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Etiqueta: antivenenos

UCR. Cincuenta y cinco años de antídotos, vida y esperanza ante el envenenamiento ofídico

Para producir el suero antiofídico se necesita extraer el veneno de la serpiente.

Más de cinco décadas de alivio

En los últimos 55 años, el ICP-UCR ha producido 3 800 000 sueros antiofídicos que han permitido salvar miles de vidas en Costa Rica y el mundo

¿Alguna vez se ha preguntado cuántos frascos de antiveneno se requieren para salvar la vida de una persona que sufrió de un envenenamiento por la mordedura de una serpiente?

Bueno, no es uno ni dos, sino que pueden ser entre 5 a 10 frascos para una única persona, según la condición particular de cada paciente y, por supuesto, del tipo de serpiente que lo mordió.

En el caso de la terciopelo, por ejemplo, el veneno de este animal puede ocasionar un fallecimiento entre las primeras 6 a 48 horas después de la mordedura.

Así, desde que se da un accidente ofídico inicia, de manera inmediata, una carrera contra el tiempo, en la cual cada segundo determina la esperanza de vida.

En ese escenario está el Instituto Clodomiro Picado (ICP), de la Universidad de Costa Rica (UCR). Este ente, por 55 años, ha sido el encargado de producir el único fármaco capaz de hacer la diferencia entre la vida y la muerte: el suero antiofídico.

“El ICP-UCR fue creado con la finalidad de enfrentar un problema muy serio de salud pública como son los envenenamientos por mordeduras. Todo el trabajo del Instituto, en estos 55 años, ha redundado en la solución de este serio problema de salud pública para Costa Rica y otros países”, expresó el Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez, profesor emérito de la UCR.

El logro es notable. Mientras en muchas partes del mundo —incluidos varios países del continente africano— hay desabastecimiento de antiveneno, Costa Rica, en cambio, lo produce en su propio territorio.

En 1970, ICP-UCR hizo que una nación pequeña, y principalmente campesina, lograra tener su propio antídoto en casa, algo que jamás se pensó como posible.

Ahora, y de la mano con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el principal responsable de administrar el suero, cada año se salvan cerca de 600 vidas en Costa Rica.

Si pensamos en el ámbito internacional, la cifra es aún mayor. Tan solo en los últimos 55 años, el ICP-UCR ha producido cerca de 3 800 000 frascos de sueros antiofídicos distribuidos a varios países de Centroamérica: Panamá, Honduras, Guatemala, Nicaragua y El Salvador.

También a otras naciones como Ecuador, Perú, Eswatini, Burkina Faso, Nigeria, Kenia, Costa de Marfil y algunas regiones en las que operan las misiones de la organización Médicos sin Fronteras.

Mediante la UCR, todos esos países obtienen un fármaco del cual suelen carecer debido a que no es producido por las grandes empresas farmacéuticas. ¿Las razones? Varias.

Una es que el problema del envenenamiento ofídico suele afectar a regiones rurales y con altos índices de pobreza.

La segunda es que es una enfermedad desatendida y, la tercera, es que el antiveneno es un medicamento de alta dificultad de producción. Por lo tanto, el desarrollo del suero se considera un negocio poco rentable.

Al año producimos cerca de 120 000 frascos de antiveneno. Estos pueden ser tanto para el continente americano como para el africano”, detalló el Dr. Andrés Hernández Bolaños, regente farmacéutico del ICP-UCR.

Esa capacidad de producción, más la investigación y el compromiso social, hoy consolidan al Instituto Clodomiro Picado como un referente mundial en la elaboración de sueros antiofídicos.

Incluso, a finales del 2024, la Organización Gavi comunicó el éxito del antiveneno costarricense en Eswatini, África, que permitió, por primera vez en la historia de ese país africano, reducir a cero las muertes por envenenamientos ofídicos.

Desde la U: Elaboración de sueros antiofídicos

Más que sueros

Otro eje son los estudios científicos. La Dra. Teresa Escalante Muñoz, coordinadora de la División de Investigación y Acción Social del ICP-UCR, indica que mediante la investigación se ha logrado analizar la composición y el mecanismo de acción de los venenos de serpiente para mejorar las formulaciones de los sueros antiofídicos.

Asimismo, han procurado ir más allá de las serpientes y analizar el veneno de otros animales tóxicos como las ranas y los escorpiones venenosos.

“Estamos buscando nuevos inhibidores para las toxinas de ranas y escorpiones. Igualmente, tenemos proyectos enfocados en toxinas bacterianas que causan enfermedades en animales y en humanos. Incluso, tenemos proyectos en inmunología y cáncer. Todas estas investigaciones han generado, tan solo en el 2024, más de 60 publicaciones en revistas científicas internacionales a favor de la salud pública”, expresó la Dra. Escalante.

