redondas de discusión y testimonios seleccionados se buscará profundizar en la temática y dar a conocer el estado de situación de las personas defensoras en la región, identificar nuevos desafíos y las iniciativas o mecanismos nacionales y regionales de protección existentes en la materia.

Durante el día 28 de septiembre, se llevará a cabo una discusión focalizada del plan de acción, donde habrá mesas de trabajo centradas en cada uno de sus ejes y que reportarán sus resultados al pleno.

El foro será presencial con transmisión en vivo. 

Las mesas de trabajo serán presenciales y virtuales, las cuales funcionarán en forma paralela.

Habrá interpretación simultánea español-inglés.

  1. Panelistas y público objetivo

En el Segundo Foro participarán las Partes del Acuerdo de Escazú, especialistas reconocidos en el tema, actores clave, y el público en general, especialmente, personas defensoras de derechos humanos, pueblos indígenas y comunidades locales y personas o grupos en situación de vulnerabilidad que defienden el medio ambiente.

  1. Participación y registro

Habrá cupos para la participación del público de manera presencial en todo el Foro (incluidas las mesas de trabajo), previo registro y confirmación de su acreditación, según el espacio disponible en el recinto del evento.

Adicionalmente, se habilitará la participación virtual del público en las mesas de trabajo durante el segundo día del Foro (28 de septiembre), previo registro.

REGISTRO PARA PARTICIPAR DE MANERA PRESENCIAL EN EL TODO EL FORO (INCLUIDO MESAS DE TRABAJO) AQUÍ

REGISTRO PARA PARTICIPAR EN LAS MESAS DE TRABAJO DE MANERA VIRTUAL AQUÍ (SÓLO 28 DE SEPTIEMBRE)

 

Fuente: https://www.cepal.org/es/eventos/segundo-foro-anual-defensoras-defensores-derechos-humanos-asuntos-ambientales-america-latina

América Latina en el escenario internacional: el papel de la “quinta columna”

Gilberto Lopes

San José, 25 julio 2023

En Vilnus, un mundo sin América Latina

Pocas reuniones recientes despertaron mayor expectativa internacional que la celebrada por la OTAN en la capital lituana, Vilnus, el 11 de julio pasado. Se discutían los nuevos pasos a dar en apoyo a Ucrania, en su guerra contra Rusia. El resultado se resumió en un largo documento de 30 páginas y 90 párrafos, en los que no hay una sola referencia a América Latina.

Puede parecer normal. El Tratado de la OTAN define el Atlántico Norte como su área de operaciones y a sus 12 países fundadores se han ido sumando otros 19, de los cuales 15 son de Europa del este, luego de la disolución de la Unión Soviética.

Ningún país latinoamericano pertenece a la región, ni es miembro de la institución y, salvo Costa Rica, ninguno se ha sumado a las sanciones impuestas a Rusia por los países de la OTAN y sus aliados.

Pero lo geográfico probablemente no agote la explicación. En las últimas décadas la OTAN ha extendido su membresía por Europa, hasta las fronteras rusas y el comunicado de Vilnus indica, en su primer párrafo, su aspiración a asegurar la defensa colectiva de sus miembros contra todas las amenazas, en una visión de 360 grados. O sea, de todo el mundo.

No se trata de discutir aquí afirmaciones del documento como el carácter defensivo de la organización, ni el reconocimiento de su dependencia de las fuerzas nucleares estratégicas de los Estados Unidos; ni su visión sobre el origen de la guerra en Ucrania, ni los acuerdos adoptados para apoyar el país en su guerra contra Rusia.

Se trata aquí de otro tema: de tratar de entender la reiterada ausencia de América Latina en documentos recientes de potencias y organizaciones internacionales, en los cuales la región, o no es mencionada, o lo es de forma secundaria. En el de la OTAN es completamente ignorada, como ya lo señalamos.

El documento cita diversos casos sensibles para la estabilidad de Europa, como el de los Balcanes Occidentales; cita la importancia de la paz entre Bosnia y Herzegovinia; las relaciones con Serbia, con Kosovo, con Georgia (a la que quieren incorporar a la alianza), con Moldavia, y reconoce que el papel de sus aliados no europeos es esencial para la defensa de Europa.

Señalan a la República Popular China como una amenaza a los intereses, la seguridad y los valores de la Alianza y que el desarrollo de los acontecimientos en la región Indo-Pacifico “pueden afectar directamente la seguridad Euro-Atlántica”. Celebra la contribución de sus aliados en la región, –Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur– y destaca la importancia de las relaciones de la OTAN con las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Unión Africana. Reiteran su determinación de impedir que Irán desarrolle armas nucleares; condenan el programa de misiles balísticos de Corea del Norte. Se refieren a los vecinos del sur de la OTAN, particularmente el Medio Oriente, África del norte y el Sahel. Reafirman la intención de estabilizar la situación en Irak; la importancia geopolítica del Mar Negro, del Oriente Medio y África.

