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Etiqueta: CELAC

América Latina en el escenario internacional: el papel de la “quinta columna”

Gilberto Lopes

San José, 25 julio 2023

En Vilnus, un mundo sin América Latina

Pocas reuniones recientes despertaron mayor expectativa internacional que la celebrada por la OTAN en la capital lituana, Vilnus, el 11 de julio pasado. Se discutían los nuevos pasos a dar en apoyo a Ucrania, en su guerra contra Rusia. El resultado se resumió en un largo documento de 30 páginas y 90 párrafos, en los que no hay una sola referencia a América Latina.

Puede parecer normal. El Tratado de la OTAN define el Atlántico Norte como su área de operaciones y a sus 12 países fundadores se han ido sumando otros 19, de los cuales 15 son de Europa del este, luego de la disolución de la Unión Soviética.

Ningún país latinoamericano pertenece a la región, ni es miembro de la institución y, salvo Costa Rica, ninguno se ha sumado a las sanciones impuestas a Rusia por los países de la OTAN y sus aliados.

Pero lo geográfico probablemente no agote la explicación. En las últimas décadas la OTAN ha extendido su membresía por Europa, hasta las fronteras rusas y el comunicado de Vilnus indica, en su primer párrafo, su aspiración a asegurar la defensa colectiva de sus miembros contra todas las amenazas, en una visión de 360 grados. O sea, de todo el mundo.

No se trata de discutir aquí afirmaciones del documento como el carácter defensivo de la organización, ni el reconocimiento de su dependencia de las fuerzas nucleares estratégicas de los Estados Unidos; ni su visión sobre el origen de la guerra en Ucrania, ni los acuerdos adoptados para apoyar el país en su guerra contra Rusia.

Se trata aquí de otro tema: de tratar de entender la reiterada ausencia de América Latina en documentos recientes de potencias y organizaciones internacionales, en los cuales la región, o no es mencionada, o lo es de forma secundaria. En el de la OTAN es completamente ignorada, como ya lo señalamos.

El documento cita diversos casos sensibles para la estabilidad de Europa, como el de los Balcanes Occidentales; cita la importancia de la paz entre Bosnia y Herzegovinia; las relaciones con Serbia, con Kosovo, con Georgia (a la que quieren incorporar a la alianza), con Moldavia, y reconoce que el papel de sus aliados no europeos es esencial para la defensa de Europa.

Señalan a la República Popular China como una amenaza a los intereses, la seguridad y los valores de la Alianza y que el desarrollo de los acontecimientos en la región Indo-Pacifico “pueden afectar directamente la seguridad Euro-Atlántica”. Celebra la contribución de sus aliados en la región, –Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur– y destaca la importancia de las relaciones de la OTAN con las Naciones Unidas, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la Unión Africana. Reiteran su determinación de impedir que Irán desarrolle armas nucleares; condenan el programa de misiles balísticos de Corea del Norte. Se refieren a los vecinos del sur de la OTAN, particularmente el Medio Oriente, África del norte y el Sahel. Reafirman la intención de estabilizar la situación en Irak; la importancia geopolítica del Mar Negro, del Oriente Medio y África.

Pero América Latina no aparece ni siquiera en el párrafo 68, donde afirman que la seguridad energética juega un papel importante en la seguridad global, en los mismos días en que se confirmaba el descubrimiento en Bolivia de la mayor reserva de litio del mundo.

Ningún lugar para América Latina

Quizás deberíamos buscar un lugar para América Latina en otro sitio. En octubre del año pasado, la Casa Blanca dio a conocer un documento sobre su “National Security Strategy”. Si no deberíamos esperar, en un documento de la OTAN, referencias especiales a América Latina, parecería lógico encontrarla en las definiciones estratégicas de los Estados Unidos, cuya larga y estrecha relación con el hemisferio es parte de la historia.

En la introducción del documento, Biden promete seguir defendiendo la democracia alrededor del mundo y celebra la renovación de una formidable red de alianzas. Primero, con la Unión Europea; luego, con el Quad, en la región del Indo-Pacífico, con la que ha establecido también un marco de cooperación económica. Solo en cuarto lugar cita su iniciativa para la región, la “Alianza para la Prosperidad Económica de las Américas”, lanzada en junio de 2022.

En las 48 páginas del documento se analiza los intereses estratégicos de los Estados Unidos, por regiones. En lo que se refiere a América Latina, en dos páginas, habla de la promoción de la democracia y de una supuesta “prosperidad compartida”. Entre los objetivos de la Alianza está “restaurar la fe en la democracia” en la región, para lo que promete crear buenos empleos y abordar la desigualdad económica.

No son objetivos menores, con países como el mismo Estados Unidos, o Brasil, aun conmocionados por los intentos por subvertir el orden político y promover protestas violentas para desconocer las elecciones, por los partidarios de los expresidentes Trump y Bolsonaro, para citar solo dos casos extremos de renovadas tensiones políticas, sustentadas en una creciente disparidad económica.

El 27 de enero de 2023 la Casa Blanca pretendió relanzar, en un evento ministerial con la participación de doce países de la región, la propuesta de la Alianza que, pese a todo, languidece sin ninguna perspectiva de desarrollo.

Sin embargo, los que derivan del hecho de que América Latina sea apenas mencionada en estos acuerdos la conclusión de que su papel es secundario en el orden internacional deberían leer las dos páginas en las que la National Security Strategy se refiere a la región.

Ahí se dice que “ninguna región impacta más directamente el país que el Hemisferio Occidental”. Con un comercio anual de 1,9 millones de millones de dólares (1.9 trillón en inglés), “con valores compartidos y tradiciones democráticas”, la región ha contribuido de manera decisiva para la prosperidad y la resiliencia de los Estados Unidos, cuya seguridad y prosperidad está vinculada a la de sus vecinos, reconoce el documento.

Entre sus objetivos están, además, los de “protegernos de interferencias externas, incluyendo las de la República Popular China, Rusia o Irán” y, aliados con la sociedad civil y con otros gobiernos, apoyar la autodeterminación democrática para los pueblos de Venezuela, Cuba y Nicaragua”.

Se reconoce así la intervención en el proceso político de nuestros países, la permanente desestabilización sustentada, en un pasado reciente, por golpes cívico-militares y, actualmente, por sanciones económicas unilaterales cuyos efectos devastadores, en el caso de Cuba, tienen ya más de 60 años. Sanciones condenadas todos los años prácticamente por unanimidad por la Asamblea General de Naciones Unidas, sin que la Casa Blanca acate ninguna de esas resoluciones.

La Quinta Columna

Sometidos a drásticas sanciones, tanto Cuba, como Venezuela y Nicaragua, enfrentan enormes dificultades no solo para mantener su economía funcionando, sino para desarrollar su vida política con cierta normalidad, pues la oposición cuenta a su favor con el deterioro económico provocado por las sanciones de Washington y con el apoyo político de una vasta red de ONGs que financia a la oposición con recursos, publicidad y capacitación profesional.

Muy recientemente, el 20 de julio pasado, la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, Victoria Nuland, pedía, en una entrevista en el diario conservador brasileño O Globo, que Brasil empleara su “liderazgo” y su habilidad diplomática para influir en las elecciones de Venezuela, para lograr un juego “libre y justo» en el que «todos los candidatos puedan postularse».

El presidente Nicolás Maduro ya se había referido a estas iniciativas norteamericanas exigiendo elecciones libres de las sanciones económicas impuestas al país por Washington, cuya intervención a favor de la oposición hace del todo imposible esas elecciones “libres y justas”.

Lo que quisiéramos sugerir en este artículo es que es precisamente esta “quinta columna”, financiada y organizada por Washington, la que hace innecesario, e inclusive inconveniente, hacer referencias detalladas a las políticas hacia América Latina, en un escenario en el que una intervención externa requiere más bien discreción.

De Vilnus a la CELAC

Pero han ocurrido cambios en el papel desempeñado por América Latina en el escenario internacional. La aparición de Lula, desde que asumió nuevamente la presidencia de Brasil, en enero pasado, es el factor más importante en esos cambios, facilitando el resurgimiento de UNASUR, agregando nuevas propuestas para el tratamiento del conflicto entre Rusia, Ucrania y la OTAN, redefiniendo los términos de las relaciones con la Unión Europea, o sumándose nuevamente a la actividad de los BRICS, que se reunirán en agosto en Sudáfrica.

El 30 de mayo Lula realizó, en Brasilia, una reunión con los jefes de Estado latinoamericanos (con la única ausencia de la del Perú), incluyendo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, cuyo aislamiento es parte de la política promovida por Washington, con el apoyo de gobiernos conservadores y de aliados políticos regionales: de la “quinta columna”.

Una quinta columna que desvincula su proyecto de cualquier proyecto de desarrollo nacional y que hace recordar la “quinta frontera”, como la que representaba para Panamá –en palabras del general Omar Torrijos– la Zona del Canal, entonces en manos de los Estados Unidos.

Los factores que unen a la región «están por encima de las ideologías», dijo Lula, en referencia a una posible reactivación de la UNASUR. «Ningún país puede enfrentar de manera aislada las amenazas actuales».

Una idea que reiteró en la reunión con el Foro Empresarial de la Unión Europea, el 19 de julio pasado: –Brasil solo crecerá de forma sustentable con la integración de nuestro entorno regional.

Ante esa realidad, y los cambios que la guerra en Europa significó para el escenario internacional, la corresponsal en Bruselas del diario catalán La Vanguardia, Beatriz Navarro, señaló que “después de años de olvido y desinterés que otros actores globales –léase China– han aprovechado a fondo para expandir su influencia en la región, la Unión Europea volverá hoy su mirada hacia América Latina y el Caribe con la celebración de la primera cumbre de jefes de Estado y Gobierno de ambos bloques desde el lejano 2015”.

Ahí el presidente brasileño volvió a reiterar la necesidad de una alianza que ponga fin a una división internacional del trabajo que solo ha significado pobreza para la mayoría de la región y a nuestro papel de suministradores de materia prima y de mano de obra migratoria barata.

Recordó que en 2009 los países desarrollados acordaron destinar 100 mil millones de dólares al año para los países en desarrollo, compromiso “que nunca fue cumplido”.

La frase nos recuerda que esos cien mil millones de dólares fueron destinados más bien, en algunos meses, a suministrar armamentos a Ucrania, en una indicación de las prioridades de Occidente.

Para el director de la Vanguardia en Madrid, Enric Juliana, la posición de los países latinoamericanos sobre la guerra en Ucrania expresada en la cumbre de la CELAC con la Unión Europea se explicaba porque “no quieren enfrentarse diplomáticamente a Rusia y China, por razones económicas, aunque también políticas”.

A Juliana, como a los líderes europeos, les cuesta entender que, para Lula, es inaplazable reformar la gobernanza global, como expuso en Europa, y que “dividir el mundo en bloques antagónico es una insensatez”.

Con un mundo en transición, quizás valga la pena atender nuevamente a las palabras del académico y diplomático singapurense, Kishore Mahbubani, un personaje que hace falta oír en América Latina para tener una visión más equilibrada de esos cambios. En su libro más reciente, “The Asian 21st century” (de acceso abierto), reitera su idea de que el siglo de predominio norteamericano ha terminado y que los intentos de Washington de contener a China solo terminarán por aislar a los Estados Unidos del resto del mundo. Los editores de su libro esperaban unas 20 mil visitas al texto, dijo Mahbubani, que, sin embargo, superan ya los tres millones (el libro puede ser visto aquí: https://link.springer.com/content/pdf/10.1007/978-981-16-6811-1.pdf?pdf=button%20sticky).

La “quinta columna” no nos ayuda a pensar en ese mundo en el que América Latina no termina de encontrar su lugar, pese a iniciativas recientes por reforzar su unidad y jugar un papel en los esfuerzos de paz que renueven la gobernanza global y pongan fin a una visión del mundo cimentada en bloques antagónicos.

FIN

Declaración Presidencial. Alianza de Países de América Latina y el Caribe contra la Inflación

La jefa y los jefes de Estado y/o de Gobierno de la República Argentina, Belice, el Estado Plurinacional de Bolivia, la República Federativa de Brasil, la República de Chile, la República de Colombia, la República de Cuba, la República de Honduras, los Estados Unidos Mexicanos, la República Bolivariana de Venezuela y San Vicente y las Granadinas – en su calidad de Presidente Pro Témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), nos reunimos el 5 de abril de 2023 a iniciativa de México para encontrar soluciones conjuntas frente a las presiones de precios y la carestía presentes en la región, así como para fortalecer la integración y el comercio regional.

