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Etiqueta: Corporación Hortícola Nacional

Sector agropecuario responde a declaraciones de la candidata Natalia Díaz

El Grupo Liderazgo del Sector Agropecuario, conformado por la Corporación Hortícola Nacional (CHN), la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricenses (UNAG), la Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPA Nacional) y la Unión de Productores Independientes y Actividades Varias (UPIAV), emitió este 9 de septiembre un comunicado de prensa en respuesta a las declaraciones de la candidata presidencial Natalia Díaz Quintana, del Partido Unidos Podemos.

La candidata afirmó en redes sociales no haber recibido el documento del Pacto por la Producción Agropecuaria, presentado días antes en un conversatorio abierto con alrededor de 200 asistentes. Sin embargo, las organizaciones del sector señalaron que el documento fue enviado a todas las candidaturas, incluida la de Díaz Quintana, el 3 de septiembre, para garantizar igualdad y transparencia.

El comunicado destaca que:

  1. El documento sí fue remitido a la candidata, con evidencia comprobable.
  2. Todas las demás candidaturas presentes, seis en total, firmaron el pacto.
  3. El sector agropecuario costarricense se ha conducido con seriedad y respeto, aportando información clara y oportuna.

Las organizaciones solicitan a la candidata aclarar sus declaraciones y ofrecer disculpas públicas al sector, recordando que las diferencias forman parte del debate democrático, pero la desinformación afecta la credibilidad y constituye una falta de respeto hacia las y los productores.

El comunicado subraya que el sector seguirá promoviendo un diálogo abierto y constructivo con todas las fuerzas políticas, convencido de que Costa Rica necesita liderazgos responsables en favor de la producción nacional.

Firmantes del comunicado

  • Aura Martínez Pérez, presidenta de la Corporación Hortícola Nacional (CHN).
  • José María Oviedo Chaves, presidente de la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricenses (UNAG).
  • Guido Octavio Vargas Artavia, presidente de la Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPA Nacional).
  • Jaime Alberto Rojas Mena, presidente de la Unión de Productores Independientes y de la Unión de Pequeños Productores Actividades Varias (UPIAV).

Evidencias documentadas en imágenes

El comunicado incluye cuatro imágenes anexas como respaldo:

  • Imagen 1: evidencia de la fecha en que la invitación al evento fue enviada a todas las candidaturas presidenciales.
  • Imagen 2: conversación con una asistente de la candidata. La asistente confirma.
  • Imagen 3: descripción del correo de envío del Pacto, con copia a la presidencia del partido Unidos Podemos.
  • Imagen 4: confirmación de la invitación enviada al evento.

Seis candidaturas presidenciales suscriben Pacto por la Producción Agropecuaria

En el Campus Tecnológico del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) se realizó este martes 9 un conversatorio con candidaturas presidenciales, en el que se firmó el Pacto por la Producción Agropecuaria, una iniciativa impulsada por el Grupo Liderazgo del Sector Agropecuario, integrado por la Corporación Hortícola Nacional, UPA Nacional, UNAG y UPIAV.

La actividad inició con la exposición del economista Francisco Esquivel Villegas, quien señaló que el sector agropecuario tiene un potencial estratégico para reactivar la economía nacional. Explicó que, con un apoyo adecuado después del 8 de mayo, el agro puede crecer y, además, arrastrar al resto de la economía mediante encadenamientos productivos, lo que podría llevar a un crecimiento económico del 8% anual, en lugar del 3,5% que actualmente se sostiene sobre el modelo de ensamblaje de zona franca, con baja capacidad de encadenamiento.

Esquivel subrayó que los encadenamientos son “el tren de muchos vagones” que permiten que el dinamismo del agro se traslade a múltiples sectores, generando empleo y fortaleciendo el mercado interno. Planteó que una estrategia productiva alternativa requiere combinar el modelo exportador con un renovado impulso al agro, el turismo y la construcción en infraestructura.

Posteriormente, se procedió a la lectura y firma del pacto.

Pacto por la Producción Agropecuaria

Grupo Liderazgo del Sector Agropecuario

El Grupo Liderazgo del Sector Agropecuario, conformado por la Corporación Hortícola Nacional (CHN), la Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (UPANACIONAL), la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricense (UNAG) y la Unión de Productores Independientes y Actividades Varias (UPIAV) nace desde la iniciativa de articulación nacional del sector agropecuario, como organizaciones sociales y agropecuarias de todo el país. Su objetivo es el fortalecer el sector agropecuario, sus organizaciones y lograr una plataforma de incidencia desde los agricultores para la construcción de política pública nacional. Nuestras organizaciones han desarrollado una propuesta de política pública, de la cual nace la presente carta de compromiso de apoyo a los 10 puntos que hemos considerado prioritarios e imprescindibles para el desarrollo del sector. En consecuencia, respetuosamente solicitamos a las personas y partidos políticos que aspiran a la presidencia de la República suscribir este Pacto por la Producción Agropecuaria.

