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Etiqueta: CENARE

Carta del doctor Juan Jaramillo Antillón sobre los increíbles problemas de las personas con discapacidad del país – la desaparición del CENARE

SURCOS comparte la siguiente carta que el doctor Juan Jaramillo Antillón, exministro de Salud envió a la Academia Nacional de Medicina y Cirugía:

Sobre los increíbles problemas de los enfermos discapacitados del país – la desaparición del CENARE

Señores miembros de la Academia Nacional de Medicina y Cirugía

Considero necesario hacer las siguientes anotaciones en relación al grave problema que los jefes de servicio del CENARE, nos presentan a través del Dr. Federico Montero. Tal vez ustedes con mayor conocimiento del problema se pronuncian. Se muy bien que muchos distinguidos miembros de la Academia trabajan en la CCSS, sería interesante escuchar su opinión.

LA CCSS, NO ES, SOLO LA PRESIDENCIA EJECUTIVA O LAS GERENCIAS O A LA ADMINISTRACIÓN, O INCLUSO LOS JEFES, O SUS MEDICOS Y OTROS PROFESIONALES Y TRABAJADORES DE LA INSTITUCIÓN, O SUS PLANTAS FÍSICAS. LA CAJA SOMOS TODOS, EN ESPECIAL, LOS QUE DE ALGUNA MANERA CONTRIBUYEN A SOSTENERLA COMO SON LOS TRABAJADORES Y SUS PATRONOS, Y LOS PACIENTES A LOS QUE SE LES BRINDAN SERVICIOS. Por esa razón debemos opinar sobre los problemas de la institución buscando mejorarla si tenemos la razón. Por ello las autoridades de la Caja deben escuchar a quienes presentan objeciones por sus servicios.

1-Como señalaron, el CENARE fue convertido en un hospital para atender enfermos de la pandemia viral. Se canceló toda actividad de su área, incluyendo no solo a los discapacitados que requerían consulta o rehabilitación, sino algo más grave e injusto, la atención muy especializada de cientos de enfermos con patologías neuro-musculo-esquelético, que urgían ser internados y operados. O sea, la Institución prefirió atender a unos pacientes con una enfermedad, pero a otros no. el CENARE prácticamente desapareció.

2-Se muy bien que esto fue al principio un problema hospitalario no solo para Costa Rica, sino mundial. Pero, después, se debió realizar una buena organización con división de áreas, en todos los hospitales del país para atender, por un lado, a los enfermos contagiados por este virus y por otro lado continuar atendiendo a los enfermos usuales. Pero esto no parece haber sucedido “rápida y adecuadamente” en la CCSS.

3-El mejor ejemplo de este problema nos lo reportan los jefes del CENARE. El país tiene en el año 2021 (INEC) 5,183.038 habitantes y el sistema hospitalario de la CCSS posee únicamente 5.446 camas, cifra parecida a la que tenía cuando el país solamente tenía 3 millones de habitante. El número de camas hospitalarias de Costa Rica 1.2 camas/1000/h es apenas ligeramente superior a la que tiene Bolivia y Nicaragua y estamos por debajo de México, Colombia y Chile, y ni que decir de Canadá, Uruguay, Argentina, Estados Unidos o Cuba. Lo anterior deja ver que arrastramos un tremendo déficit de camas.

4-De todos es conocido el grave problema que tiene la Institución desde hace muchos años en relación, a la tardanza de meses o años para ser visto por diferentes especialistas, o para un estudio radiológico, endoscópico, biopsia, etc., y lo más grave, para ser internado y operado de diversos padecimientos, que le provocan a los asegurados sufrimientos o incluso la agravación de sus patologías por la tardanza. Hecho que la propia Institución incluso públicamente ha reconocido. Problema que se ha agravado con la aparición de la pandemia viral de la Covid-19, a la que por necesidad se le ha dado prioridad. Esto coloca en muchos aspectos a nuestro Sistema de Salud como los que tienen países del tercer mundo, al contrario de lo que nos jactábamos antes del año 1990., de poseer un país en vías de desarrollo y sin embargo un sistema de salud de país desarrollado.