Considerando que el abastecimiento a escala mundial de alimentos y productos de la canasta básica, incluyendo granos y energéticos, está siendo afectado negativamente como consecuencia de un contexto internacional adverso de los efectos de la crisis multidimensional que afecta la economía global marcado por conflictos militares extrarregionales, una lenta recuperación de las operaciones en las cadenas de producción y distribución de bienes, productos y servicios tras la pandemia por COVID-19, una abultada deuda externa que afecta especialmente a los países de bajos y medianos ingresos, y al impacto negativo que fenómenos climáticos tienen en las cosechas y actividades agropecuarias, situaciones de emergencia sanitaria y fitosanitarias en la región, así como la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al Derecho Internacional que afectan a algunos países.

Destacando la necesidad de contar con un sistema financiero internacional más justo, democrático, inclusivo y solidario que permita a los países de nuestra región acceder a los recursos financieros necesarios y mejorar las condiciones de endeudamiento externo a fin de impulsar la recuperación económica para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de nuestros pueblos, en particular de los sectores más vulnerables.

Determinados a unir voluntades y esfuerzos regionales para garantizar un crecimiento y desarrollo económico que promueva la inclusión, la equidad y sostenibilidad de la seguridad alimentaria y nutricional de nuestros pueblos y para enfrentar con urgencia y conjuntamente las presiones inflacionarias sobre la canasta básica, bienes intermedios y servicios que afectan negativamente la economía popular.

Comprometidos a fortalecer nuestras economías y sectores productivos a través de la inclusión, la solidaridad y la cooperación internacional, a fin de encontrar alternativas que permitan mejorar el acceso físico y económico a productos, alimentos básicos, bienes intermedios, servicios, tomando en cuenta la responsabilidad fiscal, las realidades nacionales y locales en cada estado, así como la complementariedad que existe entre nuestros países.

Conscientes de los acuerdos comerciales vigentes que cada país mantiene, de los compromisos derivados de membresías en organismos y mecanismos de cooperación comercial e integración económica y de las negociaciones en curso a nivel bilateral, regional o multilateral, así como también de la situación particular de los países.

Reconociendo la necesidad de alcanzar acuerdos que otorguen un horizonte de previsibilidad de largo plazo a los sectores productivos para estimular la producción sostenible de alimentos y generar beneficios concretos para nuestros pueblos.

Reafirmando la potestad soberana que tienen los países de esta Cumbre en la implementación de políticas económicas, agrícolas y de seguridad alimentaria, así como de impulsar acciones efectivas para erradicar la pobreza y promover el derecho humano a la alimentación adecuada con enfoque en género y respetando la diversidad de hábitos alimentarios, en particular las necesidades alimenticias de las poblaciones más pobres y vulnerables.

ACORDAMOS:

1. Avanzar en la definición de las facilidades comerciales, así como las medidas logísticas, financieras y de otra índole, tomando en consideración la realidad de cada país, que permitan que el intercambio de productos de la canasta básica y bienes intermedios ocurra en mejores condiciones con la prioridad de abaratar los costos de dichos productos para la población más pobre y vulnerable.

2. Crear un Grupo de Trabajo Técnico integrado por representantes de gobierno de cada país para determinar las medidas de cooperación regional mencionadas en el numeral anterior, para los productos básicos e insumos, particularmente fertilizantes químicos y orgánicos, identificados por los países que participamos en esta Cumbre en línea con los respectivos acuerdos multilaterales, regionales, subregionales y bilaterales que obligan a cada país.

3. El Grupo de Trabajo Técnico tendrá la facultad de establecer un plan de acción que permita implementar en un plazo razonable, la adopción de medidas de facilitación de comercio para hacer frente a los altos precios de productos de consumo básico e insumos para contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional, que incluya la transferencia de tecnología y cooperación en la creación de capacidades, así como generar un círculo virtuoso de prosperidad, crecimiento económico y desarrollo sostenible para América Latina y el Caribe.

4. El Grupo de Trabajo Técnico realizará un análisis de viabilidad y acciones que deriven en un acceso más ágil y efectivo a productos de consumo básico e insumos a través del avance de mejores condiciones logísticas ; y cuando sea posible, priorizando el desarrollo de un marco para la remoción de obstáculos y armonización de regulaciones y certificaciones sanitarias y fitosanitarias en concordancia con los requisitos establecidos por cada país para la protección en dichos ámbitos y basadas en evidencia científica, de conformidad con la normativa internacional de referencia.

5. Dentro de las facilidades logísticas y financieras referidas en el primer numeral, el citado Grupo recomendará la adopción de medidas para mejorar la eficiencia del ingreso y salida de productos por puertos y fronteras, y el intercambio de insumos intermedios, maquinaria y tecnología en beneficio de la productividad agrícola.

6. Impulsar medidas tendientes a la facilitación del acceso al crédito a nivel internacional, y a aumentar el financiamiento multilateral de proyectos agrícolas, agroindustriales y de infraestructura para el transporte de mercancías.

7. Coordinar esfuerzos con productores, compradores, transportistas y operadores logísticos del sector privado y otros actores económicos para dar seguimiento a los acuerdos de esta Cumbre y sus resultados.

En ese marco saludamos la próxima realización de una reunión entre sectores empresariales, incluidas organizaciones de la agricultura familiar y campesina, y autoridades de alto nivel de los países que participan en esta Cumbre, los días 6 y 7 de mayo en Cancún, México.

1. Continuar los trabajos en el marco del compromiso establecido durante la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada el 24 de enero de 2023, en Buenos Aires, República Argentina, con base en la Declaración especial sobre sistemas alimentarios y conocimientos y prácticas tradicionales y sostenibles, así como en el marco del plan SAN Celac 2025 para la seguridad alimentaria, nutricional y erradicación del hambre.

2. Extender la invitación a los demás países de la región para que se sumen a esta iniciativa, en aras de contribuir al bienestar integral de América Latina y el Caribe.

Miércoles 5 de abril, 2023

Fuente: Gobierno de México.

Disputa de hegemonías en América Latina

Mauricio Ramírez Núñez
Académico

En la Cumbre de las Américas celebrada en Los Ángeles el año pasado, el gobierno estadounidense presentó una propuesta de comercio sobre la cual no agregó mucho detalle en aquel momento; la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica. Una alternativa para la contención de China que entra en una novedosa estrategia de la Casa Blanca denominada la Doctrina de la Disuasión Integrada (integrated deterrence), dada a conocer también el año pasado en la XV Reunión de Ministros de Defensa de las Américas, realizada en Brasil bajo la presidencia de Bolsonaro. Esta estrategia es una forma de lucha por todos los frentes, medios, recursos y de manera integrada contra lo que para ellos es la “gran amenaza china”.

La coyuntura política de América Latina ha cambiado en los últimos meses y la llegada de Lula al poder en Brasil, así como la presencia de otros gobiernos de izquierdas o no alineados en la región están ocasionando las inquietudes geopolíticas de la nación del norte; las ideas soberanistas y el posible fortalecimiento del eje Argentina-Brasil en el sur, sumado a la amistad de la República Popular China con América Latina y el Caribe, no son para nada compatibles con los intereses de Washington que sigue creyendo en aquel viejo adagio de la doctrina Monroe. En ese contexto, sumado al interés de este país en los recursos estratégicos de la región, demostrado así en las declaraciones de la semana anterior de Laura Richardson, la general jefa del Comando Sur de Estados Unidos al respecto, con la trascendencia que ha tomado ahora el famoso triángulo del litio, y las complejidades de la guerra en Europa, es que el gobierno de Biden vuelve los ojos hacia el sur.

La semana anterior se llevó a cabo la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Buenos Aires, Argentina. Sin bien es cierto, se mostraron algunas debilidades típicas del proceso de integración latinoamericano, se dio un hecho de peso, que fue el regreso de Brasil al bloque y el fortalecimiento del proceso de cooperación entre ese país y Argentina, lo que geopolíticamente tiene su relevancia, en especial porque uno de los temas a tratar tuvo que ver con recuperar la idea de la creación de una moneda regional propia para no depender de la hegemonía del dólar. Eso implica la búsqueda del fortalecimiento del Mercosur y del comercio en la zona, así como del papel protagónico de Brasil como potencia regional y miembro estratégico de los BRICS en un entorno de transición internacional con miras a Asia-Pacífico y no solo a occidente.

Otro hecho importante de esta cumbre fue el mensaje que envió el presidente Xi Jinping por medio de un video, donde recalca el apoyo de la República Popular China al proceso de integración de América Latina y el Caribe, en la cual la CELAC se ha convertido en una fuerza indispensable para la cooperación sur-sur, la defensa de la paz y el fomento del desarrollo compartido de todos los pueblos de la región. El presidente Xi subrayó que el Foro China-CELAC es una herramienta importante para la construcción de confianza y cooperación en medio de un mundo que ha entrado en un periodo de turbulencias y profundas transformaciones. China por su parte, ha mostrado altos niveles de pragmatismo, apertura y deseos de cooperar con todos los países de la región, sin importar su tinte ideológico o con quienes tengan comercio esos países, bajo una filosofía de buscar que todos se vean beneficiados del libre intercambio comercial, respetando las diferencias y la soberanía de los pueblos.

En un escenario tan volátil donde se dan muestras de lo que puede ser un camino, pero no hay nada seguro, y después de la cumbre de CELAC, los EEUU anunciaron de manera oficial aquella idea lanzada en la cumbre de las Américas para la contención china, de la alianza para la prosperidad económica. El objetivo de esta iniciativa es neutralizar las inversiones que vienen de Asia en la región y poner freno a China en un momento histórico donde este país ha pasado a ser el segundo socio comercial más importante para la región. Según datos del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), el comercio entre las dos partes alcanzó los US$ 451.591 millones en 2021, registrando un aumento del 41,1% respecto al 2020.

El presidente Biden dijo que es algo histórico y que busca unir a todo el hemisferio, que generará crecimiento económico sostenible e inclusivo, y beneficiará a todos los trabajadores de la región. Veamos el guiño ideológico a las izquierdas que trata de hacer usando el término trabajadores, en una clara y directa disputa con China. Ambos hablan de fortalecer el multilateralismo, de un desarrollo sostenible e inclusivo, de mayor inversión, pero parece que el camino y el fin que tienen no es el mismo. Mientras China ha demostrado su apertura a trabajar con todos los países sin hacer exclusión alguna, en esta iniciativa lanzada por Washington no se incluyó ni a Brasil y Argentina, las dos economías más importantes del sur, aunque no descartaron que en un futuro puedan unirse.

Los países que se unieron a esa asociación son: Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay. Como parte de esos objetivos formales se encuentran, en palabras del presidente Biden: impulsar nuestra competitividad, construir cadenas de suministro regionales más resilientes, crear empleos de calidad, combatir el cambio climático y revitalizar las instituciones económicas de nuestro hemisferio. En una entrevista al diario El Clarín, el profesor de Mercados Financieros Emergentes de la Universidad de Columbia, dijo que una de las razones más importantes por la que EEUU lanza esta alianza es la creciente tensión entre China y Estados Unidos, no solo en lo comercial sino también en lo geopolítico, dada la actitud de China hacia Taiwán y la guerra en Ucrania.

Sin duda esta iniciativa puede entenderse dentro de la doctrina de la disuasión integrada desde el punto de vista geopolítico, una estrategia de contención y de hegemonismo en el siglo XXI. No obstante, y sin ser contradictorio, si se convierte en una forma real de hacer que nuestros países tengan más y mejores opciones de desarrollo independiente y mayor justicia social, puede ser una oportunidad muy buena, que, sumada con China, logre generar avances importantes en la lucha estructural contra la pobreza y la desigualdad en la región. Al final, no hay problema de donde vengan las iniciativas que puedan ayudar al bienestar, ese es el objetivo del libre comercio, no el de imponer restricciones políticas o exclusiones ideológicas, sino promover el libre y justo intercambio que beneficie a todas las partes involucradas, en una lógica pragmática y de respeto como hasta el momento lo ha hecho China.