Nos comprometemos a desarrollar políticas públicas que incluyan las siguientes propuestas prioritarias:

1. Defender la producción nacional
Temas prioritarios: Suspensión de la participación del país en procesos de apertura comercial, o en bloques económicos, que amenacen la producción nacional y nuestra soberanía alimentaria (defensa de la producción nacional), como por ejemplo Alianza del Pacífico, Acuerdo Transpacífico y otros. Respeto y observación de las condiciones ya pactadas en tratados bilaterales. Defensa diligente del Estado frente a prácticas de fraude comercial y subfacturación. Cumplimiento de las reglas de origen evitando prácticas de triangulación y de violación de la denominación de origen de los productos nacionales.

2. Optimizar los procesos productivos por medio de la innovación
Temas prioritarios: Digitalización rural. Financiamiento preferente a propuestas productivas innovadoras. Desarrollo e innovación de infraestructura y suministros (insumos biológicos, por ejemplo). Encadenamientos productivos y de servicios. Investigación y capacitación.

3. Enfrentar el cambio climático
Temas prioritarios: Investigación en semillas y recuperación de semillas criollas para las comunidades locales. Desarrollo de sistemas de riego sostenible como herramienta de adaptación al cambio climático (sequías e inundaciones). Agricultura protegida. Programas de formación para la adaptación al cambio climático.

4. Potenciar los impactos sociales y los aportes culturales positivos ligados a la actividad agropecuaria
Temas prioritarios: Generación de empleo digno y bien remunerado en el sector rural. Relevo generacional en la producción y la organización agropecuaria. Asociatividad regional y nacional. Salud pública a través de la producción de alimentos saludables. Aseguramiento de las personas trabajadoras del campo. Preservación de las tradiciones culturales asociadas a la actividad agropecuaria. Distribución de la riqueza, mediante políticas públicas económicas sostenibles para el sector agropecuario. Equidad en la tenencia y el acceso equitativo a la tierra.

5. Fortalecer el mercado nacional agropecuario
Temas prioritarios: Comercio justo y transparente para la producción nacional. Mecanismos para acortar la cadena de producción y comercialización entre el consumidor y el productor, como lo han sido las experiencias de la Feria del Agricultor o los programas del Consejo Nacional de Producción, CNP (Programa de Abastecimiento Institucional, PAI). Uso eficiente de la cadena de frío en manos del Estado, cooperativas del sector agrícola y corporaciones agropecuarias. Transparencia de las cadenas de comercialización de productos agropecuarios y el mejoramiento de la redistribución de la riqueza. Fomento a esquemas asociativos en las cadenas de comercialización como alternativa a la concentración de los centros de acopio y comercialización en pocas manos. Establecimiento de un mecanismo de financiamiento del poder de compra de la población que está en condición de pobreza extrema, usando los recursos del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF), para la adquisición de alimentos elaborados por los productores nacionales.

6. Garantizar la salud humana y la inocuidad alimentaria
Temas prioritarios: Promoción de buenas prácticas agrícolas para evitar la contaminación de los alimentos. Fortalecimiento de los controles fitosanitarios y zoosanitarios y de inocuidad para el bienestar de la producción nacional en los diferentes espacios de comercialización agropecuaria. Controles estrictos y en apego a la normativa fitosanitaria y de inocuidad al ingresar productos agrícolas al territorio nacional.

7. Mejorar la accesibilidad del financiamiento para el sector agropecuario
Temas prioritarios: Acceso a los fondos de la Banca para el Desarrollo y otros mecanismos formales de financiamiento. Consolidación de los sistemas de garantías como garantías inmobiliarias, garantías mobiliarias, avales y mecanismos de factoreo, incluyendo los contratos de compra del CNP a los proveedores del PAI. Revisión de las normativas financieras para el fortalecimiento del sector agropecuario. Defensa del consumidor financiero. Mejoramiento en la prestación de los servicios de la banca estatal al productor nacional.

