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Etiqueta: contaminación

La exploración y explotación de hidrocarburos en Costa Rica no es sostenible

Imagen de Gobierno de México. Tomada de Pressenza.com

Recientemente, la Unión Costarricense de Cámaras de la Empresa Privada (UCCAEP) hizo una propuesta al presidente de la República para que emita un decreto ejecutivo que suspenda la moratoria petrolera y así, reactivar la exploración y explotación de hidrocarburos (petróleo y gas natural) en el país.

Se trata de un asunto recurrente que es de interés de todos los costarricenses pues, desafortunadamente, se vende la idea de que con la hipotética extracción de estos recursos el país obtendrá “dinero fácil y abundante” y con ello vencerá la pobreza y se hará casi tan rico como Noruega.

Algo que, como hemos dicho, resulta un irrespeto muy serio a la sociedad costarricense y en particular a la gente más pobre y necesitada, pues les crea falsas expectativas que no se van a cumplir. Algo que no resulta para nada justo ni necesario.

Lo que propone la UCCAEP: se emite un documento titulado “Propuesta de UCCAEP para una política energética equilibrada”. El gestor principal de la propuesta es el Dr. Roberto Dobles, exministro de Ambiente y Energía de la administración Arias y quien es coordinador de la Comisión de Energía de la UCCAEP.

La propuesta encuentra fundamento en el hecho de que los vehículos pueden transformarse para que en vez de consumir derivados del petróleo puedan consumir gas natural. Se indica que, con esto, se mejora la sostenibilidad ambiental del país, pues se reducen las emisiones.

Además, se señala que el quemado del gas natural es más barato que quemar petróleo, por lo que el cambio produciría una menor inversión.

La eventual extracción de los hidrocarburos la tendrían que realizar empresas petroleras trasnacionales. Se indica que estas empresas tendrían que pagar renta y otros impuestos que generarían ganancias para el Estado.

Según la UCCAEP los yacimientos potenciales en Moín, Limón y Río Blanco en el Caribe podrían generar hasta $251 mil millones, monto que mayoritariamente se llevarían las empresas petroleras extranjeras. Detallamos aquí por qué razón.

Elementos a considerar: ante esta posición, se hace necesario, presentar argumentos técnicos de contrapeso que sirvan a las autoridades de gobierno para tomar la decisión más sabia y equilibrada posible.

Estos argumentos se presentan en razón de la experiencia del autor como geólogo de exploración petrolera de RECOPE por cerca de 15 años y, también, por ser uno de los autores responsables de compilar la información técnica petrolera obtenida de casi un siglo de exploraciones petroleras realizadas en el país durante el siglo XX. También, por la experiencia del autor en hidrogeología ambiental y en evaluación de impacto ambiental.

Así las cosas, recomendamos considerar los siguientes argumentos técnicos:

En Costa Rica no existen estudios científicos serios y avalados por las autoridades técnicas de gobierno o pares o de entes académicos que demuestren fehacientemente la existencia de yacimientos probados de hidrocarburos en territorio nacional.
Existen datos de valoración potencial que tienen más de 30 años de antigüedad y son solo una posibilidad para atraer empresas petroleras a realizar exploración en el país. Lo que existen son especulaciones sin pruebas revisadas.

Este elemento es muy importante, pues de especular un eventual volumen de yacimientos, es fácil pasar a estimar el valor comercial del mismo. De allí sale esa cifra de $251 mil millones, es decir, de un dato especulativo y de potencial que no está fundamentado de ninguna manera en datos de reservas probadas y comprobadas. Por esta razón, estos números deben manejarse con suma precaución.

El costo de las tareas de exploración de hidrocarburos es muy oneroso, del orden de decenas a cientos de millones de dólares por año. El país no podría asumir esos gastos en actividades de exploración para saber si es cierto o no si existen yacimientos potencialmente explotables.
Se debe recordar que durante casi todo el siglo XX se realizaron actividades de exploración de hidrocarburos por diferentes empresas petroleras sin ningún éxito. Esto se debe a que geológicamente Costa Rica es un país muy complejo y por eso no es un país atractivo para realizar actividad petrolera.

Costa Rica es un país producto del choque de placas tectónicas, por lo que tiene muchas fallas geológicas por donde el petróleo o el gas natural que se pudo generar podría haberse perdido por su salida a la superficie. Para colmo de males, tiene mala calidad de rocas reservorio, debido a que las arcillas, que sellan los poros de las rocas, son un mineral abundante.

En el planeta Tierra existen reservas de petróleo hasta el 2070 aproximadamente y de gas natural hasta el 2090 o 2100. Hay muchos hidrocarburos disponibles y no se ocupa encontrar más yacimientos.
Lo que se ocupa es dejar de usarlos, es decir, descarbonizar la economía y cumplir el Acuerdo de París del 2015, el cual el país suscribió.

Además de esto, la eventual extracción del petróleo o del gas natural dependerá del tipo de yacimiento, su profundidad y naturalezas de los hidrocarburos. Dependiendo de esto, el costo de la extracción puede ser más alto que el promedio y sus impactos ambientales pueden ser muy significativos. Esto no se sabrá hasta identificar un yacimiento, pero en un contexto geológico como el de Costa Rica y por la experiencia de la exploración petrolera realizada en el siglo XX, es una posibilidad real.

En caso de realizarse actividad petrolera en el país, tendría que ser por medio de concesiones a empresas petroleras extranjeras, las cuales tendrían que hacer la inversión en exploración y, dado el caso, de la explotación, por lo que ellas se llevarían la mayor parte del recurso y sus ganancias (hasta el 85% del total).
De manera que al país solo le quedaría muy poco del recurso, con el agravante que nos quedarían los impactos ambientales que se produzcan por contaminación, cuya remediación no se pagaría con las ganancias obtenidas.

Las experiencias en países tropicales, es que la remediación de los impactos ambientales producidos por la actividad petrolera, por lo general, es más costosa que el beneficio económico que deja. Así no es negocio, pues las empresas petroleras se llevan las ganancias y a nosotros nos toca lidiar con los problemas ambientales y sociales que se derivan.

Los lugares donde la UCCAEP dice que podría haber hidrocarburos son zonas de bosques biodiversos con acuíferos en el subsuelo o áreas marinas con gran biodiversidad y muy sensibles desde el punto de vista ambiental.
Son de gran riqueza ecológica y habría que sacrificar esos recursos para sacar petróleo o gas natural para el beneficio mayoritario de una o varias empresas petroleras extranjeras. Destruir la biodiversidad no es negocio para Costa Rica.