5-Por la información que tengo muchos servicios están trabajando a media capacidad. Y los retrasos de cientos de miles de enfermos con problemas en diferentes especialidades continúan agravándose. La fuente de esto es la propia Caja.

6-No entiendo cómo, teniendo el sistema hospitalario del Seguro Social 5.446 camas y estando utilizando únicamente un promedio diario de 1300 camas para enfermos de la Covid-19, se le quitan ya no inicialmente sino por espacio de muchos meses las 88 camas que posee al CENARE, 68 para internamientos, lo que, solamente representa el 1.25% de las camas de la CCSS, y lo más graves, estas no le han sido devueltas al único hospital de rehabilitación que la CCSS posee, a sabiendas que en el país hay 670 mil personas mayores de 18 años con algún grado de discapacidad (INEC 2019) y que, solamente, tienen al CENARE como hospital de apoyo y sin siquiera una consulta externa a donde acudir, dejando así por meses de meses, a una grupo de enfermos abandonados a su suerte, ya que solo en el año 2021 han recibido 488 referencias de enfermos para ser hospitalizadas y operados, sin que eso sucediera y sin saber que le pasó a dichos enfermos. Y lo mismo sucede con los pacientes discapacitados con problemas odontológicos, muchos de ellos con dolores, que tienen 70 semanas sin que se les pueda dar atención.

Siendo yo un discapacitado que por varios años recibí una maravillosa atención en el CENARE (después de tener que dejar de recibir la misma por su elevado costo, en uno de los mejores hospitales de rehabilitación de USA), esa es una de las razones por lo que lo defiendo, aparte de ponerme en el lugar de los enfermos que requieren tratamiento ahí.

Con saludos cordiales.

Dr. Juan Jaramillo Antillón

Carta a director general del CENARE

Las jefaturas clínicas del CENARE, acudieron al director general CENARE y mediante una carta exponen lo que les aqueja desde inicios de la pandemia por COVID-19 y la subsecuente reconversión del Centro Nacional de Rehabilitación en un Centro Especializado en Atención de Pacientes con COVID-19.

En ese documento, las personas firmantes solicitan a la Dirección General del CENARE y a las autoridades de salud lo siguiente:

  1. “La enérgica posición de la Dirección Médica en el planeamiento de una fecha definitiva para el inicio de la desescalada de pacientes en CEACO, así como la elaboración de un plan de reconversión hacia el tal CENARE fortalecido, en un plazo corto de tiempo, tomando en cuenta un análisis situacional urgente de las necesidades externadas en los diversos oficios enviados a la Dirección Médica por las distintas Jefaturas del CENARE.
  2. De no tener fecha pronta, requerimos la enérgica posición de la Dirección Médica, liderando acciones necesarias, para gestionar la infraestructura accesible necesaria para cubrir la necesidad de atenciones clínicas y médicas que son propias de nuestras especialidades médicas, que actualmente no se pueden brindar en las instalaciones del INS o del edificio anexo del Hospital México, ni en las salas de operaciones prestadas por el Hospital México, tal y como lo señala claramente la Sala Constitucional en concordancia con el criterio de todas la Jefaturas firmantes”.

El documento completo se encuentra adjunto:

del 

Compartido con SURCOS por el Dr. Federico Montero Mejía.

Discapacidad: ¿Logros o Deudas?

Dr. Federico Montero Mejía

Como también ocurre en otros campos de nuestra vida en sociedad, los asuntos relacionados con las personas con discapacidad no son prioritarios y ni siquiera considerados dentro del marco de los derechos fundamentales. Pasan Presidentes, pasan Diputados, pasan Magistrados, persisten medios de comunicación y hasta Alcaldes; y las leyes y los acuerdos internacionales que todos conocen, se mantienen solo como letras que esperan ejecución.