Pero América Latina no aparece ni siquiera en el párrafo 68, donde afirman que la seguridad energética juega un papel importante en la seguridad global, en los mismos días en que se confirmaba el descubrimiento en Bolivia de la mayor reserva de litio del mundo.

Ningún lugar para América Latina

Quizás deberíamos buscar un lugar para América Latina en otro sitio. En octubre del año pasado, la Casa Blanca dio a conocer un documento sobre su “National Security Strategy”. Si no deberíamos esperar, en un documento de la OTAN, referencias especiales a América Latina, parecería lógico encontrarla en las definiciones estratégicas de los Estados Unidos, cuya larga y estrecha relación con el hemisferio es parte de la historia.

En la introducción del documento, Biden promete seguir defendiendo la democracia alrededor del mundo y celebra la renovación de una formidable red de alianzas. Primero, con la Unión Europea; luego, con el Quad, en la región del Indo-Pacífico, con la que ha establecido también un marco de cooperación económica. Solo en cuarto lugar cita su iniciativa para la región, la “Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas”, lanzada en junio de 2022.

En las 48 páginas del documento se analiza los intereses estratégicos de los Estados Unidos, por regiones. En lo que se refiere a América Latina, en dos páginas, habla de la promoción de la democracia y de una supuesta “prosperidad compartida”. Entre los objetivos de la Alianza está “restaurar la fe en la democracia” en la región, para lo que promete crear buenos empleos y abordar la desigualdad económica.

No son objetivos menores, con países como el mismo Estados Unidos, o Brasil, aun conmocionados por los intentos por subvertir el orden político y promover protestas violentas para desconocer las elecciones, por los partidarios de los expresidentes Trump y Bolsonaro, para citar solo dos casos extremos de renovadas tensiones políticas, sustentadas en una creciente disparidad económica.

El 27 de enero de 2023 la Casa Blanca pretendió relanzar, en un evento ministerial con la participación de doce países de la región, la propuesta de la Alianza que, pese a todo, languidece sin ninguna perspectiva de desarrollo.

Sin embargo, los que derivan del hecho de que América Latina sea apenas mencionada en estos acuerdos la conclusión de que su papel es secundario en el orden internacional deberían leer las dos páginas en las que la National Security Strategy se refiere a la región.

Ahí se dice que “ninguna región impacta más directamente el país que el Hemisferio Occidental”. Con un comercio anual de 1,9 millones de millones de dólares (1.9 trillón en inglés), “con valores compartidos y tradiciones democráticas”, la región ha contribuido de manera decisiva para la prosperidad y la resiliencia de los Estados Unidos, cuya seguridad y prosperidad está vinculada a la de sus vecinos, reconoce el documento.

Entre sus objetivos están, además, los de “protegernos de interferencias externas, incluyendo las de la República Popular China, Rusia o Irán” y, aliados con la sociedad civil y con otros gobiernos, apoyar la autodeterminación democrática para los pueblos de Venezuela, Cuba y Nicaragua”.

Se reconoce así la intervención en el proceso político de nuestros países, la permanente desestabilización sustentada, en un pasado reciente, por golpes cívico-militares y, actualmente, por sanciones económicas unilaterales cuyos efectos devastadores, en el caso de Cuba, tienen ya más de 60 años. Sanciones condenadas todos los años prácticamente por unanimidad por la Asamblea General de Naciones Unidas, sin que la Casa Blanca acate ninguna de esas resoluciones.

La Quinta Columna

Sometidos a drásticas sanciones, tanto Cuba, como Venezuela y Nicaragua, enfrentan enormes dificultades no solo para mantener su economía funcionando, sino para desarrollar su vida política con cierta normalidad, pues la oposición cuenta a su favor con el deterioro económico provocado por las sanciones de Washington y con el apoyo político de una vasta red de ONGs que financia a la oposición con recursos, publicidad y capacitación profesional.

Muy recientemente, el 20 de julio pasado, la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, pedía, en una entrevista en el diario conservador brasileño O Globo, que Brasil empleara su “liderazgo” y su habilidad diplomática para influir en las elecciones de Venezuela, para lograr un juego “libre y justo» en el que «todos los candidatos puedan postularse».

El presidente Nicolás Maduro ya se había referido a estas iniciativas norteamericanas exigiendo elecciones libres de las sanciones económicas impuestas al país por Washington, cuya intervención a favor de la oposición hace del todo imposible esas elecciones “libres y justas”.

