Skip to main content

Etiqueta: autonomía de las mujeres

País debe invertir en las mujeres para acelerar el progreso

Defensoría se suma a mensaje mundial de ONU

 Mujeres en el Día Internacional de la Mujer

Viernes 08 de Marzo 2024. Este 08 de Marzo, la Defensoría de los Habitantes saluda a las mujeres en toda su diversidad y las invita a continuar las luchas por la igualdad y la construcción de una democracia participativa plena, libre de toda forma de discriminación y violencia.

Nos unimos al llamado de Naciones Unidas para que las acciones del Estado costarricense contribuyan al avance del desarrollo y la autonomía de las mujeres, y procurar evitar retrocesos en las esferas en las que hoy es posible constatar progresos en el ejercicio de los derechos humanos.

Invertir en las mujeres está íntimamente relacionado con la garantía y el aseguramiento de los derechos humanos, con las acciones dirigidas a la erradicación de la pobreza, a implementar presupuestos sensibles al género, al crecimiento económico que garantice la protección de los recursos ambientales y el apoyo a las organizaciones sociales -especialmente a las organizaciones de mujeres- para promover los cambios culturales necesarios para avanzar como sociedad, como país.

Los recortes a la inversión social inciden directamente en la vida y las realidades de las mujeres, por ello es fundamental hacer un llamado urgente a procurar la consolidación de presupuestos sensibles al género.

Si el Estado no planifica y presupuesta reconociendo las necesidades de las mujeres, las acciones plasmadas en planes nacionales para la igualdad y la equidad de género en todos los sectores, como la Política de Igualdad y Equidad de Género (PIEG), la Política Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres de Todas las Edades (PLANOVI), del Sistema Nacional para la Atención y Prevención de la Violencia contra las Mujeres y la Violencia Intrafamiliar, así como en las políticas institucionales dirigidas al trabajo para avanzar hacia la igualdad de género, no solo no se avanza, sino que se retrocede violentando los derechos de las mujeres.

Presupuestar y garantizar los recursos implica que el Estado oriente el gasto público para lograr la igualdad y por ello debe proveerse de contenido económico a los programas dirigidos específicamente a las mujeres en todos los ámbitos, a las iniciativas productivas y a la inversión en la corresponsabilidad social del cuido.

Sin inversión social y sin tomar en cuenta las realidades de las mujeres y las desigualdades y brechas de género, no es posible garantizar la prestación de los servicios de seguridad, salud y educación, con lo que se genera incumplimiento de las obligaciones internacionales vigentes en el ordenamiento jurídico a partir de la evidente violación y menoscabo de los derechos humanos.

La Defensoría reitera que los recortes en el gasto público inciden directamente en los programas sociales y se afectan entre otros, los bonos de vivienda, la reducción de las diferentes alternativas de cuido, los programas de becas como AVANCEMOS y los demás beneficios a cargo del sistema de protección social de nuestro país.

También se hace un llamado a los gobiernos locales para que no despojen de sostenibilidad y contenido presupuestario a los programas específicos que se han construido y aprobado según las realidades urbanas y rurales de nuestro país, que, además, incorporan las necesidades de las mujeres que habitan en cada región, como mujeres indígenas y mujeres afrodescendientes.

La Defensoría insta a las instituciones a procurar las herramientas necesarias para construir presupuestos sensibles al género y de no contar con ellas, asegurar la capacitación continua al personal a cargo de elaborar, aprobar y autorizar el traslado de los recursos.

Este 8M, la Defensoría exige que se procure el avance de las mujeres a través del cumplimiento y garantía de sus derechos humanos por lo que debe hacer un llamado a evitar que se consoliden las desventajas y brechas, y a que no perdamos la oportunidad de generar un aumento en la productividad del país mediante la incorporación de las mujeres a los entornos laborales y productivos, como una sociedad corresponsable y democrática.

Oficina de Comunicación Institucional
Defensoría de los Habitantes

UNA: Responsabilidades de cuido y del hogar limitan autonomía de las mujeres

Encuesta revela que ellas dedican más del doble del tiempo por semana al trabajo doméstico no remunerado que los hombres.

Como es bien conocido, hombres y mujeres desarrollan un rol establecido por la sociedad patriarcal. Después de décadas de luchas: unas en silencio, otras en las cortes y la mayoría en la calle, las féminas ocupan mayores espacios en centros educativos, laborales, de investigación y de las artes, entre otros. La Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT 2022) así lo revela.

Las mujeres incrementaron el tiempo dedicado al trabajo remunerado (TR) en 16,4 % (aproximadamente 6 horas más por semana) entre el 2017 y el 2022. La ENUT investiga las actividades de trabajo como trabajo doméstico no remunerado (TDNR), trabajo de autoconsumo, trabajo voluntario a otros hogares y a la comunidad y el trabajo remunerado; además de las actividades de no trabajo como educativas, tiempo libre y necesidades personales.

