La UCR fortalece de forma continua el sistema de becas
Grupo de estudiantes de primer ingreso, 2018. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
El Sistema de Becas de la Universidad de Costa Rica constituye un pilar fundamental para el logro de la equidad en el ingreso, permanencia y graduación de la población estudiantil.
A través de sus diferentes mecanismos de acompañamiento, el Sistema de Becas brinda a la población estudiantil que no posee capacidad económica para sufragar gastos de estudio, los recursos necesarios para alcanzar en igualdad de oportunidades, su meta académica.
De acuerdo con datos de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, actualmente más de 22 000 estudiantes de la UCR cuentan con alguna categoría de beca socioeconómica. De esta población, más de 15 000 reciben la máxima categoría de beca (beca 5), mediante la cual pueden acceder a la exoneración total o parcial del pago de matrícula, y a los beneficios complementarios de monto económico para gastos de carrera o carreras, transporte o alojamiento, alimentación, préstamo de libros, préstamo de dinero, servicios de odontología y optometría.
Los recursos destinados al Sistema de Becas, en los últimos doce años, crecieron un 800%. Para el 2019, la UCR invertirá en este rubro más de ¢28 000 millones.
La Oficina de Becas y de Atención Socioeconómica recibió más de 5 000 solicitudes de beca para el primer ciclo lectivo 2019. En la fotografía estudiantes en le Sede de Guanacaste, 2018.
Un total de 8 742 estudiantes procedentes de zonas alejadas reciben apoyo para su alojamiento durante sus estudios. De ellos 802 forman parte del Programa de Residencias Estudiantiles y 7 940 reciben un monto para el pago de alquiler (beneficio complementario de Reubicación Geográfica).
Asimismo, un total de 1 5768 estudiantes reciben el beneficio de alimentación y 8 223 el de transporte.
En el caso de las Sedes Regionales de la UCR, la cantidad de estudiantes con beca socioeconómica alcanza hasta un 75%.
Últimas mejoras
Cumpliendo con los principios de igualdad de oportunidades y equidad, el compromiso institucional ha sido evidente en el fortalecimiento continuo y sostenido de los beneficios a lo largo de los últimos años, así como en su entrega oportuna.
Desde el 2017 el beneficio de alimentación contempla los fines de semana se ofrece a estudiantes que cuenten con beca 5 y que procedan de zonas alejadas.
El Programa de Residencias Estudiantiles se fortaleció con la construcción de nuevos edificios en las Sedes de Guanacaste, Caribe y Rodrigo Facio, y recientemente en el Recinto de Guápiles. Igualmente invirtió en la remodelación y mejoramiento de otras residencias estudiantiles ubicadas en la Sede Rodrigo Facio y el Pacífico, así como en los Recintos de Golfito, Turrialba y San Ramón.
Además, mediante los procesos de automatización que implementó la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica, se logró la reducción en los tiempos de asignación de los beneficios complementarios a partir del I ciclo 2018, lo cual permite que los depósitos sean entregados de forma más eficiente y oportuna de acuerdo con las matrículas establecidas en el Calendario Estudiantil Universitario.
Todas estas acciones tienen como objetivo principal brindarle al estudiantado las condiciones necesarias para que permanezca en el sistema de educación superior y logre concluir con éxito sus metas académicas.
El monto que dedica la UCR a estos beneficios es de más de ¢26 000 millones. Este cubre a una población que supera los 22 000 estudiantes
Alrededor de 800 estudiantes en todo el país viven en residencias estudiantiles. En la fotografía se observa la residencia estudiantil de la Sede de Occidente, en San Ramón. Foto: Laura Rodríguez Rodríguez.
Desde el 2007 a la fecha, el crecimiento en la inversión que hace la Universidad de Costa Rica (UCR) para becas ha sido de alrededor de un 800%. Además, se ha ampliado la cobertura de estos beneficios para más estudiantes.
Actualmente, un 53,4% de los alumnos matriculados cuenta con algún tipo de beca socioeconómica, porcentaje que en las sedes regionales alcanza alrededor del 80% de la población estudiantil.
Esto se debe principalmente al interés de la alma mater por apoyar al estudiantado en su ingreso, permanencia y graduación, procesos que cumplen con mayor eficiencia las personas beneficiadas con becas, quienes –según estudios de la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica de la UCR (OBAS)– obtienen su título uno o dos semestres antes que la mayoría de universitarios.
Según Anabelle León Chinchilla, directora de la OBAS, el fuerte crecimiento de recursos para atender las becas socioeconómicas se debe a que “de acuerdo con el principio de justicia material se trata de darle a cada estudiante lo que requiera, para que cubra sus gastos de estudio. Ese es el objetivo primordial del sistema de becas: poder cubrir o acompañar al estudiante para que pueda tener una permanencia exitosa, donde el factor económico no lo limite”.
Protección al estudiantado
Para León, la UCR aplica el principio de equidad en el otorgamiento de becas a los estudiantes, pues se busca nivelarlos de manera que puedan estar en una condición equitativa con el resto del alumnado.
Dado que estas ayudas económicas favorecen las graduaciones tempranas, así como un adecuado rendimiento académico, se considera que asignar becas constituye un factor que protege la permanencia y graduación de los estudiantes en la Universidad de Costa Rica.
Sin embargo, León aclara que si bien las becas son importantes en el desarrollo de un alumno, no siempre es un agente determinante, ya que son muchas las acciones que se tienen que tomar para lograr su permanencia.
Por ello, se han hecho estudios para identificar las necesidades que el estudiante tiene y analizar cada uno de los beneficios para fortalecerlos paulatinamente.
En el año 2009, por ejemplo, debido al panorama económico que enfrentaba el país, se optó por darles un apoyo económico adicional a los estudiantes que estaban en condición de pobreza extrema, para que pudieran mantenerse en sus estudios. Tal beneficio se mantiene desde entonces.
Es así como a más de 2 000 alumnos –que están dentro del grupo de pobreza extrema– se les brinda un monto en efectivo adicional, para que puedan cubrir diferentes necesidades.
Monto creciente
Hace 11 años, los fondos que se destinaban a la asignación de becas eran ¢2 969,8 millones y provenían en su totalidad de los recursos que se generaban por el cobro de matrícula. Al 2018, el monto que se destina para becas es de ¢26 596,6 millones y la mayoría de este proviene del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), correspondiente a la Universidad de Costa Rica.
De acuerdo con León, según se fueron requiriendo más recursos para atender las necesidades de los estudiantes, la Institución fue aumentando el presupuesto para atender estos requerimientos, al punto que ahora los recursos de matrícula apenas representan alrededor de un 20% del monto total que se invierte para estos efectos.
“Entonces, vemos que cada vez hay una brecha entre los ingresos, producto de matrícula y fondos FEES, que se han reforzado”, explicó León.