Lo que quisiéramos sugerir en este artículo es que es precisamente esta “quinta columna”, financiada y organizada por Washington, la que hace innecesario, e inclusive inconveniente, hacer referencias detalladas a las políticas hacia América Latina, en un escenario en el que una intervención externa requiere más bien discreción.

De Vilnus a la CELAC

Pero han ocurrido cambios en el papel desempeñado por América Latina en el escenario internacional. La aparición de Lula, desde que asumió nuevamente la presidencia de Brasil, en enero pasado, es el factor más importante en esos cambios, facilitando el resurgimiento de UNASUR, agregando nuevas propuestas para el tratamiento del conflicto entre Rusia, Ucrania y la OTAN, redefiniendo los términos de las relaciones con la Unión Europea, o sumándose nuevamente a la actividad de los BRICS, que se reunirán en agosto en Sudáfrica.

El 30 de mayo Lula realizó, en Brasilia, una reunión con los jefes de Estado latinoamericanos (con la única ausencia de la del Perú), incluyendo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, cuyo aislamiento es parte de la política promovida por Washington, con el apoyo de gobiernos conservadores y de aliados políticos regionales: de la “quinta columna”.

Una quinta columna que desvincula su proyecto de cualquier proyecto de desarrollo nacional y que hace recordar la “quinta frontera”, como la que representaba para Panamá –en palabras del general Omar Torrijos– la Zona del Canal, entonces en manos de los Estados Unidos.

Los factores que unen a la región «están por encima de las ideologías», dijo Lula, en referencia a una posible reactivación de la UNASUR. «Ningún país puede enfrentar de manera aislada las amenazas actuales».

Una idea que reiteró en la reunión con el Foro Empresarial de la Unión Europea, el 19 de julio pasado: –Brasil solo crecerá de forma sustentable con la integración de nuestro entorno regional.

Ante esa realidad, y los cambios que la guerra en Europa significó para el escenario internacional, la corresponsal en Bruselas del diario catalán La Vanguardia, Beatriz Navarro, señaló que “después de años de olvido y desinterés que otros actores globales –léase China– han aprovechado a fondo para expandir su influencia en la región, la Unión Europea volverá hoy su mirada hacia América Latina y el Caribe con la celebración de la primera cumbre de jefes de Estado y Gobierno de ambos bloques desde el lejano 2015”.

Ahí el presidente brasileño volvió a reiterar la necesidad de una alianza que ponga fin a una división internacional del trabajo que solo ha significado pobreza para la mayoría de la región y a nuestro papel de suministradores de materia prima y de mano de obra migratoria barata.

Recordó que en 2009 los países desarrollados acordaron destinar 100 mil millones de dólares al año para los países en desarrollo, compromiso “que nunca fue cumplido”.

La frase nos recuerda que esos cien mil millones de dólares fueron destinados más bien, en algunos meses, a suministrar armamentos a Ucrania, en una indicación de las prioridades de Occidente.

Para el director de la Vanguardia en Madrid, Enric Juliana, la posición de los países latinoamericanos sobre la guerra en Ucrania expresada en la cumbre de la CELAC con la Unión Europea se explicaba porque “no quieren enfrentarse diplomáticamente a Rusia y China, por razones económicas, aunque también políticas”.

A Juliana, como a los líderes europeos, les cuesta entender que, para Lula, es inaplazable reformar la gobernanza global, como expuso en Europa, y que “dividir el mundo en bloques antagónico es una insensatez”.

Con un mundo en transición, quizás valga la pena atender nuevamente a las palabras del académico y diplomático singapurense, Kishore Mahbubani, un personaje que hace falta oír en América Latina para tener una visión más equilibrada de esos cambios. En su libro más reciente, “The Asian 21st century” (de acceso abierto), reitera su idea de que el siglo de predominio norteamericano ha terminado y que los intentos de Washington de contener a China solo terminarán por aislar a los Estados Unidos del resto del mundo. Los editores de su libro esperaban unas 20 mil visitas al texto, dijo Mahbubani, que, sin embargo, superan ya los tres millones (el libro puede ser visto aquí: https://link.springer.com/content/pdf/10.1007/978-981-16-6811-1.pdf?pdf=button%20sticky).

La “quinta columna” no nos ayuda a pensar en ese mundo en el que América Latina no termina de encontrar su lugar, pese a iniciativas recientes por reforzar su unidad y jugar un papel en los esfuerzos de paz que renueven la gobernanza global y pongan fin a una visión del mundo cimentada en bloques antagónicos.