La mirada sobre la discapacidad sigue siendo en gran medida aquella del menosprecio, de la lástima o de la sobre-valoración, aunque con excepción de algunos ocasionales destellos de reconocimiento positivo. Un ejemplo viviente es el espacio dedicado a informar sobre los Juegos Paralímpicos, que han sido considerados solo de manera ocasional en pocos medios de comunicación. Vale mencionar que dichos Juegos no son un espacio que se abrió fácilmente como un derecho para la participación de atletas con discapacidad. El camino para llegar a ello ha sido largo y marcado por grandes esfuerzos y el compromiso de seres humanos ejemplares. Sus inicios lo marcaron los primeros juegos que en 1948 se llevaron a cabo en el primer centro de atención para personas con lesión de la médula espinal en el mundo, el Hospital Stoke Mandeville en Inglaterra. Allí el pionero en la atención de personas con este tipo de lesión, al neurocirujano Ludwig Guttmann, quien por su condición de judío tuvo que emigrar a Inglaterra, organizó y desarrolló la atención de personas con secuelas de lesión de la médula espinal e incluyó el deporte como elemento esencial de la atención médica integral de sus pacientes, que eran en su gran mayoría lesionados como consecuencia de la guerra. Hasta ese entonces la mortalidad de las personas con esas lesiones era prácticamente del 100% pero él, gracias a su férrea disciplina, sólidos conocimientos y gran calidad humana, cambió ese desolador panorama iniciando y desarrollando con un paciente y una enfermera lo que en pocos años llegaría a ser el Centro Nacional de Lesiones Medulares. El deporte jugó un papel esencial en Stoke Mandevile, y este fue sin lugar a dudas un factor determinante para los excelentes resultados clínicos y sociales alcanzados por Guttmann y su equipo de trabajo. “La parálisis de la Medula Espinal no es el fin de la vida, es el inicio de una nueva vida”, expresó.

En nuestro país, quienes laboramos desde los inicios en ese maravilloso hospital fundado por un pionero nacional, el Doctor Humberto Araya Rojas: el Centro Nacional de Rehabilitación, y heredamos las enseñanzas de Guttmann, tuvimos la oportunidad de iniciar allí la atención integral de personas con secuelas de lesión medular. En el CENARE ahora en pausa por razones conocidas, existe una exitosa unidad especializada cuyo equipo de trabajo espera con ansias el momento de retomar su eficiente labor. Como bien sabemos, en el CENARE se ha ofrecido siempre una atención de gran calidad y calidez basada en el modelo bio-sico-social, a niños, jóvenes, adultos y adultos mayores con secuelas de condiciones que ocasionan discapacidad temporal o permanente. Porque ha sido destinado para otros fines desde el inicio de la pandemia, en estos momentos el CENARE no es lo que siempre fue y muchas personas han perdido la oportunidad de recibir la atención de altísima calidad que en sus seno se proporcionaba. Algunos de los atletas que hoy nos representan en los Juegos Paralímpicos en Tokio pueden dar testimonio de esa atención.

Otro elemento primordial, porque es determinante para la dignidad y la calidad de vida de muchas personas con discapacidad, es el relacionado con los productos de asistencia (Muletas, andaderas, sillas de rueda, equipos de comunicación, etc.). El poquísimo acceso que a estos tienen las personas que en el mundo los requieren es alarmante. Según el programa “Cooperación Global en Tecnología de Asistencia (GATE, por sus siglas en inglés), de la Organización Mundial de la Salud, actualmente más de un billón de personas en el mundo necesitan productos de asistencia; número que se proyecta a más del doble para el 2050 debido a los cambios demográficos y tendencias de salud, incluyendo el rápido envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades no transmisibles en el mundo. Pero solo UNA de cada DIEZ personas en el mundo tienen acceso a productos de asistencia apropiados. Resulta doloroso confirmar que muchos de los atletas provenientes de países de bajos ingresos que participan en los Juegos Paralímpicos y que dicho sea de paso son muy pocos, aprovechan dicha gesta para reparar sus deterioradas sillas de ruedas y otros productos de asistencia indispensables para su movilidad y subsistencia.

Y la deuda con las personas con discapacidad va en vertiginoso aumento, porque además de que la pobreza es la principal causa de discapacidad y más del 80% de las personas con discapacidad son pobres, la CEPAL nos indica que como consecuencia de la pandemia la pobreza en América Latina ascendió a 209 millones a finales del 2020, 22 millones más que el año anterior, y esto es apenas el inicio de índices que si tienen un fin, serán catastróficos para muchos al finalizar el 2021.