América Latina no está para caer en los juegos típicos de épocas pasadas donde las potencias imponían el imperativo de alinearse con una u otra, esos tiempos ya pasaron, en ese sentido estamos en una coyuntura post hegemónica, como llaman autores de la región, y es necesario tener una sana equidistancia entre todas las potencias, para poder poner por delante los intereses propios, mirar lo que nos conviene y entender que ya no es un tema de uno contra otro, sino de unión, supervivencia y comunidad.

Los retos que enfrenta la humanidad son compartidos, por lo tanto, y como bien lo dijo el presidente Xi Jinping en su momento, todos vamos en un mismo barco, y el solo hecho de pensar echar a uno por la borda es impensable. El verdadero multilateralismo es incompatible con las practicas hegemonistas de poder, suma-cero, manipulación y hostigamiento que responden a tiempos ya superados. América Latina y el Caribe tiene en sus manos la capacidad de volver a brillar en el mundo con una posición propia, soberana, siendo un ejemplo de paz, diálogo, pragmatismo y de defensa del planeta.

CELAC: muro, equilibrio y protagonismo

Mag. José A. Amesty Rivera

El 23 y 24 de enero 2023, inicia la cumbre de presidentes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, en la República de Argentina. Asistirán al menos unos quince presidentes de la región latinoamericana.

Este organismo de integración, fue propuesto por en febrero de 2010 por iniciativa del Gobierno de México, para reunir a mandatarios de los 33 países de América Latina y el Caribe en un espacio de diálogo y concertación política.

Finalmente fue creada en Caracas entre los días 2 y 3 de diciembre de 2011 en el marco de la IIIª Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC) y de la XXIIª Cumbre del Grupo de Río, y convocada por el presidente Hugo Chávez Frías.

Inicialmente, fue una instancia como contrapeso a algunas organizaciones como, la Organización de Estados Americanos OEA, al Área de Libre Comercio para las Américas ALCA entre otras, para viabilizar políticas de verdadera integración latinoamericana, y que fuera un dique contra las políticas imperiales y de injerencismo de EEUU en América Latina.

Han pasado varios años de hechos históricos desde la creación de la CELAC, por lo que este año, algunos la llaman el «relanzamiento» de la Comunidad.

El actual presidente pro tempore de la CELAC es el argentino Alberto Fernández, quien funge desde el 7 de enero del 2022.

Hemos sido testigos en los últimos años y en un constante crecimiento, de los niveles deshonestos del intervencionismo de EEUU en América Latina, por lo que deseamos juntamente con Atilio Boron sobre «la necesidad de una robusta CELAC para ponerle freno a tanta prepotencia imperial. Sólo una acción concertada entre nuestros países podrá evitar la brutal recolonización de Latinoamérica y el Caribe, montada sobre una derecha radical y violenta que es promovida, asesorada y financiada desde Washington a través de numerosos canales«.

Agregando Boron, «Por eso la CELAC es más necesaria que nunca. Ojalá que la Cumbre de Buenos Aires pueda a ser recordada como aquella en la que se recuperó el proyecto original que le dio nacimiento en 2011«.

Igualmente, Marcos Roitman Rosenmann, plasma su sueño con las siguientes palabras, «Es una oportunidad que no se puede dejar escapar. Debe ser cuna de un pensamiento emancipador, revitalizado, base para una propuesta de integración regional. La convocatoria, abre una puerta para restar poder y levantar los cimientos de una patria grande, el sueño de Simón Bolívar, Augusto Sandino, Lázaro Cárdenas, Fidel Castro, Salvador Allende o Hugo Chávez. Es el momento del cambio y recoger el testigo. Los presidentes de Brasil, México, Colombia, Argentina, Cuba, Venezuela, Bolivia deben asumir responsabilidades y liderar un nuevo proyecto de integración latinoamericana. De su determinación y compromiso antimperialista depende el futuro de la democracia en nuestra América».

Aunque el sueño se trunca abruptamente, ante las declaraciones en las redes sociales que, el presidente de Venezuela Nicolas Maduro Moros, no asistirá a Cumbre de la CELAC: gobierno denuncia nuevo plan de agresión.

Pero como lo señala así mismo, Katu Arkonada, «la derecha latinoamericana, de la mano del Departamento de Estado y sus agencias de inteligencia, conspiran para impedir el desarrollo de la CELAC«.

Indicando a su vez que, «se suma el interés de la derecha cubano americana de Miami que tiene como objetivo golpear la presencia de las delegaciones de Cuba, Venezuela y Nicaragua, además de los gobiernos que ellos consideran socialistas como Bolivia, Honduras, México, y Brasil, ahora que ha anunciado su reincorporación a la CELAC».

«Entre los extremistas de Miami que se están reuniendo para conspirar contra la CELAC destacan:

Orlando Gutiérrez Boronat, presidente del Directorio Democrático Cubano (DDC) que se ha caracterizado por su permanente accionar de provocación contra las delegaciones cubanas en cumbres iberoamericanas y otros foros internacionales.

Tomás Pedro Regalado y Valdez, ex Alcalde de Miami, militante del Partido Republicano y fiel seguidor de Trump, actual Presidente del Instituto Interamericano para la Democracia.

Luis Manuel de la Caridad Zuñiga Rey. Ex agente de la CIA y ex Directivo de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), de la que fue responsable de su grupo paramilitar.

Rosa María Payá, respaldada por Marcos Rubio y Luis Almagro, su misión es la campaña anti cubana en el exterior, siendo recibida por miembros del Parlamento Europeo a solicitud del Departamento de Estado«.

Todos/as los anteriores, reciben financiamiento para la conspiración, reforzar, impulsar y avalar bloqueos, e intervención militar contra Cuba y Venezuela.

La denuncia de Arkonada, muestra igualmente a los/as cómplices colaboradores en Argentina:

Gabriel Salvia, Presidente de la fundación Centro para la Apertura y Desarrollo de América Latina (CADAL), financiada por USAID y el Departamento de Estado.

Gerardo Bongiovanni, directivo de la Fundación Libertad, financiada por la NED y USAID, y vinculado también con las fundaciones ATLAS, FUPAD, RELIAL, CATO Institute, Friedrich Neuman y Konrad Adenauer, todas ellas en permanente campaña contra los gobiernos progresistas latinoamericanos.

Leandro Querido, con estrechas relaciones con Rosa María Payá, director ejecutivo de la ONG Transparencia Electoral.

Agustín Antonetti, coordinador del grupo joven de la Fundación Libertad, articulador mediático de la Red Atlas y principal operador en Twitter de la campaña anticubana en julio de 2021 y 2022.

Micaela Hierro Dori, fundadora y presidenta de la asociación Cultura Democrática, utilizada por la NED como intermediaria para financiar organizaciones como el Movimiento San Isidro. 

Cual perla infame se destacan las acciones imperiales de estos grupos y personas, contra el fracaso de la cumbre presidencial de la CELAC:

  • «Iniciar una fuerte campaña en medios y redes sociales contra las delegaciones de Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y México, utilizando medios regionales y también nacionales, para que brinden una cobertura negativa sobre la Cumbre de la CELAC.
  • Utilizar fondos de agencias federales de Estados Unidos, y fondos destinados a proyectos sociales de la OEA para financiar el traslado a Buenos Aires de elementos de la ultraderecha latinoamericana, con el fin de realizar acciones en el marco de la CELAC.
  • Ante la compleja situación por la que atraviesa la aerolínea oficial de Cuba y la posibilidad de que se recurra a una aeronave rusa o venezolana, exploran una maniobra legal para retener el avión, tal y como sucedió recientemente con el avión de carga venezolano-iraní de la empresa Emtrasur.
  • Movilizar en Buenos Aires a cubanos contrarrevolucionarios, amigos argentinos y de otras nacionalidades, para manifestarse frente a las embajadas de los países anteriormente mencionados.
  • Utilizar los contactos de Rosa María Payá con el Presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou para reeditar durante la CELAC los ataques contra Cuba, al igual que sucedió en la anterior cumbre en México.
  • Realizar gestiones con las delegaciones de Paraguay y Ecuador para que en el contexto de la Cumbre realicen declaraciones contra los gobiernos calificados de “dictatoriales.

Al igual que sucedió en 2006 en Mar del Plata, es indispensable que en 2023 en Buenos Aires sea rechazado este nuevo ataque contra la integración latinoamericana y caribeña».

Como corolario positivo de la Cumbre, anexamos la Declaración de CELAC Social:

Celebramos:

– La realización de la VII Cumbre de la CELAC y la vocación y el compromiso de los gobiernos de la región en avanzar en un camino de mayor integración regional, así como en posiciones conjuntas en temas clave de las agendas global y regional, en pos de los intereses de nuestros pueblos.

Declaramos:

– Que es imperioso que la CELAC sostenga un posicionamiento firme en relación con la finalización de la guerra en Ucrania, articulando todos los recursos diplomáticos disponibles en aras de un diálogo político que lleve a la paz en esa región del mundo, asumiendo los compromisos pertinentes respecto al sostenimiento de un orden internacional multilateral basado en el derecho. En ese sentido, es imperioso que se detengan los avances de la OTAN en la zona, así como la inclusión de Ucrania en esta organización.

– Rechazamos toda forma de colonialismo o neocolonialismo en América Latina y el Caribe.

– Denunciamos que la base de la OTAN, representada por Gran Bretaña, en el territorio usurpado a la República Argentina, representa un peligro para toda la región y forma parte de un dispositivo de dominio anglosajón más amplio y ambicioso sobre la región. Exhortamos a los gobiernos de la CELAC a tomar las medidas necesarias para poner fin pacíficamente a esta situación, al amparo del derecho internacional.

– Reafirmamos los legítimos derechos soberanos de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes y el Sector Antártico Argentino, en el sentido en el cual fue establecido una vez más por la CELAC en la Declaración Especial de septiembre de 2021.

– Repudiamos todo bloqueo ejercido contra cualquier país de la región, y demandamos no solo la finalización de los bloqueos actualmente existentes sino la definición de mecanismos de reparación a los pueblos que los sufren. Con relación al caso de los 62 años de bloqueo a Cuba, exigimos que los EEUU apliquen la resolución votada en treinta oportunidades en la Organización de las Naciones Unidas de levantarlo. Asimismo, demandamos que EEUU retire a Cuba de la arbitraria lista de patrocinadores del terrorismo internacional. En el caso específico del bloqueo a Venezuela, se destaca el hecho de que impide que el Astillero Río Santiago, en Argentina, cumpla con su compromiso de entregar el buque petrolero Eva Perón y la continuidad de su construcción gemela, el buque Juana Azurduy.

– Solicitamos a los gobiernos de la CELAC iniciar acciones coordinadas para desmantelar las bases militares instaladas por EEUU en América Latina y en el año en que se cumplen 200 años de la Doctrina Monroe, condenamos fuertemente lo que ella implica y cualquier tipo de injerencia en nuestra región por parte de EEUU.

– Demandamos que la CELAC tenga una voz concertada en cuanto a las transformaciones necesarias de la arquitectura financiera internacional y la deuda externa de los países. Es necesaria una Nueva Arquitectura Financiera Internacional, orientada al desarrollo productivo con inclusión social. Esta Nueva Arquitectura Financiera Internacional debería comenzar con una fuerte revisión del proceso de endeudamiento salvaje de nuestros países por parte de los centros financieros y sus agentes especulativos, así como diseñar estrategias donde el repago de las deudas soberanas recaiga sobre los actores económicos que se han beneficiado de estos procesos, y no sobre el conjunto de los sectores populares de la región. Acuerdos tributarios entre países, para detectar la fuga de capitales de los grandes especuladores de origen local, es el primer paso para construir un espacio monetario más soberano.

– Consideramos imperioso que se encare con decisión la cuestión de la extranjerización de la tierra en nuestra región, un flagelo que se ve agravado por la actual disputa hegemónica global. En ese sentido, advertimos sobre la gravedad y el riesgo generado con los procesos de extranjerización de tierras y espacios marítimos y fluviales en beneficio de empresas estatales, privadas o individuos ajenos a nuestra región. Existe la posibilidad de que se constituyan en instrumentos de la apropiación y el saqueo de nuestros recursos naturales y la excusa para la intervención de poderes extranjeros.

– Abogamos por una integración regional que constituya el mejor instrumento para fortalecer la soberanía y la autonomía de nuestra región, para que los destinos de este territorio sean definidos democráticamente según la voluntad de sus pueblos.