FIN

Miércoles de Girasol: La paz es el camino… pero no es pasivo: acciones de incidencia y resistencias en América Latina”, en Voces y Política

Este miércoles 5 de julio tendremos el programa: Miércoles de Girasol: La paz es el camino… pero no es pasivo: acciones de incidencia y resistencias en América Latina”.

Conducen, Alisson Herrera y María Fernanda Monge.

Con Liliana Caballero de Incidencia CEJIL.

Esperamos su participación en nuestras redes sociales o por medio de llamada telefónica al 2234-3233.

Miércoles 5:00 pm en Radio Universidad 96.7 FM y véanos a través del Facebook de Radio Universidad de Costa Rica

Semblanza de la escritora Gabriela Mistral

Fernando Daza Osorio; Homenaje de la ciudad de Santiago a Gabriela Mistral (detalle del mural)

Primera mujer iberoamericana en recibir un Premio Nobel

Juan Jaramillo Antillón

Su nombre es Lucila Godoy Alcayaga, el de Gabriela Mistral es un seudónimo. Ella señala qué lo usó por su gran admiración por Gabriel D’Annunzio y Frédéric Mistral.

Nació en Vicuña, un área rural pobre de Chile, en 1889 y falleció en Nueva York en 1957 a los 67 años a consecuencia de un cáncer del páncreas.

Fue una extraordinaria escritora, poetisa, pedagoga y diplomática chilena, y la primera mujer a quien se le otorgó el Premio Nobel en América Latina. Se le entregó por su excelente obra poética y por ser un símbolo de las aspiraciones idealistas del mundo. Entre lo más valioso de su obra está la ternura infinita que ponía a sus poesías y el conmovedor amor por los niños y los desvalidos, el importante papel de la mujer en la sociedad, en la diversidad sexual y en la equidad de la enseñanza para niños y niñas. Aparte del amor entre el hombre y la mujer, y entre todos los seres humanos que describió en sus libros.

Su infancia fue muy dura pues su padre, un maestro rural, abandonó el hogar cuando Gabriela apenas tenía tres años, teniendo su madre muchas dificultades para criarla. Ella señala que encontró años después una caja con poesías de su padre, lo que le encanto y la inclinó hacia la poesía.

Publicó su primer verso a la edad de 15 años en la prensa de su pueblo. Se hizo maestra de escuela, debido a su experiencia, pues le encantaba enseñar a los niños, pero nunca estudió formalmente para maestra por falta de recursos. Sin embargo, en 1910 convalidó sus conocimientos en una Escuela Normal de Santiago de Chile. Desde los 21 años prestó servicios de profesora en Liceos de pueblos chilenos. Durante 11 años recorrió trabajando como profesora en pueblos de todo su país. Finalmente concursó para una plaza de directora en el Liceo núm. 6 de Santiago de Chile, ganando el concurso, pero los profesores la rechazaban por su fala de estudios profesionales, pese a eso se sostuvo en el puesto un tiempo.

De joven, en 1906, tuvo un problema sentimental que la afectó de por vida, incluso para escribir. Se trató de un noviazgo trágico con un joven de nombre Romelio Ureta. En un pueblo al norte del país donde era maestra y él empleado del ferrocarril, romance que duró tres años y finalizó, porque él se suicidó por un problema en su trabajo. Ella lo consideró su único amor.

Su fama comenzó cuando envió a concursar a Santiago en 1914 en unos juegos florales, unos poemas, su trilogía de los Sonetos de la muerte, (en recuerdo a su trágico amor), con el seudónimo de Gabriela Mistral. Obra que fue premiada y publicada en diarios y revistas no solo en Chile, sino en el exterior. Eso le proporcionó gran fama e incluso un trabajo como directora de un liceo. Lo que gustó de sus poemas posiblemente fue la dramática intensidad y la fuerza lírica con evocación del dolor íntimo y la forma como invocaba a la muerte. Siendo una persona muy modesta, no asistió a recibir ese premio, ella estaba oculta entre el público en el teatro donde se premiaron las obras.

Su amplia producción, tocaba en especial temas para los niños, posiblemente influida por las canciones infantiles que de niña escuchó, sobre la maternidad, los desvalidos, sobre la naturaleza vista con cierto realismo mágico y como un canto a ella, a los enamorados, al dolor y a la muerte, a los derechos y sobre la emancipación de la mujer latinoamericana, al campesino con sus desgracias y pobreza.

Se señala que su lenguaje era sencillo y directo, despojado de todo amaneramiento, especialmente, en sus libros TalaLa Espera Inútil y Lagar. Para ella sus mejores obras son su libro Desolación, con los Sonetos de la muerte ya señalados, Oración de la MaestraTernuraRondas de niños y el Poema de Chile, su último libro de versos, inconcluso, publicado después de su muerte.