Existen otras alternativas para el alto consumo de hidrocarburos que tiene el país y consiste en el desarrollo de combustibles alternativos como los biocombustibles o el hidrógeno verde.
También se podría impulsar la geotermia de baja y media entalpía en todo el país, algo que hemos descuidado por años y que debería ser impulsado para que sea el sector privado el que lo aproveche. Esta energía geotérmica puede aportar la energía eléctrica que necesita un parque automotor eléctrico, por lo que no es necesario el uso de gas natural.

Estas actividades dejarían beneficios económicos directos al país y mayores que los que dejaría el arriesgarse a empezar una incierta actividad petrolera.

Finalmente, el país tiene una importante imagen ambiental ante el mundo y eso es causa de que se tenga mucho turismo que es la primera fuente de ingresos del país y, además, una gran reputación en materia ambiental en todo el mundo.
Aventurarse con el tema de hidrocarburos en medio de una enorme Crisis Climática en el planeta dejaría la reputación internacional del país por los suelos.

No debemos olvidar que conforme pasa el tiempo, más se agrava la situación de Cambio Climático y más intensos son los efectos de éste. Costa Rica es un país altamente vulnerable a la Crisis Climática. Desde este punto de vista, el que el país se abra a la exploración y muy, pero muy eventual explotación petrolera, resulta altamente contradictorio, en particular, porque esa actividad no es parte de su modelo de desarrollo económico.

Costa Rica tiene otras alternativas para impulsar su desarrollo económico. Por medio de una correcta planificación y gestión de su territorio, puede potenciar el uso sostenible de sus bosques, biodiversidad, suelos para producción regenerativa, potencial geotérmico y riqueza hídrica, a parte del potencial que tienen sus mares.

Así las cosas, ponerse a revivir una actividad que no se necesita y que debemos dejar en el pasado, no es para nada recomendable.

El autor es geólogo ambiental. Fue geólogo de exploración petrolera para la Refinadora Costarricense de Petróleo entre 1984 y 1999. Ex secretario General de la SETENA. Catedrático de Sedimentología y Geología Ambiental de la Universidad de Costa Rica hasta el 2019. Es Doctor en Ciencias Naturales y consultor ambiental en evaluación ambiental, ordenamiento ambiental del territorio, planificación territorial, gestión del riesgo e hidrogeología ambiental.

 

Compartido con SURCOS por Gerardo Badilla.

Fuente: https://www.pressenza.com/

La Tierra, el planeta que todos deberíamos salvar

Alberto Salom Echeverría

(En honor al día de la Tierra)

“Ver a la Tierra tal como es realmente,

pequeña y azul y hermosa en ese silencio

eterno en el que flota, es vernos a nosotros

unidos como tripulantes de esa Tierra,

hermanos en esa brillante belleza

en el frío eterno; hermanos que ahora saben

que verdaderamente lo son.”

Archibald MacLeish.

Archibald MacLeish, poeta inmenso, poeta verde que un día después de que se hubiese tomado una de las fotografías más hermosas jamás vista antes, al menos por la inmensa mayoría de los seres humanos, escribió inspirado, tras haber divisado en una impresión fotográfica majestuosa, al planeta Tierra en todo su esplendor, en su magnífica belleza, las palabras que he estampado al inicio de este ensayo. Esas palabras son por tanto, el producto de una mente sensible y privilegiada como la del poeta MacLeish. Hago una digresión que me aparta someramente del propósito de este ensayo, con el fin de presentar al poeta y su ambiente. MacLeish es de origen estadounidense nacido en Glencoe, Illinois en 1892 y fallecido en Boston en 1982. Se formó como profesional primero, nada menos que en la Universidad de Yale, y luego, como si no hubiese tenido suficiente con ello, estudió también en la Harvard Law School. Apertrechado de suficientes conocimientos e inspiración lírica, debió migrar a París, adonde se radicó junto al círculo de literatos expatriados de los Estados Unidos, de la talla de Gertrud Stein, Ernst Hemingway, F. Scott Fitzgerald, y John Dos Passos. Por añadidura, compartió su experiencia literaria, artística y de vida, con el pintor cubista francés Fernand Léger, con el prolífico poeta, dramaturgo, pintor y director de cine Jean Cocteau y el gran pintor español, del movimiento artístico cubista igual que Léger; también departió con Pablo Ruiz Picasso, a quien hemos conocido como Pablo Picasso. Pintor excelso, pacifista y comunista a la vez. Creador por supuesto de “El Guernica” en 1937, su obra más famosa.

“El Guernica”, contiene una combinación de elementos cubistas y expresionistas que la han hecho única en su género. Aunque hay versiones variadas acerca de qué trata la obra, la más difundida cuenta que Picasso se inspiró en un episodio de la Guerra Civil española, en el que, la población de Villa Vasca, Guernica, fue bombardeada por la “Legión Cóndor” de la aviación Nazi, apoyada por la aviación italiana del creador del fascismo, Benito Mussolini. Hubo 127 fallecidos, lo que conllevó la indignación popular e internacional. Otra versión apunta más bien a que el Guernica es una obra autobiográfica. Lo cierto del caso es que, todos ellos fueron los amigos y contertulios del sensible poeta MacLeish. (CFR. https://www.culturagenial.com/es/cuadro-guernica-de-pablo-picasso/)

Volviendo al cause, no pretendo reemplazar con lo dicho, la magnífica fotografía que fue la que inspiró a nuestro poeta. Cuánto me gustaría que el periódico La República en su versión digital, pudiese insertar la fotografía mencionada, perteneciente, de acuerdo con Al Gore, al novel astronauta Bill Anders. (Cfr. Al Gore. “Una Verdad Incómoda.” Editorial Gedisa S.A. Barcelona, España, 2007: Tengo el placer de tener la edición).

Aquel fue, el primer instante en el que la nave, el Apolo 8, dejó atrás la fase oculta de la Luna. La que jamás un ser humano había divisado. Los astronautas a bordo, según lo planeado, se habían insertado en ella, provocando que, hasta los principales responsables del viaje espacial en tierra, hubiesen prácticamente llegado a perder el aliento, porque como es obvio, perdieron el menor contacto con sus compañeros, incluidas por supuesto, las ondas de radio… De pronto, aparecieron de nuevo en plenitud de condiciones, aquel fue el momento preciso en el que, a la tripulación le apareció de súbito la visión más excelsa que nunca habían experimentado: El planeta Tierra en toda su magnífica majestad. Poco después este se convirtió en un nuevo trance que dejó atónitos a todos, en cuanto la primera toma llegó hasta la retina de los científicos en primer lugar y luego, del mundo entero.