8. Crear una política integral de seguros agropecuarios accesibles
Temas prioritarios: Concientización y educación hacia el sector agropecuario sobre la importancia de los seguros para proteger las cosechas y los animales, de manera que se amplíe su uso y, en consecuencia, baje el monto de la prima. Revisión y mejoramiento de la estructura de seguros, así como la normativa ajustada a los nuevos cambios del entorno nacional e internacional. Creación de un seguro agropecuario como apoyo para la reducción de tasas de interés de los créditos al sector agropecuario (reducción del riesgo). Implementación de seguros agropecuarios indexados a los riesgos meteorológicos y del cambio climático.

9. Promover una actividad agropecuaria en sinergia con el ambiente
Temas prioritarios: Participación de todos los actores sociales y productivos en el diseño e incidencia de la política pública ambiental y agropecuaria, que logre ser sostenida por los grandes acuerdos nacionales. Promoción de la agricultura orgánica y otros sistemas sustentados en prácticas agroecológicas como la agricultura regenerativa, la cual se fundamenta en la protección de la biodiversidad, la salud de los suelos y la conservación y uso racional del recurso hídrico. Promoción de prácticas que reduzcan el uso de agroquímicos en el sector agropecuario. Promoción de una producción agropecuaria baja en emisiones de carbono como herramienta fundamental para la reducción de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático.

10. Desarrollar una política y planificación territorial que se diseñe y evalúe con los territorios y las personas
Temas prioritarios: Mejoramiento del uso del territorio, garantizando la participación de las personas involucradas en la producción agropecuaria en los procesos de planificación territorial. Consolidación del rol del Instituto de Desarrollo Rural, INDER, en la planificación de los territorios rurales a nivel nacional. Cumplimiento de la normativa vigente para las zonas protegidas, aprovechando los servicios ambientales a la agricultura.

Firmas del pacto

Las candidaturas que suscribieron el pacto fueron (orden alfabético por el primer apellido):

  • Claudio Alpízar Otoya, Partido Esperanza Nacional

  • Ronny Castillo, Partido Aquí Costa Rica Manda.

  • Claudia Dobles Camargo, Coalición Agenda Ciudadana.

  • Álvaro Ramos Chaves, Partido Liberación Nacional.

  • Ariel Robles Barrantes, Partido Frente Amplio.

  • Fernando Zamora Castellanos, Partido Nueva Generación.

Como testigo de honor firmó la rectora del Instituto Tecnológico de Costa Rica, María Estrada Sánchez.

La candidata Natalia Díaz dijo que no firmó el documento en el acto, al señalar que había puntos con los que no coincidía. Indicó que se comunicaría posteriormente con el Grupo Liderazgo del Sector Agropecuario para detallar su posición.

Día de la papa en Costa Rica – 8 de agosto

La Corporación Hortícola Nacional destaca que este 8 de agosto se celebra el Día de la papa en Costa Rica, tercer alimento cosechado más importante para el consumo humano.

Le invitamos a ver el video explicativo sobre la importancia de este producto:

Paperos costarricenses reportan pérdidas de hasta 15 000 millones por cambios en las normativas de importación

Por José Alejandro Sánchez Rodríguez | Con la voz experta de Dr. Arturo Brenes Angulo

El sector papero costarricense ha sido víctima de una serie de acontecimientos que, desde distintos frentes, han incrementado su ya maltrecha economía a lo largo de los últimos meses.

El pasado lunes 24 de marzo, tres representantes del sector papero nacional dieron declaraciones ante la Comisión de Cartago de la Asamblea Legislativa, denunciando pérdidas de hasta ¢15.000 millones a causa de políticas nacionales relativas al sector agrícola que —según indican— benefician al producto importado, el cual ha generado ganancias de hasta ¢4.500 millones a costa del producto nacional.

Los comparecientes hicieron referencia al decreto ejecutivo Nº 43853-MAG-MEIC-COMEX, aprobado en 2023, el cual facilita la importación de la llamada “papa industrial”, la cual es utilizada para la producción de alimentos procesados, como papas fritas o tostadas.

Debido al desabasto de papa en los meses recientes, que se debió en parte a la falta de estímulo en la producción por los bajos precios del tubérculo durante finales del 2023 e inicios del 2024 y la extensa temporada de lluvias de finales del 2024,  el Ministerio de Agricultura levantó también la restricción para el ingreso de papa para consumo fresco, con el objeto de mantener la oferta al consumidor. 

Sin embargo, esta medida tiene dos grandes inconvenientes: por una parte, la papa importada compite deslealmente con el producto nacional y segundo, esta importación representa una puerta más, abierta al ingreso de nuevas plagas o enfermedades para el cultivo de la papa, que podrían aún no estar presentes en nuestro país.

El Dr. Arturo Brenes Angulo, investigador del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA) explica que el sector se vería seriamente afectado por el bajo precio con el que ingresaría la papa importada.