Con los recursos necesarios y oportunidades disponibles, las personas con discapacidad podrán no sólo subsistir, sino también contribuir a hacer menos pesado ese difícil panorama post-pandémico que ya es inevitable.

Producto de la presión la Caja empezó a reabrir los servicios del CENARE

  • Un logro gracias a la lucha de las personas con discapacidad, familiares y funcionarios y exfuncionarios del CENARE

Por Lic. Luis Fernando Astorga Gatjens / Dr. Federico Montero Mejía

Como se podrá recordar, hace más un año, la CCSS convirtió el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), en el CEACO (un hospital especializado para atender pacientes contagiados por el coronavirus).

Esta decisión afectó a centenares de personas con discapacidad, ya que aunque la Caja se comprometió a ofrecer alternativas de inmediato, no lo hizo. Tampoco las autoridades del CENARE exigieron el cumplimiento de tal compromiso y fueron condescendientes y pasivos ante una decisión que refleja la subvaloración, tanto de las personas con discapacidad como de los servicios de rehabilitación.

Las personas afectadas y sus familiares fuimos muy comprensivos y pacientes, ante la emergencia nacional generada por la pandemia. Sin embargo, las autoridades correspondientes no fueron respetuosas, ni se comprometieron seriamente con el derecho a la salud de las personas con discapacidad.

Ante esta situación, a inicios del mes de febrero enviamos una carta a la Junta Directiva de la Caja, suscrita por 172 personas. El ruido mediático que logró esa carta y otras acciones del personal del CENARE, hizo que la Caja asumiera el compromiso de que iba a reabrir el CENARE.

Así las cosas, aunque la reapertura de una sección del CENARE el día, 12 de abril representa un primer paso por el camino correcto de rectificación, el video producido por la CCSS para publicitar tal acción (que compartimos), pareciera indicar que la decisión ha sido solamente el resultado de una buena disposición de las autoridades, y no el resultado de las acciones y presiones ejercidas por funcionarios del CENARE, pacientes y padres de familia, y exfuncionarios de esa institución.

Las autoridades deberían de tener una conducta autocrítica y reconocer que no actuaron bien, al afectar a tantas personas que en los últimos meses requerían los servicios del CENARE y no los recibieron.

Ahora, estaremos vigilantes para que se reanuden todos los servicios. Ya lo advertimos: Si eso no se da en un tiempo razonable, nos movilizaremos y nos haremos presentes frente al edificio principal de la Caja hasta que la rectificación completa, sea una realidad.

¡Un paso de avance, pero la lucha sigue!
¡Vigilancia activa en el derecho a la salud
¡Sin acción, no hay derechos!

¿Existe el CENARE?

Dr. Federico Montero Mejía. Exdirector del CENARE

¿Es ético y cierto afirmar que el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE) está funcionando, como lo afirman repetidamente autoridades de oficinas centrales de la CCSS y del CENARE en diferentes medios de comunicación? Yo digo que no lo es, porque lo que era el CENARE está siendo utilizado en gran parte para la hospitalización de personas con Covid-19 y como bodega o inutilizada otra parte. Además, se llama CEACO, y aunque se diga que “el hábito no hace al monje”, en el caso del CENARE sí, porque lo que allí se hacía para proporcionar rehabilitación integral y de calidad, no se puede garantizar en otro sitio que no sea ese. Los profesionales de rehabilitación que laboraban en lo que era el CENARE, ahora desarrollan sus actividades en diferentes espacios físicos de los alrededores y en condiciones que no en todos los casos son las más adecuadas, para ellos o para los pacientes.

Nadie pregunta ni hace referencia al perjuicio que esto ha ocasionado a muchas personas con discapacidad, incluyendo el desalojo que también han sufrido para la atención de Covid-19 otros servicios de rehabilitación como los de los hospitales de Liberia, San Ramón, San Carlos, Heredia, Alajuela. En el Hospital de San Carlos el gimnasio de terapia física es ocupado por ginecología porque ginecología es para pacientes con Covid-19, en el de Heredia el área de consultorios y espacios de terapia es para Covid, en el de Alajuela, el Hospital de día es ahora bodega de camillas, en el Hospital de las Mujeres gimnasio de rehabilitación permanece cerrado. Tampoco existe una sola cama en ningún hospital del país, disponible para la atención de personas con lesiones o enfermedades agudas que ocasionan discapacidad y exigen atención a nivel de hospitalización.