El acontecimiento marcó un antes y un después para la mayor parte de la humanidad. No tengo mejores palabras para expresar el salto cualitativo que dio la conciencia humana, que retrotraer la forma como lo expresó en su impecable libro Albert Gore. Antes de citarlo debo decir que, Albert Gore se desempeñó como vicepresidente de los Estados Unidos primero y fue candidato a la presidencia después, en el año 2.000. Muchos entendidos en el proceso electoral de los EE. UU. sostienen fehacientemente, que esas elecciones fueron fraudulentas contra Al Gore; de cualquier manera que haya sido, es por entero cierto que, en el voto popular, Gore superó a George W. Bush. Por otra parte, Gore también fue galardonado al Panel de las Naciones Unidas sobre el clima (IPCC), por sus esfuerzos en contra del calentamiento climático, y finalmente, lo nombraron premio Nobel de la Paz en el 2007. El exvicepresidente expresó ese salto portentoso que dio la humanidad de la siguiente manera: “…dos años después de que se tomara esta fotografía, nacía el movimiento ecologista. Ley del Aire Limpio (Clean Air Act.), la Ley del Agua Limpia (Clean Water Act.), la Ley de Política Medioambiental Natural (Natural Environmental Policy) y el primer Día de la Tierra [y remata diciendo], todo ello tuvo lugar en unos pocos años a partir de que viéramos esta fotografía por primera vez.” (Ibidem.) Todo lo que acabo de citar, ocurrió en los Estados Unidos, pero, poco después tuvo un gran impacto en el mundo entero.

En realidad, fue más que eso; se consumaron hechos nuevos en todo el mundo, producto de una nueva conciencia universal. Surgieron como nunca librerías por doquier, para alimentar la cultura; cundieron científicos, unos ciertamente se pusieron al servicio de las grandes empresas transnacionales, irremediables depredadoras del mundo por su industria extractiva de hidrocarburos, las cuales solo pueden producir “progreso” jalonado a la vez de una contaminación sin precedentes: el dióxido de carbono o gases de efecto invernadero; pero por otra parte, proliferaron en todas las universidades, los que con sus investigaciones desarrollaron el conocimiento de la ecología, de la industria limpia, los protectores de los mares, los que nos han hecho ver el papel que juegan los bosques exuberantes y los océanos limpios en la regeneración del planeta. Otros nos han hecho ver que existe la posibilidad de un desarrollo sostenible o sustentable con la Naturaleza.

Sin embargo, pocas cosas son tan volátiles y evanescentes como la conciencia. Ella alcanza un determinado umbral de desarrollo, para luego, estancarse por mucho tiempo, o bien retroceder total o parcialmente. Esta conciencia empezó paulatinamente a percatarse en unos lugares más apresuradamente que en otros, del inmenso poder acumulado por el ser humano merced al desarrollo de la tecnología, hija a su vez del modelo industrialista en su fase más desenfrenada. Hay que decirlo claramente, el “progreso” humano, escrito así entre comillas, hijo de ese industrialismo, ocurrió ciertamente primero y de la manera más connotada en el sistema capitalista voraz, pero también se produjo en un sistema socialista (el llamado “socialismo real”), que tampoco supo o no quiso poner freno a la forma como aquel “progreso” creaba por un lado bienestar, sobre todo en los sectores más opulentos de la sociedad contemporánea, mientras por otro lado, fue consumiendo cada vez más, y aun no se ha detenido, de manera desaforada la mayor riqueza del planeta: sus océanos que, junto a los bosques habían sido proveedores perennes del oxígeno limpio, imprescindible para la vida de todas las especies.

Me pregunto todos los días de mi vida, desde que cobré conciencia del embrollo universal en el que estamos sumergidos por el calentamiento global y el cambio climático, ¿cómo salvar a este planeta azul inigualable que nos da la vida? ¿Cómo redimirlo de la destrucción a la que lo venimos sometiendo con rapidez, esta vez a causa de nuestra forma de producir y convivir, de las guerras que no cesan, de la indolencia con la que una gran parte de la humanidad se sigue comportando ante las secuelas del calentamiento global, a pesar de que la amenaza de poner en severo riesgo la vida en su integralidad, la tenemos a la vista, treinta años no más? Pienso con frecuencia que, como humanidad, estamos de espaldas a una realidad compleja, por lo que no hemos tomado buena cuenta del enorme peligro que tenemos enfrente, nada menos que la posible extinción de la vida, sobre la Tierra. La vida en ella debemos salvarla entre todos. Corresponde decirle al poeta Archibald MacLeish, no nos estamos viendo como tripulantes unidos de esta Tierra, aún no. Tampoco nos sentimos hermanos en esta brillante belleza, en el frío eterno. ¿Podremos llegar a sentirnos hermanos alguna vez, para enfrentar la terrible amenaza de nuestra extinción como especie?

Una absurda propuesta

Freddy Pacheco León

Ni Costa Rica está flotando en petróleo, ni estamos respirando el contaminante gas metano.

¡No existe ni un yacimiento comprobado, ni viabilidad de encontrar uno!

Todo es un «cuento chino» de sus promotores, dispuestos a «vender la idea» a algún interesado en jugarse una lotería.

Olvidan que la belleza natural de nuestras playas y áreas marinas, y la extraordinaria biodiversidad que enaltece al país, además de constituir una gran riqueza en sí misma, sustentan una industria turística que es la mayor fuente de empleo y de divisas, y que ha de cuidarse de cualquier amenaza, como la que significan los desastres petroleros.

¿En cuál zona costera, por ejemplo, querrían unos pozos petroleros? ¿En Guanacaste o en el Pacífico sur? ¿En el Pacífico central o en el Caribe?

Comunidad solicita ayuda para recolectar residuos en el río Lagarto

La comunidad organizada de Orocu realiza diferentes actividades de recolección de residuos sólidos en el río Lagarto. 

Debido a la cantidad considerable de residuos que contaminan este río, vecinos de la comunidad se encargan de limpiar de lunes a viernes. 

Ante la escasez de bolsas solicitan ayuda para continuar con las actividades de limpieza.