Por consecuencia, según lo establecido en decreto, la papa importada pasaría de tener un arancel para la nación más favorecida equivalente a un 45% de Derechos Arancelarios a la Importación (DAI) a un impuesto 14% de DAI (sin tomar en cuenta, en ambos escenarios, el impuesto del 1% por Valor Aduanero Mercancías Importadas). 

Debido además a que los precios de la mayoría de las hortalizas nacionales son regulados por intermediarios, estos ofrecerían menos por un tubérculo nacional que es producido sin las subvenciones con que cuenta el sector papero en Estados Unidos, afectando aún más los pobres ingresos de nuestros productores, que cada vez tienen el panorama más difícil debido a los altos costos de las semillas e insumos para la agricultura.

De acuerdo a Brenes, las papas que usualmente se importan son tratadas previamente, en las bodegas donde se almacenan, con productos que evitan su brotación y se mantienen a bajas temperaturas para conservar su calidad. Cuando son exportadas, se mantiene la cadena de frío dentro de los contenedores en los cuales se envían. Al llegar a nuestros puertos, usualmente se rompe la cadena de frío, lo que provoca que la papa se brote y se deshidrate, afectando incluso su sabor.  

El Dr. Brenes puntualizó que existe la posibilidad de que las papas importadas puedan venir infectadas con la enfermedad conocida como Zebra chip, provocada por la bacteria Candidatus Liberibacter solanacearum. Esta enfermedad se ha extendido en varios países de América Latina y aún no existe evidencia de que se encuentre en el país, por lo que debe evitarse su llegada. 

Hasta ahora, se ha logrado evitar la entrada de muchas enfermedades del cultivo gracias a las medidas fitosanitarias vigentes. Es necesario recordar que la N° 7664, la Ley de Protección Fitosanitaria, resalta en el Artículo 45 la importancia de que el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) “asegure” que las medidas fitosanitarias se basen en una evaluación adecuada de los riesgos existentes para la vida y la salud de las personas o la protección de los vegetales”. Sin embargo, esta misma ley facilita que los requisitos sean establecidos a través de decretos ejecutivos, lo que permite que se generen cambios en las normativas de importación.

Discusión en plenario

El pasado 21 de abril la diputada liberacionista Paulina Ramírez Portuguez usó su intervención de control político en el plenario para hacer referencia al levantamiento de las restricciones fitosanitarias para la importación de papa y cebolla.

Ramírez denunció que las consecuencias favorecen de forma desleal a cierto grupo de importadores, los sugeridos por el Gobierno y el Banco Central, afectaciones a los productores nacionales y la falta de beneficios reales para los consumidores. La congresista también  hizo referencia a las enfermedades que podrían traer estas importaciones y a la competencia que supondría con la papa de mesa producida en el país. 

Puede escuchar la intervención completa en el siguiente enlace: 

Pronunciamiento de la Corporación Hortícola Nacional

Dentro de este mismo marco, la Corporación Hortícola Nacional se pronunció en contra de las acciones del SFE, aludiendo al peligro que sufre el productor nacional desde  frentes como la competencia desleal, las enfermedades que traerán los productos y las consecuencias que vendrían con las importaciones ilegales. La organización, se manifestó siempre a favor de la defensa de los productores nacionales. 

También aprovecharon para resaltar la importancia de que el SFE vele por la seguridad de los productos, proponiendo que la institución revise las lavanderías en Cartago y Zarcero, presuntos puntos de comercio ilegal en Costa Rica

Crezcamos al 8% anual con el liderazgo del sector agropecuario

Francisco Esquivel V.
Economista

Hace unos días asistí a una actividad del Grupo de liderazgo del sector agrícola, constituido por la Corporación Hortícola Nacional, la UPANACIONAL, la Unión Nacional de Productores Agropecuarios Costarricense (UNAG) y la Unión de Productores Independientes y Actividades Varias (UPIAV). El propósito de mi asistencia era responder dos preguntas. ¿El sector agropecuario es relevante todavía? ¿Puede la actividad agropecuaria aportarle al crecimiento del país? Los agricultores están muy decepcionados de las políticas públicas de los últimos tiempos porque han generado un proceso de destrucción del sector agropecuario. Así que responder a esas preguntas es fundamental para el momento que vive el país. La respuesta que di a las dos preguntas fue un rotundo SI.