– Condenamos los golpes de Estado que han tenido lugar en la región. Recientemente, el perpetrado en Perú y el intento en cometido en Brasil. Asimismo, condenamos los recientes intentos de magnicidio de la ex presidenta y actual vicepresidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de la actual vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez.

– Buscamos que sea promovida una integración regional que fortalezca la independencia económica de América Latina y el Caribe, disminuyendo los condicionantes económicos externos a partir de una inserción internacional y acuerdos regionales que creen y fortalezcan capacidades productivas y tecnológicas propias, en pos de una reducción de las brechas de desarrollo con los países. Demandamos que se desande el sendero de acuerdos de libre comercio y tratados bilaterales de inversión que han sido perjudiciales para nuestros países.

– Es imperioso encarar la cuestión de la crisis climática, con un posicionamiento firme de la CELAC en relación a las responsabilidades comunes pero diferenciadas en esta cuestión, promoviendo a nivel global una transición justa.

– Sostenemos que se deben retomar los principios y mandatos reconocidos en las Declaraciones de la II, III, IV, V y VI Cumbres de la CELAC relativos a la generación de trabajo digno y productivo, la reducción de las desigualdades, el establecimiento de salarios mínimos vitales y su elevación progresiva, la protección, asistencia y seguridad social, la eliminación del trabajo infantil, el fortalecimiento de la educación técnica y la formalización profesional, la promoción de la igualdad y la equidad de género, la empleabilidad juvenil, el fomento a la libertad sindical y a la negociación colectiva, el respeto al derecho de huelga y el fortalecimiento de la administración del trabajo. Creemos en la necesidad de que la CELAC adopte una Carta Sociolaboral Latinoamericana, de modo de garantizar a través de un instrumento internacional, una serie de pisos mínimos en materia de derechos laborales que obligue a los Estados parte a comprometerse con respetarlos y a no promover ninguna reforma legislativa al respecto. Asimismo, demandamos la defensa de los sistemas previsionales públicos y de reparto.

– Con base en los compromisos adoptados en la resolución sobre la inclusión de un entorno de trabajo seguro y saludable en el marco de la OIT, relativos a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, solicitamos a los jefes y las jefas de Estado de la CELAC que promuevan la elaboración de una hoja de ruta de América Latina y el Caribe sobre Seguridad y Salud en el trabajo y la creación de un grupo de trabajo técnico para el diseño de la hoja de ruta.

– Afirmamos que sin igualdad de género no hay justicia social, por lo que resulta necesario el compromiso de los Estados en la generación de las condiciones que aseguren el pleno ejercicio de los derechos y libertades a todas las personas, en especial a mujeres y diversidades. Reclamamos medidas urgentes para erradicar las violencias de género.

– Demandamos la protección de las personas migrantes y sus familias, según los instrumentos del derecho internacional que rigen en la región.

– Demandamos la institucionalización de espacios permanentes de diálogo de los gobiernos con las organizaciones y movimientos sociales, así como de participación de la sociedad civil organizada. La región cuenta con un importante acervo al respecto que es central recuperar prontamente. Retomamos la demanda presentada ante la VI Cumbre de la CELAC que tuvo lugar en México, en la Declaración Abierta de organizaciones sociales de América Latina y el Caribe que llama a encaminar junto con los gobiernos un espacio de diálogo sobre las grandes tareas y desafíos que tiene nuestro continente.

– Demandamos la promoción, por parte de los gobiernos de la CELAC, de procesos de democratización de los poderes judiciales en América Latina y el Caribe, que se encuentran cooptados por intereses internacionales y locales que no corresponden con los de nuestros pueblos, para así dar fin al disciplinamiento social, la criminalización de la pobreza, la juventud y la protesta, así como a la persecución político-judicial o guerra jurídica contra los y las líderes populares. Demandamos la liberación de todos los presos políticos y todas las presas políticas en la región, sin cuya liberación no hay democracia. Exigimos la liberación de la dirigenta argentina Milagro Sala.

– Demandamos la creación de un ámbito para la elaboración de estrategias comunicacionales conjuntas, que no sólo permitan formular políticas y desarrollar actividades frente a las noticias falsas (fake news), y las propias acciones de las grandes corporaciones de medios con un claro sentido de dominación, sino que también refleje y exprese el bagaje cultural latinoamericano, las experiencias organizativas, las luchas populares, las historias de resistencia, la vida cotidiana de los pueblos.

– Demandamos que la CELAC active todos los dispositivos y la coordinación necesaria para garantizar la plena vigencia de los derechos humanos en la región.

– Demandamos que los Estados garanticen los derechos económicos, sociales y culturales de los Pueblos Originarios, reivindicando la Plurinacionalidad de Territorio de América Latina y el Caribe.

– Demandamos que la región dé una respuesta propia a la cuestión haitiana, respetando el principio de no intervención y el derecho del pueblo de Haití a definir soberanamente su destino.

– Reafirmamos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y abrazamos a su pueblo reclamando que se ponga fin a toda forma de colonialismo en ese territorio.

– Nos comprometemos a articular la solidaridad y la organización de los pueblos para la realización efectiva de lo aquí demandado y con el sostenimiento en el tiempo de espacios como la CELAC social.

Buenos Aires, Patria Grande, enero de 2023.

Finalmente, como cristianos y revolucionarios, abogamos por el triunfo de la cita CELAC, para que el organismo por la integración latinoamericana, sea un muro contra todas estas artimañas; se posesione un equilibrio entre los países latinoamericanos y realmente se consolide un verdadero protagonismo de la CELAC.

La Cumbre de los Pueblos ALBA-TCP, Hermandad y Unidad

Lic. José A. Amesty R.

14-diciembre-2021

Cuba-La Habana abre sus puertas, para celebrar la XX Cumbre y el aniversario 17 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, (Tratado de Comercio de los Pueblos ALBA-TCP), donde se analizará, entre otros temas, el enfrentamiento a la pandemia de la Covid-19 y las acciones previstas para el año entrante.

ALBA-TCP está conformada por 10 países de América Latina y el Caribe (Reúne a Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Granada y San Cristóbal y Nieves), y fue fundada en La Habana, el 14 de diciembre de 2004 por Fidel Castro y Hugo Chávez, líderes de la Revolución cubana y bolivariana.

La ALBA-TCP tiene como misión solidificar las relaciones de hermandad con los pueblos de la región, es una alianza por la vida, para la vida, y prioriza la situación de los pueblos, de la unidad, antes que la mera integración aduanera, comercial, como se suele hacer.

Basada en el diálogo, la cooperación, la solidaridad y complementariedad desde los diferentes países que lo componen.

Se trabaja para afianzar aún más la Alianza y dar un salto cualitativo hacia la unidad, en un panorama donde Estados Unidos, aliado con las oligarquías regionales, genera un boicot a los esfuerzos de integración.

El ALBA TCP, se mantiene vivo, con la semilla que sembraron los invictos el Comandante Fidel Castro y Hugo Chávez, que ahora continua bajo el liderazgo de nuevos líderes como Miguel Diaz-Canel y Nicolás Maduro, que le dan impulso y continuidad a las ideas integracionistas que necesita Nuestra América, en un mundo complejo, bajo los efectos de la Pandemia del Covid-19 y de un agresivo capitalismo que golpea a los más desfavorecidos.

El conclave muestra la voluntad de continuar impulsando la construcción de un nuevo orden internacional, democrático, justo, inclusivo y equitativo, en el que sea efectiva la igualdad soberana entre los Estados y el respeto a la libre determinación de los pueblos; un orden que promueva la cooperación y el multilateralismo, al mismo tiempo que repudie el intervencionismo y las acciones coercitivas unilaterales.

Así mismo, las medidas coercitivas unilaterales son contrarias a la Carta de las Naciones Unidas y al Derecho Internacional, ya que vulneran las reglas internacionales del comercio, amenazan la paz y la seguridad internacional, restringiendo el disfrute de los Derechos Humanos de la población de los Estados contra los cuales se aplican.

Sigue como tarea ineludible e imprescindible, la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, como mecanismo de concertación política regional, basado en la estricta observancia y defensa de los principios del derecho internacional, incluidos la solución pacífica de controversias, la prohibición y la amenaza del uso de la fuerza, el respeto al libre valor, a la soberanía, la integridad territorial, y la no injerencia en los asuntos internos de cada país.

Esta Cumbre sigue resaltando, por su vigencia las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 18 de octubre de 1995 en la oncena Cumbre del Movimiento de Países no Alineados, cuando expresó: “No somos simples espectadores. Este mundo es también nuestro mundo. Nadie puede sustituir nuestra acción unida, nadie tomara la palabra por nosotros. Solo nosotros, y solo unidos, podemos rechazar el injusto orden político y económico mundial, que se pretende imponer a nuestros pueblos”.

También destacan las palabras de Fidel Castro, en el Discurso pronunciado en Caracas, Venezuela, el 5 de marzo de 2017, “Me atrevería a decir que estamos en una etapa crucial de nuestra historia, en la que un retroceso a escala regional tendría impactos muy negativos para nuestros pueblos”.

Recordemos igualmente, que los Programas Sociales del ALBA, han alfabetizado, por lo menos, a seis millones de personas, erradicado el analfabetismo en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, reducido la mortalidad infantil en al menos 5.1 por ciento, en sus países miembros y formado, por lo menos, 21 mil médicos comunitarios, entre muchos otros logros.

A su vez, el modelo económico que el ALBA está institucionalizando difiere del neoliberalismo ortodoxo en forma significativa. Por ejemplo, se restablece el Estado en calidad de actor económico a fin de restringir las fuerzas de un mercado sin límites.

El ALBA reconoce la diversidad de sus miembros y destaca que conviene tomar un enfoque distintivo. Ni la supresión universal de las barreras protectoras, tarifas y subsidios, ni el carácter obligatorio de la adhesión a los programas del ALBA constituyen una condición para formar parte del ALBA.

ALBA ha prestado su apoyo a los pueblos y gobiernos que han solicitado la erradicación en sus territorios de las bases militares de Estados Unidos y el cese de sus operaciones militares y policiales. Tal es el caso con la eliminación de las tropas estadounidenses de la base militar de Manta, en Ecuador, y la expulsión de Bolivia del personal de los organismos de lucha contra la droga respaldados por Estados Unidos.

El ALBA ha fomentado entre sus miembros una expansión comercial en favor de una mayor autosuficiencia y reducción de la añeja dependencia de estos países de los mercados estadounidenses. Asimismo, el intercambio comercial dentro del ALBA ha sido complementado por una diversificación en los socios comerciales externos de los países miembros del ALBA. A través de la creación del Banco del ALBA y de una divisa regional nueva (el SUCRE), el ALBA está proporcionando una alternativa a la dependencia tradicional de América Latina a las instituciones financieras internacionales contrapartes del status quo, que tantos juzgan están bajo el control efectivo de Estados Unidos y Europa.

Consideramos que una de las características clave del ALBA, son la solidaridad y la oposición a las interferencias de Estados Unidos.

En 2021, la Alianza se fortaleció con un mayor dinamismo y la coordinación de acciones como, por ejemplo, la creación de un fondo humanitario para vacunas y medicamentos contra la Covid-19, el apoyo al pueblo y gobierno de San Vicente y las Granadinas durante la erupción volcánica y la celebración de varios foros para impulsar la cooperación de programas sociales y económicos.

En el contexto actual, el apoyo a Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y otros países emergentes con el Socialismo como bandera, implica pronunciarse en favor de la soberanía, autodeterminación y justicia social, no solo de los miembros del ALBA, sino también de la región más prometedora del mundo y del futuro del género humano: América Latina y el Caribe.

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Declaración de la XX Cumbre ALBA-TCP en conmemoración de su XVII aniversario.

17 años en defensa de la paz y la integración latinoamericana y caribeña

Los jefes de Estado y de Gobierno y los jefes de delegaciones de los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), reunidos en La Habana, Cuba, el 14 de diciembre de 2021, para conmemorar el XVII aniversario de la Alianza. Al suscribir la presente Declaración, renovamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de este mecanismo de concertación política, sustentado en los principios de solidaridad, justicia social, cooperación y complementariedad económica, fruto de la voluntad política de sus fundadores, los comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Rafael Chávez Frías.