¡Del Monte, fuera del Territorio bribri de Salitre!

El pasado lunes 27 de marzo a las 11:00 am hubo un plantón frente a las oficinas de “Del Monte Foods, Inc.” en Barrio Tournon, San José, esto es parte de un esfuerzo colaborativo entre diferentes organizaciones para denunciar a la Corporación que, registraba bajo el nombre PINDECO, cultiva 4000 hectáreas en el cantón de Buenos Aires, generando la usurpación ilegal de territorio de la comunidad bribri de Salitre.

En la carta se expone lo siguiente: “Por la injusticia histórica y como respuesta al colapso ambiental provocado por la deforestación, contaminación y la ocupación de tierra indígena por corporaciones agrícolas masivas cómo Del Monte Foods, Inc., exigimos a Del Monte/PINDECO a desalojar el territorio indígena Bribri de Salitre, y hacer entrega pública de las tierras ancestrales a sus únicos y legítimos propietarios: los pobladores originarios”.

Se adjunta la carta enviada a Jorge Peláez, vicepresidente de Del Monte Foods, Inc.

Organizaciones que se suscriben al comunicado:
Frente Tierra
FECOU
Iriria Sótchök
Consejo Iriria  Ajkönuk Wakpa
Consejo Iriria Sātkök
Juventud del Frente Amplio
Juventud Vanguardista Costarricense-JVC
CLSS
ACODEHU
Colectivo Autónomo Humanista


Sr. Jorge Peláez
Vice Presidente, CECAB
Del Monte Foods, Inc.
San José, Costa Rica

Señor Peláez:

Sirva la presente para informarle que las organizaciones abajo firmantes emprendimos una campaña para exigirle a Del Monte y su subsidiaria PINDECO abandonar definitivamente el territorio Bribri de Salitre, Buenos Aires, Costa Rica, ubicado al este de la quebrada Sëmbla o Sebror y que retiren cualquier derecho de propiedad sobre las tierras Bribris, y cualquier reclamo legal sobre dicho territorio y en contra de cualquier persona recuperadora de ese territorio.

Los territorios indígenas fueron modificados vía decretos ejecutivos en Costa Rica y no mediante un proceso de consulta popular como norma el Convenio 169 de la OIT. Las demarcaciones, hechas por el Estado, dejaron a las comunidades indígenas aisladas, desprotegidas y fuera de sus territorios. Desintegraron al Pueblo Bribri de Salitre y ese proceso de desintegración benefició a terceros como es el caso de PINDECO/Del Monte. Esta empresa hoy explota y lucra con las tierras ubicadas al noroeste del territorio. PINDECO es subsidiaria de propiedad total de Del Monte y controla aproximadamente 4.000 hectáreas de fincas de piña en Buenos Aires de Puntarenas, y en zonas consideradas de ancestrales. Desde 1978, PINDECO/Del Monte viene esquilmando los bienes comunes en la zona, contaminando suelo, ríos y aguas subterráneas, ha acabado con la biodiversidad, y ha cercado de piña y precarizado los territorios indígenas.

Por la injusticia histórica y como respuesta al colapso ambiental provocado por la deforestación, contaminación y la ocupación de tierra indígena por corporaciones agrícolas masivas cómo Del Monte Foods, Inc., exigimos a Del Monte/PINDECO a desalojar el territorio indígena Bribri de Salitre, y hacer entrega pública de las tierras ancestrales a sus únicos y legítimos propietarios: los pobladores originarios.

Atentamente, esperando su respuesta somos,
frenteTIERRA, info@frentetierra.org
FECOU, ecologista.ucr@gmail.com
Comité de Solidaridad con los Pueblos Originarios Iríria Tsöchok
Concejo Iríria Ajkönúk Wakpa
Consejo Iríria Sätkök

Ecuador es denunciado ante la CIDH por sus intromisiones en el caso Chevron

Este lunes 20 de marzo de 2023, las/os afectadas/os por las operaciones de Chevron (Texaco) en el Ecuador recurrieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar que el Gobierno de Ecuador obstaculiza y pone en riesgo la ejecución de la sentencia y la reparación de las zonas afectadas por la contaminación provocada por los procesos extractivos implementados por Chevron en las provincias de Orellana y Sucumbíos.

Lago Agrio, 21 de marzo de 2023. Han pasado más de 30 años desde que inició el juicio contra Chevron y 11 años desde que se ejecutó la sentencia en favor de indígenas y colonos que habitan en las provincias de Orellana y Sucumbíos. Sin embargo, pese a existir cuatro sentencias que encuentran a Chevron culpable del daño causado, la reparación no llega a los pueblos víctimas del crimen de la petrolera. Las/os afectadas/os por las operaciones de Chevron responsabilizan al Gobierno de Ecuador por haber interferido en este juicio privado para evitar que puedan ejecutar la sentencia. Son tres los elementos que señalan.

Primero, el ex Procurador General del Estado, Iñigo Salvador, envió oficios mediante valija diplomática a las Cortes de Canadá y Argentina, en donde se encontraban pendientes sendos procesos de ejecución de la sentencia contra Chevron. Como consecuencia de la interferencia del Procurador, los procesos fueron descartados. El caso fue particularmente grave en Canadá, donde estaba pendiente una decisión final de la Corte Suprema que permitiría la ejecución completa de la sentencia, pero luego de la intervención de Salvador, el caso fue archivado. Adicionalmente, el Ex Procurador General del Estado emitió una serie de declaraciones públicas, en las que parecía ser defensor de los intereses de Chevron y no del Estado ecuatoriano.

En segundo lugar, el Gobierno de Ecuador ha emprendido una campaña de persecución en contra de las/os pobladoras/es ecuatorianas/os, con la clara intención de favorecer a la multinacional. Por pedido expreso del ex Procurador del Estado, Íñigo Salvador, la Fiscal General del Estado, Diana Salazar, a mediados del año 2021 inició indagaciones contra las/os pobladoras/es amazónicas/os por un supuesto delito de cohecho, en el cual se pretende demostrar que el juez de primera instancia, Nicolás Zambrano, dictó sentencia a favor de las/os amazónicas/os por supuestos ofrecimientos de dinero al Juez.

Y tercero, desde el 2017 el Gobierno de Ecuador ha fallado en su obligación de ejercer una defensa técnica efectiva, sobre la base de la soberanía y la institucionalidad del Estado, ante el panel arbitral y ante la justicia holandesa. Los actos realizados por la defensa del Gobierno demuestran desidia y hasta negligencia.