Pienso que la verdadera realidad no se ha discutido a profundidad ni las cosas se han dicho con la claridad y sinceridad que se requiere. Sigue poniéndose de manifiesto en las autoridades, la incapacidad para comprender la importancia y la necesidad de garantizar servicios de rehabilitación integrales en todas las regiones del país, como lo establece la normativa nacional e internacional, y también se hace evidente en ellas la subvaloración que hacen de las personas con discapacidad y de la necesidad de la rehabilitación.

Se sigue ignorando que en el Siglo XXI el mundo se enfrenta a un conjunto de retos como por ejemplo el rápido envejecimiento de la población acompañado con un aumento de las condiciones crónicas y de multimorbilidad. La población mayor de 60 años proyecta duplicarse para el año 2050, en tanto que la prevalencia de enfermedades no trasmisibles se ha incrementado en un 18% en los últimos 10 años. Igualmente no hay plena conciencia de que las condiciones crónicas no solo son responsables de una significativa proporción de muertes prematuras, sino que además son causa de número significativo de discapacidades y que la rehabilitación tiene un papel crítico en la prevención y reducción las limitaciones en el funcionamiento (e,g, movilidad, cognición, respiración, visión, comunicación) asociadas con el envejecimiento y condiciones crónicas.

Tomar en cuenta las limitaciones de funcionamiento de las personas, ayuda a minimizar el impacto sobre la salud y las condiciones sociales y económicas de esta, y mejorar el bienestar (Rehabilitación 20-30 / OMS).

En un reciente estudio realizado por la OMS y el Instituto de Métricas en Evaluación en Salud, de la Universidad de Washington y publicado en línea en la revista The Lancet del 20 de diciembre, 2020; se demuestra que un tercio de la población mundial vive con una condición de salud que se beneficiaría de la rehabilitación. La lectura y el análisis de esta y otra información, quizá contribuyan a mejorar el criterio de las autoridades CCSS, en relación con la necesidad y prioridad de los servicios de rehabilitación en nuestro país.

Miles de personas con discapacidad sin servicios de rehabilitación por cierre de CENARE

Dr. Federico Montero Mejía/ Lic. Luis Fernando Astorga Gatjens

Después de casi un año del cierre del Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), miles de personas que han requerido los servicios de rehabilitación, no los han recibido del todo o lo han hecho en forma muy restrictiva.

Esta injusta situación ha sido reclamada, con respeto pero con vehemencia, por las y los 172 expacientes, usuarios y padres de niños usuarios de ese centro especializado, suscriptores de una carta dirigida a la Junta Directiva de la CCSS, fechada el día 2 de febrero del año en curso.

Los autores del presente artículo forman parte de ese numeroso grupo de firmantes, que suma cada día a más personas que hacen el mismo reclamo y que lo han venido patentizando por distintos medios.

El CENARE fue cerrado en marzo del 2020 para que la totalidad de sus instalaciones, fueran ocupadas por el Centro Especializado de Atención de de Pacientes con la Covid-19 (CEACO).

En la mencionada carta se destaca la comprensión y flexibilidad que se ha tenido ante la gravedad de la pandemia, pero ya hay un agotamiento colectivo de la paciencia y larga espera, ante el incumplimiento de la Caja, al no ofrecer las alternativas requeridas al cierre de los servicios de rehabilitación que venía prestando el CENARE. Tal fue el compromiso asumido por la entidad pero la posposición indefinida, ha sido la respuesta dominante. Y lo más grave es que este tipo de servicios también fueron cerrados en otros hospitales para ser ocupados por pacientes con Covid-19.