Viajó mucho según se señala, ya que fue nombrada en diferentes puestos de Relaciones Exteriores de Chile: en los consulados en España, Portugal, México, Brasil, Italia y Estados Unidos. Además, visitó algunas naciones latinoamericanas, promoviendo la educación, los derechos de la mujer y leyendo sus obras.

Fue contratada por el gobierno de México en 1922 para colaborar en la reforma a la educación pública que el ministro de educación, José Vasconcelos de esa nación, realizó en su gestión pues eran muy buenos amigos y le pidió ayuda para reorganizarla. En especial se dedicó a preparar un programa de enseñanza rural y para ello publicó un libro titulado Lectura para mujeres, incluyendo a las indígenas. En 1923 hizo una gira por los Estados Unidos y Europa.

Su filosofía pedagógica se basaba en que creía en la importancia de una comunidad de enseñanza entre el alumnado, las madres y los obreros de la comunidad. La obligatoriedad de la enseñanza primaria, el derecho del niño a la salud y educación y si era posible darles educación secundaria ayudados por el Estado.

Aparte de maestra tuvo otros puestos de profesora en liceos y hasta en la Universidad de Santiago y en algunas instituciones educativas de Estados Unidos. En 1926 fue nombrada secretaria del Instituto de Cooperación de La Sociedad de Naciones en Ginebra.

Es indudable que en su obra poética fue influenciada por algunos poetas como Amado Nervo, Frédéric Mistral e incluso por Rubén Darío, donde tomó la ausencia de retórica y el lenguaje coloquial. Aunque hacia referencias concretas sobre el cristianismo en sus escritos, no se consideraba religiosa.

En el año de 1943 había adoptado un hijo de nombre Juan Miguel Godoy de un hermano fallecido. Lo había adoptado con la ayuda de su secretaria Palma Guillen. Estando ella en Brasil, al parecer por acoso en el colegio donde estudiaba, él se suicidó a la edad de 18 años, dejando muy afectada a la Mistral por años.

A ella no le gustaba vivir en Chile, por eso el Gobierno la nombro cónsul en Nueva York y delegada ante las Naciones Unidas. En Nueva York vivía en la casa de una amiga, Doris Dana una escritora que la admiraba mucho y era su representante, en una controvertida relación. Ahí había publicado su libro Desolación. El motivo por el cual no quiso ir a vivir a Chile se debió, según ella porque ahí sin fundamento se decía que ella tenía inclinación a la homosexualidad. No creo que tuvieran ningún documento o prueba de ello. Tanto ella como su amiga Dana negaban enfáticamente ser lesbianas, decían que su relación era de amigas o de maestra a alumna, Doris Dana era 31 años menor. Al morir le dejó su herencia a su amiga Dana, aunque la mitad de las ganancias de sus libros se las dejó a los niños de un pueblo chileno.

Las Naciones Unidas la reconocieron como una gran mujer y una personalidad partidaria de la paz y de los derechos humanos. Ella admiraba en especial a: José Martí, Neruda, Mariátegui y otros.

Estuvo en Costa Rica en septiembre de 1931, llegó a Limón en barco, dio conferencias y visitó escuelas y colegios. Apreciaba y era amiga de Roberto Brenes Mesén, de García Monge, Omar Dengo y Carmen Lyra, con quienes mantenía correspondencia. Antes de partir les dio un consejo a los intelectuales del país: cultivar lo nuestro y no imitar lo extraño, ya que las virtudes ajenas nunca serán nuestras. Recomendó a las mujeres luchar para alcanzar sus derechos políticos, pero sin dejar de ser mujeres.

En el mismo año de su muerte en 1957, sus restos fueron trasladados a su pueblo en Chile.

Notas

Alarcón, Justo. S. (2009). Biografía de Gabriela Mistral. Archivos de la Universidad Jaime I. Chile.
The Nobel Prize. Gabriela Mistral.
Oliva, M. (2010). Gabriela Mistral en Costa Rica. San José, La Nación, Ancora. 29 de marzo.
Teitelboim, V. (1991). Gabriela Mistral. Pública y secreta. Santiago. Ediciones BAT.
Wikipedia. Gabriela Mistral.
Zamora, C. (2007). Gabriela Mistral (1889-1857). En: AFUP-Tribuna, San José. 6-8.

 

Publicado en:https://www.meer.com/es/74168-semblanza-de-la-escritora-gabriela-mistral, compartido con SURCOS por el autor.