En 2018 el Estado ecuatoriano planteó el recurso de nulidad del laudo arbitral que obtuvo Chevron el 30 de agosto de ese mismo año. Aunque la justicia holandesa todavía no ha emitido un fallo definitivo sobre el recurso de nulidad planteado por la Procuraduría del Estado, el Gobierno de Ecuador actualmente ya se encuentra ejecutando el laudo como si estuviera vigente. Justamente, es por su cumplimiento que el Gobierno de Ecuador se ha empeñado en entorpecer las acciones de cobro de los demandantes en jurisdicciones extranjeras, en las que ha intervenido sin ser parte procesal.

Estas acciones dejan en claro que el Estado y Chevron están actuando coordinadamente, y que para el Gobierno de Ecuador es más importante el cumplimiento de un laudo arbitral y la satisfacción de los accionistas de Chevron, que los derechos de sus ciudadanas/os. La intervención del Gobierno de Ecuador con la intención de evitar que las comunidades puedan ejecutar una sentencia emitida por su propio poder judicial, es contraria a las obligaciones nacionales e internacionales del Ecuador en materia de Derechos Humanos.

Pablo Fajardo, abogado de los demandantes en el caso Aguinda Vs Chevron, afirmó que es lamentable que el Gobierno del Ecuador, con la Procuraduría General del Estado, se pongan al servicio de la transnacional y pretendan desconocer una sentencia ejecutoriada del sistema judicial ecuatoriano. La sentencia que beneficia a los pueblos y a la naturaleza se basa en instrumentos jurídicos de Derechos Humanos. El laudo arbitral que beneficia a Chevron, contra Ecuador, se basa en un Tratado Bilateral de Protección de Inversiones. Este es un caso en el cual se refleja una grave disputa entre el sistema de protección del derecho económico de las empresas transnacionales, que cuentan con la complicidad de muchos gobiernos, que se ponen en contra de su propia población como es el caso de Ecuador. Ese sistema está en contra del sistema de derechos humanos que protege a los pueblos humildes de Latinoamérica. En el fondo es un abuso del derecho de las trasnacionales, que someten a los gobiernos de países pequeños en todo el mundo. Por lo tanto, este problema no es solo del Ecuador, es un problema que afecta a la humanidad, sentenció Fajardo. En ninguna parte del mundo, el dinero puede valer más que la vida de miles de campesinos e indígenas.

Donald Moncayo, coordinador de la Unión de Afectados por Texaco, alertó sobre las interferencias del ex Procurador Iñigo Salvador. Señaló que sus actos llevaron al Estado ecuatoriano a inmiscuirse en un juicio entre privados. Resulta un acto de traición que nuestro Procurador del Estado obstaculice una sentencia en favor de ciudadanos de Ecuador, que ha sido analizada y ratificada por todas las instancias judiciales de Ecuador, incluyendo la Corte Nacional y la Corte Constitucional.

Las acciones del Procurador, dijo Lidia Aguinda, una de las demandantes, traerán graves consecuencias al Estado ecuatoriano, pues está atentando contra los derechos que debe proteger de los ecuatorianos, contraviniendo así su mandato constitucional. Enfatizó que sus actos son una clara violación de la independencia judicial y mancillan la soberanía del Ecuador en favor de Chevron. Con referencia al presupuesto general del Estado, que dispone 2 mil millones de dólares para pagarle a Chevron, añadió: “Parece que el Gobierno de Ecuador está más preocupado por satisfacer a las exigencias de Chevron que las necesidades de la población ecuatoriana”.

Por su parte Elias Piaguaje, Presidente de la Nacionalidad Siekopai, afirmó que hemos luchado 30 años buscando justicia y reparación. Nos hemos envejecido en esta batalla, pero seguiremos luchando hasta lograr que se repare nuestra Amazonía. No podemos dejar un legado de muerte y destrucción a nuestras futuras generaciones.

La dirigencia de la UDAPT hace un llamado a los pueblos de Latinoamérica a unirse y levantarse en casos como estos. No se puede permitir que nuestros gobiernos den seguridad jurídica a las empresas transnacionales, y desmantelen todo el sistema de protección de nuestros derechos humanos de la Naturaleza, cuando somos agredidos por esas corporaciones. Igualmente hacemos un llamado al Gobierno del Ecuador a respetar la sentencia de la Corte Constitucional del país y a no intervenir en favor de Chevron. Por ahora confiamos que el Sistema Interamericano de Derechos Humanos nos proteja de las interferencias indebidas del Gobierno de Ecuador, le ordene reparar los derechos vulnerados, y prevenga futuras intervenciones violatorias de los derechos de las/os pobladoras/es amazónicas/os.

Comunicado comunicado UDAPT (Se adjunta PDF)

https://atalc.org/2023/03/23/ecuador-es-denunciado-ante-la-cidh-caso-chevron/

“Apoyamos la prohibición del Clorotalonil” dice la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental del MINAE

• El Clorotalonil está prohibido en 32 países por contaminar agua y por ser considerado cancerígeno.

(7 de marzo 2023) Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (DIGECA) del Ministerio de Ambiente y Energía es la instancia responsable de evaluar en términos ambientales los plaguicidas en Costa Rica. La DIGECA junto al Ministerio de Salud y el Ministerio de Agricultura y Ganadería son quienes tiene la potestad de prohibir sustancias consideradas altamente perjudiciales.

En el oficio DIGECA-143-2023 esa importante instancia señala que: “De nuestra parte, apoyamos la prohibición del Clorotalonil y el fortalecimiento de la capacidad analítica del país, aún más, conociendo que la situación de contaminación de nacientes por plaguicidas que se presenta en las ASADAS de la comunidad de Cipreses de Oreamuno de Cartago se ha presentado en otras zonas del país como en Palmira de Zarcero, Siquirres, Pital y Aguas Zarcas de San Carlos y Río Cuarto, y que la respuesta del Estado sigue siendo poco impactante en la solución del problema de contaminación de nacientes y aguas superficiales por plaguicidas.”

DIGECA se suma así a las exigencias de las comunidad de Cipreses de Oreamuno de Cartago que sufre la contaminación del agua por metabolitos del Clorotalonil en su agua. Este criterio técnico se suma al del Ministerio de Salud, el cual ha girado la Orden Sanitaria MS-DRRSCE-DARSO-OS-0087-2022, en el cual ordenó al AyA brindar agua por medio de camiones cisterna a la comunidad de más de 5.000 personas de los cantones de Oreamuno y Alvarado.