Infografía: Jorge Carvajal Aguirre.
Este crecimiento en el presupuesto se debe a que se han ido reforzando cada uno de los beneficios, por ejemplo, en el 2010, el beneficio por reubicación geográfica –que se paga a los estudiantes que provienen de zonas alejadas– era de ¢25 000, mientras que para el 2018 es casi tres veces mayor, pues se pagan casi ¢75 000. La idea es que con este monto mensual los estudiantes puedan buscar soluciones de vivienda en conjunto con otros estudiantes.
Otras razones que explican el incremento del presupuesto para becas es que se da una mayor cobertura poblacional y que hay una tasa de crecimiento de matrículas. Actualmente, la Institución brinda becas a 22 310 estudiantes en todo el país.
Fortalecimiento
En el 2015, el Consejo Universitario aprobó una reforma integral del Reglamento de adjudicación de becas a la población estudiantil, con el cual se pasó de 11 categorías a 5, de modo que algunos de los beneficios que se brindaban a una determinado estrato, ahora lo reciben más estudiantes. Este es el caso de las categorías 10 y 11 que se fundieron en la 5; por esto, ahora más alumnos reciben los múltiples beneficios que esta beca otorga.
La beca 5 ofrece residencia o un monto por reubicación y transporte, así como la exoneración del 100% en alimentación, la cual se brinda incluso en fines de semana, pues muchos estudiantes no cuentan con otros recursos para cubrir sus necesidades alimentarias. También se les da un monto para otros gastos de alimentación, como meriendas y otro para cubrir gastos de carrera como fotocopias, gabachas e implementos.
Asimismo, cuentan con préstamos de libros, con la opción de solicitar un préstamo de dinero y se les da en forma gratuita servicios de odontología y optometría.
Infografía: Jorge Carvajal Aguirre.
Lo mismo ocurre con la actual beca 3, que brinda un 90% de exoneración en matrícula y da un 70% de exoneración en el monto de almuerzo. Esta categoría reúne a los becarios de las antiguas categorías 5, 6 y 7, que contaban con condiciones diferentes en cada uno de los casos.
Para Fanny Coto Acuña, jefa del Área de Beneficios Estudiantiles, este nuevo reglamento “lo que ha hecho es que la cobertura sea mayor, pero los beneficios han sido los mismos”.
En referencia a la percepción que tienen los estudiantes sobre sus becas, se han realizado varios estudios desde el 2010 para valorar cuáles son las necesidades que tienen los estudiantes “y sí se puede decir que en este momento los montos económicos que se están otorgando van muy de la mano con el gasto identificado, que no se ha quedado estático, sino que va aumentando”, expresó Magda Araya Jarquín, jefa del Área de Becas Socioeconómicas.
Este 2018, 25 jóvenes indígenas se suman para totalizar una población de 140 estudiantes en la institución
La mayoría de estos 25 estudiantes, recibieron apoyo y acompañamiento de las universidades públicas desde el colegio, como parte de las acciones del Plan Nacional de Salvaguardia Indígena. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
Grace Delgado Morales, es egresada del Liceo Rural de Salitre y también es la estudiante más destacada (con las mejores calificaciones) de todos los territorios indígenas de nuestro país. Con mucha ilusión y con la mirada fija en futuro mejor, ella inicia esta semana una nueva meta: estudiar Ingeniería en Ciencias de la Computación en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica.
Con mucho orgullo, esta joven bribri de 22 años asegura que el poder ingresar a la UCR significa mucho para ella ya que podrá estudiar en una de las mejores universidades de América Latina y al mismo tiempo podrá obtener los conocimientos para transformar la realidad de su pueblo Salitre; una comunidad que enfrenta problemáticas como la lucha por el territorio entre personas no indígenas e indígenas y la contaminación que genera la siembra de piña.
“Este lugar es así pequeñito y humilde pero tiene buenas personas…espero yo poder aportar algo a la comunidad, cuando salí del colegio, a mí me dieron un reconocimiento por ser la mejor promedio de los territorios indígenas, entonces me llevaron a San José y salí en televisión nacional, y el hecho de que hablaran allá afuera de mi colegio, de este pequeñito colegio, eso me llenó, porque pude hacer algo por mi pueblo, la gente pudo ver que aquí hay calidad y que quizás si a los jóvenes de acá se les dieran más oportunidades pueden surgir, la verdad me sentí orgullosa de representarlos de manera positiva, y yo siento que si yo voy a la Universidad los puedo seguir representando y diciendo con orgullo que yo vengo de Salitre y que soy indígena Bribri” explicó Delgado.
Grace Delgado Morales
Grace Delgado Morales, es egresada del Liceo Rural de Salitre y también es la estudiante más destacada de todos los territorios indígenas de nuestro país. Con mucha ilusión y con la mirada fija en futuro mejor, ella inició este lunes 12 de marzo una nueva meta: estudiar Ingeniería en Ciencias de la Computación en la Sede Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica.
Además de ayudar a su comunidad, Grace asegura que su gran motivación son su hijo Joshua de 4 años y sus padres “solo el hecho de pensar en irse del territorio es muy complicado, pero si uno quiere salir adelante y devolverle a los padres todo el esfuerzo que han hecho por uno, hay que hacerlo, hay que estudiar y salir adelante”.
Grace también desea que su historia sea un ejemplo para demostrarle a otros jóvenes que “si se quiere estudiar y si se esfuerzan, todos los sueños pueden cumplirse”.
Al igual que Grace, pero a más de 300 kilómetros de distancia y al otro lado del país, vive Reina Salguero Morales, una joven cabécar de 17 años oriunda del territorio indígena Tayní, ubicado en Valle la Estrella de Limón. Ella también inicia este año su carrera en Ingeniería en Desarrollo Sostenible en la Sede de Turrialba de la UCR.
Reyna es la última de 4 hermanos, y a pesar de que nunca ha salido de su casa sola, asumió el reto de trasladarse hasta la Sede de Turrialba de la UCR para cumplir con su sueño de estudiar una carrera universitaria que le permita ayudar en el futuro a su pueblo, ya que actualmente los vecinos de “Gavilán” tienen oportunidades laborales que se reducen a trabajar para una compañía bananera, cultivar diferentes productos para consumo propio o cazar para sobrevivir.
“Yo quiero estudiar Ingeniería en Desarrollo Sostenible, graduarme, y regresar a mi comunidad para plantear programas sociales para que las personas hagan cosas distintas a las que están haciendo, aquí la gente se pone una pulpería y el vecino hace lo mismo, y otro también y cuando ven todos quiebran, entonces no sé pienso que yo podría impulsar otras cosas como en proyectos de artesanías, de reciclaje, para que cuiden el ambiente, o hasta porque no montar una pequeña empresa para brindar oportunidades laborales diferentes a las que hay aquí” dijo Salguero.
