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Etiqueta: arte y resistencia

Voces de mujeres haitianas que resisten

UNIR-Haití lanza la campaña “6 días con Haití” y la segunda temporada del podcast Fanm nan batay la

La Universidad Itinerante de la Resistencia de Haití (UNIR-Haití) lanzó la campaña “6 días con Haití”, una invitación internacional a escuchar, compartir y acercarse a la realidad haitiana desde las voces de sus mujeres, en medio de una crisis marcada por el aumento de la violencia, la inestabilidad y la migración.

La iniciativa acompaña la presentación de la segunda temporada del podcast Fanm nan batay la: Mujeres en lucha y en resistencia, una serie de seis episodios realizados en Puerto Príncipe “en medio de muchas dificultades”, según expresan sus creadoras. La producción, que combina narrativas íntimas, testimonios comunitarios y análisis cultural y social, es una apuesta por mantener viva la mirada haitiana desde dentro, lejos de los estigmas y de las imágenes reducidas a la violencia.

El material llega en un momento crucial para Haití, cuando múltiples sectores sociales —especialmente mujeres, jóvenes y comunidades locales— continúan sosteniendo formas de organización, resistencia y creatividad frente al deterioro de las condiciones de vida. La campaña busca amplificar esas voces y sumar apoyos de organizaciones, personas y medios aliados.

Los materiales fueron compartidos con SURCOS por Rafael Salgado, de ITECO.


Los seis episodios del podcast “Fanm nan batay la”

Cada día de la campaña se destaca uno de los episodios. A continuación, la descripción y enlace de cada uno:

1. La voz joven que acompaña y resiste – Naïma Andris

¿Qué mueve a una joven feminista haitiana a sostener la esperanza en medio de la crisis?
Naïma Andris comparte su trabajo acompañando a mujeres sobrevivientes de violencia y reflexiona sobre el papel de la juventud haitiana organizada.
https://youtu.be/mQRcA3ICJ2U?si=XAyoCqQnlH9A8h4A


2. El tambor como latido colectivo – Wisancha

Mientras la violencia intenta silenciar al país, Wisancha reivindica el tambor como memoria viva, fuerza espiritual y resistencia.
https://youtu.be/OQqOWxRj2ho?si=8f-my4IwP29DBB65


3. Investigar desde Haití – Roseverlande

Roseverlande comparte su investigación sobre el aborto voluntario en el vodou, y reflexiona sobre la importancia de producir conocimiento desde Haití y para Haití.
https://youtu.be/6jBavnCTFGo?si=LPZgSlxBlBbPtQ4y


4. Vodou jazz y voz feminista – Vanessa Jeudi

Cantante, compositora y militante feminista, Vanessa Jeudi explica qué es el vodou jazz, cómo se vive y por qué es una expresión contestataria, espiritual y profundamente haitiana.
https://youtu.be/SCMQ1q1g-Kg?si=4gl4uKrRk8H3y8_q


5. La vida cotidiana que sostiene al país – Patricia Jean

¿Cómo se gestiona el agua, los residuos o la esperanza en un país golpeado?
Patricia Jean muestra una Haití cotidiana y valiente, sostenida por quienes deciden quedarse y cuidar.
https://youtu.be/sysOhH0WjyY?si=x0msApmJUf3crjRD


6. Preguntas esenciales sobre Haití – conversaciones desde adentro

Dos mujeres haitianas responden preguntas frecuentes sobre el idioma, el territorio, la cultura, el vodou, la situación actual y sus sueños.
Un episodio íntimo, lleno de orgullo y humor.
https://youtu.be/x0msApmJUf3crjRD


Invitación pública

UNIR-Haití y las productoras solicitan apoyo compartiendo los episodios durante los seis días de campaña para amplificar estas voces y construir un relato alternativo y necesario sobre Haití: un país vivo, que lucha, crea, enseña y sueña.

Crónica – cuando la palabra libera

Memo Acuña
Sociólogo y escritor costarricense

Nos dirigimos en un taxi hacia la comuna 13 en Medellín. Somos tres personas en apariencia de orígenes distantes, pero con el alma común de la palabra. Viajamos Huu Viett, de Vietnam, Lorca Sibeity, del Líbano y este poeta proveniente de una pequeña ciudad costarricense llamada Heredia.

Es un día soleado.

Lorca acompaña al chofer y canta en árabe para ponerle banda sonora a una conversación sobre quiénes somos. Resulta que los tres comunicamos: Viett es periodista en un medio escrito en Hanói, Lorca es presentadora en un programa de televisión matutino en Beirut y yo cumplo en unas semanas cinco años de producir un espacio en Streaming sobre arte y cultura latinoamericana y caribeña, además de escribir en columnas como estas durante mucho tiempo.