En las últimas cuatro décadas el pais ha experimentado la aplicación de una estrategia productiva que favorece la exportación, basada en las zonas francas, y deprime la participación del sector agropecuario. Se ha desarrollado un modelo económico dual: por un lado, crece la producción para la exportación de bienes y servicios, instalada en zonas francas; y por otro, la producción para el mercado nacional se mantiene estancada. Los promotores del modelo argumentan que es más barato comprar productos agropecuarios importados, por lo que no tiene sentido producir esos productos a nivel local. De esta manera, se ha abierto el mercado nacional a los productos agropecuarios importados, disminuyendo los impuestos de importación. Simultáneamente, se va destruyendo todo el apoyo estatal a los productores agropecuarios, lo que genera una desprotección total de los pequeños y medianos empresarios del campo. Como resultado, el sector agropecuario pierde participación en el total de la producción nacional. Y, frecuentemente, no se cumple la promesa de tener productos importados más baratos.

En los últimos años, a la baja de aranceles de importación de los productos agropecuarios se une la caída del tipo de cambio, lo que genera un abaratamiento del costo de importación, beneficiando a los grandes empresarios importadores agropecuarios. Con esto aumenta la ganancia de tales empresarios (si no bajan los precios al consumidor) o genera presión sobre el productor nacional (si bajan el precio del producto en colones). De esta manera, el pequeño y mediano productor no se beneficia de la baja del tipo de cambio, quedando rezagado en la competencia con los grandes importadores.

La nueva estructura productiva

Como resultado de este proceso, el tamaño del sector agropecuario ha bajado en las últimas décadas. En el gráfico 1 se observa que la actividad productiva de este sector apenas llega al 12% del total de la producción generada en el país. La mitad de lo generado por el sector se destina al mercado interno (lo que se representa mediante un cilindro naranja). La otra mitad va hacia el exterior (dibujado con un cilindro gris). Aunque reducido, respecto a lo que era hace cuatro décadas, el gráfico revela que el sector puede darle dinamismo a la economía, tanto en el mercado interno como en el externo.

La pérdida de importancia del sector agrícola se corresponde con la aparición de la producción de ensamblaje. El gráfico muestra que esta nueva actividad absorbe un poco menos del 14% de la producción nacional. La producción de ensamblaje, que existía antes de la aplicación del nuevo modelo de apertura, es el cilindro naranja que equivale al 2,5% de la producción total del país. Es la vieja industria del modelo anterior, que surgió amparada al Mercado Común Centroamericano, a partir de la década del 50, y que ahora tiene un peso marginal por las políticas de apertura.

La nueva producción de ensamblaje, dibujada mediante un cilindro gris, genera el 11% de la producción nacional y está completamente orientada al exterior. Se le define como una actividad de ensamblaje porque su proceso productivo se limita a procesar materias primas e insumos producidos en el exterior. Es decir, en el país se elabora la parte final del proceso productivo. En pocas palabras, es un ensamblaje. Tal segmento de la producción no existía hace 40 años. Ahora aparece en el gráfico como la muestra más clara del impacto del nuevo modelo de apertura en la estructura productiva. Los ejemplos más llamativos de este tipo de ensamblaje son la producción de equipo médico, los componentes para computadoras de INTEL y el área de servicios de exportación como los procesos administrativos – contables, las asesorías legales, las asesorías de ingeniería y otras similares. Esto último es la parte de más crecimiento en los años recientes. Podría definirse como una especie de maquila intelectual, porque lo que se realiza aquí son segmentos de un proceso global que se desarrolla en otras partes del mundo. Tanto la producción de bienes ensamblados como los servicios de exportación son de alta tecnología, elaborados por trabajadores costarricenses con un alto nivel de preparación profesional o técnica. Por eso, el espacio de desarrollo del área de ensamblaje está focalizado en el centro del país. No puede extenderse al resto del país, en particular a las zonas de menor desarrollo ubicadas en las regiones costeras y en el Norte y en el Sur. De ahí que su aporte al crecimiento es limitado. Con sólo el ensamblaje de zona franca, el país no puede aspirar a crecer más que las tasas mediocres de los últimos años, que no superan el rango del 3% – 4% anual.

Además de lo anterior, hay dos sectores de producción que son importantes para la economía del país: el turismo y la construcción. El turismo, de acuerdo al gráfico, aporta producción al mercado interno (un 3,8% del total producido) y al mercado externo (un 3,6% del total nacional). La construcción es una actividad orientada al mercado interno, por su naturaleza, generando un 9% del total de la producción. Ambos sectores podrían aportar más al crecimiento del país, pero las políticas públicas no los han estimulado adecuadamente. Con políticas claras estos sectores generarían mayor aporte al crecimiento del pais.