Además explicó que está muy contenta de tener la oportunidad de estudiar en la Sede de Turrialba de la UCR, ya que es un lugar en el cual puede estar más cerca de la cultura cabécar y de la naturaleza.
“Me gustó mucho la Sede de Turrialba porque además de que solo ahí dan la carrera que yo elegí, ahí viven indígenas de la cultura cabécar entonces algo similar acá donde también es muy intercultural; y también me gusta esa sede porque es muy natural y la carrera que yo escogí que se llama Ingeniería en Desarrollo Sostenible y la escogí porque a mí me gusta mucho el ambiente, reciclar y me gusta ver todo natural y soy algo ambientalista” explicó la joven.
Reina Salguero Morales
Reina Salguero es oriunda del territorio indígena Tayní, ubicado en Valle la Estrella en Limón. Este 2018, ella inició la carrera de Ingeniería en Desarrollo Sostenible en la Sede de Turrialba de la UCR.
Reina y Grace forman parte de los 25 estudiantes de territorios indígenas que este año inician una carrera en la Universidad de Costa Rica. Ambas cuentan con una beca socioeconómica de la UCR, y además Grace forma parte de los estudiantes que son beneficiados por del Programa de Residencias Estudiantiles.
En la actualidad, más de 140 jóvenes indígenas estudian en nuestra institución. Todos ellos son un ejemplo del impacto que han generado las acciones afirmativas de la UCR en materia de la equidad e inclusión.
Dentro de esas acciones afirmativas que implementa la UCR para promover la equidad destaca el Plan piloto Tutorías Estudiantiles en Territorios indígenas, un proyecto de la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR, por medio del cual, estudiantes de diferentes carreras de nuestra institución se trasladan a diferentes comunidades indígenas del país, para brindar apoyo académico a los y las colegiales de estas zonas. – foto Laura Rodríguez Rodríguez, UCR.
Desde el 2012, la Universidad de Costa Rica desarrolla diferentes estrategias para promover el ingreso y asegurar la permanencia de estudiantes de territorios indígenas de todo el país, en el sistema de Educación Superior.
Todos estos esfuerzos los realizan todas las universidades públicas, en el marco del Plan Nacional de Salvaguarda Indígena y en áreas como: apoyo académico en estudios secundarios, fortalecimiento de la relación entre la universidad y las comunidades indígenas, y asesoría y acompañamiento en el proceso de admisión y en la permanencia universitaria.
Gracias a este plan la UCR ha logrado aumentar la matrícula de esta población pasando de apenas 12 registros en el 2015 a los 140 actuales.
Tatiana Carmona Rizo
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
Por más de 40 años este programa ha sido pilar para garantizar la posibilidad de estudiar para quienes vienen desde muy lejos
Más de 800 estudiantes forman parte del Programa de Residencias de la UCR.
César Díaz, proveniente de Pérez Zeledón y estudiante de Ciencias Políticas y Enseñanza del Castellano y la Literatura así como Ashley Castro Ruiz, estudiante de Enseñanza del Francés oriunda de Puntarenas son estudiantes residentes en la Sede Central Rodrigo Facio. Ambos concuerdan en que si no fuera por el beneficio de alojamiento que da la Universidad, posiblemente no estarían estudiando.
Actualmente hay más de 800 estudiantes residentes en todas las sedes y recintos de la Universidad, que al igual que César y Ashley, el dependen del beneficio de alojamiento para poder continuar con sus estudios.
“Describir al Programa de Residencias en una palabra: me lleva a decir que es una oportunidad, porque la verdad es que Residencias más que tres simples edificios, es nuestra casa fuera de nuestra casa. Es nuestro refugio, es nuestro espacio. La oportunidad para muchos de salir de su zona natal. Venir a enfrentar un nuevo reto como lo es nuestra carrera universitaria y a la vez estar rodeado de personas que están pasando por los mismos cambios es parte de una evolución constante en el diario vivr de Residencias. Uno nunca está solo. Uno sabe que aquí no debe enfrentar las cosas solo”, comentó Ashley Castro Ruiz.
César Díaz recordó que Residencias no es sólo alojamiento, también posee una serie de procesos de formación personal que en un futuro significarán herramientas que pueden aportar mucho al desarrollo profesional.
“El programa nos forma a nosotros integralmente en comparación con personas que tal vez no estén en el programa y que también sean de zonas lejanas. Acá se promueven talleres de liderazgo, talleres para reducir la huella ecológica, nos preparan en acompañamiento con trabajo social, psicológico, que tal vez muchas personas que vienen de otros lugares del país no podrían recibir; se trata del cambio emocional que contempla vivir en San José y aquí a nosotros se nos da un seguimiento, se nos prepara para ese cambio con el fin de adaptarnos a un modelo social diferente”, destacó Díaz. Según Sandra Masís, Directora del Programa de Residencias Estudiantiles, se estima que por el Programa han pasado más de 8 mil estudiantes.
César Díaz, estudiante de Ciencias Políticas y Enseñanza del Castellano y la Literatura de la UCR
Masís destaca que en Residencias, el estudiante recibe formación en una gran variedad de áreas, además del apoyo en alojamiento.
La Directora también destaca que el Programa es clave para el logro académico de los estudiantes, mediante todo lo que brinda, desde salas de cómputo hasta lavadoras, camas, escritorios y casilleros para las y los estudiantes. Además, Masís indica que la experiencia de los años le ha mostrado que los estudiantes salen fortalecidos para afrontar de mejor forma la entrada al mercado laboral.
También, en este Programa se da un proceso de atención y seguimiento de la población de primer ingreso, se busca fortalecer el desempeño académico, se brinda un servicio de prevención de riesgos y atención de emergencias, y hay un proceso de desarrollo de habilidades de liderazgo y buenas prácticas ambientales. También, hay apoyo personal y social en el proceso de convivencia y hay atención e intervención profesional en situaciones conflictivas, de salud, emocionales y psicológicas.
Gilberto León Avecilla tiene más de 10 años de laborar para el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), él formó parte del Programa de Residencias y explicó que gracias a la UCR pudo cumplir su sueño de ser profesional. – foto Cristian Araya Badilla.
El Programa de Residencias Estudiantiles es un beneficio complementario según lo estipulado en el Reglamento de Adjudicación de Becas y otros Beneficios. Forma parte de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, instancia que emite los lineamientos generales, y es administrado por la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica (OBAS) en la Sede Rodrigo Facio y por la Coordinación de Vida Estudiantil en las Sedes Regionales.
Este beneficio, que ahora disfrutan Ashley y César, lo disfrutaron también en su paso por la universidad Gilberto León Avecilla, quien hoy es un profesional con 10 años de laborar para el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y Sonia Hernández González, quien hoy es Productora Audiovisual y Multimedia en el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Ambos concordaron también en el hecho de que posiblemente no podrían estar donde están, sin el apoyo del Programa de Residencias Estudiantiles de la Universidad de Costa Rica (UCR).