 

Desde América Latina un llamado por la paz mundial

Un llamado a la paz entre Rusia y Ucrania

Mensaje a la cumbre de Viena

Colectivo Un Llamado Por la Paz Mundial

Desde Costa Rica, les saludamos un colectivo de organizaciones de derechos humanos quienes unimos nuestras voces consternadas por la pérdida de vidas humanas ucranianas y rusas, la devastación de la infraestructura y hogares, destrucción del medio ambiente y los efectos que la guerra ha traído al mundo entero, con inseguridad y escasez de alimentos y combustible.

Nos unimos al clamor, que se intensifica cada día más, para que las dos partes en el conflicto acuerden un cese al fuego y el establecimiento de negociaciones sin pre-condiciones.

Para llegar a esta impostergable meta, unámonos a partir de Viena las organizaciones civiles y los cada día más numerosos gobiernos de Europa, Latinoamérica y Asia exigiendo el establecimiento de una comisión de negociación para discutir la ruta para llegar a este fin.  La comisión de negociación tiene una enorme responsabilidad. Una primordial es lograr de inmediato las condiciones para un cese al fuego. En la conferencia de Viena se podría tocar el tema de la integración de dicha comisión.

El tiempo es ya. Nos enfrentamos al terror de una posible guerra nuclear. Hacemos un llamado para la paz, el fin a la pérdida de vida de miles de seres humanos, al respeto de la dignidad y los Derechos Humanos. Denunciamos el uso potencial de armas nucleares, armamentos con uranio empobrecido, armas biológicas y químicas cuyo potencial uso intensifica conforme escala la guerra. Invocamos las voces de la razón, la justicia y el amor por la humanidad y el globo terráqueo, al urgir un acuerdo de paz negociado.

Denunciamos el papel del complejo militar-industrial y de los magnates de los medios corporativos interesados en azuzar y justificar la guerra.  Los hacemos responsables por la pérdida de más vidas inocentes.

Hacemos un llamado a toda persona de buena voluntad, las organizaciones de paz y justicia, los líderes religiosos y gobernantes en todos los niveles para apoyar la búsqueda de dicho acuerdo de paz para detener de inmediato los envíos de armas, municiones y financiamiento.

En Costa Rica, en los días venideros organizaremos un Foro con el Embajador de China quien presentará los 12 puntos de Paz junto con representantes de los gobiernos de Brasil, México y Colombia quienes han manifestado públicamente la urgencia de un cese al fuego. Dicho encuentro en Costa Rica acordará un “Llamado para la Paz” como conjunción de las voluntades y compromisos de los costarricenses, con la salida negociada al conflicto Rusia-Ucrania y que, desde este pequeño país, las voces de la Paz se puedan hacer escuchar en Latinoamérica y el Mundo.

¡América Latina posee jornadas laborales por encima de lo recomendado por OIT!

La Organización Internacional de Trabajo recomienda 40 horas por semana para evitar accidentes laborales y problemas de salud, sin embargo, América Latina no sigue esta recomendación y posee jornadas de 48 horas semanales. Entre los países con más horas laborales están México con 2.128 horas anuales, Costa Rica con 2073 horas anuales y Colombia con 1964 horas anuales, encima de la media de 1716, mientras países ricos como Alemania están por debajo del promedio con 1349 horas anuales, esto refleja que trabajar tantas horas no aporta desarrollo económico a un país. 

Por esta razón, Chile junto Ecuador promovieron la reducción de la jornada laboral, aprobando la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales.

 

Información compartida con SURCOS por Ciska Raventos.

Imagen ilustrativa.

Seis retos que tiene América Latina para ser una región más justa con las mujeres

Por Marcia Aguiluz Soto

8 de marzo del 2023

¿Cuáles son los retos que actualmente enfrentan las mujeres en América Latina?

Es el 2023 y las mujeres en toda su diversidad seguimos sufriendo las consecuencias del patriarcado, este sistema que permanece arraigado en nuestras culturas y sociedades, y del cual se derivan múltiples formas de violencias y discriminación.

Si bien es cierto que, en los últimos 50 años, hemos visto importantes avances institucionales y normativos a favor de los derechos de las mujeres, también lo es que persisten desafíos para lograr una efectiva igualdad de género y, consecuentemente, una mayor protección a nuestros derechos.  A continuación, me referiré a algunos de esos desafíos desde una perspectiva latinoamericana.

El patriarcado: el origen de todos los males

Aún sigue siendo el mayor desafío para lograr una efectiva protección de las mujeres, y constituye el origen de muchos de los problemas que enfrentamos. Si las sociedades continúan funcionando sobre la base de una supremacía de los hombres por encima de las mujeres, seguirá siendo muy difícil combatir y eliminar las violencias y discriminación que cotidianamente nos afectan. Derribar el patriarcado, es una prioridad.