Los cuatro sectores mencionados, que se ubican a la izquierda en el gráfico, son los motores del crecimiento nacional. Sin embargo, en la estructura productiva absorben la mitad de la producción generada en el país. ¿Qué pasa con el resto? A la derecha del gráfico está la otra mitad. Se trata de actividades que, en sí mismas, no son motores de crecimiento, pero son necesarias para el funcionamiento de la economía. Ambas están orientadas a satisfacer necesidades del mercado interno (obsérvese los cilindros naranjas). En el segmento de apoyo tenemos el comercio, el transporte, las finanzas y otras activades similares. En la parte de servicios básicos se cuenta, entre otros, con la educación, la salud y los servicios gubernamentales (del nivel central y del nivel regional). Estas actividades, las de apoyo y los servicios básicos, se mueven en función de los cuatros motores de crecimiento, y aquí está la clave de la capacidad de aporte al crecimiento de tales motores.

Los encadenamientos como clave del crecimiento

El dinamismo y el empleo que generan los motores de crecimiento no se explica sólo por su nivel de producción directo. Más importante es la capacidad que tengan de vincularse entre sí, y, sobre todo, de arrastrar a los sectores de apoyo y a los servicios básicos. En una economía como la costarricense, por ejemplo, el comercio y el transporte no lideran el crecimiento; por el contrario, su expansión depende del estímulo que generen los motores de crecimiento. De esta forma, los motores de crecimiento funcionan como una especie de locomotora que acarrea al resto de carros del tren. Pero, y éste es el detalle fundamental, el largo del tren no es el mismo en el sector agropecuario que en el sector de ensamblaje. Figurativamente, podríamos decir que la actividad agropecuaria tiene una locomotora que mueve un tren con seis vagones, el ensamblaje mueve un tren con un solo vagón. Por lo tanto, aparece el análisis de los encadenamientos. El encadenamiento de cada sector se refiere a su capacidad para generar compras entre las empresas del sector y compras afuera del sector, principalmente en los sectores de apoyo y en los servicios básicos. Conforme más compras produce un sector, mayor será la magnitud de los encadenamientos.

El gráfico 2 muestra un indicador de encadenamiento productivo que se llama multiplicador. Dicho indicador mide la cantidad de colones que se producen en el resto de la economía por cada 100 colones que produce el sector. Las actividades agropecuarias tienen la mayor capacidad de multiplicación de la economía nacional. El café, por ejemplo, tiene un multiplicador de 116. Es decir, por cada 100 colones que se generan en la actividad cafetalera, el resto de la economía produce 116. Algo similar sucede con otras actividades del sector. El arroz tiene un multiplicador de 83, la producción de lácteos muestra un multiplicador de 80. La producción de frijol multiplica 74 y la papa 67. Por el contrario, las activades de ensamblaje, de zona franca, generan los menores encadenamientos de la economía. La producción de equipo médico tiene un multiplicador de 27, mientras la producción de componentes para computadoras reporta un multiplicador de 21. Si comparamos los extremos de ese gráfico, tenemos que la producción cafetalera es seis veces más potente que la elaboración de productos para computadoras. El café produce muchísimo más crecimiento que las zonas francas. Los encadenamientos del sector agropecuario son muy superiores a los del ensamblaje.

¿Por qué se producen esas diferencias en los encadenamientos? La producción de ensamblaje trae del exterior la mayor parte de las materias primas y de los insumos. Además, tal producción la realizan empresas transnacionales que remiten una parte, o la totalidad, de las utilidades a su casa matriz. Queda en el país solo la parte de remuneración a los trabajadores y algo de compras de materias primas e insumos. Un ejemplo revelador es la producción de equipo médico. Del valor producido por estas empresas, el 40% corresponde a materia prima importada. Las remuneraciones a los trabajadores locales y las pequeñas compras de materias primas e insumos locales absorben el 25% del valor de producción. Las utilidades generadas llegan al 35% del valor producido. Debe recordarse que no pagan impuesto sobre la renta. Por lo tanto, en el país sólo queda el 25% del valor producido. En estas condiciones el encadenamiento es muy limitado. En consecuencia, sin negar su importancia en términos de empleo calificado y generación de dólares, el aporte del ensamblaje a la estructura productiva del país es bastante limitado. Esta información es una elaboración propia con datos oficiales del Banco Central de Costa Rica. Esto se aclara porque algunas entidades encargadas de la promoción de las zonas francas hacen malabarismos numéricos, con datos oscuros, para tapar esta realidad.