“En mi caso, complacido de haber formado parte de este programa, ya que me permitió tener habilidades y destrezas que fuera del programa, no las habría tenido. Como el hecho de poder ser multifacético en algunas de las funciones, porque nos tocaba hacer de todo en los apartamentos donde vivíamos. Nos tocaba convivir con personas, culturas y tradiciones diferentes, lo que le da a uno esa apertura de mentalidad para poder compartir con diversas personas, y que ahora en el mundo laboral cuando se trata de compartir con compañeros de trabajo, esas herramientas que el programa nos dio, son útiles y funcionales”, destacó León Avecilla.
León subrayó que cualquier persona que sea de zonas alejadas y en situaciones similares a las de él, puede completar su sueño de ser un profesional, formando parte y participando mediante el concurso de admisión de la universidad en el Programa de Residencias Estudiantiles.
Por otro lado, Hernández subrayó que de su familia, no sólo ella pasó por el Programa de Residencias Estudiantiles, por lo que este espacio ayudó mucho a sus hermanos a profesionalizarse.
“El Programa fue un catalizador de cambio en mi vida. Me permitió estudiar lo que yo quería. Me permitió conocer gente que hasta la fecha sigue aportando e impactando cosas importantes en mi vida, además me dio muchas herramientas a nivel profesional porque te ayuda a convivir con la gente, te ayuda a ser tolerante, te ayuda a estar abierto a personas diferentes que hacen las cosas diferentes y eso está bien, te ayuda a lidiar con distintas personalidades y te ayuda a administrar los recursos que tenés. Más allá de lo académico también me dio otras herramientas, que posiblemente me habría costado mucho conseguir”.
En el Programa de Residencias, la gran mayoría de estudiantes son provenientes de zonas alejadas de la Gran Área Metropolitana (GAM), en su mayoría de zonas rurales y provenientes de familias con muy reducidos recursos económicos, por lo que, como indica César Díaz, se convive con un gran “mosaico de personas”.
Ashley Castro también destacó que al final del período de estancia en el Programa, un residente es una persona integral.
Sonia Hernández González es Productora Audiovisual y Multimedia en el Ministerio de Educación Pública (MEP), ella forma parte de los más de 8 mil estudiantes que han sido beneficiados por el Programa de Residencias de la UCR. – foto Cristian Araya Badilla.
“Cada persona que entra a Residencias viene con una historia, pero cuando sale, sale con una historia re-escrita, con una nueva historia. Esa historia queda para el resto de la vida. Residencias es una familia”, expresó.
Un repaso por la historia
En 1970, se comenzó a escribir una historia que casi nadie conoce. La Universidad de Costa Rica (UCR) empezó a detectar una enorme dificultad de asistencia a clases y transporte en estudiantes que vivían lejos de los centros de estudio de la UCR: el problema estaba claro, se necesitaba infraestructura de alojamiento.
Lo que en su momento se llamaba Patronato de Becas (hoy, Oficina de Becas), investigó en otros países sobre los procesos de alojamiento de estudiantes. Es así, como según la historia registrada por la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica (OBAS), en 1976, la Sede de Occidente comienza a desarrollar las primeras experiencias de alojamiento de estudiantes.
Un año después de esas primeras experiencias, en la Sede Central Rodrigo Facio, mediante la Oficina de Bienestar Estudiantil, se alquiló una casa para 11 estudiantes provenientes de Limón, que cursaban sus carreras en San Pedro de Montes de Oca.
De esta manera, la primera forma de residencias estudiantiles consistía en una casa alquilada por la universidad donde los estudiantes con dificultades para el pago de alojamiento, podían vivir mientras cursaban su carrera universitaria.
Pero esta modalidad debió modificarse en 1983, no sólo por el alto costo de los alquileres, sino también por dificultades para encontrar lugares de alojamiento adecuados. Es así, como la Sede Rodrigo Facio compra un edificio de 28 apartamentos que pasa a llamarse “Residencias Estudiantiles”, un edificio que se llenó de estudiantes rápidamente, hasta tener alojados cerca de 160 residentes.
La Sede de Occidente construye sus residencias propias en 1986, inaugurando este edificio en 1991, el cual se convirtió en el primer inmueble construido por la Universidad para fines de alojamiento de estudiantes. Es así como la Sede del Atlántico hace lo mismo en el mismo año y el Recinto de Tacares también, en el año 1992.
En Liberia el servicio de residencias llegó en 1995 y en el 2012 amplió su capacidad con una nueva construcción. En Limón se construyó la primera residencia en 1988 y en el 2010, también inauguró un nuevo edificio.
En Puntarenas este programa logra un edificio propio en el 2004. Y en el 2006, cuando se abrió el Recinto de Golfito, con la carrera de Informática Empresarial, de los 21 estudiantes admitidos, a 16 se les brindó beneficio de residencia.
El edificio de Residencias Estudiantiles ubicado a un costado de la Facultad de Educación en la Sede Central Rodrigo Facio, se remodeló en el 2013. Para el 2014, se inició el proceso de gestión para un nuevo edificio que se denominó Residencias Estudiantiles Universitarias (REU). 5 pisos de un edificio cargado de estudiantes de zonas alejadas que tiene un lugar seguro de alojamiento, que no sólo les permite llevar adelante sus estudios y sus tareas académicas, también les da descanso, recreación, comodidad y excelentes espacios de alimentación. Actualmente, el Programa se financia, primero, de una parte del presupuesto que proviene del monto por residencias de la población residente, el cual, se destina exclusivamente para el mantenimiento de edificios. Segundo, se recibe apoyo presupuestario de la Oficina de Becas (OBAS) mediante presupuesto ordinario y otras colaboraciones que llegan de otras instancias universitarias para el desarrollo de proyectos ambientales, de gestión, seguridad, entre otros.
La directora del Programa Residencias Estudiantiles, Sandra Masís.
Ashley Castro Ruiz, estudiante de Enseñanza del Francés de la UCR oriunda de Puntarenas y estudiante residente en la Sede Rodrigo Facio.
Charlas y talleres se ofrecerán en todas las sedes universitarias
Los estudiantes pueden consultar los horarios de las charlas de capacitación y de las sesiones de orientación en www.ori.ucr.ac.cr
Los estudiantes de nuevo ingreso que deseen conocer más sobre los procesos de matrícula, solicitud de beca y otros aspectos de la dinámica universitaria podrán hacerlo en las charlas de capacitación y sesiones informativas que se llevarán a cabo en la Universidad de Costa Rica, en el mes de febrero.