Adicionalmente la DIGECA a recomendado a las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería: “Que el SFE como autoridad competente en la gestión del uso de agroquímicos desarrolle un plan de acción para velar por el uso seguro del Clorotalonil en la zona afectada en busca de una remediación del problema de contaminación de aguas con este fungicida, el cual cuente con las acciones específicas, los respectivos indicadores que demuestren que se reduce la afectación de la población y los recursos necesarios para su ejecución. En caso contrario, proceder con el proceso de prohibición del uso de los productos que contienen Clorotalonil, siguiendo los pasos de la Unión Europea donde no se ha renovado su registro debido a que los usos propuestos han evidenciado riesgos para la salud humana y el ambiente.” Según consta en su informe técnico brindado al Despacho del diputado Ariel Robles Barrantes.

La presencia de metabolitos el Clorotalonil en el agua de Cipreses de Oreamuno ha sobrepasado en 240 veces lo permitido por la ley en Costa Rica según el último análisis publicado en enero de 2023 por el Instituto Regional en Sustancias Tóxicas (IRET) de la Universidad Nacional y avalado por el Laboratorio Nacional de Aguas del Ministerio de Salud. El Clorotalonil es un fungicida ampliamente utilizado en el país prohibido en la Unión Europea, Suiza, Reino Unido, Palestina y Arabia Saudita, cancelado en Colombia. Es considerado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) como cancerígeno.

Red de Coordinación en Biodiversidad

Extractivismos urbanos ¿De qué tratan?

Observatorio de Bienes Comunes

Al pasar de los años vemos deteriorada la calidad de vida en nuestras ciudades la contaminación y desaparición de los espacios públicos son apenas algunas de las consecuencias más visibles de algunas de las formas y modos de extractivismos que han erosionado los diversos bienes naturales, sociales y culturales presentes en las ciudades que son los tejidos que sostienen nuestras vidas.

El incremento de la “mancha gris”, es decir la urbanización descontrolada de nuestras ciudades, impulsadas por mercados inmobiliarios que financiarizan todos los espacios, pone en riesgo los diversos tejidos socioculturales y naturales que contribuyen a nuestra calidad de vida.

Menos parques, zonas verdes o lugares públicos para el encuentro y la recreación a cambio de la urbanización y la privatización de los espacios, son muestra de la tendencias, les compartimos esta infografía que busca provocar que empecemos a conversar sobre ¿Qué está pasando en nuestras ciudades?

Guerras y contaminación

Alberto Salom Echeverría

“El coste ecológico de la guerra es inmenso, pero mientras el conflicto armado siga siendo una opción viable la naturaleza seguirá pagando el precio.”

Maximilian M. Mönch, 2013

“En 2001, la Asamblea General de ONU declaró el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados el 6 de noviembre de cada año. Una fecha para reconocer y concienciar acerca de cómo los conflictos armados, las guerras y la militarización, han sido y continúan siendo algunos de los factores de destrucción ambiental más significativos.”

Los conflictos armados y la contaminación del Planeta.

Muchos fueron los conflictos armados en el siglo XIX, pero ninguno tuvo el efecto devastador de la primera y la segunda guerras mundiales del siglo XX.

El gran historiador británico Arnold Toynbee (n.1889 m.1975) describió de manera sucinta, pero certera, las características del mundo en materia económica y social, en la primera mitad del siglo XX, dijo: “…fue un período tan catastrófico y terrible como ninguna nación había conocido hasta el momento. Fue catastrófico y terrible porque, junto al enorme aumento de la riqueza, hubo un gigantesco aumento de la pobreza; y la producción a gran escala, resultado de la libre competencia, condujo rápidamente a la alienación de las clases y a la degradación de un gran número de productores.” (Cfr. Citado en: Castilla, Adolfo “La pobreza en la primera mitad del siglo XX”. Economiayfuturo.es. Diciembre 2018).

Globalmente fueron dos las causas principales que impidieron que la explosión del desarrollo industrial y tecnológico de fines del siglo XIX, se trocara en un bienestar generalizado: por un lado, el dogmatismo de la filosofía del “libre comercio” que espoleó una gran desigualdad entre naciones ricas y pobres y al interior de los países con desarrollo capitalista, favoreció la concentración de la riqueza, tanto en los países ricos como en los pobres que comúnmente conocemos como “subdesarrollados”. La “Gran depresión” iniciada en Los Estados Unidos en 1929, fue el signo que, como “ave de mal agüero”, anticipó la crisis económica mundial que se avecinaba. Combinado con lo anterior, crecieron las rivalidades entre las élites capitalistas de las principales potencias de la época. El enfrentamiento se produjo por la repartición de los recursos naturales principalmente del África y del resto de las colonias, así como por alcanzar la hegemonía en Europa. Básicamente fue debido a ello que, los círculos dominantes en el “viejo continente” no lograron evitar los enfrentamientos violentos de las dos guerras mundiales; por eso mismo, ambas estallaron originalmente y sin remedio en el continente europeo, con un intervalo de apenas 25 años entre una y otra. Por otra parte, hay que tener presente que Los Estados Unidos bajo el mandato del presidente Woodrow Wilson, pretendieron primero la neutralidad, sin embargo, en abril de 1917 entraron al conflicto del lado de las potencias aliadas, terminando de imprimirle a la primera guerra esa impronta, o carácter mundial que tuvo.