Lamentablemente, en América Latina cada vez hay una mayor influencia de grupos fundamentalistas o religiosos que tienen fuertes alianzas con sectores políticos y económicos poderosos, lo que ha incidido en la aparición de propuestas que buscan perpetuar el patriarcado y reforzar los estereotipos que lo alimentan.

Algunos de estos grupos se presentan como “provida”, pero su trabajo va más allá de luchar contra el derecho al aborto. En la práctica, sus propuestas buscan mantener el statu quo y que las mujeres sigamos subordinadas en los espacios públicos y privados.

Un ejemplo reciente y simbólico se observó en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos, celebrada en Perú en el 2022, cuando varias delegaciones estatales (por ejemplo, Paraguay y Guatemala) abogaron por eliminar todo lenguaje sobre igualdad de género y la interseccionalidad, lo cual no es un hecho aislado sino una estrategia sistemática desde hace varios años. En Costa Rica, hace tan solo unos días, el Consejo de Educación ordenó modificar todo documento interno del Ministerio de Educación para que no se use el lenguaje inclusivo, sino solamente el masculino, con el argumento de que así lo ordena la Real Academia Española.

La falta de acceso a derechos sexuales y reproductivos: la piedra angular de nuestros derechos

La Declaración Universal de Derechos Humanos señala en su artículo primero que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Sin embargo, en el caso de una gran mayoría de mujeres y personas con capacidad de gestar, el derecho a la igualdad y el reconocimiento a nuestra dignidad se violenta ante la negativa a prestar servicios de salud sexual y reproductiva de calidad y acorde con nuestras necesidades, en particular el acceso al aborto, libre, seguro y gratuito.

En América Latina, ocho países permiten el aborto hasta cierto plazo, diez en al menos en una causal, y cinco lo prohíben totalmente. Esto quiere decir que millones de mujeres y personas con capacidad de gestar, tienen el riesgo de morir si llegan a necesitar un aborto y les es negado.

Además del acceso al aborto, también subsisten desafíos como el acceso a anticonceptivos de calidad. Venezuela es uno de los ejemplos más preocupantes. En este país, un estudio reciente señaló que solo el 26% de mujeres en edad reproductiva usan anticonceptivos. Adicionalmente, en Chile, en el 2020 se distribuyeron anticonceptivos defectuosos en el sistema público de salud y farmacias, generando que, al menos 111 mujeres empobrecidas, quedaron embarazadas sin desearlo.

Por otra parte, la educación sexual integral también permanece como un pendiente en varios países de la región. Un dato curioso es que los mismos grupos fundamentalistas que se manifiestan contra el aborto, también se oponen a la educación sexual, que sería una política idónea para evitar embarazos no deseados. En Costa Rica, en el año 2018, cientos de padres impidieron el inicio del curso educativo por estar en desacuerdo con la educación sexual integral que se daría a estudiantes de secundaria. En Colombia el tema tampoco avanza.

La falta de acceso a derechos económicos, sociales y culturales: ¿cómo luchar si se está sobreviviendo?

La falta de satisfacción de necesidades básicas como acceso a alimentación, vivienda y empleo digno, es otro de los grandes pendientes que enfrentamos, en un gran porcentaje, las mujeres.

La feminización de la pobreza es un fenómeno poco honroso y da cuenta de la discriminación histórica que persiste. El Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIGALC) afirma que  “los esfuerzos de reducción de la pobreza en la región no han beneficiado de igual manera a hombres y mujeres, ni ha tenido el mismo ritmo, y que finalmente los hogares pobres concentran una mayor proporción de mujeres en edades de mayor demanda productiva y reproductiva. En 2019, por cada 100 hombres viviendo en hogares pobres en la región, habían 112,7 mujeres en similar situación”.

En cuanto al empleo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertó en el 2022 que, de los 23,6 millones de puestos de trabajo de las mujeres que se perdieron en el peor momento de la crisis por COVID-19, aún faltaban por recuperar unos 4,2 millones a finales de 2021. Sin embargo, en el caso de los hombres ya se habían recuperado prácticamente por completo los 26 millones de puestos perdidos. En palabras de la OIT “la pandemia agudizó desigualdades estructurales existentes. Las mujeres rurales, las jefas de hogar con niñas y niños pequeños, aquellas de menos formación y educación, mujeres indígenas y afrodescendientes han sido más afectadas. Las brechas de género, tanto en la participación como en los ingresos, son persistentes en las mujeres con menores ingresos y menor nivel educativo”.