La Oficina de Orientación y la Oficina de Registro e Información (ORI) ofrecerán varias sesiones informativas y charlas de capacitación, en las cuales, los y las estudiantes podrán aclarar dudas y recibir material de apoyo para realizar con éxito diferentes procesos y trámites universitarios.
En estos espacios se tratarán temas como: prematrícula y matrícula en línea, uso de bibliotecas, manejo del tiempo, planificación del horario, servicios de la Oficina de Orientación, ubicación dentro del campus, uso de los buses internos y externos, alimentación, becas, fechas importantes del I ciclo lectivo, entre otros.
Uno de los principales objetivos de las charlas de capacitación de la Oficina de Registro e Información radica en que los estudiantes aprendan a realizar de manera efectiva el procesos como la prematrícula y la matrícula, la matrícula de inclusión y de aprovechamiento de cupos, entre otros.
Institución implementa estrategias para mejorar la inclusión y la equidad en el proceso de admisión
En la Universidad de Costa Rica más de 14 mil estudiantes cuentan con la máxima categoría de beca (foto: Archivo ODI).
Con el objetivo de impulsar la movilidad social y de disminuir la creciente desigualdad en nuestro país, la Universidad de Costa Rica emprende diferentes acciones para continuar favoreciendo el ingreso y la permanencia de estudiantes procedentes de todos los sectores socioeconómicos y geográficos de Costa Rica.
Mediante el fortalecimiento de su sistema de becas, el aumento sostenido del número de cupos, las mejoras de infraestructura y otras acciones, la UCR ha logrado ampliar las oportunidades de ingreso de la juventud costarricense a la educación superior, y brindarle a su población estudiantil una serie de herramientas para que se forme de manera integral y concluya con éxito su proyecto académico.
Dentro de estas acciones afirmativas destaca el acompañamiento y la guía que la institución le brinda a la población estudiantil de secundaria previo a su ingreso a la universidad. A lo largo del año, la institución visita el 100% de los centros educativos del país con el fin de atraer y guiar a los y las colegiales en materia de admisión, concurso a carrera, sistema de becas, entre otros.
Asimismo, para promover la equidad, la UCR trabaja con los estudiantes de diferentes grupos sociales (población indígena, colegios de Sarapiquí y Nicoya) para ayudarlos a finalizar con éxito el colegio e instarlos a ingresar al sistema de educación superior. De esto trata el proyecto habilidades para la vida y el programa de tutorías estudiantiles en territorios indígenas (ver recuadro).
En este sentido, la institución también ha aumentado en un 40% el número de sedes de aplicación de la Prueba de Aptitud Académica para evitar que la población estudiantil de secundaria se abstenga de realizar el examen por motivos de distancia y pago de traslado; y además exonera del pago de la prueba a estudiantes de recursos económicos limitados.
En esta línea de mejora, también se ha incluido dentro del proceso de admisión, una segunda posibilidad de ingreso denominada«Admisión Diferida», la cual favorece la participación de estudiantes de centros educativos cuya población resultó «subrepresentada» en la obtención de cupos regulares de nuevo ingreso. Por medio de esta segunda posibilidad de ingreso en el 2017 se asignaron 224 cupos nuevos en 118 carreras a estudiantes provenientes de 137 de todo el país.
Actualmente alrededor del 65% del total de la comunidad estudiantil de la Universidad de Costa Rica proviene de colegios públicos (foto: Archivo ODI).
Al servicio de la sociedad costarricense
Según la Msc. Ruth De La Asunción Romero, Vicerrectora de Vida Estudiantil (VIVE), todas estas acciones afirmativas de la Universidad de Costa Rica tienen como fin cumplir con la misión de promover la equidad y formar estudiantes integrales al servicio del país.
“Desde el 2012 nos reunimos como administración para determinar cuáles serían los aspectos claves de abordar para el logro de una mayor equidad, llegando entonces a la conclusión de que como universidad públicas estábamos llamados a contribuir con las etapas previas de la educación superior, en las cuales encontramos los mayores y principales escollos para la posibilidad de ingreso a la UCR; asimismo nos planteamos la necesidad de trabajar en el propio proceso de admisión para favorecer una mejor representación de los diferentes educativos que hay a nivel nacional”, expresó De la Asunción.
En su opinión, las estrategias de avance de la equidad y las mejoras del sistema de admisión se constituyen uno de los principales aportes de la Universidad de Costa Rica a la sociedad costarricense, en los últimos años.
“Hemos logrado conocer las diferentes realidades de los centros educativos y las motivaciones que llevan a los y las estudiantes a continuar o no estudios universitarios; en materia de admisión, hemos logrado aumentar el número de las sedes de aplicación de la Prueba de Aptitud Académica lo largo y ancho del país, también aumentamos el número de exoneraciones del pago del examen; se han reforzado muchísimo las visitas a colegios; respondemos en un tiempo oportuno las miles de solicitudes de adecuación para realizar la PPA. Pero quizás, la acción más visible es la creación de una nueva fase de asignación de cupos que hemos denominado admisión diferida y que abre mayores posibilidades de obtener un cupo de admisión a la UCR; esta nueva etapa ha contribuido de manera efectiva en la reversión de una tendencia que se venía dando en los años previos al 2012, de una disminución lenta pero sostenida de la representación estudiantil proveniente de colegios públicos”, explicó De la Asunción.
«Nuestro principal aporte a la sociedad costarricense lo constituye ese amplísimo contingente de graduados y graduadas en todas las áreas del saber, con una formación sólida desde lo disciplinar pero también con una formación integral como ciudadanos y ciudadanas forjados en principios y valores solidarios» dijo la Msc. Ruth De la Asunción Romero, vicerrectora de Vida Estudiantil de la Universidad de Costa Rica.
De acuerdo con los datos suministrados por la Oficina de Registro e Información, esta nueva fase de ingreso a la UCR (Admisión Diferida) ha beneficiado en su mayoría (90% del total de admitidos) a estudiantes provenientes de centros educativos públicos.
“Mediante las diferentes estrategias de promoción de la equidad, incluyendo la admisión diferida, hemos logrado que la representación estudiantil que proviene de colegios público vaya en aumento de manera sostenida, en los últimos años; todas esta estrategias mueven el sentir a nivel de centros educativos y dentro de las comunidades al convertirse en experiencias positivas que a su vez motivan a nuevas generaciones a fijarse metas que incluyen como una posibilidad real el cursar estudios universitario” aseguró la vicerrectora.
Actualmente alrededor del 65% del total de la comunidad estudiantil de la Universidad de Costa Rica proviene de colegios públicos.
Mejora de las becas y del acompañamiento estudiantil
Asimismo, la Universidad de Costa Rica logró aumentar del número de estudiantes admitidos a la institución, tras pasar de 7.894 jóvenes en el 2014 a un total de 9.027 estudiantes en el 2017. El próximo año, se ofrecerán alrededor de 9653 cupos para estudiantes de nuevo ingreso.