Aun así, hay cifras en cuanto al uso del tiempo que dejan ver que la brecha entre hombres y mujeres se mantiene, y esta diferencia limita la autonomía económica de ellas, pues aún dedican el doble del tiempo semanal a las labores domésticas no remuneradas y de cuido.

“La ENUT 2022 revela que las brechas por sexo con respecto al TDNR se mantienen en comparación con la ENUT 2017, cuando la encuesta se realizó por primera vez; continúan siendo las mujeres quienes dedican una mayor cantidad de tiempo efectivo por semana, con 32:04 horas (treinta y dos horas y cuatro minutos); entretanto, los hombres destinan 15:44 horas, lo que significa que las mujeres dedican en promedio cerca de 16:30 horas a la semana más que los hombres”, reveló el informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).

Con el objetivo de profundizar en el análisis de los resultados de dicha encuesta, el programa televisivo de opinión de la Universidad Nacional (UNA), UNA Mirada, invitó a especialistas en el tema a desgranar los resultados. Los invitados concluyeron que, aunque se vislumbran pequeños avances en cuanto a la incorporación de los hombres en las tareas del hogar, aún falta mucho trabajo por hacer.

“Al comparar los datos de la ENUT 2022 con la ENUT 2017, se observa que las mujeres redujeron en aproximadamente 4 horas el tiempo dedicado a TDNR, mientras que los hombres incrementaron el tiempo semanal en 1:49 horas,” según la ENUT.

Freddy Araya, coordinador de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), explicó que “la encuesta permite brindar información para facilitar el seguimiento, la formulación de política pública y busca avanzar en la corresponsabilidad social de los cuidados. Este cuidado está más recargado en las mujeres y lo vemos con los datos de la encuesta”.

Corresponsabilidad social de los cuidados

Irma Sandoval, investigadora del Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) de la UNA, y quien da seguimiento a este tema desde hace más de 20 años, explicó que “la corresponsabilidad social de los cuidados quiere decir que no solamente las familia deben hacerse cargo de los cuidados, si no que el Estado, a través de política pública, las comunidades y las empresas, también deben velar por el cuidado de las personas; y dentro del hogar, la corresponsabilidad permite que la distribución de la labores sea repartida justamente entre los miembros de las familias”. Pero, actualmente, las mujeres de todos los estratos tienen una participación mayor que los hombres, en trabajos de cuido y labores domésticas no remuneradas.

Cindy Quesada Hernández, ministra de la Condición de la Mujer, destacó que esta situación “incide en que ella tenga menos tiempo para dedicarse no solo a sí misma, sino también al crecimiento productivo y esto definitivamente se traduce en menos oportunidades de tener autonomía económica”.

Por ejemplo, el cuidado de personas totalmente dependientes está a cargo de mujeres en un 77%. En el cuido de personas menores de 12 años, el 72% lo hacen las mujeres y el cuidado de personas de 65 años y más está a cargo de ellas en un 67%. “El cuido de personas lo están haciendo las mujeres y la encuesta dice que eso no ha cambiado; es decir, las mujeres seguimos asumiendo esa tarea y eso nos limita en nuestras posibilidades de trabajo remunerado”, recalcó Sandoval.

En el caso de las mujeres en condición de pobreza y/o migrantes, las cargas en TDNR son aún mayores, lo cual limita aún más su acceso a la educación y empleo, ya que entre las mujeres del primer y quinto quintil la diferencia es en promedio de 9 horas (37 horas y 28 horas, respectivamente).

Ana Lucía Fernández, investigadora del Instituto de Estudios de Género de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), complementó que según sus estudios, las mujeres en condición de pobreza con menos ingresos hacen mucho más trabajo doméstico remunerado y no remunerado porque las familias que sí tienen un ingreso económico pueden pagar una empleada doméstica.

Políticas para cerrar brechas

Pamela Jiménez, investigadora del Programa Estado de la Nación (PEN), destacó la importancia de este tipo de encuestas como fuente de información para la toma de decisiones en materia de política. Por ejemplo, la planificación de la demanda de cuido infantil favorece el ingreso de más mujeres madres al mercado laboral.

En este punto coincide Ana Carcedo, representante de Centro Feminista de Información y Acción (Cefémina), quien comentó que estos datos también deberían de servir—por ejemplo—para que cuando se discute el presupuesto nacional se apoye a las familias y se considere como una inversión el destinar recursos estatales para cuidado de niños y personas dependientes.

Todos los especialistas concuerdan en que los datos de la ENUT deben ayudar a crear políticas públicas dirigidas a reducir las brechas en el uso del tiempo y en brindarle a las mujeres más oportunidades laborales, de estudio e incluso de esparcimiento. Sandoval propone que en un inicio las políticas deben obligar al Estado, la comunidad y las empresas a ofrecer espacios seguros para el cuido de las personas dependientes. Esto favorecerá “no solo el desarrollo económico de un país, si no al desarrollo de las mujeres” concluyó la ministra Quesada.

Oficina de Comunicación
Universidad Nacional, Costa Rica

Imagen ilustrativa: http://www.mesaticfid.cl/