Lo anterior se acompaña de una invaluable acción social. Por 55 años, el ICP-UCR ha capacitado al sector médico para la administración del suero y ha apoyado a las comunidades en riesgo como las ubicadas en Talamanca, Turrialba y Limón.

Del mismo modo, ha colaborado con los cuerpos de socorro en la atención de emergencias generadas por serpientes —y hasta cocodrilos— en todo el país.

“En las comunidades generamos capacitaciones sobre prevención de accidentes ofídicos y qué hacer en caso de que ocurra un accidente. En ese mismo sentido, educamos sobre cómo manejar de forma segura a estos animales cuando entran a alguna infraestructura como a una casa, por ejemplo. Con los cuerpos de socorro trabajamos en la atención y traslados de pacientes al centro hospitalario”, comentó el Dr. Fabián Bonilla Murillo, biólogo del ICP-UCR.

Actualmente, el ICP-UCR contribuye a reducir significativamente las muertes por accidentes ofídicos en Centroamérica y África. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.

El siguiente paso

Desde la perspectiva de la Dra. Yamileth Angulo Ugalde, directora del ICP-UCR, una de las metas futuras es seguir la investigación básica y aplicada para producir antivenenos que lleguen a nuevas latitudes.

“En África, el accidente ofídico es un problema de salud pública importante y mueren muchísimas personas. Consideramos que podemos aportar más como Instituto en esa región. Además, queremos desarrollar nuevos productos, no necesariamente antivenenos, sino en transferencia tecnológica y seguir contribuyendo al desarrollo científico tecnológico de nuestro país”, señaló la Dra. Angulo.

Así, a lo largo de 55 años el ICP-UCR demuestra que, cuando el conocimiento se pone al servicio del bien común, no existen fronteras si de salvar vidas se trata.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista Oficina de Comunicación Institucional, UCR

El Instituto Clodomiro Picado de la UCR ya es Institución Benemérita de la Patria

Foto: Anel Kenjekeeva, UCR.

La aprobación exitosa se dio en segundo debate

El miércoles 17 de noviembre de 2021, en horas de la tarde, la Comisión con Potestad Legislativa Plena Segunda votó en segundo debate (de forma unánime) para que el Instituto Clodomiro Picado de la Universidad de Costa Rica (ICP-UCR) alcanzara el benemeritazgo. Así, de manera oficial, el Instituto logra finalmente esta prestigiosa distinción.

El benemeritazgo es entendido como un reconocimiento otorgado por la Asamblea Legislativa que resalta el compromiso, esfuerzo y mérito de personas o colectivos que realizan contribuciones significativas al desarrollo de la patria en diferentes campos. Por lo tanto, ser acreedor de esta mención constituye un verdadero honor.

De acuerdo con Mileyde Alvarado Arias, diputada del partido Restauración Nacional y proponente de la iniciativa, la aprobación exitosa significa un gran orgullo y felicidad. El benemeritazgo le abre al Instituto más puertas para que el talento científico nacional tenga mayor impacto y acercamiento a otras instancias internacionales, con el fin de impulsar con creces la investigación, el desarrollo científico y tecnológico del país.

“Cuando llega la pandemia del COVID-19, empezamos a ver el enorme esfuerzo que ellos estaban haciendo en investigación como una oportunidad para ayudar. Eso me llamó la atención y dije: ‘vale la pena reconocer todo este esfuerzo que han hecho, primero por años y, luego, en un virus totalmente desconocido’. Ahí fue cuando nació la idea del benemeritazgo que realmente lo merecen. El Instituto tiene reconocimiento nacional e internacional. En Costa Rica tenemos gente con liderazgo y que aporta en beneficio de la humanidad”, comentó la diputada.

Lo anterior es con justa razón. Por más de 50 años, el ICP-UCR ha contribuido con brindar un medicamento eficaz contra los envenenamientos por mordeduras de serpientes y de otros organismos ponzoñosos, mediante antivenenos específicos y de otros inmunobiológicos. Actualmente, estas dos alternativas constituyen las únicas terapias efectivas para tratar los accidentes ofídicos.

“En el centro de las acciones del ICP siempre ha estado la filosofía de que la ciencia y la tecnología deben servir para la procura del bien común, en este caso para atender un problema de salud pública que afecta a los sectores más vulnerables de las sociedades de Centroamérica y del resto del sur global. El benemeritazgo otorgado al Instituto Clodomiro Picado es un reconocimiento a una labor colectiva de largo aliento”, manifestó el Dr. José María Gutiérrez Gutiérrez, profesor emérito de la Facultad de Microbiología de la UCR y exdirector del ICP-UCR.