En un principio parecía que el conflicto de la primera guerra sería restringido y corto, pero se extendió por doquier hasta 1918. Su saldo fue el siguiente: treinta millones de muertos, sumando a los civiles y militares, merced a una desgastante guerra de trincheras, estacionada principalmente a lo largo de la frontera franco-alemana. Un informe certificado de la primera guerra señala las tres principales secuelas ambientales que se produjeron: 1-deformación de los territorios donde se desencadenaron batallas, como fue el caso de la colina de Mort-Homme en Francia, la cual perdió más de siete metros de altura; 2-una gran cantidad de bosques en el escenario de la guerra quedaron completamente destruidos, erosionado el suelo hasta el extremo de que los terrenos no pudieron ser habilitados para los cultivos durante mucho tiempo; 3-como se lanzó una enorme cantidad de municiones al mar, durante la guerra, cada bando intentando evitar que las municiones pudieran ser capturadas por el enemigo, la vida marina se puso en peligro, debido al componente químico explosivo del armamento, llamado “trinitrotolueno”.(Cfr. https://superscienceme.wordpress.com/2015/11/06/guerra-medioambiente/…)

Además, en 1916 hizo su aparición el primer tanque de guerra de factura británica. Fue conocido como el Mark I; se trataba de un vehículo sobre orugas, cuya presencia le dio un vuelco al estancamiento de la guerra de trincheras. La información que he consultado revela que se recurrió a ellos para combatir a muerte. Su presentación fue en “la batalla de Somme” reputada como la más larga y sangrienta de esta guerra. Se prolongó por cuatro meses y medio y dejó como saldo más de un millón de muertos en ambos bandos. La peor batalla –reza la información- en la historia de Gran Bretaña. Es mucho decir, el Mark I (como se denomina a ese tanque de guerra), no obstante, mostró debilidades, ya que algunos vehículos quedaron atascados en el campo de batalla por fallas mecánicas. Pero al mismo tiempo infundió temor en las tropas alemanas y produjo gran devastación de los campos, por ser tan pesado y majar el suelo destruyendo cualquier cultivo a su paso. (Cfr. https://www.clarin.com>internacional.)

La segunda Guerra mundial (1939-1945) fue una escalada destructiva con respecto a la primera. El número de muertos duplicó los reportados en la primera guerra mundial, números conservadores calculan que unos 55 millones de seres humanos perdieron la vida, entre campos de concentración, muertos en los campos de batalla, y la población civil que se vio afectada, principalmente tras los bombardeos, cuyo poder destructivo aumentó muchas veces respecto de la primera guerra. Algunas estimaciones que se han hecho más recientemente, mencionan la cifra de hasta 80 millones de personas que habrían perdido su vida. (Cfr. https://historia.nationalgeographic.com.es/)

En este caso, además, la contaminación fue inmensamente mayor, la tala de árboles, los incendios forestales que afectaron decisivamente la biodiversidad en todo el escenario de la guerra, que ahora se extendió a los mares ocasionando grave daño a los hábitats marinos, en una medida apenas algo menor a lo que fue la pérdida de la vida de especies de flora y fauna en la tierra. En definitiva, las armas de un poder incontrastable, como nunca se había dado, arrojaron gases tóxicos y partículas al aire y filtraron materiales pesados tanto en el agua como en el suelo. Todavía no hemos mencionado el efecto destructivo y contaminante de las bombas nucleares que fueron hechas estallar en Japón, en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, a lo cual nos referimos en el ensayo anterior. (Cfr. https://www.eldiario.es>opinion.)

Es bueno que recordemos aquí, la “locura nazi” que procuraba fortalecer la “raza maestra”, desatando los campos de concentración y el “holocausto”, provocando la persecución, el confinamiento y la muerte de millones de judíos. Muchos pensábamos que aquella locura racista había mermado sustancialmente, creíamos que había pasado ya a un segundo plano; pero, acontecimientos recientes en el mundo nos recuerdan que el racismo está aún vivo, presente en muchas culturas y convertido de nuevo en grave peligro por los recursos con que cuenta para accionar políticamente. ¿Será en Estados Unidos o en Brasil que se ha refugiado? ¿Será acaso en la guerra ruso-ucraniana? ¿Dónde será que pernocta el racismo y la xenofobia con sus garras finas al acecho?

Las bombas nucleares que hemos mencionado destruyeron gran parte de las ciudades, mostrando su incontrastable poder devastador hasta entonces. Solo allí perdieron la vida inmediatamente, cerca de doscientas mil personas. Adicionalmente, hubo infertilidad en la tierra, la cual durante mucho tiempo se tornó desértica; el agua de ríos, de mantos acuíferos, y del bosque se impregnaron de partículas radiactivas afectando la vida de decenas de especies acuíferas de flora y fauna. Por añadidura acota Luis Enrique Aguilar Díaz: “El caos y el descontento fue total. El paisaje calcinado adquirió un tono gris uniforme, como si el color se hubiera extinguido, el pasto se volvió rojo grisáceo, el 92% de las edificaciones sólidas de Hiroshima fue arrasado…Los árboles fueron arrancados de raíz y quemados por el calor…En los cinco años posteriores murieron 70 mil personas más.” En Nagasaki (parafraseo en lo que sigue), donde residían 270.000 personas murieron 80.000 tras el estallido nuclear, y miles en los siguientes años. (Cfr. Aguilar Díaz, Luis E. “Afectaciones ambientales por la bomba nuclear en Hiroshima.” 2023 Prezi Inc. Condiciones y Política de privacidad.)

Después de las dos guerras mundiales, el siglo XX fue testigo en el período de la guerra fría de muchas guerras “restringidas” o “limitadas” (al final no lo fueron tanto). Estas guerras acarrearon también gran contaminación, como fue el caso de la guerra de Viet Nam, la cual formó parte del programa de guerra química en la operación “Ranch Hand”; en ella los militares estadounidenses echaron mano de lo que se denomina como “Agente Naranja”. Un herbicida y a la vez defoliante, cuyos componentes químicos, son extraordinariamente tóxicos. Veamos la fórmula química de este agente, que un especialista en química nos explicó su alta toxicidad: 50% de dos herbicidas del grupo fenoxi: el 2.4-D (ácido 2,4-diclorodifenoxiacético) y el 2,4, 5-T (ácido 2,4, 5-triclorofenoxiacético). El objetivo de la fuerza aérea de los Estados Unidos era defoliar los vastos bosques de Viet Nam, para descubrir los escondites y las rutas de suministros del enemigo. Se ha calculado que las muertes en Viet Nam a causa del “Agente Naranja” ascendieron a tres millones de personas, más medio millón de niños que nacieron con malformaciones. Este agente fue descubierto por un fisiólogo y biólogo vegetal estadounidense, Arthur Galston (n.1920 m.2008). (Cfr. https://www.ecologistasenacción.org…)

Además, las guerras acaecidas en la segunda mitad del siglo XX y en el XXI, aparte de la de Vietnam, han sido muchas; algunas de las más connotadas fueron la de Afganistán, las que se produjeron en América Central, en el Golfo Pérsico y la de Yugoslavia que adquirió un carácter desgarrador, porque conllevó a la desintegración de ese país y la intervención de la OTAN en el conflicto. Todas pusieron en evidencia que “…la guerra moderna implica una devastación del medio ambiente a gran escala”, tal como destaca la publicación técnica ‘Daphnia’ en un artículo dedicado al impacto ambiental del militarismo. (Cfr. “Los Efectos de la Guerra en el medio ambiente.” https://superscienceme.wordpress.com/2015/11/06/…)

En el presente siglo, contrario a lo vaticinado por algunos estudiosos del fenómeno de la guerra, aunque parecía que iban a mermar los conflictos interestatales a gran escala, el siglo nos inaugura con la invasión de una coalición liderada por Los Estados Unidos contra Irak, el 20 de marzo del 2003. El volumen de fuego desplegado por los estadounidenses en aquel escenario fue altísimo; sin que, no obstante, con la derrota del régimen de Sadam Hussein, se hubiesen resuelto los conflictos en aquel país. Por el contrario, la salida de Estados Unidos de Irak, dejó un gran vació de poder, lo que vino a recrudecer los conflictos ideológicos, interétnicos, religiosos y hasta tribales.