El caso opuesto es la producción agropecuaria, que compra su materia prima en el país y la mayor parte de las utilidades queda aquí porque los empresarios, grandes o pequeños, están radicados en el país. Tales utilidades pagan impuesto sobre la renta. Por ejemplo, cuando se compra una caja de leche, un paquete de queso, o un helado, estamos ante una larga cadena productiva que va desde el ganadero, grande o pequeño, que entrega su leche al camión cisterna que llega al portón de su finca, pasando por la elaboración industrial de los productos, hasta que se colocan en los comercios encargados de su distribución al público. De esta manera, el encadenamiento se expande por todo el tejido productivo del país.

Sin embargo, la joya de la corona para la estrategia de apertura ha sido el ensamblaje. Se ha despreciado el aporte de la actividad agropecuaria, quitándole toda importancia en la estrategia productiva y desmantelando los diferentes mecanismos de apoyo estatal. Al respecto, lo que se privilegia es la importación de los productos competitivos a los que produce el sector agropecuario. Se abandona la producción para rendirse a los pies de la importación.

¿Por qué la economía no pasa de las raquíticas tasas de crecimiento del rango de 3% – 4% anual? Porque le están apostando a un motor de crecimiento pobre. El ensamblaje genera empleo calificado y cierta cantidad de dólares en regiones específicas del centro del país. Esto no se niega. Pero es absolutamente insuficiente para darle un crecimiento sólido al resto de la economía. No genera encadenamientos suficientes y sus condiciones de operación sólo se pueden dar en el centro del país, sobre todo por la mano de obra calificada que necesita. Para lograr tasas de crecimiento importantes, al menos en el rango de 6% – 8% anual, es necesario incorporar al sector agropecuario, que opera en todo el país, y que tiene gran capacidad de encadenamientos. Estamos en un país de vocación agrícola, desde hace más de dos siglos, aunque el dogmatismo neoliberal haya querido tapar esa realidad. Para alcanzar niveles importantes de ingreso por habitante, similares a los de países muy avanzados, como las naciones nórdicas, nuestra economía debe crecer a tasas en el rango de 8% – 10%, durante 25 ó 30 años. El desnutrido crecimiento del 3% – 4% de hoy nos mantendrá como economía de tercera o cuarta categoría.

Así que mi respuesta a los dirigentes del Grupo de liderazgo de las organizaciones agrícolas fue: sigan luchando, la verdad está de su lado, preparen una propuesta de política sectorial sólida, con la esperanza de que pronto su voz sea escuchada en las instancias de la toma de decisiones gubernamentales. El sector agropecuario sigue siendo relevante y es un sector con gran capacidad de darle crecimiento importante al país, junto al turismo y la construcción. El ensamblaje puede jugar un papel en el crecimiento futuro, pero de menor importancia, no será el actor principal del dinamismo de la economía, como lo ha pregonado la fantasía neoliberal.

La Corporación Hortícola Nacional impulsa exportación de cebolla para mejorar precios locales

En respuesta a la reciente caída en los precios de la cebolla costarricense, afectada por la alta importación desde países como Perú, la Corporación Hortícola Nacional (CHN) ha lanzado una iniciativa clave. En colaboración con la empresa privada, la CHN está promoviendo la exportación de cebolla al mercado centroamericano. Este esfuerzo busca aprovechar oportunidades comerciales que permitan a los agricultores obtener mejores precios por su cosecha, cubriendo así costos de producción y gastos operativos.

Además, esta estrategia tiene como objetivo estabilizar el mercado local, donde se distribuye la mayor parte de la cebolla producida en el país. Esto no solo beneficia a los productores, sino que también garantiza un suministro constante para la alimentación de los costarricenses.

“La producción local es fundamental para el tejido social y la economía rural, por lo que debe ser prioritaria frente a los productos importados”, señaló la CHN.

La corporación agradeció a los agricultores que han apoyado esta iniciativa, destacando que su compromiso ha sido clave para mejorar las condiciones del mercado en beneficio de todo el sector cebollero. Asimismo, reafirmó su compromiso de seguir promoviendo acciones que fortalezcan la seguridad alimentaria y respalden al sector agropecuario nacional.

Para más información, la CHN invita a los interesados a comunicarse al teléfono 2537-3969 o al correo electrónico mercado@chn.cr. Su sede está ubicada en La Lima de Cartago, junto a Radio Rumbo.

Mirando hacia el futuro 2025-2050 – sector agro

La fecha para esta reunión de liderazgos para el Sector Agropecuario se modificó. En cuanto las organizaciones confirmen la nueva fecha SURCOS la comunicará.