Con el objetivo de lograr la permanencia y la graduación de su población estudiantil, la UCR también ha realizado grandes esfuerzos para aumentar el presupuesto del sistema de becas, con el objetivo de brindarles un mejor acompañamiento a los estudiantes que necesiten apoyo socioeconómico.
Además de una formación de calidad, la UCR le ofrece a sus estudiantes decenas de oportunidades para participar en el deporte, el arte y la recreación (foto: Archivo ODI).
Según datos de la Oficina de Becas y de Atención Socioeconómica (OBAS), en los últimos 4 años la Universidad de Costa Rica aumentó en un 237% su inversión en becas, tras pasar de 11.669,5 millones en el 2013, a un total de 24.400,0 millones en el 2017. Esta inversión se constituye como uno de los presupuestos más altos para becas no reembolsables, en términos per cápita, de toda América Latina.
“El presupuesto que se destina en nuestra institución al sistema de becas se ha triplicado en los últimos años, esto representa un esfuerzo institucional enorme, ya que esta es la segunda partida presupuestaria más grande de la UCR; gracias a esta inversión más de la mitad de nuestros estudiantes cuenten con apoyo del sistema de becas en alguna de sus categorías, y la mayoría de esta población cuenta con la categoría de beca más alta, la categoría de beca 5 que les brinda acceso a beneficios complementarios muy sólidos que les permiten cursar estudios en igualdad de condiciones” manifestó la vicerrectora.
De acuerdo con la OBAS, más de 21 mil estudiantes de la Universidad de Costa Rica recibieron algún tipo de beca durante el 2017; de ellos alrededor de 14.800 recibieron la máxima categoría de beca, conocida como beca 5, la cual incluye beneficios complementarios como: transporte, alimentación, préstamo de libros, reubicación geográfica, entre otros.
Asimismo, alrededor del 77% de los más de 9 mil estudiantes de sedes regionales cuentan con una beca socioeconómica.
Según la vicerrectora, la efectividad del sistema de becas de la Universidad de Costa Rica se ha visto reflejada en los diferentes estudios que indican que las becas son un factor fundamental en la permanencia y graduación de los y las estudiantes.
De acuerdo con una investigación de la OBAS, el contar con una beca socioeconómica aumenta en un 20% las posibilidades de graduación de un estudiante.
La VIVE también enfocará sus esfuerzos fortalecimiento del enfoque de promoción de la salud tanto en la comunidad universitaria como a nivel país. (foto: Archivo ODI).
“Pudimos determinar por ejemplo, que a nivel de los procesos de graduación, la presencia de los y las estudiantes becarias es mayoritaria, entonces el aporte que hace el sistema de becas en articulación y en coadyuvancia con otros mecanismos igual de importantes como el acompañamiento académico, socioafectivo, en salud y otros, se perfila como una dinámica efectiva para el logro del mayor objetivo institucional: la graduación de nuestros estudiantes; hay evidencias claras de que la población becaria, así como la población estudiantil de sedes regionales, culmina su primer grado académico antes que la población estudiantil no becaria, ese es un logro muy importante si tomamos en consideración que un sistema de becas lo que pretende es llevar a los estudiantes a llevar estudios en igualdad de condiciones y en esta institución vemos un efecto que incluso rebasa esa finalidad” explicó De la Asunción.
Además de brindarle apoyo económico a la población estudiantil, la institución también vela por la formación integral y humanista de los y las estudiantes y les ofrece la posibilidad de participar en decenas de actividades artísticas, deportivas y culturales, así como en programas de liderazgo, promoción de la salud y de voluntariado.
“Más allá de la formación sólida y de calidad que reciben nuestros estudiantes también la UCR tiene como eje central la formación integral; como universidad estamos comprometidos con la sociedad costarricense en proveer ciudadanos y ciudadanas con conocimiento de punta, pero también formados en valores y principios solidarios que les muevan y que les impulsen a hacer aportes a una sociedad más equitativa, más inclusiva y con oportunidades para todas las personas que habitan nuestro territorio “ afirmó De la Asunción.
Desde su perspectiva, todas las oportunidades de formación integral que le ofrece la UCR a la población estudiantil, les permiten forjar valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, disciplina, compromiso, entre otros.
Mejoras de la VIVE para el 2018
Con el objetivo de seguir favoreciendo a la población estudiantil y de continuar formando profesionales de calidad en todas las áreas del saber, a futuro la Vicerrectoría de Vida Estudiantil pretende impulsar nuevos proyectos y mejoras en áreas que son esenciales para el cumplimiento de los objetivos institucionales.
Entre estos aspectos destaca el acompañamiento de la población estudiantil a lo largo de la carrera, “desde una perspectiva de uso efectivo, articulado y más coherente de los valiosísimos recursos institucionales” dijo la vicerrectora.
Asimismo, De la Asunción considera que se debe mejorar la planificación institucional en materia de la oferta académica. “En este aspecto hemos trabajado de manera ardua, re-balanceando por ejemplo la cantidad de cupos que se ofrecen en las diferentes sedes y recintos, apuntando a que la totalidad de la oferta académica de las unidades esté disponible desde la matrícula ordinaria” explicó De la Asunción.
Desde su perspectiva otro de los espacios de mejora para el 2018, radica en reducir el tiempo de retiro de matrícula con el fin de aprovechar de mejor forma los cupos disponibles.
“Lo que deseamos con esta propuesta es hacer un uso muchísimo más efectivo de los recursos institucionales, para el avance académico de la población, cuando esta administración inició en el 2012 nos encontramos con un problema de demanda insatisfecha, a lo largo de estos años se ha avanzado en la mejora de esta situación, y hemos llegado a la conclusión de que es necesario regular el período de retiro de matrícula, de forma que los cupos que una parte de la población estudiantil retira puedan ser asignados a otros estudiantes que deseen llevar estos cursos, y puedan hacer uso de los mismo en un momento oportuno del semestre” señaló la vicerrectora. Por otra parte, la Msc. De la Asunción pretende mejorar el régimen de designaciones becarias, con miras a que la figura de horas estudiante, asistente y asistente graduado, impacte de manera más efectiva la formación integral de la población estudiantil. Además, la VIVE también enfocará sus esfuerzos fortalecimiento del enfoque de promoción de la salud tanto en la comunidad universitaria como a nivel país.
“Este es un eje muy importante, ya que si nos unimos como población universitaria podemos influir a nivel nacional en la promoción de estilos de vida saludable, buenos hábitos, prevención de las enfermedades, entre otras” dijo De la Asunción.
Por último, uno de los mayores proyecciones de la VIVE para el 2018 radica en el remozamiento del Sistema Informático de Aplicaciones Estudiantiles (SAE), proceso que estará a cargo del Centro de Informática.