Ratificamos que el principio cardinal que debe guiar a la ALBA-TCP es la solidaridad más amplia entre los pueblos de nuestra América, que se sustenta en el pensamiento de Bolívar, Martí, San Martín, Sucre, O´ Higgins, Petión, Morazán, Sandino, Bishop, Garvey, Túpac Katari, Bartolina Sisa, Chatoyer y otros próceres de la independencia latinoamericana y caribeña, conforme a la declaración conjunta de los comandantes Chávez y Fidel del 14 de diciembre del 2004.

Ratificamos nuestro compromiso con la integración genuinamente latinoamericana y caribeña, que nos permita enfrentar unidos las pretensiones de dominación y hegemonía imperialista y las amenazas crecientes a la paz y la estabilidad regionales.

Abogamos por un orden internacional transparente, democrático, justo y equitativo, basado en el multilateralismo, la observancia de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional; que garantice la paz y la seguridad internacionales y el respeto al derecho de los pueblos a la libre determinación, la integridad territorial, la solución pacífica de controversias, la no injerencia en los asuntos internos y la soberanía de los Estados.

Reconocemos la loable labor de San Vicente y las Granadinas como miembro no permanente del Consejo de Seguridad, durante los últimos dos años, elevando la voz de los pueblos del Caribe y representando la lucha por las causas justas dentro de ese importante órgano de las Naciones Unidas.

Reafirmamos la plena vigencia de los postulados de la “Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz”, firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en su II Cumbre celebrada en La Habana, en enero de 2014.

Resaltamos la necesidad de continuar fortaleciendo la CELAC como mecanismo genuino de concertación política, cooperación y diálogo regional basado en el principio de unidad en la diversidad; para afrontar los retos comunes que se nos presentan. Ratificamos los resultados de la VI Cumbre de la Comunidad, celebrada en la ciudad de México el 18 de septiembre de 2021, al tiempo que encomiamos la labor de la presidencia pro témpore mexicana para revitalizar la CELAC y reiteramos el compromiso de apoyo a su gestión.

Reafirmamos el derecho de todo Estado a construir su propio sistema político, económico, social y cultural, libre de medidas coercitivas unilaterales, amenazas, agresiones, en un ambiente de paz, estabilidad, justicia, democracia y respeto de los derechos humanos.

Resaltamos la urgencia de avanzar, hacia el establecimiento de un mecanismo más completo que permita el alivio de la deuda de los países en desarrollo, la condonación o refinanciamiento de la deuda externa a nivel global, la recuperación económica con un enfoque integral y sostenible, y la transformación democrática de los organismos financieros internacionales.

Reiteramos nuestro enérgico rechazo a la imposición y aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra países de la Alianza, incluyendo las listas y certificaciones, de conformidad con la Declaración Política de la VI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC, celebrada en la ciudad de México, el 18 de septiembre de 2021. Tales prácticas, contrarias al derecho internacional, atentan contra la recuperación, la resiliencia económica de la región y la estabilidad de nuestros pueblos en el actual contexto de la pandemia. Al propio tiempo, constituyen una violación masiva, flagrante, sistemática e ilegal de los derechos humanos de nuestras naciones.

Ratificamos nuestra enérgica condena al genocida e ilegal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de América contra Cuba, recrudecido de forma deliberada y oportunista en condiciones de pandemia, y resaltamos el histórico respaldo de los Estados miembros de la Alianza a la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba, adoptada el 23 de junio de 2021.

Repudiamos la imposición de medidas coercitivas unilaterales contra el pueblo y el Gobierno de Venezuela; que violan el derecho internacional y las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas y representan un castigo colectivo al pueblo venezolano, ocasionando indecibles sufrimientos de forma indiscriminada que impiden el pleno disfrute de los derechos humanos de toda su población, en especial a la vida y la salud.

Manifestamos nuestro enérgico rechazo a la absurda e injustificada inclusión de la República de Cuba en la espuria y arbitraria lista de Estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que desprestigia los esfuerzos de cooperación de la ONU y de la comunidad internacional en la lucha contra el terrorismo. Esta acción unilateral, ampliamente rechazada dentro y fuera de los Estados Unidos, tiene un impacto negativo en cada esfera de la sociedad cubana e incrementa las dificultades del país para insertarse en el comercio internacional, realizar operaciones financieras y adquirir insumos básicos.

Rechazamos la actuación injerencista en los asuntos internos de los Estados del secretario general de la Organización de Estados Americanos.

Denunciamos la utilización de estrategias de guerra no convencional contra los gobiernos y líderes progresistas de la región a través de procesos judiciales políticamente motivados (lawfare), la manipulación con fines desestabilizadores de los derechos humanos, la campaña de propaganda y desinformación, el uso malicioso de las tecnologías de la información y la comunicación, los ataques cibernéticos, y otros.

Reiteramos nuestro compromiso con la promoción y la protección de todos los Derechos Humanos para todos, al tiempo que denunciamos la politización y manipulación de los mismos con fines injerencistas.

Reiteramos la enérgica condena de la ALBA-TCP al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones.

Manifestamos nuestro pesar por las víctimas mortales que la pandemia de la COVID-19 ha causado en el mundo y en particular en nuestra región. Encomiamos los extraordinarios esfuerzos del personal de salud para afrontar esta crisis sanitaria. Reconocemos el compromiso de los países de la Alianza para mitigar su propagación y enfrentar su devastador impacto socioeconómico.

Resaltamos el intercambio de buenas prácticas entre los países de la ALBA-TCP en el combate a la pandemia de la COVID-19 y la importancia de continuar con las medidas para su prevención y contención.

Resaltamos los logros alcanzados por Cuba en el desarrollo de tres vacunas que han demostrado ser altamente efectivas y dos candidatos vacunales que contribuirán al incremento de la capacidad de respuesta de la región frente a la pandemia. Reconocemos la labor humanista y altruista que realiza el contingente médico Henry Reeve y su aporte al enfrentamiento de la COVID-19 en diversas naciones.

Felicitamos la labor de la Alianza en el establecimiento de un puente aéreo humanitario a través de la aerolínea CONVIASA, que ha facilitado el traslado de las vacunas, personal médico, entre otros, para coadyuvar en la lucha contra la pandemia.

Saludamos la labor del Banco del ALBA, en el desarrollo de un banco de vacunas, tratamientos e insumos médicos, que ha sido implementado en beneficio de la población ALBA. Saludamos el ingreso de Granada en junio de 2021, a esta entidad financiera cuyo objetivo es consolidar la plena soberanía e independencia financiera y económica de los países de la Alianza.

Reafirmamos pleno apoyo a los países caribeños en su reclamo de compensación por el genocidio de la población nativa y los horrores de la esclavitud y la trata trasatlántica.

Ratificamos el derecho de los países del Caribe a recibir un trato justo, especial y diferenciado. El Caribe encontrará siempre en la ALBA-TCP una plataforma de cooperación y complementariedad para la defensa y promoción de sus justos reclamos y reparaciones.

Rechazamos enérgicamente las medidas adoptadas contra los hermanos países caribeños, al considerarlos jurisdicciones no cooperativas. Exhortamos a revisar los criterios de graduación que los califican como “países de renta media”, lo que dificulta su acceso al crédito y a la cooperación internacional.

Respaldamos al gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, encabezado por el presidente Luis Alberto Arce Catacora, electo democráticamente mediante voto popular con el 55.1% y hacemos un llamado a la comunidad internacional a estar alertas ante los intentos de desestabilización.

Felicitamos los progresos alcanzados en el proceso de diálogo y de negociación integral de Venezuela para una convivencia política y social. Apoyamos la labor de los países que participan en el acompañamiento internacional de dicho diálogo.

Felicitamos al pueblo de Venezuela por la contundente victoria del gran polo patriótico en los comicios regionales y municipales del 21 de noviembre pasado. Asimismo, saludamos y respaldamos a la Revolución Bolivariana, a la unión cívico-militar y al presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en la lucha por la paz y la estabilidad del pueblo venezolano.

Felicitamos y reconocemos al pueblo de Nicaragua y al gobierno sandinista del presidente Daniel Ortega Saavedra, por la victoria en las recientes elecciones; ratificamos el apoyo a su decisión de continuar defendiendo la soberanía, la paz y los notables avances sociales, económicos, de seguridad y de unidad nacional alcanzados, sin injerencias extranjeras, ni sanciones económicas internacionales.

Felicitamos al pueblo hondureño, por la histórica y exitosa jornada electoral que protagonizó el domingo 28 de noviembre de 2021, donde expresó masivamente su ferviente voluntad de paz y transformación social, con la elección de la compañera Xiomara Castro, primera mujer electa como presidenta de la República de Honduras.

Reiteramos nuestras felicitaciones al pueblo santalucense por la exitosa jornada electoral del 26 de julio de 2021, en la cual, de manera pacífica y democrática, resultó victorioso el Partido Laborista de Santa Lucía (SLP), liderado por el Primer Ministro Philip J. Pierre.

Saludamos la reincorporación de Santa Lucía a la ALBA-TCP, lo que evidencia la plena vigencia de los ideales políticos que pregonan los pueblos de la Alianza día tras día.

Reconocemos la labor de la Alianza durante los eventos ocasionados en San Vicente y las Granadinas tras la erupción del volcán La Soufrière, como símbolo de apoyo y solidaridad de los países de la ALBA-TCP con el pueblo y el Gobierno sanvicentino.

Reiteramos nuestro rechazo por el asesinato del presidente Jovenel Moïse, el pasado 7 de julio de 2021, en Puerto Príncipe; condenamos enérgicamente estos actos y todo tipo de amenaza o intento de magnicidio, los cuales se han hecho recurrentes en nuestra región, atentando contra la paz y la estabilidad política y social de nuestros pueblos.

Resaltamos que los resultados de la COP26 no estuvieron a la altura de las expectativas de los países en desarrollo. Se requieren compromisos más ambiciosos por parte de los países desarrollados en materia de adaptación, daños y pérdidas, mitigación y provisión de medios de implementación, incluida la financiación climática, la transferencia de tecnologías y la creación de capacidades, en correspondencia con sus responsabilidades históricas.

Recibimos con beneplácito la constitución, del “Comité de Glasgow de enfoques no basados en el mercado”, para fortalecer las acciones de apoyo al cumplimiento de las acciones contempladas, entre otros, en las contribuciones nacionalmente determinadas de los países.

Enfatizamos que el cambio climático es una de las principales amenazas para la humanidad, estando América Latina y el Caribe entre los territorios más vulnerables del planeta a sus efectos adversos. Llamamos a la acción concertada para la plena implementación de los compromisos de las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y el Acuerdo de París sobre la base de la equidad y el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.

Destacamos el papel de la niñez y personas jóvenes por su valiosa e innovadora incidencia en la acción climática, incentivando la generación de soluciones de adaptación y mitigación, así como formas de evitar y enfrentar pérdidas y daños frente al cambio climático integradas a las necesidades particulares de sus localidades y regiones.

Reafirmamos el compromiso con el reconocimiento y la promoción de los derechos inquebrantables de la madre Tierra y su interrelación con el ser humano en armonía con la naturaleza, saludando las iniciativas del “Primer Reencuentro con la Madre Tierra; Reflexiones globales para la defensa de la Pachamama” celebrado en La Paz, Bolivia, el pasado 22 y 23 de abril de 2021; y “El Segundo Reencuentro con la Madre Tierra” celebrado en Caracas, Venezuela, el 27 y 28 de agosto de 2021.

Manifestamos nuestro compromiso con la defensa y promoción de la cultura latinoamericana y caribeña y de la identidad de los pueblos de la región, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas e indígenas.

Rechazamos la criminalización de la migración irregular, de toda forma de racismo, discriminación racial, xenofobia, discursos de odio y otras formas conexas de discriminación e intolerancia contra personas migrantes. Encomiamos el trabajo coordinado, a fin de manejar información sobre los movimientos migratorios en la región, para proteger los derechos humanos de los migrantes que desean retornar, especialmente, en el contexto actual.

Manifestamos nuestro compromiso de proteger los derechos humanos de las personas migrantes, promover esfuerzos regionales integrales para fortalecer la gobernanza migratoria efectiva, bajo los principios de una migración responsable, segura, ordenada y regular, trabajando por erradicar las causas de la migración irregular.