Los tres somos académicos de base. Esto es importante de recordar para aquella gente que acostumbra a deslindar el arte de la formación y preparación. Yo estoy claro que mi ejercicio como sociólogo e investigador en temas de movilidad humana ha recibido una contribución enorme del arte y viceversa. Esa para mí es la verdadera interdisciplinariedad.

A los tres también nos une el ritual de la palabra. Por eso estamos en Medellín, que no es poca cosa. Nos convoca una invitación que nunca olvidaremos y que estoy seguro cambiará nuestras vidas para siempre.

Lorca sigue cantando una hermosa canción en árabe. Viett percute la cámara de su celular para captar las impresiones que nos va dejando el camino hacia comuna 13.

Es este un sitio ritual que trasmutó el dolor a través del arte. La historia de este espacio comunitario de alrededor de 250.000 habitantes tiene un antes y un después en el que violencia, conflicto y desplazamiento dieron paso a expresión, memoria y resistencia.

Llegamos al punto de reunión junto a los demás compañeros escritores y escritoras de diversas partes del mundo. Nos espera Catalina, artista local, rapera y gestora cultural que nos guiará en la travesía. Ella misma, su cuerpo, está marcada por el dolor al haber perdido familiares en la epoca en la que la Comuna 13 era escenario habitual de la violencia que hizo de Medellín una referencia mundial, pero de forma negativa.

Ahora canta y usa el arte como medio para ver la vida de otra manera. Canta como Lorca, dice como ella tantas cosas a través de la musicalidad de su voz.

Pienso en ello mientras recorro ese sitio junto con Lorca, Viett y el resto de los compañeros en la palabra, que fuimos convocados aquí para compartir nuestros afectos, nuestras visiones de mundo, pero sobre todo para certificar la emergencia de la vida liberada del hierro, consigna que durante ocho días resignificó la palabra en todo Medellín.

El 35 Festival de Poesía celebrado en esta ciudad, tuvo en esta ocasión algunos datos históricos: más de 60 poetas de todo el mundo visitamos comunidades, centros educativos, espacios culturales, lugares históricos. Hubo espacio para la poesía dicha por mujeres jóvenes, por poetas palestinos, por poetas africanos, asiáticos y americanos.

Otro hito que quedará grabado en la memoria de este Festival es que por primera vez la televisión nacional colombiana en la figura del Sistema de Medios Públicos emitió más de 30 horas de actividades llegando a cerca de 600.000 hogares colombianos. Este hecho histórico tuvo como resultado que la Colombia profunda, rural y campesina, por ejemplo, tuviera acceso a las distintas formas de ritualización de la palabra.

Esto fue completado con dos anuncios hechos durante la clausura del Festival: la apertura de un programa radial permanente sobre poesía y la instauración del Premio Nacional de Poesía RTVC en una señal más que dice que cuando los medios se lo proponen pueden ser aliados de la cultura.

Es este un festival de ensueño. Pero no solo por la estética que lo dice todo. Por el fuego de la palabra, que lo alumbra todo. Por la tradición que acompaña ya primeras, segundas y terceras generaciones de familias asistentes, que lo significan todo.

No. No es solo por eso.

Es que permite la militancia viva a través del arte y la expresión. Solo así es posible entender lo sucedido en un panel donde se habló de la importancia de la poesía para La Paz del mundo.

Allí escuché el testimonio del poeta colombiano Duvan Carvajal sobre el conflicto en su país, que le arrancó a su familia y cambió su vida para siempre, así como las dolorosas palabras de Murad Sudani, Director de la Unión de Poetas Palestinos, sobre la vida hecha escombros en su Palestina natal, que ha obligado en los últimos tiempos a más de 7.000.000 millones de compatriotas a vivir la dureza del exilio, que ha cobrado la vida de más de 50 escritores y 200 periodistas , que ha desaparecido cerca de 20.000 personas.

Es que no son datos fríos.

La cacería humana sobre Gaza se ha cobrado la vida de más de 60.000 personas y mientras tanto el resto de la humanidad vuelve a ver para otro sitio. Por ello, la poesía es útil como instrumento, como forma de apalabrar lo que no se puede decir más en el mundo habitual de las ideas y las racionalidades teóricas de cafetín y protocolo.

Es una tarde cálida en Medellín.

El teatro al aire Libre Carlos Vieco en el Cerro Nutibara es testigo del cierre de este hermoso festival. Es imposible no sentir un nudo en la garganta al observar más de 2.000 personas escuchar poesía una vez más en devoción y gratitud. Los agradecidos somos nosotros, poetas del mundo, por ser testigos de una historia que se sigue escribiendo.

Lorca se despide con su canto y los poetas árabes cierran con ternura y esperanza por una pronta liberación de Palestina. Yo aún no salgo de mi asombro. Con flores en mano, algo en mí ha sido tocado.

Algo hermoso. Significativo.

Para siempre.

Fotografías aportadas por el autor.