Acciones de la UCR para promover la equidad en el ingreso
El proyecto de Habilidades para la vida: comunicativas y de razonamiento cuantitativo es una iniciativa que impulsa la Facultad de Educación junto con la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, y mediante la cual se le brinda apoyo a estudiantes de secundaria que provienen de colegios de Sarapiquí y Nicoya en donde pocos de sus alumnos han logrado ingresar al sistema de educación superior.
A través de este plan piloto, la UCR se traslada a estas regiones y con el apoyo de los estudiantes de la Escuela de Formación Docente y Orientación le ofrece a estos colegiales, sesiones académicas en donde se les dan instrumentos para fortalecer sus destrezas y capacidades.
Con esta propuesta curricular, la UCR pretende favorecer en esta población, el desarrollo de la toma de decisiones y de una actitud crítica ante las posibles soluciones a problemas que se le presentan, con el fin de que jóvenes sean constructores de su propio aprendizaje y contribuyan al rol que le corresponde en la sociedad.
Entre el 2014 y el 2017 se han visto beneficiados con esta iniciativa alrededor de xxx estudiantes de Nicoya y Sarapiquí.
Asimismo, la Vicerrectoría de Acción Social, realiza desde el 2015, tutorías estudiantiles en las comunidades Casona, Salitre, Yeri, Cabagra, Curré, Ujarrás, Kabebata, Usekla, China Kicha, Coroma y Sepeque, con la intención de aumentar las posibilidades de ingreso de los estudiantes de esos territorios.
Gracias a esta iniciativa, cada año alrededor de 350 estudiantes de undécimo y décimo año de secundaria de estas comunidades reciben apoyo académico en materias como biología, inglés, español, cívica, estudios sociales y matemáticas. A estos colegiales también se les brinda asesoría en orientación vocacional. En estos tres años de ejecución, este proyecto ha beneficiado a más de mil estudiantes.
Admisión diferida
A través de la Admisión Diferida, cada año, la UCR crea nuevos cupos en todas las carreras y sedes para una nueva fase de concurso, en el que participan únicamente estudiantes que provienen de centros educativos rurales y urbanos que quedaron subrepresentados en la admisión ordinaria.
El contar con una beca aumenta en un 20% las posibilidades de los estudiantes de obtener un título universitario. Este es uno de los datos divulgados recientemente por la Oficina de Becas y Atención Socioeconómica (OBAS), adscrita a la Vicerrectoría de Vida Estudiantil (ViVE), por medio del estudio «Efecto del Sistema de Becas en la graduación y permanencia de la población estudiantil de la Universidad de Costa Rica«.
Alrededor de 22 mil estudiantes tienen alguna categoría de beca socioeconómica en la UCR. De ellos, 14 mil reciben beneficios complementarios, como residencia, reubicación geográfica, transporte y alimentación, entre otros. Foto: Karla Richmond / ODI, UCR.
Además de la beca socioeconómica, la cual constituye uno de los componentes que contribuyen al logro de los objetivos académicos del estudiantado, el quehacer de la UCR se caracteriza por un constante fortalecimiento y diversificación de servicios, programas y proyectos que favorecen la integración de la población estudiantil con la vida universitaria.
Entre las diversas acciones que acompañan los procesos de permanencia y graduación de toda la población estudiantil, figuran los proyectos de apoyo académico, que lideran las Escuelas de Física y Matemática de manera coordinada con los Centros de Asesoría Estudiantil; el cuido de hijos de estudiantes con dificultades de redes de apoyo para atender las actividades académicas ,por medio de la Casa Infantil Universitaria (con edades iguales o menores a tres años y siete meses); el Programa de Liderazgo, con énfasis en la promoción del desarrollo humano; la Movilidad Estudiantil Internacional, con la creación de mecanismos de oportunidades para estudiantes con excelencia académica y dificultades socioeconómicas, desde la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa, así como de la Comisión Nacional de Rectores (CONARE).
La institución normativiza los servicios de atención integral a cargo de las distintas dependencias que conforman la ViVE, tales como las acciones de apoyo a las distintas condiciones académicas de la población estudiantil, y las oportunidades de participación en actividades sustantivas y complementarias de la gestión y del quehacer universitarios, mediante la designación de horas estudiante, horas asistente y horas asistente de posgrado.
De acuerdo con la M.L. Pilar Zúñiga, asesora estudiantil de la ViVE, el éxito en la permanencia y graduación de estudiantes debe entenderse como un proceso multicausal, permeado por factores pedagógicos, sociales, personales, que determinan las experiencias de cada estudiante en el logro de sus metas académicas.
«En los procesos de permanencia y graduación, existen aspectos en los cuales la UCR puede impactar directamente, por medio del acompañamiento que garantice la integración del estudiantado a la universidad, y de esta forma conjugar los objetivos personales con los institucionales«, explicó la Licda. Magda Araya, jefa del Área de Becas Socioeconómicas.
Según datos de la OBAS, el 52% de los estudiantes de nuestra universidad gozan de una beca socioeconómica (21 592 para el I ciclo lectivo 2016). De ellos, alrededor de 14 mil reciben otros beneficios como residencias, reubicación geográfica, transporte, alimentación, préstamo de libros, entre otros.
Destaca además que más del 77% de los estudiantes en sedes regionales tienen beca socioeconómica. Incluso hay sedes y recintos donde más de ocho de cada 10 alumnos reciben este incentivo, como Golfito (93,7%), Caribe (83,8%) y Atlántico (81,5%).
La mayoría de estudiantes que reciben este tipo de becas obtienen las categorías más altas. A manera de ejemplo, en el II Ciclo Lectivo de 2016, de los 20 252 estudiantes con algún tipo de beca socioeconómica, el 69% tenía una de categoría 5, la más alta de todas las que ofrece la UCR.
Cabe además destacar que, según datos del Informe del Rector 2016-2017, proporcionados también por la OBAS, desde 2012 hasta 2018 la suma destinada al Sistema de Becas se triplicó, pasando de 8650 millones, hace seis años, a 26 615 millones presupuestados para 2018. Esas sumas además convierten a la UCR en una de las universidades latinoamericanas que más presupuesto destina, per cápita, a becas no reembolsables para sus estudiantes.
Situación no afectará las labores sustantivas ni el sistema de becas de la UCR
Andrea Marín Castro,
Periodista Oficina de Divulgación e Información, UCR
Con este acuerdo para el FEES 2018 todavía no se llega a lo establecido en la Constitución Política que dicta un 8% del PIB para la educación pública y un 1,5% del PIB para la educación superior pública (foto archivo ODI).
Los miembros de la Comisión de Enlace firmaron este martes 29 de agosto el acuerdo de financiamiento de la educación superior universitaria estatal (FEES) para el 2018.