La falta de redistribución de los cuidados: todo bien con la igualdad hasta que les toca a otros ceder sus privilegios

Cada vez más los movimientos feministas reclaman políticas públicas integrales que permitan redistribuir la responsabilidad de los cuidados. Históricamente, el cuidado de los hijos e hijas, de los padres y familiares con alguna enfermedad o condición que genere dependencia, ha estado a cargo de las mujeres en las familias. Como consecuencia, este grupo tiene dobles o triples jornadas laborales, muchas veces sin remuneración alguna.

En la práctica, mantener la responsabilidad de los cuidados en las mujeres implica que tengan más barreras para acceder a educación y empleo de calidad, o que se sometan a jornadas extenuantes para cumplir con todas las tareas. 

Redistribuir los cuidados es un pendiente indispensable para que las mujeres puedan acceder a sus derechos en condiciones de igualdad. Oxfam señala que, de acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la OIT, las mujeres dedican tres veces más tiempo al sostenimiento del cuidado de la vida en América Latina y el Caribe.

Redistribuir supone que otras personas también tienen que hacerse cargo, y esto implica que los hombres deben asumir tareas domésticas o de cuidado, renunciando a algunos de los privilegios que por siglos han ostentado. Además, el Estado debe promover las reformas legales y las políticas públicas necesarias para que esta redistribución sea efectiva.

Las violencias en los espacios físicos y digitales

Las mujeres seguimos enfrentando diversas formas de violencia. Si bien en la mayoría de los países se han creado instituciones específicas para combatir este flagelo, y tipos penales como el feminicidio, la violencia sexual, la violencia doméstica, entre otras, estos avances no han significado menos violencia. En el año 2021, el citado OIGALC señaló que 4473 mujeres fueron asesinadas en América Latina y el Caribe, es decir, 12 muertes violentas por razones de género cada día.

La violencia sexual en algunos países latinoamericanos es alarmante. En 2021, en Honduras se presentaron ocho denuncias diarias de violencia sexual contra niñas y mujeres, mientras que ese mismo año en El Salvador hubo un aumento del 5% en embarazos forzados en niñas y adolescentes de 10 a 14 años.

Además de la violencia en espacios físicos, también enfrentamos violencia y acoso en el espacio digital. Un informe elaborado por ONU Mujeres señala que “la violencia de género en línea está silenciando voces”.

Sistemas de justicia ciegos e indolentes ante el sufrimiento de las mujeres

Frente a los problemas señalados, hay que analizar el rol de los poderes judiciales latinoamericanos en garantizar y proteger los derechos humanos de las mujeres. En el año 2022, fuimos      receptoras de una decisión histórica que reconoció nuestro derecho a decidir sobre nuestros proyectos de vida y nuestros cuerpos: la sentencia de la Corte Constitucional en Colombia que despenalizó el aborto hasta la semana 24 (Causa Justa), y que es un caso emblemático que debe inspirar a otros tribunales nacionales.

Si bien es cierto que es posible encontrar ejemplos positivos de acceso a la justicia para las mujeres, también es importante destacar que, en muchos países latinoamericanos, los sistemas de justicia no están a la altura de nuestras  necesidades. Esto es así porque se carece de un enfoque de género e interseccional en la aplicación de la justicia, y también porque no hay suficientes garantías de independencia, lo que hace que muchos jueces y juezas respondan a las presiones de grupos fundamentalistas y mantengan barreras para el acceso a numerosos derechos.

Conclusiones

Los citados desafíos no son exhaustivos de los múltiples problemas que todavía enfrentan las mujeres en Latinoamérica. Constituyen un breve repaso que tiene como objetivo recordar la importancia de continuar reivindicando los derechos, aunque ello signifique incomodar a quienes sostienen el statu quo. Nuestras luchas nunca han sido fáciles y tampoco nos han dado derechos de manera gratuita. Aunque las amenazas persisten, son latentes y, en algunos casos muy graves, en la actualidad existen movimientos feministas vibrantes que en cada país están transformando sus realidades. Al conmemorarse un nuevo Día Internacional de la Mujer, vale la pena honrar las luchas de las antecesoras que lograron abrirnos camino, así como las luchas de quienes hoy, día a día, entregan sus vidas y levantan sus voces para decir que nunca más aceptaremos un mundo que no sea igualitario y justo. A ellas y elles, todo el honor y la gloria. 

Citación académica sugerida: Aguiluz Soto, Marcia. Seis retos que tiene América Latina para ser una región más justa con las mujeres. Agenda Estado de Derecho. 2023/03/08. Disponible en: https://agendaestadodederecho.com/seis-retos-que-tiene-america-latina-para-ser-una-region-mas-justa-con-las-mujeres/

Imagen: Infobae