En el año 2001, Los Estados Unidos habían invadido Afganistán, pretextando que este país ocultaba a los terroristas responsables de los atentados perpetrados contra las torres gemelas en New York, el pentágono y otros objetivos. Aunque la verdadera razón conocida había sido desmantelar a Al Qaeda, quitándole una base segura de operaciones y principalmente se buscaba sacar a los talibanes del poder. Este objetivo se cumplió inicialmente, pero, los Talibanes retornaron al poder tras una insurgencia, en el año 2021. Lejos de un apaciguamiento de los enemigos de los Estados Unidos, el conflicto se mantuvo encendido en todos esos años. Por parte de los Estados Unidos, no se hizo esperar el bombardeo generalizado llevado a cabo principalmente por la Fuerza Aérea. De nuevo, la guerra desplegada con armas modernas contribuyó a espolear el calentamiento global con las explosiones de bombas de gran alcance. No faltaron las llamadas “bombas de racimo”, ni tampoco los poderosos cazabombarderos F/A-18 Hornet, así como bombas de gran radio de acción como son los BLU-82, según lo que hemos consultado.

Va a ser un año que estalló la guerra ruso-ucraniana. Entre otras cosas esta nueva conflagración reanudó el “viejo” conflicto de la guerra fría entre los Estados Unidos y Rusia (anteriormente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). La base ideológica de Rusia ya no es la misma, pero algunos de los protagonistas de la guerra actual, fueron parte del staff político-militar de la antigua URSS, como es el caso de Putin. Insisto, Vladimir Putin, otrora jefe de la KGB, ya no ostenta el socialismo como motivación de su accionar político militar. Pero deja la sensación en occidente de que tras la caída del “socialismo real”, la base política anterior ha quedado intacta. No es así. La guerra ha escalado a proporciones muy peligrosas. Detrás de Ucrania actúan los Estados Unidos y la OTAN y existe más de una razón para pensar que en poco tiempo, el enfrentamiento militar, de continuar la escalada podría darse directamente entre Rusia y sus aliados por un lado (pudiendo verse involucrada China), frente a los Estados Unidos y la OTAN por el otro. Ya el arsenal militar desplegado por unos y otros, ha sido copioso como para pensar que los gases efecto invernadero de CO2 que enferman al planeta están haciendo lo suyo.

Sorprende ver la cantidad de millones de dólares y euros proporcionados por Biden y los demás dirigentes de la OTAN a Ucrania, y los millones de Rublos gastados por Rusia en ese conflicto. Mientras tanto, los países pobres más afectados por el calentamiento del planeta siguen a la espera de un apoyo financiero que les permita acometer la tarea del desarrollo y defenderse de la devastación derivada de los gases efecto invernadero, de las torrenciales lluvias, huracanes y tornados, incendios desatados y bosques devastados. ¡Cuánta falta haría hoy un apoyo financiero cuantioso de unos y otros a Turquía y Siria, ante los terremotos que los acaban de azotar!!! Las prioridades de las potencias indudablemente son otras.

 

Compartido con SURCOS por el autor.

Petición para prohibir sopladoras

Los ayuntamientos de muchas ciudades, comunidades de vecinos y particulares se están sumando a la moda de hacer mucho ruido y contaminar el aire de todas y todos para quitar un puñado de hojas.

Estos aparatos, las sopladoras, se deben usar con cascos anti-ruido y mascarillas anti-polvo pero… ¿quién piensa en los vecinos y en los transeúntes?

Estas máquinas se deben prohibir:

  1. Levantan polvo, virus, micropartículas, polen, bacterias, hongos… que acabamos respirando todos. El polvo en suspensión puede alcanzar grandes alturas y largas distancias, colándose por las ventanas de nuestros hogares. Ese polvo incluye partículas de heces (de aves, perros…), multitud de partículas contaminantes (PM2,5 y PM10), así como alérgenos, virus… Las partículas más pequeñas llegan a los pulmones y allí pueden generar peligrosas enfermedades. Estamos ante una poderosa fuente local de contaminación atmosférica.
  2. Es una posible fuente de contagios del COVID-19 y otras enfermedades.
  3. Hacen un ruido muy molesto. Cada vez más ayuntamientos están teniendo en cuenta la contaminación acústica.
  4. Daña a la biodiversidad. Hacer volar las hojas y todo cuando pilla incluye también daños a la fauna y la flora urbana que vive sin molestar (flores, hormigas, abejas, arañas…). Bastante daño les hacemos como para seguir dañando a los insectos y agravando más su apocalipsis.
  5. Necesitamos a los insectos: ¿quién no se ha enterado? En ciertas zonas de parques y jardines, las hojas y las plantas silvestres (o ruderales) deben dejarse libremente porque crean un ecosistema valioso desde el punto de vista ambiental; y barato desde el económico.
  6. Consumen energía sucia. La inmensa mayoría de los motores de estos aparatos usan combustibles fósiles, mezcla de gasolina y aceite, expulsando gases contaminantes.
  7. No es preciso retirar hasta la última hoja. Las hojas no son propiamente sucias. Por supuesto, en ciertos sitios hay que retirar las hojas, pero se pueden barrer y llevar a recintos para compostar.

Hay opciones mucho mejores. Usar un rastrillo o una escoba son opciones mejores. Y se mantienen puestos de trabajo útiles para la sociedad.

Para firmar, acceder al enlace: https://www.change.org/p/ayuntamientos-comunidades-o-gobierno-central-prohibir-las-sopladoras