Pero no solo eso. El trabajo del ICP-UCR ha trascendido más allá de las fronteras nacionales. Por su visión humanista, el Instituto beneficia a otros países en vías de desarrollo en África, Asia, Oceanía y América Latina, los cuales, de otra manera, carecerían del acceso a este medicamento vital.

¿El motivo principal? Ser fármacos destinados, principalmente, a países pobres. En términos económicos, lo anterior se convierte en un negocio poco rentable.

“Contribuimos no solo a resolver un problema de salud en nuestro país, sino que en muchos otros de la región Neotropical. Además, los aportes del Instituto Clodomiro Picado se despliegan también en otros continentes y nuestra contribución a la solución del problema de envenenamiento ofídico en África subsahariana y algunos países de Asia son reconocidos en la esfera internacional”, compartió el Dr. Mahmood Sasa Marín, subdirector del ICP e investigador de la Escuela de Biología de la UCR.

Con la aprobación en segundo debate, el siguiente paso es la publicación oficial en el Diario la Gaceta y, posteriormente, la firma de la Ley que será en Casa Presidencial. Ahí se espera que estén presentes las autoridades de la UCR, pero aún no hay fecha definida.

 

Jenniffer Jiménez Córdoba
Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR

UCR ayuda a salvar 4.500 vidas al año en Centroamérica

Instituto Clodomiro Picado es modelo en su accionar

Unas 250.000 personas se han beneficiado en Latinoamérica

UCR ayuda a salvar 4.500 vidas al año en Centroamérica
Los antivenenos que produce el Instituto Clodomiro Picado de la UCR se destacan por su calidad y eficacia y son empleados no solo en Centroamérica, sino en muchos otros países latinoamericanos (foto Denis Castro Incera).

Lidiette Guerrero Portilla,

Periodista Oficina de Divulgación e Información

 

Gracias a los antivenenos de alta calidad y eficacia que produce el Instituto Clodomiro Picado (ICP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) se contribuye por año con una atención clínica adecuada que le salva la vida, en promedio, a 4.500 personas mordidas por serpientes venenosas en el área centroamericana, de los cuales 500 o 600 corresponde a los casos de Costa Rica.

Esta gran contribución de la UCR es el resultado final de una exitosa labor en la que ha participado desde hace 45 años el ICP, guiado desde sus orígenes por una estrategia académico-humanista, en la cual se combina la investigación científica del más alto nivel, la actividad docente, el desarrollo tecnológico, la producción y distribución eficiente de los productos fabricados y la capacitación al personal médico, paramédico, enfermeras, bomberos, Cruz Roja, Guardia Rural, guardaparques, comunidades y grupos indígenas, entre otras poblaciones en riesgo.

Se calcula que al menos unas 250.000 personas se han beneficiado en Latinoamérica con los antivenenos del ICP.

Su filosofía de innovación y mejoramiento permanente, los lleva a producir sueros antiofídicos con los más estrictos criterios de la industria farmacéutica internacional, nutriéndose de los resultados de sus continuas investigaciones científicas, además de que cuenta con el respaldo del certificado de calidad norma Inte-ISO 9001: 2008 del Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica, (Inteco). Con ese certificado se garantiza la mejora continua de los procesos de producción de inmunobiológicos de uso terapéutico, así como la investigación biológica, biomédica y biotecnológica y la acción social en el tema de ofidismo.

UCR ayuda a salvar 4.500 vidas al año en Centroamérica2
El Dr. Guillermo León Montero, cooridnador de la División Industrial del Instituto Clodomiro Picado, se encarga de supervisar las diferentes actividades y procesos para la exitosa producción de los antivenenos ofídicos (foto: Jorge Carvajal Aguirre).

El ICP-UCR fabrica un suero antiofídico polivalente, otro anticoral, y dos productos de uso veterinario: el Polivet (antiveneno polivalente) y el AntiTet-ICP (antitoxina tetánica).

Con el propósito de responder a la demanda creciente de la población rural nacional y regional, que es la más afectada por los ataques de serpientes venenosas, se proponen aumentar su producción de antivenenos liofilizados (en polvo) con la reciente adquisición de un moderno equipo que permitirá preparar lotes de 10 000 frascos. La ventaja de los sueros en polvo es que no requieren ser almacenados en refrigeración, son estables a temperatura ambiente y tienen una vida útil más larga. Por ello, son de gran utilidad en regiones rurales donde los sistemas de refrigeración son deficientes.

El ICP-UCR es una institución líder y modelo en el campo científico universitario, por la calidad y excelencia de su investigación básica y aplicada, la gran cantidad de publicaciones científicas, su reconocido prestigio internacional y su participación en redes de alianza internacional. Por su amplia labor en pro de la salud pública, este instituto recibió el Premio Lee Jong- wook que otorga la Organización Mundial de la Salud.

 

Información tomada de: http://www.ucr.ac.cr/

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