Celebramos el fomento de las relaciones de cooperación de la ALBA-TCP con otros mecanismos de integración, países extrarregionales y organismos internacionales, bajo los principios de respeto y no intervención en los asuntos internos.

Destacamos los trabajos desarrollados para revitalizar la ALBA -TCP y su accionar por la paz, la democracia, la estabilidad y el bienestar de los pueblos de Nuestra América. En tal sentido, destacamos las valiosas reuniones celebradas entre los sectores de salud, educación, agricultura, académico, comunicación e información, asuntos de la mujer e igualdad de género, cultura y turismo, de cada uno de los países miembros. Los resultados obtenidos en esos encuentros, nos comprometen a seguir avanzando en el fortalecimiento de la Alianza como alternativa político-estratégica de integración latinoamericana y caribeña, contrahegemónica y participativa; y en sus valores compartidos de solidaridad, cooperación y complementariedad.

Aprobamos el plan de trabajo post-pandemia ALBA-TCP 2022 y encargamos a la Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP de su seguimiento, consulta y cumplimiento en beneficio del fortalecimiento de la Alianza.

La Habana, 14 de diciembre de 2021.

Cuba sin restricciones para su vacuna, afirma embajador cubano

Rafael Ángel Ugalde Quirós*

  • Los verdaderos violadores de los Derechos Humanos son los Estados Unidos
  • Solidaridad de los pueblos del mundo desafían el bloqueo a Cuba; ello desespera a USA
  • Nuestro desarrollo y resultados científicos siempre estarán a disposición de nuestros pueblos
  • La pandemia ha dificultado el relacionamiento y los intercambios científicos, tecnológicos y culturales con los costarricenses

“Cuba no pone condición alguna para la adquisición de sus vacunas. Todos los países que las necesiten y deseen adquirirlas, podrán hacerlo”, destacó el embajador de Cuba en nuestro país, Jorge Rodríguez, al ser preguntado sí había condiciones para que los costarricenses contaran con Soberana 2, el primer inyectable vacunal desarrollado en el continente por científicos del hemisferio.

Persona locuaz, carismática y precisa en cada una de sus palabras, Jorge Rodríguez, el embajador cubano en Costa Rica es un martiano de pura cepa. Preocupado por Nuestra América, de un conocimiento amplísimo en todos los temas que aborda con profundidad, reduce su ser como diplomático y persona al “deber cumplido sencilla y naturalmente”, como diría el apóstol y poeta.

En una entrevista exclusiva para la revista SURCOS recordó que la mayoría de los países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (CELAC) ven con muy buenas perspectivas que uno de ellos, este caso Cuba, haya logrado desarrollar cinco candidatos vacunales, uno de ellos, Abdala, que ya es vacuna y Soberana 02 que está en la fase final del registro, certificación y autorización para su uso de emergencia.

Nuestra región, agregó, conoce de la vocación solidaria de nuestro país. Conocen perfectamente que nuestro desarrollo y resultados científicos, siempre estarán a disposición de nuestros pueblos hermanos, destacó. El objetivo principal de nuestra producción de vacunas – sentenció- es el de salvar vidas, no es comercial. El adversario lo conoce y por eso también ha obstaculizado la adquisición de reactivos e insumos para la producción. Una vez más no podrán lograr su objetivo.

El diplomático abordó con el licenciado Rafael Angel Ugalde Quirós los más diversos tópicos de forma abierta, tal como el avance de la democracia en la región, sin que falten esfuerzos por legitimar el injerencismo, contra la soberanía de nuestros pueblos.

Dijo que la llamada ley “global Magnitsky” debería aplicársele a los mismos Estados Unidos, por violaciones de los derechos de sus minorías. Calificó de total “desfachatez”, “cinismo” y la utilización de la mentira abiertamente para tratar de buscar condenas a Cuba.

Como se recuerda recientemente se trató de desestabilizar la Revolución cubana desde las redes sociales utilizadas al mejor estilo de las famosas “revoluciones de colores” promovidas por Estados Unidos en otras regiones del orbe.

Consideró que Estados Unidos no tiene fuerza moral alguna para lograr sus propósitos contra Cuba en la arena internacional, precisó el entrevistado al abordar el tema de búsquedas de condena a su país en organismos como la desprestigiada OEA. “La verdad se abre paso y la política agresiva de Estados Unidos queda al descubierto”, puntualizó.

¿Qué pronostico diplomático hace usted respecto al anuncio de la administración Biden de llevar el tema de los detenidos por actos violentos en Cuba a las Naciones Unidas y la OEA?

R/ El Gobierno de los Estados Unidos actúa con total desfachatez, cinismo y utilizando la mentira abiertamente. Está urgido de una condena a Cuba para justificar su bloqueo genocida y las nuevas medidas y sanciones contra nuestro país. Sin embargo, solo ha podido reunir a un minúsculo grupo de países ejerciendo groseras presiones y chantajes, lo cual considero un soberano ridículo. Ni en la OEA, organización que tradicionalmente le ha servido de pantalla para encubrir sus fechorías, ha podido lograrlo. Hubo una rebelión de la mayoría de los países miembros de esa desprestigiada organización. Más bien ha logrado un efecto contrario y reavivado con fuerza la idea sobre la necesidad de nuestra región de contar con un organismo genuinamente latinoamericano y caribeño que no se someta al vasallaje, ni sirva de instrumento a la política de Estados Unidos. Considero que Estados Unidos no tiene fuerza moral alguna para lograr sus propósitos contra Cuba en la arena internacional. La verdad se abre paso y la política agresiva de Estados Unidos queda al descubierto.

Dentro de la llamada ley global Magnitsky, el “establishment” norteamericano, acaba de imponer sanciones al jefe del Ministerio de las Fuerzas Armada Revolucionarias de Cuba, Álvaro López Miera, entre otros, ¿qué nuevas medidas cabrían sí se ha experimentado con el embargo de las formas más inhumanas?

Los pueblos dicen no al bloqueo (Foto Google Imágenes).

R/ Estados Unidos lo ha ensayado todo desde hace más de 60 años, desde el sabotaje; la invasión mercenaria; la guerra sucia a través de bandas armadas financiadas y organizadas por la Agencia Central de Inteligencia; la guerra bacteriológica; el terrorismo con su secuela de 3478 muertos y 2099 incapacitados; el bloqueo económico, comercial y financiero más integral y prolongado en la historia de la humanidad y la industria del embuste, la mentira, las tergiversaciones y redes (anti)sociales. Las nuevas sanciones son una réplica de las que ha usado contra otras naciones y no le han funcionado. Tampoco tendrán efecto práctico alguno en nuestro país. Desde el 1ero. de enero de 1959, Estados Unidos dejó de gobernar en Cuba. Esas sanciones contra funcionarios cubanos solo tienen un efecto propagandístico para complacer a los sectores más reaccionarios de la mafia de origen cubano radicada en ese país.

Esta ley global Magnitsky tiene carácter global para los estadounidenses; ¿por qué cree usted no se pueda aplicar a Estados Unidos por la violación de los derechos humanos de sus minorías y el asesinato con dolo a representantes de descendencia afrocaribeña?

Tiene Usted toda razón. Los primeros en aplicársela deberían ser ellos mismos que son los verdaderos violadores flagrantes y sistemáticos de los Derechos Humanos. Sólo en este año han muerto más de mil personas a manos de la policía en ese país. Ahí están los ejemplos de George Floyd y otros afronorteamericanos asesinados por la policía. Hay también miles de menores de edad condenados a cadenas perpetuas e incluso a la pena de muerte. Cómo le expresé, Estados Unidos carece de autoridad moral alguna para juzgar y sancionar a ningún país.

¿Considera usted que los cambios políticos en América Latina y el Caribe a favor de la independencia y la no injerencia en los asuntos internos de los Estados arreciará en la región la diplomacia del “garrote” y la “zanahoria”?

R/ Los cambios que están ocurriendo en nuestra región van en la dirección contraria a lo que persigue Estados Unidos. El modelo neoliberal ha fracasado rotundamente y los intentos de revivirlo también. Hoy las naciones de Nuestra América son más libres, lo demostró la rebelión que hubo en la OEA recientemente cuando una mayoría de países se negaron a participar de una reunión del Consejo Permanente convocada para condenar a Cuba, que no pertenece a esa desprestigiada organización. El Presidente del Consejo se vio obligado a posponer la reunión y hasta ahora no ha logrado contar con el quórum necesario para convocarla nuevamente. Es difícil que lo logre. No estamos en los tiempos de la Reunión de Consulta de San José en 1960 ni en la de Punta del Este de 1962 cuando se expulsó a Cuba de la Organización. Los mecanismos ad hoc impuestos por Estados Unidos al margen de la OEA, también han sido un rotundo fracaso. Ya ve lo que ocurre con el llamado Grupo de Lima. Estados Unidos está cada vez más aislado en su política agresiva contra Cuba y contra los gobiernos progresistas en nuestra región. Los pueblos de Nuestra América dijeron basta y han echado a andar.

Cuba inmuniza a su población, pese a bloqueo norteamericano. (Foto AFP en BBC News).

¿Cómo han recibido los países de la CELAC la vacuna Soberana 2?

R/ La mayoría de los miembros de la CELAC ven con muy buenas perspectivas que uno de ellos, este caso Cuba, haya logrado desarrollas cinco candidatos vacunales, uno de ellos, Abdala, que ya es vacuna y Soberana 02 que está en la fase final del registro, certificación y autorización para su uso de emergencia. Nuestra región conoce de la vocación solidaria de nuestro país. Conocen perfectamente que nuestra desarrollo y resultados científicos, siempre estarán a disposición de nuestros pueblos hermanos. Ya hay colaboración con algunos de ellos y seguramente será mayor tan pronto podamos alcanzar los máximos niveles de inmunidad en nuestro país. En eso estamos trabajando con la mayor celeridad posible. El objetivo principal de nuestra producción de vacunas, es el de salvar vidas, no es comercial. El adversario lo conoce y por eso también ha obstaculizado la adquisición de reactivos e insumos para la producción. Una vez más no podrán lograr su objetivo.

En vista que esta dosis vacunal tiene permiso para ser administrada en la presente pandemia, ¿cuáles son las condiciones de Cuba para colaborar con Costa Rica en este campo?

R/ Cuba no pone condición alguna para la adquisición de sus vacunas. Todos los países que las necesiten y deseen adquirirlas, podrán hacerlo.

¿Cómo valora Cuba la ayuda internacional proveniente ordenada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y Vladimir Putin, de la Federación Rusa?

R/ Hemos estado recibiendo la ayuda solidaria no solo de México y Rusia. También han llegado de Bolivia, Jamaica, Nicaragua, la República Popular China, Vietnam y de otros países. Los cubanos residentes en el exterior y el movimiento de solidaridad con Cuba han estado jugando un papel importante también en reunir la contribución solidaria de los amigos de Cuba que también quieren hacer su aporte. Aquí en Costa Rica también hay cubanos y costarricenses que están enfrascados en reunir ciertos artículos, insumos y medicamentos para nuestros hospitales. Nuestro país que siempre ha ofrecido su solidaridad, hoy la recibe. Eso también demuestra el aislamiento de Estados Unidos.

¿En qué rubros podría contribuir el pueblo costarricense con el cubano y cómo se canalizaría?

R/ En el acto de solidaridad que tuvo lugar el pasado 19 de julio, las organizaciones de solidaridad con Cuba lanzaron la idea de reunir un grupo de artículos y medicamentos necesarios para enviar a nuestro país. Se acordó que la Asociación Cultural de Cubanos Residentes en Costa Rica “Antonio Maceo”, funja como coordinara de ese esfuerzo. En este momento lo que más urge es un grupo de medicamentos tales como antibióticos, analgésicos, anticoagulantes. De igual forma son necesarias jeringas, mascarillas, caretas, guantes de látex y artículos de higiene y limpieza.

El deporte cubano se baña en oro en Japón. La pandemia interrumpió los lazos de amistad entre ticos y caribeños, dice embajador. (Foto tomada de BBC News).

¿Cuáles son los avances de los vínculos con los costarricenses que ha imprimido como embajador en campos específicos como el científico, tecnológico y cultural?