Subestimación de la rehabilitación

Las autoridades de la Caja y del CENARE se suman a quienes (aquí y en otros lugares del mundo), no le dan la debida importancia a la rehabilitación. Un estudio conjunto de la Organización Mundial de la Salud y el Instituto de Métricas en Salud y Evaluación (IHME) de los Estados Unidos, titulado “Estimaciones Globales de la necesidad de rehabilitación basada en la Carga Global de Enfermedad del 2019: un análisis sistemático para el Estudio de la Carga Global de Enfermedad 2019” y publicado en la revista The Lancet del 1 de diciembre del 2020 (en línea), concluye que en algún momento de sus vidas, un tercio de los seres humanos requiere servicios de rehabilitación. Si ese dato lo extrapolamos a la población actual del país, casi un millón setecientas mil personas habrán requerido o requerirá tales servicios.

Según el estudio en mención: “las estimaciones globales establecen a la rehabilitación como una estrategia clave para la cobertura universal de salud en el Siglo XXI y reta la idea de la rehabilitación como un servicio opcional que solo es requerido por una minoría de la población. Los hallazgos indican la urgente necesidad de aumentar proporcionalmente la rehabilitación, particularmente a nivel de atención primaria, para asegurar que los servicios alcancen a aquéllos que los necesitan. El estudio provee fuertes argumentos para los tomadores de decisiones de políticas para priorizar la rehabilitación y enfocar las necesidades funcionales de su población”.

El impacto negativo en su salud y su calidad de vida por no recibir los servicios requeridos, afecta a miles de personas con discapacidad. Con ello se suma un eslabón más a la situación de discriminación y exclusión múltiple, que afecta a este sector poblacional de alrededor de 900 mil personas.

En la carta también se reclama “atención intrahospitalaria, lo cual resulta indispensable para las personas afectadas por lesiones y condiciones tan serias como una lesión de la médula espinal, un trauma cráneo-encefálico, una amputación, un evento cerebro-vascular y muchas otras”.

Palabras frente a testimonios y números irrebatibles

Ni una sola persona con secuelas de una lesión aguda de la médula espinal, de un trauma cráneo-encefálico, de un evento cerebro-vascular, que en cualquier momento recibiría servicios de rehabilitación intrahospitalaria, pues constituyen una emergencia, ha podido ser hospitalizado en el CENARE. Por otra parte, este centro especializado ha venido prestando servicios de Odontología, a miles de personas con discapacidad que necesitan recibir atención y tratamiento, bajo condiciones muy específicas. Pues bien, desde hace 48 semanas tal servicio está cerrado y la Caja no ha ofrecido otra alternativa. Eso lo atestiguan miles de pacientes y familiares de niños y jóvenes con discapacidad, a quienes les urge este tipo de atención.

Por su parte, la Caja responde mediante un Twitter, publicado el 9 de febrero que “El Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), mantuvo la continuidad de sus servicios presenciales y virtuales a su población durante toda la pandemia y ofreció en 2020, 385 113 tratamientos de terapia”.

La cifra indicada puede conducir a interpretaciones erróneas, pues una sola persona puede recibir más de un tratamiento de terapia. En todo caso, los números que fijan la afectación por no recibir la rehabilitación requerida así como múltiples testimonios de las centenares de personas afectadas, contradicen lo que expresa la Caja. Pareciera que quien escribió ese Twitter vive en un país paralelo y no el de la mayoría de los costarricenses, particularmente, las personas con discapacidad.

Acciones a desarrollar

Lo que se está exigiendo es “que la CCSS encuentre a la mayor brevedad alguna alternativa que garantice los servicios de rehabilitación integrales a los miles de habitantes de nuestro país que requieren de dichos servicios de manera urgente e integral”. Simplemente, no más palabras sino hechos concretos e impostergables.

Quienes participamos de este reclamo colectivo, demandamos asimismo una respuesta seria de las autoridades de la Caja. La Junta Directiva de la institución es la que debe responder a la citada misiva ofreciendo soluciones concretas tanto a las y los pacientes del CENARE como el de los otros hospitales donde también se suspendieron los servicios de rehabilitación.