Las partes acordaron establecer el monto del FEES para el próximo año en ₡496.266,72 millones y la transferencia de la UTN en ₡33.853,32 millones, lo cual corresponde a un incremento del 3,7% en relación con el monto del 2017.
Sonia Marta Mora, Ministra de Educación Pública, declaró que, a pesar de la compleja situación fiscal y económica del país, se evidencia un gran compromiso con la educación.
“Las universidades públicas son un instrumento fundamental para promover el desarrollo económico y social, la generación de conocimiento, la movilidad y cohesión social y el enriquecimiento de la identidad cultural del país. Este acuerdo reafirma los logros alcanzados para la educación universitaria, lo cual reviste una enorme importancia para Costa Rica”, manifestó Mora.
Ya el Dr. Henning Jensen, rector de la UCR se había referido al tema y había enfatizado que nunca será aspiración de la institución avanzar sin que la sociedad, y especialmente los sectores menos favorecidos, avancen. Dijo que no se trata de resignación, ni de ceder ante el cinismo de algunos políticos, si no de compromiso social y solidaridad.
“No perdemos de vista la obligación de cumplir con el mandato constitucional del 8% del PIB para la educación, pero sabemos de la difícil situación que enfrenta el país, la cual no está en nuestras manos resolver, y de la cual tampoco somos causantes, pero no podemos eludir la responsabilidad de actuar solidariamente con quienes saldrán perjudicados”, acotó Jensen.
Así mismo aseguró que esta situación no afectará las labores sustantivas ni el sistema de becas de la UCR, ya que desde hace varios años la institución ha implementado distintas medidas de contención del gasto que le permitirán afrontar este acontecimiento.
Para Luis Guillermo Carpio, presidente de CONARE “al negociar tuvimos en cuenta la situación de la educación en general y de la educación superior en particular. En este acuerdo privó el reconocimiento de la compleja situación fiscal del país, como se evidencia en el hecho de que se mantiene en el mínimo que establece el artículo 85 de la Constitución de la República. Los rectores somos conscientes de la coyuntura presupuestaria y de los esfuerzos gubernamentales que se han realizado por enfrentar esta realidad. El convenio suscrito garantiza la operación normal de las universidades sin afectar aspectos sustantivos, becas y otros beneficios estudiantiles”.
En el acuerdo, las instituciones de educación superior estatal reiteran su compromiso de continuar las acciones de revisión y análisis, que ya se llevan a cabo, tendientes a la optimización de sus gastos operativos, la identificación de las oportunidades de mejora y la racionalización en el uso de los recursos.
También, se reafirma como principio asegurar un crecimiento equilibrado de los componentes del sector educación, para alcanzar el 1,5% del PIB nominal para el FEES en el tanto se alcance el 8% del PIB nominal para el sector educación en su conjunto.
En los últimos cuatro años, la UCR incrementó el número de estudiantes admitidos y su presupuesto para becas (foto Archivo ODI).
Con el objetivo de impulsar la movilidad social y de disminuir la creciente desigualdad en nuestro país, la Universidad de Costa Rica emprende diferentes acciones para continuar favoreciendo el ingreso y la permanencia de estudiantes procedentes de todos los sectores socioeconómicos, étnico- culturales y geográficos de Costa Rica.
Una de esas acciones recae en el aumento sostenido en el número de cupos que la UCR ofrece así como en la cantidad de estudiantes que fueron admitidos en los últimos años en la institución, la cual pasó de 7.894 jóvenes en el 2014 a un total de 9.027 estudiantes en este año.
Además de aumentar las cifras en el proceso de ingreso a la institución, cabe destacar que la Universidad de Costa Rica continúa recibiendo en su mayoría, a estudiantes provenientes de colegios públicos, quienes representan a alrededor de un 65% del total de la comunidad estudiantil.
En este aspecto, la institución también ha realizado grandes esfuerzos para aumentar el presupuesto del sistema de becas, con el objetivo de brindarles un mejor acompañamiento a los estudiantes que necesiten apoyo socioeconómico.
La Universidad de Costa Rica cuenta uno de los presupuestos más altos para becas no reembolsables, en términos per cápita, de toda América Latina (Ilustración Rafael Espinoza).
Según datos de la Oficina de Becas y de Atención Socioeconómica, la Universidad de Costa Rica pasó de invertir 13.512,0 millones en el año 2014, a un total de 24.400,0 millones en el 2017, uno de los presupuestos más altos para becas no reembolsables, en términos per cápita, de toda América Latina.
Asimismo, másde21milestudiantesdelaSedeRodrigoFaciorecibieronalgúntipodebecaduranteel2016; de ellos un total de 14.800 recibieron la máxima categoría de beca, conocida como beca 5, la cual incluye beneficios complementarios como: transporte, alimentación, préstamo de libros, reubicación geográfica, entre otros.
En ese mismo año, alrededor del 77%delosmásde9milestudiantes de sedes regionales también recibieron una beca socioeconómica.
Todas estas acciones tienen como objetivo principal brindarle al estudiantado las herramientas necesarias para que permanezca en el sistema de educación superior y logre concluir con éxito sus metas académicas.
Tatiana Carmona Rizo
Periodista
Oficina de Divulgación e Información Universitaria
Enviado a SURCOS por Lic. Otto Salas Murillo, Periodista, Oficina de Divulgación e Información, UCR.
Año tras año, la UCR fortalece su sistema de becas con el objetivo de acompañar al estudiantado a concluir con éxito sus metas académicas (foto: Archivo ODI).
La Universidad de Costa Rica tiene un fuerte compromiso con su población estudiantil, por esta razón emplea distintas estrategias a favor del ingreso, permanencia y graduación de sus estudiantes.
De acuerdo con datos de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, en la Sede Rodrigo Facio de UCR más de 21 mil estudiantes están becados, y de ellos más de 14 mil reciben varios de los beneficios económicos que incluye la máxima categoría de beca, conocida como beca 5.
Entre los beneficios adicionales que tiene la población becaria están las residencias y otros beneficios económicos.
Actualmente hay 826 estudiantes ubicados en edificios propios y 6183 reciben un monto aparte para alquiler. Además, 14.769 estudiantes reciben el beneficio de alimentación y 7168 disfrutan de un monto adicional para trasporte.
Por otra parte, alrededor del 77% de los más de 9 mil estudiantes que estudian en sedes regionales también reciben beca socioeconómica.
Durante este 2015, la UCR destinó un presupuesto anual de₡20.819.885.946,14 millones de colones. Este es uno de los presupuestos más altos para becas no reembolsables, en términos per cápita, de toda América Latina.
Todas estas acciones tienen como objetivo principal brindarle al estudiantado todas las herramientas necesarias para que permanezca en el sistema de educación superior y logre concluir con éxito sus metas académicas.
Para el próximo año, la Vicerrectoría de Vida Estudiantil proyecta una inversión anual de 21.970.000.000 millones de colones.