R/ Lamentablemente la pandemia ha dificultado el relacionamiento y los intercambios en esas esferas. Nuestro trabajo también se ha visto seriamente limitado pues no todo puede hacerse vía virtual y como se conoce se ha privilegiado el teletrabajo. Nosotros mismos tenemos instrucciones precisas al respecto para evitar el contagio entre nuestros funcionarios. Esperemos que cuando se logre el control de la pandemia, se puedan reanudar los intercambios.

 

*Periodista, abogado y notario por la Universidad de Costa Rica

Las universidades latinoamericanas y caribeñas tras la reunión con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños

Posicionamiento de las universidades latinoamericanas y caribeñas tras la reunión con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Declaración.

En el marco de la reunión Retos del sector educativo post pandemia: Encuentro Universitario Ministerial, convocada por la CELAC, se planteó que la propagación del virus Sars CoV 2 ha provocado una crisis sanitaria, económica y sobre todo humanitaria de inmensas proporciones que abarca a todo el planeta. Las estimaciones estadística s mencionan, a finales de mayo de 2020, más de 6 millones de casos confirmados y una cifra superior a 370 mil muertes, en el mundo. Además, el desempleo afecta a muchos millones de personas, la pobreza aumenta considerablemente y todo ello ha producido miseria y hambre. En este escenario, se intensificarán las tensiones nacionales, regionales e internacionales.

La crisis sanitaria, económica y humanitaria no podrá ser resuelta por la vía de propuestas aisladas. En el seno de cada país, se requerirán esfuerzos colectivos e integrales, con participación de todos los sectores, tanto públicos como privados.

Nadie ninguna persona, institución o empresa deberá quedarse fuera, ni en dar ni en recibir, según sus posibilidades y necesidades, con justicia y equidad.

En la dimensión regional e internacional, una economía interconectada en múltiples aspectos no podrá salir adelante sin la cooperación entre los Estados. La crisis sanitaria demuestra, con absoluta claridad, que la interconexión, en todas las direccione s y latitudes, nos incorpora en una especie de burbuja planetaria, de la cual somos parte.

En la sociedad global, cada país constituye un eslabón de muchas cadenas de procesos esenciales para todas las naciones, por ejemplo, en la seguridad alimentaria, la preservación del medio ambiente, el aseguramiento de la salud pública, y muchos otros aspectos que abundan en cantidad. Debido al intenso intercambio de personas, bienes y servicios, lo que sucede en un país afecta necesariamente a muchos otros países, y las decisiones que un gobierno adopte tiene repercusiones sobre la salud, la economía y la vida de las personas dentro y fuera de sus fronteras.

Esta compleja imbricación de países, economías y poblaciones obliga a pensar en que es la hora de combinar la responsabilidad, la solidaridad y la cooperación entre los países de la región latinoamericana y caribeña; a decir verdad, se trata de un reto que involucra a la humanidad entera.

Es también la hora de la compasión: de identificarnos con el sufrimiento ajeno; y es la hora de la generosidad, y de superar “el laberinto de la soledad” que sume a nuestros pueblos en el aislamiento, y de promover soluciones conjuntas que permitan visualizar soluciones a la actual crisis y una mejor vida para todas nuestras naciones y sus habitantes.

Con el fin de hacerle frente a esta pandemia e interrumpir la cadena de contagios, muchos países del mundo con notorias excepciones han instado a sus poblaciones a quedarse en casa. Esta no es una decisión fácil, sobre todo si se tiene en cuenta que la informalidad es una característica sobresaliente de nuestras economías y las personas deben salir a la calle a ganarse el sustento de cada día.

En estas circunstancias, es muy importante que la población tenga tranquilidad en dos sentidos. Primero, debe saber que no dejará de recibir servicios básicos, aunque no tenga condiciones económicas para pagarlos. Segundo, debe tener seguridad de que contará con un ingreso básico para atender sus necesidades prioritarias, principalmente alimentos. Esta tranquilidad se alcanza mediante el respaldo del Estado y la solidaridad colectiva de todos los sectores sociales.

Por otro lado, la propagación del virus ha significado ya un alto precio para la mayoría de los países del continente: el colapso de los sistemas de salud, los cuales deberían ser fortalecido s, no debilitados, para hacerle frente a las demandas actuales y futuras de la pandemia.

Al mismo tiempo, la medida de “quedarse en casa profundiza la crisis social, ejerce una enorme presión emocional sobre las personas y provoca una gran tensión sobre las actividades económicas. Estas circunstancias obligan a que las medidas sanitarias sean acompañadas de garantías básicas para la vida.

La ausencia de esas garantías conduce a la desobediencia de quienes deben elegir entre el distanciamiento social y el hambre. Por esta razón, debemos actuar solidariamente con quienes sufren las consecuencias de una disposición sanitaria que beneficia a toda la colectividad.

El mensaje debe entonces ser claro: nos quedamos en casa con el apoyo del Estado y toda la sociedad. Atendemos así las medidas de emergencia sanitaria, el cuidado de la vida de todas las personas, la necesidad de reactivar la economía y de preservar el orden social.

En virtud de lo expuesto, quienes suscribimos esta declaración, rectores y rectoras de universidades públicas y privadas de América Latina y el Caribe, reunidos con los representantes de los Estados que conforman la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (convocados por el Secretario de Relaciones Exteriores de México, presidente pro tempore de la CELAC, frente a la crisis sanitaria, económica y humanitaria provocada por la pandemia de COVID 19, manifestamos lo siguiente:

  • Es responsabilidad de los Estados enfrentar la crisis sanitaria, económica y humanitaria, con el apoyo solidario de todos los sectores sociales, acorde con el principio de progresividad, a la vez que es una tarea impostergable fortalecer los sistemas de salud, combatir el desempleo y aliviar el hambre.
  • La emergencia mundial nos alerta respecto de la dramática erosión de la manera en que habitamos la Casa Común. La crisis actual ha dejado al descubierto las enormes desigualdades entre poblaciones y países, el desmantelamiento que han sufrido, en las últimas décadas, los sistemas de salud, la educación y la seguridad social; y ha hecho evidente la precarización del empleo y la grave afectación de la sustentabilidad del orbe.
  • En estas circunstancias, es obligación de los Estados tomar las medidas que permitan avanzar en la superación de la desigualdad intervenir para que, en este momento crucial, la riqueza experimente una justa distribución y contribuir a superar la brecha digital que afecta a alumnos y alumnas de todos los niveles educativos, pero que también constituye un obstáculo para la inserción laboral en nuevas condiciones de trabajo y producción.
  • Debido a la naturaleza global de la emergencia sanitaria, es imprescindible la cooperación entre los Estados, pero también entre los sistemas universitarios. En este contexto, es vital literalmente el libre acceso al conocimiento, a las publicaciones científicas, a material genético, a los principios terapéuticos activos, y a los procedimientos tecnológicos, que representan.
  • La crisis actual desafía todas las áreas del quehacer humano: el modo de producir, distribuir y consumir; las formas diversas de gobierno, los mecanismos de participación social, las relaciones humanas propias de la especie y con los seres vivos del planeta, incluyendo todo el medio ambiente.
  • El ser y el quehacer de las universidades e instituciones de educación superior se encuentran profundamente afectados estamos frente a desafíos inéditos que demandan respuestas creativas, novedosas, solidarias y pertinentes, con alto rigor académico, científico y social.
  • No es posible pensar en regresar a contextos pasados y a prácticas de otros momentos. La anterior es la que nos ha traído a la situación en la que nos encontramos ahora.
  • Se hace más urgente que nunca repensar hoy la actividad universitaria en su conjunto y, de manera particular, la docencia, la investigación, la difusión del conocimiento y la incidencia en nuestras sociedades. Es imperativo visualizar el futuro de nuestros países, sus gobiernos y nuestras universidades desde una perspectiva continental.

Por estas razones, luego del intercambio con los representantes de los Estados latinoamericanos y caribeños, hemos acordado los siguientes compromisos.

  • En la transición hacia modalidades híbridas de enseñanza y aprendizaje, asistidas por la tecnología, redoblaremos nuestros esfuerzos para no dejar fuera de la educación superior a la población vulnerable en razón de su situación económica, social, racial, étnica o de edad. Los Estados, en conjunto con las empresas de alta tecnología, deben contribuir a superar la brecha digital, en cooperación con las instituciones de educación superior. La inclusión, la pluralidad y la no discriminación adquieren mayor vigencia que nunca antes.
  • La sustentabilidad basada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas será un eje transversal de todo nuestro trabajo docente, de investigación, innovación e incidencia social, y partimos de la convicción de que no puede haber personas ni sociedades sanas en una tierra enferma.
  • Estudiaremos los problemas complejos desde un enfoque complejo, distinto de la perspectiva determinista, lineal y fragmentaria de la Modernidad. Los abordaremos como complejidades del entorno y sus relaciones culturales especialmente aquellas derivadas del pensamiento científico y del conocimiento ancestral, sus aplicaciones tecnológicas y sus consecuencias socioeconómicas.

La finalidad será contribuir a alcanzar un manejo sustentable de los sistemas socioecológicos.

  • La pandemia ha revelado también como una necesidad acuciante el estudio de estos problemas complejos desde una perspectiva interdisciplinaria o transdisciplinaria. Para hacer frente a la pandemia es preciso definir, desde este enfoque, junto con los gobiernos de la región, cuáles son los problemas fundamentales del subcontinente y cómo podemos abordarlos solidariamente y en el marco de una cooperación recíproca y respetuosa.
  • Fomentaremos el trabajo colaborativo y el diálogo de saberes plurales para la transformación social. Para ello, saldremos de nuestros recintos y de los marcos disciplinares. En el centro pondremos la necesidad de construir conocimientos y transferirlos mediante la amplia participación de una comunidad diversa (organizaciones de la sociedad civil, gobiernos, iniciativa privada y actores de las comunidades campesinas e indígenas) Con esto formularemos las preguntas adecuadas, las abordaremos sistémicamente y auxiliaremos en el diseño de estrategias con mayor potencial para la transformación social desde el imperativo central de la justicia y la democracia.
  • Abordaremos de manera crítica los distintos modelos de desarrollo adoptados en la región, hacia la superación de la pobreza y las desigualdades. La crisis económica derivada de la pandemia afecta a todos, pero impacta con mayor profundidad a los más pobres agudizando su situación de vulnerabilidad. Queremos contribuir a generar conocimientos y alternativas de solución basadas en una perspectiva de justicia social, que sean realizables, resilientes, democráticas y sustentables.

Exhortamos a nuestros gobiernos y a todas las universidades de la región a apoyar decididamente la construcción de un espacio universitario común para trabajar conjuntamente en la solución de estas problemáticas fundamentales de América Latina y el Caribe, acentuadas por la pandemia.

De manera enfática y respetuosa, solicitamos a los gobiernos de América Latina y del Caribe a crear un fondo especial de investigación científica e innovación tecnológica, con el fin de fortalecer las capacidades de generación y transmisión de conocimiento relevante y pertinente sobre los problemas de nuestra región.

Convocamos a todas las comunidades científicas de nuestros países a dedicar un espacio específico para el análisis profundo de este momento histórico y vislumbrar derroteros novedosos que aporten mayor dignidad a la vida de todos y todas. Con ello, los invitamos a contribuir con libertad a la toma de decisiones acertadas en favor del bienestar social.

Llamamos a crear, activar y fortalecer grupos y redes de trabajo que capitalicen los talentos y fortalezas de nuestras instituciones académicas y científicas para generar soluciones a las diversas problemáticas que se han abierto y profundizado en esta coyuntura crítica.

Es fundamental hacer sinergias entre los sectores público, privado, gubernamental y social para enfrentar decididamente la pandemia y sus lamentables efectos económicos y sociales. Requerimos fomentar coordinadamente una sociedad del cuidado, desde la escala familiar, con economías bajo control social, así como desincentivar actividades ambientalmente peligrosas que agravan la bioinseguridad.

Solicitamos a los gobiernos que alienten el diálogo continental, incluyendo pueblos y comunidades en el nivel local, regional y global como una estrategia primordial de resistencia frente al desgaste social que ha implicado la pandemia y las medidas de mitigación que se han implementado. Requerimos de todo ello con urgencia, con el fin de adoptar estrategias regionales y enfrentar conjuntamente los desafíos comunes.

Nuestras universidades conocen, dialogan, inciden, para transformar la realidad y hacerla más humana, justa, incluyente y sustentable.