Otro temor que ha venido ganando terreno entre las y los reclamantes es que cuando sea superada la pandemia, el CEACO no vuela a reconvertirse en el CENARE, que es el único hospital nacional en rehabilitación. El Dr. Román Macaya, Presidente Ejecutivo de la CCSS, asumió tal compromiso el 29 de mayo del 2020, en el marco del Día Nacional de las Personas con Discapacidad. Sin embargo, ante el incumplimiento de los compromisos de la institución –como lo estamos demostrando—esa preocupación cobra pleno sentido.

Por ahora, se está en espera de una respuesta pronta de la institución, que esté a la altura de la dignidad y seriedad de los reclamos de las y los peticionarios. Empero de no ofrecerse esa respuesta con las justas soluciones exigidas, se desarrollarán otras acciones; entre las que se destacan: una, un recurso de amparo ante la Sala Constitucional y dos, la presentación de una denuncia ante el Comité de Naciones Unidas que supervisa el cumplimiento de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad (CDPD).

Tales acciones se amparan en muchos instrumentos jurídicos, pero destacamos dos, a saber:

La ley 7600 que establece en su Artículo 33, que “La Caja Costarricense de Seguro Social y el Instituto Nacional de Seguros deberán ofrecer servicios de rehabilitación en todas las regiones del país, incluyendo servicios a domicilio y ambulatorios. Estos deberán ser de igual calidad, con recursos humanos y técnicos idóneos y servicios de apoyo necesarios para garantizar la atención óptima”.

Por otra parte, la CDPD indica en su artículo 25: “Los Estados Partes reconocen que las personas con discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación por motivos de discapacidad. Los Estados Partes adoptarán las medidas pertinentes para asegurar el acceso de las personas con discapacidad a servicios de salud que tengan en cuenta las cuestiones de género, incluida la rehabilitación relacionada con la salud…”. Asimismo el artículo 26 del mismo tratado internacional regula todo lo concerniente al derecho a la habilitación y rehabilitación.

En general, las personas afectadas por el incumplimiento de la CCSS y, especialmente, las personas con discapacidad, contamos con argumentos sólidos para demostrar nuestros asertos y para ganar las acciones judiciales, que hayamos de emprender. Sin embargo, esperamos que impere el compromiso institucional y en la Caja, los hechos le ganen a las palabras y compromisos incumplidos para evitar recurrir a las vías jurisdiccionales.

Costa Rica en el año de su bicentenario, lo demanda y se lo merece.

(9 de febrero, 2021)

 

Imagen tomada de: https://www.ccss.sa.cr/

Enviado a SURCOS por Luis Fernando Astorga.

172 ex pacientes del CENARE suscriben carta a la Junta Directiva de la Caja por el incumplimiento a la Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad (Ley 7600)

Como saben el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE) fue transformado por la CCSS, en el CEACO, un centro especializado para pacientes con Covid-19. Este cambio se dio desde marzo del 2020. La Caja planteó que habría soluciones alternas para las y los pacientes que requerían los servicios de rehabilitación. Sin embargo, eso no se ha dado y con ello, hay una severa afectación a miles de personas con discapacidad.

Es por ello que la semana pasada, 172 ex-pacientes del CENARE suscribimos una carta dirigida a la Junta Directiva de la Caja. Reclamamos que hemos sido comprensivos ante la grave situación de emergencia sanitaria, generada por la pandemia, pero que la institución ha dejado en el abandono a personas que siguen requiriendo esos servicios, y con ello se viola el derecho a la salud y la rehabilitación. Es decir, otra situación de discriminación e injusticia social.

Esta situación refleja la grave situación que enfrentan las personas con discapacidad. Este es un problema puntual en el derecho a la salud y la rehabilitación. Pero el aislamiento por la imposibilidad de acceder a las TIC, el problema de la educación, del empleo, forman un conjunto de situaciones graves y de derechos que se violan.

Por último, en la carta se hace un llamado a la reflexión por los perjudiciales impactos a la salud que puede llevar a cabo la desatención de personas con diversas deficiencias, además señala la posición del país y el sistema de salud, con respecto al incumplimiento de la normativa legal e internacional que establece la Ley de Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad (Ley 7600).

Adjuntamos el documento oficial:

 

Compartido con SURCOS por Luis Fernando Astorga.