Se ha propuesto la siguiente agenda:

  • 10 am: Conferencia de Prensa
  • Manifiesto según la revisión de la Política Sectorial 2.0.
  • 11 am: Validación de equipo técnico que desarrolla la política integral de apoyo al sector agropecuario 2025-2050.
  • Revisión de la Agenda Legislativa 2024-2026 vis a vis Sector Agropecuario.
  • 1 pm: Almuerzo.

Dicha actividad es convocada por:

  • Corporación Hortícola Nacional.
  • UPA Nacional.
  • UNAG.
  • UPIAV

¿Qué tiene que ver la educación con la seguridad alimentaria?

La seguridad alimentaria de las personas del país requiere que haya alimentos saludables disponibles y que la gente pueda acceder a ellos.

La disponibilidad de alimentos nutritivos y saludables depende principalmente de la producción local, con la importación de alimentos como medida complementaria, y no al revés, pues depender de importaciones supone una gran vulnerabilidad alimentaria. Por su parte, el acceso a los alimentos depende de su precio y la capacidad económica de quien los adquiere.

En nuestro país los alimentos son caros porque el mayor componente del precio final es la intermediación: el agricultor recibe precios ruinosos y el consumidor paga precios abusivos. Lo anterior se agrava cuando se importan alimentos baratos producidos bajo estándares laborales o ambientales inferiores a los nuestros, o apoyados por abundantes subsidios, sin que esto se refleje en el precio al consumidor.

Para garantizar la seguridad alimentaria en tiempos de cambio climático, la agricultura debe fundamentarse en conocimiento a todo nivel, lo cual es posible gracias a la educación.

A las personas productoras, la educación les facilita el acceso a las mejores prácticas productivas, incluyendo la implementación de la tecnología más moderna para el apoyo a la producción.

También facilita acceder a información para la toma de decisiones, como clima y mercados. Finalmente, un sistema de educación primaria y secundaria de calidad prepara el acceso a la educación superior, la cual también es importante para la seguridad alimentaria.

Se necesitan profesionales de múltiples disciplinas como agronomía, economía, nutrición, sociología y otras, que entiendan las necesidades del sector productor y consumidor en lo técnico y más allá.

Y finalmente, el conocimiento de los agricultores se beneficia de la investigación y de la acción social que realizan las instituciones de educación superior. Por lo anterior, la seguridad alimentaria se beneficia de un sistema educativo robusto, desde el nivel preescolar al universitario, desde la formación técnica a la educación para la vida.

Corporación Hortícola Nacional y la producción de semilla de papa

Bryan Víquez, agrónomo de la Corporación Hortícola Nacional, es parte del proceso de producción de semilla de la finca. En la producción visual de la Corporación Hortícola Nacional comenta que “nuestro trabajo es reproducir semillas, lo más nuevas y libres de virus y con mayor vigor posible. La idea es proveer a los agricultores de semillas de buena calidad y a un buen precio justo.” 

Bryan Víquez señala cómo es el proceso, el cual inicia en los laboratorios de la Universidad de Costa Rica y se tienen varias opciones de suplencia, uno de ellos es el INTA del MAG y la otra es la UCR; también hay colaboración de otros laboratorios como en el Tecnológico de Costa Rica.

Se comienza en el laboratorio y ellos venden plantas para propagación, esas plantas se trasladan al invernadero y se inicia el proceso en la finca. Allí se saca una primera cosecha, a la que llaman “semilla nueva prebásica” y esa semilla pasa a la finca en donde se produce la “semilla básica” que se le vende a los agricultores. 

Con esto se espera prevenir la afectación de plagas y otros virus, que podrían ser motivos por los cuales las producciones de papa pierden vigor. Como parte de este proceso se pasa a la bodega donde se preselecciona la semilla; se separa por tamaño y se excluye la semilla que sea físicamente viable por su color, su tamaño, su formación, reventaduras y cualquier otra lesión que dé indicios de afectación de plagas.

A continuación compartimos el video completo.

Conversatorio: Perspectivas y amenazas al sector agropecuario de Costa Rica

Compartimos la convocatoria al Conversatorio: Perspectivas y amenazas al sector agropecuario de Costa Rica.

Día:  Miércoles 08 de mayo 2024

Hora: 10:00 am

Lugar: Centro Agrícola Cantonal de Escazú. https://waze.com/ul/hd1u0mm7h8

Por favor confirmar asistencia al numero 8400 3435 o al correo mesa.nacionaldedialogo@gmail.com

Tendremos como invitado especial al señor Luis Felipe Arauz Cavallini. 

Este es un evento patrocinado por UPA Nacional, UNAG, UPIAV, La Corporación Hortícola Nacional y la Mesa Nacional de Diálogo Social y Productivo.