5 de junio de 2020

Dr. Enrique Graue W, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Dra. Dolly Montoya, Rectora de la Universidad Nacional de Colombia y Presidenta de la UDUAL.
Dr. Henning Jensen, Ex-Rector de la Universidad de Costa Rica (UCR) y ex-Presidente de la UDUAL.
Mtro. David Fernández Dávalos, Rector de la Universidad Iberoamericana y Vicepresidente de la Región México de la UDUAL.
Dr. Hugo Juri, Rector de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina y Vicepresidente de la Región Cono Sur de la UDUAL.
Dr. Marcial Rubio, Ex-Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Mtra. Ramona Rodríguez, Rectora de la Universidad Autónoma de Nicaragua-Managua (UNAN-Managua) y Vicepresidente de la Región Centroamérica de la UDUAL.
Dr. Carlos Alvarado Cerezo, Secretario Ejecutivo del Consejo Superior Universitario de Centroamérica (CSUCA).
Dr. Fernando Sempértegui, Rector de la Universidad Central del Ecuador (UCE).
Dra. Miriam Nicado, Rectora de la Universidad de La Habana (UH), Cuba.
Dr. Roberto Escalante, Secretario General de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL).

Testigo de Honor

Mtro. Maximiliano Reyes Zuñiga, Subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (México).

Los países de la CELAC deben asumir compromisos más fuertes en ambiente y pobreza este 2015

Con motivo de la III Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que se celebró en San José-Costa Rica los días 28 y 29 de enero y considerando:

Que Latinoamérica es la región con mayor desigualdad en el mundo, con una brecha social entre ricos y pobres que se amplía cada vez más.

Que pese a los avances que están dando muchos países de la Región, después de haber superado la larga y oscura noche del neoliberalismo, aun existen millones de personas que siguen sufriendo de exclusión y pobreza, que no cuentan con servicios básicos de salud, educación, agua potable y saneamiento entre otros; y a las que se les siguen violando sus derechos humanos fundamentales.

Que pese a esos avances en materia social, los países de la Región tienen una enorme deuda en materia de ambiente, con la predominancia de una economía basada en la industria extractiva, con altos impactos sobre los recursos naturales y el ambiente lo que ocasiona pérdidas en la calidad de vida de las personas, degradación de los ecosistemas, destrucción de importantes hábitats naturales y elevados niveles de contaminación de ríos, mares y ciudades con toda clase de desechos industriales y domésticos.

Que Centroamérica y el Caribe, son cada año fuertemente impactadas por los efectos del cambio climático, generando pérdidas considerables en vidas humanas, recursos hídricos, agricultura y biodiversidad, provocando que los costos de inversión en infraestructura tengan que ser cada vez mayores, afectando los presupuestos nacionales y las capacidades de los Estados de atender otras necesidades.

Que el 2015 es un año crucial para la población Latinoamericana y del Caribe, que puede significar un cambio en el modelo de desarrollo que permita tener una región más justa y equitativa, y que su población tenga una vida digna en armonía con su ambiente y sus ecosistemas.

Acción/2015 Costa Rica hace un llamado a las y los Presidentes y Jefes de Estado que participaron en esta Cumbre para que:

– Asuman compromisos más serios y ambiciosos para reducir la vulnerabilidad de la región frente a los impactos del cambio climático; pero que además, exijan a los países con mayor emisión de carbono reducir su huella de carbono y asuman su responsabilidad con los países más afectados.

– Asuman el compromiso de transformar los modelos de transporte y movilidad urbana basados en el uso del automóvil particular y promuevan sistemas intermodales basados en el uso de transporte público eficiente, moderno y limpio así como en formas de movilidad no motorizada, entres estas la bicicleta, y generen la infraestructura necesaria para ello.

– Se propongan metas ambiciosas para eliminar la pobreza, la desigualdad y la injusticia para el año 2030 y que promuevan la solidaridad entre los pueblos.

– Hagan realidad el derecho humano al agua y al saneamiento garantizando el acceso universal a estos servicios para toda la población al 2030.

– Se comprometan a adoptar, en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) propuestos por el Grupo de Trabajo Abierto, especialmente aquellos relacionados la eliminación de la pobreza, detener el cambio climático y garantizar el acceso universal al agua potable y al saneamiento; así como, a adquirir compromisos vinculantes durante la próxima Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático de Naciones Unidas a celebrarse en París en diciembre próximo, que puedan traducirse en planes nacionales.

 

Para más información: Jorge Mora P. (Acción 2015 Costa Rica): jmorapo@arca.co.cr

Acción-2015 b

Enviado a SURCOS Digital por Vanessa Dubois.

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LA CELAC al servicio de la unidad, la solidaridad y la soberanía

Declaración del Centro de Estudios Isaías Marchena

 

Respetables Señores y Señoras Representantes de los Gobiernos y Estados de América Latina y el Caribe:

Quizás ningún idea, ningún propósito, marcó tanto el pensamiento de los próceres de la Independencia Latinoamericana y en primer lugar de Simón Bolívar, que la unidad de nuestros pueblos. Tuvo tiempo el Libertador para observar la profunda descomposición que sufría la política en los Estados nacientes, lo que lo llevó, sumergido en un profundo dolor, a pronunciar en los instantes de su muerte aquellas palabras terribles:

«He arado en el mar».

Pero su fe y su confianza en la potencia de los pueblos no decayó jamás. Conocía el camino y lo señalaba con insistencia. Bolívar vivió lo suficiente para ver de cerca las divisiones y las intrigas, las atrocidades y las injusticias que las burguesías y las oligarquías nacientes eran capaces de cometer con tal de consolidar sus crecientes y enormes intereses. Conocía y presentía las fuerzas locales e internacionales que se confabulaban para abrirle nuevas rutas al saqueo de las inmensas riquezas materiales que albergaban las nuevas naciones. Y por supuesto que Bolívar incluía al Caribe. Fue allí donde lo recibió Petión, el Presidente negro de Haití, quien le dio la solidaridad y las armas para emprender su Campaña Admirable. Por eso decía:

«si la América no vuelve sobre sus pasos, si no se convence de su inutilidad y su impotencia, un nuevo colonialismo será el patrimonio que heredemos a la posteridad».

Y desde aquellos momentos terribles y a la vez gloriosos, nunca se había levantado una organización que representara, clara y directamente, los intereses de los pueblos de Nuestra América, por emplear esa denominación posesiva, que empleara el apóstol José Martí, para denominar al conjunto de las naciones de América Latina y el Caribe. Hablamos de la CELAC, esa organización que algunos quieren convertir en un foro intrascendente, en un lugar para hacer discursos clamorosos o altisonantes, pero inútiles; en una especie de lugar solo apropiado para las catarsis y el desahogo de nuestras innumerables e interminables quejas.

Pero nosotros, desde este modestísimo lugar que hemos erigido para honrar la memoria de ese valeroso dirigente obrero y patriota revolucionario, Isaías Marchena Moraga y de otros cientos de hombres y mujeres que como él han consagrado su vida a la lucha por la justicia, la igualdad y la soberanía, deseamos manifestar un legítimo sentimiento de orgullo, que debería invadir por igual a todos los hombres y mujeres de nuestra Patria, por esta oportunidad histórica de celebrar en este pequeño espacio del territorio centroamericano, una nueva cumbre de la CELAC.

Manifestamos, repetimos, el orgullo de recibir a tantos ilustres mandatarios y representantes de los pueblos de nuestra América, a quienes instamos respetuosamente a valorar y manifestar el significado de esta nueva organización continental, la CELAC, que por primera vez desde hace casi 200 años, nos permite hablar entre nosotros como hermanos, unidos en la solidaridad y los intereses comunes, en el fortalecimiento de nuestros lazos de afecto y colaboración, de verdadera ayuda mutua, sin la ominosa presencia de ningún imperio.

A todos los participantes los saludamos con respeto y regocijo, porque somos conscientes del papel que juega ya CELAC, en esta nueva América Latina y el Caribe que se dibuja en el horizonte cercano, como un consistente interlocutor en los diálogos por la paz y la economía mundiales, libre de agresiones, de imposiciones brutales, de bloqueos o mandatos inapelables.

Bienvenidos a Nuestra Patria.

 

Enviado a SURCOS Digital por Carlos Luis Chacón Salas.

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Convocatoria de las fuerzas sociales y populares de San Ramón y Occidente al Encuentro de los pueblos en apoyo a la CELAC

Convocatoria de las fuerzas sociales y populares de San Ramón y Occidente al Encuentro de los pueblos en apoyo a la CELAC

Nos unimos a la convocatoria nacional al Encuentro de los pueblos en apoyo a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).

Estamos por la integración latinoamericana y Caribeña y nos sumamos a los movimientos populares y sociales que abogan por la unidad de los pueblos, en la lucha frente a las amenazas neocoloniales y ante los desafíos de la solidaridad.

Consideramos de crucial trascendencia la realización en San José Costa Rica de la III Cumbre de la CELAC, los días 28 y 29 de enero de 2015.

Coincidimos en la relevancia histórica de la nueva integración continental siguiendo el pulso de los tiempos de cambio, que sustenta el advenimiento de un profundo proceso de emancipación de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.

Los pueblos de América Latina y Caribeños han venido despertando desde las gloriosas luchas liberadoras del siglo XVIII, XIX y XX. Las batallas independentistas primero y los movimientos de liberación y antiimperialistas después.

La Patria Grande que anunciaran Miranda, Simón Rodríguez y Bolívar; aquella “Nuestra América” del ideario y los combates de José Martí y que es la América nuestra de hoy en constante rebeldía y lucha por su segunda independencia, se yergue altiva y digna moldeando su unidad bajo principios de soberanía, autodeterminación, solidaridad, complementariedad y cooperación.

Fieles al ejemplo internacionalista y solidario de Marcial Salas Blanco los movimientos, colectivos, organizaciones, asociaciones y foros populares, sociales sindicales, comunales, estudiantiles, agrarias, obreras y culturales de San Ramón y Occidente; manifestamos nuestra alegría por la consolidación de la CELAC como mecanismo de integración regional, que respetando la diversidades políticas y filosóficas de sus Estados miembros, aboga por la unidad y la solución de sus problemas en forma autónoma y sin la injerencia de la política hegemonista del poderío neocolonial.

La CELAC es un paso decisivo en ese camino de unión labrado por la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), UNASUR, PETROCARIBE, El Banco del Sur, TELESUR y el SUCRE. Con seguridad los sueños de Carmen Lyra, Rafael Ángel González, Carlomagno Araya, el Maestro Arancibia, y Carlos Luis fallas se están realizando.

Expresamos nuestra decisión de participar en el Encuentro de los pueblos a realizarse en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio de la Universidad de Costa Rica, el día 28 de enero de 2015, en celebración y apoyo a la cumbre de la CELAC.

Es nuestra decisión divulgar los objetivos de la CELAC y la importancia de su contribución al desarrollo de una cultura de soberanía, paz, cooperación, solidaridad, amistad y lucha por los derechos fundamentales de los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.

Exhortamos al gobierno de Costa Rica a difundir los propósitos de la III Cumbre de la CELAC y su trascendencia para el pueblo de Costa Rica.

Invitamos al movimiento popular, indígena y social costarricense a incorporarse a las actividades del Encuentro de los pueblos en apoyo a la CELAC.

Saludamos a todas las delegaciones oficiales y Jefes de Estado que engalanarán nuestras tierras con su presencia, y particularmente, abrazamos a las compañeras y compañeros que nos visitarán en representación de los partidos políticos, organizaciones populares y autóctonas en movimiento desde el río Bravo hasta la Tierra del Fuego.

Hacemos un llamado a la ciudadanía ramonense, de la región de Occidente y de todo el país a incorporarse desde su lugar de trabajo, estudio, reflexión y lucha a las acciones relacionadas con la III Cumbre de la CELAC, a estar en comunión con las actividades hacia el Encuentro de los movimientos sociales por la integración Latinoamericana y Caribeña en respaldo a la CELAC.

 

Viva la CELAC

Viva la unidad de Latinoamérica y El Caribe

Viva la Patria Grande de Nuestra América

Viva la solidaridad antiimperialista, la paz, la unidad y la amistad

 

Coordinación Unitaria del movimiento popular y social ramonense.

 

Enviado a SURCOS Digital por Graciela Blanco.

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